El sol entraba por la ventana, iluminaba toda la habitación. Liam despertaba tranquilamente, una gata naranja acostada en su pecho le maulló, esa gata era Aura, la gata que lo llevaba acompañando desde los 11 años. Observo su teléfono y vio la hora. Todo iba bien hasta que vio la fecha, Domingo 26 de agosto. De pronto recordó lo que tenía que hacer ese día, era el día acordado por sus amigos para verse en el callejón Diagon e ir unos días a la casa de Emma. Rápidamente se levantó y tomo una ducha, se vistió y cuando bajo, el desayuno estaba listo. Desayuno junto a su familia tranquilamente, subió de nuevo a su habitación y preparo su maleta con todos los libros y ropa que necesitaba.

-entonces, tienes todo listo? – dijo la madre de Liam ya en el callejón Diagon

-sí, todo está aquí – dijo Liam satisfactoriamente

-perfecto, si algo te falta solo envía una lechuza y te lo daré cuando deje a Tom en la estación – sonrió su madre – cuídate hijo

-claro mamá – sonrió Liam y vio como su madre se marchaba contenta

Liam camino con todas sus cosas, su maleta en la mano derecha y la jaula de Aura en la mano izquierda. No paso mucho tiempo para que Liam llegara a el punto de espera, enfrente de una heladería. Liam espero y espero, veía a la gente pasar tranquilamente. En cierta ocasión, el dueño del local le ofreció sentarse en una mesa y le regaló un helado, Liam lo acepto después de una pequeña insistencia del dueño, el helado estaba rico, tal vez debería de intentar hacer alguno, pensaba Liam. Finalmente, Jack apareció en el local, Liam se levantó contento.

-hola! – dijo Liam sonriendo

-ah, hola, estoy buscando a un… eh? Liam? – dijo Jack viendo detenidamente a Liam – que te… que te paso?

-eh? ¿A qué te refieres? – dijo Liam confundido

-vaya, cambiaste mucho en las vacaciones! – dijo Jack sorprendido

Y así era, Liam había pegado un estirón, sin embargo, seguía siendo un poco más bajo que Jack. Los dos ahora tenían una estatura normal para unos chicos de 13 años. El cabello de Liam también cambio, antes, era algo castaño, pero ahora su pelo era totalmente castaño. También había crecido su cabello, antes era algo lacio, pero ahora era totalmente lacio, como el de su madre, y su copete estaba de lado, casi tapando su ojo izquierdo.

-tú crees? – dijo Liam algo sonrojado

-si! ¡Hasta tu voz cambio! – contesto Jack sorprendido

Antes, la voz de Liam era aguda, como normalmente lo era una voz de chico de 11 y 12 años, pero ahora se había vuelto algo más grave, aún que claro, su tono de voz seguía siendo tranquilo. Antes, su voz a veces podía parecer la de una chica.

-bueno, tú también cambiaste – río Liam

-ah sí? ¿Y cómo me veo? – dijo Jack dando una vuelta sobre sus pies

Jack también había cambiado, antes su cabello era ondulado y algo quebrado, sin embargo, ahora el cabello se le notaba algo lacio. Su voz también había cambiado, como la de Liam, se había vuelto un poco más grave.

-muy bien jaja – dijo Liam animadamente

-gracias jaja. ¿Y bueno, trajiste todo? – dijo Jack alzando su maleta

-sí, todo listo para esta semana y para Hogwarts – sonrió Liam

-perfecto, yo también – dijo Jack asintiendo con la cabeza

Los dos se sentaron en la mesa y se pusieron a hablar. Charlaron un buen rato, hasta que finalmente una chica se acercó a ellos.

-hola – dijo la chica tranquilamente, Liam y Jack reconocieron la voz

-ah, hola Emm… - antes de que Jack terminara de saludar, su vista se concentró en Emma

-… que tanto vez? – dijo Emma posando su mano en su cadera

-Emma… es que… - Jack subió su mirada a los ojos de Emma – tú también… cambiaste en las vacaciones…

-Se nota mucho? – susurro Emma algo apenada

-algo – dijo Liam

-ah… Liam! Wow, que… bien te ves – dijo Emma viendo detenidamente a Liam

Liam vio a Emma, ella estaba algo diferente a como la había visto hacía más de un mes, aún que como casi siempre, lucía un collar de media luna que Liam le había regalado.

