POV General
—chica, ¿no me dijiste que arreglarías las cosas con el futbolista? —
Kanae suspiró derrotada, quitándose rápidamente el vestido que llevaba, acababa de salir de su 2da vuelta a la pasarela y faltaría una última con el vestido de gala para terminar. —si, Aly, pero...—
—peeeero sus labios fueron más tentadores y te convencieron ¿verdad? —comentó la castaña, con rostro aburrido acercándose a su amiga.
—¿de que hablas? —
—de esto —y acto seguido le mostró el movil en pleno rostro.
Kanae tuvo que pestañear varias veces identificándose a sí misma y a Karasu en un beso a mitad de calle, probablemente era el beso que se dieron de despedida —¡oh por Dios! —reaccionó, agarrando el teléfono para ver mejor la foto —¿...no crees que mi trasero se ve gordo? —
—¡oh vamos! Deja de disimular, ¿que pasó con la chica "no quiero ninguna relación porque me mudaré a Europa cuando sea modelo profesional"? —
—sigo siendo esa chica —le aclaró devolviéndole el móvil y a la par mirándose al espejo. Debía de cambiarse de accesorios y maquillaje, de un vestido de dos piezas rosado a una azul marino.
—ay, por Kami-sama, ya dime la verdad ¿la tiene grande o algo así? —
—¡Alyssa! —le regañó, su amiga solía ser bastante liberal tan solo cuando un chico no estuviese frente a ella.
—solo pregunto —respondió, elevando las manos sonriendo gatunamente —estas bastante sensible ¿lo del embarazo también es verdad? —
—no, no, definitivamente esa mierda no es real —
—...pero ¿si sales con él? —
—No —
—...estoy confundida —
—yo frustrada, ¿por qué tienen que hablar mierdas de mi en internet? —
—eres una figura pública cariño, es lo qué hay —respondió Alyssa, moviéndose el cabello.
El estilista auxiliar de Kanae llegó en ese momento comenzando con el proceso de cambio de vestuario, Aly les dio espacio y volvió a su lado cuando vio que le maquillarían.
—pues ahora que lo veo tampoco es tan feo —dijo Hanie viendo su móvil. Parecía que estaba viendo fotos del partido contra la sub 20. Kanae le acuchilló con la mirada. —oye, no sales con él por lo que tengo derecho a echarle el ojo un poco —
Kanae puso los ojos en blanco sin mover su rostro dejando que el maquillador hiciera su trabajo.
—wait, wait, ¿no me digas que tú chico es el amigo de Yukimiya-san? —
—pues si —
—vaya sorpresa... uf, a Yukimiya si le tengo ganas, ojalá pase por aquí —
Es cierto, pensó Kanae, recordando que Yukkey había llamado a Karasu en medio de la cita-no cita y había mencionado algo sobre buscarlo al aeropuerto.
—¿por qué pasaría por aquí? —preguntó Kanae con curiosidad.
—¿Cómo que "por qué"? Enserio estás en las nubes, Arusawa, ese chico en verdad te tiene mal —
Las orejas de Kanae se pusieron rojas, Aly supuso que las mejillas igual pero por el maquillaje era imposible saberlo a ciencia cierta.
—pues no te emociones tanto con Yukimiya-san, puede que tenga novia —
Aly abrió los ojos —¿te lo dijo él? ¿O lo supiste por tu chico? —
—quien sabe~ —
—aich, pues presta atención la próxima vez que salgas a caminar a la pasarela, Yukimiya Kenyu-san está sentado en primera fila, zona sur —explicó la castaña mientras se veía las uñas. —el director le invitó el jueves personalmente al evento por redes sociales —
¿Enserio? No lo había notado, fuese porque solía estar concentrada en poner correctamente un pie frente al otro para no caerse al modelar o porque, a causa de la luz y los flashes no lograba visualizar a nadie más de dos metros a lo lejos.
—si vez a Yukimiya-san dile que yo tengo ganas de verlo~ —
—¿Qué no me dijiste asalta cunas la semana pasada cuando te conté lo de Karasu-kun y yo? —
—era una pequeña broma~ cariño, aparte, ya son legales ambos ¿no? —
Kanae quiso responder pero tuvo que levantarse para que el estilista viese su conjunto completo. Ya estaba lista, solo faltaba su calzado.
—estás preciosa —le dijo Aly viéndole de arriba hacia abajo —el conjunto que te tocó es perfecto para ti —
—incluso creo que brillas —le comentó el estilista, que estaba escuchando todo pero que estaba más ocupado en su labor.
Alyssa miró al chico —¿verdad que si esta embarazada? —le preguntó con una sonrisa.
—lo veo posible —
—ya basta los dos —les detuvo Kanae, roja de la vergüenza.
