Capítulo 2

"El novio de mi amiga"

¿por qué tanto suspenso en presentarnos a su novio? Por dios, estudiamos en la misma universidad, no puedo creer que lo tenga tan bien escondido que ni siquiera los hayamos visto juntos durante los descansos o los cambios de clases. Ha pasado una semana, ¡una semana! Y aún tengo el bendito teléfono en mis manos sin haber visto a su dueño ni una sola vez, además ¿Qué acaso su propietario no tiene vida social, o qué? El único intento de comunicación fue el de aquel día y de ahí, nadie volvió a marcarle o si quiera enviado un mensaje, ¿habrá notificado a sus contactos que lo extravió? Ay, ya no se.

En serio quiero devolvérselo a su dueño, todos los días, cada vez que lo veo, la culpa me pica y no me deja la conciencia tranquila.

Realmente ese tal Inuyasha era mi única oportunidad…

-amor ¿estas bien?- escucho la voz de mi novio. Volteo para verlo, y veo que me mira con preocupación.

-sí, estoy bien… nada de que inquietarse- le sonrío

-es que te estaba hablando y no parecías escucharme…

-¿eh? Oh, lo siento… es por el tema del celular…

-¿de nuevo con eso? Rin… ya déjalo, no te lo robaste, solo fue una equivocación…

-ya lo sé… pero sabes como soy, no podré estar tranquila hasta solucionarlo

-pues yo ya te había dicho una manera…

-No me lo voy a quedar, Kohaku- interrumpo

-solo era una sugerencia…- frunzo el ceño, pues me molestaba que insistiera en eso. Él me mira y sonríe, me abraza para acercarme más a él y me besa la mejilla- ya, mi amor, no te molestes, solo era broma, no lo decía en serio- poza sus labios sobre los míos, me besa con cariño, intentando apaciguar mi molestia, lo cual funciona.

-agh, eso es demasiado amor para mí, váyanse mejor a un cuarto- conocía muy bien esa voz.

Nos separamos y, enfrente nuestra están nuestros amigos, cada uno con sus respectivos almuerzos previamente comprados de la cafetería. Pero, no solo venían ellos dos, no. Al lado de Kagome, se encontraba un chico alto de cabello largo y negro, piel bronceada y mirada hosca; sus ojos eran de un color dorado, que podría jurar haber visto en algún otro lado…

-eh ¿hola? ¿Quién es el invitado?- pregunta mi novio, igual de extrañado que yo.

-jejeje, chicos… les presento a Inuyasha… mi novio.

El aludido desvío la mirada, tal vez un tanto apenado debido a que no parábamos de verlo, pero ¿Cómo no hacerlo? Al fin el misterioso novio de nuestra amiga mostraba su cara. Era guapo, sí, pero se notaba a leguas que tenía un carácter complicado… bueno, no es como que Kagome tenga el mejor carácter, después de todo.

Ante el incomodo silencio que se había extendido más de lo esperado, aquel chico que se veía bastante incomodo, volteo la mirada hacia nosotros y dijo:

-¿Qué tanto me están viendo? ¿Qué no saben que es de muy mala educación ver así a las personas? No soy ningún alienígena o criatura extraña en exhibición.

-Inuyasha…

Verlos interactuar era más extraño, realmente no nos esperábamos que nos lo presentara así de la nada.

-te lo dije, Kagome, no me gusta ser el centro de atención y tu estabas de necia insiste e insiste con que querías presentarme ante tus amigos que ahora no paran de mirarme como si fuese una especie de animal extraño.

-estas exagerando

Mientras ellos continuaban discutiendo, veo que Kouga tiene una cara de aburrimiento muy notoria, siendo que a nosotros nos tenía muy desconcertados todo el asunto, ¿acaso no le sorprende?

-Bestia, deja de discutir con Kagome y mejor preséntate como es debido- nos sorprende como llama Kouga a Inuyasha, era muy grosero, pero… ¿acaso ya se conocían?

