—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—
— Diálogos, ya esté en formato de negrita, cursiva, cursiva-negrita o normal —
«Remembranzas»
{Pensamientos}
[Diálogos de Espíritus] o [Diálogos de Espíritus]
—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—
The Curse Project
Por: Fjola Lovely.
.
CAPÍTULO 31
En el Limbo II
.
En un sector entre los espectadores, en el primer nivel, resultaba un tanto llamativo ante el destacado grupo con vestuarios en el que predominaba el tono naranja en la mayoría de los integrantes y algunos poseían llamativos accesorios como perlas u ornamentos dorados. No obstante, lo más relevante de admirar era la carroza sin ruedas y decoradora con unas cortinas que apenas dejaban entrever que había una persona en su interior.
— Equipo Abyss… Mmmm…
Se escuchaba desde el interior de la carroza seguido de un sonido metálico como el de una campana.
— ¿Hay algo malo, Lady Sati? —Cuestionó Daiei curioso, ya que su Lady no ha mostrado interés tan fácilmente y cuando lo hace, es porque hay un motivo de por medio que se escapa a simple vista del ojo promedio.
—…No… solo estoy pensativa… —Contestó la mujer mientras que con el par de kártalas que están atados al dedo medio y el dedo anular de sus manos y estos se entrechocan muy suave con el otro kártala en el pulgar ubicado en ambas manos. Instrumentos propios en los rezos de hinduismo. — Mmm —Frunció el ceño y su mirada se enfocó en las grandes pantallas que proyectan la arena en diferentes ángulos del cual, en esos instantes, se visualizó al miembro faltante del Equipo Abyss.
— ¡Oh, la acosadora del Señor Hao!
Exclamó Ryo Sugimoto soltando un silbido, seguido de Zen Yoneda quién bajo un poco la montura de sus lentes para admirar mejor la figura de la recién aparecida chamana.
— ¡Tremenda suerte tiene el Señor Hao!
— ¡SILENCIO, HERMANOS BOZU! —Protestó Jackson, siendo uno de los seguidores de Sati Saigan más feroz en temperamento. — ¡Nuestra Lady está hablando!
Los hermanos Bozu, ex-seguidores de Hao Asakura, se encogieron de hombros apenados y se disculparon hacía su nueva líder, quién tan solo se rio divertida sin una pizca de enojo.
— Aunque comprendo a los Bozu, no me importaría con ella bailar a los compas de la música bajo la luna —Comentó Kado, dando unos pasos de baile. Provocando que varios de los Gandhara pusieran mala cara a la actitud danzante de su compañero, ya que varios conocen su pasado sin escrúpulos como personalidad un tanto irritante.
No ha habido ni una sola mujer que no le haya propuesto matrimonio, ni siquiera Lady Sati se salvó de tal proposición y lo peor que fue cuando era tan solo una niña iniciando apenas su adolescencia.
— Kado. Compórtate —Demandó Aeon Lee quien pese a su sonrisa y personalidad educada, era el más espeluznante cuando se tornaba serio después de Lady Sati y Mamy.
El aludido pronto se quedó rígido al sentir que el chamán Lee de ojos rasgados, cuyos ojos suelen parecer que los tuviera cerrado, estos suelen abrirse de más dejando apreciar su mirada azabache solo cuando se enoja… y no era alguien a quién se deba subestimar su temperamento. Ni siquiera Ozam con su monumental tamaño y corpulencia, evocaba la misma inquietud.
— Es bueno ver que todos están animados —Mencionó Sati, aminorando un poco la atmosfera para el alivio de los hermanos Boz y Kado. — Solo puedo decir… que está batalla marcara un antes y un después en el curso para los participantes del torneo.
La campanada causada entre el choque suave de los kártalas, resonó.
— ¿No fue lo mismo que mencionó en la batalla del Equipo Hoshi, Lady Sati…? —Cuestionó la miembro más pequeña del grupo con cierta timidez pero preocupación.
— Así parece, Komeri…
Samy suspiró: — Se supone que venimos a observar la veracidad de los que nos ofrece Tao Jun. Pero no bastando ¿Se avecina algo que amenaza incluso el equilibrio?
— ¡Samy! —Reprochó Mamy ante su descarada queja. Si bien dicha crítica no iba dirigida a su líder, no era apropiado de todos modos.
— Bueno, para empezar ¿Cuándo ha sido fácil alguna vez?
— Jujuju~ Muy cierto, Yainage —Concordó Saigan. No obstante, en el interior de la carroza, la mujer no podía apartar su mirada de la cabellera lavanda que hablaba con su equipo. — Mmm… Zahira ¿…Kochō? —Su inquietud surgía directamente al observar a esa chica, tenía la misma corazonada que cuando admiró las batallas del Equipo Ren y el Equipo Funbari…
[Detente, Sacchan.] Intervino de pronto su primer y actual espíritu acompañante, Dainichi Nyorai. Pero para Sati, era Senju Kannon y para este, quién conoce su nombre original, cariñosamente le llama como Sacchan. [No consideres a esa niña.]
{¿…No es apropiada?} Le cuestionó sin todavía salir un poco de su sorpresa, Senju curiosamente quién suele actuar risueño y despreocupado. Ahora, aunque conservaba una actitud serena, tenía un tono serio sin apartar sus ojos rojos de la quién lidera el Equipo Abyss.
[Ese no es el problema.] Una sonrisa taciturna se dibujó en sus labios. [Ya esa niña trae una pesada carga, imponerle más sería inaceptable.] Junto sus manos y recito un sutra, como si estuviera rezando por un alma en pena: […Amitabha].
{¿Es tan grave?} Preguntó preocupada, era muy raro ver a Senju tan afectado. {¿No podemos…?}
[No. El camino de esa niña, es uno que debe recorrer sola… pero…] Suspiró, sus parpados cayeron, causando que sus largas pestañas azules proyectara una sombra sobre sus ojos semi-abiertos y una expresión que iba de serena a una agridulce tristeza, tiñó su semblante traslúcido […Es lamentable, su alma está tan suturada.] Y un incomprensible enojo afloró en su voz.
— ¿…Su? —Comenzó a media voz, sin todavía asimilar la palabra. — ¡¿Suturada?!
El gritó de Sati alarmo a sus seguidores a su alrededor que cuestionaron preocupados el motivo de su alteración, lo cual era muy raro a menos que le mencionaras su edad.
