Notas: La historia está situada entre BOTW y TOTK de la saga de videojuegos The Legend of Zelda, es una historia de romance. Tiene mucho tiempo que no escribo así que una disculpa sino esta bien redactado.

PD. La historia ya está completa pero la iré publicando poco a poco.

Ay este capitulo me encanta, Impa y todo jajaja amo a ese personaje

No daré muchos detalles pero espero disfruten leerlo así como yo casi lloro de la ternura escribiéndolo

Abajo pondré alguna justificación para no dar spoilers aquí

Gracias por leer uwu


Dos días habían pasado y la mañana de partir había llegado demasiado pronto, Zelda pudo observar como el sol se colaba por las cortinas abrazada a link pendiente del ritmo suave de su respiración mientras trazaba con sus dedos formas aleatorias sobre el pecho desnudo del espadachín que tenía muchas cicatrices, no paso mucho rato para que el la mirase, despertando sin tener muchas ganas de hacerlo, sabiendo que ese día emprenderían el viaje que les separaría, "serán solo unas semanas" se animó ella sin saber que él hacía lo mismo. Habrían pasado más de 100 años la última vez. Un par de semanas no eran nada...

Tras un suspiro y besarla por largo rato, ambos empezaron a prepararse para el viaje. Había silencio, cada quien estaba atrapado en sus propios pensamientos, sin querer romper la aparente calma que había en el lugar, Zelda había preparado una maleta con la ropa que link le había conseguido con la modista del pueblo, algunos libros de su estudio y su diario, Link por su parte se había armado, llevaba su túnica azul, aquella que le hacía recordar su época como caballero, flechas, la espada maestra y un escudo hyliano, en su alforja sabría Hylia que tanto llevaría pero supuso que iba bien cargado después de todo tenía experiencia en misiones imposibles, verlo de aquella forma le hizo recordar aquellos días en el pasado llenándose de nostalgia, se detuvo en la sala aferrando su pequeña maleta mientras se giraba hacia el cuadro que había mandado a enmarcar de aquella foto que pudo conservar pese a los años, sus amigos, Link y ella..

- ¿Estas lista? - Zelda asintió mirando el cuadro, su mirada paró en Urbosa, dejó escapar un suspiro, link siguió la mirada de la rubia. Apretó los labios sin saber muy bien que decir.

- Vamos.. - Zelda se dirigió a la puerta. Con Link detrás él la detuvo sosteniendo su mano.

- Es temporal - Quiso explicar. Ella bajo el rostro no quería llorar frente a él otra vez, aquello era difícil para los dos no quería ser una carga más que el tuviese que llevar a aquel viaje.

- Lo se... - Se giró despacio, ofreciéndole una sonrisa suave que no llegó al verde de sus ojos. Él lo notó, por lo que la atrajo. Abrazándola, ella no pudo resistirse al aroma de Link, lo sintió hundir su rostro en la frondosa mata de cabellos dorados detras de su cuello, dejando caer la maleta al suelo, se aferró a él rodeándolo con sus brazos.

- Cuando regresemos hagamos de este nuestro hogar.. - Propuso, Zelda levantó el rostro entonces. Un ligero rubor acudió a sus mejillas regresándole el color.

- Pensé que ya lo era - Murmuró enternecido a Link, él le acaricio la mejilla con suavidad antes de inclinarse rozando en el camino su nariz con la propia.

- Tienes razón.. - Ella sonrió y se levantó lo suficiente para besarlo. Suave y largo, sellando de esta forma aquella promesa.

Tras aquel beso. Se encontraron en el camino que les esperaba, acordaron no hacer paradas para ahorrar tiempo por lo que en aquel viaje Link consiguió una yegua dócil para Zelda, pese a no haber montado a caballo en mucho tiempo, no le costó mucho acostumbrarse a la sensación de nuevo. Pronto dejaron atrás la casa, el pueblo y se encontraron en un largo viaje a Kakariko.

