Hola a todos, aquí con otro cap del fic. Espero que les guste lo que sería este pequeño arco argumental.


Capítulo 105

Iris Primogenitus

-¡No me lo creo, se metieron aun sabiendo que lo puse en cuarentena!

Saphron le estaba gritando a las chicas del equipo RWBY y a Neo, las 5 se mostraban apenadas, pero no arrepentidas.

Ahora mismo, todos se hallaban dentro de la casa Cotta-Arc, siendo de las pocas construcciones que sufrió tanto daño, sabían que era un buen lugar para poder estar y conversar en secreto. Decir lo que ha pasado…

-Ya, déjalas Saphron, es natural que se preocupen por él. Digo, tú harías lo mismo por mí.

-Lo sé Terra, pero les dijo eso por una razón. – la rubia se sonrojo un poco, pero a la vez… - En fin, tengo los resultados de sangre y demás que les saque.

-… ¿Esos donde nos sacaron la sangre de la medula…? – Ilia sintió un escalofrío al decir ello y sus dos amigos también.

Aún recuerdan que un día, Saphron les dijo que era algo necesario dado las heridas que tenían y el extraño flujo de Aura que tenían. Decir que a Vent lo tuvieron que agarrar entre Tai, Ghira, Qrow y Nicholas, decía mucho.

Pero aquí estaban los resultados y todos los presentes estaban esperando que era lo que se tenía que decir. Y así…

-… Bueno, somos todo oídos. – Kali, quien era de las más preocupadas, pidió la respuesta.

Ella, así como el resto de recién llegados, lograron ver el video donde se hablaba del origen e Vent. Decir que todos se horrorizaron por la verdad, siendo Kali la que lo tomó peor. Pero Juniper no estaba lejos y sus hijas la tuvieron que ayudar a que no se desmaye. Glynda se llevó la mano a la boca, como queriendo contener las ganas de vomitar. Raven solo lo entendió al fin, el porque Summer jamás dijo más. El resto estaba igual, pero lo lograron sobrellevar.

Y eso fue días atrás, pero ahora había algo más que desean saber.

Todos los presentes eran los que sabían de los Megaman, los Modelos V y Salem. El grupo que se había creado en Mistral tras la batalla ahí, sumado a Glynda, así como a las que habían estado aquí. Saphron había llevado a su hijo a dormir a su cama, para que no oiga lo que se viene.

-Muy bien, estos son los resultados de sangre de los tres. Lo diré claro… estos 3 son los seres más sanos que he visto en mi vida.

-¿En que sentido hija? – Nicholas alzó una ceja al oír ello, no lo entendía.

-Porque… todos los niveles de estudio en la sangre de los tres, es ideal. No solo ello, no hay nada que indique que haya deficiencias… Nada. Su salud es perfecta. Sin contar que hay rastros de que puede mejorar con los días.

-… Oh, eso explica porque me siento tan bien. – Pyrrha movió un hombro, dado que antes le dolía y ahora ya no.

-No solo ello…

-¿Hay más? – Fue la pregunta de Cele, ya que eso ya era una noticia fuerte desde el inicio.

-… Es sobre Vent. – Todos se tensaron al oír ello. – Ahm… Hice un rastreo de su ADN en la banca de datos de aquí, en Argus. Para saber quien es el padre, dado que en el video se habla de él, pero jamás se dice. Y… Pues, sabemos que su madre era Iris Primogenitus. Y ella era la Faunus de su cadena de ADN. Pero la cadena humana… Ahí yace lo curioso.

-¿En que sentido? – Alysa ahora si se preocupó. Ese chico era el único recuerdo que le queda de su amada prima.

-… Es que si analizó el ADN humano, se ve que este es el curioso. Ya que la cadena huma nace de una tercera cadena… Una que tiene tres hélices en vez de dos. – Saphron miró el informe y…

-Minuto. ¿Qué trata de decir? – Glynda no lo entendía. Nadie lo hacía…

-… El padre de Vent no es humano ni Faunus… Es algo más, pero el ADN de ese ser de alguna manera usó la cadena humana de Albert, para poder genera la unión celular y… pues, fecundar el óvulo.

-Pero… ¡Eso es imposible! – Fue el grito de Weiss. – Aun cuando somos de razas diferentes, podemos tener descendencia con los Faunus. Así trabaja nuestro ADN. ¿Qué clase de ser…?

-Quizás… lo mejor sería preguntarle a alguien que sabe eso. – Vent tomó la palabra y mostró la lámpara que era la reliquia. – De todas maneras, deseo preguntarle algo.

-Espera.. ¿No era que solo nos queda un deseo? – Raven preguntó confundida.

-Lo es. Pero X recordó el código para hacer que Jinn nos hable sin preocupaciones, mientras él esté presente. – A las palabras de Vent, todos los que sabían de los poderes de Jinn, se sorprendieron..

-¿¡Tenemos la libertad de preguntar lo que queramos!?

-No… - La respuesta de Vent hizo que Qrow se desanime. – Responderá preguntas, en relación al tema que ya sabemos. Es decir, mi origen en este caso. Claro, si es que tiene la respuesta. Ya vimos que no es un ser omnipotente.

-Pero es mejor que nada. – Tai ya sabía de las reliquias. – Eso nos puede ayudar a acabar con ciertos misterios.

-Y si nos hacemos con otros, vamos a poder pedir confirmaciones, sin tener que gastar ese último deseo. – Ren sonrió. – Es un buen plan.

-Lo es. Pero yo tengo una duda Vent, ¿Por qué le dices a tu Biometal solo X?

Vent sonrió al oír ello, pero no dijo nada. Solo alzó la lámpara y miró a todos… Se les notaban nerviosos. Pero decididos. Muy bien…

-Jinn. – Al decir su nombre, la lámpara brilló y de esta emergió la figura de Jinn, cubierta por el vapor que ocultaba sus partes íntimas.

Para los que la ven por primera vez, era una sorpresa. De esas que hace que pienses que este mundo es más de lo que te imaginas. Más, cuando tienes en tu cara la prueba clara de las leyendas son reales. El ser que representa el Conocimiento.

-Oh. Es un gusto verte de nuevo Vent. Y al resto… Y con caras nuevas. – Jinn sonrió al ver que…. – Veo que lo han logrado. Bien. Enhorabuena. Sabía que podrían.

-Gracias Jinn. – Ruby sonrió agradecida. – Ahm… Te llamamos por una razón en específico.

-¿Si? ¿Cual? ¿Una pregunta? Saben que es la última….

-No esta vez Jinn. – la mujer se giró al ver como tres objetos flotaban frente a ella. – Me alegro de verte bien tras estos milenios.

-…. ¿Maestro X? – Jinn pareció conmovida al entender que… - ¿Me recuerda?

