Disclaimer 1: Fanfic sin ánimos de lucro. The Loud House es creación de Chris Savino, propiedad material de Nickelodeon Intl, y está bajo licencia de Viacom International Media y Jam Filled Entertainment.
Disclaimer 2: Los materiales referidos y/o parodiados son propiedad intelectual y material de sus respectivos creadores.
Salva la familia
II
Incomodidad compartida
Royal Woods, Michigan
4 de febrero de 2042
1:50 pm
La primaria Royal Woods
-Después de eso, no lo volví a ver hasta Navidad -relató Ronnie Anne-. Para entonces, los dos teníamos nuestros problemas con la escuela, y eso incluye que intentamos llevar nuestras vidas como si el otro estuviera muy lejos. Y de hecho así fue. Yo me quede en casa de mis abuelos a estudiar la universidad, él se quedó estancado aquí por tomarse un año sabático.
-¿Podrían preguntar algo sobre el trabajo de la señora Loud POR FAVOR? -insistió la maestra, un poco somnolienta.
Para variar, la clase estalló en protestas. De la nada era como si la vida privada de una persona importara más que su trabajo.
-¿Puede decirnos cómo fue que se vieron de nuevo? -pidió una niñita robusta de cabello rubio.
-¿De verdad? -preguntó Ronnie Anne, a lo que media clase asintió- Ok. Cuando lo vi esa Navidad apenas y hablamos, pero cuando llegaron mis vacaciones de primavera las cosas se pusieron un poco… locas.
-¿Locas como cuando papá buscando vender algodón o locas como cuando bebe cerv…? -preguntó Ronnie,
-¡Cerezas! -corrigió Rusty, nervioso y avergonzado de que su hijo revele cosas que era mejor que no se supieran en la escuela- ¿A quién no le gustan las cerezas aquí?
Suspirando hastiada, a Ronnie Anne no le quedó de otra que seguir con su relato.
~x~
Durante la primavera de 2024 la relación entre las familias Loud y Santiago se había relajado pese al incidente en la boda de Lori y Bobby, no así las cosas con Ronnie Anne en lo particular.
El motivo era más que claro. Gracias a los inocentes comentarios de Lily, Lincoln tendría que estar bastante ocupado para no desperdiciar su año sabático, y las opciones eran trabajar en La Hamburguesa del Eructo, ser mesero en el restaurante o mensajero en las oficinas de La Gaceta de Royal Woods. Colgaría decir que, por el hecho de tener horarios mucho más flexibles, se decantó por la última opción, lo que le valió algunas burlas de ciertos conocidos de ser un "niño de mami".
Desde luego, y a como las chicas Loud le dejaron caer la noticia, la misma no sentó nada bien en su ánimo. Sobre todo contando con que sería la primera vez que saldría sola del país si todo salía bien y no fuera a parar a ningún sitio que no fuera Tijuana o, ya que las posibilidades de Cancún eran prácticamente de cero, Puerto Vallarta. Cualquier lugar fuera de esos parámetros hacia abajo no sería bien recibido.
En cuanto llegó a la casa Loud, Ronnie Anne no esperaba que esta estuviera silenciosa. El único sonido que se escuchaba era el procedente del televisor en la sala, lo que solo podía significar una cosa apenas alguien abrió la puerta.
-¿Qué es lo que quieres? -preguntó una mujer que, salvo por la estatura, el cabello negro y la piel morena, le recordó mucho a Sid.
-A Lincoln Loud -respondió Ronnie Anne-. Aquí vive.
-¿No será que te dieron mal el número? -cuestionó la mujer.
-Ya vine aquí antes.
-Voy a hacerte unas preguntas, si es cierto. ¿Qué tiempo tengo de conocerlo?
-¿Desde secundaria?.
-Quinto grado. ¿Sándwich favorito?
-Chucrut y crema de maní en pan blanco.