[¡Oi, Senju! Modera tu lenguaje con Sati, las personas mayores son de corazón frágil.] Protestó Jizoh, un pequeño monje pelón y de lóbulos estirados. Traspasando la carroza para hablar mejor con su antigua compañera chamán. Flotó hasta situarse a un lado de Senju, cruzados de brazos y con el ceño fruncido a la melena lavanda.
—… —Saigan se mantuvo en silencio con una sonrisa afable y un tanto lúgubre. — ¿Jizoh, qué edad pretendes que tengo?
El monje giró a mirarla y le hizo un escrutinio con la mirada, en el instante que despego sus labios para responder…
— Habla y te mando al mismísimo Naraka.
La amenaza calló a Jizoh, no es que le temiera el infierno pero conociendo a Sati, sabía que no se limitaría a eso.
[Supongo que con la edad, va empeorando el mal genio]
— ¡ASURA! —Llamó en reproche Sati, aunque más que reproche, sonó como un berrinche ante la expresión lastimera que hacía la mujer con lágrimas en los ojos, siendo a duras penas reprimidos. Amenazando que en cualquier instante rompería en llanto y destruyendo la magnífica imagen magna que suele mostrar al ojo público. — ¡No esperaba que de todos hicieras tal traición!
[Oh, descuida Sacchan. La vejez es el ciclo natural de la vida e ilumi-]
— ¡A callar, insensible! —Gritó, lanzando un certero puñetazo al mentón del pobre de Senju, el cual tenía una mirada de incomprensión como siempre por el altercado. Era una dinámica que se ha preservado desde que se conocieron y a estas alturas, el denso de Dainichi sigue sin aprender los profundos sentimientos de la pobre Sati.
El joven y atractivo rostro inmutable de Asura, pronto se endureció al ver sobre la pantalla al ver que la batalla ya había iniciado, pero su aguda mirada se enfocaba sobre la mujer de cabello morado. [No sé si debería aplaudir la estupidez humana o admirar que elijan sufrir de manera tan espeluznante para solo obtener algo de poder] Mencionó despectivo, recibiendo a cambio la mirada en blanco de Jizoh, Sati y Senju… [¿Qué?] Cuestionó ante la persistente mirada silenciosa del trío.
— ¿Entiendes que eres un Asura, no? —Cuestionó la chamana, masajeándose la sien al sentir que le podría venir una migraña.
[¡Repasa tus orígenes, por favor!] Protestó Jizoh, cabeceando en negativa. [¡Eres el menos indicado de quejarte sobre la ambición de poder!]
[¿Quién dice que me estoy quejando?] Cuestionó Asura, sin apartar sus ojos de un tono caoba brillante mientras seguía celosamente la figura de la chamana de cabello morado. De pronto tanto Jizoh y Sati se estremecieron en su lugar, mirando incrédulos al espíritu de vestuario oscuro con ornamentos dorados y llamativos tatuajes en su cuello como debajo de la nuca.
[¡Ya veo! A Asura le agrada a la niña del Abyss ¿No?] Senju se acercó y palmeo la espalda traslúcida de la deidad adolescente de cabello azabache. Al mismo tiempo que Sati y Jizoh sudando a mares, les hacía gestos de negativa a Dainichi para que se detuviera con el tema.
Había un motivo porque su Asura, permanecía con una actitud y temple inmutable. Es porque su poder yace en sus desbordantes emociones como temperamento indómito, ya que los Asuras son conocidos en la cultura del hinduismo y en el budismo, como deidades sedientas de poder motivo de porque están en constante guerras, dado a su naturaleza conflictiva al punto de calificarlos como seres demoníacos, ya que a donde vayan, desatan el caos.
Por fortuna, el Asura de los Gandhara era consciente de su naturaleza como poder rebelde, motivo que reprime sus volubles emociones como temperamento, al grado de rayar su personalidad a la frialdad e indiferencia.
— ¡Hiiick!
[¡Hiiick!]
Exclamaron al unísono tanto Sati y Jizoh con los nervios a flor de piel al sentir el cambio en el entorno, en el instante que el rostro inmutable de Asura se dibujó una sonrisa espeluznante junto un brillo errático en sus ojos caobas. Su sola expresión, era la perfecta manifestación de la locura y maldad.
[Es una lástima para ti, porque ya está bajo la protección de otra deidad.]
[Es cierto] Admitió Asura, retomando en un parpadear su semblante habitual. Pareciendo una mentira la expresión segundos atrás, no sabiendo que era más aterrador si la maquiavélica sonrisa en sí o el cambio abrupto en su estado de ánimo. En cuanto a Jizoh y Sati suspiraron aliviados, con una mano a la altura de sus respectivos pechos que subían y bajaban de forma histérica, por haber podido evitar lidiar con el temperamento de Asura para que vuelva a sus cabales.
Un solo Asura era como manejar a mil guerreros Berserkers, combatiendo en un trance psicótico e implacables. Motivo de porque incluso los dioses de mayor poder que los Asura mismos, suelen repelerlos o evitarlos lo mejor posible. Era un suplicio aplacarlos.
Sin embargo, en forma súbita el entorno se volvió pesado, una presión ajena se manifestó. Motivo de que todos los Gandhara junto las deidades que lo acompañan, volvieran a centrar su atención al centro del coliseo, para apreciar a la fuente del imprevisto cambio que auguraba tan solo desastre…
.
.
.
La batalla ya había dado inicio desde hace unos cuantos minutos, cuando Radim exclamó la frase. De inmediato Boris tomó la delantera a pesar que Brocken protestó, pero fue ignorado porque el chamán rumano iba atacar directo a Lilirara quién vio como posible presa y fuente de sangre para efectuar su OverSoul con mayor potencia durante la pelea. No obstante, fue interceptado por Pailong, haciéndolo retroceder al evitar los ataques de ofensivas. Recibiéndolo en su lugar un par de murciélagos.
— ¿A dónde con tanta prisa? —Le cuestionó el zombi, en total guardia.
El Drácula rondando en sus treinta miró con desdén al artista marcial que medía casi dos metros de altura y sus brazos como piernas eran tan gruesas como su cabeza. No obstante, eso ni siquiera alcanzaba a intimidar al rumano que conservaba su excéntrica pero elegante apariencia.