-No es la única. Vaya que ha pasado tiempo desde que… nos vimos.

-Lamentamos que tú y el resto hayan pasado por esto Jinn…

La mujer sonrió y soltó una risa, mezclada con lágrimas ante la sorpresa de los que no pueden oír los Biometales. Pero los que sí, lo entendieron… los Biometales sabían de quienes eran Jinn y los que estaban en las demás reliquias.

-Ahm… ¿Qué está…?

-Sssh. Es importante para ellos. – Blake calló a Jade, quien asintió.

Todos aquí sabían que esas tres rocas, eran las esencias de 3 de los 7 héroes que salvaron el mundo en el pasado.

-¿Cómo es que…?

-Fue suerte, pero el poder del Modelo V con el de Summer me devolvió la memoria y mis poderes. Lo que me dejó que ayude a Zero y Axl también. – X le respondió, a la vez que le decía algo. – Necesito que les digas a todos… la verdad. De mi relación con Vent… y lo que pasó con Summer, lo que sabes.

-Necesitan preguntar y eso es…

-Código Maestro 2512. ¿Qué te parece eso?

Jinn miró con asombro al Biometal y ella sonrió… El código Maestro que le permite hablar de lo que ellos ya saben y poder responder si hay dudas. Nada más. No le quita toda la restricción, dado que es peligroso… él lo sabe. Y ella también. Siempre tan listo.

Jinn miró a los presentes y…

-¿Qué desean saber…?

-¿No nos costará la pregunta que queda?

-No. – La respuesta de Jinn hizo que Yang se sorprenda. – EL Maestro X dio el código que me permite hablar libremente de un tema que sepan. Así que… ¿Cuál es el tema?

-… El origen de Vent. – Raven tomó valor y le habló al ente. - ¿Quién es su padre?

Jinn miró a Raven. A la vez que miraba a todos. Ella miró al Modelo X, luego a Vent, quien asintió. Él también deseaba saber esa verdad.

-OK. Eso es sencillo. – La neblina azul se hizo más espesa. – Deja que les muestre, el origen de Vent… De donde Iris, sacó el ADN de este.

Cada uno de los presentes fue envuelto en la neblina, siendo Vent el último. Y cuando este abrió los ojos, se vio en un lugar que no reconocía. Era… una ruina.

-Esto se remonta hace casi 22 años. El día que el mundo cambiaría para siempre. Porque este descubrimiento, lo cambio todo.

Vent mira lo que era a una mujer en sus 20 sacando algo del suelo de las ruinas.

-¡Aja! ¡Tengo una…! Roca… - La pelirroja con orejas de lobo en su cabeza se mostró triste. Tiró la piedra a un lado, para luego maldecir todo. – Estúpida Alysa. ¿En verdad espera que no le dé algo lindo por su compromiso?

Alysa, quien vio eso, se sorprendió. Claro, ella ya estaba de prometida con su esposo. El ver la imagen de su prima, la hizo sonreír con tristeza.

Pyrrha por su lado, al fin notaba el enorme parecido que tiene la mujer con su madre, así como que la conoce. ¿Familia? Porque si es así…

-¿Qué le puedo dar? Ya no tengo dinero. Y todo se me he ido en mi investigación… que nadie quiere invertir. – La mujer dio un suspiro triste. - … Yo solo deseo… - Se tocó el vientre y se mostró muy triste. Solo para endurecer la mirada y… - AGH. ¡Esto es una mierda!

Se vio a ella patear una piedra, lo que llevó que esta salga volando hacia algo que estaba cerca a lo que era un altar y este se caiga, rompiéndolo. Ella puso una expresión de horror… ¡Había roto algo valioso e histórico!

-Al menos ya sabemos de donde Vent sacó sus momentos de idiotez… - Weiss negó con la cabeza, a la vez que Grin y Lin que estaban con ella, reían.

-¡OH NO! – La mujer corrió hacia lo que era lo que se cayó. - ¡Rompí un jarrón que es de los Antiguos seres que habitaron estas tierras! ¡Si se enteran estoy…! ¿Eh?

Se vio como la mujer se agachó y tomó lo que era el objeto que estaba dentro del jarrón. Estaba cubierto de polvo, como si nada lo hubiera tocado en años. Lo limpió y vio que era una roca azul con una gema roja.

-¿Y esto? – Lo examinó y tras unos segundos, lo guardó. – Lo mejor sería que lo vea por mi lado. Quizás valga algo.

La escena cambió de manera abrupta, haciendo que muchos se asusten por la fuerza del cambio.

-¡Iris, ¿Dónde has estado?!

Todos vieron a Alysa, mucho más joven mirando a la que era Iris, quien se mostró apenada. Así como muy sucia. Ella se rascó la nuca al sentirse apenada.

-Oh cielos… es el tic nervioso de Vent. – Aile, quien estaba con Jade y Milli, estaba segura de que eso jamás lo iba a olvidar.

La pelirroja desvió la mirada, buscaba una excusa.

-¿Por ahí…?

-Ya sabemos de dónde Vent sacó esa habilidad de mentir pésimo. – Nora estaba conforme con la revelación. Es más, le aclara varias cosas. Pero a su vez…

Se vio a Alysa fulminarla con la mirada e Iris se asustó.

-Vete a bañar. La cena estará lista…

-Si mamá…

-¿¡Que dijiste!?

-¡NADA!

Era algo gracioso el ver a Iris correr asustada de una molesta Alysa, quien se apenó al ver ello. Demonios…

Aun así, la escena pasó a una donde se veía a Iris tras un baño y comer, entrar a su laboratorio. Y sentarse enfrente de un escritorio.

-OK. Esto no puede ser difícil. Solo debo de usar el químico que les quita las rocas a los fósiles. Que bueno que aún me queda tras esa expedición. Quien diría que las teorías de un Grimm Tiranorex son reales, ¡Que emoción!

Muchos se preguntaron de que hablaba. Pero los que saben de esa teoría de que habían Grimms que no habían visto, dado que parecen estar extintos o que desaparecieron de la nada, era algo que muchos no veían como interesante.

Iris tomó el químico y puso la roca en un recipiente con este. Se giró para poder ir a sus propios estudios. A la vez que esperaba. Se le veía analizar las cadenas de ADN de varias muestras y ella soltaba un suspiro.

-Tengo un IQ de 200. ¿Qué debo de hacer para poder arreglar esto? He usado los recursos de Atlas, pero no bastan. AL final sé que no me dieron la mejor tecnología, pero… - Se le vio triste. - ¿Por qué no desean que haya igualdad? Puedo lograrlo… Puedo… ayudar a que muchos…

Se veía la tristeza en los ojos de Iris, era una mirada que denotaba que estaba perdiendo la esperanza. Que se estaba rindiendo a lo que le estaba pasando. ¿Cuánto tiempo ha estado con esas ideas? ¿Cuánto ha luchado sola contra un mundo que no deseaba un cambio?

