Belcebú se abre paso entre los demonios, porque si alguien supone que a ella la van a dejar pasar sin pelear está asumiendo que esto es el cielo... pero sus propias amenazas, chasquidos y milagros bestias consiguen llegar al frente bastante... bueno, vamos a decir que eficientemente, sin el bastante.
Eso era exactamente a lo que se refería Crowley.
Porque además, las quejas... ¡había quien llevaba días así esperando cuerpo!
Pues claro. Y así seguirían.
Sí, eso no indicaba que no fueran a protestar, aunque ciertamente... los eventos de últimamente aún surtían efecto y nadie se atrevía a meterse realmente con Belcebú por ahora.
Pues claro. Así que... un buen rato más tarde, alguien termina de llevar los papeles, y unas cuantas firmas después, le piden a Crowley que vaya a la ventanilla por el cuerpo.
Entonces... ahí van.
Ooootro rato largo más tarde al fin Crowley sale... siendo Crowley.
O al menos eso parece. Él nos dirá si así se siente o si a este cuerpo le rechina la cadera.
La verdad, creo que lo PRIMERO que hace es desencajársela.
Cielos. Ahora ya puedes moverla libremente.
—Luego juegas con tus piernas. Vamos —protesta un poco Belcebú, impaciente.
—Sí, sí... —la sigue.
—Necesitas hablar con tu ángel.
—¿De qué?
—Lo que planeo es complicado y necesita trabajar para nosotros.
—No creo que quiera trabajar para nosotros.
—Yo creería, Crowley, que sería mucho más útil que cooperara por las buenas —le mira.
—Ya, pero... igualmente ellos tienen muchos problemas para hacer eso.
—Tu ángel parece tener menos problemas que el resto con que tú seas un demonio... podrá ayudarnos.
—Eh, pero ellos...
—No debe ser muy difícil obligarle a hacerlo entonces. Le traeremos de vuelta —Belcebú bufa, porque TODO es no.
—Vamos a... hum... buscarle y hablamos, en realidad están bastante predispuestos a ayudar si lo planteamos como algo... altruista y benevolente.
Le mira de reojo y le toma del brazo, para subir en modo zombie.
UGH.
Shut up, ¡Deja de quejarte de todo, Crowley!
Pues es queeeee…
Sí, sí, tú vida es terrible. Belcebú se sacude la ropa.
Crowley chasquea los dedos quitándose la tierra, moviéndose el pelo y luego la mira. Belcebú también se limpia un poco con un chasquido, suspirando... porque de verdad que está teniendo un día de mierda.
—Hum... ¿T-Todo bien?
Ella se humedece los labios. Sinceramente su sensación era que las cosas estaban todo menos... bien. No. Sentía como si alguien le hubiera arrancado un trozo.
—Hum... yes, of course. Solo... el cielo... hmmm requiere un cambio de estrategia. Han cambiado su organización.
—Ah, ¿sí? ¿Cómo se organizan ahora?
—Hay un contacto nuevo para el... infierno. Quiero saber a quién voy a asignar como contacto del infierno entonces y...
—Oh... y ¿quién es el nuevo... contacto?
Belcebú bufa porque no tiene muchas ganas de contarle pero...
—Decidió dejar de hablarme porque soy un demonio
—Ah... ya.
—Parece bastante definitivo —frunce el ceño—. No que me importe, claramente. Quizás sea mejor. Pero...
—Nah, no lo es.
—Sí lo es. Ha puesto a alguien más.
—Bueno, quizás sí lo es. Son muy drásticos cuando se asustan... pero eso no... borra lo que los atrajo en primer lugar. Especialmente cuando se calman y vuelven a aburrirse —se encoge de hombros.
—¿Qué me estás queriendo decir? ¿Te ha hecho eso tu ángel?
—Sí... o sea... No ha puesto nunca a otro porque no es él quien elige pero... si me ha echado y ha dicho que no me hablaría más.
—Really?!
—Infinidad de veces.
—¿Y qué haces?
—Esperar un poco y... llamar su atención de nuevo.
Belcebú se muerde el labio... pero le has quitado un poco del mal humor.
—Bien, por... Ehm... eso es que vamos a ir a la cena de navidad al cielo.
—Ah, es un buen... wait, what?
—¿Cuál es la parte que no has entendido?
—¿Al cielo en... navidad?
—Sí. Él vino a Halloween, yo voy a subir en Navidad contigo. Encubiertos, claro.
—¿C-Conmigo?
—Sí. Y el ángel tiene que ayudarnos.
—Pero es que... ¡es una mala idea! Se pasan el tiempo bendiciéndolo todo y ..