A Alyssa se le hacía evidente que, desde que se veía con aquel chico futbolista ella sonreía más. Dejaría las bromas para luego pues ya se había reído a costa de su amiga por mucho tiempo —bueno, me toca salir —porque por mucho que hablara también era modelo —¿te veo en el after party? —
—si pero, solo iré un rato porque "ya sabes quien" estará ahí y querrá que yo "ya sabes qué" —
Alyssa frunció el ceño —ay no chica, ya denúncialo con su esposa o algo así —
—algún día lo haré, de mientras iré por unos minutos a esa fiesta y le daré una excusa y me marcharé, ¡es viernes! —
—¡si! Viernes de juerga, déjame adivinar, ¿te irás con el niño futbolista? —
—¿soy tan obvia? —
—¡siii! —le gritó su amiga a lo lejos.
Kanae hizo un mohín —...no es un niño—
Pero ciertamente era menor que ella por 2 años.
Extraño que se fijase en alguien menor.
Parte buena, podría ser que eso probase que no tenía daddy issue... parte mala, podría ser que él tuviese realmente mommy issue.
Aunque no era el momento ni la ocasión para explicárselo a su amiga, los sentimientos que comenzaban a menguar dentro de su interior por el ojiazul no era solo atracción física o sexual, el como le trataba, como le hablaba, el acento tan marcado que tenía, el gesto inconsciente de abrazar su estómago al reír en voz alta o el como le miraba al decir su nombre... todo le fascinaba.
Podía ser que tendría algún chance de convertir lo que tuvieran en algo serio pero viendo el revuelo de internet lo veía difícil.
Así que no se ilusionaría y se encargaría de disfrutar el poco tiempo que pudiera estar junto a Karasu y luego se olvidaría de él, era lo mas sano viendo cómo ambos habían aceptado a viva voz que no tenían tiempo para algo como una relación...
—
Fuera de aquel edificio de luces de colores y música estridente, dos individuos discutían en voz baja frente a la entrada del conocido Siderevs, PUB exclusivo popular de los alrededores de la metrópolis de Tokyo que esta noche había sido escogido como lugar del after party.
—bien, repíteme exactamente ¿Qué vas a hacer? —
Karasu miró a su interlocutor en silencio al escuchar la pregunta como si le hubiera salido un 3r ojo en la frente —¿no te lo expliqué hace 5 minutos, bastardo? No se te pudo haber olvidado —
—Es que aún tengo mis dudas —respondió Yukimiya, elevando una ceja, esa noche estaba ataviado en su ropa de juerga más elegante casual posible. Tuvo que cambiarse de ropa luego de salir del evento para buscar a su amigo pero ya se estaba arrepintiendo de invitarlo.
—tch... tu solo encárgate de hacerme entrar y yo me encargo del resto. —respondió el cuervo, arreglándose la camisa negra manga corta que llevaba sin el primer botón abotonado. Yukimiya le había ayudado para vestirse acorde a la ocasión.
—ese es el problema, asesino, puedo confiar en ti en una cancha de fútbol pero fuera de ella eres bastante cuestionable —
—¿Qué estás queriendo decir, idiota? Tampoco eres la persona que todos creen que eres, mucha sonrisa y amabilidad hueca —
—oye, ahora estoy siendo genuinamente amable contigo —le recriminó, señalándolo con su índice de manera acusadora.
—y me debes este favor —
—...uf, como sea, te ayudaré, tan solo prométeme que seré el padrino —
—¿de que? —
—de bodas, ya sabes —
—...no lo pillo —
—yo tampoco porque no me explico por qué te tomaras tantas molestias por una chica que según tu "no es nada tuyo" —
—...es mi buena acción de la semana, algo de buen karma no me vendría mal —respondió Karasu aligerando la tensión.
Kenyu negó lentamente la cabeza —si claro, repítetelo hasta que te lo creas —escupió con aburrimiento pasándole dos gafete y 1 tarjeta rosada —necesitas esto y esto, sígueme —
—seguro —
En otra parte, dentro del propio Siderevs el ambiente y el alcohol comenzaban a elevarse.
Mirases donde mirases encontrarías grupos de personas de diferentes índoles. Desde empresarios, hasta modelos o diseñadores, costureros, celebridades o gente conocida de la industria del entretenimiento, fotógrafos, conocedores.
Conocidos y no conocidos.
—¿viste tu foto? La del vestido de gala azul con gran cola —preguntó Alyssa a Kanae, sentada en una de las mesas, el evento había sido un éxito y todos andaban felices por ello.
—siii, ha quedado precioso el vestido, tuvieron que terminar de cocérmelo mientras lo vestía —
Alyssa miraba su móvil con sorpresa, ahora comprendía por qué se le sinuaba tan bien el traje a su amiga.