Se vio a Iris alzar la vista y ver el reloj. Ya era algo tarde. Ella pareció saberlo y se acercó a un mueble, del que sacó una sabana y una almohada. Regresó a su sitio y…

-Solo unos minutos. Luego de ahí veré qué es lo que pasó con el experimento a ver si es exitoso.

Ella se acostó encima de su escritorio y se quedó dormida a los segundos. La mujer parecía tan cansada.

La escena siguió unas horas después, donde ella se despertó exaltada. Como si hubiera tenido una pesadilla.

-… Eso de nuevo. Ya lo entendí… gracias por hacerme recordar que estoy rota, cerebro.

Se notaba su sarcasmo, así como no molestia. El como ella se levantó y maldijo por lo bajo la vida que le tocó, para luego ver los resultados que había estado esperando. Los vio y soltó un suspiro, no era buenas noticias.

-De nuevo falla en la separación celular. ¡todo falla en ese punto! ¿¡Por qué!? – Iris golpeó el escritorio con rabia. - ¡Si sólo tuviera más tecnología…! ¡Si sólo Atlas fuera más condescendiente y menos cerrado en la tecnología que han creado! ¡Si sólo…! – ella soltó un suspiro con un sollozo. – Solo quiero ser madre… ¿es tanto pedir…?

Las mujeres que eran madres y veían eso, la entendieron. Más de lo que un extraño puede hacer. Porque para ellas, el serlo, fue la mayor alegría que pudo existir.

Pero en eso, vieron que ella desvió la mirada a lo que era el objeto que ella recogió. Lo sacó del líquido y lo limpio rápido. Ella se le quedó viendo con interés.

-Wow. Que roca más rara. Quizás te pueda investigar. Dudo que seas un fósil. – Dijo ella, a la vez que miraba la roca azul con la gema roja.

La escena volvió a cambiar, esta vez fue menos abrupto, pero se notaba que habían pasado días o semanas, dada la cantidad de comida o restos de comida.

Iris estaba estudiando algo en su telescopio.

-Iris se emocionó cuando halló algo que hacía a esa simple roca, algo diferente. ADN vivo… y también, más.

Las palabras de Jinn solo hizo que la imagen de la mujer sea más nítida.

-Impresionante. No es un ADN que se haya quedado pegado a esta roca como si nada. No… se ve que es… más. Más intenso. – ella tomó su Scroll y activo el sistema de grabación de voz. – Día 25. El ADN que he hallado en la roca, no es ni humano ni Faunus. Pero es similar al de nosotros. Sólo que parece ser diferente en algo. Aún no sé cuál. Las muestras que he logrado sacar no son las más precisas. Necesito tiempo para lograr algo más. Y eso equivale equipos. – Iris acabó la grabación. – Quizás deba de… ver si logro al menos unas donaciones. Ugh…

Ella se giró para ver su terminal. Ver si alguien le había respondido. Y en eso, ella vio un correo.

-Oh. Es de… ¿¡Eh!? ¿¡Quieren que sea parte del grupo de investigación por mi conocimiento en la genética!? – Iris sonrió al oír ello. - ¡Si, eso significa que tendré acceso a tecnología de Atlas! Así podré concluir mi investigación y seguir con el estudio de esta roca. Será genial. No puedo esperar.

Se veía que era una mujer animada, que creía en lo que hacía. La escena cambió, esta vez mostrando lo que serie el interior de un laboratorio que todos ya conocen.

-Y ese día, fue que marcó su destino. El destino del mundo. Ya que ella lo conoció.

Se pudo ver a Iris llegar con sus cosas al centro de investigación, ella parecía muy entusiasmada. Se vio cara a cara con el que era el jefe de toda la instalación. Se sintió, se vio, que ella quedó maravillada con él a la primera vez. Que ella… se sintió como una mujer más. No sólo ello, también se veía que estaba…. Feliz.

-El encuentro de Albert y Iris fue… una jugada cruel del destino. Para ella, más que para él. Iris logró tener acceso a toda la tecnología que necesito para sus investigaciones, ya que Albert no era el monstruo que se convertiría. No, él también fue un humano y sentía como tal.

Se vio el como en medio de las investigaciones, ambos congeniaban. Interactuaban. Se hacían más y más amigos. Que eso poco a poco, llevó a que pase algo más.

El ver a esos dos felices y tomados de la mano, era una escena extraña. Más porque sabían la clase de ser que Albert se volvió.

-Y así, el tiempo pasó. Las investigaciones de Iris siguieron, hasta que logró lo que muchos conocen en la actualidad. El poder tener hijos de gente del mismo sexo.

Iris miró lo que era la unión celular en la muestra que tenía y sonrió. Ya que se veía que era perfecta. Lo había logrado. El como a los minutos Albert llegó y…

-¡Lo conseguí! – Gritó ella, con más energía y alegría que nunca. – ¡Hice el testeo en los ADN usados, sacados de dos muestras de mujeres y dos hombres! ¡Hay separación celular! ¡Con esta tecnología la gente del mismo sexo puede tener hijos!

Vieron como ella daba saltos de alegría. Era como una niña grande. Y Albert veía todo divertido. Pero feliz por ella a su vez.

-Eso es excelente hermosa. El consejo estaba viniendo a ver los avances. Y también ver cómo van las cosas.

-¿Hablas de la investigación central que están haciendo? Esa que no me puedes decir…

-Sabes que estoy atado de manos. Ya es mucho que te diga que es secreto.

-… No me fío en los de Atlas. De los 4 reinos, ellos son los que tienen el Consejo más corrupto. Más desde que terminó la gran Guerra y el cómo tratan a los de mi especie.

Iris se mostró dolida al decir ello, pero Albert la abrazó y ella devolvió el gesto. ¿Cómo fue las cosas acabaron mal entre ellos? ¿Qué cambio?

-Ya. Sabes que hay cosas que no podemos cambiar. Pero a su vez, hemos hecho avances con la tecnología del útero artificial que lograste crear. Eso sí es revolucionario…

-Bueno. Como yo, hay miles de mujeres allá afuera. Quiero… poder darles una alegría al menos. Si, puede que no sea lo mismo, pero es algo, ¿No? Peor es nada. – Iris soltó un suspiro. – Bien me gustaría sentir como el bebé crece dentro de mí.

Su mirada era triste. Ella sabe que hizo algo bueno, pero no era la solución ideal para ella. Era la que se le presentó y la tomó.

-Justo de ese deseo hablar. Quisiera que pudiéramos un día usar eso para que podamos crear nuestra propia familia.