—Rezando, ya lo sé.
—Sí.
—Pensé que podríamos... poseer a dos de ellos.
—¿P-Poseer a... D-Dos?
—Sí.
—Pero...
—Whaaat?
—Eh... que... no se puede poseer un ángel así cualquiera por las buenas.
—Eso vamos a tener que averiguarlo.
—Pero es... obvio.
—No lo es tanto.
—Bueno... bastante, tal vez si logramos que otros ángeles nos quieran.
—¿Por qué es tan importante el amor?
—Porque si no, no aceptan al... huésped.
—¿Lo has intentado?
—Pues... hum... S-Sí. Aunque si lo intenta con Gabriel sabrá si...
—NO voy a intentarlo con Gabriel —sí que va a hacerlo—. No es lo que... pretendo.
—Es... complicado, entonces. Tal vez podría hacer eso y olvidar lo de navidad.
—No, no. No va a venir él aquí a meterse a todos lados en Halloween y yo no hacer lo mismo con su bloody navidad.
—Pero él se... hum... ¿S-Se metió en Halloween? —podrías sonar más convincente con esa fingida sorpresa. Ojos en blanco.
—Sabes que estaba ahí, disfrazado de... nazi y luego de ti.
—¿D-De mí?
—Síguete haciendo el imbécil. Anda... vamos dentro —le fulmina.
Él traga saliva y se calla. A lo mejor sí sabía que le estaba descorporizando a él. No, Crowley, pero le besaste, recuerda esa parte.
—¿Crees que le parezca altruista?
—Pues... ¿cómo se lo va a plantear?
—Tú se lo vas a plantear.
—¿Y-Yo?
—Sí. Tú vas a convencerle y explicarle lo que necesitamos. Y luego voy a intentar poseerla —chasquea los dedos para abrir la librería.
—¡No!
—Sí —pasa adelante, encontrando a Aziraphale sentada agobiadamente, vestida otra vez como siempre... Y pegándole un BUEN susto.
—M-Mylord...
—What?
—No quisiera poner en... peligro esto. El... El ángel trabaja para Gabriel, probablemente le diga de los planes. Tal vez sería mejor conseguir un par de ángeles distintos y dejar que ella...
—No he dicho que la poseamos a ella para subir, pero el bloody cielo es organizado. Necesitamos que alguien nos explique.
—Ella ni siquiera trabaja mucho en el cielo, tal vez necesitaríamos a alguien más... acostumbrado a estar ahí.
—¿No va a navidad?
—Eh... exacto. N-Normalmente no.
—Igualmente, debe saber cómo funciona.
Aziraphale les mira nerviosa porque... Ehm... parece como si no estuviera aquí.
—Sí, pero yo no me arriesgaría.
—¿Cómo lo sabes?
—Pues porque es fiel al cielo en muchas cosas y no es el ángel que ha ido más veces a esto, creo que es mejor dejarla al margen.
—Yo creo que... ella es quien nos puede ayudar. Pero preguntémosle a ella.
—Ella... ella va a querer inmiscuirse porque tiene miedo que... Probablemente tiene miedo que hagamos algo y así pensará que tiene algún control sobre todo esto o que... podrá incluso pararnos si hacemos algo que no le gusta.
—Lo que quiero que haga ella es... darnos información. Puedo chantajearlo si es necesario.
Aziraphale es que está físicamente... deteniéndose a sí misma de ir y besar a Crowley que ¡ES CROWLEY OTRA VEZ!
—No me fiaría mucho de la información que ella tenga.
Aziraphale mira a Crowley, luego mira a Belcebú... mira a Crowley de nuevo, se humedece los labios.
Crowley la mira al notar que lo hace. Aziraphale le sonríe y da dos pasos hacia él, abrazándole del cuello y besándole. Ya está, me da lo mismo si a Belcebú no le parece.
Crowley levanta las cejas y tras los primeros instantes de sorpresa... le besa de vuelta.
Belcebú hace la MADRE de los ojos en blanco. Sí, ya, bueno, si tienes suerte no se la tirará aquí mismo. Se sonroja y se mira los pies, y sinceramente rememora a Leviatán ahora mismo y el sentimiento de asquerosa envidia que evocaría.
Belcebú hace la MADRE de los ojos en blanco. Sí, ya, bueno, si tienes suerte no se la tirará aquí mismo. Se sonroja y se mira los pies, y sinceramente rememora a Leviatán ahora mismo y el sentimiento de asquerosa envidia que evocaría.
Ah, sí, ¿qué hay de ese mensaje de ese número desconocido? Ese de la... delegación de Egipto o algo.