Aquello le traía recuerdos de cuando juntos viajaron por el reino buscando aliados. El como su guardián, protegiéndola del peligro a todo momento, si lo pensaba sinceramente con él nada le parecía imposible. Se sentía completa y protegida. Quizá dependía mucho de él después de todo.

Cabalgaron por los senderos del reino, ambos conocían las tierras por lo que no hubieron percances para detenerse a encontrar la ruta correcta. No se detuvieron siquiera a comer, Link en el fondo, no quería parar. De hacerlo temía dudar y llevarla con él, nunca había sido de aquella manera siempre era seguro de sus decisiones, nunca dudaba, pero en aquel momento sentía que si se distraía el temor a perderla lo dominaría. Recordar el ataque que había sufrido le helaba la sangre y solo eso lo movía, no debía dudar.

El viaje que antes les habría tomado día y medio les tomó un día entero sin pausas.

Poco a poco en la penumbra de la noche se alcanzó a ver Kakariko, un pueblo posicionado sobre colinas, pintoresco y agradable. Un lugar donde sabía que cuidaría bien de ella.

Se adentraron en el pueblo dirigiéndose a casa de Impa. Deteniéndose en la entrada, era muy tarde había muy poca gente en los alrededores.

A Zelda le dolía en cuerpo por el recorrido y sentía las piernas entumidas para ese momento, observo como Link se bajaba de su caballo, sintiendo temor de hacer lo mismo y desmoronarse en el suelo. Él lo notó, se acercó a ella acariciando a la yegua.

- ¿Te ayudo? - Preguntó, Zelda asintió y él se paró frente a ella, la rubia pasó una pierna sobre el caballo con poca gracia y dificultad cayó sobre los brazos ya preparados de Link, ella se sonrojó enseguida, las piernas le temblaron y no pudo sostener su propio cuerpo. El agarre de Link era fuerte y firme cuando le miró sonreír - No se preocupe princesa, yo la puedo cargar - Zelda frunció el ceño pero aunque lo hubiese querido, no pudo dar un solo paso sin su ayuda.

La guio para que se sentase de mientras en las escaleras que daban a la puerta principal. Llevando a los caballos a su zona de descanso donde les esperaba agua y comida. Zelda lo observó en aparente calma, aunque algo se sentía pesado en su pecho, se abrazó a sí misma buscando confort, entonces se abrió la puerta tras sus espaldas.

- Están aquí - Escucho una voz familiar, Zelda se giró encontrándose con Impa. Pese a todo le resultó agradable verla, intentó levantarse pero no pudo hacerlo.

- Impa ¿cómo ha estado todo? – Saludo Link acercándose para ayudar a Zelda, ella se acostumbró a penas al peso de su cuerpo, le ofreció una sonrisa a la anciana.

- Bien, no esperaba tenerlos tan pronto de vuelta. Te ves bien Zelda - Esta vez su mirada paro en la rubia.

- He estado bien, gracias a Link - Impa notó que el espadachín sostenía a la rubia por la cintura. Una sonrisa apareció en sus labios antes de abrirse camino dentro de la estancia.

- Pasen, ya me podrán al corriente en la mañana.. - Link se dirigió con Zelda dentro de la estancia.

- Planeaba salir al amanecer - Repuso el

- Calma muchacho. Descansa primero, no hay necesidad de apresurarse - El tono de la anciana pese a ser suave mostraba una firmeza que siquiera Link podría ignorar, sus ojos se entrecerraron parecía querer decirle algo a Impa y la anciana ensombreció el rostro, era consciente de la situación pero también sabía que no lograría nada sobre esforzándose. Zelda notó cierta incomodidad en el rostro del rubio pero prefirió guardar silencio siguiendo sus pasos- ¿Cenaron?- Preguntó esta vez dirigiendo su mirada a Zelda. Ella por su parte se había separado de Link pudiendo sostenerse con su propia cuenta.

