Aquí con otro capítulo, para este punto me parece que ya hay cierta divergencia entre las dos versiones, ahora, la verdadera cuestión es encontrar una chica de Suna y una de Iwa para el harem de Naruto, aunque al final ni yo estoy seguro de sí será algo real tener una de cada aldea, pero bueno.

Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;

CCSakuraforever; Tanto como "aparecer" uno de los caminos, pues no tanto, pero igualmente me alegro de que te esté gustando.


Haku estaba bastante tentada a reconocer en voz alta lo admirada que se encontraba de Naruto en estos momentos, sabía que los otros clones estaban en lugares diferentes, cada uno haciendo cosas diferentes, y la información llegaba al mismo tiempo al chico, solo podía imaginar que era el equivalente de estar haciendo siete cosas a la vez al mismo tiempo, y el chico que tenía frente a ella hacía bastante que había dejado de parecer mareado y agotado, no parecía diferente al que había visto por primera vez en aquel bosque del país de las olas.

Había notado el peculiar detalle de que el chico parecía perder, de una manera casi cómica, la capacidad de hacer las cosas cuando le decían que las hacía bien, como sí el reconocimiento ajeno le hiciera perder repentinamente la habilidad pese a ser algo que había estado haciendo con total calma y naturalidad, y no estaba segura de querer ver qué es lo que pasaría si repentinamente volviera a sentirse mareado y confuso. Además, entendía que el cambio había sido repentino, pero ella había visto mucho más que los otros sobre el cómo le afectaba, de una relación aparentemente sana, y decía aparentemente porque el cambio de parte de sus compañeros no era nada sano en una relación, a una donde claramente había hostilidad y tensión. El chico alegre había pasado a estar triste, decaído, no, simplemente había dejado a la luz los sentimientos que probablemente cargaba más a menudo de lo que dejaba ver. Y si a todo eso sumaba la información obtenida, un clan extinto y muchas obligaciones en poco tiempo.

— No tienes por qué hacerlo —La voz de Naruto la sacó de sus pensamientos, miró al chico que caminaba serenamente a su lado, su expresión tranquila le hacía pensar que solo lo había imaginado— No tienen por qué tratarme como sí fuera de cristal, todos lo están haciendo últimamente —Explicó mientras una mueca difícil de definir, apenada quizás— El abuelo Hokage, el viejo Hiashi, creo que Kakashi sensei también, incluso tú y Zabuza, agradezco que se preocupen, pero no tienen que tratarme así —Agradeció mientras le sonreía, los ojos abiertos pero con un sentimiento apenado detrás.

— En este instante estás pasando por más que la mayoría de gente —Haku comenzó a explicar tras un par de minutos de silencio— Nadie te juzgará por tomarte más tiempo para procesar todo, hasta que estés cómodo con todo esto, solo, no queremos presionarte —Su tono suave intentaba reconfortarlo, comprendía, por desgracia bastante bien, el daño que podía hacer esa clase de cosas en la vida de uno.

— Lo sé —El rubio suspiró antes de sonreír— Pero si no dejan de tratarme como un niño pequeño nunca podré volver a la normalidad —Explicó con una sonrisa de oreja a oreja.

Naruto no era tan tonto como para no entender lo que todos estaban haciendo, podía no ser un genio, ni el más brillante de su generación, pero no era idiota, pero iba a hacer lo que había hecho siempre, sonreír y seguir adelante, y esta vez era mejor que con el kyubi, era algo con lo que había nacido, sí, lo hacía raro y diferente, pero no era tan malo como el kyubi, ¿Cierto? Mientras no lo tratara como algo diferente no habría problemas o incluso podía ser que nadie lo notara ¿Qué tan normal era mirar los ojos de otros?

Bueno, ese último pensamiento era idiota, pero quería pensar que no era tan malo, solo el tiempo le diría sí había tenido razón o no, sí bien le gustaba el trato amable, estando acostumbrado a un trato más bien brusco y grosero por bastantes personas en la aldea, tampoco le gustaba la sensación de ser tratado como algo frágil, era raro para él, estaba descubriendo que le gustaba más bien poco, prefería que lo trataran con cierta naturalidad.

— Esta bien, intentaré no tratarte como si fueras frágil —Le concedería al chico que intentaba regresar lo más pronto a la normalidad y le ayudaría tanto como pudiera— Pero, sí sientes que necesitas apoyo, cuenta conmigo —Había visto al chico cerca de un colapso, e incluso sí se había recuperado tan rápido no lo dejaría solo.

— Lo sé, gracias —El chico sonrió suavemente mientras llevaba sus manos a su nuca para recargar su cabeza en su mano— En este instante creo que eres lo más cercano a un amigo que tengo —Admitió, sin poder evitar que la pena se colara en su voz, quizás lo que había hecho más dura toda la situación era que había perdido a sus amigos, no, había visto que realmente ellos no eran sus amigos.