-¿Cómo me llamaste? Sarnosito ¿Por qué no mejor cierras la boca?- ambos se ven con miradas desafiantes. El ambiente era muy extraño, era como ver a dos canes a punto de pelear, con chispas saliendo de sus ojos y casi casi mostrando los colmillos. Era curioso que hasta se llamaran de esa forma despectiva. Realmente parecían ya conocerse desde antes.

No duraron mucho retándose con las miradas, pues Kagome intervino al tomarlos por las orejas y jalándoselas hasta que les doliera.

-AUCH, AUCH- se quejaban ambos

-compórtense, por favor, ¿no pueden estar tranquilos por solo 5 minutos?

-oh vamos, solo estábamos jugando… ¿no es así, chucho pulgoso?

-S-si… lobo apestoso

-… ¿chuco… pulgoso?- pregunto yo

-… ¿lobo… apestoso?- pregunta mi novio

-oh…- creo que se les habían olvidado de que estábamos ahí, ya que en cuanto nos escucharon, inmediatamente tomaron una postura como si no hubiese pasado nada- lo siento chicos, jejeje- dice Kagome apenada, con las mejillas super rojas.

-sí, lo sentimos…

-hump…

Podía sentir como una gota resbalaba por mi sien, realmente era una muy extraña primera impresión.

-bueenooo… como decía, él es Inuyasha, estudia en la facultad de administración de empresas. Su padre es el dueño de Taisho's corp…

-no es necesario que digas quien es mi padre, Kagome.

-¿Taisho's corp.? Entonces tu padre es el famoso Inu no Taisho ¿no es así?

El chico suspiro ante la pregunta de mi novio, era muy obvio que no le agradaba hablar de eso.

-sí

-vaya, ahora entiendo porque tus ojos se me hacían familiares- ¿sus ojos?- y ¿Qué hace un niño rico como tú, mezclándose con plebeyos?- pregunta Kouga.

-mejor cállate, Matsuno, que bien podría preguntarte lo mismo- ante esto último, Kouga palideció.

-¿a qué te refieres?- pregunta Kagome

-¡Ja! ¿no les has dicho a tus amigos que tu padre es el dueño de la marca Wolf?

-¿¡QUE!?

Todos estábamos sorprendidos, llevábamos conociendo a Kouga prácticamente desde que entramos a la universidad, y nunca nos había contado eso.

-entonces ¿es eso cierto, Kouga?

-¿Qué? Yo no oculto nada, ustedes nunca preguntaron- dijo esto cruzándose de brazos- además, Taisho, a diferencia de tu familia, la mía cree que la clave del éxito es siempre empezar desde abajo, si quieres algo, debes ganártelo. Uno siempre debe ser humilde.

-sí, bueno… pues mi madre piensa lo mismo y por esa razón nunca he estado en escuelas de prestigio.

-¡oh, ya entiendo!

-¿Qué sucede, Kohaku?

-la familia de Kouga se caracteriza por tener la figura de un lobo en su escudo, mientras que, en la familia de los Taisho's, es caracterizada por tener un enorme perro blanco. Por eso se insultan de ese modo, comparándose con caninos…

Hubo un silencio un tanto incomodo ante la observación de mi novio, el cual parecía encogerse sobre su asiento por ser el centro de atención, definitivamente había hablado de más.

-es gracioso, si lo ven de ese modo…

-sí, bueno… un gusto en conocerlos… amigos de Kagome, que aún no se sus nombres.

-oh, lo siento- inmediatamente me levanto y extiendo mi mano para estrechar la suya- mi nombre Rin, Rin Noto.

-mucho gusto, Noto- el estrecha mi mano e inmediatamente la suelta. El contacto solo duro unos segundos.

-yo soy Kohaku, Kimura*- al igual que yo, él se levanta para estrechar su mano.

-y bueno, por lo visto ya conocías a Kouga- dice Kagome

-para mi mala suerte…

-¿de dónde se conocen?- pregunto con curiosidad, pues era otra de las cosas que nuestro amigo nunca nos había dicho.

-estudiamos en la misma facultad, desde que nos conocimos nunca nos hemos podido llevar bien- responde casi de inmediato, y como si no fuera de importancia.

