Gabriel se relame y se arregla la corbata mirando alrededor antes de irse a buscar el despacho de Azrael para causarle pesadillas.

Sí, un poco.

Digo porque como te lo tires en el cuerpo de Gabriel... Cosa que podría pasar...

Azrael... está ahí, la verdad, sintiéndose bastante culpable.

No cuesta mucho que alguien le guíe. Ángeles... y como sigue emanando amor como una fuente pues menos sospechoso aun. Así que está ahí en menos que canta un gallo. La parte buena es que el objetivo es claro y no está pensando en tomar control del cielo como Gabriel temía de Belcebú

La verdad, Belcebú misma teme eso mismo de Leviatán. Llega canturreando algo un poco siniestro y hace una parte silbando mientras toca la puerta.

—¡Pasa!

Sonríe ampliamente y entra.

—Ahhh, Gabriel —le sonríe un poco forzadamente.

—¿Cómo... vas?

—Sintiéndome fatal por el... demonio.

—Oh, tal vez deberías perdonarle.

—Si no es que no le perdone...

—¿Entonces?

—Pues... ¿tú le has visto?

—Él te quiere... —ahí va el amor, más fuerte

—No creo... es decir, a ésta como idiotizado, Gabriel —parpadea y le mira porque sí que siente el amor—. Sí, sí, entiendo lo que es querer.

—¿Eso es lo que te molesta? Él es muy inteligente.

—Ya, ya... si no digo que no.

—Pero puede serlo más por tí, puede aprender más cosas —se acerca sin dejar de emanar amor.

—Gabriel, en serio no me parece que convencerme de que él sea inteligente y yo no sea la opción.

—No he dicho que tú no lo seas.

—No necesitas decirlo, sé que lo piensas.

—Pero claro que lo eres —se sienta—. ¿Lo dices por hacer todo eso? Yo no creo que te equivocaras.

—¿N-No? ¿Ya le has visto?

—Seh, están exagerando.

—Es que... tú le has visto. Está como... no creo que fuera así todo el rato. Al principio estaba normal.

—¿Normal cómo?

—Pues como es él... insoportable —se sonroja

—¿Piensas que es insoportable? —Le mira todo desconsolado.

—Well... you know

—Ehm... no, I don't —parpadeo, parpadeo.

—Pues supongo que como Belcebú te parecerá a ti bloody insoportable. Y no me digas que no te lo parece —Azrael le mira intensamente.

Gabriel se sonroja y vuelve a soltarle amor con esa mirada.

—No entiendo. ¿Te gusta que sea insoportable?

—Gabriel... —Azrael parpadea pero piensa que... debe ser que hablan de Belcebú—. Si lo que quieres es burlarte de mí por esto, olvídalo.

—¡No! ¿Sabes... Sabes qué necesitas?

—No.

—Un beso. Uhm... y un abrazo. Sí. Anda ven —Se levanta abriendo los brazos con el corazón acelerado.

—¿Un... beso? Gabrieeeeel —remolonea un poco pero sonríe porque aunque esto es raro, este es un corazón de pollo

—Sí, venga, acércate —le da la vuelta a la mesa acercándose él.

—Pero Gabriel, ¡es que tú no le viste llorar!

Gabriel le toma de las manos haciéndole levantarse y él se levanta desde luego.

—Como un bebé. ¿Cómo es que a ti no te pasó eso?

Tira de él lo bastante fuerte y se le echa encima a besarle como para tirarle a la silla otra vez, abrazándole.

Las cejas... vaya, que esto no se... lo esperaba.

Si es lo que le ha dicho que haría.

Ya, ya... vamos, pero esperaba un beso común de Gabriel... piquito en los labios.

Ah, no, es un beso guarro.

Pues justamente por eso NO se lo esperaba.

—Mphf! Mm!

Gabriel le atrae con fuerza y profundiza, ojos cerrados.

Es que... no, realmente no le responde. Ahí te puedes dar cuenta, darling, de que tú sí que le gustas y Gabriel... pues no. De hecho, le empuja un poquito.