-Error. Crema de maní con tocino. ¿Posición en los quemados?
-Lateral izquierdo.
-Mal. Centro de la formación. ¿Hermanas favoritas y orden?
-¿Lori y Lynn?
-Último error -dijo presuntuosa la mujer-. Lana, Leni, Lucy, Lily y Lori. Creo que es hora de que te…
-¿Quién es? -preguntó Lincoln desde el interior.
-Solo es una testigo de Jehová -mintió la mujer.
En cuanto salió Lincoln, Ronnie Anne se llevó una sorpresa desagradable. Pensando por un segundo que esa chica era novia de Lincoln, quiso irse a los golpes, pero por suerte ya había pasado por un par de incidentes que le hicieron enfriar la cabeza.
Primero, a los trece. De tanto que Casey, Sameer y Nikki la provocaban con bromas sobre salir con Laird tuvo que darles la razón para que cerraran la boca. Por desgracia, en ese momento el desgraciado pelirrojo estaba mucho más interesado en salir con una chica de la preparatoria, lo que les provocó un fuerte altercado que malquistó su amistad.
Segunda, y más grave, Nikki. Su larguirucha amiga, durante el noveno grado y una vez retomadas las clases presenciales, le dijo que las cosas entre Dodge y Becky estaban mal y la afrolatina quería probar con alguien en lo que se daban tiempo. Lo malo de ello es que Nikki quiso desviar la atención no deseada a Sid solo porque era mucho más tierna. ¿El resultado? No hubo regreso de aquellas dos, Becky se descargó sobre todo contra Nikki y Sid y ella misma.
Para colmo, el peliblanco tenía la pierna derecha enyesada. Aunque la mayoría de los mensajes de apoyo eran de sus hermanas, estos eran más bien una mera formalidad que apenas pasa de un "recupérate pronto o algo así" en un rosa escandaloso o un dibujo tosco de una ardilla y un "mejor suerte para la prúxima" cortesía de Lynn.
-Si fuera testigo de Jehová llevaría falda al tobillo, Patético -replicó Ronnie Anne.
-Por el amor de… ¿hasta cuándo vas a llamarme así? -preguntó molesto Lincoln- Se supone que ya eres mayor, ¿no?
-Cuando me dé Alzheimer. ¿Quién es ella?
Era evidente que Lincoln jamás las había presentado. Tantas veces que le habló de Stella y nunca se había dado la oportunidad, y ahora que la tiene se lleva una para nada grata sorpresa al descubrir que el primer contacto ya fue un desastre.
Una vez que fueron hechas las presentaciones y Stella se fue remarcando que no le tiene ninguna simpatía antes de irse, Lincoln hizo pasar a Ronnie Anne.
-De verdad que tienes amigos muy raros -señaló Ronnie Anne, un tanto desairada por el trato inicial.
-Y lo dice la chica que metió hamburguesas en mi trasero -reviró Lincoln, apoyando su humanidad en unas muletas que le quedaban un tanto bajas al ser de hace unos años que Luna saltó del escenario y cayó mal para tener una fractura limpia que la tuvo medio año en reposo casi total.
-Tenía que divertirme con alguien, ¿qué esperabas? -replicó la latina, excusándose, antes de cambiar el tema- ¿Quién más está contigo?
-Se suponía que Lisa se iba a quedar conmigo por cualquier cosa pero está en su búnker, Lucy está encerrada en su cuarto y las gemelas salieron.
-¿Y Lily?
-Con mamá, hoy le toca su examen médico.
Mientras hablaban, Lucy ya estaba camino de la entrada. La adolescente vestía ya un pantalón de mezclilla negra ajustado, una sudadera blanca gastada y llevaba en el cabello un broche de moño violeta con una calavera en el centro. Por adorno, únicamente usa un aro en la nariz por el que recientemente entró en pleito con sus padres, motivo por el cual estaba castigada.
-¿A dónde vas? -preguntó Lincoln.