Lo ha ignorado, como todos los mensajes que no son de Gabriel. Pero quizás por el hábito o por la costumbre o por no saber qué hacer ahora mismo con sus manos, saca su teléfono y lo mira, pensando que... maldita sea, ella merecería estar besando a su ángel ahora mismo. Ella quería abrazarle y habría dado probablemente la piel de sus alas, solo para que Gabriel corriera a besarla como el estúpido ángel este había corrido a besar al idiota de Crowley.
Abaddon dice que es. Digo, por darles un poco de espacio a los otros dos.
Bloody hell... Abaddon? Abre el mensaje a ver qué dice.
Sí, eso dice "Hello, I'm Abaddon. He estado en la tierra durante la revuelta, ¿va todo bien? ¿Qué ha pasado?"
"What the hell hacías en la Tierra?"
"Tentaciones, claro."
"¿En Halloween? ¡Les he dicho cientos de veces que es mandatorio bajar en Halloween!" Hala, qué hay que echarle la bronca a alguien y tú pareces el indicado
"Ah... sí. Hum... era... ¿era entonces? Perdí mi calendario"
¡Que excusa tan absolutamente imbécil! Piensa para sí
"-.- Ya sabes el castigo."
"Recuérdamelo"
"100 azotes" (Mira tú... ustedes y sus azotes)
"Ah, no es para tanto."
"Es la regla."
"Sí, sí, no me preocupa. ¿Qué pasa con Leviatán?"
"¿No te preocupan azotes?
"Nah, pensé que sería peor. ¿Vas a dármelos tú?" Deja de flirtear con ella bestialmente.
"No, tengo bastantes demonios para castigar. ¡Serán 1000 si 100 no te parecen los bastantes!"
"Hum... vaya. Bueno, quién va a ocupar el lugar de Leviatán ahora?" La decepción.
"Si pretendes ocuparlo tú está no es la forma, tienes que llenar el formato A791x Aunque me temo que Leviatán al final solo fue descorporizado."
"Oh... ¿y dónde me entregan eso?"
"En la fila 23, pasillo A57"
"¿Y a quien se lo entrego?"
"A mí, en este caso."
"¿Y te han dado muchos?"
"Algunos, sí"
"¿Y tú eres quien lo elige? Vaya, pensaba que esto iba a más de... cada uno con un arma blanca en un círculo y el que sobreviva..."
"¿Qué Crees que somos? ¿Salvajes? Hay un proceso de selección antes de pasar a la acción"
"Ah, claro, claro... demasiada gente en el círculo tampoco es buena."
"Veo que lo tienes clarísimo. ¿Por qué querrías ser Leviatán?"
"Por el poder. ¿Y cuantas bajas hubo al final?"
"¿Esto es un interrogatorio?"
"Es... curiosidad. Estoy escribiendo un artículo de prensa."
Belcebú frunce el ceño porque la prensa del infierno NUNCA le ayudaba.
"Tal vez podrías contarme como empezó la revuelta"
Belcebú se sonroja. Había sido todo culpa de ese beso descuidado y absurdo... que había creado el rápido rumor de que tenía un corazón... se había diseminado como reguero de pólvora.
Para este momento, Crowley se lleva a Aziraphale a la trastienda discretamente después de que Aziraphale le dice tres veces que no pueden hacer eso porque está Belcebú.
Belcebú no lo nota... aún, vacila un poco y se va a buscar el contacto de Gabriel para abrir alguna de las fotos que le ha mandado... de hecho abre su foto de perfil del whatsapp.
"Corren rumores por ahí, pero no sería un profesional justo sin contrastar la información para mis lectores" Sigue Abaddon ¿desde cuándo nadie quiere ser justo en el infierno? Sale de su ensimismamiento frunciendo el ceño.
"¿Qué fucking rumores? ¿Me estás amenazando?"
"¿Amenazar?"
"¿Qué es lo que vas a escribir?"
"¡La verdad!"
"¿Que es cuál?"
"No lo sé, para eso te estoy preguntando."
"Leviatán creyó poder derrocarme y pagó las consecuencias. Como las pagará Lucifer y el resto de los demonios que ayudaron."
"Pero ¿y cómo pensaron que... era una buena idea?
"¿Qué estúpido rumor estás intentando confirmar?"
Escribe y borra un par de veces lo escrito.
Belcebú suspira, nerviosita, porque ya se imagina lo que le va a decir...
"Dicen que besaste a alguien."
Y ese alguien la había besado de vuelta, piensa para sí. Con ganas y... afecto. Porque entonces parecía no ser TAN grave que fuera un bloody demonio.
