Honestamente, no tengo ni idea de cómo es que este capítulo fue tan largo sí apenas y toque uno o dos temas, sí me preguntaran sin haber escrito este capítulo habría pensado que tendría la mitad de su longitud, pero bueno, quizás eso haga que capítulos posteriores pudiesen volverse más extensos.

Y ahora mi parte favorita de cualquier historia que haga, los reviews;

CCSakuraforever; Seh, serán tramas más bien lentas, tardarán un tiempo en desarrollarse, pero intentaré no dejarlas olvidadas, sí llego a olvidarlas por favor alguien recuérdenmelo por favor para ver como volver a incluirlas.


— Pensé que llegarían más tarde —Fue el saludo por parte de Hiruzen al par de jóvenes frente a él— En realidad contaba con eso —Admitió el viejo mono sin mirar ni al Uzumaki ni a Haku, dando un pesado suspiro de agotamiento.

— ¿Qué ocurre viejo? ¿Por qué? —Naruto interrogó a su figura de abuelo con una expresión intrigada en el rostro. El Hokage soltó otro pesado suspiro, pero no fue él quien respondió a su pregunta, fue otra persona, una que acababa de entrar en la oficina.

— Debido a la importancia que la aldea le está dando a los clanes Uchiha y Uzumaki consideramos que cualquier compromiso debe ser analizado —Danzó uso aquella explicación como anuncio de su presencia, pasando del par de usuarios de kekei genkai antes de sentarse en uno de los sillones de la oficina— Es cierto que la aldea no puede oponerse ni anular los compromisos que no orquestó, pero sí puede hacer... ciertos ajustes a cada clan dependiendo de la situación —Añadió con una sonrisa serena.

— ¿Ajustes? —Naruto estaba empezando a reconocer la presencia de Danzo como una molestia, porque cada vez que lo veía las cosas se ponían molestas, por decirlo de manera suave y amable.

— Por razones obvias, la aldea prefiere que la mayoría de los compromisos sean con mujeres locales —Aparentemente el hombre vendado había decidido que sería quien expondría todo el caso, ninguno de los que estaban en la conversación lo sabía, pero resultaba tan tranquilizador para Hiruzen no ser quien tuviera que dar explicaciones— En el caso Uchiha se le está dando un margen para buscar sus prometidas porque la aldea no esta tan interesada en su resurrección inmediata, pero con el caso Uzumaki es un poco diferente —Tarareo levemente, dejando tiempo apenas suficiente para que pudieran procesar sus palabras— En parte por la posibilidad de que surjan nuevos clanes, o la posibilidad de que haya más usuarios del rinnegan, tienen prioridad, así que, si bien la aldea apoya estos compromisos independientes, ya que el clan Yuki es originario de Kiri se consideró que era un compromiso extranjero —Solo tras esas palabras dejó silencio suficiente para que ellos pudieran hablar.

— ¿Debo considerar que duda de mis lealtades? —Inquirió Haku, su voz no delataba irá, pena, vergüenza, no había emoción alguna en aquellas palabras, solo una objetividad cuasi hilarante.

— Hasta cierto punto —Danzo admitió sin pena alguna— Dependiendo de cómo Kiri juegue sus cartas usted es una pieza que podrían usar, incluso si no lo quiere, más que dudar de usted dudamos de las acciones de Kiri —Aclaró con un relajado movimiento de mano— Pero por sus antecedentes también hay cierta desconfianza en usted, pero eso lo tendríamos independientemente de que se comprometiera con Naruto o no —Añadió.

— Aun no nos dice cuáles fueron esos ajustes —Notó el rubio centrando sus ojos en el Shimura, aunque más allá de la sospecha no había garantía para nadie— Supongo que la información que nos acaba de dar no fue sin razones —Dedujo con una mueca.

— Suspicaz —Danzo felicitó al joven con una sonrisa— Voy a decirlo de forma simple, para no irnos por las ramas; Tú, y el joven Uchiha deben estar casados, o comprometidos, con una mujer local más que las extranjeras, en otras palabras, tú, que estás comprometido con dos mujeres consideradas extranjeras necesita estar comprometido con tres mujeres locales, sí, hipotéticamente te comprometieras con una chica de Iwa, entonces también deberías casarte con otra mujer local —Esclareció la situación mientras unía sus manos en un gesto que Naruto recordaba más en el Hokage, y no le gustaba cómo se le veía a la momia— Claro que, mientras sean el mismo número de mujeres de un lado y del otro, la aldea concederá más tiempo para buscar otra prometida.

— ¿Hasta cuándo tiene Naruto-kun para comprometerse con otra mujer de la aldea para evitar un compromiso obligatorio? —Inquirió Haku mientras apretaba con suavidad la mano del rubio, evitando que este actuará en por de sus instintos.

— El joven Sasuke Uchiha tiene hasta los inicios de los exámenes chunin, Naruto tiene hasta finales de estos —Anunció Hiruzen, inmiscuyéndose en la conversación por primera vez desde que empezó.

— También, otra razón por la que se hizo la reunión —Danzó retomó la batuta mientras entrecerraba los ojos mirando directamente a Haku— No podemos ignorar lo curioso que fue el anuncio de este compromiso cuando ya se estaba considerando que la joven Yuki también entrara en el programa...

— ¿Qué está insinuando? —Inquirió Naruto con una expresión severa en el rostro, interrumpiendo cualquier cosa que el hombre vendado estuviera por decir.

— Que podría haber sido algo hecho con el propósito de evitar que la señorita Yuki entrara en el programa, por eso la aldea creo una especie de... clausula, sí quieren llamarlo así —Danzó retomó como sí no lo hubieran interrumpido, ni siquiera parecía ofendido por la grosería del chico— Sí ustedes cancelan su compromiso, al instante se verá comprometida con el joven Uchiha, de lo contrario entrará en el programa, una manera de evitar cualquier jugarreta —Aclaró el hombre como sí hablase de un tema cualquiera.

— Parece que esto lo tienen demasiado bien pensado ¿No se supone que la ley, y el programa, es nuevo? —Inquirió el rubio con una ceja enarcada, una parte de él sintiéndose demasiado ofendido por todo esto.