-Ey, yo no tengo la culpa de que seas un necio, competitivo, descuidado, malhumorado y temperamental tonto que siempre quiere estar peleando conmigo

-mira rabioso, será mejor que cierres esa boca antes de que te la cierre yo

Ahí van de nuevo…

Luego de eso y de haber evitado una pelea (además de ver como Kagome, épicamente los derribaba a ambos para que se comportaran), ya con los ánimos un poco más calmados, pudimos conocer un poco mejor a Inuyasha y… era un chico bastante agradable, la verdad. No entiendo como alguien como él no haya tenido muchos amigos, bueno, haciendo de lado su carácter, claro.

Nos contó un poco sobre su familia, su relación con ellos. Nos platicó un poco sobre sus gustos y lo que hace en sus tiempos libres, además de salir con mi amiga. En fin, fue muy agradable conocer al fin al novio de Kagome, pero aún tenía algo que atender con este chico, y tenía que ser en privado.

¿Qué porque en privado? Simple, no soy una niña chiquita a la que tengan que estar llevando, yo solita puedo resolver mis asuntos… además, Kohaku es un poco celoso, no quiero tener un momento incomodo cuando devuelva el celular.

Así que aquí estoy, afuera de los edificios de donde estudiaba este chico, esperando a que saliera. Mis clases habían terminado un poco antes, así que me había dado tiempo para venir a buscarlo. No le dije nada a Kohaku, y tampoco a Kagome, ya después se enterarían.

Me siento extraña. Se que es extraño que, apenas conociéndonos, la amiga de tu novia ya este esperándote para pedirte un favor. ¿Qué tan loca debo estar? Pero bueno, no iba a dar marcha atrás, ya esto se ha aplazado bastante y lo que más quiero es quitarme este peso de encima.

Tenía una extraña sensación en mi pecho, como un ligero cosquilleo que no se había ido desde que lo conocí ¿un presentimiento, tal vez? No estaba segura, y si fuese así… ¿Por qué?

Pase media hora esperando, ya me estaba aburriendo y desesperando, pero al fin los pude ver salir. Eran bastantes chicos, casi no había chicas e iban todos en pequeños grupos. Pude distinguir a Kouga entre la multitud, él ni siquiera se percató de mí, pues iba muy distraído con su teléfono en mano y los audífonos puestos, seguramente escuchando la música pesada que tanto le gusta.

Busqué con la mirada a quien esperaba, hasta que por fin di con él. El cosquilleo se había intensificado.

Iba solo, con teléfono en mano y los audífonos puestos. No puedo evitar pensar que la razón por la que él y Kouga no se llevan bien, es por lo parecidos que pueden ser. Ya es tarde, el sol está en lo alto y debo volver a casa para estudiar y hacer mis deberes, así que debo apurarme. Voy corriendo hacia él hasta detenerme justo en frente, bloqueando su camino. Parece que lo sorprendí.

-¡hola! Tiempo sin vernos- en mi mente estrello mi mano contra mi cara ¿realmente es lo único que se me pudo ocurrir?

-eh… hola… ¿Rin, cierto?

-sí, esa soy yo- no puedo quitar esta sonrisa extraña de mi rostro, ni yo sé por qué lo hago.

-bien… ¿Qué… necesitas?

Al fin puedo dejar de sonreír, pero ahora mis mejillas se han puesto rojas, lo sé por el calor que siento en esa zona, no puedo evitar sentirme avergonzada.

-yo… bueno… veras…- Inuyasha escuchaba con atención cada palabra que salía de mi boca, pero pronto comenzaba a ver rastros de impaciencia en su rostro, así que simplemente le dije mientras juntaba mis manos- necesito un favor

-¿aaja?- dijo con cierta desconfianza, y lo entiendo.

-escucha… no es nada raro, lo juro, solo…- inmediatamente comencé a buscar dentro de mi mochila, juraba que lo había dejado en una de las bolsas principales, pero al parecer lo moví- un segundo- él se veía bastante incomodo, extrañado, impaciente. Yo cada vez me sentía más avergonzada, ¿Cómo no podía encontrar un tonto teléfono?

