Peace could be an option

Capítulo 09


El sol apenas comenzaba a iluminar tenuemente cuando se despertó y notó de inmediato que no estaba en la habitación que había usado por un par de semanas. Su mente le recordó casi al instante dónde había decidido pasar la noche y dirigió la mirada hacía la mujer que dormía profundamente a su lado. Cerró los ojos con fastidio al notar que no sentía el brazo izquierdo, no tenía idea cuánto tiempo llevaba sin que la circulación fluyera adecuadamente, pero no parecía que ella estuviera aplastándolo, estaba rodeándola por debajo del cuello. Quizás simplemente era producto de las horas sin moverse.

Trató de cambiar de posición y provocó que ella se acomodara mejor contra él. Abby estaba profundamente dormida, eso era algo que no esperaba, había entrado a su cuarto y se había recostado a su costado sin permiso explícito. Pero por su lado él también había logrado conciliar el sueño, algo que no pensaba que ocurriría dada la expectativa y ansiedad que le provocaba el estar a horas de encontrarse con Shaw.

Volvió a moverse y consiguió liberar su brazo. Se sentó en la cama y masajeó su hombro, comenzando a recuperar la sensación en su extremidad. Controló el cosquilleo provocado por la sangre fluyendo libremente mientras pensaba qué hacer. Podía irse sin decir palabra, esperar a que ella se levantara o despertarla. Pero la mujer no le permitió tomar la decisión.

Abby abrió los ojos y parpadeó un par de veces antes de soltar un fuerte bostezo y estirar las piernas fuertemente hasta patear a Erik. Reaccionó de inmediato cerrando la boca de golpe y girando para ver al hombre que había pasado la noche durmiendo con ella. No pudo evitar enrojecerse un poco ante la idea, sólo habían dormido, pero igual no era algo que muchos considerarían apropiado.

―¿Siempre te levantas tan temprano? ―ella se atrevió a preguntar, rompiendo el silencio que sólo servía para ponerla nerviosa.

Erik sonrió, por un momento pensó que la relación cambiaría drásticamente y que le exigiría hablar sobre ellos, sus sentimientos y futuro. Ella estaba un poco nerviosa, pero escogió una frase normal para dirigirse a él.

―Siempre, no duermo mucho ―respondió acercándose un poco y dándole un beso en la frente. Era mejor que saliera en ese momento, el curso natural de las cosas terminaría llevándolos a hablar y aunque había adelantado un paso no quería seguir haciéndolo antes de cerrar el capítulo de Shaw.

Ella no lo detuvo y salió de la habitación sin contratiempos. Cuando cerró la puerta sintió que no era el único en el corredor. Unos metros más adelante distinguió a Charles abandonando lentamente el cuarto de Moira. Frunció el seño al ver a su amigo tratar de salir haciendo el menor ruido posible, era su casa y le parecía ridículo que actuara como si se tratara de un adolecente evitando que lo descubrieran. Pero también cabía la posibilidad que Moira siguiera dormida y estaba tratando de no despertarla.

―¡Erik! ―exclamó Charles con sorpresa al cruzar miradas cuando se giró para alejarse―. No sabía que eran tan cercanos ―insinuó con una sonrisa, luego de notar a su amigo con el torso desnudo, él al menos tenía la delicadeza de salir completamente vestido.

Erik notó algo distinto en Charles, aunque le estuviera hablando animadamente como era su costumbre. No sabía exactamente qué era, pero no pensaba que fuera algo relacionado a Moira. Resopló y retomó su camino, a él no le importaba si todos se enteraban dónde había pasado la noche y estaba seguro que Abby no se incomodaría demasiado tampoco, se sonrojaría y evitaría responder, pero nada más trascendente que eso.

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Cuando Erik entró a la cocina para tomar algo ligero antes de partir se encontró con casi todos los habitantes de la casa, los únicos ausentes eran Raven y Hank. Le pareció curioso, normalmente Banshee y Havok solían tomarse más tiempo en bajar, pero parecía que la ansiedad los obligó a levantarse muy temprano. Posó la mirada sobre Abby al sentir que lo estaba observando y ella casi de inmediato desvió su atención a la taza que tenía entre sus manos, la notaba un poco nerviosa aunque nada demasiado llamativo, pero él sabía que algo así podía ocurrir.

