La mujer frente a él coincidía con el rostro de Kagome, el hanyou reconocería esos ojos audaces en cualquier lugar pero había algo distinto en ella; quizá se trataba del kimono que la vestía y dejaba entrever el nacimiento de sus pechos, como la forma ajustada de su cinturón dejaba ver las curvas de su cadera y la manera en que su cabello dejaba tan impoluto y expuesto su cuello; también su mirada parecía haber cambiado.

Cuando ella se sentó grácilmente frente a ellos le dirigió una mirada muy segura a él y comprendió que era muy diferente de la mirada que tenia cuando la rescató durante el día y entonces se encontró a si mismo aturdido, hablar de ese tema con ella en su forma humana levantaría sospechas sobre quien era.

-Una de mis criadas dijo que deseaban conocerme - la voz de la mujer reconfortaba el corazon de Inuyasha, era la voz de la persona que había estado buscando.

-Queríamos conocer a la persona que mantenía tan protegido este pueblo - inquirió miroku, quizá su pregunta parecería estúpida ya que no era la mejor excusa para haberla convocado a la sala, debía pensar en algo convincente pronto.

-Escuche de uno de los aldeanos que esta aldea era mas segura desde que había llegado la sacerdotisa - interrogo lleno de curiosidad el hanyou ahora humano, mirando profundamente a la mujer y descubriendo que ella lo miraba directamente a su ojos. Ese caoba en sus ojos iba a matarlo, moría por abrazar a esa mujer si realmente se trataba de quien deseaba.

-Cuido este lugar cuando el pueblo me protegió de un ataque contra un demonio zorro - respondió agachando la mirada sonriendo para si misma, sonrisa que no paso desapercibida por ninguno de los dos visitantes - ese día casi morí de no ser por los aldeanos.

-¿Pero siendo una sacerdotisa porque no pudo exterminar al zorro con sus poderes de purificación? - Miroku fue el primero en responder a esa historia corta, ella lo miro directamente

-No recuerdo con claridad pero ese día por alguna razón mis poderes no funcionaron y estaba muy lastimada, ese zorro había mordido mi tobillo - luego de decirlo subió un poco parte de su kimono y expuso el tobillo haciendo enfadar a cierto humano pelinegro

-Siendo tan débil no podrías acompañarme a una misión de purificación - dijo cruzándose de brazos notablemente enfadado el pelinegro

-eh? ¿disculpa? - respondió claramente aturdida.

-Necesitamos de tu ayuda para purificar un templo en la aldea vecina pero siendo una completa inútil será imposible que nos ayudes - regreso enfadado el pelinegro

-Inuyasha por favor - excuso a su compañero cuando ella lo miro - el suele ser un poco grosero algunas veces, discúlpelo por favor pero realmente necesitamos de su ayuda para exterminar a un demonio zorro cerca de una aldea que esta molestando a un lord vecino, quizá sea el mismo que la ataco hace tiempo atrás, no estamos seguros del todo - asentía la mujer acariciando el tobillo lastimado, el pelinegro la miraba y recordó que ayer también se había lastimado el tobillo cuando la rescató así que decidido se levanto y camino hacia ella.

-Disculpa pero debo hacer esto - necesitaba estar seguro de que realmente era una sacerdotisa y que recibiría la misma descarga y extrañamente no sucedió, pero cuando su mirada azulada choco contra la mirada caoba se descubrió exaltado al ver el furioso sonrojo de la mujer retirando su mano salvajemente del contacto femenino "mierda, quizá estoy equivocado" pensó furioso saliendo a grandes zancadas del lugar

-Discúlpelo, es un poco emocional y absurdamente rudo - se excuso Miroku dando una reverencia al verla sonrojada y sorprendida, recargando su mano en su regazo - regresare a verla de nuevo, nos gustaría obtener una respuesta de su parte - la vio asentir y marchándose en silencio fue detrás de los pasos de su amigo.