— La ley, y el programa, son totalmente nuevos, sí, pero se lleva pensando desde hace años —Aclaró con sencilles— Eso ha servido para evitar tener que ir trabajando sobre la marcha —Río el Shimura. Una risa que no era para nada agradable ni relajaba el ambiente.

— Muchas gracias por la aclaración, concejal Shimura —Haku agradeció por mera formalidad antes de retirarse junto con Naruto, prácticamente arrastrando al rubio fuera de la oficina, conociéndolo lo suficiente para saber que estaba a que presionaran un poco de más al chico y este diría algo que no debería decir— Mantén la calma, como en los entrenamientos —Riñó al joven que llevaba arrastrando.

— Es que me cabrea —Bufó el Uzumaki— Que me obliguen a aceptar compromisos o me comprometan, que duden de ti, que te obliguen a hacer algo así sí al final no queremos comprometernos, la cara de ese hombre también —Enlistó las cosas que lo estaban cabreando de la situación, su enojo calmándose con cada palabra dicha antes de llegar a un tono tranquilo— Así que... ahora estamos comprometidos —Incluso sin quererlo su tono y expresión se volvió hueca ante la resolución.

— Si... lo estamos —Ella misma admitía que no era lo que había esperado, la misma expresión hueca que compartía con el Uzumaki— Se siente...

— Raro —Completó Naruto por ella— No mal, pero sí extraño —Admitió.

Ninguno de los dos podía decir que la situación le resultara desagradable, Naruto apreciaba genuinamente a Haku, y al menos tras todo el fiasco que había ocurrido con su equipo la podía considerar su mejor, y tristemente única, amiga. Haku debía de reconocer que desde que se conocieron se había sentido atraída por el rubio, no en un sentido romántico o sexual, era un algo que le resultaba tan interesante que no podía evitar acercarse más, podía reconocer al rubio como un amigo, un verdadero amigo, alguien admirable a quien seguir. Pero ninguno de los dos había visto en el otro a una pareja, a un amante. Pero de algún modo, ambos se sentían bien con el acuerdo; Quizás era porque no se lo habían impuesto, quizás era por la confianza que sentía en la chica, pero Naruto se sentía cómodo con este compromiso. Haku no podía evitar sentir que era lo correcto, dejando de lado que ese compromiso evitaba que terminara con el Uchiha, lo que agradecería hasta el final de los días, la confianza y seguridad que el Uzumaki le transmitía era suficiente para saber que no ocurriría algo parecido a lo que paso entre sus padres biológicos.

— Lo mejor será ir con Zabuza-sama y Jiraiya-san, no por comprometernos vamos a disminuir los entrenamientos —Haku decidió cambiar de tema, ya tendrían tiempo para pensar en las implicaciones de este compromiso después.

— ¿Zabuza sabe de esto? —Murmuró mientras se señalaba a sí mismo y a la usuaria de hielo. Ella solo asintió con un leve encogimiento de hombros— ¿Y cómo reaccionó? —Naruto podía no ser el más brillante, pero estaba seguro de que los dos tenían una especie de relación padre e hija, una extraña relación de padre e hija.

— Se encogió de hombros y lo aceptó —Haku respondió con simpleza. Naruto sentía que estaba haciendo olas en un vaso con agua, y no estaba seguro de lo que estaba ocurriendo.

El camino hacia el campo de entrenamiento lo llevaron a cabo en silencio, en un cómodo silencio, en parte porque cada uno quería pensar en las implicaciones de lo que habían hecho por sí mismos, como también porque no había necesidad de hablar nada, aunque Naruto se preguntaba por qué repentinamente Jiraiya y Zabuza parecían querer hablar siempre con él en persona cuando tenía a al menos una decena de clones con ellos constantemente, quizás olvidaban la consciencia compartida que tenía con sus clones, adivinó.

La vista con la que fueron recibidos realmente no sorprendió a Naruto, gracias a sus clones ya sabía lo que se encontraría; seis clones seguían entrenando el control de chakra, el camino animal invocando y haciendo desaparecer animales en rápida sucesión, intentando implementarlos tanto en su estilo de pelea como en un estilo de taijutsu, otros tres estaban alrededor de Jiraiya practicando caligrafía mientras escuchaban la conferencia del hombre sobre fuinjutsu. El Uzumaki real se acercó saludando al aire, más por una formalidad que por obligación, sabía que cualquiera de los dos hombres sabía que estaban en el área mucho antes de que estuvieran siquiera al alcance de la vista. Había esperado lo que ocurría diariamente; Zabuza se levantaría y empezarían un combate de práctica, no se detendrían hasta que el rubio pudiera conectar tres golpes, o alguien los detuviera, y luego él haría ejercicios para mejorar su cuerpo, pero esta vez hubo algo diferente, ambos hombres se levantaron y le dirigieron una mirada que ya conocía "Tenemos que hablar", honestamente le tendría más miedo a esa mirada sí hasta ahora no hubieran representado solo unos ligeros cambios en los entrenamientos.

— ¿Cómo cambiará el entrenamiento ahora? —Naruto preguntó nada más ver a ambos erguirse, ignorando parcialmente a los clones dejándolos con el trabajo que estaban haciendo, al mismo tiempo se quitaba sus lentes oscuros, sabiendo que solo estaba siendo visto por sus mentores, y los Anbu del Hokage, suspiro al quitárselos cómo quien se quitaba un apretado par de zapatos, aliviado por la libertad que sentía cada vez que dejaba expuestos sus ojos.

— Ya terminamos con el control de chakra —Zabuza explicó con una mirada tranquila, Naruto no pudo evitar enarcar una ceja ante la orden— Has mejorado bastante en el control de chakra básico, no deberías tener mayores problemas en caminar por una cascada que mantener una hoja sujeta con chakra en tu frente, por lo que pasaremos a lo siguiente —Explicó con una media sonrisa en el rostro.

— ¿Cuál es la siguiente parte? —A diferencia de su maestro originario del país de la niebla, la sonrisa de Naruto se extendía por todo su rostro— Por fin hemos podido pasar a algo más —No es que se quejara del entrenamiento, había mejorado y crecido enormemente, o al menos él lo sentía en ese apartado, pero llevaba queriendo hacer más desde hacía semanas.