— Es bastante obvio a dónde, pero supongo que ese caducado cerebro tuyo no alcanza a dicha conclusión —Contestó Boris despectivo y haciendo una mueca a la rancia presa inoportuna.
La risa de Jun atrajo la atención de ambos hombres, la cual estaba siendo escoltada por otro zombi.
— Oh, disculpa. Ese comentario me recordó a cierta persona molesta —Comentó la joven Tao con una sonrisa, a cambio de Pailong que torció la boca en una mueca al saber a quién se refería.
— ¿Tenías que mencionarlo? —Le cuestionó descontento el artista marcial, girando a ver a la peliverde. Ignorando olímpicamente a Boris que no podía creer que se pusieran hablar tan casual, cuando él estaba presente.
Ella se encogió de hombros manteniendo sus brazos cruzados, con una sonrisa de disculpa y culpa. — Igual lo pensaste y ve el lado positivo, te podrás desquitar con otra cosa igual de molesta.
— ¡Ja! No sé si aplaudir su arrogancia sin sentido o vuestra propia estupidez aseverando tal victoria —Protestó el rumano quién ya había medido a sus entrometidas presas, sabiendo que no podrían ganarle. Había una significativa diferencia de poder entre ambos como habilidades. Aun cuando no posee su otro espíritu luego de perder contra Yoh Asakura y su grupo, con los murciélagos le bastaba para la batalla. — Pero descuida, me aseguraré de darle cada gota de tu sangre una utilidad, mientras que tus muñecos putrefactos admiran el espectáculo.
La chamana china con sus talismanes de Daoshi que extendió como un abanico, cubrió sus labios haciendo que resaltara su mirada que por sí sola se reflejaba la burla e ironía.
— ¡Oh mí…! ¿Vas a seguir hablando o vas a finalmente a luchar? Mi Pailong no es muy paciente.
— ¡Tú…!
El efecto fue inmediato para alguien con un temperamento voluble como el rumano, por lo que una horda de murciélagos se materializo y arremetió contra Pailong como Jun que era escoltada por Shamon. Por otra parte, Meyer no espero invitación al materializar un ave gigante a base de legos e iba atacar con una técnica que destruyera el lado dónde se ubica los contrincantes pero… Zahira que había previsto el ataque, usó varias sombras en forma de tentáculo que emergieron de las grietas de la arena y desmembró al ave de legos. Ya que dicha técnica no lo resistiría por si solos sus dos compañeras, por lo que tuvo que frustrar el ataque del pequeño chamán de Lego.
— ¡Juega conmigo Brocken!
— Preferiría acabar pronto la pelea, antes de que el desquiciado se nos aloque. Créeme tú y tus amigas me lo agradecerán.
— Que mal… —Ladeo la cabeza a un lado, haciendo una cara de pesar. — Porque eso es lo que quiero.
— ¿Eh?
Pronuncio desconcertado al ver como una sonrisa juguetona se dibujaba en los labios femeninos acompañados de un brillo siniestro en sus cristalinos ojos grisáceos tan brillantes como el oro blanco. Y finalmente, en otro sector del campo, Yamada Kouji atacó a Lilirara que se defendía con la ayuda de sus cuatro guerreros Seminoa, dos trabajando en ofensiva y dos en defensiva, de los cuales él pudo manejar sin el mayor inconveniente; la habilidad única de inducir ilusiones a base de filtrar memorias ajenas, era una técnica que no se debía subestimar. Daba gracias de haber recibido minutos atrás la advertencia de su Señor Hao, porque con eso le dio una pista de cómo combatir contra las ilusiones y anular sus efectos.
En consecuencia, la chamana estadunidense se las estaba viendo en problemas. A pesar que el hombre que tiene una apariencia lúgubre que usa como OverSoul un crustáceo, ha caído varias veces bajo el efecto de su poder de linaje, el sujeto se las ingeniaba para reaccionar y no dejar aperturas, arremetiendo de manera implacable en su contra. Si no fuera porque tiene que ceder a no utilizar los cuatros guerreros, por defensa personal, podría inclinar la pelea a su favor contra Damayaji.
{Pero…} Sus ojos azul celeste se desviaron sin querer hacia la causa del porque se está privando tanto en esta pelea con su oponente.
«— Si cada quién pelea por su cuenta. Lo más probable es que perderemos.» Las palabras de Zahira martillaban muy claro en su mente de aquella vez que conversaron por qué el nuevo entrenamiento como la integración de Shamon era tan importante para el Equipo.
«— ¿Qué? ¿Entonces para qué tanto entrenamiento si igual las tres vamos a perder-?
— Oh, yo no. Solo ustedes dos perderían junto con sus espíritus.
Jun gruño mientras se masajeaba la sien con sus dedos índice y anular. Ignorando como Shamon asentía de brazos cruzados dándole la razón a Kochō para la amargura de Pailong. En cuanto los Seminoa se veían entre confundidos e incómodos al señalarlos de débiles.
— ¿Y eso significa qué…?
— Que aún podemos evitar el bad ending —La radiante sonrisa juguetona se dibujó en Zai, agregando: — ¡En otras palabras…! Pon a la persona correcta en el lugar correcto ¡Esta es la manera para ganar!
— ¿Ah?—Exclamaron al unísono el resto, ladeando la cabeza a un lado.»
[¡Lilirara!]
De improvisto, la aludida salió de sus cavilaciones al sentir una ola de aire helado que traspaso a un lado de su persona. Seguido de un ardor en su mejilla izquierda, de la cual segundos después se vio brotar un hilo de sangre que trazo hasta por debajo de su mentón.
— ¡…Uck! —La Seminoa entrecerró sus ojos, más que dolerle el corte superficial, le dolía era el orgullo. Esto le pasó por distraerse, si no fuera por sus espíritus que son muy bien experimentados en la lucha tanto de cuerpo a cuerpo como enfrentar a chamanes, esa gran tenaza de crustáceo traslucida fuera atinada a un ataque irreversible a su persona.
— Señorita ¿Si muere, me permitiría capturar ese efímero momento en una foto?
— ¡Ja…! —Bufó casi en una risa vacía. No sabía si fue porque la cínica solicitud que fue hecha con mucha cortesía o porque de hecho no le extrañaba viniendo de un maldito desgraciado que sigue como su líder a otro maldito loco. Tampoco sabía cómo, pero estaba inesperadamente tranquilaal contestar: — Pues te quedarás con la ganas, porque eso no pasará.