-Con mis amigos al Grano Quemado -respondió Lucy.
-Mamá dijo que no podías salir.
-Pero no está.
-Ya sé que no está.
-¿Entonces vas a…?
-Antes muerta que obedecer cualquier cosa que me digas -respondió Lucy, caminando a grandes pasos sobre la acera.
-Bien, mamá dijo que no podías salir -dijo Lincoln en voz alta.
-Gracias por repetir lo obvio, Lincoln.
-Pero no dijo nada de invitar a nadie.
Viéndola parando en seco, Lincoln reparó en que Lucy volteó su cabeza y mostró lo más cercano a una sonrisa en meses. Y si el flequillo no ocultara su mirada, esta señalaría que está de acuerdo en un modo tenebroso.
Empero, siempre hay algo que provoca que las cosas no salgan como está previsto, y ese algo, por increíble que suene, es Lana.
Desde los ocho, Lana ha tenido a mal en reconocer que algunos de los hábitos de su hermana empezaron a permear, y no precisamente los mejores. Peor todavía, lo hace de forma inconsciente. Así, las salidas de Benny y Luan a menudo tenían que ser con un chaperón, la relación de Gavin con Leni se fue al caño porque se le escapó que los encontró en Vanzilla tras el cine y provocó que Lincoln recibiera una buena bofetada de parte de Amelia hace dos años por los dibujos que hizo de esta.
En ese momento, Lana había entrado por la puerta trasera de la casa. Buscando cebollas encurtidas para beberse la salmuera, escuchó la charla de Lincoln con Stella y Ronnie Anne primero y luego con Lucy. Sabía que la primera se ofreció a cuidar de su hermano por hoy y la segunda llegó de sorpresa, pero de Lucy, eso es algo que intenta reprimir.
Ronnie Anne, por su parte, no puede negar que la casa Loud es bastante rara ahora que casi la mitad de sus ocupantes están haciendo su vida. Fuera de tener que compartir espacio con Lori en el edificio y que ella está al pendiente de sus asuntos 24/7, le sorprendió saber que Leni se está quedando en una casa de estudiantes a las afueras de la universidad comunitaria, que Luna tuvo que volverse acústica por causa de una novatada hace unos años y las cosas entre Benny y Luan estaban algo gastadas gracias al trabajo de él en una planta de Chevrolet. Para Lincoln, en teoría, debía suponerle menos trabajo, pero ya con cuatro de las chicas restantes entrando a esa horrible brecha de su vida que es la menstruación, pero los hechos remiten a que es cada vez más difícil llevar la casa cuando sus padres no están, siendo Lucy la prueba de ello pese a ser la más tranquila por mucho.
-Ponte cómoda -dijo Lincoln-, iré por algo a la cocina tan rápido como las muletas le permiten.
-No te molestes, ya voy -replicó Ronnie Anne yendo tras el chico.
-Se lo pediría a Lisa, pero ya sabes. "Podría estar creando la vacuna para la influenza A-H3N5, pero prefieren que sea la enfermera de un herido autosuficiente" -apuntó Lincoln remedando la voz ligeramente nasal de su hermana en tono de burla y sacando una risa de la latina antes de encontrar a Lana-. ¿No se suponía que ibas con Kayla?
-La castigaron porque su perro atacó a la ardilla mascota de su vecino.
-No es tan grave.
-Lo es porque provocó que atropellaran al papá de Kayla.
-Eso si es grave -lamentó Ronnie Anne.
-¿Y tú no tendrías que estar en casa? -preguntó Lana.
-Ah, pues…
-Descuida. Evitaré decirle nada a nadie -prometió Lana.
-Eso espero -dijo Lincoln-. No quiero tener a mamá encima echándome un sermón como cuando le dijiste lo de Mollie.
-¡Pero Lola dijo que se lo merecía! -acusó Lana.
-Eso no les daba derecho de meterse.