"Dicen que era... un ángel de incognito"
Escribe y borra. Escribe y borra. ¡Ugh!
"Así hubiera yo besado a quien hubiera yo besado, yo puedo hacer lo que me salga de los huevos. Leviatán aprendió eso"
"Dicen que pudiste contra Leviatán gracias a él"
Belcebú se revuelve ooootra vez
"No necesito un bloody ángel para controlar al infierno."
"Dicen que les debes un favor."
"No le debo ningún favor de mierda, ¡descorporicé a la mitad de sus Arcángeles!"
"Además eso..."
Belcebú bufa, harta del mundo entero.
"No le debo un favor a nadie y no tengo nada más que declarar. Cuida bien tus palabras en el artículo."
"Aunque dicen que no lo hiciste con el que besaste, solo con el resto."
Gabri... Abaddón, ¿exactamente que intentas? Yo qué sé... saber qué piensa y que dice sobre él al resto.
"Eso dicen, ¿eh? Veo que no has escuchado la versión correcta"
"¿Cuál es esa?"
"¿No sabes cómo se rindieron todos?"
"¿Todos quienes?"
"Los rebeldes. ¿Estás poniendo atención o no?" Ojos en blanco, bufa y se sienta por ahí
"Sí, sí. ¿Cómo se rindieron? Dicen que te mandaron agua bendita desde el cielo."
"¡Me cago en su agua bendita! Les descorporice a todos, ¡incluyendo al rehén!"
"¿Qué rehén?"
"Veo que no tienes información suficiente."
"Pues cuéntame."
"Tenían a un ángel de rehén, alguien pensó que me rendiría para salvarle."
"¿Qué ángel?"
Belcebú se revuelve antes de responder.
"El ángel encubierto"
"¿Quién era?"
"Eso no tiene relevancia alguna."
"No era rehén de nada."
"Era rehén de los rebeldes"
"No, no lo era."
"Tú no tienes ni idea."
"No eres la única a quien estoy entrevistando."
"Sé que lo tenían, yo misma le vi."
"Sería otro, no al que besaste."
"No, era al que besé."
"No, no lo era. Te engañaron"
"Sí lo era, nadie hubiera asumido que iba a ir a rescatar a ningún otro..." frunce el ceño.
"Te dijeron que lo era y no lo era. Aunque eso significa que sí hay un ángel al que hubieras ido a salvar."
"Sí lo era. ¡Y no hay un ángel al que hubiera ido a salvar!"
"¿Y qué vas a hacer ahora con ellos?"
"Enjuiciarles y castigarles" ¡Más Justo el infierno que el cielo!
"¿Con azotes?"
"No. Probablemente con la muerte."
"¿Extinción o descorporización?"
"Si no son convincentes de su rendición, extinción."
"Pero ya se han rendido."
"Rendición total y completa lealtad a mí."
"¿Porque no habrían de decirte eso, lo hagan o no, si el castigo es la extinción total?"
De repente van a empezar a oírse gemidos por ahí dentro. Ojos en blanco. Les detesta.
"¿Estás cuestionando mis métodos?"
"Sí."
El Aura de Belcebú no se hace más clara
"Si no lo hago yo, no lo hace nadie" eso se lo ha dicho más de una vez en las juntas de los martes.
Belcebú frunce el ceño con esas palabras, demasiado familiares. ¿Era esto su mente... haciéndole pensar cosas que no?
"Hay cosas peores que la extinción."
"¿Y por qué no las aplicas?"
"¡Sí que las aplico!"
"No, estás aplicando la extinción a pesar de que dices que hay cosas peores."
"La extinción es una solución para mí y una advertencia para el resto. Aún si eres el mismísimo Lucifer o Leviatán. Si te rebelas, desapareces."
"Sin embargo, eres tan dulce que pretendes dejarles que te mientan y no les pase nada... ya veo porque vas por ahí besando ángeles."
"I'm not sweet!"
"Claro que no. Oye, tengo una junta con los proveedores de las tarjetas postales de este año. Te llamo luego".
¡Tan tonto!
Ya se le ha olvidado que era Abaddón.
Belcebú sonríe, tontamente. Bloody hell.
A ella también se le ha olvidado.
Seh. Aunque ella no tiene una junta tan urgente. Así que unos segundos más tarde va a parpadear, sorprendida... wtf acaba de pasar?
Singuen los gemidos al otro lado
Y debe oír por ahí atrás a Aziraphale que está intentando no gritar pero... ¿no es tan simple?