Dándole fuerza a sus palabras, cuando los Seminoa de la defensiva que contenían a Damayaji para que no moviera la traslucida tenaza hacía su descendiente e infligiera más daño; lo mandaron a volar. Quién con su otra mano libre, materializo otra tenaza de crustáceo y la enterró en el suelo, sirviendo para frenar la caída y no salir fuera del campo.
— Comprendo. No la obligaré Señorita.
Indicó Yamada con un semblante tranquilo, elocuente y educado. Era increíble que a pesar del contexto del tema, continuara siendo carismático… y era precisamente eso lo que lo hacía aterrador. De hecho Kouji Yamada a la percepción de los seguidores de Hao, era el más normal de todos… hasta que la fotografía entra en escena, de ser normal muta a ser otro loco más del grupo.
— Pero… como esta es una batalla…
El hombre chamán originario de Japón, era un apasionado a la fotografía y siempre plasmo en fotos lo que más le encantaba, la naturaleza como lo sobrenatural ante el contexto efímero mismo entre la vida y la muerte.
— El ganador podrá darse un premio ante el perdedor —Desenterró la tenaza en el suelo a la vez que su rostro se ensombrecía junto una media sonrisa siniestra. — ¡Así que hoy capturaré un encantador momento…!
Damayaji se dio impulso y volvió a arremeter contra los Seminoa que ya estaban preparados para defenderse como atacar.
{¿Tres?} Cuestionó Yamada al chocar su Oversoul contra las lanzas de los Seminoa… pero en número impar. Así que alerta de inmediato puso todos sus sentidos al límite, más no llegaba nada, incrementando su ansiedad. {Es extraño, algo está mal…} En un instante, la piel se le puso de gallina. Se giró a ver detrás de él, del lado derecho en el campo, a lo lejos para ver justo como:
A Boris le cortaban sus extremidades Legos por Zahira que empuñaba una espada oscura y sin darle chance a que se recuperara. El cuerpo sin extremidades de Boris flotaba en el aire al que Zai le puso el pie en el pecho, comenzando abollarse la armadura de lego del chamán y de la que la apertura de la boca, salió un chorro de sangre…
— ¡Mierda! ¡BORIS! ¡BO-! —Al ver a Meyer en problemas, de inmediato acudió al rumano quién después del chamán de Legos, era el más fuerte del equipo y podría con su OverSoul versátil ayudarlo a zafarse contra la chamana Turca. — ¡¿QUÉ DEMONIOS?!
En la espalda de Boris, estaba agarrado tal cual a garrapata uno de los guerreros Seminoa que emanaba una pálida luz celeste. No obstante, el vampiro parecía ignorante de la presencia ajena, luchando con Jun Tao y sus zombis. {¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda…!} Pensaba Kouji al ver que la situación se veía bastante mal, de inmediato comprendió que si no hacía algo, estarían condenados. Por lo que su prioridad era salvar a Meyer.
¡Era el más fuerte del equipo como su As! No obstante, había algo que le resultaba discordante. Zahira resulto ser lo suficiente fuerte para combatir a Kanna y Matilda, pero… ¿Resultó ser igual o más fuerte que Brocken? ¿Cómo podría todo este tiempo haber pasado desapercibido su poder…?
[¿Vas a un lado?]
Yamada salió de sus pensamientos y por mero instinto freno la lanza que se dirigía a su cabeza. Su rostro se distorsiono en enojo para satisfacción de los guerreros Seminoas.
[¿Por qué tan pronto?]
Un brillo aterrador y amenazante se asomó en los huecos que tienen por ojos las máscaras de las marionetas, hechos a base de madera con detalles metálicos.
.
.
.
— Mmmm…
Entre los espectadores, en el lado de los Seguidores de Hao, yacía de pie Lasso Luchist quién se le veía meditabundo, frunciendo cada vez el ceño fruncido y relajándolo momentáneamente. Por lo que el castaño adolescente, al tenerlo más cerca decidió por preguntar:
— ¿Qué pasa?
— Oh, lo siento ¿Lo he incordiado, Señor? —Preguntó apenado el italiano al ser consciente que ha sido muy ruidoso mientras que pensaba, sin disimular ni un poco su aparente descontento.
— No. Y no tengo problemas en hablar del tema.
Antes de Lasso poder formular la pregunta, alguien inesperado intervino en la conversación un tanto impaciente por la curiosidad:
— ¡Ne! ¡Ne! Señor Hao. Hay algo que no entiendo ¿Por qué Brocken está siendo arrinconado? —Cuestionó Matilda que estaba sentada en la hilera de asientos detrás del Onmyōji junto con los miembros de su equipo; acercándose y apoyándose sobre el espaldar del asiento que ocupa Opacho, justo sentada al lado del joven castaño. — ¿No se supone que ya medimos el poder de la acosadora aquella vez; cuando luchamos Kanna, Opacho y yo en su contra?
— Seguro es un truco, Matty —Mencionó Marion, acostumbrada a que en el pasado cuando Zai ocultaba su identidad, lograba salirse con la suya a veces por medio de artimañas.
El Asakura se rio divertido ante el debate como confusión entre sus seguidores a través de sus pensamientos.
— ¿Consideran lo mismo que Mari, chicos? —Preguntó la milenaria alma, invitándolos a unirse a la charla, recibiendo el asentimiento de la mayoría del resto de sus seguidores.
— Yo lo único que sé, es que no sé nada —Aportó Peyote, causando una risa en general en el grupo.
— ¿Entonces les sorprenden que Brocken haya sido arrinconado?
Varios asintieron, mientras que otros se mantuvieron neutrales. Por lo que el chamán de las estrellas hizo el ademán de explicar, a expensas que Luchist tomaría la palabra para manifestar la inquietud que andaba rondando en sus pensamientos desde que inicio la pelea:
— Para mí no. Si ha sobrevivido tanto la Señorita Zai al interponerse en su camino, Señor. Dudo que ella sea tan débil pero… —Su semblante se endureció sin apartar su mirada del desenlace de la presente lucha. — Si ha pasado desapercibido su poder ante nosotros, que la hemos estado observando, solo puede significar dos razones; Ella en verdad es débil o…
— ¿O? —Apremió Burton ante la pausa silenciosa.
— Ella es lo suficiente fuerte como para ocultar su propio furyoku, pasando desapercibido incluso de nuestra detección.