— Soy tu amiga —Afirmó Haku, no le gustaba en lo más mínimo escuchar ese tono triste en el rubio, y verlo cambiar su expresión decaída a una alegre con sus palabras, le hizo descubrir que el usuario de dojutsu era mejor actor de lo que parecía.

— ¿Crees que no lo sé? ¡No dejaría a cualquiera cambiar algo de mi guardarropa! —Proclamó divertido, pero Haku sabía que aquella tristeza no había desaparecido, solo había sido escondida, y por la naturalidad con la que actuaba, solo le hacía saber que llevaba demasiado tiempo haciéndolo— Bueno, mejor lleguemos rápido con el viejo Hokage, le di todo mi dinero al clon que comprará libros.

Haku frunció el gesto por unos segundos, sí bien el cambio de tema podría engañar a la mayoría no lo estaba haciendo en Haku, era claro que sabía que la usuaria de hielo estaba viendo más de lo que el rubio quería dejar que viera, el lado del propio Naruto que hasta el mismo se negaba a ver, pero su rostro no tardó más de un segundo en retomar su gesto tranquilo, dejaría el asunto de momento, pero no lo olvidaría.

— Entonces démonos prisa —Le siguió el juego a Naruto, mismo que sonrió más firmemente, aliviado de que, aparentemente, le había creído.

Siguieron caminando en silencio, el ambiente incómodo surgido del cómo Naruto estaba siendo tratado había desaparecido, recibían miradas mientras caminaban, algunas eran agresivas, otras eran enfadadas, temerosas, curiosas, indiferentes, estás últimas eran las más amables que recibían, pero Naruto no parecía afectado, o más bien, ya estaba tan acostumbrado a recibirlas que no importaba cuantas de esas oscuras miradas le dieran, actuar con total naturalidad, casi buscando molestar a los espectadores, sin lugar a dudas esta caminata, aparentemente tan casual, estaba resultando ser bastante reveladora.

Cuando llegaron a la torre poco tardaron en llegar a la oficina, las miradas que recibían habían disminuido considerablemente, en realidad Haku solo notaba miradas curiosas en los pocos que lo miraban, o indiferentes, quizás la más agresiva era la de la secretaria que bufó molesta cuando la interrumpieron en su trabajo, pero les dejaron pasar, para su sorpresa el Hokage ya les esperaba con una sonrisa amable.

— ¡Hola, viejo! —Naruto saludó levantando su mano, sonriendo antes de caminar hasta el escritorio del anciano hombre— Disculpa, sé que puede sonar mal, pero necesito dinero, hehehe... —Pidió el joven con una sonrisa nerviosa.

— Me lo imaginaba —Admitió el hombre mayor mientras hacía un gesto con la mano para que se acercaran, ambos se acercaron hasta estar frente al escritorio de Hiruzen— Estaba viendo tu entrenamiento, incluso me enteré de tus planes —Aclaró el líder, aunque eso no evitaba que Haku se sintiera algo incómoda, ¿Qué tanta vigilancia tenía el hombre?

— Oh, entonces creo que no necesitaba decir nada ¿Cierto? —Cuestionó el chico mientras se volvía a rascar la nuca, y aunque pudiera tener razón el Hokage solo hizo un gesto amable.

— No tienes de que preocuparte —Exclamó con una sonrisa amable mientras sacaba un pergamino de uno de los cajones del escritorio— No es toda la herencia de tus padres, pero debería permitirte comprar algunas cosas y vivir un tiempo en paz —Anunció mientras extendía el pergamino— Hay miembros del concejo que están indecisos de sí eres capaz de administrar la herencia completa, por favor, intenta no darles la razón —Pidió el anciano.

— Solo compraremos ropa, cualquier shinobi puede reconocer que este color no es el más apropiado para una misión —Aclaró Haku con sencilles, sintiendo la necesidad de defender al rubio, aunque este, bastante infantilmente, hizo un puchero enfadado por ese, aparente, insulto a su ropa— Y algunos libros, para seguir explorando lo que el rinnegan puede hacer —Mintió, sí, pero sí el hombre realmente los había vigilado no veía razón para explicarle lo que harían.

— Tú tranquilo, viejo, lo más que haremos es comprar algo de comer —Proclamó el rubio con una sonrisa amigable, con los ojos cerrados, y Haku no pudo evitar preguntarse que estaba viendo.

Y Haku tenía razón, Naruto estaba concentrado en otra cosa, en lo que estaba ocurriendo con otro de sus clones, el que estaba con Hiashi Hyuga; Habían llegado a un campo de entrenamiento sencillo, solo había árboles y un pequeño lago, en realidad Naruto no estaba del todo seguro de sí realmente era un campo de entrenamiento y no solo un simple prado, una de las principales razones por las que Naruto no había hecho ni siquiera el intento de centrar su atención hasta ahora, Hiashi no había dicho ni una palabra.

— Creo que aquí ya estamos lo suficientemente lejos para que sirva para el experimento de Momochi-san —Murmuró el hombre soltando un ligero suspiro— ¿Aún estás conectado con el original y los otros clones? —Hiashi preguntó con una ceja enarcada.