-mira… tengo algo de prisa, así que…

-¡lo encontré!- saque el aparato con tal apuro, que lo puse frente a su cara. MUY cerca de su cara. Él retrocedió un poco debido a la sorpresa, luego miro con detenimiento lo que tenía enfrente, para luego voltear a verme con extrañeza

-es un teléfono…

-sí…

Lo miro de nuevo, luego otra vez a mi- y me lo estas enseñando…

-ajaa…

-y… ¿Quieres que te de mi número o…?

¿Qué?

-¿Qué? NO… No, no, no. ¿acaso no lo reconoces?

Suspiro- Rin, hay demasiados modelos como este en todo el mundo ¿Por qué habría de reconocerlo?

-porque… le pertenece a alguien que conoces… ¿no es así?- comenzaba a preocuparme ¿acaso solo fue una coincidencia? ¿se tratará de alguien más?- ¿no intentaste comunicarte hace una semana con el propietario de este celular?

-¿una semana?

-sí…

-… espera… ¿fuiste tu quien le robo el celular a Sesshomaru?- ¿¡QUE!?

-NO SE LO ROBE, TE JURO QUE SOLO FUE…- un momento, ¿Qué fue lo que dijo?- ¿Sesshomaru?

Inuyasha solo asintió, para después agregar- hace una semana intente hablar con él, mi madre me pidió que le recordara sobre una fiesta que habría en un par de días. Como no contesto, ya no quise intentar… ayer recién me enteré de que tiene un brazo lastimado…

-¿un brazo… lastimado…?

El asintió-… y creo que ya me estoy dando una idea de por qué

Solo eso me faltaba, no solo tome algo que no era mío, no, ahora me entero, QUE LASTIME A UNA PERSONA SIN QUERER, en serio, en serio tengo que compensar a esa persona por mi torpeza.

-escucha… en serio no fue a propósito, solo… quiero verlo para disculparme apropiadamente con él y poder… devolvérselo. Así que, por favor, dime ¿Dónde puedo encontrarlo?

-mmm… pues- miro su reloj, quizás calculando el horario. Tardo un momento en despegar la mirada de su muñeca, parecía pensativo ¿Qué era lo que cruzaba por su cabeza?

Finalmente, pareció tomar una decisión, aunque no entiendo por qué se lo pensó tanto- si nos apresuramos ahora, puede que lleguemos antes de que termine su turno.

-¿nos?

-sí, te acompañare hasta su trabajo- dijo esto mientras comenzaba a caminar. Inmediatamente guarde de nuevo el celular y acomode mi mochila sobre mi hombro. Camine a su lado.

-N-no, no tienes que acompañarme, acabas de decirme que estabas apurado así que… solo… solo tienes que decirme donde es y…

-dije que te acompañare, punto.

No dije nada más, simplemente continuamos caminando por un largo rato. No volvimos a intercambiar palabra desde la universidad, el parecía muy inmerso en sus pensamientos, yo sinceramente no entendía el porqué de su repentina decisión de acompañarme, me preguntaba ¿Qué relación tiene con este Sesshomaru? ¿será un amigo? ¿un compañero?

¿algún familiar?

No recuerdo que mencionara si tenía algún hermano, así que no creo que sea eso.

Caminamos por bastante tiempo, quizás una media hora, los pies comenzaban a dolerme, pero ¿Quién me manda a ponerme zapatos con tacón? Aunque sea muy poco, no estoy nada acostumbrada a usarlos por mucho tiempo, pero debido a que tengo una estatura pequeña (vamos, que Kagome solo me saca 5 centímetros), a Kohaku le gustaba verme más alta, así que por eso los ocupaba.

Llegamos a una pequeña plaza bastante linda, no había mucha gente, pero se veía que era bastante concurrida. Tal parece que el lugar era nuevo, pues no recuerdo haber venido por esta zona, la verdad.

-ya casi llegamos- escucho a mi acompañante

-¿eh? Oh, sí- no supe que decir.