— Huh… ¿Entonces la Señorita Zai es cómo el Señor Hao? —Comento Opacho, ladeando la cabeza a un lado. Era la única entre los seguidores que se podía permitir decir comentarios sin filtros cuando Hao Asakura está implicado y salir inmune. Ya que la niña si bien era honesta al punto de rayar a lo insensible, carecía de verdadera malicia.
Ante la revelación, procedieron a mirar a su líder para confirmar su veracidad de lo comentado, quien mantenía su sonrisa de póker. Pareciendo entretenido con la situación.
— Es una posibilidad.
— ¿Existe otra? —Preguntó sorprendido Tabarsi, aunque aliviado de que entonces la acosadora de su Señor no fuera un peligro para este y el cumplimiento de sus planes.
— Si —Intervino el que una vez tuvo una doble vida como un Clérigo. — Con los poderes de Érebo sería posible ¿No es así, Señor?
— ¡Muy bien~! Luchist —Felicitó, causando que el aludido se le inflara el pecho en orgullo y halagado por ser reconocido por su Señor. — Pero en este caso no se aplica del todo —El silencio se mantuvo, ninguno capaz de interrumpirlo y en espera de saber la verdad oculta. — ¿Siempre lo he dicho, no?
— ¿Sobre la habilidad? —Pensó en voz alta Kanna, repasando las enseñanzas que han sido más significativas del Onmyōji porque suele repetirlas.
— Ah ya —Exclamó Zang-Ching, atrayendo la atención del grupo. — La confianza infundada es tan solo arrogancia que subestima al oponente. Pero la confianza en la habilidad, son aquellos que están convencidos de que siempre son superiores a su oponente.
— Correcto —Felicitó Hao. — En otras palabras es la fuerza acumulada en el cuerpo a través del entrenamiento. Por lo que aquellos que se han elevado a un alto nivel, naturalmente emitirán un aura fuerte, incluso si no quisieran expresar su poder.
Casi de inmediato el rostro de Luchist se endureció y volvió a fruncir el ceño, proyectándose una sombra en sus ojos. — Ese es el problema, Señor. ¡Ella no emana ningún aura fuerte, solo una actitud grosera e irritante!
Un asentimiento general provino de los seguidores de Hao, concordando con ese pensamiento. Incluso el Onmyōji no podía refutar eso, la chica desde antes de saber su identidad, se ha esmerado en agotarles la paciencia más de una vez. Solo a Opacho, era quién veía sus ocurrencias divertidas y graciosas.
— Cierto, aunque siendo honesto… —Se encogió de hombros, recargando el peso de su cabeza en el dorso de su mano con algo de aburrimiento al tema. — Para obtener el derecho a decir lo que piensas, lo primero y último que necesitas es habilidad. Si no tienes las habilidades para respaldar tus palabras o actitud, no eres más que una desgracia.
— ¿Incluso para expresar la insolencia, Señor? —Cuestionó Lasso con una graciosa expresión, pareciendo que envejeció cien años. Recibiendo en respuesta para la amargura del Clérigo el encogimiento de hombros del Maestro del Yin y Yang.
— Y aparte de eso, que Érebo ha colaborado en ocultarle sus habilidades —Recordó, el castaño. Y agregó al perderse en un recuerdo, con cierto tono disgustado: — Por eso digo que no me gusta tratar con los Dioses, son molestos.
Una lagrimita se asomó en las esquinas de los ojos de los seguidores mientras que le dirigían una indescriptible sonrisa a su Señor, era porque él podía referirse a los dioses mismos como si fueran unos molestos insectos pero para ellos que han visto a los Gandhara que poseen dioses o a los arcángeles de los X-Law… No importa qué, son entidades que no pueden subestimar por más que quieran, ni referirse de una manera tan despectiva.
¿Quizás se deba que en el caso del Onmyōji es porque lo respalda el Espíritu de Fuego…?
No. Incluso antes de haber obtenido dicha entidad elemental, Asakura Hao ya gozaba de la fama de haber cruzado el inframundo y ganado la lealtad de los Shinigamis que son dioses, aparte de derrotar al Rey del inframundo. En aquel entonces, su poder todavía estaba labrándose…
Los Seguidores cabecearon en negativa, en el fondo sintiendo admiración mezclado con resignación ante el inalcanzable poder monstruoso de su Señor ¿Existirá alguien que pueda siquiera enfrentar ese poder monstruoso…?
Jamás.
A menos que tenga un talento igual de monstruoso…
{Señor Hao… los seguidores creo que están llorando} Pensaba Opacho mirando curiosa y confundida la actitud lastimera de los seguidores.
{Ignóralos Opacho, solo ignóralos} Le comunicó indiferente sin darle un vistazo a las quejas mentales de sus Seguidores al ser consciente una vez más de sus propias debilidades.
{¡Jum! Es que son ruidosos}
.
.
.
Meyer trago con disgusto la saliva mezclada con la sangre para refrescar su garganta, mientras concentraba su propio furyoku contra la fuerza del furyoku ajeno que lo repelía. En consecuencia, chispazos dorados y negros se materializaba a su alrededor ante la colisión de furyoku… no ayudando el hecho que Zahira hacía más presión en su armadura lego, al pisarla con fuerza física respaldada de furyoku.
¿Siempre ella tuvo esta fuerza?
Alzó la mirada del pie sobre la armadura y… sintió que se le helaba la sangre. El rostro de Zahira estaba ensombrecido pero sus ojos, sus ojos resaltaban de manera escalofriante al emanar luz propia de un color blanco con estelas de color celestes, lilas y magenta rojizo. En consecuencia, de su furyoku se manifestaba y reflejaba en sus ojos, arremolinándose alrededor de sus pupilas contraídas.
¿Era la misma chica enérgica y bromista de siempre?
— Largo —La voz imbuida de furyoku acentuaba su frialdad e indiferencia. — Estás de más.
— ¿Eh?
Antes de siquiera poder siquiera asimilar esas palabras, Brocken sintió que era arrastrado por una fuerza invisible, viéndose en un parpadeo ser arrojado fuera de la arena como de la barrera de los Tótem creada por los Paches. Seguido de eso, sentir como rebotaba contra el suelo tal cual a una piedra lanzada en un estanque. El pequeño Chamán recobró la compostura al comprender su situación…
Si no hacía algo pronto, las lesiones serían peores, así que se cubrió de su propio furyoku e hizo uso de las técnicas elementales de tierra y aire. En busca de frenar de seguir cayendo como si se tratase de un proyectil…
Y por fortuna, lo logró antes de colisionar contra la pared del Coliseo del piso PB. No obstante, había desgastado toda su energía, por lo que se desmayo del cansancio.