— Correcto, el original está en la torre Hokage, uno está de camino a la librería, pero está algo distraído, los otros cuatro siguen con Zabuza, les está explicando los ejercicios —Explicó el clon con una mirada calmada, en realidad parecía estar viendo a algo perdido en la distancia.

El clon que había acompañado a Hiashi era el clon de cabello lacio, y el que se le parecía lo suficiente a Naruto para que solo pensará que se había laceado el pelo, el que había ido a comprar los libros era quién tenía el cabello más corto, pero que era lo suficientemente igual para no llamar la atención, y pensándolo con cierta frialdad, esos dos clones podrían hacerse pasar como un Naruto que se había hecho un corte de cabello para probar un estilo diferente, los que podrían delatar más bien el secreto eran los otros cuatro.

— Bien, entonces creo que podemos charlar tranquilos —Aceptó Hiashi tras notar que el chico había vuelto a centrar su mirada en él— No tengo mucho en lo que pueda ayudarte, pero podré darte un apoyo como usuario de dojutsu —Aclaró con sencilles mientras se recargaba en un árbol cercano.

— Supongo que ser líder de clan es algo ocupado —Murmuró por lo bajo el clon antes de volver a verlo— ¿Qué podría enseñarme que no le ocupe demasiado tiempo? —Cuestionó el rubio con una mirada tranquila.

— Puede que en unos años tú mismo descubras lo ocupado que puede ser el cargo —Aceptó con una sonrisa cansada que ocultaba una mueca— Y te explicaré los conceptos generales del dojutsu, una simple charla ha de servir lo suficiente para que comiences a experimentarlo por tu cuenta —Aclaró el líder de clan con sencilles.

— Bien, entonces dígame todo lo que tengo que saber —Pidió Naruto mientras saltaba al árbol para colgarse antes de hacer flexión para colocar sus piernas rodeando la rama de la que se había agarrado para colgarse de cabeza.

— Por norma general, los dojutsus se activan enviando chakra a ellos, no me sorprendería que en el caso del rinnegan, ocurriera lo mismo —Exclamó mientras enviaba chakra a sus ojos, apuntándose a sus propios ojos antes de que las venas se marcaran alrededor de ellos demostrando que el byakugan estaba activo.

— Creí que el rinnegan siempre estaba activo —Murmuró Naruto mientras hacía una mueca, comenzando a columpiarse levemente, Hiashi no podía evitar preguntarse sí hacía aquello para aumentar la dificultad del ejercicio, y por ende su propia mejora, o sí solo era el rubio siendo infantil.

— El rinnegan adquiere esa forma con una nimia cantidad de chakra, igual que el byakugan —Aclaró con calma, recordando vagamente cuando le explicó lo mismo a sus hijas y sobrino— Ambos toman esa forma con muy poco chakra, con el que recorre naturalmente el cuerpo, gracias al genjutsu de Fugaku se cortó el flujo, en realidad antes tus ojos recibían mucho menos chakra del habitual —Explicó Hiashi mientras veía, gracias a su byakugan, las expresiones que cruzaban el rostro del chico.

— ¿Y qué podrían hacer si les doy más chakra? —Cuestionó mientras suspiraba, aparentemente cansado.

— No lo sé, pruébalo —Invitó con una sonrisa, sin poder imaginar que daño podría causar, incluso sí estaban hablando de un dojutsu legendario dudaba seriamente que tuviera efectos nocivos.

— Me parece bien —Murmuró por lo bajo antes de cerrar los ojos, escuchando al otro hombre que en cuanto lo vio cerrar los ojos decidió seguir hablando.

— Intenta percibir el chakra que llega a tus ojos, es algo sutil, pero no creo que te deba costarte mucho —Pronunció con tono suave, y Naruto podía percibirlo, era más suave que sentir el suyo, pero estaba ahí, un camino— Cuando encuentres el camino envía chakra lentamente, el propio cuerpo te hará saber que no puedes enviar más —Aclaró mientras miraba al chico.

— Bien, estoy listo ¡Aquí vamos! —Intentó levantar sus ánimos antes de abrir los ojos—¡Ah! —Jadeó antes de que las piernas le fallaran y cayera de bruces al suelo.

— ¿Naruto, estás bien? —Cuestionó Hiashi sorprendido, lo que sea que estuviera pasando era claramente un shock para el rubio, lo que no sabía era que lo que estaba viendo también había desequilibrado a los otros.

El Naruto que estaba en la torre Hokage tuvo que recargarse en el escritorio repentinamente, el que se encontraba en la librería estaba teniendo que sostenerse de una estantería, los que estaban con Zabuza tuvieron reacciones diversas, desde el que se arrodillo con la hoja cayendo de su frente, el que se hundió en el lago, y los que cayeron de los árboles en los que estaban entrenando.

— ¿Qué ocurre Naruto-kun? —Cuestionó Haku alarmada mientras intentaba ayudar al rubio a erguirse.

— ¿Qué ocurre mocoso? —Cuestionó Zabuza al que había caído arrodillado, mientras los otros aún estaban intentando recuperarse.

