Capítulo 3
"El pasado en el presente"
No podía creerlo, realmente esto era una locura.
Era él.
Jamás imagine que nos volveríamos a encontrar, bueno, en realidad era un deseo interno, pero no pensé que llegase a pasar… estaba en shock. El chico estaba frente a mí, en espera de lo que tuviese que decirle y una barra dividía la cercanía, aunque no sé por qué pienso eso, ya estábamos demasiado cerca ¿en qué estoy pensando?
Veo que frunce el ceño y cambia ligeramente su postura, posa una de sus manos sobre la superficie plana de la barra y no puedo evitar pensar, que tiene unas bonitas manos; dedos largos, piel blanca, sin ninguna mancha o cicatriz, suaves a simple vista. Las venas marcadas…
¡Basta Rin! lo estas observando más de la cuenta, además, tú no tienes ninguna afición rara hacia el cuerpo de una persona, Cálmate.
Dejo de prestar atención a su falange y vuelvo a levantar la mirada. Esta recargando su peso sobre una de las piernas, continúa mirándome y me sonrojo, ¡diablos! Seguramente noto que me quedaba como boba observando su cuerpo… bueno, no su cuerpo, era su mano, pero también es parte de su cuerpo… ¡AGH! Trato de hablarle, pero no me salen las palabras y si lo hacen, me trabo mucho ¿¡por qué esto se volvió tan incomodo!?
Lo escucho suspirar. Levanta su brazo izquierdo, peina la mitad de su flequillo hacia atrás y rasca un poco su cabeza. Una venda cubre todo el antebrazo y parte de la mano- no tengo tiempo para esto- se agacha y veo que ha tomado un morralito, el cual, cuelga sobre su hombro derecho. Rodea la barra, hasta estar de mi lado- si necesitas algo, hay más personal que puede ayudarte.
Se dirige hacia la puerta ¿¡Qué estás haciendo, Rin!? Me pregunto a mí misma. Sé que me ganó la impresión de reencontrarme con el chico de hace unos años, pero él no parecía recordarme y la verdad, aunque eso me haya decepcionado un poco, no había venido hasta acá solo para incomodarlo y verlo marcharse, tenía algo que devolverle.
-¡espera!- Rápidamente voy tras él y lo tomo del brazo… con la mala suerte de agarrar el izquierdo. Veo como se sobresalta y voltea a verme, claramente con una ligera mueca de molestia, quizás lo lastime. Inmediatamente lo suelto- ¡lo siento, lo siento! No quise hacer eso, perdona, yo solo…- con prisa, llevo mi mochila hacia el frente y comienzo a rebuscar en mis bolsitas, hasta dar con el aparato- lo siento mucho, solo quería devolverte esto.
Le extiendo el celular y espero a que lo tome. Él parece reconocerlo al instante, extiende la mano y lo sujeta. Al fin esta con su dueño. Lo examina, mas no lo utiliza. Solo fueron unos segundos, luego su atención recae nuevamente en mí.
-Así que fuiste tú quien lo tomo.
-en serio lo siento, no fue mi intención, de verdad. Mira- saco mi propio celular para mostrárselo, estaba muy apenada- lo que pasa es que iba muy apurada ese día y… no te vi. Cuando chocamos, varias de mis cosas salieron volando y creí que ese era mi teléfono… más tarde me di cuenta de que no lo era… intenté devolvértelo, pero ya no estabas en el lugar y nadie me supo decir a donde te habías dirigido. De verdad, lo siento mucho, no le hice nada extraño, esta tal cual lo dejaste la última vez ¡lo juro!
¿me creerá? No dije ninguna mentira, pero él no hacia ningún gesto, no sabía que era lo que pensaba, solo tenía esa mirada seria.
-…
-…
-…
-em… si quieres… puedes revisarlo para-
-no hace falta
-¿perdón?
-que no hace falta- lleva el móvil hacia atrás y lo guarda en el bolsillo trasero- te creo…
-¿en serio? Que alivio… am… también lamento eso- me disculpo señalando el vendaje, seguramente le debe haber dolido mucho- no quise…
-deberías dejar de disculparte
-¿eh?