Una expresión de sorpresa por parte de Banshee hizo que todos posaran la mirada en Raven, que acababa de llegar, y su piel azul. La joven se encontraba vestida, pero no estaba utilizando sus poderes para ocultar sus distintivas facciones.

Fue ahí que Erik notó la mirada tensa entre Charles y Raven. Había sentido algo distinto es su amigo cuando se lo encontró fuera de la habitación de Moira, incluso si lo pensaba bien era la primera vez que se quedaba toda la noche, Charles normalmente se retiraba mucho antes de que saliera el sol. Quizás malinterpretó el motivo de esa visita, era posible que a diferencia de las veces anteriores que lo había sentido buscando a la agente, no se hubiera acercado por motivos de placer sino genuina compañía en un momento difícil.

Podía asegurar que Raven y Charles ya habían hablado. Imaginó el posible escenario, no habían muchas horas que llenar: su amigo debió de haberse cruzado con su hermana antes de ir a dormir con Moira, lo que significaba que Raven debía de haberse acercado a confrontarlo casi inmediatamente después de que abandonó su habitación. Eso lo sorprendió, no esperaba un cambio tan rápido por parte de ella.

―Sólo falta Hank, quizás está esperándonos en el laboratorio ―intervino el dueño de casa luego de mantener la mirada sobre Raven por unos instantes.

Terminaron de desayunar en relativo silencio y se dirigieron a la zona más alejada de la mansión. Charles retiró una nota escrita por Hank de la puerta para luego ingresar y darse con la sorpresa de encontrar todo el laboratorio desecho, como si un huracán hubiera pasado por ahí. Asumir que alguien entró a buscar algo era casi ridículo, por el estado parecía que el objetivo era dejarlo todo en ruinas.

El grupo entró con cuidado, pero Erik notó que Raven se quedó unos instantes en el umbral de la puerta, parecía sumamente preocupada e incluso podía dejarse ver cierto aire de culpabilidad. Charles avanzó hasta el fondo de la habitación y abrió un baúl metálico de gran tamaño, el contenido eran varios trajes de color oscuro con amarillo. Alex no parecía muy convencido de utilizarlos, pero como Charles recalcó, ninguno de ellos había mutado para resistir fuerzas G o balas. Abby observó con curiosidad, recordaba que una semana antes el joven científico se había acercado a ella para pedirle que le permitiera tomar unas medidas, pero jamás imaginó que sería para producir ropa tan particular.

Se dirigieron a sus habitaciones para prepararse. Abby se colocó el traje con facilidad, era simple y ligero a comparación de todo el equipo y ropa especial que tuvo que llevar para su tesis. Cuando salió se encontró con Erik que parecía estar esperándola. Tomó aire y caminó hacia él, si algo había aprendido con los meses de horrible compañía en Argentina fue a no dejar que se notara cuando estaba nerviosa. Hasta el momento había dejado que sus emociones afloraran de manera natural, pero estaba a punto de irse a Cuba en la mitad de una crisis, era un buen momento para comenzar a controlarse. Erik levantó una ceja y comenzó a caminar a su lado en silencio cuando ella lo alcanzó, quizás era mejor no cruzar palabras, parecía que pese a todo se estaba manejando bastante bien.

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A llegar a la base militar señalada, Moira se separó para terminar las gestiones necesarias y partir lo más rápido posible, el resto se dirigió al hangar donde descansaba el vehículo que usarían para su misión. El tamaño de la nave superaba por mucho a lo que la mayoría de personas imaginaban de un avión militar y la forma era mucho más aerodinámica que los conocidos aviones de carga con los que solían mover tropas o llevar provisiones.

El grupo se mantuvo observando la nave mientras esperaban a Moira, pero fue en ese momento que Raven preguntó por el paradero de Hank. Él había dicho que estaría ahí e imaginaban que eso implicaba que estuviera en el avión revisando detalles de último momento, pero parecía que estaban solos en el hangar. Todos giraron a verla pues al parecer no era la única con la duda, pero Erik mantuvo la mirada sobre ella por más tiempo, el tono de su voz e incluso su mirada desde que encontraron el laboratorio hecho pedazos le decía que sabía algo sobre Hank que el resto no. En ese momento el joven hizo su aparición, pero algo era diferente.