Nos detuvimos (por fin) frente a una cafetería, la cual era preciosa. Tenía un estilo rustico, con varias plantitas decorando el lugar, una iluminación cálida y un aroma bastante agradable que venía desde adentro. Definitivamente tendría que pasar y probar algunos de sus productos, ya que a simple vista se veían bastante deliciosos, ¿Qué puedo decir? Me encantan las cosas dulces.

-entra

-¿Qué?

-te espero aquí afuera- dicho esto, se recarga contra la pared y se cruza de brazos, toma un lugar del cual, estoy segura, que es casi imposible poder verlo desde adentro. ¿Por qué me ha traído hasta acá, si ni siquiera va a entrar conmigo? No es como que quiera su compañía, pero si vino hasta acá es por algo ¿no?

No lo entiendo.

-eh… esta… bien…

Aun extrañada por su raro comportamiento, me adentro al establecimiento, haciendo sonar una pequeña campanita que avisaba cuando llegaba un nuevo cliente y, si el dulce aroma por fuera era delicioso, por dentro lo era aún más; era exquisito. No puedo evitar sentirme maravillada con el lugar, era realmente hermoso, definitivamente debo probar los postres de aquí.

A ver Rin, enfócate, no es a eso por lo que has venido.

Camino hacia la barra de servicio, donde se encuentra una chica muy guapa, la verdad, y que estoy segura de haber visto antes. Inevitablemente noto que es más voluptuosa que yo, incluso es más alta… a Kohaku le gustaban las chicas de su tipo, ¿Qué cómo lo sé? Bueno, siempre lo encuentro observando a chicas como ella, pero sé que es algo que no debería importarme, solo las mira, él es mi novio y sé que me ama. No hay nada de malo en ver.

Aun si mi pecho duela cada vez que lo hace.

-Bienvenida a Cake Lovers, donde puedes encontrar tus bebidas y postres favoritos a un dulce precio, ¿Qué te puedo servir?- me pregunta muy amable la chica, sacándome de mis pensamientos.

-oh… bueno… em…

-tenemos una gran variedad de postres. Hay pastel de chocolate, de vainilla, de fresas. También tenemos cheesecake de oreo, de zarzamora, de…

OH. POR. DIOS

Pasados unos cuantos minutos en los que la chica me contaba que postres había (no solo pasteles), al final termine comprando una rebanada de red velvet que tenía una pinta increíble junto con un vaso de chocolate caliente que, con solo olerlo, ya se me hacía agua a la boca.

Creo que hoy no podré tomar el bus a mi casa.

-aquí tiene su compra, espero que vuelva pronto y que tenga una estupenda tarde

-sí, gracias… ¡espere!- la detuve en cuanto vi que tenía la intención de marcharse. Por suerte, volvió su atención hacia mí.

-¿hay algún problema, señorita?

-si… ¡digo no! No, es que… bueno, quería saber si…- ella me miraba con atención, en espera de lo que iba a decirle. Espero que no le parezca extraño- se… de casualidad… ¿Se encontrara Sesshomaru?

La chica frente a mi enarco las cejas, lo que solo provoca que mis mejillas se pongan más rojas. Por favor, espero no piense que soy un tipo de acosadora o una persona extraña.

-¿eres una amiga suya? Tal vez ¿alguna admiradora?

-¿eh? No, yo… solo…

-¿entonces para que lo buscas?- para este punto, la amabilidad en la voz de la chica parecía haber desaparecido, lo cual me hizo sentir bastante incomoda.

-yo…

-¿hay algún problema, Sarah?- escucho una voz bastante conocida.

Volteo y a quien encuentro es a…

-¿Kikyo?

-Rin, que sorpresa, no esperaba verte ¿Qué te trae por aquí?

-eh, yo… espera ¿trabajas aquí?

Ella sonríe ante mi pregunta, sé que la respuesta era obvia, no por nada llevaba el uniforme de la cafetería, pero no lo pensé en el momento.

-sí, trabajo aquí y… por cierto ¿no vino mi hermana contigo?