-ya me explicaste que no lo hiciste con la intención de hacerlo, si aún sientes algún tipo de culpa, deberías saber que no tienes ninguna especie de compromiso conmigo después de esto. Fue un accidente, hubo una equivocación, ya me devolviste el teléfono, fin. Puedes quitarte ese peso de encima.
-bueno… sí, pero…
-mi brazo está bien, no es algo permanente.
Esto es extraño, creí que me pediría algún tipo de compensación debido al gasto médico y por haberme llevado sus cosas por error, lo cual estaba dispuesta a hacer, pero no era así, él no me estaba pidiendo nada, no se veía enojado e incluso entendió la situación… él no era como los demás…
Nos quedamos en silencio unos segundos, pero se sintieron tan largos y pesados, que no sabía hacia donde mirar ¿Qué debía hacer ahora?
-… se hace tarde, lo mejor es que te vayas- dio media vuelta y camino hacia la salida, pero antes de irse, giro su cabeza y me dedico una última palabra:
-Gracias
Esto es estúpido, solo quería saber cómo estaba y en cambio, estoy aquí afuera, escondido como si fuese un cobarde. Rin lleva ya mucho tiempo ahí adentro, aunque puedo hacerme una buena idea del porqué, es un lugar donde venden muchas cosas dulces, a las chicas les gusta eso.
Un suspiro sale de mi boca, ¿estarán ya hablando? No tengo ninguna intención rara, solo aproveche el que esa chica de pura casualidad se topara con mi hermano y le quitara su celular, para yo tener una excusa y poder verlo. No esperaba esta oportunidad, pero ahora que estoy aquí, no tengo la confianza de poder entrar y…
¿y qué?
Argh, esto realmente apesta.
Escucho el sonido de la campanita en la puerta, alguien la había abierto. Levanto la mirada y lo veo. Es Sesshomaru.
Mi hermano…
Él también me observa, no parece sorprendido, como si ya me hubiese visto desde hace un rato. Demonios, odio que me vea con esa expresión tan vacía, nunca se lo que pasa por su cabeza, me pone bastante incomodo.
Solo fueron unos segundos, él deja de prestarme atención, vuelve su mirada hacia el frente. Parece que su turno ya termino…
-Inuyasha…
-Sesshomaru…
Eso es todo, no hay más palabras ni intercambios. Él se aleja hasta que lo pierdo de vista, se ha ido.
Poco después vuelvo a escuchar la molesta campanita sonar, esta vez, se trata de la amiga de mi novia, quien se detiene al lado mío.
-¿terminaste?- le pregunto, pues ya quería irme.
-sí…
-pues vámonos…
Comienzo a caminar, que mala idea fue haber venido aquí ¿Qué rayos esperaba? ¿Para que vine en primer lugar? Bien pude solo haberle dicho la dirección a esa niña y ya está, no tenía por qué meterme. Hace tiempo no se de él, en realidad nunca sé nada de él, desde que éramos niños que se alejó de nosotros y nunca supe el porqué, recuerdo que éramos muy cercanos, pero… ¿Qué fue lo que paso?
No lo recuerdo…
Siempre busco la manera de acercarme, y cuando lo consigo (que en realidad casi nunca pasa) nunca sé que decir y el muy idiota solo me mira con esa estúpida mirada seria e indiferente. ¿Qué rayos espero que cambie? En verdad soy un tonto.
Quiero llegar pronto a mi casa, así que acelero el paso. Escucho unas pisadas detrás de mí ¿Quién rayos me sigue? Que molesto.
-¡Inuyasha…!- oh, cierto… Se me olvidaba que venía acompañado- oye ¡espera…!- ella acelera su andar, alcanzándome, caminando a mi par.
-¿Qué quieres? Ya hiciste lo que tenías que hacer, es hora de irnos- dije sin detenerme, no quería hablar con ella, he sido muy descuidado.
-¿De dónde lo conoces? A Sesshomaru…- ¿para qué quiere saberlo?
-eso no te importa
-no… espera, quiero saberlo ¿no tenías algo que decirle? ¿Qué no es tu amigo?
-No, no lo es- comenzaba a cansarme.
-¿entonces por qué me acompañaste hasta acá, si ni siquiera ibas a verlo?- ella acelera el paso, se para frente a mí, obligándome a detenerme- ¿de dónde lo conoces?