— Basándome en los entrenamientos que has llevado hasta ahora —Jiraiya se acercó con una sonrisa en el rostro, una expresión relajada en su caminar hasta estar frente a su ahijado— Será entrenamiento en control de chakra elemental, has mejorado en el uso del chakra de agua y de viento constantemente y ya podrías empezar a entrenar jutsus a partir de ahí, ahora lo haremos con los elementos de tierra y fuego...

— Bien, supongo que entonces en lugar de seis clones pasaran a ser cuatro, uno seguirá entrenando el agua, otro seguirá el viento, y usaré dos para entrenar tierra y fuego, por lo que haré dos clones menos que siempre —Naruto suspiró mientras planeaba cómo es que el entrenamiento cambiaría a partir de ahí, quizás usaría esos clones para mantener la casa limpia.

— No me interrumpas mocoso —Se quejó el sannin con una expresión fastidiada en el rostro— Haremos algo más, algo que admito no estaba seguro de qué tan bien podrías manejar, pero por lo que he oído de mis fuentes de información lo mejor sería que estuvieras preparado para estos exámenes chunin —El hombre se estaba yendo por las ramas, Naruto lo sabía— Quizás sea por parte de mi nostalgia o lo que sea, pero te enseñaré el jutsu que tu padre desarrolló, el rasengan —Una sonrisa nostálgica apareció en el rostro del hombre mientras pronunciaba aquello— Usa los clones que quieras para eso

— Lo mantendré en dos, sí hacen falta mañana usaré más, y después del entrenamiento físico me pondré a entrenar eso también —El mismo rubio ahora tenía una sonrisa en su rostro, no había podido tener el mismo contrato de invocación que su padre, lo que había sido una putada para él en todos los sentidos habidos y por haber, pero la posibilidad de tener uno de sus jutsus estrella le animaba, se iba a asegurar de aprenderlo a la perfección— ¿Cuánto tiempo tenemos antes de los exámenes? ¿Un mes, dos?

— Poco más de dos semanas —Jiraiya anunció con absoluta tranquilidad. La expresión del Uzumaki cayó de golpe.

— Creía que teníamos más tiempo —Susurró con el rostro deformándose en una expresión desconcertada— Hasta ahora solo he mejorado mi control de chakra, ni siquiera domino los elementos que llevó entrenando tanto tiempo ¡¿Cómo esperan que mejore tanto en dos semanas?! —Exclamó con total y absoluto desconcierto, ganando una cierta variedad de miradas; Avergonzada para Jiraiya, de comprensión para Haku, y desconcertada para Zabuza.

— Sí, quizás hayamos apurado... —El sapo ermitaño comenzó a explicar con cierta pena, pero Zabuza lo sorprendió interrumpiendo a Jiraiya.

— Mocoso, no te subestimes —Gruñó el hombre mientras se acercaba para agarrarlo por el cuello de la camisa y levantarlo— Has aprendido a luchar conmigo, que fui capitán Anbu de Kiri, y has aprendido a darme problemas, tienes más chakra que la mayoría de los adultos que encontraras en toda tu vida y has aprendido a controlarlo —Incluso sí el mensaje era más bien una felicitación, su tono agresivo y enfadado hacía que sonara casi como sí lo insultase— Esta bien, no sabes kendo, no eres bueno en genjutsu, y no tienes casi ninjutsu en tu repertorio, pero eso no es un problema, siempre que sepas las bases con lo que tienes puedes vencer a unos cuantos idiotas, solo tienes que jugar de manera inteligente, mis estudiantes no son unos debiluchos que perderán ante cualquiera —Bramó antes de soltarlo, aunque en lugar de caer sobre su trasero como habría sido al inicio del entrenamiento, cayó sobre sus pies para quedar de pie.

— Vaya manera de darme ánimos, Zabuza sensei —Suspiró el Uzumaki mientras se arreglaba la ropa ligeramente— Igual preferiría aprender más cosas antes de los exámenes chunin, dudo ser el único que podría superar a otros genin —Quizás era porque desde que estaba en la academia Sasuke siempre había sido el mejor, sí ahora podía superar a la mayoría de los otros genin dudaba que alguien como el Uchiha no, y se le ocurrían un par de viejos amigos que también podrían hacerlo, Shikamaru para empezar.

— Perfecto, el rasengan será una buena ventaja —El ánimo por parte de Jiraiya cambió tan rápido como el pensamiento, ahora una expresión fácil y relajada se asomaba por su rostro una vez más— Además, no te preocupes tanto por los jutsus, sí bien lo hiciste al revés de lo que nosotros, los simples mortales, solemos hacerlo, diste grandes pasos que te facilitarán todo cuanto comiences a aprender —Añadió mientras regresaba a donde había estado sentado, una caja de manera que parecía tener algo dentro.

— ¿De qué hablas? ¿Qué pasos di? —Naruto interrogó a su padrino mientras ladeaba la cabeza, confundido. Jiraiya se giró para ver al rubio, y si no fuera por esos aterradores ojos anillados seguramente le recordaría a un cachorro.

— La mayoría de gente aprende al menos unos pocos jutsus de su naturaleza antes de empezar a entrenar el dominio del elemento —Jiraiya comenzó a explicar mientras sacaba de la caja unos globos llenos de agua que había preparado previamente, al mismo tiempo que lanzaba uno al aire para volver a cacharlo poco después lanzaba otro al Uzumaki para que lo atrapara— Eso permite que una persona se acostumbre a la sensación de su naturaleza y a diferenciarlo, esto es parte de la base de creación de los jutsus elementales, por lo que sí bien no tienes jutsus en tu arsenal, técnicamente podrás manipular elemento de manera lo suficientemente efectiva para imitar jutsus, o crearlos, lo que a su vez deberá servir para que completes el rasengan —Lo último lo murmuró pero aun así fue escuchado por todos los presentes.

— ¿Completarlo? —Naruto enarcó una ceja ante el comentario, recibiendo apenas perceptibles asentimientos por parte del par originario de Kiri, especialmente de Zabuza que no podía concebir cómo ese jutsu no estaba completo.

— Tu padre creo el rasengan inspirándose en los biju, en teoría el jutsu debería poder ser lanzado, además de poder imbuirse de chakra elemental —Explicó el sannin con un tono de voz que hacía sentir que estaba hablando de un tema evidente y de conocimiento común— Aunque no lo parezca, imbuir el rasengan de una naturaleza elemental es, netamente, complicado, yo no lo he logrado y lo he intentado por años, ni Kakashi lo logró —Admitió con un encogimiento de hombros, como sí se hubiera resignado.