En la librería el clon que estaba sosteniéndose de una librería estaba luchando por regular su agitada respiración, afirmando sus pies al suelo, aunque estaba consciente de que alguien, qué no podía ver, le estaba dirigiendo una mirada.

Mientras tanto, el Naruto que estaba junto a Hiashi apretó la mandíbula antes de levantarse lentamente, apartando las manos que había llevado a sus ojos, los círculos concéntricos de sus ojos se habían vuelto más finos y delgados, su mirada, que resultaba un tanto complicada de interpretar por la forma que tenía el dojutsu, parecía asustada, o cómo mínimo sorprendido.

— ¡Joder! —Rugió el chico mientras parpadeaba rápidamente— ¡Veo a través de las cosas! ¿Qué diablos? —Gritó mientras palmeaba los costados de su cabeza— ¡¿Así se ve con el Byakugan?! No sé cómo lo aguantan —Siguió rugiendo hasta que parecía ser que se hubo calmado.

Hiashi tenía una mueca en su rostro, podía entender que el chico estuviera desconcertado y que tampoco era el más educado, pero eso no evitaba que no se sintiera precisamente cómodo escuchando al chico decir groserías, inhaló profundamente antes de dirigirle una mirada al chico.

— ¿Podrías, por favor, describirme cómo estabas viendo? —Pidió con tono firme, pero sereno— Y por favor, modula tu lenguaje, eres la futura cabeza del clan Uzumaki, compórtate como tal —Añadió con tono más firme, y dedicándole una mirada sería al rubio, quien bufó por lo bajo.

— Fue como ver en un domo, y.… veía a través de las cosas en el domo, podía ver el chakra, los órganos, era como... enfocar en varios niveles, fue raro —Murmuró el rubio sin dejar de frotar las cercanías de sus ojos— Y todo se veía lento, con más claridad... —Añadió con un suspiro mientras se levantaba del suelo, del mismo modo que los otros se erguían, retomando su postura.

— Lo que describes parecen ser las habilidades conjuntas del byakugan y el sharingan —Murmuró Hiashi más para sí mismo que para el rubio, mismo que le miraba con pereza— Bien, sí eso es lo que hace una mejora sencilla de chakra quizás puedas entrenarlo en tu tiempo libre —Ofreció con una sonrisa amable— Mejor dominarlo lo antes posible.

— Si, supongo —Bufó por lo bajo, no precisamente emocionado con la idea de repetir la situación, y peor aún sí lo hacían todos a la vez, y ese pensamiento era compartido por todos, clones y original— Cómo sea, uno de los clones que está con Zabuza le dijo lo que estamos haciendo y dice que sí terminamos vaya a entrenar allá —Suspiró rascándose la nuca.

— Me parece bien, solo no olvides mi recomendación —Aceptó antes de desaparecer en un shunshin, Naruto solo bufó por lo bajo sin dejar de mirar el lugar dónde había estado el líder de clan.

— Debo pedirle a alguien que me enseñe eso —Y con esas palabras comenzó a caminar en dirección al campo de entrenamiento, quedándose quieto por unos segundos antes de girar a un punto en concreto entre los árboles y levantar su mano— ¡Hola, Kakashi-sensei! —Saludó antes de retomar su camino.

Y el clon de Kakashi, que se encontraba escondido entre los árboles, lo miraba alejarse antes de soltar un suspiró y desaparecer en una nube de humo, enviando la información al original, y, al mismo tiempo, los clones que seguían al resto de Naruto's desaparecieron.

El Kakashi original no pudo evitar suspirar, no solo porque su clon hubiera sido descubierto tan fácilmente, pero al menos estaba seguro de que, por el momento, lo más peligroso que Naruto estaba haciendo, lo había hecho por sí mismo, Zabuza, pese a que no lo podría considerar el profesor ideal, había decidido un rumbo de entrenamiento aceptable.

Por mucho que le gustaría continuar con su seguimiento de Naruto, y verificar que se encontraba bien, pero ahora mismo tenía otras cosas que hacer, por ejemplo; lidiar con Sakura que no estaba precisamente contenta con su nueva mentora, o tratar con Anko que estaba muy molesta con el hecho de que su alumna asignada a la fuerza quisiera irse con otro profesor, o con Sasuke, que ahora que no era precisamente discreto sobre que se centraría en entrenarlo a él parecía querer un entrenamiento mucho más duro, mucho más de lo que podría soportar, y sabía que no era algo que pudiera soportar.

— Kakashi sensei ¡Tiene que hacer algo! —Exigió la chica de cabellos rosas mientras estaba, literalmente, tumbada en el piso aferrándose a la pierna de su mentor con desesperación, lo que, considerando el agudo tono de voz de la niña, era doloroso.

— Tú te callas mocosa —Anko rugió fastidiada, una vena marcada en su frente mientras seguía tirando de una de las piernas de la chica, lo que podría ser divertido si no fuera porque ya llevaban diez minutos así y eso cansaba a Kakashi— ¡Te asignaron como mi alumna! ¡Y por todos los dioses que voy a hacer de ti una kunoichi ejemplar! —Ladró la mujer de cabellos púrpuras.