-¿¡para que quieres saberlo!?
-es que él… él…
-NO ME IMPORTA ¿DE ACUERDO?- veo como ella se asusta, intento calmarme, sé que exagere, no debí gritarle- Lo siento, yo…- ¿Qué le decía? Apenas y la conozco. Suspiro- nada… No importa… olvídalo, solo… estoy cansado, quiero irme ya- comienzo a caminar de nuevo, ella no me sigue, lo cual me hace regresar a mirarla y veo que está buscando algo en su cartera. También noto que lleva consigo una bolsa con el logotipo de la cafetería, por lo que puedo deducir que dinero para su transporte, ya no tiene.
Niego ante eso, pero fui yo quien la trajo hasta aquí, así que lo menos que puedo hacer es darle algo para sus pasajes. Saco mi cartera y extraigo de esta un billete, espero que sea suficiente.
-toma
Ella ve que le extiendo el dinero, pero se niega.
-solo tómalo, ya estas llegando tarde a tu casa- veo que ella sigue sin recibirlo, así que tomo su mano y dejo el billete sobre esta. No quiero que se exponga- ve con cuidado…
Ni siquiera volteo a verla, simplemente me doy la vuelta y me retiro.
Ha sido un día muy largo…
Estoy cansado…
Llego a mi casa pasadas la 5:00 p.m. y lo primero que escucho son a mis padres preguntándome que en adonde me había metido y porque no les avise. Les dije la verdad, se veían sorprendidos, pero igual me volvieron a regañar, por el tema de la seguridad y porque me vi con un completo extraño. Ellos no lo sabían, pero para mí, no lo era.
Nunca les conté sobre ese día. Era algo que solo mío.
Después de comer, subo a mi habitación y me tiro sobre la cama abrazando una de mis almohadas, pienso en lo que ocurrió hace solo unas horas.
Después de que ese chico se fue, vi con claridad como se detenía y parecía decirle algo a Inuyasha, quien estaba escondido tras la pared afuera del café. De inmediato me entro la duda.
¿De dónde se conocían?
Necesitaba saberlo, quería saber más sobre Sesshomaru. Pero…
ESO NO TE IMPORTA…
Suspire, ¿Por qué no quería decirme? Solo le pregunte y se puso a la defensiva. No lo entiendo…
Poco a poco mis ojos se van cerrando, estoy muy cansada, el sueño se apodera de mí, hasta caer en brazos de Morfeo.
…
Miro a mi alrededor, estoy nuevamente en ese lugar, llevo el uniforme de secundaria, el viento sopla tanto como lo recuerdo, el sol comienza a ocultarse…
¿Qué estoy haciendo aquí?
Escucho un ruido tras de mí, volteo de inmediato, la luz del sol lastimas mis ojos, tardo en acostumbrarme, hasta que finalmente, lo puedo ver.
Tal y como recuerdo…
Él está ahí, frente a mí. Veo su espalda, no sé qué está viendo, ni siquiera voltea a verme, pero estoy segura de que me ha notado. El pequeño ramo de flores, envuelto por su mano derecha, tan hermoso y a la vez triste, pues recuerdo cuál es su destino. El cigarrillo en la mano izquierda, odio ese aroma, pero sé que en ese momento no me importa, ni siquiera le prestó atención. Todo es como lo recuerdo, menos un detalle. Veo su cabello blanco moverse, pero ya no es como antes, ha cambiado. Ahora es largo.
Comienza a hacer lo mismo que aquella tarde, lleva el cigarrillo a su boca, toma los pétalos de las flores, los arranca y deja que se vayan con el viento. Todo pasa tal cual ese día, pero de pronto, empieza a cambiar. Él voltea en mi dirección, su mirada esta fija en mí y lleva la mano hacia su boca para retirar el cigarro de sus labios, le da una calada profunda y seguido pasa a sacar el humo de sus pulmones.
Sinceramente, no sé qué pasa. Esto nunca me había pasado, las veces que he soñado con este momento, todo ocurre como siempre ¿Por qué ha cambiado ahora?
Él me sigue observando, arroja el cigarro y los tallos sin pétalos hacia el suelo. Es pequeña, parece más una mueca, pero estoy segura de que es una sonrisa. Así es, está sonriendo.