Se vio como Albert se arrodilló frente a ella, el como la expresión de Iris cambio de la sorpresa a la alegría. El ver el anillo y la declaración, sólo hizo que la escena cambie de golpe de nuevo.

-Y sí, Iris estaba feliz. Las cosas le estaban yendo bien. Desde siempre le fue mal, en todos los sentidos. Con tragedia tras tragedia. Pero al final, era eso lo que la hizo… más fuerte. Pero fue esa pizca de felicidad, que la hizo ser menos perceptiva a la realidad de las cosas. A la maldad que estaba respirando en su cuello.

Ahora se veía a Iris yendo a su laboratorio, se le veía más madura y con el cabello suelto, usando su bata del laboratorio. Así como también usaba un anillo de compromiso.

En eso, ella cruzó con alguien. Una mujer que parecía estar en sus 20, de largo cabello rubio y muy bella, de ojos verdes como los de ella, sólo que estos eran más color claro, los de ella era más oscuros.

-Oh. Lo lamento, estaba…

-No se preocupe. Justo salía de una reunión con el Doctor Albert.

-Oh… Ahm… nunca la había visto…

-Soy una de las sponsors. Decir que yo fui la primera en darle dinero a su proyecto. – Iris se sorprendió, estuvo por decirle algo, pero… - Calma. No debe de decir nada. Sólo hice lo que toda persona que desea lo mejor para el mundo y quiere un cambio, haría. Lo que hizo fue increíble. Lástima que la comunidad científica no… no le ha dado el crédito que merece.

Iris bajó un poco la mirada, a la vez que soltaba un suspiro.

-Es…. De esperarse. Este mundo es de humanos. No les agrada la idea de que una Faunus haya logrado tal revolución en la genética. No me molesta… sólo hace que me esfuerce más. Estoy en otro proyecto, más… personal ahora.

-Oh sí. El Doctor me dijo algo… similar. De que usted busca eliminar lo que sería la decisión de ser humanos o Faunus, sino que seamos… ambos.

Se vio un deje de interés en la mujer. A la vez que… ella misma se mostraba más confiada. Pero Iris se sorprendió, ¿Albert dijo eso? Se supone que era un secreto.

-Si… quiero hacer posible la unión perfecta de nuestras razas. Yo…

-Hmm. Parece que está en un impase, no soy científica. Pero creo que… no hay nada que un buen pegamento no pueda hacer para unir hasta dos cosas que no deberían congeniar.

Iris no entendió, la mujer se despidió de ella, deseándole suerte. La Faunus hizo lo mismo y le agradeció de nuevo. La vio irse, sólo dándose cuenta que no le había preguntado su nombre.

Le quitó su importancia y fue a la oficina de Albert, abrió la puerta y…

-Hola amor, justo vine con… ¿Pasa algo?

Ella notaba que él guardaba algo en su escritorio y se tensó, eso era sospechoso.

-Oh nada. Nada Iris. Sólo recibí… una ayuda para mi investigación. Con esto, creo que lograremos un avance.

-Sabes que si deseas puedo ayudarte. Si me dijeras lo que…

-¡No! – el grito asustó a la mujer, ya que Albert jamás había sido explosivo con ella. -… Perdón. Es Atlas. Ya ves como son, que piden resultados. Mira como estoy… no deseo que sufras de este estrés.

-Pero…

-Iris. Céntrate en tu investigación, ese donde podrás lograr tu sueño.

Y ella no dijo más. Ya que por alguna razón, la mirada de Albert no le gustaba para nada.

El vapor azul emergió y cambió la escena de nuevo. Esta vez, mostrando a Iris con la roca azul a su lado, viendo lo que sería el tubo de ensayo. Lo movió y se pudo ver que… algo aparecía en el fondo.

-¡Si! – ella miró rápidamente el microscopio y… - ¡Lo logré! ¡Tengo al fin una muestra completa de su ADN! ¡Y es como nosotros, tiene 23 cromosomas! – Iris estaba feliz, se le veía cansada, pero no le importaba. – Pero es curioso, sus cadenas de ADN son de tres hélices en un 90%. ¿Qué ser en este mundo tiene eso?

Iris no lo entendió. No le importó. Tomó la pequeña muestra e hizo una simulación… en espera de que el resultado sirva.

-En verdad has sido… muy complicado mi pequeño amigo. Hemos estado trabajando en esto un año y sentía que estaba por rendirme. No sé porque verte hacia que esa sensación se vaya. – Iris tomó el objeto en sus manos y… le sonrió. Como si estuviera vivo y lo estaba para ella… - Pero te has hecho mi amuleto de la suerte.

Se veía a la mujer feliz, muy feliz. Más cuando el resultado llegó a ella. Se giró y fue a ver qué era lo que había pasado.

Sus ojos se agrandaron al ver el resultado hipotético, si unía este ADN a lo que estaba haciendo.

Era un 100% de éxito. El ADN humano y Faunus se harían uno y no se rechazarían. Sonrió a más no poder, sólo para ver que había algo extraño.

-¿Eh? ¿El padre es… la roca? Pero, use el ADN de Albert para ese lado. Y usé el mío para la madre en la muestra. ¿Cómo es que el padre es la roca? – ella pasó a ver la roca en su mano y… - ¿Estás vivo?

No hubo respuesta. Más porque no había más que decir y la mujer sentía que se estaba volviendo loca. Negó con la cabeza y se giró para crear una muestra diferente. Tal vez sea un error o tal vez deba de… hallar un camino diferente.

La escena cambió de golpe. Esta vez mostrando a Iris de nuevo en sus investigaciones. Ella volvió a negar con la cabeza. El mismo resultado.

-¡No lo entiendo! ¡Es lo mismo, no importa lo que haga! – ella vio sus anotaciones, los resultados y todo era lo mismo. El ADN usado para la unión de ADN humano y Faunus era el que salía siendo el padre. No Albert o cualquier otro sujeto que ella usará.

Pensó que quizás era por el ADN humano, así que usó el de un Faunus. Pero el resultado era el mismo. Cambio de muestras. Ya no ella, sino otra mujer, una Faunus. Lo mismo, el padre aún salía siendo la roca.

Cambio a dos hombres, un padre era la roca. Dos mujeres, lo mismo. En casa prueba, cada combinación, cada mezcla, el resultado era constante. No importaba lo que hacía, la roca era… el padre.

Ella golpeó la mesa con fuerza y soltó un suspiro. Eso no era lo que ella buscaba. El ADN de la roca era… algo que no entendía.

Analizó las nuestra y solo pudo sacar una conclusión.