Molesta, Lana se retiró tras dar un trago generoso a la salmuera de las cebollas y soltando un sonoro eructo que, en palabras de Ronnie Anne, apestaba a cadáver.
-¿Tú y Mollie? -cuestionó la latina arqueando una ceja.
-Fue hace dos años -objetó Lincoln.
-Creí que se había largado del país.
-Es más difícil que eso, porque…
Estuvo a punto de contarle cuando su madre y Lily llegaron. Mientras Lily vestía de camiseta negra y falda y casaca lilas, Rita volvía al pantalón de licra con elástico violeta y a la camiseta de color salmón que usaba cuando Lincoln vino al mundo.
-¿Qué te he dicho de mantener esa pierna en reposo? -preguntó retórica Rita.
-Lisa se encerró en su búnker -respondió Lana desde la sala.
-¿No dijiste que Stella se quedaría contigo? -volvió a preguntar Rita.
-Se fue porque vino Ronnie Anne -afirmó Lana.
-¡Lana! -protestó Lincoln.
-¡Mamá preguntó!
-¿Por qué no vas por un bocadillo? -ofreció Rita.
-Ya dejó las cebollas sin salmuera -dijo Lincoln, delatando a su hermana.
En respuesta, Lana soltó un nuevo eructo, cuyo hedor alcanzó a Lily y la mandó al suelo antes de irse.
-¿Crees que esté bien? -preguntó Ronnie Anne.
-Dale unos minutos -dijo Rita-. ¿Cómo has estado?
-No me quejo, señora Loud.
-¿Y cómo han estado Roberto y mi bebé? -dijo Rita, deseosa de noticias.
-¡Oye! -reprochó Lily, un tanto celosa por esa misma prerrogativa.
-¿Cómo decirlo? No me hablan, no llaman… -respondió Lincoln-… apenas y uno sabe nada.
-Estoy igual que ustedes -admitió Ronnie Anne-. No soy de compartir la vida privada de nadie, pero creo que… no están bien.
-¿Qué no estaban muy enamorados? -preguntó irónico Lincoln, sirviendo una jarra de naranjada.
-Todo lo que sé es que Lori se va a trabajar, llega cansada y Bobby dejó el mercado. ¡Es como si se hubiera vuelto mi abuela si ella no supiera cocinar!
-Eso es raro -dijo Lincoln, dudando un poco antes de tomar asiento en la mesa de la cocina.
-Y más si tu familia tiene la costumbre de meterse donde no la llaman.
-¡Lincoln! -reprendió Rita.
-Es en serio, señora Loud. A él le consta porque muchas veces toda la familia iba a escuchar cualquier cosa por cualquier motivo. Les encantaba querer asegurarse de que Lincoln y yo somos novios cuando ni al caso.
-A mi no me gusta que use falda -dijo Lincoln, algo burlón.
-Y a mi que use pantalón para dormir.
-Me desagrada como deja oliendo mi suéter cada vez que voy a Great Lakes City cuando se limpia el sudor -bromeó Lincoln.
-Y a mi el tatuaje que se puso de una chica desnuda con un letrero que dice "Mamita cachetona" en el trasero.
-No me hice un tatuaje -respondió Lincoln
-El pantalón, Lincoln -ordenó Rita.
-¿Qué?
-Que te bajes el pantalón -reiteró Rita con tono y cara de pocos amigos.
Los siguientes minutos le parecieron graciosos a Ronnie Anne, pues esa discusión se convirtió en una loca persecución tan rápida como el chico podía avanzar con sus muletas por toda la casa entre madre e hijo a la cual se sumaron Lana y Lily. La latina, muerta de risa, estaba más que encantada con el resultado. Después de todo, es el precio justo que debía pagar por haberla plantado la Navidad pasada sin más excusas que el haber tenido trabajo extra por culpa de una de las repisas defectuosas de Flip.