— ¡Pero no quiero entrenar contigo! ¡Maldita loca, sádica! —Gritó la chica de ojos verdes aferrándose más fuerte a la pierna del ninja copia, sí la chica tenía esta fuerza física normalmente entonces era la más capacitada en todo el equipo para el combate directo, ¿Qué demonios?

— Sakura —Decidió hablar por fin, de una vez por todas, logrando que ambas mujeres se quedaran repentinamente quietas— Sé que dije que no estaba de acuerdo con la decisión de Hokage-sama —La chica pareció aliviada de escucharlo, y Anko, por otro lado, parecía a punto de bufar cansada— Pero —La expresión de su alumna se vacío de color mientras que la interrogadora solo enarcó una ceja con interés— Esa decisión es absoluta, a partir de ahora, para todo menos para las misiones, Anko es tu maestra, y debes tratarla como tal, Naruto lleva todo este tiempo entrenando con Zabuza y no lo ves aquí, quejándose, yo debo entrenar a Sasuke, te pido qué no nos distraigas —Explicó lentamente, queriendo que la chica entendiera, sin lugar a dudas, que no pensaba interferir.

— Naruto ¿Qué? ¡Lo que ese idiota haga no me importa! —Chilló la chica, aumentando la fuerza con la que apretaba la pierna de su mentor, y para este punto Kakashi estaba seguro de que le estaba comenzando a cortar el flujo de sangre— ¡Desde que aparecieron esos ojos raros se ha vuelto aún más bicho raro! —Rugió la chica, y antes de que Kakashi pudiera decirle algo, o Anko, que Kakashi sabía tenía su propia historia sobre la frase "Bicho raro", fue Sasuke quien la detuvo.

— Sakura, cállate —Ordenó Sasuke con frialdad— Estás dando una actuación patética —Añadió mirando con severidad a su compañera, y la chica parecía haberse quedado de piedra al escuchar a su compañero— Incluso Naruto fue más útil que tú en la misión, y aunque dio una vista patética cuando apareció su dojutsu, está demostrando una actitud mucho más soportable que tú al decidir entrenarlo para no ser una molestia —Escupió con claro enfado a su compañera, misma que había comenzado a temblar ante sus palabras— Normalmente no consideraría que aprender algo de Naruto fuera posible, pero en este instante solo puedo decirte, aprende un poco de él, y mejora de una vez para no ser un lastre —Su voz sonaba fría, helada y pesada, una condena fatalista.

Y con esas palabras tan hirientes, porque Kakashi no encontraba otra manera de describirlas, Sakura se soltó de la pierna de su mentor, viendo a su compañero con una expresión destrozada, y comenzó a llorar desconsoladamente, lo que resultó bastante provechoso para Anko que la levantó como un costal de papas y se la llevó lejos de ellos, dejando que un incómodo, y terrible, silencio se instalara entre ellos.

— Eso fue un poco grosero de tu parte, no, bastante grosero —Regañó Kakashi girándose a ver a su alumno, dedicándole una mirada severa, pero este no pareció ni inmutarse ante su riña.

— Pero funcionó —Fue lo único que dijo como excusa, aunque no sonase precisamente como una— Además, así no interrumpirá más mi entrenamiento —Añadió como sí aquello fuera una razón más que aceptable de ser tan grosero.

— Eso no es razón para ser grosero con tu compañera de equipo —Siguió riñéndole mientras le miraba con firmeza, y notó, para su desagrado, que Sasuke solo rodó los ojos, fastidiado.

Kakashi no podía evitar sentirse identificado, le recordaba dolorosamente a él en su juventud, y no le gustaba, no solo porque reconocía que su actitud en su juventud era más bien nefasta, sino que sabía que solo cambió por la muerte de su equipo, y prefería evitarle ese trago amargo a su alumno. Tal vez era la única razón por la que no se quejó cuando le pidieron que se centrara en Sasuke al inicio, quería evitar que la historia se repitiera.

Sabía muy bien que el equipo siete no era un equipo con buena suerte, nunca, el suyo propio acabó terriblemente mal, los anteriores les fue del mismo modo, casi todos muertos de forma horrible, el único equipo siete que tenía todos los miembros vivos era el equipo conformado por los sannin, y no estaba seguro de que fuera un buen ejemplo de un equipo que le fuera bien.

— Pero ya no es mi compañera de equipo —Las palabras de Sasuke lo sacaron de entre sus pensamientos, y no pudo evitar fruncir el ceño al entender lo que el Uchiha quería decir— Casi siento que debo agradecerle a Naruto por esto —Añadió sin darse cuenta de que Kakashi no estaba precisamente feliz de escucharlo.