Tan mona. Porque además después de lo de antes en la cocina ahora sí que no la va a dejar terminar rápido.
¡Ugh! ¡Después de que! ¡Si no se ha dejado hacer casi nada!
—Ugh... —Belcebú arruga la nariz, y aun así, siente el corazón mucho más calientito ahora mismo
Aziraphale insiste en taparse la boca porque ¡está Belcebú ahí afuera!
"No les riñas demasiado..." le responde Belcebú a... Gabriel. Bueno a este nuevo número, guardándolo como Gabriel2.
"Sweet"
"Shut up!" Se ríe igual.
De hecho, él le manda un corazón.
"Arse" responde sonrojándose.
Ya no le va a contestar más, pero al menos se va a ir a la junta de mejor humor y brillando un poquito, aunque luego no la va a llamar.
Ya, ya se imagina, malditasea. Aun así... esto le da un poco de... esperanza.
Crowley te lo ha dicho.
Sí, sí... sí. Ya él le había dado bastante, esto lo confirma.
De hecho, suficiente de buen humor se pone para descubrirse a sí misma CANTANDO una mierda de VILLANCICOS que tiene el ángel puestos de fondo solo unos minutos más tarde.
Horrorizada los calla con un chasquido mirando alrededor no sea que, Satán no lo quiera, alguien la haya oído.
No sé lo que tarden en acabar los otros dos.
Cuando se harte va a vestirles de un chasquido y a abrir la puerta... Y no va a ser en tanto tiempo.
¡No puede vestirlos mientras él tiene aún eso dentro de ella!
Uy. No sé. Probablemente los separe de golpe y luego los vista. Ugh.
—¿YA TERMINAS, CROWLEYYY?
No, pero ahora ya...
—VENGA, LLEVAN HORAS AHÍ
Carraspea un poco porque esto es como... "Sí, mamá" pero no hay huevos.
—Quizás deberías contarle este asunto de que... si no han usado protección podría estar embarazada... —le susurra Aziraphale, bastante avergonzada.
—Pues díselo.
—¿Y-Yo? N-No, va a querer poseerme
—Vaaaale, vale.
—Esperaría que si le dices eso... fuera directamente con Gabriel a hablarlo.
—¿Tú crees? Más bien va a querer saber si tú...
—Yo no lo estoy, le diremos que hemos tenido cuidado todas la veces.
—No sé si te va a creer. Ya se lo diré.
—¿Crees que no deberíamos decirle?
—Tal vez cuando no estés.
—¿Algo que deba saber? —le sonríe un poco y se le acerca para darle un beso.
—¿De qué?
—No sé, ¿te ha dicho algo de lo que pretende? ¿Algo?
—COME OOON
—Ahora nos lo dirá —ahí va. Aziraphale suspira y va tras él... y aún le tiemblan las piernas, la verdad.
—Ehm... Hey.
—¡Eso tomó su tiempo!
—Las mejores cosas lo toman.
—Hmm... ¿Ya le has puesto en el... modo en que te complacerá en lo que pidas?
—Lo ehm... estaría más si... hubiéramos terminado.
—¿¡No han terminado?!
—No... —mira a Aziraphale de reojo
Aziraphale se sonroja porque... Ehm... ella si ha terminado una vez casi al comenzar, pero no al final. Y si, ha sido frustrante.
Ah, no, en general deben haber terminado como unas veinte veces, pero esta última... Fue cortada además, dramáticamente.
—En fin... ¿Angel, puedes ir a buscar a... un amigo tuyo y traérnoslo?
—¿Un... amigo mío? ¿Para?
—Hacer unas pruebas. Necesitamos... Crowley necesita tu ayuda —explica Belcebú.
—Queremos subir al cielo en Navidad —resume Crowley.
—En... what? No —sentencia Aziraphale.
Crowley se encoge de hombros, porque él lo dijo.
—No es pregunta, vamos a ir y tienes que ayudarnos —replica Belcebú. Crowley vuelve a mirar a Aziraphale.
—No pueden ir al cielo en navidad, es una fecha muy compleja.
—Eso es lo que yo he dicho.
—No me importa, el vino con nosotros en Halloween, disfrazado, nosotros vamos a ir al cielo —sentencia Belcebú.
—Vamos a... poseer a otro ángel y a ti, así que elige a alguien interesante —pide Crowley.
—¿¡A poseer a otro ángel y a mí?! Para ir al cielo en navidad —pregunta Aziraphale.
—Eso... es...