Kanae tomó un trago a su bebida mirando su reloj de pulso a cada cierto tiempo, entre saludos y besos cordiales a quien fuese que se le acercaba para felicitarla sentía que no podría dejar la fiesta como tenía planeado hacer.
—¿ya te marcharás? —
—eso quiero pero... —
—si, no he visto a viejo Inoue ¿Dónde estará? —
—es lo que me preocupa —
—mira, entre el viejo y el niño... —
—Si lo tuvieras de frente no le dirías "niño" —aseguró Kanae cruzándose de brazos.
—habrá que ver si se ve igual que las fotos ¿Cuánto mide? —
—1,80, 85, no estoy segura —
—uy, entonces si debe de tener gran-
—¡Alyssa! —
—gran talento para el fútbol, por Kami, ¡no me censures chica! —
Ambas rieron, sabiendo que ella mentía.
—¿viste la encuesta de los chicos más lindos de Blue Lock? —
—¿hicieron una encuesta? —
—en Twitter, si —aseguró Alyssa —y Yukimiya está de primer lugar —
—era de esperarse —
—seh, igual, tu hombre no está de último pero tan solo porque hay otros chicos muchos más lindos —
Kanae bufó por lo bajo —lo sé, los vi —corroboró —pero Karasu-kun tiene algo especial entre el resto... —
—¿"el resto"? Chica, el heredero de los Mikage está entre ellos —
—bah, solo te refieres al dinero —
—no solo eso —
—Disculpen —intervino férreo ente un joven de uniforme —¿Arusawa-san? Inou-sama está por llegar, quiere que le espere en la habitación VIP 3, requiere que vaya de inmediato —
Era el momento. —gracias, iré en seguida —le informó, dejando que el joven se retirara para mirar a su amiga con preocupación.
—no dejes que te atormente, estaré aquí para cualquier cosa —
—pero Alyssa, puedes meterte en problemas y no quiero que tu empresa o tu imagen se malogre —
—da lo mismo, tú llámame y le golpeo las bolas a ese viejo —
De nuevo en esta encrucijada, podía poner mil excusas pero muchas lograban ser atosigantes, el asunto era que ahora que el viejo había hecho algo grande por ella, Inou estaba convencido, dentro de su megalomanía, que ahora debía de devolverle el favor sin importarle dónde o cuando.
—vaya mierda... —refunfuñó Kanae, tocándose el cabello de manera inconsciente.
—ya te dije, si te mudas a nuestra agencia mi señora Afrodita te cuidará—
—eso suena perfecto si no fuese porque sus oficinas están en Sapporo —
—pues vives allá conmigo y listo ¿Cuál es el problema? —
—tú lo sabes —
—oh chica... —
Kanae se marchó, pensando en donde diantres estaría las zonas VIP y en que excusa le daría esta vez al viejo, la de la menstruación estaba muy gastada, la del dolor estomacal igual, la del cansancio era factible... si, podría ser esa. Lo que fuese con tal de irse de allí y encontrarse con Karasu pronto, necesitaba sentir sus fuertes brazos y ser apreciada por esos ojos azules que amaba ver.
Alyssa, al contrario, odió quedarse sola, y rondando por el lugar esquivando gente chocó sorpresivamente en el pasillo exterior con un imbecil que le atropelló, mandándola al suelo. —auch ¿fíjate quiere? —escupió con molestia sin mirar al involucrado.
—lo lamento mucho, ha sido mi error —escuchó.
Unos brazos le tomaron ayudándole a levantarse. Alyssa fruncía el ceño sin mirar a la persona —¿eres ciego o que? —cuestionó con enfado viendo cómo su trago se había derramado sobre su mano y el suelo.
—a decir verdad, si, lo siento nuevamente —
Alyssa levantó el rostro pensando en que más reprocharle cuando notó, entre la oscuridad y la luz, a aquel ser angelical que le sonreía verdaderamente apenado.
—¿te encuentras bien? —preguntó Yukimiya, mirándole fijamente, ella tenía unos tacones bastante altos por lo que quería saber si no se había torcido un pie por el empujón que le dio. Pero la chica no hablaba y ahora se preocupaba por que pudo haber tenido una contusión a causa del golpe —¿señorita? —
—está en shock —respondió Karasu analizando a la joven.
Alyssa giró a mirar al chico tras Yukimiya, y ahora la boca se le desencajó aún más identificando al chico.
Debía de admitirlo, Kanae tenía razón, las fotos no le hacían justicia.