— Sigue siendo tu compañera de equipo, igual que Naruto —Le recordó con firmeza, sintiendo la ira comenzar a ebullir en su interior— Además, tú tampoco hiciste mucho al final ¿No? —Decidió atacar al orgullo, no estaba seguro de sí funcionaría, pero a Sasuke no le vendría mal ser golpeado debidamente en su ego— Al final Naruto fue el que te salvó en el puente, de lo contrario, seguramente, Haku te habría matado

Kakashi no tenía ni la más mínima idea que tanta razón tenía, ni que, en ese momento, en el que el rinnegan había hecho aparición, también se había manifestado uno de los poderes más siniestros y poderosos del Rinnegan, ni siquiera Naruto era consciente de que ya había hecho aparición, pero, solo en el futuro se sabría cuánto tiempo duraría la inopia.

— Tch —Sasuke chasqueó la lengua mientras su expresión se agriaba, aparentemente habiendo cayendo en cuenta de que al final de la misión, él tampoco había sido muy útil— ¿Crees que no lo sé? —El ninja que copia no se esperaba que el último Uchiha aceptara, o entendiera, eso tan pronto— Si no vamos a entrenar hoy me voy a entrenar por mi cuenta —Gruñó antes de comenzar a caminar lejos del campo de entrenamiento.

Sasuke no era tan idiota, claro que entendía que solo había sobrevivido gracias a su compañero rubio, y precisamente por eso es que estaba tan molesto con el chico, sí su compañero, que le salvó la vida, que lo había hecho adquiriendo un dojutsu aparentemente legendario, actuaba de un modo tan patético ¿Cómo lo dejaba a él? Lo hacía parecer incluso aún más patético, si al menos el Uzumaki se comportara con un poco más de dignidad, o incluso orgulloso, podría tolerarlo.

— Tranquilízate —El de cabellos plateados no sabía lo que realmente estaba pasando por la mente de su alumno, pero a sus ojos, estaba entendiendo que él también tenía que cambiar— Voy a tomar una nota del mentor de Naruto, empezaremos con control de chakra, mientras más sepas controlarlo, mejor podrás usar tu chakra.

Su equipo estaba mal equilibrado, él no lo iba a negar, salvo por Sakura, que era perfecta para tomar una posición de soporte y apoyo, tanto Naruto como Sasuke eran más bien atacantes de primera línea, Naruto tenía una complexión, y un cuerpo, apto para el combate cuerpo a cuerpo, pero Sasuke tenía más técnica. En ninjutsu Naruto contaba con las reservas de chakra para hacer cualquier jutsu sin agotarse, pero Sasuke sin lugar a dudas tenía más variedad y, hasta que apareció el rinnegan, Kakashi admitiría que el sharingan le daba una ventaja. Y mientras que muchos de los otros mentores considerarían que eso era un problema, Kakashi consideró que era lo mejor, serían un equipo y se apoyarían entre sí, sabía que es lo que Kushina y Mikoto habrían querido.

Aunque tenía bastante claro que si ambas estuvieran vivas la actitud de ambos chicos sería lo suficientemente diferente como para que todo hubiera cambiado, solo le quedaba seguir adelante y esperar que todo saliera bien.

Mientras tanto Anko seguía cargando a la chica de cabellos rosas cual costal de papas, misma chica que ahora estaba berreando, llorando, moqueando, y temblando peor que perro chihuahua, honestamente, sí no fuera porque sabía que la chica lo hacía porque Sasuke le había dicho patética, sentiría pena por ella.

Anko no podía decir que hubiera muchas kunoichis decentes actualmente, sabía que en el equipo de Gai había un intento de maestra de armas, porque había visto a la chica y solo las sabía lanzar, pero tenía que darle crédito, al menos ella se esforzaba. Luego estaba la chica Hyuga en el equipo de Kurenai, y la chica tenía poco futuro, pero debía de reconocer que la crianza Hyuga no le había ayudado, y creía que quizás aún pudiera enderezarse. La chica Yamanaka era mediocre, pero sabía usar su jutsu, seguía pareciéndole más bien un intento pobre. Y la chica del equipo de Kakashi, bueno, no tenía mucho que rescatar.

— Mira, mocosa, a partir de ahora yo seré tu mentora —Repitió mientras la dejaba caer en el suelo, quitándose la gabardina para dejarla sobre una rama para que se secara— Y sí bien eres patética, voy a hacer todo lo que pueda para que dejes de serlo —Proclamó, y lo único que logró fue que la chica llorara más fuerte— Oficial, odio este trabajo —Gruñó por lo bajo mientras estampaba su palma contra su cara.

Tardo bastante en que Sakura dejara de llorar, Anko estaba segura de que habían pasado al menos un cuarto de hora, lo cual había dejado de ser triste y patético en poco tiempo y se volvió preocupante, la interrogadora tenía bastante conocimiento del cuerpo humano, y estaba segura de que llorar por tanto tiempo, sin contar moquear y retorcerse, no era sano para nadie, cuando consideró que quizás sería buena idea intentar reconfortarla, así sea lo suficiente para que al menos pudieran comenzar a trabajar, la chica se detuvo.

