Disclaimer: Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi. Solo la historia es de mi autoría.

Este One-shot participa en el día domingo 30 de Julio «Consecuencias de nuestro amor», del #RanKaneWeek2023 organizado por la página Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma.


La profecía del Basilisco y el Dragón Carmesí


Reino de Los Basiliscos.

—¡Lo tenemos! ¡Cierren las cadenas, en especial alrededor del hocico! No te muevas maldito escupe fuego. Como que me llamo Ryōga Hibiki; juro que esta vez no escaparás.

—¡Maldito tramposo, Ryōga! ¡Usaste a Akane para distra-!

—¡Cállate ya! —El teniente cerró el seguro de la argolla que le rodeaba el hocico al Dragón Carmesí—. ¡Rápido, doctor Tofu! ¡El inhibidor de transformación!

—¡Sí! —respondió el aludido y corrió hacia donde estaba el teniente Hibiki. Sacó una gran jeringa de su maletín y la preparó, pero antes de inyectar el inhibidor en el cuello de la enorme bestia, la furia en los ojos del dragón congelaron las acciones del doctor.

El teniente Hibiki le habló:

—Doctor…

—¿Ah?

—¿Qué le pasa? ¿Por qué no lo inyecta?

—¡Oh! Lo siento, teniente. Es que… no imaginaba que fuera una bestia tan imponente. Estoy… impresionado.

—¡Vah! Nos ofende doctor. Le recuerdo que se encuentra en el reino de los Basiliscos, y estoy seguro que, si usted viera la transformación de cualquiera de nosotros, sus impresiones cambiarían.

El doctor esbozó una sonrisa ladina; parecía que acababa de recordar algo muy agradable. Y mientras inyectaba el inhibidor en el cuello del Dragón Carmesí, dijo:

—Los Basiliscos son grandiosas criaturas también. La verdad es que, ya he visto la transformación de una. Y, en mi opinión… lucía muy hermosa —la última gota del líquido fue introducida en el torrente sanguíneo de Ranma—. Ya está —añadió el doctor.

Hibiki comentó interesado:

—Por su rostro sonrojado, imagino que habla de Su Alteza Kasumi.

El aludido rascó su cabeza con vergüenza y nerviosismo. Pensó que sus palabras habían salido de su boca sin el debido permiso. No obstante, confirmó que, en efecto, sí hablaba de ella.

El teniente indagó otra vez:

—Doctor, usted la salvó de morir. Probó el inhibidor en ella y así, pudo sanar las heridas de su cuerpo.

—Sí. Pero el costo fue muy alto. Con el inhibidor, Su Alteza Kasumi perdió su poder de transformación y, aunque ella no perdió su magia, jamás podrá volver a mostrarse como un Basilisco. Así que, no me siento orgulloso de eso.

—Pero ella está viva y eso es lo que importa. Su Alteza Kasumi sabe que usted no tuvo otra opción; está agradecida con usted.

Tofu negó con la cabeza y dijo:

—En realidad, es al revés. Su Alteza Kasumi llegó a mi vida justo cuando yo me estaba pudriendo en la soledad y el caos de mi mundo científico. Con su dulzura, ella reparó mi alma, mi espíritu y mi corazón. No puedo estar más en deuda con ella, y con su reino.

—Comprendo. Sin embargo, lo que no entiendo, doctor, es por qué le pidieron recrear el inhibidor para inyectarlo en Ranma. Creí que Su Majestad Soun simplemente, lo devoraría de una vez.

—Bueno, en realidad, teniente Hibiki, creo que no quieren matar al dragón. Al parecer, Su Majestad solo planea dejarlo fuera de combate.

—¿A qué se refiere, doctor Tofu?