Aquel chico, atlético, alto, y con rostro serio ciertamente estaba adornado por un magnetismo especial, un aura que le rodeaba de galantería sin siquiera necesitar hablar, diferente a la sensación que le daba Yukimiya que era más cálido y amable pero que no le quitaba mérito alguno al de lentes.
—¿te encuentras bien? —le preguntó Karasu viendo cómo ella seguía con rostro sorprendido, luego de 30 segundos ya le parecía preocupante, lo atribuía a una contusión o golpe cerebral.
—estoy bien, estoy bien —se repuso Alyssa, porque en esos segundos un plan apareció en su mente, tan fugaz como peligroso —ella, se fue —
—¿quien? —pregunto Kenyu preocupándose ahora si verdaderamente. —¿segura estás bien? —
—¡Arusawa Kanae! —logró decir Alyssa.
Karasu dio un paso al frente —¿Qué le pasó a Kanae? —
—va hacia la habitación VIP 3 con Inou, de seguro él la obligará a- —
—¿Dónde queda eso? —preguntó Tabito mirando a su alrededor. Parecía que había llegado a tiempo.
—sube las escaleras del fondo de este pasillo —le dirigió Yukimiya
Sin perder tiempo y caminando lo más rápido que pudo con naturalidad subió las dichosas escaleras.
—¿tarjeta? —le preguntó el guardia tras verle.
Karasu supuso que eso era lo que le había dado Yukkey en la entrada así que sacó de su bolsillo una pequeña tarjeta rosada que el guardia apreció y aprobó abriéndole el paso.
Eso fue fácil, ahora el asunto era pensar bien que le diría a ese vejestorio. ¿Cómo sería? ¿Gordo, alto, fuerte, débil?
Sea como fuese, estaba claro que debía de ser contundente con sus palabras, averiguar si lo dicho por Kanae era cierto y si pudiese, alejarla del peligro si es que hubiese alguno en Inou.
Eso pensaba al abrir la puerta enumerada con un 3 en frente, el cerrojo estaba abierta y sin problemas ingresó.
Aliviado de aún no ver a nadie en ninguna situación comprometedora, miró a su alrededor analizando el espacio.
Era una habitación de lujo, con paredes en tonalidad rojo y negro y muebles importados de la mejor gala.
La puerta volvió a abrirse, dejando entrever a una chica de vestido rojo entrar —hola guapo —
Karasu la miró por unos segundos sin mucho interés, no la identificaba de nada —¿Qué hay? —
—¿Quién eres? —preguntó ella, viéndole con descaro de abajo hacia arriba.
—ese es mi línea —le respondió Karasu a la defensiva.
—esta habitación no está reservada para ti —
—¿Cómo lo sabes? —cuestionó, con actitud relajada.
—solo lo se... ¿estas perdido? —preguntó, acercándosele peligrosamente.
En la incomodidad de haber sido descubierto tan pronto, Karasu fue a sentarse en el sofá principal, conservando su porte confiada. —busco a Inou —confesó, sonriendo de lado.
—¿enserio? Yo también... de hecho, me da gusto verte aquí —
—...¿sabes cuándo vendrá el viejo? —cuestionó, concentrándose en su objetivo.
—te me haces conocido...—
—¿yo? Alucinas, tengo un rostro bastante común —
La chica negó, sin dejar de caminar hacia él —no, a mi parecer estás por encima de la media —
—eso es bastante subjetivo, ¿puedes llamar a Inou? Tengo que hablar con él —
—¿de qué tema tan urgente, guapo? ¿No quieres hablar conmigo? —
—No, aléjate —
—que grosero, me gustan los chicos malos —
Por Dios, cuanto hablaba esta tipa, comenzaba a cansarle.
—te dejaré que me ahorques —insistió ella, sentándose en sus piernas. Karasu inmediatamente agarró sus manos queriendo poder levantarse pero ella se lo impedía
—¿de que hablas? Quítate de encima —pidió, forcejeando con ella.
La puerta nuevamente se abrió y ambos detuvieron el forcejeo como si de estatuas se tratasen.
Karasu pudo levantar la vista sobre el hombro de la chica logrando ver perfectamente el rostro de Kanae que iba entrando a la habitación.
La sorpresa mesclada con la decepción marcaban su bello rostro.
Oh no. No me digas que el atrapado en una situación comprometedora fue él.
—¡Kanae, espera...! —quiso detener.
Era tarde, ya se había retirado cerrando la puerta con un fuerte estruendo que se escuchó incluso por sobre la música.
Sus hermosos ojos verdes, invadidos de lágrimas fue lo último que vio de ella.
Y Karasu solo pensaba que, no importaba como lo viese, él era el único culpable.
—
¿Que es de la vida sin un poco de drama?
Gracias por leer y apoyar, ¿será que estamos en la recta final?