-… Usa el ADN de uno de los sujetos para poder unirse al otro ADN al que tiene contacto. Y como lo uso para que él sea la parte que fecunda, esto sale. Y no sólo ello… - Miró la muestra y… - Tras semanas, logré sacarle al fin algo más. Es un ADN Masculino. Tiene los cromosomas XY. Eso lo hace hombre… en términos de la genética.

Iris se llevó la mano a la boca y… empezó a pensar. Tenía que pensar y no lo haría en este lugar. No con tantas tentaciones para que siga sus investigaciones.

Ella guardó todo, sus reportes, resultados. Todo… sólo tomó la roca con ella y… salió. Debe de ver las cosas desde otra perspectiva.

La escena hizo otro cambio, a la vez que mostraba las calles de Argus.

-Y así, el mundo eligió el momento más indicado para que las cosas corran su curso. Iris jamás pensó que se hallaría con la persona que estaba destinada a ser uno de los pilares del mundo que se está construyendo.

La escena mostraba como ella oía trozos de conversaciones. De que la taza de natalidad había bajado mucho. Que muchos bebés morían en los hospitales. No sólo ello, que los cuerpos de los recién nacidos desaparecían.

Eso era extraño. ¿Acaso secuestran los cadáveres? ¿o las muertes son solo para ocultar algo más…?

Fue en medio de sus pensamientos, que choco con alguien. Pero ella era la que se iba hacia atrás. La persona en cuestión la tomó de la mano y la detuvo de irse contra el suelo.

-¡Oh perdón! ¡Lo siento mucho! – dijo la persona que acababa de llegar. Se le oía joven.

-¡Oh no, es mi culpa por andar de distraída! – Iris fue la que siguió, aunque se sobo la muñeca. – Tiene bastante fuerza.

-Jajaja. Es que es necesario en mi línea de trabajo.

Iris miró a la figura con la que chocó. Se le oía… joven. Además que la tela blanca que la cubría de pues a cabeza, le daba un aire mayor de misterio. No sólo ello, era más que obvio que era mujer. No sólo ello, se le oía algo cansada.

-Oh, que modales los míos. Soy Iris Primogenitus. – le extendió la mano. Y la mujer devolvió el gesto. – Nueva en Argus, por lo que veo.

-Jajaja. Si. Acabo de llegar y estoy algo perdida. Ya sabes, ciudad nueva y todo… sin contar que soy mala para leer mapas. Acabo de pasar esta calle de nuevo… por quinta vez.

Ruby se sonrojo, ya que ella ya intuía quién era la mujer. Su padre acarició su cabeza, como diciendo que no se preocupe. Hasta los que saben de la mujer y su defecto, sólo pudieron reír.

-Jaja..entiendo. Ahm… ¿Desea que la ayude a…?

-Oh. No seas formal conmigo. – se vio como la mujer se quitó la capucha y se veía la apariencia de una bella mujer de cabello rojizo, ojos palta y una mirada amable. – Soy Summer Rose… y no crea que seas mayor que yo.

-Tengo 22…

-¡Oh, eres mayor que yo! Acabo de cumplir los 21 recién. Jejeje. Es algo penoso. – Summer se rascó la nuca, un gesto que sacó a más de uno una sorpresa.

-Ahora me confundí. ¿Vent sacó ese tic de Iris o de Summer? – Magenta no entendía.

-Puede que de ambas. – Juniper le habló a su hija. – Es común que sea el ver algunas cosas lo que hace que ganes un tic o también la predisposición genética.

-Es correcto. Vent debió de ver a Summer hace esto tantas veces, al verla, que lo imitó. Y como Iris, su madre biológica lo hacía, lo sintió natural. – Glynda completó la información.

-Summer siempre era así. Muy nerviosa. Que el tic de rascarse la nuca era su manera de decir que quería salir del momento incómodo. – Qrow, que la conocía bien, lo sabía.

La escena mostró a Summer seguir a Iris, quien le estaba indicando donde puede hospedarse y pasar la noche.

-¿Qué hace una cazadora de Vale tan lejos de casa? Es raro ver a una aquí.

La imagen de Summer mostró una sonrisa triste. Y los que sabían el porque, simplemente callaron. A la vez que…

-Pues… cambiar de aires. Además de que quiero visitar una amiga que tengo en Atlas. La pobre tiene una niña tan pequeña, que a veces olvida atenderse. Y oí que desea otro bebé….que loca. Al menos dijo que esperará un poco para el segundo. Dios sabe que no debe ser fácil…

-Jajaja. No lo es. Digo, mi prima se casó no hace mucho y desea establecerse un poco antes de siquiera intentarlo. Sé que solo le tiene miedo a los dolores del parto. Pero, ¿Quién no? Somos mujeres, es por lo que debemos pasar.

-Tengo un amigo que se desmayó al ver un parto. Estábamos en una misión de equipo y cuándo regresábamos, tuvimos la suerte de encontrarnos con una pareja y la mujer estaba por dar a luz.

El resto del equipo STRQ se puso azul al recordar eso. Oh no…

Iris pareció ganar interés en esa historia. A la vez que la escena cambiaba.

Cuando el vapor se fue, se veía a Summer e Iris conversando en un bar, aunque ambas no tenían bebidas alcohólicas, sino algo suave.

-Y cuando la mujer gritó, le dije a Tai: ¡toma su mano! Y él me dijo: ¿¡Yo por qué!? ¡Que lo haga Qrow! Lo miré como si fuera idiota. "¡Se desmayó cuando le pedí que viera si estaba dilatada lo suficiente!" Raven estaba casi igual, ella parecía ser la que iba a dar a luz dado lo nerviosa que estaba. Diciendo que si así era el parto, no quería hijos. ¡En mi vida pensé verla tan asustada!

La anécdota que Summer contó hizo que los que involucrados se apenen por el recuerdo. No fue el mejor momento de ninguno de ellos, más cuando las cosas se salieron de control.

Iris parecía divertirse de lo lindo, a la vez que trataba de calmarse por la risa que le estaba dando.

-Jajaja. Que divertido. Pero me imagino que al final todo salió bien.

-Asi fue. Decir que todo mi equipo lo vio luego como una linda experiencia. – Summer bebió de su vaso y siguió con lo suyo. – Luego de ello, como que ganamos un respeto nuevo por la vida.

-Si ver algo así, ser partícipe de traer una vida a este mundo es único. – Iris se le veía triste un segundo. – Dime, ¿Qué te hizo venir desde tan lejos en realidad? No creo que sólo ese deseo de querer ver a tu amiga en Atlas. Hay medios más variados para ir hacia ese lugar.

Summer sonrió triste. Miró hacia abajo unos segundos para luego…

-Solo me quería alejar de todo. Quiero despejar mi cabeza. He pasado una decepción… Quiero volver un día y decir que las cosas son como deben de ser. Ya sin tener en la cabeza ideas que no pasarán jamás.