Antes, Emma llevaba el pelo largo, pero ahora su cabello rojo cereza era caracterizado por un corte Bob mediano, en donde sus puntas llegaban a la altura del hombro y un poco más abajo, solo un poco. Emma también había cambiado físicamente, sus mejillas eran un poco más grandes, su cadera era un poco más fina y… bueno, Liam noto unos dos bultos que antes evidentemente no estaban ahí, apartó la vista de ahí lo más rápido que pudo.

-Rayos, ¿que tienes ahí? – dijo Jack viendo esa zona en particular – no eres una adulta

-ah, esto – dijo Emma apenada bajando la mirada – bueno, mamá me dijo que empezarían a crecer y… oye, como que adulta?

-sí, las mujeres tienen eso cuando son adultas, ¿no? – dijo Jack viendo a Liam

-sí, supongo que si – dijo Liam algo confuso

-yo también lo pensaba, pero mamá me dijo que estaba en la edad para eso – dijo Emma – y ahora que lo pienso… que no han visto a las chicas de grados superiores?

-eh… bueno… algo – dijo Jack – no notaba nada raro, y tú Liam?

-no – respondió Liam, la verdad era que, al ver chicas de grados mayores, no se centraba en otras partes de su cuerpo que no fueran sus caras

-bueno, como sea, ejem, solo… no me… no vean – dijo Emma sonrojada – eh… ah, ya! ¿Nos vamos?

-ah! ¡Claro! – dijo Liam y se levantó junto con Jack

-la verdad quería un helado – suspiro Jack – en fin, vámonos

Los chicos se pusieron en marcha. Liam y Jack seguían a Emma mientras hablaban. Los guío hasta donde Liam esperaba, hasta las chimeneas de la red flu. Ahí los esperaba el padre de Emma.

-Hola chicos – dijo el padre de Emma bastante contento – listos para irnos?

-si! – respondieron ambos chicos

-perfecto, tomen esto – dijo el padre de Emma levantando un cubo de metal – agarren bien sus maletas

-eh… ok… – dijo Liam algo confuso, tomó el cubo junto a Emma y Jack

-bien, 1…2... 3… - en cuanto el padre de Liam dijo "3" desaparecieron.

Liam noto como todo se movía a su alrededor, todo daba vueltas y no era muy agradable la sensación. En poco Liam sintió una gran fuerza que lo jalaba hacia atrás, pero tomo su equipaje muy bien y se sostuvo del cubo. Quizá para Liam hubieran pasado unos 2 minutos, pero en realidad solo fueron menos de 5 segundos. Liam salió disparado hacia atrás junto a todo su equipaje, el mundo dejaba de dar vueltas y todo volvía a su sitio.

-Que pas… – Liam apenas se levantó tuvo un intenso deseo de vomitar

-ah, era un traslador – dijo Jack recuperando el aliento, e igualmente en el suelo

-están bien? – dijo Emma en perfecto estado yendo a ayudar a sus amigos

-Algo, aún que… – Liam prefería dejar de hablar un momento, oh si no vomitaría su desayuno

-no eh usado mucho trasladores – dijo Jack poniéndose de pie – me gusta más la red flu

-y a mí – dijo Liam por fin recuperado, aún que con un buen dolor de… todo – dónde… aura?

Liam se levantó y vio su maleta algo lejos de él, junto a ella se encontraba la jaula de aura. Fue rápidamente a recoger a aura, que no se la estaba pasando precisamente bien.

-estas bien? – dijo Liam sacando a aura de su jaula, aura le contesto con un maullido débil y se dejó cargar por Liam

-ay, lo siento, de verdad! – dijo Emma preocupada

-no te preocupes – dijo Jack recogiendo sus cosas

-vaya bienvenida – río el padre de Emma – lo siento chicos, vengan, les ayudaré con su equipaje

El padre de Emma saco su varita y la sacudió, en un instante el equipaje de Liam y Jack ya había desaparecido.