— Bien, ya entendí, no será tan fácil —El usuario del rinnegan bufó por lo bajo antes de mirar fijamente el globo con agua antes de cambiar su atención al sannin de los sapos— ¿Y estos globos para qué son? —Inquirió mientras intercalaba su mirada entre Jiraiya y el globo, ignorando deliberadamente a Zabuza y Haku que iban a vigilar a los clones.

— El rasengan tiene un entrenamiento de tres pasos; Rotación, poder y compresión —Con cada paso dicho el hombre de blancos cabellos levantaba un dedo— El primer paso; Rotación, se entrena con esto, tienes que girar el agua del globo en varias direcciones simultáneamente hasta hacerlo estallar, necesitarás crear una corriente constante de chakra, como sí mezclaras el caminar en las paredes como el caminar en el agua —Explicó antes de poner el globo frente a él, justamente entre el dueto maestro alumno— Por eso debería ser un poco más fácil, mantén los ojos en esto —Pidió con una sonrisa orgullosa.

En cuanto las palabras salieron de la boca del sannin Naruto envió chakra a sus ojos, sí bien el mareó había desaparecido resultaba tan agotador como siempre. Con el incremento de chakra los anillos del rinnegan rotaron casi imperceptiblemente mientras se volvían más finos, y al instante el rubio notó la inmensa diferencia; El mundo pareció volverse más lento, mucho más lento, se concentró ligeramente más y pronto vio a través de los cuerpos, fijándose en los sistemas de chakra, ignorando a todos los Anbu que podía ver, ignorando lo estúpidamente fácil que sería ponerse a contar uno por uno los cabellos en la cabeza del sannin, sentía que había pasado mucho tiempo pero realmente no habían pasado más de unos pocos segundos, según lo que había hablado con Zabuza era una especie de estado de hiperconcentración en la que percibía el tiempo mucho más lento de lo que realmente era, un minuto real podría sentirlo como horas, por poner un ejemplo. Todo esto únicamente para lo que ocurría ahora; Percibir con perfecta claridad cómo es que el chakra de Jiraiya seguía las instrucciones que le había dado antes de que el globo reventara.

— Inténtalo ahora —Eran las siguientes palabras del sannin sapo, y lo supo apenas empezó a formar la oración, no habían pasado más de unos segundos de tener su "visión encaminada" cómo había decidido llamar al estado de hiperconcentración, pero el cansancio comenzaba a sentirse.

Quizás porque había visto hasta la más pequeña de las corrientes de chakra que guiaron el movimiento dentro del globo, quizás era porque, cómo había dicho Jiraiya, combinaba los entrenamientos que había aprendido a hacer prácticamente dormido, quizás era que entendió el tipo de rotación de chakra que debía hacer por estarlo viendo directamente, pero en un instante el globo con agua reventó tal cual lo había hecho el de Jiraiya.

— ¿Está bien? —El rubio preguntó al sannin mientras reducía el flujo de chakra a sus ojos y los cerraba, hacerlo en intervalos con pequeños descansos le daban algo más de tiempo, pero hacía que tuviera que dejar sus ojos descansar entre uso y uso, por eso mismo es que se perdió el rostro sorprendido del sannin.

— Lo hiciste a la primera —Boqueó el sannin como un pez fuera del agua. Jiraiya sabía que la primera parte no sería tan complicada, el chico había entrenado para poder hacerlo más fácilmente, pero esto estaba totalmente fuera de sus previsiones— Bien, bien, pasaremos a la siguiente parte —Tosió, en un intento de aclararse la garganta, y de paso fingir que no le habían tomado con la guardia baja— Ya me esperaba que termináramos la primera parte hoy, por lo que vine preparado —Regresó a la caja antes de sacar un par de pelotas de goma.

— ¿Ahora debo intentarlo con una pelota? —Naruto preguntó tras abrir los ojos, aun sentía cierto deje de agotamiento, normalmente lo hacía sin sus clones porque la concentración era más fácil y le daba un poco más de tiempo, casi un minuto, lo que, aunque no lo pareciera era bastante tiempo, al menos para él.

— Exacto, esta parte trata de poder —Aclaró Jiraiya con una expresión tranquila en el rostro— Debes liberar una densa cantidad de chakra —Al mismo tiempo que Naruto volvió a activar su doujutsu el ejercicio comenzó en la mano del sannin, esta vez el chakra no se movía en corrientes erráticas, se movían alrededor de un solo punto, como si fuese el ojo de un huracán, aumentando la potencia del chakra y la fuerza de rotación, casi inconscientemente Naruto comenzó a replicarlo en su propia pelota y un instante reventó, justo como hizo la del sannin solo media fracción de segundo después, lo que fue la señal de Naruto para desactivar el rinnegan— …Ni siquiera me dejaste terminar —Se interrumpió, aparentemente había estado explicando todo el proceso mientras Naruto estaba más concentrado en el chakra— Bien, tercera parte, tenía globos sin inflar para rellenarlos de agua —Gruñó mientras se ponía a inflar los globos.

— ¿La última parte necesita globos? —Susurró Naruto, lo suficientemente agotado por el uso de sus ojos, había usado un minuto hasta ahora, y sí bien estaba lejos de su límite continuo no creía poder usarlo mucho más tiempo sin necesitar un largo descanso.

— Sí —Bufó el sapo ermitaño con una mezcla de sentimientos; Por un lado, estaba la frustración, había esperado ver al chico fallar unas cuantas veces, ni él había aprendido tan rápido el jutsu y eso que lo hizo más rápido que Minato, por otro lado, había un fuerte orgullo, su alumno estaba aprendiendo esto en casi un día, en horas— La última parte es la compresión; la combinación de los dos pasos anteriores. La clave está en imaginar una delgada membrana y contener el chakra dentro —Naruto activó el rinnegan una vez más, sintiendo el cansancio extenderse como una toxina por su cuerpo, estaba demasiado cerca de su límite para su gusto.