- No. Pero no tengo hambre... Quisiera recostarme Impa.. - dijo la princesa.

- Deberías cenar algo.. – Esta vez Link habló notando enseguida que ella no le regresó la mirada.

- Estoy bien - Apretó los labios.

Impa notaba una ligera tensión, ladeó el rostro y soltó un sonoro suspiro – Zelda ve a tu habitación, déjame hablar con Link – Pidió, Zelda abrió los ojos con sorpresa de repente, mirando a Link él bajo la mirada sin saber como abordar la duda en los ojos verdes de Zelda. Entonces sin saber muy bien que decir empezó su camino hacia la habitación que Impa había dispuesto para ella. Cerró la puerta a sus espaldas dejando al rubio y a la anciana detrás. Se sentía de pronto extraña se abrazó a sí misma controlando aquella extraña sensación que quería brotar desde sus adentros dejándose caer sobre la cama, blanda, suave.. pero no era aquella cálida habitación de Hatelia.. ya no estaba en casa.


- ¿Discutieron? - Escuchó la voz de Impa mientras miraba la puerta cerrada de Zelda. Bajó la mirada hacia la anciana y pese a la leve confusión negó con el rostro.
- No.. - Se notaba cansado – No le he dicho lo que pasó – Su voz fue áspera.
Impa lo observó asintiendo, era algo que no mencionó en la carta pero lo suponía, sabía que Link no querría preocuparla.

- Ven, tomemos algo - Le ofreció la anciana abriéndose camino hacia la cocina en la parte trasera, Link la siguió sin oponerse dejándose caer sobre la silla de madera frente a la hoguera apagada, la noche era fresca y tranquila. Podía escuchar tras la ventana los ruidos armoniosos de la naturaleza del poblado. Era un lugar calmado.

Impa sirvió dos tazas de sake caliente sentándose junto al muchacho le entregó una - Me gusta beber esto, relaja los huesos - Dio un sorbo, soltando un largo suspiro se llevó la pipa a los labios sorbiendo el humo para después expulsarlo, Link atino a beber, aquel líquido quemaba pero era agradable el calor que le dejaba en el cuerpo.

- Cuéntame la situación.. - Pidió Impa después de unos momentos.

Link sabía que tarde o temprano lo interrogaría pese a haber dado detalles en su carta, intentó poner en orden sus pensamientos acabando el contenido de su taza -Pues tu presenciaste uno de estos sucesos.. – Impa asintió – Cuando viajamos a Hatelia paramos en un rancho, sucedió otro más fuerte en la noche, Impa, había aura maligna en su piel – Impa pudo notar el temblor de sus manos en torno a la taza, ella misma estaba preocupada pero el caballero, él estaba aterrado, no podía creer como podía mantener la aparente calma frente a Zelda – Y hace un par de días.. – Se detuvo, su mirada se perdió en aquella horrible sensación que le dejaba saber que la pudo haber perdido si tan solo hubiese llegado segundos más tarde – Intentó… Matarla, desde adentro... Controlándola – Se tomó una pausa para intentar calmarse – Ganon no se fue, se aferró a ella como un maldito parasito – Impa apretó la mandíbula, el solo escuchar ese nombre le provocaba escalofríos.

- Desde tiempos inmemoriales, la familia real ha estada ligada al mal.. - Soltó ella - ¿Alguna vez te has preguntado por que siempre te trataron como "el elegido"? - Link la miró entonces confundido, a decir verdad nunca se había detenido a pensarlo.

- Pues.. supongo que.. ¿por mi habilidad con la espada? - Se rasco la nuca entonces, incluso decirlo resultaba estúpido, Impa soltó una carcajada al notarlo avergonzado, apaciguado el ambiente que de pronto se había tornado sumamente tenso.