-ah… gracias? – dijo Jack confundido

-no se preocupen, está en el cuarto de invitados – río el padre de Emma – bueno, pasen, por favor – dijo y entro a casa

-oye, Emma, entonces está es tu ca… – Liam se quedó perplejo ante lo que había ante el

Una mansión se encontraba enfrente de los tres chicos, Liam no lo podía creer, Emma era millonaria y no se los había dicho.

-si… está es mi casa… sencilla, ¿no? – dijo Emma apenada

-uy, si, sencillísima – dijo Jack viendo los terrenos de la mansión – es como mi casa, pero… con millones de galeones más

-Emma… trabajar en el ministerio deja… tanto dinero? – dijo Liam intimidado por la grandeza de la casa

-eh… bueno, mis padres ganan bien, pero… bueno es que mi mamá era… es, de una familia pues… ya saben, con dinero y eso – explico Emma apenada – y lo heredó jeje

-increíble – dijo Jack – entonces, esto…

-También va a ser tuyo? – completo Liam

-pues… si, supongo – dijo Emma pensando, la verdad era que nunca se había planteado ese futuro – bueno, eh… quieren pasar?

-claro, ejem – dijo Liam con Aura todavía en sus brazos, Aura abrazaba a Liam como si de un bebé se tratase

Liam y Jack siguieron a Emma, la verdad era que ambos se sentían diminutos, como si fueran hormigas entrando a una canasta de picnic. Emma abrió la puerta de la entrada, los tres entraron y Liam se quedó aún más sorprendido. El interior de la casa no era muy diferente del exterior, se notaba que todo ahí costaba más que sus casas.

-acogedora, ¿no? – río Jack

-bueno… algo solitaria – suspiro Emma

-Oh, señorita Brown, ya está aquí – dijo un elfo doméstico bien vestido pasando por la entrada

-Ah… hola Volks – dijo Emma nerviosa

-por las barbas de Merlín – dijo Jack sorprendido – hasta tienes un elfo doméstico!

-si… bueno… yo… – Emma se notaba nerviosa

-ustedes deben de ser los amigos de la señorita Brown, ¿no? – dijo el elfo amablemente

-Si, mucho gusto – dijo Liam extendiendo la mano – Liam Baker

-oh! ¡Que honor! ¡Solo el señor y la señorita Brown me habían extendido su mano! – dijo el elfo sorprendido – mucho gusto señor Baker!

-ah… y yo soy Jack Archer – dijo extendiendo la mano también

-que amigos tan caballerosos tiene señorita Brown! – dijo Volks saludando también a Jack

-si… supongo – suspiro Emma

-así que ya conocen a Volks – dijo el padre de Emma saliendo de una habitación con una bandeja – traje algunos bocadillos, gustan?

-por supuesto! – dijo Jack contento

-perfecto jaja, vengan, pasen a la sala – dijo el padre de Emma

Así lo hicieron, los 3 siguieron a el padre de Emma a la sala. Al llegar se encontraron con una sala grande, con tres sillones de diferentes tamaños al centro, frente y costado de la habitación, con una mesita de cristal en medio de la habitación, había estanterías llenas de libros y una chimenea en la pared, en la que había cuadros de la familia. El padre de Emma dejo la bandeja en la mesita de cristal y salió del cuarto.

-veamos jeje – dijo Jack tomando rápidamente un bocadillo – mmmmmm, que rico!

-ah, sí! – dijo Emma de repente – Liam, mi papá cocina muy bien!

-enserio? – dijo Liam sorprendido – genial! Me gustaría cocinar con el

Cocinar era una de las cosas que Liam amaba más en el mundo, lo hacía tanto, que en Hogwarts era conocido por gran parte de gryffindor cómo un excelente cocinero. Él tenía un permiso especial junto a sus amigos para entrar a la cocina y preparar toda clase de platillos. Y también tenía un negocio fundando por Jack, "Delicias Baker", 5 galeones por cualquier platillo.

-así que te gusta cocinar – dijo el padre de Emma dando bebidas a los chicos

-así es señor! – dijo Liam sentado en un sillón junto a Emma, Aura estaba acostada en las piernas de Liam

-y además cocina muy bien! – dijo Emma contenta

-oh, genial, tal vez deberíamos usar la cocina, no Liam? – dijo el padre de Emma sonriendo

-me encantaría – dijo Liam contento

De pronto, a la sala llegó la madre de Emma con el hermano de Emma en los brazos.

