Lo único que sus agudas orejas captaban era el silbido del viento a causa de la velocidad que mantenía; el ocaso comenzaba lo que significaba que el reencuentro con sus amigos en la aldea shinto seria durante el amanecer. "Kagome" era el único nombre que pasaba por su mente hasta que el impacto contra algo imprevisto lo tomó por sorpresa haciéndolo incorporar inmediatamente para detallar su entorno.
-¿Quién está allí? - interrogaba exasperado acomodando sus garras cerca de su pecho en pose ofensiva
-Inuyasha... - hablo casi en un susurro saliendo de la oscuridad, impasible como era de costumbre.
-Kikyo... por que tú... estás...- dijo impactado con un frenético latir en su corazón, reprochándose el tener sentimientos por la miko frente a él cuando tenia que salvar a su compañera desaparecida.
-¿Qué pasa? - instó a continuar - no pareces feliz de verme... - culminó la mujer a una distancia prudente del hanyou.
-No esperaba encontrarme contigo en este preciso momento... - confesaba nervioso, Kikyo era hermosa sin lugar a dudas, solo verla lo dejaba en una situación compleja y llena de confusión "por que tenia que ser en este preciso momento!" pensó exasperado.
-Nuestros encuentros siempre han sido fortuitos, no entiendo porque te asombra tanto verme ahora... - dijo curiosa, el hanyou parecía impaciente, casi podia deducir que saldría huyendo en cualquier momento - ¿Por qué es diferente ahora? - preguntaba nuevamente acercándose unos pocos pasos mas al hanyou.
-Kikyo yo... - la respuesta llena de vacilación era una completa sorpresa para la mujer.
-Tú... - dijo invitando al peliplata a continuar - Algo esta atormentandote Inuyasha - agregaba posando una mano en la mejilla del angustiado hanyou
-Kagome esta en peligro...no tengo demasiado tiempo... - sus palabras fueron cortadas por la filosa mirada de la mujer que retiro la mano de su rostro inmediatamente, ella no se miraba dócil como solía ser, había algo diferente, una llama en sus ojos que denotaban furia en ella pero que desencajaba con su apacible rostro.
-Creía que yo era importante... - respondió agregando unos pasos en reversa de su antiguo compañero
-Lo eres pero... joder... Kikyo, necesito irme, no puedo quedarme a responder - interrumpió acercándose a ella, tomándola de los hombros - puedo contestar todas las preguntas que tu rostro me dejan ver, pero no es el mejor momento para hacerlo Kikyo...
- Inuyasha - dejó escapar en un suspiro lleno de decepción.
La sacerdotisa oculto la mirada detrás del flequillo y escondió sus manos empuñadas de la colera dentro de las largas mangas de su traje, era la segunda vez que él hacia a un lado un encuentro con ella para regresar con Kagome desde que esta los habia encontrado en el árbol besándose, eso la llenaba de ira y tristeza al mismo tiempo, eran sentimientos innegables y que seguramente su reencarnación conocía perfectamente.
Dejando una reunión pendiente con Kikyo inició la marcha nuevamente al encuentro con sus amigos, el quería a Kikyo pero también adoraba a Kagome siendo la desesperanza y la sensación de vació el único sentimiento capaz de marcar la diferencia entre ellas dos, entendiendo que el amor hacia cada una de ellas era diferente.
La noche era larga y su cansancio era notable, su rendimiento había disminuido ya que no evitaba los encuentros con demonios, no se detenía a la batalla, era lo que le permitía desahogar su ira pero afectaban su resistencia y maldijo por su debilidad. Kagome ponía su mundo de cabeza y lo angustiaba de sobremanera así que con la fuerza que le quedaba aceleró el paso hasta llegar a un risco donde se detuvo un instante. Pudo respirar profundo, intentar calmar sus sentimientos y apreciar en el horizonte como la luz del amanecer bordeaba casi mágicamente los techos de cada casa de la aldea Shinto, sonrió por un momento agregando una nota mental "traeré a kagome a este lugar" siendo esa promesa personal su inspiración y motivación para encontrarla.
Más motivado que nunca salto al horizonte "juro que voy a besarte cuando te encuentre tonta Kagome, vas a pagar este tiempo de tortura para mi" sonrió dejando que el viento acariciara su rostro, refrescara su húmeda ropa a causa de la transpiración y meciera su cabello, el encuentro con sus amigos cada vez era mas cerca y esperaba tener mejores noticias que las que él tenía.