— ¡YA UN MIEMBRO DEL EQUIPO KAZE-GUMI QUEDO FUERA DE COMBATE! —Anuncio lo evidente Radim pero ánimo el ambiente ya que las acciones de Zahira como su furyoku de alguna manera enmudeció a los espectadores que yacían boquiabiertos o encogidos en sus asientos.
Su presencia era imponente, o mejor dicho, la de su espíritu lo era.
[Tengo que reconocerlo. Tu hijo al menos le enseño bien para zafarse de sumar lesiones críticas a su condición.]
Asanoha se rio, en el fondo orgullosa y contenta por el cumplido para después agregar al recordar que seguían en pleno combate [Oh mi, ya uno quedo fuera ¿Empezamos ya?]
{Todavía no} Respondió Zai, girándose para ver que Damayaji estaba enfrentándose con los Seminoas. Al no ver problemas, se enfocó en su nuevo objetivo…
Pateo el suelo y se elevó para caer… sobre los hombros de Pailong quién puso mala cara.
— ¡Bájate de encima! ¡Ugh! —De pronto sintió como su cabeza se agitaba porque la turca pateo detrás de su cabeza para dar una voltereta hacia atrás y aterrizar en el suelo de pie. — ¡LO HICISTE APROPÓSITO!
— ¿Importa siquiera? Eres un artista marcial y tus nervios están muertos. En lugar de evolucionar ¿Involucionas?
— Me disculpo, Señorita Zai. Siempre fue un discípulo excéntrico.
— ¡Maestro! —Llamó descontento Pailong.
Era gracioso ver como el grandulón zombi se encorvaba con una expresión como si fuera víctima de una gran injusticia, mientras que Shamon enfrente de Jun se mantenía en guardia para repeler a los murciélagos de Boris. La joven Tao suspiro, esta era su dinámica habitual que se tornó más animada con la introducción de Shamon, la segunda persona que respeta Pailong después de la Taoísta peliverde.
— Igual eso no justifica —Indico Jun en un suspiro a su compañera. Aunque en el fondo estaba disgustada que la chamana no tuviera reparo para patear a Pailong, sin importar las veces que se queje, esta le responderá de manera resuelta:
— Estoy verificando si "tu Pailong" tiene un desajuste —Contestó, haciendo que la Tao asintiera con una sonrisa superficial al escuchar las palabras esperadas. — Jun.
— Si, si, si ya sé —Decía calmada y hasta despreocupada. Han convivido lo suficiente para saber lo que significaba entre líneas ese llamado. Igualmente los Zombis que de inmediato actuaron en consecuencia como si estuviera ensayado; Pailong corrió hacia la Tao para cargarla y junto con Shamon, quien abría el camino al patear varios murciélagos, se dirigían hacia Lilirara que combatía con Yamada.
— ¡NO LES DÍ PERMISO DE MARCHARSE…! —Gruñó Boris descontento de haber desperdiciado parte de sus reservas de sangre en esas marionetas putrefactas. Un recurso elemental para efectuar su OverSoul, en especial cuando conlleva a realizar sus técnicas chamanas de ataque.
— ¡OOOOOH, VAMOS! —Una voz fuerte, casi como un grito. Atrajo la atención del Rumano que al tan solo verla, demostró desagrado. — ¿Para qué perder el tiempo contigo? Si fuera sido otro de los Seguidores de Hao, podría ser diferente. ¡Ja! Incluso son más imponentes que un tipo que se disfraza de… —Le dio un vistazo de arriba hacia abajo y ladeo la cabeza a un lado, extrañada. — ¿Chupacabra?
— ¡VAMPIRO! ¡VAMPIRO MALDITA CIEGA! —Explotó indignado el rumano expandiendo su capa y debajo de esta materializarse miles de murciélagos. — ¡Yo soy Boris Tepes Drá-…!
— Si, si, si ¡Habla menos y pelea más! ¿Sí? ¡Qué este combate no es para toda la vida!
— ¡TÚ…!
— De hecho ella tiene un punto…
Intervino Radim, haciendo audible su susurro por medio del micrófono. Para después encogerse de hombros al recibir la irascible mirada inyectada en sangre del hombre que se autoproclama Drácula. El Pache no le temía realmente, tampoco era débil en caso que se tuviera que defender… pero no negaba que la cara distorsionada del hombre le hizo callar, haciéndole ver que su comentario quizás fue innecesario.
— Tú… maldita sangre sucia… —Mascullo el rumano. — ¡TE DEMOSTRARÉ QUE NO SOY INFERIOR!
Miles de murciélagos se dirigieron hacia Zahira que en pleno vuelo se materializaron en picos de un vivo rojo sangre. Que fueron fácilmente bloqueadas con las sombras que se materializaron y barrieron con los murciélagos.
—…Eh, si. En cuestión de habilidad he visto mejores ¡Al menos con Peyote me daría buena música mientras combatimos!
Boris no se desanimo, tenía un amplio repertorio de técnicas chamanas. Así que no dudo en aplicar varias a la causa. No obstante, la joven Turca no parecía afectarle en lo más mínimo los ataques sean de larga o corta distancia, ya sea con sus poderes sombras o con su esgrima, ella los bloqueaba…
— ¡Eh! ¡Bill y su equipo de Futbol tienen más presencia que tú con tus bichos voladores! ¿No tienes algo mejor?
Y como si no fuera suficiente. Su boca tampoco se detenía.
— ¿Por qué tu medio es la sangre? ¿Cómo haces con el hedor a pescado muerto? Ugh.
— ¿Qué pasa? ¡¿Es todo lo que tienes?!
— ¡YA CÁLLATE!
Boris se cansó de escucharla y desvaino su sable, arremetiendo desde las alturas contra Zai. Provocando que sus espadas chocaran, haciendo un sonido poderoso al ser golpeado el metal que resonó por todo el Coliseo.
Ella silbó y con una sonrisa descarada como burlona, comentó: —…Estás decente, supongo —Tepes estaba que escupía espuma por la boca como perro rabioso.