O al menos dejó de llorar, ahora solo estaba soltando hipidos y gimoteaba por lo bajo, por lo que en un encogimiento de hombros consideró que ya era momento de trabajar, habían perdido demasiado tiempo y ella ya estaba lo suficientemente estresada como para querer tirar todo al diablo, pero seguía siendo su trabajo.

— ¿Ya te tranquilizaste? —Preguntó mientras esperaba un asentimiento, o lo que fuera que le permitiera empezar con el entrenamiento, la chica de cabellos chicle la miró antes de gritarle, este día estaba siendo muy largo.

— ¡Por supuesto que no! —Aulló la chica antes de hacerse bolita, pegando sus rodillas a su pecho y rodeándolas con sus brazos— ¡Sasuke me considera un lastre y una molestia! ¡Incluso consideró mejor a Naruto que a mí! ¡A ese bicho raro! —Gritó lo suficientemente alto como para que incluso en aquella posición que debería ahogar sus gritos los mismos fueran lo suficientemente claros para entenderlos.

Anko pudo haberse contenido la primera vez que lo escuchó, solo porque fue mucho más entretenido, y divertido, escuchar lo que el Uchiha tenía que decir, pero esta vez no pudo contenerse, en un movimiento rápido dio una patada lo suficientemente fuerte como para tumbar a la chica al suelo, colocando su pie justo en la conexión de las costillas, mirando con ira a la chica.

— Mira chica, sentiría un poco de pena por ti, pero la verdad es que no siento más que fastidio —Admitió, claro que se sentía identificada en algún sentido, ella misma en su tiempo fue una niña patética, en un sentido diferente que ella, pero esa parte la entendía— Eres un tipo de persona que me molesta, alguien que sabe que es inútil, y no solo no hace nada para corregirlo, sino que prefiere hacer de menos a los otros —Lo decía muy en serio, y le recordaba a los idiotas que la habían hecho de menos durante su infancia— Y déjame te digo algo, no llegas lejos en el mundo shinobi si no eres, cómo tú nos llamaste, "bichos raros", así que espero que lo siguiente se te grabe en el cerebro, pienso hacer de ti una kunoichi decente, como mínimo, ¿Entendido?

Anko empatizaba bastante con Naruto, diablos que lo hacía, no solo porque fuera hijo de la mujer que le había reconocido por primera vez, sino que había terminado teniendo una vida de mierda igual que ella, y ciertamente, después de que Orochimaru la abandonara en la aldea después de toda la basura que hizo, fue una paría para la aldea, odiada por muchos, temida por otros, solo que ella decidió volverse fuerte y había abandonado todo intento de encajar, ella creía que el rubio tarde o temprano llegaría al mismo punto y en algún punto acabaría más o menos como ella, la aldea parecía estar buscando crear una bomba de relojería que tarde o temprano la destruiría.

Sakura asintió temblorosamente, nada raro considerando que Anko solo necesitaría dar la suficiente presión para romperle las costillas y matarla, y no es que tuviera pocas ganas de hacerle daño, pero por la mirada que le estaba dirigiendo, la de cabellos morados esperaba que la chica entendiera que esperaba una respuesta verbal.

— Si, entendido —Admitió Sakura temblorosamente, Anko sonrió maliciosamente antes de apartarse.

— Perfecto, vamos a empezar con el entrenamiento físico, a diferencia de tus compañeros tienes un control de chakra decente —Proclamó tronando sus nudillos sonoramente, Sakura tragó en seco.

Volviendo a la torre Hokage, este y Haku siguieron observando al rubio, pese a que ya habían pasado varios minutos desde que había podido erguirse no lo habían dejado irse, notando como de su nariz había estado cayendo un hilillo de sangre, por lo que lo habían hecho sentarse en uno de los asientos del lugar mientras Haku le limpiaba la sangre que caía de su nariz.

— Te lo digo, estoy bien —Se defendió Naruto al mismo tiempo que hacía la cabeza para atrás, intentando evitar a la chica que quería examinar que no estuviera sufriendo una hemorragia o algo así.

— ¿Puedes decirme que hizo Zabuza para que te sangrara la nariz? —Cuestionó el Hokage mientras enarcaba una ceja, curioso, hasta dónde había visto, el ninja de la niebla más allá del combate que habían tenido, no parecía mal mentor, y propiamente, Haku también consideraba que su mentor fue quién pudo haber hecho algo.

— Nada, lo hizo un clon por sugerencia del viejo de ojos claros —Defendió Naruto. El rubio no podía evitar sentir cierto nivel de miedo por parte de su nuevo mentor, había intentado a matarlos a final de cuentas, pero también era cierto que era alguien "honorable" o al menos así lo percibía él— El que aparecía en la foto de cuando era bebé, dijo que podría servir usar estos ojos con más chakra —Explicó mientras se levantaba.