—Una idea brillante —tan sarcástico
—Yo había pensado poseer a dos ángeles cualesquiera y que él —Belcebú señala a Aziraphale—. Nos ayude estando ahí arriba de ser necesario
—Ah... entonces necesitamos dos amigos tuyos. O dos ángeles que te caigan mal, casi mejor...
—¿Qué hay del amor?
—Es... relativamente fácil de conseguir, ¿no? Ya tenemos experiencia.
—What?! —pregunta Aziraphale sorprendido
—Ella, ya sabe cómo enamorar un ángel, supongo que no tendrá problema en enamorar a otro.
—¿Y tú? —Aziraphale le mira.
—Yo... creo que iré contigo. A pesar de todo.
—Mejor.
Crowley le manda un beso y luego se gira a Belcebú.
—Lo siento, es bastante celosa.
Aziraphale se sonroja un poco.
—Oh... ¿celos? Eso no debería de sentir no un ángel ¿o sí?
—No, claro. Igual que nosotros no sentimos amor.
Belcebú le mira fijamente y se sonroja
—Shut up.
—El plan es... dos Ángeles en navidad... es complicado —reflexiona Aziraphale. Crowley sonríe un poco a pesar de todo porque últimamente se está volviendo más divertido meterse con ella.
—Nah, uno ya lo tenemos, así que solo necesitamos otro.
—El problema son todas las cosas que se hacen en navidad —sigue Aziraphale.
—¿Qué cosas son? —pregunta Crowley.
—Muchas, no saben lo organizado que es el cielo.
—Por eso, subir como dos ángeles... nadie notara nada raro.
—Pero tendrían que ensayar... no es tan fácil como creen.
Crowley mira a Belcebú esta vez.
—Pues ensayaremos... —decide ella.
—Claro, ¿a quién no le encanta cantar villancicos? —protesta Crowley sarcástico.
—A Gabriel —asegura Aziraphale—. Y a mí, pero más a él.
Belcebú se sonroja.
—Era un poco sarcástico.
—No, no, lo digo en serio... son muchas complicaciones. Tienen además que ensayar y cantar.
—Seguro puede hacer tú esa parte.
—Ella va a tener que hacerlo. Si lo hace mal lo notarán.
—Vamos a probar si realmente podemos... subir o no.
—¿Creen que no podamos? —pregunta Belcebú.
—Ehh... —Aziraphale mira a Belcebú de reojo.
—Pues tendrá que enamorar al ángel... un poquito primero. Tal vez una cita...
Belcebú bufa porque no quiere enamorar a ningún ángel que no sea Gabriel.
—Una cita... pensaba bajar a Daniel, sinceramente... —confiesa Aziraphale.
—¿Qué pasa si te poseo? —pregunta Belcebú directamente a Aziraphale—. ¿Ya lo han probado con falta de amor?
Crowley da un paso frente a ella de golpe del puro terror.
—¿Qué tiene de terrible que le posea unos segundos? —pregunta Belcebú.
—Es... es muy doloroso, de verdad.
—Podemos intentarlo.
—No... no es una buena idea.
Belcebú hace los ojos en blanco. Es que va a hacerlo, igualmente va a hacerlo.
—¡POR SU ESTADO! —chilla Crowley a la desesperada.
—What?!
—U-Usted... de hecho, no creo que sea buena idea poseer a nadie en lo absoluto.
—¿De qué hablas? —Vale, la has detenido.
—Podría estar... embarazada. De Gabriel.
Belcebú parpadea. Y parpadea otra vez.
—WHAAAAT?!
—Así es como se embarazan los humanos, así que... es algo posible.
—Emba... no... No sé de qué hablas. ¿¡Embarazada?! —está bastante histérica
—Podría ser.
—¿A qué te refieres? —se levanta un poco.
—A llevar un... pequeño ángel... ahí dentro —señala su abdomen con la cabeza.
—WHAAAAAT?! NO!
—Nunca se sabe —se encoge de hombros.
—Ugh! No! ¿Ella tiene un pequeño ángel dentro? —señala a Aziraphale.
—¡NO! NO. No. Nosotros usamos protección.
—¿¡Protección de qué?!
Chasquea los dedos y aparece un condón. Belcebú levanta las cejas... y vacila, un poco en terror.
—Y-Yo…Yo... pero... ¡no hemos usado eso!
—Pues es posible que haya un bebé en camino... —explica Aziraphale
—U-U-Un... what?!
—Un ángel, probablemente, aunque concebido en pecado, claro.
—No voy a... pfff! Como voy a... pffff... no! E-¡Eso lo se puede! —les mira a uno y luego al otro.
—¿No?
—P-Pues... N-No creo que... yo no... N-No lo... ¡No tengo idea! ¡No creo ser igual que los humanos por dentro!