- No negaré eso. Sin embargo siempre han existido leyendas sobre el portador de la espada maestra, la sacerdotisa capaz de cegar la oscuridad y Ganon, la encarncion del mal.. - El semblante de Impa ensombrecido al mencionar a este último – La misión del portador de la espada o más bien tu destino es salvar a Hyrule y a la princesa del reino, no tengo dudas de que podrás resolverlo. Sigue tu instinto muchacho, por algo eres "el elegido" - Apretó los labios, nunca se sintió bien de dejarle siempre la carga a él, siendo tan joven por lo que siempre que podía procuraba ayudarlos a ambos - Si tu intuición de dice que vayas al castillo ve aunque nadie se ha atrevido a regresar desde la batalla... Aún hay muchos peligros. La mayoría de los guardianes cayeron cuando la última pelea sin embargo en el castillo aún hay muchos funcionando y cuentan que están más agresivos que nunca - La mirada de Impa paro en el espadachín, el miraba el piso, de pronto se encontró frente a un muchacho de 18 años y no a aquel caballero destinado a salvarlos a todos

-No se lo digas a ella- Impa suspiró, supuso que le pediría algo como aquello. Se levantó y extendió su mano hacia su hombro estrechando con el cariño de una abuela, el entonces la miró

- deberías ir con Zelda debe estar esperando por ti -

- No creo que sea correcto estando aquí -

- ¿Quién dice? - Impa sonrió - Lo de ustedes no tardará mucho en darse a conocer además... Estará molesta de no poder acompañarte deberías ir con ella y aprovechar el tiempo que tienen ahora -

- No puedo llevarla -

- Lo sé - Suspiró - Igual no lo permitiría, no en su situación actual -

- ¿Qué sabes sobre Ganon? - Desvió el tema y escuchó a Impa suspirar largo. Definitivamente no le gustaba escuchar aquel nombre.

- Es la maldad encarnada. Ha existido desde la creación misma del mundo y regresa cada cientos de años.. No hay mucha más información que yo pueda darte.. -Link escuchó atento asintiendo a penas. Siempre había escuchado sobre la calamidad pero sentía que algo fallaba..

- Todos los monstruos al parecer proceden de él.. - Dejó salir sin pensárselo mucho – Y el aura maligna.. - Se froto los cabellos liberando un poco la tensión todo era tan confuso, él lo había visto desaparecer.

- No sabremos eso muchacho.. Por ahora la prioridad es ayudar a la princesa. - Impa en aquel momento volvía a servirse sake en su taza.

- Lo se... solo quisiera entender más... ¿por qué ella? - Impa entendió entonces a donde quería llegar. No quería respuestas solo quería sacar la frustración de su pecho.. Estaba acorralado y preocupado por Zelda y le aterraba no encontrar respuestas pese a intentarlo - 100 años enfrentándose a esa maldita bestia y ahora esto ¿Es enserió? - Apretó los labios para no despotricar contra las diosas. Si la tuviese enfrente.

- Nadie nunca entenderá el porqué de los caminos del destino que se les cruza.. pero sé que.. ella saldrá de esto - No había duda en las palabras de la anciana sin embargo si había culpa. Una culpa que no le pertenecía y sin embargo sentía.. - Yo se que no es justo lo que ha pasado ni para ti ni para ella.. pero solo queda avanzar y vencer. Es lo que hacemos - Link no la miraba. Su mirada estaba situada en el suelo intentando calmar el rumbo de sus pensamientos. El mismo se había enfrentado a aquella horrible bestia e imaginarla.. Sola.. En ese lugar aun lo carcomía.. Sino hubiese tardado tanto en despertar.. Si hubiese tenido la fortaleza antes.. Ella estaría bien y no tendría a aquel parasito asechando sus momentos de vulnerabilidad para atacarle..

- Link.. - Escuchó de pronto su voz, Zelda se había asomado en la cocina, se incorporó en la silla preocupado de que tanto hubiese escuchado de la conversación pero se percató de que no mucho al ver su expresión.