Igual que las veces anteriores imitó lo que veía dentro del objeto que su mentor estaba utilizando, estaba lejos de ser complicado, no al menos con sus límites actuales, pero el rinnegan estaba haciendo la tarea mucho más complicada, dentro del globo había una copia casi exacta del que ocurría en la palma de Jiraiya, solo para probarse a sí mismo repitió el ejercicio en la palma que no sostenía nada, y en segundos, rosando el límite de tiempo que podía mantener el rinnegan activo en su palma apareció el rasengan.

— ¿Así está bien? —Cuestionó antes de desactivar el doujutsu y cerrar los ojos, necesitaba un descanso, uno lo suficientemente largo como para renovarse, tardaría horas en poder estar siquiera cerca de repetir ese tiempo.

— Perfecto, la verdad es que no esperaba que lo lograras tan pronto —Admitió mientras veía el rasengan de su alumno, perfecto como el suyo propio.

— No es tan difícil cuando he estado viendo el chakra claramente —Susurró mientras deshacía el flujo de chakra en su palma, dejándose caer en el suelo antes de levantar su mano al cielo y repetir el ejercicio, podría lograrlo infinidad de veces mientras usara el rinnegan, pero sí no podía usarlo sin mantener esa presión en sus ojos de nada serviría.

— Espera, ¿Qué? —Incluso tras su incredulidad por la confesión del rubio estaba más atento por el segundo rasengan tan perfecto como debió serlo el que estaba dentro del globo.

— Puse chakra en mis ojos para ver el chakra, no fue difícil replicarlo —Aclaró el Uzumaki, deshaciendo el jutsu al no escuchar quejas, debía suponer que lo hizo bien— Pero es agotador, no creo poder hacerlo y mantener la concentración sin un descanso de unas cuantas horas.

— Bien, eso te servirá para aprender jutsus rápidamente una vez puedas hacerlo continuamente —Suspiró Jiraiya. Sí entendía bien lo que eso significaba implicaba que el chico se había vuelto una especie de perfecto imitador de jutsus que no necesitaran el chakra elemental, sabía que ni siquiera Kakashi había podido imitarlo tan bien la primera vez, suponía que mezclar el sharingan y el byakugan debía de hacer el trabajo muy fácil— Bien, como sea, por algo tus clones iban a hacerlo, tú tienes que ir a una ¿Cita? Cita con tu prometida Hinata tras tu entrenamiento, deberían tardar aún una o dos horas, deberías ir a prepararte, es en el complejo Hyuga —Chasqueó la lengua.

— Bien, significa que aún puedo entrenar taijutsu, me servirá como un descanso para la tensión en mis ojos —El rubio descartó la posibilidad de ir a prepararse mientras se levantaba para ir a donde Zabuza ya lo esperaba.

En el complejo Hyuga, Hiashi se sentía nervioso mientras estaba revisando algunas cartas que había recibido, nada excepcionalmente importante, pero era un modo de tranquilizarse, los ancianos del clan, quizás los únicos que se las habían ingeniado para pasar por su autoridad al menos un par de veces intactos, habían querido concretar una especie de reunión sobre el compromiso entre su hija y el Uzumaki, aún no tenía permiso de desvelar el rinnegan, pero sorprendentemente tras entrar en el programa de restauración de clan habían abandonado las intrigas, pero querían que se reunieran los dos prometidos. Nada que Hiashi no pudiera comprender, pero había algo que no le gustaba; La falta de formalidades y costumbres del Uzumaki, aunque incluso así tenía un as bajo la manga, las formalidades del clan Hyuga no eran las mismas que tenían el resto de clanes, para empezar cada clan tenía sus propias formalidades matrimoniales por lo que podría instruir al chico un poco antes.

Activo su byakugan con cierta preocupación, queriendo vigilar a su hija, Hinata estaba siguiendo las viejas costumbres que él y su esposa habían inculcado en ella, una costumbre y formalidad que incluso a Hiashi le parecían arcaicas, se había duchado y ahora estaba alistando el kimono tradicional, le estaba costando por la falta de práctica, pero no lo estaba haciendo mal. Sí no tuviera el byakugan activo no habría visto al Uzumaki entrar en su rango de visión, sudado y golpeado por el entrenamiento, disparando las alarmas de Hiashi, se levantó rápidamente antes de desaparecer en un shunshin para aparecer detrás del chico.

— Sabía que debía decirle a Jiraiya-sama cómo debías venir —Gruñó a modo de presentación antes de agarrarlo por el hombro y desaparecer, yendo a una pequeña casa dentro del complejo Hyuga, misma que había preparado previamente para la reunión de ese día, y por sí alguna de sus hijas quería dejar el nido— Deberías estar más atento, ¿Qué habrías hecho sí fuera un secuestrador? —Inquirió a Naruto quien tenía una expresión aburrida en su rostro.

— Estaba entrenando el rinnegan, sabía que era usted desde antes de que se fuera de su oficina —Señaló sus ojos dando unos suaves golpecitos a sus lentes oscuros.

— Bien, me alegra ver que has escuchado mi sugerencia —Felicitó, y tan pronto como lo felicitó le dio un pequeño golpe en la frente, usando la misma base del puño suave para estar seguro de que doliera— No uses un doujutsu que te permite ver a través de las paredes en una residencia, puedes ver cosas indecorosas y en caso de hacerlo con esas intenciones es vergonzoso —Lo riñó.

— Bien, bien, tch eso dolió —Bufó mientras se sobaba la frente en un intento de hacer pasar el dolor— Supongo que algo no anda bien sí me interceptó de camino para aquí de forma que nadie me viera —Gruñó antes de verlo a los ojos.

— Si bien acepto que las citas entre tú y mi hija son necesarias, la verdad es que esta reunión es una formalidad que exigieron los ancianos del clan, un dolor en.…, una piedra en el zapato con la que no tendrás que lidiar —Se corrigió Hiashi, por mucho que quisiera insultar deliberadamente frente al chico no sería un buen ejemplo— Quieren que sigas el protocolo de una reunión entre prometidos dentro del clan Hyuga, así que para evitarnos problemas a todos vas a hacerlo —Explicó mientras comenzaba a caminar en dirección al baño, obligando al chico a seguirlo sí quería escucharlo— Formalidades y costumbres arcaicas que, honestamente ni yo soporto pero tengo que hacer, así que hagamos esto más pasable para todos —Aclaró.