No quería preocupar al viejo, ni a Haku, pero había sentido que había llegado a su límite con lo que había hecho ese clon, se sentía mareado y cansado, después de conseguir la ropa se iría a descansar, o quizás a hacer algo más relajante. Si tuviera que describir lo que le había ocurrido sería con; Demasiada información, percibió tantas cosas que su mente se sentía cansada y necesitaba un descanso, pero no quería que ninguno de los dos lo supiera, no dejarían de tratarlo como si estuviera hecho de cristal si descubrían que eso le había afectado tanto.

— Bien, ya nos hemos retrasado demasiado tiempo, lo mejor será ir por la ropa de una vez —Intervino Haku mientras se apartaba, el Uzumaki no era tan buen actor, y podía ver que estaba intentando no preocuparlos, y le dejaría, por el momento, insistir no siempre servía.

— Supongo que tienen razón, lo mejor será no retrasarlos más —Opinó el viejo Hiruzen, notando lo mismo que Haku, lo mejor sería darle tiempo a tratarlas cosas consigo mismo.

Y con esas palabras salieron del lugar, el silencio que se formó entre los dos no era cómodo, pero tampoco era incómodo, era simplemente silencio, aunque sentía que quizás sería mucho mejor sí el rubio quisiera hablar, pero sonsacarle la verdad sería un trabajo, complicado, por decirlo de alguna manera.

— Creo que yo también compraré ropa, casi no tengo ropa —Aceptó tras unos segundos, no tenía casi ropa casual, incluso la que tenía para sus trabajos era escasa, y no le vendría mal surtirse un poco de ropa.

— ¿Ves algún lugar que te guste? —Cuestionó en cuanto la escuchó, mirando las tiendas a sus alrededores, ignorando deliberadamente de las que percibía enfado— La verdad es que casi nunca compro ropa, toda la que tengo la compré hace un año o más —Admitió sin pensarlo demasiado.

— Pues vamos a esa —Haku agarró el brazo de Naruto y lo jaló a una de las tiendas, de las que no percibía nadie que mirara al rubio con ira natural— Y no nos iremos hasta que tengamos un guardarropa nuevo los dos, puede que también le compre algo a Zabuza-sama —Añadió mientras veía con severidad al Uzumaki, quién asintió nervioso.

— ¿A Haku le gusta mucho ir de compras? —Cuestionó uno de los clones que estaba junto a Zabuza, mismo que estaba sentado mientras veía a los cinco clones, siendo que el que había partido con Hiashi ya había regresado.

— No, aunque creo que tampoco le vendría mal tener algo más de ropa ahora que no seremos tan nómadas —Aceptó Zabuza sin prestar atención sobre qué clon lo decía, a final de cuentas todos recibían la misma información— Por cierto, trae un libro sobre el sabio de los seis caminos, y cualquier mierda religiosa que eso tenga que ver, sí tus ojos tienen que ver con eso tener algo de material no nos vendría mal —Añadió.

El rubio solo suspiró, esto de tener su consciencia en siete cuerpos estaba resultando mucho más complicado de lo que esperaba, principalmente porque usar sus clones estaba resultando ser mucho más agotador de lo que había esperado.

Al final del día los tres miembros del equipo siete estaban igual, pese a que habían hecho entrenamientos diferentes, Sakura llegó agotada a casa, arrastrando los pies, con los brazos caídos y con expresión totalmente derrotada, tumbándose en su cama mientras comenzaba a llorar, sin poder evitar que las palabras de su compañero Uchiha había dicho, que seguían resonando fuertemente en su cabeza.

Sasuke llegó a su casa con gesto orgulloso, seguro de que había dado un buen paso para comenzar a mejorar, con una sensación de dolor y cansancio en su cuerpo que le resultaba tan reconfortante, por lo que incluso si estaba agotado y adolorido, se recostó con una sonrisa confiada y orgullosa.

Naruto estaba en un estado más parecido al de Sakura, agotado, más mental que físicamente, cargando bolsas de ropa y libros que tendría que leer próximamente, en un caso normal habría usado clones para organizar todo mientras él dormía, pero ya que compartía visión, mente y consciencia, resultaba que usar sus clones ya no eran una opción para esos trabajos, por lo que solo las dejó tiradas en el suelo de su apartamento antes de tumbarse en su futón.

— Menudo día —Sin saberlo, los tres dijeron al mismo tiempo, cada uno con tonalidad e intención diferente, pero todos eran plenamente conscientes de que ese día había sido uno que cambiaría sus vidas.


Sé que el capítulo podría ser un poco aburrido, pero quiero darle algo de desarrollo a los personajes, porque reconozco que en la versión anterior me falto, enormemente, desarrollar a Sasuke y Sakura, sigue sin caerme particularmente bien Sakura, especialmente esta Sakura, porque sé que tras el time skip ciertamente tuvo un cambio muy positivo, pero durante la primera temporada, y especialmente para antes de los exámenes chunin lo era.

Solo tengo planeado el cómo hará aparición el camino animal y el camino Deva, pero tengo problemas para pensar en cómo manifestar claramente los otros, tengo una idea para el Naraka y el Preta, pero me parecen ideas un tanto meh, pero los otros dos, el Asura y el humano los tengo un tanto sin ideas.