-no, seguro que Kagome ya debe estar en su casa

-pues eso espero, el otro día no volvió hasta pasadas las 12 por irse con su novio- dijo esto mientras se cruzaba de brazos y ponía mala cara. Cielos, si supiera que él se encontraba a tan solo unos metros. Ahora entiendo por qué Inuyasha no quiso entrar conmigo- en fin, si no vienes con ella, entonces ¿Qué te trae por aquí? Es raro verte por zonas que no te haya mostrado Kagome con anterioridad

Cierto, normalmente es Kagome quien me lleva a lugares nuevos, ella y mi novio en realidad. Es una buena amiga, aunque últimamente no hemos podido salir juntas debido a los deberes y a nuestras respectivas parejas.

-bueno, en realidad… un amigo me dijo que aquí podría encontrar a alguien, le pregunte a la chica, pero… parece que la moleste- dije un tanto apenada. En ese momento nos percatamos de que la susodicha tenía rato que se había ido.

-no te preocupes, más tarde hablare con ella. Con respecto a ese alguien… ¿a quién buscas?

En cuanto le dije el nombre de a quien buscaba, pareciera que le había contado un buen chiste, pues comenzó a reírse bastante.

-haaaa, ahora entiendo porque se puso así…- dijo en cuanto puro detenerse y tomar un respiro- espera un momento, voy por él.

… La verdad no entendí.

kikyo se fue por un momento a la parte de atrás, y en lo que esperaba, saqué mi rebanada de pastel y comencé a degustarlo; estaba bastante delicioso.

Mientras disfrutaba de mi postre, una extraña sensación me recorrió la espalda por completo. Volteé por un momento y pude comprobar el porqué de ese escalofrío. La chica de hace un momento no paraba de mirarme, y no con una muy bonita expresión que digamos. Estaba limpiando algunas mesas y preparándolas para los demás clientes.

¿Qué le hice? Solo pregunte por un chico ¿acaso era su novio? ¿le gustaba? Posiblemente, pero creo que es exagerado, no es como que el chico fuese de su propiedad.

De un momento a otro su mirada de molestia cambio, por una completamente diferente. Sus mejillas se veían coloradas, comenzó a jugar torpemente con sus manos, sus ojos brillaban y sonreía… tenía una sonrisa muy grande.

¿y ese cambio tan repentino?

-¿me buscabas?

Un nuevo escalofrío recorrió mi espalda en cuanto escuche esa voz, no por desagrado, en realidad no sabía por qué, pero esa voz era realmente profunda y varonil, de esas que solo escuchas en la televisión, cuando aparece el personaje sexy y seductor.

y cuando me di la vuelta, el aire pareció abandonar mis pulmones.

Sí, era un chico bastante guapo, muy alto (más que mi novio), musculatura marcada, el cuerpo en forma de triangulo inverso, de precioso cabello largo y blanco, mirada penetrante y labios delgados pero carnosos. Sí, era chico muy atractivo (bastante), pero eso no fue lo que me hizo suspirar.

Sino sus ojos.

Esos ojos…

-¿te puedo ayudar en algo?

Imágenes de aquel día comenzaron a invadir nuevamente mi cabeza. El atardecer, la azotea, el viento soplando, los pétalos volando, el aroma a cigarro, aquel chico en la orilla y sus ojos…

Lo ojos más hermosos… y llenos de tristeza, que he visto en mi vida…

Ahí estaba ¡parado frente a mí! Su cabello era tan largo, nada en comparación a aquella ocasión, donde apenas y cubría sus orejas. Ahora puedo verlo con detalle, algo que no pude ese día, pero estaba segura de poder reconocerlo, estaba segura.

Él estaba ahí…

Frente a mí

N/A:

*pongo el segundo seiyuu de Kohaku, quien le dio voz en yashahime

Sarah- 24 años

Kikyo- 26 años

Sesshomaru- 26 años

Inuyasha- 22 años

Espero les haya gustado, me alegra haber podido cumplir con otra semana de capitulo :D ¡los quiero! Tal vez voy muy rápido, pero tampoco me gusta alargarme demasiado para un reencuentro jeje, lo siento.

También me disculpo si hay faltas de ortografía o comidas de letras o palabras, en serio que intento revisar el documento antes de subirlo, pero siempre se me terminan escapando.

Hasta pronto!