- Pensé que descansarías.. - Dijo Impa girándose hacia la monarca. Parecía nerviosa, con sus dedos delineada el marco se la puerta completamente callada

- ¿Qué pasa? - Preguntó el espadachín con voz suave. Zelda se mordió el labio con nerviosismo lo que extrañó al caballero.

- ¿Puedes dormir conmigo? - Soltó. Link parpadeo un par de veces sin entender muy bien. OK. Una cosa era lo que podían hacer a solas y otra muy diferente era estar ahí, con Impa y Paya en una casa donde además acudían más personas. Impa soltó una risa al ver que el espadachín se quedaba helado.

- Te lo dije - Link se rasco la nuca mirando a Impa avergonzado si, pero más enternecido por aquella inocente petición.

- Sí. Ya voy - Le respondió a la rubia después de unos instantes, ella estaba sonrojada en ese momento.

- No puedo permitir que esto continúe así- Se escuchó la voz de Impa y ambos hylianos guardaron silencio. Zelda estuvo a punto de quejarse por un posible regaño pero Impa lo impidió - Deberán casarse, si quieren que les permita compartir habitación en esta casa – Zelda se quedo perpleja, su ceño se frunció y estuvo a punto de decirle a Impa que dejara ese tema en paz antes de ser detenida por el espadachín.

- Sí lo haremos. Digo, si ella quiere - La rubia lo observó entonces ¿estaba hablando enserió? Sus ojos verdes buscaron algún atisbo de duda en el muchacho pero no lo encontró. La cara de Zelda era un poema, se había quedado muda, sin palabras por un momento pensó que un sueño bizarro se había apoderado de su mente, Impa soltó una carcajada.

- ¿No dirás nada niña? - Le animó entonces

- Si.. si quiero.. - Respondió entonces con torpeza, aún permanecía en el marco de la puerta, siquiera había pensado en lo que estaba diciendo, las palabras habrían brotado por sus labios sin un filtro que las detuviera ¿estaban hablando enserio? Peor aún Impa de verdad quería que ella se casara con Link, no podía ser real.

- No se diga más. A tu regreso será... - Declaró la anciana mirando al muchacho - Los huesos me duelen ya, me iré a la cama - Se estiro ligeramente y salió de la estancia dejando a aquel par solos en la cocina.

El silencio se prolongó unos instantes Zelda se sopló con ambas manos nerviosa, sentía el calor subir a sus mejillas ¿eso estaba pasando de verdad? No quería despertar. De pronto se sentía muy acalorada, se froto las mejillas y acomodo el cabello nerviosamente, Link por su parte estaba aún sentado en la silla inmóvil. ¿Qué carajo acaba de pasar?

Se levantó enseguida y se acercó a la muchacha titubeando y aclarando su garganta, podía notarse ligeramente sonrojado y avergonzado a la luz tenue de la lampara de aceite que iluminaba la cocina, Zelda huyó de su mirada nerviosa - Entonces.. - empezó él, ella levantó la mirada encontrarse con los ojos color azul bajo la luz cálida ponía notar claramente las motitas cristalinas que brillaban en el iris, eran preciosos.

- ¿Si? - Preguntó cuando él se detuvo, Link sonrió a penas, joder amaba esa media sonrisa, una mano paro en la cintura de Zelda mientras la otra acomodó un mechón de sus rubios cabellos detrás de su oreja. El tacto de su mano sobre el camisón de seda se sintió caliente, estremeciéndola.