—Verá, teniente. Este inhibidor es más avanzado que el que usé en Su Alteza Kasumi, con esto, Ranma, no solo perderá su poder de transformación, también perderá su magia; él, dejará de ser el Dragón Carmesí y pasará a ser un simple mortal más. Me pregunto, ¿qué cosa tan horrible habrá hecho esta criatura para molestar tanto a Su Majestad Soun Tendo, como para que quiera romper tan profundamente el orgullo de este dragón?

El doctor guardó la jeringa vacía en el maletín y a Ryōga le pareció extraño que junto a esta, había otra jeringa cargada con más líquido inhibidor. Iba a preguntar al respecto, pero luego, el teniente Ryōga pensó que, tal vez, el doctor Tofu había traído otra dosis, solo en caso de que la primera jeringa sufriera algún daño. Así que, barrido ese pensamiento, el teniente Hibiki retomó el hilo de la conversación:

—¿Realmente no lo sabes, doctor? ¿No te habló de eso, Su Alteza Kasumi?

El doctor Tofu negó con la cabeza. Entonces Ryōga lo soltó de una vez:

—Ranma y Su Alteza Akane se enamoraron.

El doctor Tofu lo miró confundido.

—¿Mm…? Y eso… ¿es algo malo? Es decir, ¿todo esto es por los celos de un padre?

—Es mucho más que eso, doctor. El amor entre Dragones y Basiliscos está prohibido.

—¿Por qué lo estaría? ¿No se supone que pueden también llevar una vida parecida a la de los humanos? Digo… No siempre usan su transformación. —cuestionó el doctor, preparándose para oír un argumento absurdo.

El teniente Hibiki respondió:

—Porque si ellos dos, unen sus poderes en un vínculo genuino de amor; la profecía se cumplirá.

Las cejas del doctor se arquearon, a la vez que, en un gesto de duda e impresión, cuestionó:

—¿La… profecía?

—Si. —Ryōga citó—: «Cuando el descendiente de Dragones más fuerte de su especie y la tercera hija de un rey Basilisco den a luz a su primogénito; la bestia neonata absorberá, por medio de sus progenitores, el poder de todas las criaturas bendecidas con el toque mágico de la transformación, regresándolas a su origen ordinario. Y lo siguiente que seguirá será la devastación de todos los reinos mágicos».

—Vaya… Ya veo.

Sin embargo… después de que Tofu se enteró del amor de Akane por Ranma; el doctor halló preguntas en su cabeza:

«Hay algo que no entiendo. Su Majestad Soun me pidió que creara este nuevo inhibidor, pero luego, Su Alteza Akane fue en persona a pedir que fabricara una segunda dosis. Me hizo prometer discreción al respecto… Me pregunto… Si un inhibidor es suficiente para acabar con el poder de Ranma, entonces, ¿para quién será el segundo inhibidor?».

De pronto, una voz femenina que se plantaba con carácter frente a ellos, les gritó:

—¡¿Por qué tarda tanto en hacer efecto el inhibidor?! Su forma de Dragón no ha cambiado, ¡tampoco ha disminuido su fuerza!

—Su Alteza Nabiki —saludó el científico.

La segunda hija del rey Basilisco le habló:

—¡Doctor! ¡¿Cuánto más habrá que esperar?!

—Bueno… en Su Alteza Kasumi tardó un par de horas, pero ella es un Basilisco, no un Dragón, además, el cuerpo de Su Alteza Kasumi es más delicado, aunado a que, este inhibidor es distinto. Otro factor, es que Ranma tiene una gran voluntad y está luchando contra los efectos… tal vez, por esta razón, él resista unas cuantas horas más.

—Eso es malo —expresó Nabiki—. ¡No sabemos cuánto tiempo más soportarán estas cadenas!

Desde un lugar alto y privilegiado del reino, el Rey Basilisco, Soun Tendo observaba todo lo que estaba pasando con el Dragón Carmesí.

Soun le habló a su Chambelán:

Shinnosuke, qué pasó con Akane.

El aludido respondió:

—Majestad. Tal como usted ordenó. Su Alteza Akane se encuentra custodiada en la torre. Mis hombres harán lo posible por retenerla allí, hasta que todo termine.