Vas a acabar metido en un... demon trick

Pesadillas.

Menos mal que no duerme porque pues... con el demon trick sí que se le levanta. ¿Hablamos de ese demon trick?

Exacto.

O sea "Gabriel" si va a violar un poco a Azrael.

Creo que hasta se le mete dentro a poseerle un instante antes de volver al cuerpo de Gabriel. Todos presentando armas.

Cie-los. Azrael no sabe ni dónde está pero esto le parece medio apocalíptico y es que... está convencido de que esto está terriblemente mal y seguro va a caer peor después de ello.

Aun así Gabriel le plancha un poco contra la silla volviendo a besarle porque lo que quiere es sacarle amor otra vez en plan yonki cocainómano.

Y es que... No, realmente no... No. Lo siento Gabriel, Azrael si te quiere, pero haciéndole esto, nop.

Ugh, se separa un poco.

—¿Qué pasa?

—¿Pero qué... carambas estás haciendo? —pregunta... absolutamente sacado de... balance en general.

—¿Qué? Pues... soy yo, he venido a estar contigo.

Gabriel, what the fuck!

—No soy Gabriel.

Parpadeo. Parpadeo. Parpadeo. Parpadeo. Levanta las cejas. Parpadeo.

—Eres... ¡Ugh! ¡Leviatán!

Vuelve a besarle. Azrael aprieta los ojos, y vuelve a separarse, aunque... el beso es un poco menos terrible que la vez anterior.

—Que...qué ha... mphfff! Para... pmmmm!

—No pienses que soy too much, he salido porque era insoportable estar ahí sin ti.

—¡Para! ¡Por favor, para! Esto es súper... Ugh, esto es súper raro, ¿qué haces en el cuerpo de Gabriel?! ¿L-Le has poseído?

—Sí. Ha venido con Belcebú a burlarse. La he encerrado en la celda.

—¿Y-Y Gabriel?

—Aquí dentro. No recordará nada de todo esto.

—N-No me... P-Pero... pero... p-pero... —Otros veinte parpadeos de Azrael.

Vuelve a besarle, mira que fácil se arregla.

Azrael vuelve a girar la cara, apretando los ojos y soltando el aire porque... es que además está excitado y eso no ayuda.

—N-No me... no me gustas en el cuerpo de Gabriel.

Gabriel vacila.

—E-Esto es súper raro, Gabriel es... como mi hermano. N-No... Ugh. Salte de ahí.

—Tal vez puedo cambiar su aspecto

—No. No. no necesitas cambiar su aspecto, necesitas... tú no necesitas cambiar tu tonto aspecto, si de aspecto eres... es... no tienes... no...

Otro beso. Cada vez que vaciles te vas a llevar uno, por lo visto, así que...

Azrael aprieta los ojos y vuelve a separarle, y es que le sieeeente el amor

—Vale, v-vale. Me gustas... un poquito... en tu cuerpo.

Algo debe poder hacer para parecerse más a sí mismo, chasqueando los dedos.

—¿Qué haceeeees?

—Complacerte. ¿Me parezco más a mí?

—Sí. Pero no, ¡no es eso lo que quiero! ¡Quiero que vuelvas a la normalidad y a ser insoportable!

—¿Te parece que esto es muy soportable?

—No, así eres PEOR.

—¿Por qué? —tan desconsolado.

—¡Porque no eres tú igual! Y esto es raro.

—P-Pero... —tan desconsolado. Parpadea y... es que no sabe cómo hacer.

—Necesito que vuelvas a la normalidad.

—¿C-Como es... la normalidad?

—En tu cuerpo, y guapo e imponente y... p-peligroso.

—Pero soy todo eso ahora —se sonroja bastante.

—No, ahora solo estás obsesionado conmigo... de hecho creo que vas a odiarme cuando esto se te pase y no se siquiera si vas a querer acercarte otra vez.

—Nunca voy a no querer acercarme.

—Eso crees ahora.