El silencio se apoderó de todos, Hank estaba cubierto de pelo azul y sus extremidades se veían mucho más desarrolladas. Cuando se acercó más notaron también que las facciones de su rostro habían cambiado por completo mostrando un lado mucho más animal, seguía usando sus lentes, pero ahora cubrían unos ojos amarillos. Hank y Raven cruzaron unas cuantas palabras y Erik comprendió que sus suposiciones eran ciertas. Por lo que pudo entender Hank provocó ese cambio en su cuerpo tratando de hacer todo lo contrario y la joven tenía algún tipo de conocimiento sobre el evento.

Las palabras de Raven reflejaban mucho de la conversación que tuvo con Erik la noche anterior. Hasta ese momento ella siempre había querido ser aceptada, pero nunca tuvo el valor de mostrarse como era e incluso la opción de verse normal siempre le fue atractiva.

Erik intervino y notó su error al sentir la fuerte mano del muchacho apretando su cuello. Sus palabras fueron recibidas como una burla. Hank dejó escapar un rugido mostrando que el cambio no era solo algo exterior, esa reacción hubiera sido imposible para el tímido científico. Gracias a Charles la situación no pasó a mayores y Erik fue capaz de recuperar el aliento momentos después.

Abby se agachó junto a Erik para ayudarlo a ponerse de pie, no llegó a reaccionar más rápido debido a la impresión. Hank siempre se vio como un muchacho tranquilo y verlo actuar de esa forma, luego de la transformación física era algo impactante. En su interior comprendió la reacción tan violenta, seguramente luego de años siendo molestado simplemente asumió que era más de lo mismo y actuó sin medirse.

Alex decidió apodar a Hank como "Bestia" mientras Abby trató de desaparecer: todos tenían algún sobrenombre menos ella, aunque solo los jóvenes los usaban. No se sentía artista como para necesitar uno y no quería tener un debate de opinión en ese momento por lo que la llegada de Moira segundos después fue como una bendición, estaba segura de que si no fuera por ella la ausencia de un nombre especial haciendo alusión a sus poderes no hubiera pasado por alto.

Subieron a la nave y tomaron sus posiciones: Hank como piloto, Moira asistiéndolo y el resto como pasajeros en las dos filas de asientos dispuestas contra el fuselaje: Charles, Raven y Sean a un lado frente a Erik, Alex y Abby. En un momento Havok hizo un ademán de cederle su lugar a Abby, pero ella se negó con una sonrisa en el rostro, había subido al final, no quería que el joven se moviera y estar al costado de Erik sólo iba a distraerla.

Abby no sabía qué iba a ocurrir cuando llegaran a Cuba, pero pudo notar que su nerviosismo estaba siendo compartido por casi todos los presentes, excepto por Erik, él no se veía preocupado sino impaciente. Decidió no enfocarse en el hombre, sino en ver el lado positivo para tratar de relajarse. Cuba era una isla, así que no tendría que preocuparse por falta de agua o al menos quería aferrarse a esa idea.

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En ese momento lo único que Abby podía pensar era que jamás volvería a subirse en un avión en su vida. No tenía la certeza de qué había estado ocurriendo afuera, el único con visibilidad real al exterior era Hank, pero ella no estaba recibiendo los golpes y sacudidas como buenas noticias, solo sabía que habían tocado suelo y estaban de cabeza. Con dificultad soltó el cinturón de seguridad que aún la sujetaba siendo sostenida unos segundos por Erik para no caer de cabeza mientras giraba. Él se dirigió a soltar a Raven luego de que su amigo pasara como un rayo para ayudar a Moira. Alex se liberó por su cuenta unos instantes después y Charles posó la mirada sobre el grupo cuando Hank se reunió con ellos en la parte posterior.

Salió con los demás de los restos de la nave tras unas indicaciones de Charles. Frente a ellos, separándolos del submarino, se encontraban tres mutantes. La mujer de ese grupo extendió unas alas y se elevó en el aire, inmediatamente después Alex lanzó una ráfaga de energía que golpeó a un mutante de traje morado y atravesó a otro de piel roja que desapareció en una nube de humo antes de que lo tocara. Sin darles tiempo de reacción el mutante reapareció detrás de ellos, tratando de atacar a Alex con unas dagas, pero Hank se interpuso y tras unos momentos de forcejeo los tres desaparecieron en una nube rojiza.

Abby se quedó quieta, no tenía idea de qué hacer y cuando pensaba buscar algo de guía en Erik, éste salió corriendo con dirección al submarino, abriendo un hueco en el fuselaje y golpeando nuevamente al mutante de traje morado que quedó debajo de una gran placa metálica.