¿Por qué?
Mis piernas comienzan a moverse, no lo hago yo, no puedo controlarlas. Dan pasos pesados, puedo sentirlos, como si algo me impidiese seguir avanzando.
Entonces ocurre…
Como en cámara lenta, él chico se va haciendo hacia atrás, el viento golpea su espalda, su cabello es removido hacia todas direcciones, levanta los brazos y, finalmente, se deja caer.
Un grito desgarra mi garganta…
-¡NOOOO!
Al fin esa pesadez me deja avanzar, esta vez soy yo quien corre y, sin pensarlo, me arrojo al vacío tras de él…
¿Qué es esto?
No estoy en el aire, no estoy cayendo, el aire no golpea mi cuerpo, es otra cosa lo que me rodea…
Agua
Casi no puedo ver nada, la luz de la superficie está muy lejana, intento nadar hacia arriba, siento que me falta el aire…
Unas burbujas captan mi atención, estas suben rápidamente hacia la superficie, pero ¿de dónde vienen? No hay nada más aquí. Al mirar, más debajo de mí, puedo verlo…
Es él…
Sesshomaru…
Él se hunde cada vez más, pocas burbujas salen de su boca, tiene los ojos cerrados; esta inconsciente.
Se está ahogando…
Comienzo a nadar hacia él, tengo que salvarlo, no puedo dejar que muera. Al igual que hace rato, algo me impide que siga avanzando, pero sigo intentando y, poco a poco, me voy acercando.
Extiendo mi mano para alcanzarle, pero es él quien me toma del brazo y me jala hacia su cuerpo. Intento soltarme, su agarre me lastima, es doloroso. Levanto la mirada, pero no puedo ver su rostro, todo está muy oscuro, necesito aire y el miedo comienza a invadirme. No sé cómo, pero logro soltarme y nado con rapidez hacia arriba, hacia la luz.
No sé nada más….
…
Despierto de un sobresalto, termino sentada sobre la cama, respiro con agitación, veo a mi alrededor y la oscuridad es lo único que puedo ver.
Poco a poco me voy calmando, la claridad vuelve a mis ojos y puedo ver que estoy en mi habitación. Cierto, yo estaba dormida.
Un sueño… todo ha sido un sueño… una pesadilla…
Pero ¿Por qué fue todo eso? ¿es porque últimamente he pensado y recordado tanto ese día? ¿Por qué finalmente lo volví a ver? Probablemente, pero ¿Por qué aquel cambio? ¿Por qué la pesadilla? No lo entiendo…
La pantalla de mi móvil se enciende, avisándome que tengo notificaciones pendientes. Al tomarlo, veo que en su mayoría se trata sobre los nuevos videos que me recomienda YouTube, los cuales voy descartando de a uno por uno, hasta llegar a los mensajes.
Y llamadas…
Mi novio ha intentado contactarse conmigo, tenía 5 llamadas perdidas, 1 mensaje en el WhatsApp y otro en el Messenger, nada importante, ambos decían lo mismo: "¿Dónde estás?"
No quise responderle, no sé por qué, pero sinceramente tenía mucho sueño, así que me volví a recostar, abrace mi almohada y me quite los odiosos tacones, que no había mandado a volar antes, debido al cansancio.
-haaa- solté un suspiro de satisfacción, era como si mis pies también tomasen un respiro de tan odiosos zapatos.
Lo siento pies…
No tarde mucho en volver a caer dormida, esta vez no hubo pesadillas, ni recuerdos alterados, nada.
Solo un placentero, tranquilo y merecido descanso.
Ya mañana me encargaría de mi novio.
La luz externa se filtra hacia el interior en cuanto la puerta es abierta, dejando ver una silueta que ingresa hacia el departamento, dejando sus pertenencias al lado de la entrada y cerrando la puerta tras de si. Nunca olvida ponerle el seguro.
Camina hacia la cocina, abre la nevera y extrae una pequeña jarra con agua natural. Saca un vaso de la alacena de arriba y vierte el líquido dentro de este. Vuelve a meter la jarra en el frigorífico y cierra la puerta. Lleva el vaso con él hacia su habitación, enciende la luz y lo deja sobre su escritorio.