—No, es algo que sé y si voy a dejar de querer no quiero volver a esa normalidad.

—Eso crees ahora —Azrael suspira.

—¡No repitas eso!

—¿Por?

—Porque me aterra.

—Ehh... no tengas miedo —Azrael le mira y traga saliva.

—No quiero dejar de quererte.

—Es que no me quieres... estás embriagado de amor y crees que lo haces.

Le mira desconsolado.

—Es feo también para mí...

—P-Pero...

—Es feo porque no sabía que te había roto y... pensé que te había... gustado y... resulta que solo te hice esto súper raro.

—¡Pero sí me gusta!

—Hablamos de esto cuando se te pase... ¿vale? —le empuja para intentar levantarse de su silla—. Necesitas alejarte de mí unos días... y dejar de poseer a Gabriel.

—Pero no quiero. Literalmente no quiero alejarme de ti ni un segundo.

—¡Es una cosa que tienes que hacer! Please.

—Pero no quieroooo

—Te compensaré.

—¿C-Cómo?

—Si aún quieres casarte conmigo cuando estés... bien.

—¡Sí que querré!

—Ahí está... así que solo es un pequeño sacrificio mientras tanto.

Gabriel suspira profundamente.

—Unos días nada más. Solo... baja a la tierra y quédate ahí.

—Pero es que no quiero... ¿Cuántos días?

—Pues unos cuantos... no sé, ¿una semana?

—¡Eso son muchos!

—Venga, no son tantos. Anda, vamos a... como has poseído. Gabriel, ¿qué ha pasado por tu cuerpo?

—Lo he dejado en la celda. Podría poseerte a ti y no tendría que separarme

—¡No! No. Si me posees a mí... ehm... voy a dejar de quererte.

—¿Tienes miedo? No es peligroso.

—N-No tengo miedo, pero no sirve si me posees a mí. ¡Gabriel ni va a enterarse!

—¿Por qué no sirve?

—¡Porque no te vuelve como eres tú! Tienes que separarte.

—¿Y qué pasa si nunca vuelve a ser como tú quieres?

—Lo sabremos en una semana.

Gabriel bufa porque no le parece. A lo mejor podría metérsele dentro, silencioso. Deja de ser creepy.

—Vamos, vamos por tu cuerpo. De hecho... tengo una idea.

Le mira deteniéndose porque estaba a punto de ir a poseerle.

—Quizás... quitarte el amor así de golpe fue... exagerado.

—¡Lo fue!

—Quizás... deberíamos hacerlo poco a poco —propone y es que... de verdad tiene corazón de pollo.

—Eso ayudaría mucho.

—Solo si vuelves a tu cuerpo y dejas a Gabriel...

—Vale.

—Vale

Gabriel sonríe y se humedece los labios...

—Pero sin... cosas raras. Tienes que portarte bien.

—Palabrita del niño Jesús —que poco debería creerse nadie tu palabrita de nadie.

—No suenas en lo absoluto convincente.

—¿No te fías del niño Jesús?

—No me fio de ti...

—Que mal. Se lo diré

Azrael sonríe un poquito y Gabriel también.

—¿En el calabozo, dices?

—Pues en las celdas, sí

—Vamos... ¿estás seguro de que Gabriel va a estar bien?

—Sí, sí. Solo un poco descolocado.

—Ojalá no... Volvieras a poseer a un ángel.

—¿Por?

—Ehm... no me... gusta.

—¿Por qué no?

—Porque me confundes y me... ¿¡sabes el trauma que va a ser pensar en ese beso que me diste como Gabriel?!

—Puedo darte más.

—No, no... no. Si acaso como tú —o sea Azrael, veo que tú no atendiste este asunto de la sana distancia para aliviar al muchacho.

Se ríe.

—¿Así que, lo prometes?

—No más ángeles poseídos. Aunque dicen por ahí que os gusta

—¿¡Que nos gusta?! ¿Por?

—Eso dicen.

—¿Por qué iba a gustarnos?