Para cuando le dieron alcance al peliblanco, la puerta se abrió de par en par. Tras Lucy, estaban Haiku (con un vestido corto vino tinto desgarrado de estilo cola de pato), Boris (con todo y su eterno estilo a la Bela Lugosi), Morpheus (que parecía haber vuelto inusualmente bronceado), Dante y, cosa sorpresiva y totalmente ajena al grupo, una chica que a Lincoln le trae a menudo serios dolores de cabeza, Taylor, que solo venía a dejarle un pequeño paquete del que, a futuro, a Ronnie Anne no le gustaría hablar.
-Creo que llegamos en un momento inoportuno -acotó Boris.
-¿Qué les dije? -dijo triunfante Dante- Por fin la mamá de Lucy sucumbió a…
-Silencio, Dante -cortó Morpheus-. La señora Loud no es capaz de semejante acto de íncubos como para caer en él.
-¡Pero le quiere quitar el pantalón!
-¡Ven aquí! -gritó Rita, molesta todavía- ¡Solo quiero ver ese tatuaje para que Lisa lo retire con láser!
-¡Que no tengo nada, rayos! -insistió Lincoln antes de que Lana le metiera zancadilla, acto tras el cual Rita procedió a quitarle el pantalón a su hijo.
-Eres odioso cuando estás de suerte -silbó Haiku, sacando un billete y pagando en el acto.
-Boris no tiene cambio de cincuenta. ¿Aceptas centavos? -dijo Boris, apenado.
-¿Cuándo le dirás a mi hermano que tú eres la del tatuaje? -preguntó Lucy, dirigiéndose a Ronnie Anne.
-Cuando me case.
-¿Y eso cuándo será?
-Cuando el infierno se congele.
~x~
-Por desgracia, no le encontraron el tatuaje -terminó de relatar Ronnie Anne, para bochorno de la maestra y de la mayoría de los padres, omitiendo algunas partes que recordó mientras contó la anécdota.
-¿Y qué pasó con el papá de Rochelle? -insistió un niño bronceado con flequillo negro.
-Me dejó de hablar mucho tiempo -respondió Ronnie Anne, un tanto melancólica sin perder el aire jocoso con que habló-. De hecho, no nos hablamos hasta la víspera del Día de los Muertos del año siguiente.
-Alguien, por favor, ¡quien sea! ¿Tiene una pregunta sobre el trabajo de la señora Loud? -preguntó hastiada la maestra Petersburg.
-¡Cuéntenos más cosas de usted, señora Loud! -pidió el hijo de Rusty, sabedor que esto ya le ganaba por mucho a su presentación.
Arrinconada de nuevo por la aclamación popular, tomó aliento y procedió a relatar.
-Ya que su maestra insiste, una de las ideas sobre lo que hago para ganarme la vida empezó justo por ese tiempo.
Mirando al techo, Ronnie Anne se preguntaba dónde demonios se había metido Lincoln, presta a lo que siga.
~o~
30 de Julio de 2023
Ronniecoln Week
Día 3
Familia
Tal vez si me haya excedido un poquito. Tomando el mismo chiste que entre ellos era usual hasta que el staff vio que era cansado, pero bueno... el chiste debía de terminar en algún punto.
Por suerte, yo no estoy ni lejos de formar parte del staff de la serie.
De menos las cosas no pudieron salirme mejor. Solo espero no terminar a destiempo como es mi costumbre. Mientras, a responderles si no aparece mi hermana, que debe estar molesta por algo que haya hecho mal... no malentiendan. La quiero, pero si necesito algo que le dé vida a mi vida en este punto es que alguien ande detrás de mi. Ahora, veamos...
¿Nada por aquí, por allá o por acullá? Ok. Puedo esperar.
Mañana, tomen su disfraz y no lleguen tarde sin pensar lo que Charlie Brown, que todo sea mentira. Por ahora...
Sigan sintonizados
Sam the Stormbringer