— Bien ¿Qué tengo que hacer? ¿Todas mis reuniones con Hinata serán así? —Cuestionó mientras seguía al hombre, este día estaba resultando ser el día de las formalidades, no podía dar un paso sin toparse con una.

— Date una ducha, haré que te traigan un cambio de ropa acorde a las tradiciones, sobre lo segundo, no tanto, esta para presentarse, una para escuchar cómo serán todos los asuntos de sus nupcias y se acabó —Aclaró mientras llegaban a la ducha, una ducha tradicional, justo como marcaba la tradición, a veces odiaba todo esto— Cualquier otra cita o reunión que tengan ustedes podrán ser menos formales que esto —Añadió antes de retirarse.

— Al menos me hacía falta una ducha —Murmuró por lo bajo, sí todo el asunto de formalidades era parte de ser jefe de clan ya había encontrado una cosa que no le gustaba, y creía que le aparecerían muchas más. Se duchó rápidamente, no quería que esto durara más de lo que debiera, en cuanto terminó de ducharse y salió de se encontró con la ropa que debía usar separada prenda por prenda, y de la que había usado no había ni rastro— Por dios odio esto —Bufó.

Naruto caminaba a la habitación donde se reuniría con su prometida, acompañado por Hiashi, una mueca en el rostro por la incómoda ropa; Un pantalón café que se ceñía a su cintura y se ampliaba ligeramente cerca del pie antes de cerrarse alrededor antes del pie, una camisa blanca sin botones que se cruzaba de un lado a otro para cerrarse y mantenerse en su lugar porque estaba fajada, unos calcetines blancos para sandalias, pero lo peor, lo que realmente lo incomodaba, era un fundoshi, una especie de taparrabos que con suerte cubría su entrepierna, y por la cuerda con la que se ataba a su cintura, rodeada por otra cuerda del fundoshi, le apretaba las pelotas de una manera que le hacía querer quitárselo sin importar las miradas que podría ganar, sus ojos cubiertos por sus lentes oscuros y el cabello había intentado ser laceado, no funcionó.

Cuando la puerta fue deslizada vio a su prometida, Hinata no era muy diferente a como Naruto la recordaba, solo que ahora estaba vistiendo un kimono blanco sin detalle alguno, sentada con la mirada gacha poco antes de la mitad de la habitación, ancianos usando casi la misma ropa que Naruto traía estaban a un costado de ella, lo que hasta cierto punto le asqueó por usar la misma ropa que ellos, siguió a Hiashi un poco más antes de sentarse frente a Hinata, sabía que debería mantener la mirada gacha a modo de respeto a los ancianos, pero no los respetaba así que se mantuvo con la cabeza erguida, Hiashi caminó hasta estar junto a los ancianos.

— Agradecemos su presencia, heredero Uzumaki —El anciano que estaba en el centro comenzó a hablar— Estamos aquí para la presentación formal entre ustedes dos; La hija mayor del jefe del clan Hyuga, Hinata Hyuga, y el heredero del clan Uzumaki, Naruto Uzumaki, un compromiso que existe desde el día de sus nacimientos —Proclamó con sencillez.

Desde el nacimiento, esa parte Naruto no la sabía, solo hacía que le entraran más ganas de gritarles a esos ancianos por todo esto, tal vez incluso a Hiashi que sabía que era quien había planteado el matrimonio, al viejo hokage por aceptarlo, al mundo quizás.

— Un gusto conocerte, Naruto-san —Le saludó Hinata con la mirada aún gacha.

— Un gusto Hinata-san —Devolvió el formalismo.

— Ambos clanes se verán enormemente beneficiados por esta unión; El clan Hyuga obtendrá la gran vitalidad y el potente chakra de los Uzumaki, mientras que el clan Uzumaki ganará un estilo de combate superior —Su voz era potente, intentando sonar más autoritario, aunque en realidad él y sus viejos compinches en realidad le parecían ridículos— Entendemos que la nueva pareja necesita tiempo para conocerse, esperaremos que ambos sean responsables para llegar puros al matrimonio para honrar los buenos valores que nuestro clan tanto respeta —El discurso seguía, y si no fuera porque Naruto supiera que era importante habría desconectado de la conversación hacía tiempo— Hiashi, Hinata, pueden retirarse, quisiéramos tener una conversación con el heredero Uzumaki antes de planear la cita que él y su hija tendrán.

Hiashi quiso discutir antes de notar la mirada que el Uzumaki tenía en estos momentos, no podía verlo a través de los lentes oscuros, pero podía sentir el sentimiento dirigido a los ancianos, fastidio, recordó que en este instante Naruto no era un niño frente a los ancianos, no del todo, sería una prueba de fuego para ver qué tan bien podría ser jefe de clan, plantarse ante otros sin temor, esto podría ser una lección interesante que no necesitaba postergar, con un gesto de cabeza se retiró acompañado de su hija, activando su byakugan para poder ver qué es lo que ocurriría dentro de la habitación mientras dejaba a su hija ir a cambiarse.

— Bien, ya que se han ido escúchanos, mocoso —El anciano Uryu, quien estaba a la derecha del anciano que había hablado durante toda la reunión comenzó.

— No, escúchenme ustedes —Naruto se levantó antes de girarse a verlos, la diferencia de estaturas era considerable, la diferencia de experiencia también, pero la fuerza y confianza que usaban era la misma, el chico tenía más potencial del que pensó— No pienso andar haciendo toda esta tontería formal cada vez que vea a Hinata, ambos somos shinobis en entrenamiento y no podemos permitirnos perder el tiempo de esta manera —Naruto se quitó los lentes, sus ojos cerrados era lo único que evitaba que los ancianos vieran el rinnegan, limpiando sus anteojos con extraña paciencia.

— ¿Cómo te atreves...? —La anciana Rin, la que estaba al lado izquierda del anciano central, intentó seguir antes de ser interrumpida igual que su compañero.

— Ya de por sí tengo que tratar con todos los formalismos y tonterías a los que me obliga la aldea —Naruto siguió como si no hubiese escuchado a la mujer— Y no pienso aguantar más, mucho menos de ancianos que tienen suerte de ver la próxima generación, así que voy a decirlo claramente, me reuniré con Hinata cuando los dos queramos, haremos lo que queramos, y sí bien seguiremos todo el asunto de formalidades ridículas cuando tratemos el asunto de la boda, pero no más —El chico abrió los ojos sin dejar de limpiar esos lentes de forma perezosa dejando que los ancianos vieran el rinnegan haciéndolos retroceder un paso, nerviosos ante la revelación.