—¿Quieres averiguarlo?

—No... sé. ¿Vas a... poseerme?

—¿Tienes miedo?

—Pues claro que tengo un bloody poco de miedo.

—No deberías.

—¡Mira lo que hiciste a Gabriel!

—No le está pasando nada.

—¡Pero lo va a pasar mal!

—¡No! Solo va a sentirse un poco descolocado. Tal vez mareadito. Ni siquiera está consciente.

—¡Podrías hacer lo mismo conmigo!

—Sí, pero en realidad no necesito pedirte permiso.

—Ya, ¡aun así no quiero que lo hagas!

Levanta las manos rindiéndose. Azrael chasquea los dedos para abrir la celda.

Gabriel se humedece los labios y mira la celda.

Belcebú sale de adentro ni lenta ni perezosa. Gabriel da un paso atrás y ella me mira descolocada porque es una mezcla rara Gabriel/Leviatán.

—Salte de ahí.

—Sí, claro, justo a eso iba —va para entrar a la celda.

—¿Lo quieres? Salte de ahí

La mira, porque está buscando su cuerpo, desde luego.

—Métetele a él y deja ir a Gabriel.

—No puedo, él no quiere. Devuélveme mi cuerpo y con gusto le soltaré

—Me da lo mismo lo que ÉL quiera. Si quieres alguna vez volver a tener tu cuerpo... vas a salirte de ahí y dejarle ir. Metete a otro ángel, me da igual.

What? No! —protesta Azrael dando un pasito atrás.

—No voy a salir de aquí y dártelo todo. Si quieres otra vez a Gabriel vas a devolverme mi cuerpo PRIMERO.

—Como le hagas algo a Gabriel voy a descorporizarte, ¡y nunca más a aprobarte un cuerpo nuevo!

—No voy a salir de aquí sin un cuerpo, así que no me apruebes uno si no quieres, pero no volverás a ver a tu noviecito.

—O-Oigan...

—¡O sales de ahí tu solo o te sacare yo!

—¿Por qué tengo que decirte las cosas veinte veces? —pone los ojos en blanco.

Belcebú chasquea los dedos, ahí está el cuerpo, tirado en el suelo a medio pasillo. Leviatán no se fía del todo así que se acerca a inspeccionarlo.

Está entero.

Se acerca haciendo que Gabriel le dé un beso para entrar en él solo para joder a Belcebú.

Ojos en blanco.

Así que cuando sale le da un buen beso porque uno no es el demonio de la envidia de gratis.

Belcebú chasquea los dedos para separarles porque además Gabriel estaba recreándose un poco sin darse cuenta.

Claro, claro. ¿Ya parece él?

Sí.

Belcebú bufa, afectada por la estúpida envidia y es que su súper poder de la gula no parece servir para una mierda aquí.

Lo siento, cada uno hace lo que puede.

La verdad... en un revuelo, Belcebú... es una nube de moscas. Gabriel está intentando aun saber dónde está cuando las moscas envuelven a Gabriel... y a Azrael.

—¡No! —Leviatán se levanta yendo a agarrarse de Azrael como sea y este empieza a gritar—. ¡REZA! —grita el demonio a Azrael mientras se mete entre las moscas intentando apartarlas.

Azrael es que... tiene moscas adentro de la boca. Es difícil. Grita más, desesperado.

Leviatán le lanza un impulso de algo a Gabriel, tirándolo al suelo, lejos dejándolo inconsciente

—Noooo! —se oye a las moscas resonar y Azrael se cae al suelo inconsciente también.

Leviatán lo levanta y se lo lleva de ahí porque solo lo ha hecho para quitarle las moscas de encima.

Belcebú va a ver que tiene Gabriel, preocupada.

Está en el suelo inconsciente.

Ugh. Le levanta para llevarle a sanación, que además creo que es donde están los otros dos porque somos todos idiotas aquí.

Fila de demonios con ángeles inconscientes en sanación. ¿¡Me arreglas a mi ángel?! Plis. Es que se descompuso.