―¡Congélalo! ―indicó Erik sin detenerse o siquiera mirarla, perdiéndose dentro del submarino.

Con dudas Abby obedeció, había bastante agua empozada sobre la arena gracias a los dos grandes armatostes de metal que se arrastraron en la playa. Su control no estaba en su mejor momento, pero no por lo insegura que se sentía, notó que era el agua la que le traía problemas, se sentía más pesada y se dio cuenta en ese preciso momento que nunca había tratado de controlar agua de mar.

A pesar de esto consiguió guiar el líquido para colocarlo sobre la placa de metal que estaba cubriendo al mutante inconsciente. Solidificó una capa de hielo no muy gruesa y bajó las manos, dándose cuenta que a menos que planeara seguir a Erik, no tenía nada que hacer. Pensó en seguirlo, sabía que Shaw era una pieza importante en la vida de Erik, pero con un solo paso sintió una voz en su cabeza:

«Deja que Erik se encargue» pidió Charles sin dar mayor explicación.

Abby dudó por unos instantes, insegura de si realmente era una buena idea dejar que se enfrentase solo a Shaw. Luego de ver el tatuaje del brazo de Erik la noche anterior, había comenzado a unir piezas y aunque no podía imaginar los horrores por los que debía haber pasado, sentía que dejarlo solo no iba a generar nada bueno aunque Erik resultara vencedor.

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Erik se adentró en el submarino siguiendo las indicaciones de Charles. Desactivó el reactor nuclear y continuó su camino hasta llegar a un espacio habilitado como un estudio. El lugar estaba deshecho, pero eso era lo que menos le importaba en ese momento, no estaba ahí para buscar pistas sobre Shaw, sino al hombre en persona.

Charles le indicó que ese era el espacio donde su mente no podía penetrar y de inmediato Erik se alteró al no estar cara a cara con su enemigo. Comenzaron a discutir, el télepata le aseguraba que tenía que estar ahí, pero el alemán temía que hubiera escapado y la cólera comenzó a fluir hacia el exterior, se suponía que ese día todo terminaría.

El sonido de una puerta deslizándose provocó que Erik quedara en silencio y a la vez que dejó de recibir los mensajes mentales de Charles. Cuando se giró vio al hombre que buscaba en medio de una habitación cubierta por espejos y avanzó lentamente hasta que la puerta que le mostró a su enemigo se cerró detrás de él.

Shaw trató de hablar, de averiguar los motivos del que conoció como niño en Auschwitz para estar peleando de parte de los humanos, pero sólo recibió un puñetazo como respuesta. Erik no estaba ahí para proteger a la humanidad, sólo se unió al grupo de Charles para poder encontrarlo y matarlo. A pesar de que el golpe estuvo cargado con todo el resentimiento acumulado por años, Shaw retomó su posición como si nada hubiera ocurrido, su poder absorbió el impacto.

Si inmutarse tras el ataque, Shaw se disculpó con él por lo ocurrido en los campos de concentración, con ese tono de falsa amabilidad con el que siempre lo trató y que era la antesala a mucho del sufrimiento al que estuvo expuesto. Luego de una forma análoga a los días en que fue usado para experimentos, lo que siguió fue un toque con el dedo sobre su frente que lo lanzó contra la pared recubierta por espejos.

En ese momento fue que Erik volvió a escuchar la voz de Charles y se percató del cristal resquebrajado. Necesitaba al telépata para poder asegurar su venganza, no pensaba dejarle una oportunidad de escape a Shaw por tratar de enfrentarlo solo. Nuevamente fue lanzado por los aires con un sencillo impulso sobre su barbilla, golpeándolo aún más fuerte contra la pared contraría, en esta ocasión reventando por completo el espejo que la recubría. Su amigo le aseguró que estaba funcionando, que ya podía verlo, pero que aún no era capaz de tocar su mente.

Erik se puso de pie, dispuesto a destruir el lugar para terminar de deshabilitar la barrera que mantenía a Charles en el exterior. Comenzó a utilizar las tuberías y partes metálicas que rodeaban el espacio en que se encontraba para romper el recubrimiento del cuarto y a la vez tratar de atacar a Shaw, sin embargo el mutante era capaz de anular el impacto de los objetos que lo golpeaban continuamente e incluso en un momento superarlo en la presión sobre una de las vigas de metal que ahora estaba interpuesta entre ellos.