— MALDITA PERRA. ¡NO TE DEJARÉ QUE MENOSPRECIAS MI LINAJE…!
En ese instante, una dulce sonrisa floreció en los labios femeninos mientras que contenía la espada de Boris. —…Oh. Entiendo, ¿Supongo tu familia te ayudo? —El vampiro frunció el ceño, confundido más no dejo de atacar al imponer más fuerza y empujar a Zahira quién retrocedió pero se mantuvo de pie sin problemas. Marcando una distancia entre los dos. — Boris Tepes Drácula III¿No? Descendiente de Drácula Vlad Tepes de Valaquia… Desde décadas atrás, en la cacería de vampiros, tú y tu familia han sido bastante activos ¿Huuuuh?
— ¿…Qué?
Una expresión burlona, cargada de desdén yacía en el rostro femenino. Mientras que Boris que recuperaba el aliento de haber atacado sinfín, intentaba comprender la situación…
— Déjame adivinar, para ser reconocidos le dijiste a tu padre que fuera a suplicar a los de la Iglesia ¿No es así? —El rostro del Rumano estaba en shock, pero Zai no detuvo su veneno. — "¡Waaah papi, quiero ser reconocido como un vampiro a toda costa! ¡Haz algooooo!" —Rio risueña. — ¿Qué tal? ¡Fue una imitación perfecta! ¡¿No?!
Solo bastaba ver la expresión sombría y descompuesta del chamán para comprender que Zahira estaba cruzando una línea inimaginable.
(…)
— ¿Ella…? —Hang decía estupefacto, cubriéndose la boca sin dar crédito lo que escuchaba. —… ¿En verdad está diciendo eso sabiendo de las circunstancias de la familia de Boris…?
— Es obvio ¿No? —Intervino Tabarsi con una expresión seria e incómoda. El rumano que se vive autoproclamando como vampiro, no hay día que hable con nostalgia y agridulce felicidad los pocos recuerdos felices que tiene de su infancia.
No obstante, ahora estaban siendo pisoteados cruelmente…
En cuanto los seguidores le dieron un vistazo al milenario chamán en espera de su opinión, más no había. Se mantenía tranquilo e imperturbable pero… no poseía la típica sonrisa superficial, al contrario, veía la batalla con un deje de aburrimiento.
(…)
— ¡¿SE VOLVIÓ LOCA O QUÉ?! —Gritó HoroHoro que casi salta fuera de la baranda.
Incluso Yoh y sus amigos estaban informados del pasado de Boris en el momento que tuvieron su primer encuentro, cerca de ingresar a la Aldea Pache. Siendo Ryunosuke como el despreocupado y perezoso Asakura, lo que empatizaron con el chamán rumano que contó su historia personal, dándoles la idea de porqué acabo siendo lo que es en la actualidad, con un gran resentimiento a la humanidad misma…
—…Doña Ana… —Llamó Umemiya con un semblante serio, pero la aludida no se giro a verlo. Con su expresión pragmática se mantuvo en el campo de batalla.
— Ryu, Cálmate.
— ¡Pero Señor Yoh…!
Las protestas del antiguo pandillero murieron en su garganta al ver la expresión seria pero calmada del castaño. Sabían cuando el joven que siempre es despreocupado, perezoso y con sonrisa permanente; perdía todas las características mencionas, significaba que no estaba de humor para tolerar a la ligera cualquier imprudencia.
Un silencio se formó y aprovechando que la calma que volvió al grupo, Ren quien es indiferente a los asuntos ajenos tomó la palabra…
— ¿Sabes lo que pretende tu amiga?
La itako se mantuvo en silencio al punto de creer todos que ella no hablaría pero, de manera inesperada, en un tono solemne y tranquilo contestó sin apartar su mirada de la batalla:
—…Zai nunca hace las cosas a la ligera —Se giró a ver al joven Tao, dándole más peso a sus palabras. Ámbar y dorado chocaron con severidad. — Nunca.
En otras palabras, había un buen motivo de su actual comportamiento con Boris. Eso de alguna manera calmo al grupo pero… no significa que eso pueda borrar las palabras dichas…
(…)
— ¡Adelante, dime! —Incitó Zahira con una sonriente actitud cínica. — ¡¿Cuánto fue lo que tu tonto y acaudalado padre pago a la iglesia para comprarse algo de fama?!
{…Acaudalado…}
«— ¡Gracias madre! —Agradeció el niño de cabello rubio ondulado, vestido de manera humilde sentado en el suelo y recibiendo un plato de sopa con un pan algo duro. Pero para el menor no le parecía un gran problema.
Diferente de los dos adultos que se mostraban incómodos e impotentes ante la situación.
— Lo siento… —Mencionó cabizbajo el hombre con rasgos similares al niño. — Si tan… solo…
— Querido, está bien —Intervino la mujer, acercándole una taza que contenía un poco de la cena. — Mientras estemos juntos, todo está bien.
— ¡Es verdad, padre! —Apoyó el niño, haciendo que por fin los adultos sonrieran… incluso al punto que el hombre no pudo evitar escapársele unas lágrimas mientras se levantaba y abrazaba a su hijo junto su esposa, depositando un beso en sus frentes. Provocando una suave risa, cargada de una indescriptible calidez que no era opacado por el tétrico ambiente.»
{…Iglesia… Comprarse…}
«En horas de la noche, dónde las calles están desiertas, en la parte trasera de una iglesia. Una mujer pedía a un sacerdote quien se mostraba renuente de continuar la conversación.
— ¡Por favor! ¡Solo un poco de medicina!
— Pagué entonces.
La mujer cerró los labios a presión, intentando no explotar en un grito de frustración. — Ya le dije que no tenemos esa cantidad.
— ¡No tenemos medicinas para los herejes!
— ¡Se supone que su enseñanza es ayudar al prójimo!
— ¿Mamá? —Entre las sombras, se asomó un niño vestido con capucha para cubrir su identidad al igual que de la mujer.
— ¡Cariño, te dije que me esperaras! —Le indicó la mujer preocupada al escuchar al niño de pronto toser con más fuerza.
— ¡Oh! Porque no decirlo antes ¿Las medicinas son para el chico? —Cuestionó el sacerdote con un semblante más curioso y amable. Se aproximó un poco para ver debajo de la capucha al menor, quién tenía una apariencia llamativa con su cabello rubio platino, tez blanca y ojos rojos como rubí.