—Dudo que lo logren por mucho tiempo. Así que, espero que terminemos con esto rápido. Akane no debe presenciar esto.

Sé que la estoy haciendo sufrir, pero no tenemos más opción. No puedo sacrificar a todos por este maldecido romance. Akane tendrá que entenderlo. Y considerando que no lo estamos matando, tal vez, algún día podrá perdonarme.

—Majestad, sus intenciones son genuinas, Su Alteza, tarde o temprano lo entenderá y perdonará. Además ella es joven, podría enamorarse de alguien más.

—Veo que no te has rendido, Shinnosuke.

—Eso jamás, Majestad.

—Bien. Eso me agrada, tengo una muy buena impresión de ti.

—Gracias, Majestad. Me halaga.

De pronto, un estruendoso ruido provino desde la torre, como si parte de los muros hubieran estallado. Y todos supieron de inmediato lo que estaba pasando, pues seguido de eso, el grito desesperado de la tercera hija del Rey Basilisco lo confirmó.

Akane transformada en Basilisco, saltó desde la torre hasta el patio donde Ranma seguía inmovilizado. De un coletazo, Akane arrojó lejos al teniente Hibiki, quien se hallaba en su forma humana. Y atacó a Nabiki para alejarla de su amado Dragón Carmesí. Solo el doctor Tofu se salvó de aquella explosión de ira y sin mover un solo músculo; ahí se quedó. En seguida, Akane deshizo su transformación.

—¡Ranma! —Akane le quitó la argolla que le cerraba el hocico.

—Akane…

—Amor… no luches más. Prometo que estarás bien… Los dos lo estaremos.

Akane se puso de pie y enfrentó la mirada indescifrable del Rey.

—¡Padre! A partir de hoy, yo… ¡He desertado!

—¡¿Qué dijiste?! —resonó la voz del rey irrumpiendo en el aire, seguido por los cuestionamientos que sonaban como eco entre los presentes.

—Akane, pelearé junto a ti. Solo tienes que liberarme. Aún me queda algo de tiempo y fuerza en esta forma.

—Ranma, ya está decidido. Encontré un modo de romper la profecía.

—¡Nunca me ha importado esa mierda! Nunca voy a aceptar separarme de ti. ¡No me importa lo que pase con el mundo! Incluso si tengo que matarlos a todos y quemar todos los reinos, ¡no te dejaré, Akane!

—Entonces, Ranma… confía en mí. Todo estará bien. Pero por favor, no me culpes por lo que haré. —Akane beso la mejilla del Dragón. En seguida se giró hacia Tofu—. Doctor… El inhibidor que le pedí.

—¿Qué…? ¿Por qué te culparía? ¿Qué… qué pretendes hacer, Akane?

El doctor le entregó la nueva jeringa a Akane.

—Ranma, confía en mí. Este es el único modo de que estemos juntos sin lastimar a los demás.

—¡¿De qué hablas?! Yo confío en ti, pero no entiendo lo que intentas hacer. Yo… —Ranma sintió que perdía su transformación de Dragón—. No… no, no, no, ¡no! ¡Maldita sea! Me estoy volviendo humano.

Nabiki, quien había sido lanzada lejos por su hermana menor, regresó sacudiéndose el atuendo, y furiosa exclamó:

—¿Otro inhibidor? Doctor, ¡explique esto! ¡¿Para qué es esa otra jeringa?!

—Nabiki —respondió Akane sin dejar hablar al aludido—.

Le ordené al doctor Tofu que fabricara otro inhibidor. Padre pidió uno para Ranma; yo le pedí este para mí.

Nabiki miró al doctor Tofu, con ojos acusadores.

—El doctor Tofu no es culpable, ni cómplice. Él solo siguió mis órdenes. No le di derecho de hacer preguntas y le exigí discreción, de lo contrario… lo amenace con que me lo tragaría.