-ah, ya llegaron, hola – dijo la madre de Emma sonriendo lo mejor que podía

-buenas tardes – saludaron Liam y Jack

-Emma, ven aquí – dijo la madre de Emma seriamente

-qué pasa? – dijo Emma levantándose y yendo con su madre

-Necesito que cuides a tu hermano – dijo su madre extendiendo los brazos y entregándole a James

-claro mamá – Emma tomo a su hermano delicadamente

-bien, tengo que salir cariño – dijo la madre de Emma dirigiéndose a su esposo – el ministerio acaba de enviar una carta y me necesitan urgentemente

-adelante amor – dijo el padre de Emma con el mismo tono calmado que Liam tenía

Liam miro con detenimiento a el señor y la señora Brown. El padre de Emma tenía el pelo castaño y lacio, era alto y tenía un poco de barba que se notaba había sido recortada esa mañana. Por otro lado, estaba la señora Brown, una mujer de cabello corto hasta los hombros y de color rojo cereza, su cabello también era muy liso, moviéndose al unisonó cada que la madre de Emma movía la cabeza, justo como lo hacía el de su hija.

-…los boletos de mañana están confirmados? - escucho Liam volviendo en sí mismo

-te enviare una lechuza – dijo la madre de Emma con su habitual tono seco

-gracias, recuerda, 6 – dijo el padre de Emma atentamente

La madre de Emma salió de la sala tan rápido como pudo, y Liam escucho un portazo que lo hizo estremecerse.

-sí, es una gata – decía Emma alegremente a su hermano

-eh? - dijo Liam volteando a ver a Emma

-aura, mira – señalo Emma a James, quien estaba muy atento viendo a la gata de Liam

-ah, claro, saluda aura – dijo Liam sacudiendo un poco a aura, quien volteo a ver a el niño y le maulló, para después volver a recostar su cabeza en el regazo de Liam

-mau! - imito James muy entretenido

-si! Muy bien hermanito, muy bien – dijo Emma contenta

-jaja, por fin tienes un hermano – rio Liam viendo a Emma cargar a James

-si! Estoy muy contenta – dijo Emma abrazando a James, quien correspondía con una carcajada

El día avanzaba como normalmente. Algún rato después de que James se durmiera, los chicos dieron un recorrido por la casa siguiendo a Emma. Liam sintió como si estuviera visitando un museo, había jarrones elegantes, cuadros que se movían como los de Hogwarts, escaleras estilosas, etc.

-y aquí está el cuarto de invitados – dijo Emma abriendo una puerta

-ah, por fin – suspiro Jack – que casa tan grande

-si… lo sé – suspiro Emma

Liam entro a el cuarto de invitados, había ya dos camas, cada una con el respectivo equipaje de los chicos. Aura bajo de los brazos de Liam, en los que había estado todo el tiempo, y se acostó en la cama que tenía cerca su jaula.

-quieres quedarte aquí un rato? - dijo Liam viendo a aura, quien le respondió con un maullido – ok… solo no salgas

-estará bien – rio Emma – ven, vamos a seguir

Así fue, Emma cerró la puerta del cuarto de invitados y los chicos continuaron. Jack se detuvo en una librería, en donde pido permiso a Emma para quedarse un rato, así Liam y Emma continuaron yendo por ahí.

-y… este es un árbol – rio Emma dándole palmaditas a un árbol en el enorme jardín de la casa

-bastante cómodo – vio Liam – debe de dar una buena sombra

-sip, ven, siéntate – dijo Emma sentándose bajo el árbol y apoyándose contra el tronco

-ah, esto me recuerda hace algún tiempo – dijo Liam sentándose junto a Emma

-si jaja, no tengo un ejemplar de animales fantásticos aquí – rio Emma

-si… oh, eso es una manzana? - dijo Liam mirando hacia arriba

-oh, si! Creo que ya están listas – dijo Emma levantándose y tratando de alcanzar la manzana, obviamente no lo logro – ¡ahhh! ¡No alcanzo!