—Habría que... asegurarnos, de todos modos.
Belcebú se muerde el labio pensando que no tiene NI IDEA de cómo asegurarse de eso, pero...
—O sea... desde el punto en que toda la parte del placer sí funciona, ¿qué sentido tendría que eso lo hiciera y no lo otro? —reflexiona Crowley.
—Además te presentas como mujer... No lo requieres, pero cuando se hace el milagro de hacernos un cuerpo y que seamos hombres o mujeres humanas, Dios lo hace a imagen y semejanza de sus pupilos humanos, creería yo... todo incluido —añade Aziraphale.
—Claro, a no ser que EXPRESAMENTE hubiera hecho que... no funcionara, lo que parece que es por defecto... es funcional.
—¡Pero él es un ángel! ¡Y yo un demonio! No somos no es... ugh —sigue chillando Belcebú.
—A ver... que podría ser que no. Pero lo que dice la lógica es que podría... ser que sí —insiste Crowley.
—Ugh, ugh, ugh... ¡Ugh! Tú —señala a Aziraphale—. Quítamelo.
—¿Q-Que yo haga... qué? —Aziraphale parpadea.
—¡Cúrame y quítamelo! De hecho... Gabriel lo ha hecho... ¡de hecho tú me apuñalaste! Seguro se ha muerto con eso —sigue señalando a Aziraphale.
Crowley levanta las cejas porque no había pensado eso. Belcebú y su infinita capacidad de hacer que Aziraphale se sienta fatal.
—Pero Gabriel la curó. Seguro curó todo lo que hubiera ahí.
—Y-Yo no la... u-usted...
—O sea, eso dicen, aunque fuera... de manera inconsciente, como no iba a curar a su propio vástago.
—Ugh! ¡No! No puedo tener un bloody ángel creciendo dentro, va a... matarme. O a... Ugh! No, no... ugh —Belcebú arruga la nariz solo de pensarlo, imaginándose con una gran panza, con pechos chorreando de leche y pariendo un bebé blanco y brillante que el cielo usaría en su contra.
Junta los dedos para chasquearlos y directamente desaparecer el problema pero Aziraphale habla solo un instante antes de que lo haga, interrumpiéndole.
—Si Gabriel se entera de que mató a su propio hijo no se lo va a perdonar jamás.
Belcebú hace los ojos en blaaaaaanco.
—Y bastantes cosas tiene ya por las que no perdonarla nunca —añade Crowley.
—¿Qué has dicho?
—Pues... Quiero decir, s-su actitud... no parece la mejor.
—¿Mi actitud no te parece la mejor? —frunce el ceño.
—¡La de él!
—¡Has dicho que tiene cosas por las que no perdonarme!
—Pues... ¿no es verdad que no le habla?
—Por ser un demonio... eso no puedo arreglarlo. ¿Y eso es algo previo a él, qué puede no perdonarme? —pregunta sonrojándose igual
—E-Eso —y que le DESCORPORIZASTE, SALVAJE, QUE ERES UNA SALVAJE.
Belcebú gira la cara y se revuelve un poco pensando en la descorporizacion también, vale, aunque Gabriel parece haberla perdonado un poquito. Aunque ha dicho... insistentemente... que no estaba de rehén...
—¿Entonces no le habla? —interrumpe Aziraphale su línea de pensamiento.
—Nah, bueno, le ha dado uno de vuestros prontos de... es un demonio, todo está mal, no debo juntarme con ella porque es pecado y blablablá, ya sabes, vade retro, satanás y todo lo otro —explica Crowley desinteresado.
—¿Nuestros "prontos"? —Aziraphale le fulmina.
—Pues es como... de pronto.
—Sí, sí... lo dices como si nos diera como una gripe.
—Pues así es, no tiene mucho sentido.
—¿Decir que ustedes son demonios? Pues lo son y está... está mal.
—Pero no siempre pensáis lo mismo.
—Siempre lo pensamos, solo... algunas veces lo ignoramos mejor que otras —explica Aziraphale mordiéndose el labio.
—Ya, claro.
—Claro, claro... un día todo es perfecto, y cinco minutos más tarde es un "ya no te quiero volver a ver nunca más"
—Exacto —Crowley señala a Belcebú, dándole la razón.
—Y ni me hables porque eres un bloody monstruo y un demonio asqueroso —añade ella.
—¡Pues nosotros no hicimos las reglas! Y no saben el... escarnio público que implica que... los demás se enterarán de las cosas...
Belcebú abre la boca y levanta las cejas.