Muchos sabían de qué hablaba. Para ellos, el saber que Summer se fue porque no soportaba la idea de ver a Tai y Raven casados y juntos, les hizo ver que ella no era la mujer invencible y capaz que habían creído. Tenía solo 21 y estaba sufriendo una decepción amorosa.

-Oh.. entiendo. – Iris no supo que más decirle. Se le veía tan triste. – Ahm… ¿Puede que logres hallar a alguien más…?

-Quizás un día. Ahora no tengo cabeza para eso. También estoy aquí por algo que llamó mi atención. Algo que no está en las leyendas que nos cuentan.

-¿Si? ¿Qué cosa? – Iris preguntó con interés. A ella estás cosas si le gustaban y mucho.

-En algunas tribus pequeñas, no alaban a los Dioses como se nos dice en la religión o en las leyendas.

-¿No? – Summer negó.

-Según ellos, eran Dioses que solo se preocupaban de su ego y de que el mundo al final era su experimento más grande. Que por eso nos crearon. Que al final, el día que se fueron, fue porque 7 seres los expulsaron al hartarse de la manera en la que hacían las cosas.

-Wow. Esa es una perfectica diferente a la que estoy acostumbrada. Pero si es así, ¿Por qué no se sabe más? – Iris tuvo una buena pregunta.

-Porque la idea de que los Dioses no sean como se les pinta, no es atrayente. Para nada. – en eso le debe de dar la razón. – Y es más atrayente la historia de la dama en la torre o las Maidens.

-Jamás fui muy fan de ese cuento. La de la mujer en la torre. ¿Amor solo por haberla salvado? Eso no dura. Debes de conocer a la persona. Si no lo haces, sólo condenas a otros en no meterse.

-Creo que esa es la manera en la que muchos piensan de niñas. El amor verdadero y el brillante caballero. Jejeje. Aunque la realidad no es así… el amor puede ser muy doloroso. No todo es alegría. – Summer en eso pensó que… - ¿Quieres que te diga lo que recolecte? Estaré en la ciudad unos meses, antes de ir a Atlas, luego volver y tras un tiempo volver a Vale.

-Me encantaría.

Ambos sonrieron a la otra, ninguna pensó que ese día de amistad forjada, marcaría el destino del mundo entero.

Más cuando al neblina volvió a cambiar de escena.

-Los días pasaron. La relación amical entre ellas dos creció. Se puede decir que ambas se contaban casi todo. Summer aprendió de Iris mucho de genética. Así como también de otros asuntos. Iris aprendió de Summer, lo que las leyendas que ella le dijo… tanto, que a más oía. Más estaba segura de una cosa.

Ahora se veía a Iris viendo la roca azul con la gema roja. Eso la hizo pensar en todo lo que Summer le dijo y lo que significa. Si lo que tiene en sus manos es lo que está creyendo… ha abierto una caja de Pandora. Y se lo comentó a Albert. ¿Qué puede hacer?

Miró su investigación y todo lo que habían hecho con la roca. Ella sabe bien que el ADN que extrajo no lo puede tirar. Tiene que tenerlo en caso algo sea necesario… pero el resto lo tiene que destruir. Su investigación.

Se le vio tomar lo que serían sus papeles, sus anotaciones, sus resultados, hasta los discos duros con la información relacionada a esa investigación y los comportamientos del ADN extraño. Al final, sólo le quedó una cosa, esconder la muestra. ¿dónde…?

Tras tener todo limpio, salió rápido de su oficina, con la única muestra que queda del ADN. La debe esconder. Y sólo de le ocurre un lugar. Sólo uno…

Se paró frente a una compuerta, mostró su carta ID, haciendo que esta se abra.

Al hacerlo, ella caminó al interior y prendió la luz. Ahí estaba una cápsula llena de líquido verde. Ahí, estaba el óvulo que ella había dejado para un momento dado. Lo tenía ahí, para que el día que su sueño sea posible, usarlo.

Ella no sabía cuándo iba a ser posible su sueño. Quizás sería una vieja cuando eso pase y por ello es que tenía uno listo y guardado. Ya luego pondrá otro cuando las cosas se calmen y ella se deshaga de la muestra. Puede que esto sea algo… absurdo… pero es lo que se le ocurre.

Introdujo el tubo de ensayo en una de las terminales de la máquina. Se vio como el ADN ingresó a la máquina y ella vio como se decía que se había realizado con éxito el proceso. Pero que no había separación celular.

Era de esperarse, dado que el ADN sólo no puede hacer el trabajo. Necesito un intermediario, sea humano o Faunus para lograrlo. Eso es lo que no ha logrado descubrir el porque. Pero le daba igual.

-Ahí estará a salvo. Sólo yo y Albert sabemos de este lugar. Y tenemos acceso. Sé que él no tocará la zona sin mi permiso. Y eso hace que todo sea más sencillo de ocultar. Confío en Albert. La muestra estará a salvo.

Iris se giró para poder irse, no sin antes tomar el tubo de ensayo que tenía el ADN y ver la etiqueta que le había dado.

-No sé si fue una jugada cruel del destino, pero que haya dado esto a esa muestra, es irónico.

Se veía la letra X en la etiqueta que estaba en el tubo de ensayo. Ella lo tiró a la basura, para luego irse. Ya lo tenía claro, la leyenda que Summer le decía era verdad. Y en sus manos, tenía quizás lo que quedaba del héroe que salvó el mundo milenios atrás.

La escena cambió de nuevo, esta vez…

-Doctora Iris.

-Oh. Crea, pasa. ¿Cómo van las cosas en las investigaciones de Albert y su equipo?

Se pudo ver que la mujer que vestía una bata del laboratorio, de largo cabello negro y ojos castaños. Se notaba como una buena mujer. Pero a la vez, se le veía asustada y horrorizada. Más cuando habló de Albert.

-… No doctora. No va bien. Usted… Usted no sabe lo que Albert ha estado haciendo, ¿no?

Iris la miró con duda, no entendiendo que estaba tratando de decir.

La mujer en eso, le hizo la explicación de lo que era lo que era el verdadero proyecto que Atlas les dio. Crear armas vivas. Y que desde hace meses, Albert ha estado más insistente con eso. Obsesionado con la idea de crear al próximo pasó de la evolución.

Obviamente, Iris pensó que era una locura. Una gran mentira. Pero su mente enlazó muchas cosas que su prometido a estado haciendo estos meses. Cada pensamiento, la ponía peor. Porque era certero. Cubría los hoyos.