-jaja, porque no vuelas hacia ellas? - rio Liam

-claro! ¡Vuelvo en un momento! - dijo Emma emocionada y salió corriendo. Volvió a aparecer en menos de 5 minutos, pero esta vez, montada en su Nimbus 2000 – ahora si jaja

-puedes volar afuera del colegio?! - dijo Liam sorprendido

-sí, impresionante no? - dijo Emma tomando dos manzanas – ten

-gracias – Liam se levantó y tomo las dos manzanas mientras Emma descendía

-de nada – sonrió Emma y tomo una manzana ya con los pies en el suelo

-mmm, están buenas – dijo Liam después del primer mordisco

-verdad? - contesto Emma alegremente

Liam pensó que podría hacer un buen postre con las manzanas, tal vez le pediría unas después a el señor Brown. Emma y Liam empezaron a hablar de un montón de cosas, entre ellas sobre lo que esperaban del siguiente ciclo, que estaba muy cerca.

-… y van a ver muchas cosas interesantes este año en transformaciones! - contó Liam contento

-wow, y la profesora no te ha dicho? - dijo Emma sorprendida

-no, pero ya quiero saber! - dijo Liam entusiasmado – solo se dé un tema llamado animagos, ya sabes, espero que sea este año cuando nos lo enseñen!

-animagos? Oh, si, recuerdo que lo dijiste, eran… ¿que eran? - dijo Emma tratando de recordar

-muy fácil, eran… eh… rayos, me olvide – suspiro Liam

-jaja, suena interesante – rio Emma – oye, Liam…

-sí?

-no quieres… volar un rato? - dijo Emma mirando su nimbus 2000 apoyada en el árbol

-volar? Bueno, ya sabes que no puedo – suspiro Liam

-claro que puedes! Oh bueno… al menos puedes flotar…

Liam efectivamente era muy malo en cuanto a volar en escoba se trataba, en su primer año no podía ni elevarse un centímetro, en su anterior año, segundo, apenas pudo aprender a flotar, y nunca subía más por más que lo quisiera.

-bueno, se me ocurre algo – dijo Emma y se levantó, tomo su escoba, dio un pisotón y empezó a flotar – porque no subes?

-subir? - dijo Liam confundido – no creo que pueda hacer eso

-vamos! Hay suficiente espacio – dijo Emma animadamente

-no se… aguantara tanto peso? - dijo Liam inseguro

-por supuesto, ven, vamos! - dijo Emma moviendo la mano

-eh… bueno…

Liam se levantó tímidamente, se acercó a Emma y ella descendió un poco, se recorrió para adelante dejando un espacio en el que Liam perfectamente podía estar. Liam paso su pie con cuidado de un lado a otro de la escoba, se sentó muy temeroso y Emma empezó a subir.

-bien, creo que podemos – rio Emma

-S...si – contesto Liam nervioso

-veamos – Emma empezó a elevarse más y más, hasta que los pies de Liam dejaron de tocar el suelo. En cuanto Emma estaba por encima de la copa de el árbol, Liam empezó a resbalar

-ah! ¡Me voy a caer! - dijo Liam tratando de mantener el equilibrio

-sustente – dijo Emma despreocupadamente y empezó a avanzar

-ah! - grito Liam y se aferró a lo primero que paso por su mente, la cadera de Emma

-oye! Pero… - Emma volteo, Liam se veía asustado, Emma regreso su mirada al frente, su corazón empezó a latir con fuerza y no sabía por qué – eh… ¿qué te… parece si… eh… vamos por… ahí? - dijo con la voz temblorosa

-a donde quieras, pero no vayas tan rápido! - dijo Liam asustado

-bien…

Emma empezó a moverse a una velocidad normal, recorrieron el camino de vuelta a casa, dieron una vuelta a la mansión, salieron un poco del jardín. Después de que Liam se calmara un poco, empezó a disfrutar el viaje, veía el campo menearse de un lado a otro por el viento, observaba algunos pájaros a la distancia, sentía el viento pasar agradablemente por su cara.

-increíble! - dijo Liam contento

-lo sé – rio Emma – ahora… que tal si aumentamos la velocidad?

-si… que?

