Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.

Gracias por leer y nos veremos después.

Continuación del segundo drabble con este nombre :3.


¿Qué puede ser peor que perder a tu prometido de la manera más cruel?

¿Saber que fue a causa tuya su muerte?

Sabias lo peligroso que era que se mantuviera a tu lado ¿y aun así no lo apartaste?

¿Saber que jamás volverías a verlo?

¿Qué podía ser peor que eso?

-Daiki-san, es hora de levantarse-

Lo peor de perder a tu pareja es que aun estuviera a tu lado.

Aunque ya no de la manera que te hubiera gustado.

-Ryou...- llamo al aire el moreno acostado aun en la cama cubierto con las mantas y sabanas de su lecho. Ha pasado un mes desde que perdió al castaño y ha sido un mes en el extrañamente el espíritu de Sakurai aún estaba ahí... acompañándolo -déjame dormir. Quiero estar aun en la cama, quiero absorber todo lo posible de tu aroma antes de... antes de- guardo silencio.

Por nada del mundo iba a salir de su cama.

-Tienes que ir a trabajar, no puedes quedarte para siempre en cama- hablo el castaño sentándose en el lugar que le corresponde en la cama, acarició los cabellos azules esperando que el moreno pudiera sentirlo.

-No hagas eso- ordeno Aomine con la voz rota -no acaricies mi cabello como si estuvieras aun aquí. Solo me estas lastimando-

-Daiki- la voz de Ryou salió suave y rota por las lágrimas que derramaba -yo también quiero estar contigo, aun no era mi momento ¿por qué la vida es tan cruel con nosotros? ¿Qué voy a hacer ahora sin ti?- y el castaño termino por romperse.

Aomine aunque no podía verlo sabía que Ryou también estaba sufriendo. Podía sentirlo con cada fibra de su ser, podía oír claramente cada sollozo que el castaño soltaba.

No había otra cosa que hiciera sentir como basura al moreno que no ser capaz de consolar a su honguito.

Pero... ¿Cómo puedes consolar a un fantasma?

¿Cómo puedes si quiera rehacer tu vida sin una de las partes más esenciales de la propia?

Una vida sin Ryou era... era.

-Y me lo dices a mí que te ha perdido para siempre. Te necesito conmigo Ryou- el castaño dejo de llorar luego de aquellas palabras. El moreno se encogió en la cama mientras abrazaba la almohada de Ryou -te juro que encontrare al maldito que nos hizo esto. A quien me separo de ti, de nuestra vida juntos. Y cuando lo haga...-

-Yo me iré de aquí, Daiki-san- término el castaño viendo al peli azul. Aomine apretó los dientes -y eso está bien, cariño. En primer lugar yo ya no debería seguir aquí. Pero si lo estoy es porque debo estar contigo hasta el final, o al menos hasta que nos traigas paz a ambos. Cuando me vaya será el momento de la despedida-

-Yo no quiero despedirme, Ryou. No de ti, no así-

-En algún momento deberá pasar Daiki. Y cuando pase tu y yo estaremos listos- el moreno negó, no quería perder al castaño, no de nuevo.

No quería volver a estar solo.