El pensamiento inicial era negarse. Decir que era mentira y una calumnia. Era la respuesta natural. Ella amaba a Albert. Lo hacía de verdad y se habían jurado muchas cosas. Pero…

Pero era lo mismo que el cuento de la dama en la torre. Era lo mismo. Y lo peor, es que ella decía que era una estupidez. Ella estaba en su torre, su vida aburrida y Albert vino y la sacó de ella… pero con palabras. ¿Qué decían sus acciones? ¿Qué era lo que le decían las mentiras? ¿Qué era lo que pasaba en verdad?

Ella tragó saliva y…

-¿Segura de que...?

-Doctora. Estoy aquí gracias a su recomendación. La admiro y respeto mucho. ¿De verdad cree que mentiría? Si quiere venga en secreto a la prueba de mañana. Pondrán al único sujeto vivo a prueba. Su última prueba, antes de que… lo dejen en paz lo que resta de su tiempo de incubación.

Iris no dijo nada. Asintió…. Confiará. Y rogara que sea una mentira vil. Una pesadilla.

El vapor azul volvió a hacer lo suyo.

En esta ocasión, se pudo ver a Iris viendo todo desde el lugar que Crea le dijo. Que no haga ruidos hasta el final de la prueba, para que ver todas las reacciones de Albert.

Y ella lo vio, el como él estaba poniendo a un bebé en esas situaciones y le importaba nada. El como sonaba como un loco…. Obsesionado con la evolución de las personas.

El ver al bebé retorcerse del dolor, le rompió el corazón.

Los que veían la escena, también sintieron eso. Dado que sabían quién era el bebé.

Vent miró esa escena, ya había hecho paces con que ese era su origen. Y aunque le duela estaba vivo.

Miró a su lado al Modelo X, el cuál no decía nada.

El ver a Iris salir de su escondite y decirle todo lo que le dijo a Albert, denotaba que estaba… harta. Dolida. Traicionada… más cuando vio la cápsula donde estaba el bebé ese. Y eso la horrorizó. Más cuando…

Lo entendió. Albert no tuvo ni reparos de usar lo que ella más le confío. Su secreto… hasta eso usó. En su locura, le importó nada lo que ella sintiera. Por eso pasaban tanto tiempo juntos. Desde ese día, para ella Albert murió como persona.

Se le vio gritar, maldecir y golpear a Albert. A la vez que se burló, dado que cuando le dijo que él no era el padre del bebé, aunque usó su ADN para ello. Que el padre era otro.

Iris tras mucho, se logró quedar con el bebé… lloró de alegría al saber que era su hijo. De impotencia al no poder hacer nada por él, dado el destino que le tocó… y de odio.

Ese día, Iris juró que Albert lo pagaría. Lo juraba…

La escena cambió de golpe, de la nada, se pudo ver a Iris mirando las muestras de sangre de su hijo en la cápsula.

-Gracias por todo Crea. Me sorprende que me dejen pasar a verlo.

-Grito y confirmó que usted es la madre del bebé. Es natural que haya gente que se haya puesto de su lado…

-Entiendo… ¿Lograste hacer contacto con…?

-Dijo que la verá donde siempre. – Eso era lo que quería oír. - ¿Qué hace Doctora…?

-Ir a contarle cuentos. ¿Sabías que aún en esos tiempos de gestación aún pueden oír los bebés?

Aun tras todo, Iris se veía feliz y radiante. Quizás, eso era lo que podía hacer un bebé por su madre aún sin hacer nacido.

La escena cambió de golpe, se vio a Summer con Iris. Estaban en la cima de un barranco, ambas tratando de entender que era lo que había pasado.

Summer se mostró asqueada y horrorizada. Más cuando Iris le mostró lo que era…

-Esto es…

-Si. Saqué el ADN en la roca, lo escondí y… - Iris se mostró dolida, asqueada. – Jamás pensé que haría eso Summer.

-No es tu culpa. ¿Cómo lo pudiste saber? Ahora, debemos de hallar la manera de sacar a ese bebé de ahí. Puede que lo estés viendo, pero técnicamente… él pertenece a la milicia de Atlas. Dado que no lo ven como ser vivo. Sólo un objeto.

Iris apretó los puños ante las palabras crueles de Summer, pero que eran reales. A su vez, la mujer de ojos plata miraba el objeto y…

-Si. Si lo que oí es verdad, entonces este es uno de los guerreros. Y no cualquiera Iris, es del más poderoso de ellos. ¿Sabes qué significa?

-… Yo…

-Iris. No sólo has logrado al primer híbrido, sino que también has traído a la vida a una raza que solo servía a los Dioses. Ese chico es un Híbrido, pero es un Megaman. El primero desde la era de las leyendas. Y eso puede ser malo. Dado que… Quién sabe qué tan poderoso sea, considerando que hiciste que el héroe X, sea su padre genético. Y aunque no tenga cuerpo, esta es su esencia… lo que aprendí es que lo llaman Biometal. El Biometal Modelo X.

Y ahí todos los que no sabían la verdad, se quedaron sin habla. Vent era el hijo genético de Iris y del Modelo X… todo este tiempo, ha estado peleando codo a codo con su padre. Era extraño y algo bizarro.

-Si lo hubiera sabido… pero la curiosidad me gano. Ese fue mi error.

-… De nada sirve ponernos a pensar en eso. Hay que sacar al bebé de ahí. Dices que… le queda todavía un mes, ¿no? Eso nos da tiempo para un plan.

-Summer… ¿Me ayudarás?

-Claro que lo haré. No dejaré que esto quede impune. Es más, me has dado pie a algo… que hay algo más allá afuera. – Iris vio la expresión de Summer y sentía que ella hablaba de algo más que no entendía.

-Summer. Gracias. De verdad… no le puedo decir esto a nadie más. Mi prima… Ella está feliz y en planes de querer tener una familia. No la puedo meter en esto. Y yo…

-Hagamos esto por tu hijo Iris. No vamos a fallar. Tenemos un mes…. Uno para poder hacer esto.

Iris se quebró ante las palabras de Summer, al mismo tiempo que la abrazaba y le daba las gracias. Un gracias que decía mucho.

La escena cambió de golpe de nuevo. Esta vez, mostrando el como Iris y Summer sacaban al bebé del lugar donde había pasado meses encerrado en esa cápsula.

Summer lo tomaba con fuerzas, a la vez que Iris se mostraba sería.

-Es hora. – Iris dio la señal. – ya deben de estar buscándonos.

-Esa mujer Crea fue muy amable de darnos esas bombas. Lástima que tuvo que huir.

-No deseo que Albert le haga algo. Ese bastardo es capaz de muchas cosas. – ya se veía que no sentía nada por él, más que desprecio.