Pero antes de que Liam se negara, Emma empezó a acelerar, lo cual impacto a Liam enormemente, se abrazó más fuerte de Emma, lo cual a su vez hizo que el corazón de Emma empezara a latir más fuerte. Pero el viaje nuevamente se hizo ameno, y Liam empezó a disfrutar de la velocidad. Empezó a atardecer, Emma nuevamente había calmado su vuelo, yendo despacio. Ambos vieron el atardecer, que se veía hermoso desde esa altura, los dos chicos se sintieron muy tranquilos, era un agradable atardecer con el viento soplando suavemente en la misma dirección que ellos, Emma se detuvo un momento.

-bonito, ¿no? - dijo Emma viendo el atardecer

-bastante – suspiro Liam, todavía sosteniendo a Emma de la cintura – me alegro de verlo contigo

-sí, yo también – dijo Emma

Pero después analizo bien esas palabras, y su estómago se empezó a sentir raro, y empezó a notar más los brazos de Liam, que sostenían su cintura con fuerza y con delicadeza a la vez, de hecho, empezó a notar como la empezaba a sostener menos fuerte. Emma sintió en su espalda como el pecho de Liam se inflaba y desinflaba lenta y tranquilamente, empezó a relajarse y un escalofrió le recorrió el cuerpo, en cierta forma, Emma no quería que Liam la dejara de abrazar, y sentía como ese momento se volvía eterno, no quería que terminara, se sentía tan tranquila ahí, a solas con Liam.

Pero el tiempo no atendía a las necesidades de una chica de 13 años, así que continuo su ciclo. La noche fue anunciando su llegada poco a poco, el cielo se volvía oscuro y el aire empezaba a ser más frio. Emma se dio cuenta de esto y empezó a descender de nuevo. En poco tiempo llegaron nuevamente al lado de aquel árbol. Emma dejo la escoba en donde la tenía y los dos chicos regresaron a la casa.

-entonces, te manejas bien en la cocina, ¿no? - dijo el padre de Emma en la cocina

-sí, eso creo jaja – rio Liam algo nervioso

-bien, estoy por hacer la cena, porque no me ayudas? - dijo el padre de Emma y le lanzo una sonrisa

-oh, por supuesto – dijo Liam – en que le ayudo?

-veamos… que se te ocurre hacer? - dijo el padre de Emma amablemente

-hmm, una pasta? - dijo Liam pensando

-perfecto! Entonces por qué no… - el padre de Emma agito la varita y en la mesa de la cocina aparecieron los ingredientes necesarios – ¿conoces el espagueti a la boloñesa?

-por supuesto – dijo Liam asombrado

-bien, yo preparo la pasta y tú la salsa, te parece?

-me parece bien jaja – dijo Liam contento

-genial, hagamos magia amigo – dijo el padre de Emma contento – haremos tanta que los del ministerio se preocuparan jaja

Liam soltó una risita, y se puso a la obra junto con el padre de Emma, se colocó un delantal proporcionado amablemente por Volks y empezó a cocinar. Liam se movía cómodamente por la cocina, era su ambiente favorito, disfrutaba de moler los jitomates, agregar condimentos, cocer la carne. La pasta estuvo apenas Liam se dio cuenta, y en poco tiempo el conjunto estaba listo. Liam junto a el señor Brown coloco los platos y demás cosas a la mesa, aunque tuvo que aceptar la ayuda de Volks a la fuerza.

-y… listo! - dijo el señor Brown, ya con todos sentados a la mesa, incluso Volks (a petición de Liam) y el pequeño James Brown, aunque claro, la madre de Emma era la única que faltaba.

-genial! - dijeron Emma y Jack a la vez

Todos destaparon los platos, ahí se encontraron con una deliciosa pasta a la boloñesa con queso derretido y agradablemente humeante.

-provecho! - dijo Jack impaciente – mmm, Liam, extrañaba tu comida – dijo masticando

-esta delicioso! - dijo Emma disfrutando de la pasta

-es verdad, muy rico – dijo el señor Brown – felicidades Liam

-gracias jaja – dijo Liam apenado

Empezaron a comer tranquilamente, contando un montón de cosas, especialmente el señor Brown, quien les contaba numerosas anécdotas de su juventud y de su trabajo en el ministerio.

