No sé qué va a pasar...

Por el amor de Dios que no explote el cuerpo de Aziraphale.

Esperemos.

Lo que va a pasar es que van a echar a Aziraphale de su cuerpo. Gracias.

Entonces la echan del cuerpo y sinceramente, Crowley pelea por echar también a Belcebú a base de puro terror y adrenalina

Joder, ¡son todos tan histéricos! Belcebú protesta y acaba por salirse de ahí, coño, ¡que solo quiere probar!

Crowley hace a Aziraphale respirar como si viniera de correr, en PÁNICO ABSOLUTO porque es que seguro ella le echa la bronca ahora.

Belcebú se vuelve a su cuerpo.

What the fuck, Crowley!

—V-Vamos por... otro... ángel. Por favor —suplica.

—¿Que otro ángel va a querer venir si los que nos quieren no... Quieren? bloody hell! —se queja ella, joder, que todo el mundo es tan histérico—. ¡No iba a hacerle nada!

—Otro, cualquiera. El que sea.

—Dile que traiga a otro.

—Se lo digo. De verdad... ¿Aziraphale?

No responde.

—Aziraphale? AZIRAPHALE! —gira alrededor porque no le siente.

Lo siento, es que me parece que le han lanzado LEJOS. No responde por ahora.

Se pone aún más nervioso, dando vueltas, buscándole. Belcebú hace los ojos en blanco.

—Esto es tú culpa.

—Aziraphale! Sigue mi voz! Aziraphale!

Tarda, tarda un par de minutos más.

Es que la desesperación.

Sí, sí, le entiendo. La verdad le entiendo y es que además le han hecho dos orgasmos de golpe. O sea...

—¡No la encuentro! Shit shit shit shit shit ¡Dije que esto pasaría pero no tenía que pasar!

—¡Es tu culpa! —insiste Belcebú

—¡Aziraphaleeeee!

Aparece, sí que aparece... pero no se mete en su cuerpo un par de segundos hasta ver que Belcebú se está moviendo en el suyo y cuando se mete es él quien le da el orgasmo a Crowley

Para que todos digan que están poco satisfechos, dice Belcebú, ¡a quien nadie le da un orgasmo!

Eso te pasa cuando eliges al ángel más egoísta y narcisista del cielo para que lo haga.

Maldita sea. Porque además ni poseyéndole ella va a tener la satisfacción

Aunque el día que lo haga...

Pues a ver si algún día se digna a hacerlo de verdad. Belcebú empieza a dudarlo, la verdad, que algún día vaya a tirársela en serio. Habitualmente él ni se mueve. De hecho ahora que lo pienso, si mal no recuerdo ella no ha terminado aún una sola vez cuando está con él.

Exacto.

Maldita sea. Con las bloody ganas que le tiene de que haga lo que sabe hacer porque además sabe que va a saber hacerlo.

Cuanta fe tienes tú. Mientras no te haga daño con el tamaño de su... asexualidad angelical.

¿¡Cuál asexualidad?! O jos en blan co.

Dicen que los ángeles son asexuados y él tiene palmo y medio de asexualidad.

No lo es, él hace el bloody esfuerzo. Qué coño va a ser asexual, tiene un palmo y medio de... NO asexualidad.

Asexualidad masculina.

Asexualidad mental, es lo que tiene. Física no tiene la más mínima.

En fin, Crowley recupera un poco la consciencia y carraspea antes de volver a su cuerpo.

"¿E-Estás bien?"

Ya no está ahí. Entonces es este idiota el que entra en pánico.

—CROWLEY?! CROWLEEEEY?!

—¡Estoy! Estoy...

—¿¡DÓNDE?! ¿¡DÓNDEEE?! —los gritos dramáticos.

—Aquí —se lleva una mano al pelo, porque está en su propio cuerpo.

Aziraphale se gira a Crowley y otra vez, corre a abrazarle y Crowley le abraza de vuelta porque es cosa de la casa lo del drama.

—¡Por Satanás con ustedes dos! —se queja Belcebú.

—Lo siento, lo siento... no quería irme —susurra Aziraphale—. Pero pensé que iba a explotar y...

—¡Me asustaste un montón!

—Estoy bien, my darling... perdona —le aprieta más contra sí.

—¿Son así de imbéciles los dos siempre?

Crowley carraspea un poco porque ehm... sí, eso. Sigue aquí Belcebú y esto está yendo a lo ridículo.

—Solo era un PRUEBA. Bloody hell... trae a otro ángel.

Crowley mira a Aziraphale para que vaya, un poco suplicante. Aziraphale le mira con cara de... de verdad no sé a quién traer.

¡Cualquiera!

El ángel aprieta los ojos

—No destruyan nada, please. Ofrécele un té, Darling.

—S-Sí, claro.

Besito a Crowley igual. Se estira la ropa y se arregla un poco antes de ir hacia la puerta. Crowley le mira, nervioso.

I love you. No sé si algún ángel querrá venir conmigo a esto... No creo que alguno lo merezca...