—¡Akane! Hija… deja de decir incoherencias. Por todos los dioses, ¡Vuelve a tus cabales!

—¡Ash! ¡Hermana tonta, perdiste la cabeza por este idiota! ¡Lo mataré!

Nabiki se transformó en dos segundos y en la misma cantidad de tiempo, Akane lo hizo también. Akane se interpuso en el camino. Luego exclamó determinada:

—¡Aléjate de él, Nabiki! Eres mi hermana, pero si tu o cualquiera de ustedes le hace daño a Ranma. No dudaré en lastimarlos.

Soun comenzaba a apanicarse. Lágrimas de sus ojos, brotaban como cascadas de agua por su rostro. Mientras decía:

—Akane… Hija mía, ¡razona! Eres la futura reina de los Basiliscos. ¡No podrás gobernar siendo una humana ordinaria!

—Padre, ya renuncié a la corona. No solo Ranma perderá el toque mágico de transformación y los poderes que conlleva, también lo haré yo. No me importa gobernar, no, si a cambio podré tener una vida con él. Quiero ser feliz, padre. Y si no hago esto, me temo que sufriré y me odiaré cada día de mi vida por alejarlo y por haberle arrebatado todo al hombre que amo.

—¡Akane! ¡No permitiré esta locura!

—¡Padre, no querrás luchar contra mí!

—Perdiste el juicio, Akane. No me dejas opción —Soun era un mar de mocos y lágrimas, pero intentaba a duras penas continuar su rol como rey—. No me quedaré de brazos cruzados viendo cómo arruinas tu vida. —Soun se puso de pie, limpió su rostro con las mangas de su atuendo y ordenó—: ¡Todos! ¡Activen su poder de transformación! ¡El Dragón Carmesí está indefenso! ¡Mátenlo!

Akane exclamó horrorizada:

—¡No! ¡Padre!

Nabiki tomó las riendas.

—¡Doctor, quédate con Ranma! Me encargaré de Akane y luego me tragaré al ex-Dragón.

—Antes, tendrás que matarme —contestó la tercera hija—. Además, ya no puedes ordenarle nada al Doctor, Nabiki. Él, ya no es cualquier persona aquí; Kasumi lo reclamó como esposo hoy.

—¡Ay! ¡No puedo creer que mis hermanas sean tan estúpidas! —recriminó la segunda hija.

Mientras que el doctor Tofu estaba congelado con la noticia, pues se acababa de enterar que pronto dejaría de ser soltero. No podía ni siquiera expresar lo feliz que estaba, pero entre palabras cortadas articuló:

—Co-como… Espo…¿Como esposo? —A continuación, Tofu cayó de costado contra el suelo.

—Genial, se desmayó… —comentó Nabiki, con su fluido sarcasmo. En seguida le ordenó a Ryōga.

—Teniente, vuelve a tu forma humana y recoge las jeringas. —Pero en cuanto terminó la frase. Nabiki recibió una mordida de Akane—. ¡¡¡Ahhh!!! ¡Eso me dolió, Akane!

—Entonces no me des la espalda y pelea.

Ryōga tardó un par de segundos en deshacer su transformación. Buscó el maletín y cuando fue a recogerlo con su mano. Otra delgada y blanca mano se adelantó.

—Teniente Hibiki… —Kasumi le sonrió con ternura—. Por favor… le pido amablemente que no toque las cosas que le pertenecen a mi futuro esposo.

—Su Alteza Kasumi…

«¡Aay…! Me lo pide tan dulcemente que es imposible decirle que no»

—Kasumi. ¿Qué haces aquí? Hija, deberías estar descansando —habló Soun, aunque considerando la furia y preocupación que en ese momento lo gobernaba; el tono de voz dirigido hacia su primogénita fue suave y querendón.