-jaja, y tu madre no se lo podía creer, un montón de cartas empezaron a volar gracias a ese vociferador – reía el señor Brown

-jaja, y como no lo descubrió mamá? - rio Emma enérgicamente

-estaba muy bien escondido jaja – explico el señor Brown alegremente

-y que es un vociferador? - dijo Liam contagiado por las risas

-oh, es una carta que se lee sola – dijo Jack entre risas – algunas son agradables, pero otras…

-creo que entiendo – rio Liam, asociando los vociferadores a mensajes de voz

Justo en ese momento, una lechuza gris entro por la ventana y se posó enfrente del señor Brown, el cual recibió una carta. En cuanto la lechuza soltó la carta salió volando de nuevo, el señor Brown abrió el sobre, leyó el interior y después miro a los chicos.

-ejem, adivinen qué? - dijo el señor Brown haciendo misterio

-qué pasa? - dijo Emma preocupada

-se tiene que ir a hacer algo del ministerio? - dijo Jack curioso

-jaja, no, nada de eso, pero, bueno, ustedes saben… - el señor Brown se acercó a la mesa – saben que es el mundial de quidditch, ¿verdad?

-mundial de quidditch? - dijo Liam confundido – pensé que no se jugaba a gran escala

-lo hace – rio Jack – y vaya que lo hace, es genial, todos los países compitiendo, un evento increíble!

-sí, así es – sonrió el señor Brown – y mañana… - dijo sacando unos boletos

-no… - dijo Emma sorprendida

-sí, mañana es la final – dijo el señor Brown todavía sonriendo – y aquí tengo 6 voletos para el palco central, nos vamos mañana

-que?! - dijo Jack sorprendido – señor… enserio?!

-enserio jaja – rio el señor Brown

-SIIIIII! - dijo Jack saltando de su asiento

-GRACIAS PAPÁ – dijo Emma saltando también de su asiento

-la… final de quidditch? - dijo Liam sorprendido – y nosotros vamos a ir?

-si! - dijo Jack saltando junto con Emma

-eh… genial… jaja – Liam no se lo podía creer, iría a ver un evento deportivo en vivo.

Liam nunca había ido a un partido de futbol, lo había jugado, pero nunca había ido a algún estadio para ver un partido local ni mucho menos a un mundial de Futbol, que justamente ese año había acabado 5 días después que su cumpleaños, y como siempre, Liam lo había visto por televisión. Pero esta vez iría, no solo a un partido mundialista, si no a la propia final, y no solo de futbol, si no del deporte más emocionante que conocía, el Quidditch. De repente, Liam empezó a parpadear muy rápido, se tallo los ojos.

-em… me disculpan un momento? - dijo Liam poniéndose de pie

-claro Liam – dijo el señor Brown

-gracias, eh… donde quedaba el cuarto de visitas? - dijo Liam algo nervioso

-puedo llevarlo señor Baker – dijo Volks rápidamente

-eh… si, por favor – confirmo Liam y siguió al elfo

Volks guio a Liam como prometió, fue un recorrido no muy largo. Liam y Volks cruzaron el pasillo y finalmente Volks le abrió la puerta al cuarto de invitados, Liam paso y abrió su maleta.

-ejem… listo – dijo Liam nervioso llegando nuevamente a el comedor

-bienvenido Liam! Que fuiste a… - Emma se detuvo, vio a Liam con atención – ¿porque… tienes… porque tienes gafas?

-que? Liam no tiene… - Jack también se detuvo y vio Liam

Efectivamente, Liam tenía puestas gafas, en específico unas gafas rectangulares, de armazón de metal negro y gris, con la parte de abajo de los cristales descubierta.

-bueno… es que. en las vacaciones… bueno… pues por las noches empecé a ver algo mal y… bueno… le dije a papá y me llevo con el optometrista, resulta que necesitaba gafas y… bueno… aquí están… jeje – dijo Liam bastante nervioso

-te… te ves bien – dijo Emma algo sonrojada

-y ves bien, eso lo es importante, ¿no? - dijo Jack sonriendo a Liam

-si… supongo jaja – rio Liam

La noche continuo, la pasta se acabó, las galletas también se fueron, el té se agotó y al final de la noche todos fueron a sus habitaciones a dormir bastante cansados. Liam y Jack estaban en el cuarto de invitados, hablaron un poco y después se acostaron, Liam tenía que reconocer que solo el cuarto de invitados era más grande que su sala.