—Claro, claro, como no acaba de haber una bloody revuelta en el infierno por esto... no tenemos ni idea.
Aziraphale parpadea mirándola porque en eso no había pensado...
—La verdad, yo lo llevo bastante mejor —asegura Crowley.
—Claro, diciéndole a todo mundo que yo soy un ridículo... —murmura Aziraphale.
—Pues es que lo eres... pero eso no era lo que hablábamos.
¡La caaaaara de Aziraphale! Boca abierta y todo.
—Whatever —murmura Belcebú notando que, en realidad, era cierto que todo este lío del infierno era en parte culpa a la bajada de Gabriel, como para que ahora no quisiera hablarle.
—El asunto aquí es el embarazo —sentencia Crowley volviendo al tema.
—Ugh! —Belcebú vuelve a acordarse—. Voy a terminar con eso y a enfocarnos en el asunto real, que es es qué hay que ir al cielo en Navidad.
Crowley mira a Aziraphale de reojo.
—No, no, Belcebú. Créeme, no quieres terminar con ello... deberías ir a contarle —insiste la ángel.
—O al menos asegurarse que no lo tiene —añade Crowley.
—¿Que no tengo qué? —Belcebú mira a Crowley.
—Un ángel en el vientre.
Belcebú aprieta los ojos otra vez
—No tengo ni idea de cómo asegúrame de eso.
—Ya... Nadie, en realidad.
—Gabriel... puede tener acceso a Sanación —explica Aziraphale—. Ahí podrían revisar.
Crowley le mira de reojo, porque no cree que Gabriel quiera que todo el cielo sepa...
—O podría Gabriel revisar... no sé, meterte ahí de contrabando. ¡No lo sé!
—Aunque para eso tendría que saberlo Gabriel.
—No sé si quiero decirle... igual piensa que lo he hecho porque soy un demonio o yo qué sé. O sea. Que me he acostado con él y hecho esto con la mala intención de tener un bebé ángel con él, siempre me acusa de estas cosas.
Aziraphale mira. Crowley de reojo porque el mismo ha usado argumentos parecidos en otro momento. Se sonroja y carraspea porque no le parecía parecerse a Gabriel, la verdad, y ahora pareciera que sí.
—Pero... ni siquiera sabía que esto iba a pasar.
—Ya, ya lo sé. ¡Ni siquiera es algo que quiera que pase!
—Entonces no tiene el más mínimo sentido... aunque...
—De hecho es algo que NO quiero que pase. ¿Aunque qué?
—Podríamos ir nosotros... a sanación. Mientras todos los demás están... cantando o whatever. En navidad, quiero decir, —¿quién iba a notarlo? —propone Crowley.
—Pero... ustedes no iban físicamente a subir al cielo. ¿O sí?
—Tal vez debería... ella.
—¿Tienes un despacho en el cielo? —pregunta Belcebú a Aziraphale, que niega con la cabeza... con trabajos tiene unas ruinas de librería en la tierra.
Anda ya, si ya la han arreglado. Ruinas, ¡RUINAS!
—En la... oficina de Gabriel, Quizás podría esconderme —piensa Belcebú—. Entrar, esconderme, poseer al ángel, en cualquier coro... desposeerle, ir a Sanación y luego volver.
Aziraphale opina que ese es el plan más difícil en la historia.
—Creo que deberían elegir entre ir a Sanación o subir al cielo poseyendo un ángel. No se puede hacer las dos cosas.
—Sí, no podremos practicar si no sabemos a qué ángel puede poseer —asiente Crowley.
—Puedo practicar con ella sin problema... no quiero más ángeles con esta información.
—¡No! Y-Yo tengo que... yo tengo que practicar con ella. Además, no sabemos si poseer a alguien y dejar su cuerpo en su estado...
—¿Qué puede pasar? ¿Qué el bloody angelito accidentalmente se muera?
Aziraphale se lleva las manos al abdomen de manera muy sutil con ese comentario de Belcebú.
—O... se la coma a usted mientras no está —propone Crowley.
—¡No me va a comer un bloody ángel! Voy a matarlo —Belcebú frunce el ceño con esa idea.
—Llama a Gabriel y dile... —Aziraphale aprieta los ojos.
—Está en una junta.
—Y además íbamos a mirar a ver antes de decirle.
Todo esto es y a desorganización absoluta digna del infierno y de todo lo qué pasa con Belcebú, que es muy bestia
—Yo lo que quiero saber realmente es... —mira a Aziraphale... cierra los ojos... y va a poseerle de golpe.
—¡No! —ahí va Crowley también cuando se da cuenta.
Dios mío.