—Padre —habló Kasumi con su dulce voz que envolvía el corazón de todo aquel que la oía, cuyo mayor efecto, se producía sobre su padre. Por supuesto, esto era algo que todos los Basiliscos sabían—. ¿Por qué no accedes a la petición de Akane? ¿Acaso también vas a matar al doctor Tofu porque me convirtió en una humana sin el poder del toque mágico de la transformación?

—Esto es diferente, Kasumi. El doctor te salvó la vida, él, no tuvo otra opción. Y le estamos agradecidos por eso. Ahora… Te pido por favor que no te involucres en esto.

—Padre, perdí mi transformación, pero no mi derecho a hablar.

—Lo sé, hija, pero…

—Padre, lo mío no es muy diferente de lo que Akane está dispuesta a hacer. Yo quería seguir viviendo y conocer más al doctor Tofu. Akane quiere vivir su amor con Ranma sin dañarlos a ustedes. No puedes negar que todo es verdaderamente injusto para ellos dos. Y sin embargo, a pesar de dicha injusticia, Akane está dispuesta a sacrificarse junto a Ranma para salvarnos de la profecía. No hay necesidad de lastimar más a este orgulloso Dragón. Solo… Deja que ellos lo resuelvan a su modo.

A Soun le tembló el mentón. Kasumi hablaba demasiado bonito y todos se conmovían y se embelesaban con sus palabras.

Como un niño regañado por su madre, Soun replicó:

—Pero Kasumi, yo…

—Responde esto, padre. Si ellos como humanos ordinarios, sin poseer ninguna clase de poder, conciben a su primogénito, ¿no te parece lógico que ese niño no tendría cómo absorber si quiera una pizca de poder?

—Sí, pero… Akane es mi heredera.

—Papá… —Cuando Kasumi llamaba a Soun de este modo, tal como si fuera una especie de extraño poder; el corazón del rey Basilisco caía rendido y se ablandaba—. Sabes que Nabiki también sería una buena heredera. Ella siempre ha querido ese poder, solo que, no es capaz de decirlo.

—¡Hey! No hables por mí, aguafiestas. Conmigo no funcionan tus hechizos.

Kasumi rio con ternura y elegancia.

—No es un hechizo, Nabiki. Esto es la verdad. Todos ustedes deben aceptarlo —Kasumi le entregó la jeringa a Akane, y esta se lo agradeció con un gran abrazo.

—Akane… No es justo. —replicó Ranma debilitado. Acurrucado en el suelo en su forma definitiva; la de un humano ordinario.

Kasumi acarició la cabeza de Ranma, lo miró con ternura y le dijo:

—Todos deben respetar la decisión de Akane. Tú también Ranma. Si la amas, serán felices en cualquier forma.

Akane clavó la aguja en su brazo y vació en sus venas el inhibidor.

Se arrodilló, besó en los labios a Ranma y este respondió con fervor.

Así, la tercera hija perdió el poder de la transformación y toda la magia que el toque mágico de la tierra le concedió.

[...]

Una nueva vida en la que se aprendieron cosas interesantes siguió su curso. La mente, el cuerpo y el espíritu siguieron trabajando con una disciplina nueva que Ranma creó. Para felicidad de todos los dragones y los Basiliscos; un primogénito, sano, fuerte y absolutamente ordinario; nació producto de un genuino y fortalecido amor. Los reinos celebraron dichosos, pues aquella horrible profecía fue rota y jamás se cumplió.

Fin.


N/A: ¡Hola queridines! Espero no sea demasiado tarde para entregar mi aporte en este #RankaneWeek de Mundo Fanfics Inuyasha y Ranma. Pero no quería quedarme sin hacer aunque fuera una pequeña historia.

Agradecida siempre de esta bonita comunidad que constantemente apoya a los fickers y nos dan estos bellos espacios para crear y hacer trabajar el cerebro XD.

Espero les guste esta historia de fantasía. Abracitos. Los adoro. Y si pasaste por aquí; mil gracias de todo corazón.

~Phanyzu~