—Trae uno que te caiga mal... pero que no sea Gabriel.

—¿A Miguel? Nadie va a acompañarme aquí

—Sería mejor si tuviéramos a Lucifer en vez de Belcebú.

—Es que no puedo hacerle esto... a ninguno. Es traición.

—Pues vamos nosotros a secuestrar uno.

Aziraphale se muerde el labio, porque preferiría que así fuera.

—¿Vamos? —propone Crowley a Belcebú.

—¿A cazar ángeles? ¿Hoy? Seguro —¡al fin algo divertido hoy!

—Ehm... sí.

—Vamos —se levanta. Aziraphale la mira de reojo pensando que ya tuvo bastante de ella hoy con un orgasmo forzado.

Ahí va Crowley con ella mirando a Aziraphale de reojo.

—Debería... avisar en el cielo. Esto no está bien.

—No te extralimites, Angel.

—Lo haré... cuando termine de hacer unas cosas —se humedece los labios.

—Bien.

—Les esperaré aquí.

Crowley asiente.

—Entre menos importante, más fácil.

—Vamos a Westminster, seguro que hay alguno ahí.

—¿Cuidando a The queen? Vamos —Belcebú asiente, con su voz plana

—No, en la iglesia.

—¿No tienen encerrada ahí a su reina esa anciana?

—Yo qué sé.

—Dios mío... —susurra Aziraphale —. Please, no se hagan matar, ¿vale? Con cuidado.

Ojos en blanco de todos.

Shut up. Let's go, Crowley —Belcebú ahí se va hacia la puerta tan segura y él la sigue.

Aziraphale igual pasea de un lado a otro tan preocupada porque ahora secuestran ángeles y ella es cómplice.

Nah, que va. No es cómplice, está coaccionado.

Sí que lo es... o eso pensarán. Y... quizás debería avisar a Gabriel. Se lo plantea por un momento con absoluta seriedad, pero... Crowley. No puede traicionar a Belcebú... ¿y si le hace algo a Crowley? Se auto convence de que a los ángeles no puede pasarles nada y que solo espiar en la cena de navidad no será TAN grave.

No, no, claro.

Es que... Ugh. Sí que lo es. Ahora que vengan se los dirá que no, no puede ayudarles. No a esto. Ya ya hecho bastante con decirles... lo que les ha dicho.

Claro.

¿¡Claro qué?! No hagan claro así como si no le creyeran.

Y los vas a mandar al cielo sin apenas idea de qué...

Ugh, vale, no... Pero ¡igualmente no deberían subir!

Si te consuela, Crowley está de acuerdo. No deberían subir pero... pues aquí estamos, si tu crees que tienes que hacer concesiones por tu jefe...

Son más o menos semejantes.

xoOox

Bueno pues... vuelven. Probablemente los traen a ambos con el saco de los secuestros en la cabeza. Dos, porque Belcebú ha insistido. Además no me extrañaría que acabara descorporizando a uno, no está mal tener otro de repuesto. We know her.

Pues hala, dos, con bolsas en la cabeza, en la librería se Aziraphale.

—¿Les conoces?

Aziraphale gira la cara porque conoce un poco a uno de ellos... y esto es un poco su culpa.

—Esta se parece a la de Harry Potter, ¿sabes? A la maestra —Crowley señala a uno.

—¿Cual maestra? —pregunta un poco renuentemente, aún sin poder creer que su librería esté siendo un calabozo de ángeles.

Rottenmayer.

Joooo, vale, el que intentaba hacer un poco de drama y tú que le haces sonreír.

—Esa es de Heidi... a menos que te refieras a McGonagall.

—Sí, eso... la escocesa.

Aziraphale le sonríe un poco más.

—No les lastimaron, ¿verdad?

—Nah —carraspeo carraspeo.

Aziraphale aprieta los ojos y se acerca a curarles. ¡De verdad se siente culpable y no están ayudando!

—¿Qué tal que les ofreces una bebida caliente y un poco de consuelo? —propone Crowley.

La verdad es que... no quiere ni verles. Cómplice de secuestro de unos demonios... no se podía caer más bajo.

Ya, ya... ni siquiera te están obligando.

Aziraphale mira a Crowley con cara de circunstancias.

—Esto no fue buena idea... son ángeles inocentes —les mira, ahí inconscientes.

—No les hicimos nada que no te haya hecho el infierno a ti o a Gabriel —replica Belcebú.

—Eso no es muy alentador... Teniendo en cuenta... —carraspeo de Crowley—. De todos modos, querida, si no te importa... —chasquea los dedos y amarra a Aziraphale también igual que a los otros dos. Luego les quita los sacos de la cabeza y les devuelve el conocimiento.

Después de la sorpresa inicial... Aziraphale le sonríe cómplice a Crowley un segundo. Belcebú levanta las cejas con eso, mirando a Crowley de reojo.

—Bien, sorpresa sorpresa, habéis sido los tres secuestrados por demonios, por favor, contened la excitación.