— ¿Nos ayudará? —Preguntó esperanzada la mujer.
— Claro. ¡Ah! —Al ver a la mujer acercarse junto con el chico. La freno con el ceño fruncido. — Deja al niño, búscalo… mañana al mediodía.
Sin embargo, la mujer hizo caso omiso. Acercó más a su hijo a ella con un semblante serio. — Es mi hijo. No lo dejaré solo.
El hombre no se mostró contento, indignado protestó: — ¡Aparte que te estoy mostrando la gracia del Señor! ¡¿Me pagas así?! —Luego desvió su atención al niño con una expresión más amable… que resultaba algo aterradora. — Ven pequeño, te curare.
— ¿Mamá?
Llamó dudoso el menor, en espera de su aprobación para acercarse al desconocido. Pero la mujer con una expresión entre seria e impotente, se giró. Llevándose consigo a su hijo que miraba confundido la actitud de su madre como al Clérigo maldiciéndolos y calificándolos de malagradecidos…»
{¿Fama?}
«— ¡Corran! ¡Solo corran!
— ¡Pa-Padre!
Corriendo a las afueras de un pueblo, estaba una pareja junto su hijo. El hombre se mantenía atrás mientras que la mujer delante para proteger a su hijo de los que le arrojaban el pueblo. En un momento, una roca le atino al hombro de la mujer.
— ¡MAMÁ…!
— ¡Sssh! No es nada, hijo.
El niño mordió sus labios con fuerza, haciendo caso y asegurándose de correr. No comprendía porque recibían tanto odio ¡No le han hecho daño a nadie! Pero igual los expulsaban de cada pueblo apenas supieran sus orígenes. Incluso los de la iglesia que suelen tener las medicinas o alimentos para los más desafortunados, se lo renegaban.»
Una neblina oscura comenzó a emerger debajo de la capa de Boris mientras que su figura se iluminaba al ser envuelto en su propio furyoku que para los chamanes, podía sentir lo errático que era. Era como un volcán a punto de hacer erupción.
—…Tú… no… —Murmuraba por lo bajo Boris, varias venas se hinchaban por su sien y cuello. Mientras que de sus manos enguantadas, yacían empuñadas tan fuertemente que goteaban sangre. Formándose un pequeño charco debajo de sus manos. —…CO-…
— ¡¿CÓMO TE ATREVES?!
Fue inesperado, pero el quién explotó como un volcán en erupción resulto ser Damayaji que marcó distancia con los Seminoa y Pailong, ahora gritándole con los ojos inyectado en sangre a Zahira que alzó una ceja extrañada al verlo más ofendido e indignado que el propio Boris, el cual por cierto, estaba mirando desconcertado al enojado de su compañero.
— ¡HAY COSAS QUÉ PUEDES Y NO PUEDES DECIR! ¡Y ESTA ES UNA DE ESAS!
— ¿Jaaaa? —Exhaló como si fuera escuchado la mayor estupidez. — Es curioso que me vengas hablar de moral, cuando casi fuiste asesinado al quién defiendes. ¿Me hablas de moral tú a mí? ¿TÚ? ¿Por ÉL? —Señaló a Tepes, resaltando aún más lo absurdo que estaba haciendo ambos hombres por ofenderse. — ¡Si tuvieron las pelotas para andar matando a loco con su maldita ideología de victimizarse de ser unos incomprendidos ante el mundo! ¡Al menos ten las pelotas para asumir las consecuencias si haces el mal! ¿O acaso olvidaron lo que han estado haciendo, huuuh?
La atmosfera que yacía envuelto en un entorno tenso y lúgubre de pronto cambio con la nueva disputa entre Yamada contra Zahira y que esta se la rebatió sin problemas. En esos momentos Kouji tenía la cara roja ante el enojo como la vergüenza del sermón que ni pidió, ni espero.
— ¡Solo yo puedo quejarme de eso! ¡ADEMÁS! Hablas como si fueras una santa ¡Si has llegado y participado a esta Shaman Fight, ¿No significa que tú también ambicionas algo para tu beneficio…?!
[Oh, querido. Cerrad la boca] Reclamó Asanoha al saber lo que causaría tales palabras. Incluso Érebo suspiro con pesadez…
— Parece que hay un malentendido… —Tomó la palabra Zai con una expresión entre aburrida y fastidiada pero bajo una calma que resultaba inquietante. — Sobre la Shaman Fight, el Shaman King y sobre los planes de tu líder de "salvar el planeta" como de aquellos que intentan "salvar a la humanidad misma"… Me importa un carajo.
Un silencio sepulcral se formó en el Coliseo. Pero a la presencia que pasaba desapercibido a la vista tanto de chamanes y espíritus, ni se inmuto de la situación hablando sin disimular su diversión:
[Fufufu, oh Señor Érebo. Debo admirar que Zai no se anda por las ramas a la hora de expresar su sinceridad, sin considerar ni un poco el lugar]
[Cállate. Solo cállate, por favor] Gruñó cansado de la temeridad de su protegida.
[Fufufu~]
—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.
FIN DEL CAPÍTULO 31.
—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.
Hola lectores. Disculpa la demora, la semana pasada de jueves a sábado fueron días festivos en mi familia y para mí al estar incluido mi cumpleaños. Motivo que no me dio chance de publicar el capítulo. Igual espero que este capítulo les haya sido entretenido y sacado una sonrisa.
En el siguiente capítulo concluimos con esta batalla, siendo la calma antes de la tormenta. No solo para la trama sino para mí, literal será una montaña rusa ante la intensidad que se viene en los escenarios xD.
Finalmente, los agradecimientos nunca pueden faltar por el gran apoyo que recibo:
Gracias por comentar a: Demon_Six /-/ NathalyRaga /-/ LunaR34d /-/ AtsukoHiroko /-/ Jarstnd /-/ Mikaelsonforever.
Gracias por los kudos anónimos, así como por los votos: Demon_Six /-/ NathalyRaga /-/ LunaR34d /-/ Secret-Song /-/ suzuya_emi /-/ ChicaSoliz8 /-/ AtsukoHiroko /-/ Jarstnd /-/ Gghala000 /-/ sakura-th.
Y gracias por anexar mi historia a sus listas de favoritos: ElizabethYaelMedero.
—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.—.
¡Feliz fin de semana, gracias por leer hasta aquí! Cuídense y los quiero.