- ¿Si quieres casarte conmigo? - El corazón de Zelda dio un vuelco, se mordió el labio, controlando la creciente euforia que se instauró en su pecho liberando a un sinfín de mariposas en todo su cuerpo, revoloteando incontrolables por doquier llevándose cualquier atisbo de razón, solo dejándolo a él como protagonista en su mente. No había dudas pero escuchar decir eso de sus labios.. Quería guardarlo en su memoria por el resto de sus días, entreabrió la boca, notando que las palabras se atoraban, las piernas le temblaron y las manos, se pronto sus ojos se humedecieron de la emoción por lo que asintió rápidamente y él se encontró enternecido con aquel simple gesto, beso su frente con tanta lentitud y suavidad que ella sintió que se desmayaría, agradecía el agarre fuerte de su brazo en su cintura, no se sentía capaz de sostenerse - No había preparado nada para esto pero.. - Se detuvo pensándolo un momento. Zelda estaba un poco confusa a decir verdad su cerebro era una gelatina cocinada por el calor del amor que sentía en ese momento pero la curiosidad tuvo más fuerza, notando que él se enfocaba en sacar una de las argollas que siempre llevaba en sus orejas las tenía desde la primera vez que ella lo había visto.

Se quito una, la limpio con sus dedos Zelda miraba cada uno de sus movimientos sin entender, mientras él se encargaba de preparar la pieza. Entonces se percató del bonito diseño, era un joya con detalles grabados alrededor - Esto en realidad.. era el anillo de mi madre, cuando murió.. quise llevarlo conmigo para sentirla cerca - Zelda se sorprendió de aquello, abrió mucho los ojos y notó entonces que se trataba de un anillo, no una argolla, el agujero que permitía a Link usarlo como argolla no era más que parte del diseño, el corazón la latió más rápido entonces, como si eso fuese posible.

- No es necesario... Link esto es demasiado – Él le dedicó una de esas medias sonrisas, tomando la mano de Zelda.

- Si quiero darle esto a alguien esa persona eres tú - Zelda no pudo contener más las lágrimas, estas rodaron por sus mejillas, el cerro el anillo en su dedo, le quedaba perfecto, lo observó por un momento notando los trazos finos que formaban figuras florales alrededor de la joya la cual tenía un color turquesa.

- Pero.. - Él la callo con un beso que le supo a demasiado corto - Te amo .. - Murmuró sobre los labios de la hyliana y ella entonces lo abrazó.

- Yo también te amo - Murmuró ella, permanecieron abrazados unos instantes disfrutando de la tranquilidad que se proporcionaban al estar tan cerca.

- ¿Por qué hiciste eso? - Preguntó Link después de unos momentos, Zelda lo miró sin entender muy bien la pregunta - Me refiero a pedirme dormir contigo frente a Impa - Aclaro él, Zelda lo miro entonces y se separó apoyando su espalda en la pared mientras meditaba un momento su respuesta.

- Quiero que nos vean como una pareja.. - Mencionó primero soltando un suspiro - Y no quería que durmieras en otra habitación.. - Intentó explicarse link solo sonrió ligeramente asintiendo

- Pudiste decirme y yo me encargaba de eso -

- No lo pensé la verdad.. - se sonrojo

- Vamos a dormir entonces..

- ¿Te vas mañana? - Preguntó mientras lo seguía hacia la habitación. El torció sus labios en una mueca. De verdad no tenía ganas de irse después de lo que acaba de pasar.

- Podría quedarme mañana.. - Propuso él - ¿Quieres?

- Si

Link sonrió - Está bien. Me quedaré mañana -

Zelda se olvidó de preguntarle lo que estuvo conversando él con Impa demasiado feliz de lo que acaba de ocurrir, aquella noche sin lugar a dudas fue una de las que Zelda recordaría por el resto de sus días.


Nintendo nunca nos ha dado indicios de que estos tengan una relación

O sea si, pero son pequeñas pistas (muy pequeñas)

Ahora bien, que estén casados o no realmente no siento que

afecte a la historia original de Zelda de hecho justificaría

Que Zelda diga en unos de sus diarios que ellos han estado juntos todo el tiempo

Además en TOTK Zelda le expropió la casa a Link

así que para mi se casaron (De otra forma no veo porque Link puede dormir en esa cama en el juego jiji)

Déjenme soñar uwu