Es que además... las historias que corren últimamente por ahí cuando se habla de secuestros de demonios. Aziraphale mira a los otros dos a ver cómo debe reaccionar

Vamos, que le han hecho esto tantas malditas veces que su reacción ya es un poco en plan "«bostezo», terminen rápido."

Cínica.

¡No es cinismo!

Igual los otros dos parpadean descolocados y entran en pánico. Uno de ellos empieza a rezar en voz alta y Aziraphale les imita un poco...

—Ugh, shut up! Sus rezos no servirán de nada —asegura Belcebú.

—De hecho más vale que empecéis a cooperar.

—¿C-Cooperar cómo? —pregunta Aziraphale.

—El plan pasa porque nos contéis... todo lo que necesitemos saber para infiltrarnos en el cielo en Navidad —sigue Crowley.

—Infiltrarse en... ¿¡demonios en el cielo?! Vade retro Satanás!

—¡Eso no va a pasar! —otro de ellos se revuelve en el asiento alante y atrás... Aziraphale siente la presión del grupo.

—¡No pueden obligarnos! —es que ni se mueve ni intenta pelear contra las cuerdas como el resto.

—Oh, desde luego que sí —Crowley mira a Belcebú que sonríe de lado, solo mirándoles a uno y al otro, casi relamiéndose un poco.

—De hecho VAMOS a obligarles —sentencia Belcebú.

—¿Obligarnos cómo?

—Pues...

Pain.

—Y-Yes —Crowley intenta sonar amenazante pero es que...

—Lots of pain. Muéstrales Crowley.

—Ah... mmm... nnn... —arruga la nariz haciendo una mueca de "No estoy del todo... y si mejor... lo hace usted?"

What?

—Que... eh... bueno, no es del todo... O-O sea... vale.

Aziraphale aprieta los ojos porque ya sabe que él no...

—WAAAAAHHHHH AAAAAGGGHHH! PAAAAAARAAAA! NOOOOO!

Ni siquiera le está tocando aun. O sea, iba para ella pero ni se le ha acercado. Todos le mira un poco como... "eeeh... ¿qué haces?"

Ugh.

—Ehm... va... le? —Belcebú levanta una ceja

Crowley... decide hacer como hace con sus plantas y llevarse a Aziraphale al cuarto de al lado donde... tengan que IMAGINARSE qué es lo que está haciendo. Eso siempre será peor que lo que haga de verdad. Aziraphale se sonroja un poco pero se deja llevar.

—Creo que... me anticipé un poco, ¿verdad?

—Un poco...

—Lo siento.

Crowley sonríe de ladito, mirándola. Ella se sonroja un poco con esa cara.

—Ahora sí deberías chillar... A no ser que lo que te provoque hacer sea otra cosa —abre las piernas y se le sienta en el regazo. Aziraphale levanta las cejas con eso, claramente sin esperarlo.

—P-Pero... están afuera y... yo estoy amarrada y...

—Y tienes que impresionarles a todos —la besa.

—I-Im... —cierra los ojos y le devuelve el beso.

Vale, vale... un poquito y se separa porque... Ella se le va detrás porque es fatal para contenerse. FA. TAL.

Angeeeeel.

—¿Si grito me das otro?

—Solo si es convincente.

—No, no... No. ¡No! ¡Crowley!

—Mmmm...

—¡Actuación digna de un Tony!

—Qué va. Sigue, venga.

Aziraphale aprieta los ojos.

—¿Qué se supone que me estás haciendo?

—Tortura de la peor —empieza a desnudarle.

—D-De la peor... ¿¡qué haces?! —se sonroja, roja como una esfera

—Mancillar tu cuerpo y espíritu —le saca los pechos del sujetador para jugar con ellos y va a besarle el cuello.

—Oh, my God... —mueve la cabeza para que le llegue bien al cuello—. Esto... mmmm

La muerde un poco, porque no suena lo bastante doloroso

—Aaaahh... —vale, ese quejidito si ha sido de dolor—. ¡Crowley!

—Eso está mejor —beso.

—P-Pues me has mordido... —susurra en riña.

—Y por lo visto tendré que repetirlo para que cuele.

—¡No! —protesta un poco otra vez.

—No sabrás si voy a besarte o a morderte... —se acerca otra vez.

—Como me muerdas otra vez...

—¿Qué?

—Te encontrarás conmigo, serpiente.

—Uuuuh... eso me tienta como pocas cosas —es más un chupetón.

—Q-Que te... aaaaah!

Deja de apretar un poco, ella tiene un buen escalofrío.

—Solo tienes que gritar.

—Hazme gritar... —le sonríe de lado, un poco retador.

—No, que no suena a doloroso.

—Ugh... ¿Grito con fuerza?

—Sí, como sea.

—AAAAAAAAAAAAHHHHHH!

—¿A caso has visto un fantasma? —protesta tan sarcástico.

—N-No, tú me has dicho que...

Bueno, vamos a fingir que son medianamente convincentes.