— ¿Esos son...? —El anciano Roshi, el central, murmuró impresionado.

— Ahora, o aceptan esto, o cancelo el matrimonio y me niego a que mi clan se relaciones con los Hyuga nunca más, no los mismos equipos, no matrimonios, no nada, ¿Quieres arriesgarse a ello? —Advirtió con una ceja enarcada antes de volver a ponerse los lentes.

Hiashi sentía la tentación de reírse, podía ver el ritmo cardiaco del rubio y era claro que estaba haciendo un blofeo, al menos con la última parte, porque no sabía sí podía hacer eso, pero era una amenaza significativa, los ancianos no se permitirían perder el rinnegan cuando lo tenían en la bandeja de plata mucho menos ser vetados de esa manera, sería ver a quien sabe cuántos clanes obtendrían el rinnegan o podrían obtener más fama y renombre mientras el Hyuga quedaba lentamente en el olvido por su culpa, una tortura para ellos, el chico no conocía ni la mitad de las implicaciones de lo que hacía y aun así lo hacía, incluso le convenía, tendría que aplaudirle a sus mentores, sin lugar a dudas estaban haciendo un mejor trabajo del que cualquiera esperara.

— Ciertamente, Hinata pasara a ser una Uzumaki tras el matrimonio, quizás estamos siendo un poco exagerados con nuestro comportamiento para con otro clan —El anciano Roshi murmuró en un intento de recuperar el control, uno que había perdido hacía bastante— Creo que podemos cumplir tus... razonables peticiones —Al hombre no le gustaba, pero acepto.

— Bien, con eso me retiro, todos tenemos cosas que hacer —Con esas palabras el chico deslizó la puerta para salir— Ancianos fastidiosos —Gruñó Naruto antes de girarse a ver a Hiashi quien soltó una risilla, la expresión del rubio era más parecida al pánico de lo que podría imaginar considerando la confianza anterior.

— Lo hiciste bien, puede que tengas más futuro como líder de clan de lo que esperaba —Admitió sin vergüenza antes de caminar por delante del rubio— Déjame guiarte a dónde está tu ropa, ya le pedí a alguien que le dijera a mi hija que tendrán una salida "normal" —Hiashi no estaba seguro de qué era normal en una cita hoy en día, él mismo había tenido que seguir las reglas de los ancianos cuando se iba a casar con su esposa— Quédate con el conjunto, te servirá en la reunión para organizar su boca..

— Si a Hinata le gusta la idea preferiría que fuéramos a comprar algo de beber, un café, té, algo así, y unos bocadillos, o de compras, parece ser una buena primera cita —Sí bien tenía tanta idea como Hiashi en citas, incluso cuando ninguno de los dos lo sabía, estaba tomando algunas pistas de su compromiso con Karui.

Nada más lo dejaron en una habitación con su ropa comenzó a cambiarse, aunque para no hacer esperar a Hinata no se quitó el tan molesto fundoshi, y guardó la nueva ropa en un sello de almacenaje sencillo. Al menos sentía que algo había ido bien en el día.

Sasuke sentía que esto era una especie de mala broma, Kakashi le había dado ese día como un día libre, no le creyó y fue ante el propio hokage para intentar obtener una explicación de por qué Kakashi no lo entrenaba, o que le dieran un mentor que estuviera dispuesto a entrenarlo, el Hokage y uno de sus conejeros, uno que parecía una momia, le dieron la respuesta a sus problemas; Debido al agresivo entrenamiento que había querido le habían asignado un día libre obligatorio a la semana, había tenido la mala suerte de que fuera ese día. Aprovecharon ese momento para decirle lo segundo que hacía que su día fuera una broma, necesitaba tener al menos dos candidatas a prometidas dentro de la aldea para cuando empezaran los exámenes chunin de lo contrario lo comprometerían por él.

El problema venía de que no conocía muchas chicas, casi todas las que conocía eran de su tiempo en la academia, prefería una kunoichi en lugar de una civil y de su año solo había tres kunoichis útiles, Sakura sería la última de sus opciones, Ino tampoco era una buena candidata, aunque estaba más arriba que Sakura, y Hinata, ella era la más prometedora, al menos no era una maldita fangirl para él, y el conocimiento del puño suave podría ser interesante para él. Pero sabía que había más mujeres en la aldea y no quería que lo comprometieran, no así al menos. Quizás lo único bueno es que el día le sirvió para hacer la compra, ahora caminaba por un callejón cuando escuchó las voces de otro par de personas al otro lado, normalmente no se detendría a escuchar sí no fuera porque reconoció las voces; Hinata y Naruto.

— ¿Estás segura, Hinata? —Naruto cuestionó. Sasuke se agachó tras uno de los basureros para poder oír, y ver, sin ser descubierto, no fácilmente al menos— No me mal entiendas, es incómodo, pero no me gustaría incomodarte —El tono enérgico y divertido ya no engañaba a Sasuke, no después de la humillación que le hizo pasar.

— E-estoy segura, Na-Naruto-kun —La chica tartamudeó torpemente desde la entrada del callejón, no podía adivinar de qué trataba— Y-yo te cubro —Añadió en una extraña mezcla de confianza y nerviosismo.

Naruto se escondió a medias en el callejón, más bien intentaba esconderse en las sombras en un trabajo más bien mediocre, pero con Hinata cubriendo la entrada del callejón el trabajo era lo suficientemente decente como para que nadie pudiera verlo, si Sasuke no estuviera metido en el propio callejón seguramente tampoco podría verlo. El rubio se bajó los pantalones repentinamente, con un movimiento lo suficientemente rápido desató la prenda interior, un fundoshi que no le estaba cubriendo mucho, exponiendo aquella herramienta de caballo en el callejón, soltó un suspiro de alivio que a Sasuke casi le parecía obsceno, ya sin la prenda se subió los pantalones, escondió la prenda en uno de sus bolsillos antes de volver con Hinata.