Se quita la camisa y camina hacia el baño al otro lado del pasillo, deja la camisa dentro del cesto de ropa sucia donde no tarda en meter el resto de sus prendas. Abre la llave de la regadera, el baño no tarda en llenarse de vapor, no estaba muy caliente, solo lo necesario.
15 minutos después, la puerta del baño se abre, dejando salir el vapor y al joven que se dio una ducha. Llevaba solo un pants holgado de color azul marino que había metido consigo, iba descalzo, con el torso descubierto, el cabello húmedo y una toalla sobre sus hombros. Se sentía relajado.
Estaba por ir de nuevo a su habitación, cuando un sonido capta su atención. Se asoma por el pasillo, el sonido había provenido desde la sala, más especifico, desde su morral. Entonces lo recuerda.
Oh, cierto…
Camina hacia sus cosas, abre el morralito que casi siempre carga consigo y saca de este su celular. Casi lo olvidaba, pero esa misma tarde, aquella chica se lo había devuelto.
Al ver la notificación, pudo ver que se trataba de un mensaje de Izayoi, quien le decía que se alegraba de que por fin haya recuperado su teléfono y que esperaba que estuviese bien. También le preguntaba si ya había cenado (cosa que nunca hacia) y que como se encontraba su brazo. En fin, bastantes preguntas, y estaba seguro de que Inuyasha había sido quien le informo sobre lo ocurrido esa misma tarde.
Inuyasha…
Debía admitirlo, no se esperaba encontrarlo afuera de su trabajo. Pero le agrado verlo, aunque no lo demostrara abiertamente.
Suspiro. Regreso a su habitación, esta vez con teléfono en mano, debía responder el mensaje. Tomo el vaso con agua que había dejado sobre su escritorio y tomo un sorbo del líquido aun frio; refrescante. Camino hacia la ventana y se recargo en el marco, miro brevemente el panorama sin llamarle realmente algo la atención. Al trazar el patrón de seguridad y desbloquear el teléfono, inmediatamente le llego la notificación de que alguien había intentado ingresar a su dispositivo con patrones incorrectos y que se había tomado una fotografía de quien lo había intentado. Se dirigió hacia su galería y busco la carpeta donde se guardaban esas fotos (sí, no era la primera vez que intentaban fisgonear en sus cosas), no tarda nada en hacerlo, pues ya se conocía el "camino".
Lo que encontró sinceramente le saco una pequeña sonrisa.
Era ella.
Esa chica.
Miro nuevamente hacia el exterior ¿Qué estará pensando?
Al mirar una vez más la pantalla, decidió no contestar el mensaje de Izayoi, con que supiese que ya lo había leído estaba bien. No era necesario responderlo.
Pasados unos minutos, el vaso vacío, el cabello seco y con la luz apagada, Sesshomaru se encontraba ya recostado sobre su cama, aun con el torso descubierto, sin la intención de cubrirse con las sábanas, pues hacia un poco de calor. Miraba hacia el techo sin pensar nada en concreto, con la mente en blanco, aunque no por mucho tiempo.
Tomo nuevamente su celular, lo desbloqueo y busco la foto de aquella chica. Los recuerdos invadieron su mente, los sucesos de esa tarde, los de hace una semana y un poco más allá. Su mente siempre traía algo para recordar, pero esta vez no fue tan malo.
Sonrió nuevamente al recordar sus palabras:
No le hice nada extraño, esta tal cual lo dejaste la última vez…
- mentirosa…- pensó.
Sin soltarlo, dejo el móvil a un lado sobre la cama, y cubrió con el antebrazo su rostro. Qué curioso, se sentía bastante tranquilo, nada que perturbara su mente en esos momentos y simplemente tenía ganas de dormir. Con suerte, esa noche no tendría pesadillas.
Bueno, de algo sí que estaba seguro, y era que…
-no esperaba verte de nuevo…
Rin…
N/A:
Así como en Kill Me, habrá momentos donde pondré el punto de vista de otro personaje, para ello, opte por poner estas cosas ~°~, para que sea más sencillo identificar en qué momento no estamos con la o él protagonista
Espero que sea mejor de ese modo, jeje
Hasta pronto!