-Bien. Yo iré por acá y…

-Summer. Ese es el plan. Lo debes de sacar. Eso es… - Summer vio como Iris sacaba de su bolsillo el Modelo X y se lo daba a ella. – Llévalo contigo. Puede que sepas que hacer con él. Mejor que yo…

-Iris…

-Summer. Por algo es que sabes de estas cosas y has tenido contacto conmigo. Tú eres la mejor para esto. Sólo tú puedes entenderlo todo y preparar el terreno de lo que se viene. Algo me dice, que hay más tras lo que Albert ha estado haciendo. Y tú también. – Iris le sonrió. Alzó la mano y tocó la cabeza del bebé. – Su nombre es Vent… porque quiero sea libre, como el viento. Que elija su vida en base a quien es y no lo que le impusieron.

-¿Y su apellido?

-¿No le quieres dar el tuyo? – Summer negó. El derecho era de Iris al ser la madre. - … Lucilum. Su apellido será Lucilum. El Viento Luminoso… Vent Lucilum.

Se pudo ver cómo Iris empezó a llorar y Summer tomó el Biometal, lo puso en su bolsillo y le extendió el bebé. A lo que ella…

-Es tu hijo. Tenlo en tus brazos al menos una vez. Es tu derecho.

Iris se quiso negar, no lo tenía. Ya no… pero la emoción le ganó. Ella extendió los brazos y tomó al bebé en sus brazos. Este como sabiendo quién era, reaccionó y abrió los ojos. Eran de ella… sus ojos, aunque a veces veía algo rojo en ellos, eran verdes. Sus ojos verdes.

Iris sonrió casi llorando, dado que esto era lo que tanto había querido toda la vida. Y ahora lo tenía… y lo debía dejar ir. Porque lo amaba tanto, que era lo mejor. Ella no podía ser su madre… no la que lo críe, dado que ha visto sus defectos. Lo que ha hecho. No puede dejar que su niño tenga eso también. Debe de ser mejor. Mejor que ella…

El tiempo se acabó, ella besó la frente del infante y se lo devolvió a Summer. El acto decía todo… era simple. Que se lo encarga… y Summer asintió. Ninguna quiso decir adiós. Pero sabían que lo era.

Iris se giró y dejó a Summer ir por su lado, a la vez que ella llegaba a donde quería. La cámara de información central.

Rápidamente eliminó todo lo que estaba relacionado al proyecto que ella trabajo, a la vez que mandaba información a lugares falsos y al lugar que Summer le dijo, para ella tomarlo luego.

Estaba tan concentrada, las explosiones que se creaban eran intensas. Pero no le importaba. Ya no. Ella solo siguió con lo suyo, hasta que la puerta fue abierta.

Oyeron el como Albert le dijo la razón de todo, pero Iris lo negó. Que al final, solo era un idiota que no sabía aceptar la realidad en la que viven. Y cuando se burló, diciendo que había matado al bebé, es que él le disparó.

La tensión de ver esa escena, fue mucha para todos. Más para Alysa y Vent, los cuales estaban presenciando los momentos finales de Iris.

Ella aun herida, no pidió clemencia. Se rebeló hasta el final. Le importó poco morir, si con eso tenía a su hijo a salvo. Ella alzó la mano para apretar el botón que activaba la bomba que ella había puesto en el lugar. Y al presionar el botón, muchas cosas pasaron por su cabeza en el segundo que la separaba de la muerte.

Que había sido orgullosa. Codiciosa… No vio las cosas. Se conformó con la vida perfecta que había ganado, que no vio las señales. No, no las quiso ver. Y eso hizo que… todo esto pase.

Todo lo que hizo, fue para ella. Su egoísmo pesó más. Pero tanto, que condenó al mundo a algo que no podrá saber qué es lo que pasará.

Y quizás lo único bueno que ha dado a este mundo, sea ese bebé. Que era suyo… Que ahora estaba en manos de Summer. Ella lo cuidará… y su padre estaba con él. Es raro pensar en una roca ser un padre, pero si la consciencia del héroe estaba ahí… rogaba que guíe a su hijo y no haga que cometa sus errores.

Era verdad, al morir ves tu vida y… Al menos se iba cumpliendo su sueño. Fue madre… 1 minuto. Le bastó.

-Vent…

Fue su último pensamiento antes que la explosión la consuma a ella y el lugar…

El vapor azul se hizo presente y todos volvieron a la sala de la casa, donde se veía que todos estaban afectados por lo que vieron. Pero la que lo mostraba con claridad, era Alysa… Ya que ella si estaba llorando sin contenerse, siendo apoyada por su hija y Juniper.

Jinn miró a Vent… este parecía haberlo entendido.

-Esa es la verdad de tu origen, Vent. Eres el hijo de Iris Primogenitus, la prima de Alysa Nikos. Lo que te hace primo segundo de Pyrrha Nikos. – Si hubo sorpresa en la revelación, nadie la mostró. – Y también, el hijo de Megaman X, el Megaman de la Evolución. Eres el primer híbrido y también, el primer Megaman de nueva generación en nacer en miles y miles de años. Eso es lo que eres…

Vent no dijo nada, miró al Modelo X, que también estaba en silencio. Ya lo sabía… Pero el haberlo visto.

-Ella…

-Iris te amó. Su único arrepentimiento, fue el haber sido ciega a la verdad. Pero como alguien a la que la vida no le sonrió jamás, era natural querer aferrarse a esa felicidad. Solo cuando vio la verdad, es que pasó lo que pasó. – Jinn vio como Vent bajó la mirada. – Tu madre no era mala persona… solo tuvo mala suerte. Y, aun así, ella te transmitió algo que te ha hecho quien eres. Ese amor que eres capaz de dar y sentir, la guío… Y aunque fue su perdición, al final también la salvó. No lo olvides.

No lo hizo… Ya se hizo a la idea de que Iris era su madre biológica, pero jamás la vio como tal hasta ahora. Donde vio como ella lo cuidada y se preocupaba por él. Ahora lo entendía… Solo que fue muy tonto al inicio para verlo.

Sintió como el equipo RWBY se le acercó y el gesto de estar con él, bastaba… y mucho… Pero no ha acabado, deben de saber…

-… ¿Puedes…?

-Descansen un poco. No es fácil que vean todo esto. Dejen que la información les caiga y luego les diré el otro lado…

-¿El otro lado? – Oscar no lo entendió, hasta que…

-Este mundo… el camino que todos siguen y el porque han logrado todo. Es por dos mujeres. Una es Iris Primogenitus, la madre del Megaman Definitivo. Y la otra… - Jinn se puso más seria. – es la que labró todo el camino para que estén listos para la lucha contra Salem y el Modelo V, la voluntad maligna de los Dioses. Deben de entender, la historia oculta de Summer Rose, la primera Megaman Modelo X, la precursora de todo.

Y así era, aun falta que sepan el otro lado… el de la madre que labró el camino para la generación de sus hijos.