— Muchas gracias, Hinata, necesitaba relajarme un poco —Tan ignorante como Naruto podía serlo estaba ignorando el leve sonrojo en el rostro de Hinata por la atención que le daba— Bueno, sigamos, te prometí que te compraría unos rollos de canela ¿No? —Y con esas palabras el chico siguió caminando.

Con manos temblorosas Hinata extendió la mano para sacar la prenda del bolsillo del chico y guardarlo en su propia chaqueta, Sasuke no pudo evitar tener una sonrisa mordaz, Naruto ya estaba trabajando para conseguir otra prometida, una pervertida de closet sí debía apostar, y sí era una pervertida, quizás Sasuke podría tomar su propia ventaja por sobre el Uzumaki, darle un golpe tan humillante como había sido aquella noche para él, solo tendría que quitarle la posible prometida al rubio.

Hinata no supo que es lo que había tomado del bolsillo del rubio, hasta que la noche ya estaba sobre ellos y la luna brillaba en el horizonte, estaba en su habitación, se estaba cambiando su ropa del día por su ropa para dormir, había tomado la prenda pensando que podría ser una especie de pañuelo, no sería raro, dentro del clan Hyuga no era raro tener pañuelos de tela, su imaginación divagó en un rubio terminando su entrenamiento limpiando el sudor de su frente con ese pañuelo, de forma inocente, o tanto como había podido serlo, había llevado la pieza de tela a su nariz, sí bien el olor no era el que ella esperaba no le había desagradado. No fue hasta que separó la prenda de su rostro, y notó los habituales girones de la prenda, que notó que no era un pañuelo de tela, era un fundoshi. Aunque nadie podría ver su rostro este estaba tan rojo como una remolacha, hubiera dado un chillido por la vergüenza, un chillido tan alto que despertaría a cualquiera en el complejo, por la costumbre de no querer un castigo por algo así agarró lo primero que tenía a la mano y lo empujó contra su rostro para acallar el ruido, y eso fue aquella prenda interior.

— La ropa interior de Naruto-kun —Gimió ella por lo bajo tras dejar la prenda a un lado para esconder su rostro en una almohada— ¿C-como...?

Hinata no pudo evitar sentirse culpable, sí Naruto lo descubría ¿Qué pensaría de ella? Quería esconder el rostro y llorar, no quería ni imaginar lo que pensaría de ella, pero una vocecilla, pequeña y débil dentro de ella, le dijo;

— Somos su prometida esto no está tan mal ¿Cierto? —Aquella voz imaginaria sonó dentro de ella, quizás por necesitar algo que le hiciera sentir menos vergüenza o remordimiento es que empezó a escucharla— Además, es imposible que Naruto-kun no notara que se lo quitamos del bolsillo ¿Cierto? —Eso era verdad, Hinata no podía imaginar que el Uzumaki no la hubiera descubierto en el acto.

— ¿Tal vez quería ver que haría? —No supo en qué momento esa imaginaria vocecilla se había vuelto la de Hinata, pero esos pensamientos le daban algo de paz— ¿Saber sí podríamos hacerlo cuando estemos casados? ¿Sí podríamos ser buenas para tener hijos? —Se cuestionó no sin ruborizarse furiosamente— ¿Tal vez probar sí teníamos su propio valor? Después de todo Naruto-kun caminaba por ahí sin ropa interior —Siguió pensando ella.

Naruto-kun quería comprobar sí tenía valor, sí estaba dispuesta a arriesgarse a hacer algo más de lo que esperaban de ella, y eso de alguna forma lo llenó de un suave y agradable calor, Naruto había visto más en ella de lo que nadie más había visto, confiaba en ella hasta cierto punto, no podía decepcionarlo, debía volverse más fuerte por ella, sorprender a los otros Hyuga, después de todo Naruto era conocido como un shinobi experto en sorprender a la gente que le rodeaba, sí Hinata quería poder estar a su lado debía poder hacer lo mismo. Con su nueva resolución agarró la prenda interior la acercó un poco más a su rostro y se quedó dormida. Mientras que Hinata estaba teniendo una especie de crisis existencial que la llevaba a una resolución completamente nueva, Naruto se tumbaba en cama, cansado por todo el día que había tenido ni siquiera recordaba que aparte de la ropa que había sellado, que para este momento ya estaba en su ropa sucia para lavar posteriormente, hubiera usado otra ese día, así que sí, se había olvidado completamente de la prenda y no lo recordaría.

Las semanas pasaron, pese a que Jiraiya había mencionado que podría completar el rasengan lo había hecho entrenar lo suficiente para poder hacerlo en segundos incluso sin el rinnegan activado, los entrenamientos apenas habían sumado el aprender algunos jutsus básicos. Había seguido saliendo con Hinata cada pocos días, no hacían nada en especial, pero había notado algo diferente en cada encuentro, un poco más de confianza, no era un inmenso cambio, pero con la poca confianza que la chica tenía era lo suficiente para ser gratamente llamativa. Durante esas dos semanas Sasuke no había parado su psicótica rutina, entrenamientos por horas que sí bien le habían traído mejoras era claro que estaban mellando más de lo que les gustaría a los que lo notaban su salud mental ya de por sí inestable, y por las noches, antes de dormir, iba a la habitación de su humillación para tumbarse desnudo y masturbarse, en parte recordando como había sido derrotado tan fácilmente por el rubio, y en parte imaginando como de satisfactoria podría ser su victoria por sobre el rubio cuando convirtiera a la, en su mente, pervertida Hinata en su prometida, quizás en su puta privada.

En la misma semana que los exámenes empezarían, y los equipos de otras naciones llegarían a la aldea, el equipo siete se había reunido, no tanto por querer relacionarse entre sí, excepto por Sakura que quería volver a Sasuke, sino porque tenían que presentarse al examen como un equipo, y mejor para todos volver a llevarse medianamente bien.


El próximo capítulo comienzan los exámenes chunin, como he dicho en el pasado, creo que Sasuke sí tenía ciertos problemas mentales entre los que se destacaba la obsesión que llega a sentir, o al menos eso me parece a mí, por cierto, sí esperas un arco de redención de Sasuke o que deje de meterme con él, lo lamento, pero no lo vas a obtener, creo que a partir de los próximos capítulos la longitud del mismo podría extenderse, pero la verdad es que no estoy seguro, así que tomen esto con pinzas.