Apresado entre la pared y la viga que lo inmovilizaba gracias a Shaw, no tuvo opción más que comenzar a escuchar en silencio las palabras del hombre mientras buscaba la manera de remover el último impedimento para que Charles pudiera ayudarlo. Pero fue en ese momento que no pudo evitar encontrarle sentido a las palabras de su enemigo, la verdad era que compartía la visión de superioridad de los mutantes sobre los humanos. No sólo era eso, su existencia en sí misma, el hombre que se había vuelto, todo lo que alcanzó de alguna manera fue gracias a él.

La sonrisa en el rostro Shaw cuando lo escuchó admitir esos pensamientos le revolvió el estómago, no podía creer que luego de todo lo que le hizo padecer siquiera pensara que iba a unírsele. Fue en ese momento que aprovechó para terminar de manipular los cables detrás de él y remover el casco, permitiéndole a Charles congelarlo en una posición e impedir que escapara o contraatacara.

La viga que lo apresó cayó al suelo y Erik avanzó con cuidado hasta quedar frente al hombre al que culpaba de haber arruinado su vida. Tomó el casco para protegerse de Charles, sabía que él no aprobaba lo que pensaba hacer y la verdad era que en ese aspecto no confiaba en su amigo, temía que tratara de detenerlo.

Le dedicó unas últimas palabras a Shaw, dejando claro que estaba de acuerdo con todo lo que dijo, pero que lamentablemente mató a su madre, algo que no pensaba perdonarle. La moneda que marcó el inicio del periodo más horrible de su vida se elevó en frente de Erik, ese era el único objeto que había cargado con él desde que abandonó los campos de concentración, jurando que la devolvería a su dueño algún día.

Cuando el pequeño objeto metálico avanzó contra la frente de Shaw y se adentró en su cabeza, Erik no dudó en su decisión, había soñado con que algún día lo mataría y al fin lo estaba cumpliendo. Mantuvo la mirada sobre los ojos inmóviles del otro hombre, tratando de distinguir qué podía estar sintiendo y pensando.

Cuando la moneda cayó al suelo empapada en sangre, no sintió la tranquilidad y libertad que esperaba. Llevaba años soñando con ese momento, pero aunque se llenó de cierto grado de satisfacción, no era suficiente, todo el daño que vivió no se reparó, seguía ahí como un recordatorio eterno. La muerte de Shaw no consiguió llenar el vacío que dejaron los años de sufrimiento, se suponía que todo acabaría, pero la verdad era que se sentía como un inicio más que como un final.

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El cuerpo de Shaw se elevó por los aires cuando salió de entre los los restos del submarino, dejando ver sólo un pequeño trazo de sangre deslizándose por su frente. Erik salió levitando detrás de él para luego dejarlo caer como si se tratase de una bolsa con peso. Nadie habló, ni los seguidores de Shaw que se acercaron a ver el cuerpo, ni el resto de mutantes, pero Charles tenía la mirada clavada sobre Erik.

Abby no se acercó a ninguno de los grupos. Los jóvenes con que había estado compartiendo comidas las últimas semanas se encontraban juntos, ayudándose a mantenerse en pie tras sus combates y Charles se encontraba en compañía de Moira. Normalmente ella estaría junto a Erik, pero en ese momento no estaba segura si quería acercarse a él.

Sabía lo que él planeaba hacer con Shaw, no era tonta. Erik buscaba venganza, pero el ver como lanzó el cuerpo hacia la arena era prueba que matarlo no fue suficiente para satisfacerlo. Pese a esto le costaba verlo como un monstruo, no podía simplemente borrar de su cabeza las últimas semanas, Erik era una persona que podía ser sumamente agradable, lamentablemente con un pasado demasiado complejo que lo tenía atado y que ella aún no terminaba de comprender.

Cuando Erik tocó el suelo inició un discurso que consiguió asustar a Abby. No sólo eran las palabras, sino la emoción con la que transmitía el mensaje la que causaba el efecto.

Tanto los rusos como los americanos pensaban eliminar lo que estuviera con vida en esa playa. Moira corrió hacia los restos de la nave para tratar de comunicarse con ellos e informar que Shaw estaba muerto y que la amenaza se encontraba controlada. Pero nada de eso sirvió, momentos después las embarcaciones lanzaron un ataque conjunto y múltiples misiles llenaron el cielo.

Abby dejó escapar un pequeño gemido de horror y dio un paso hacia un costado, su cuerpo quería huir, pero su mente rápidamente le hizo ver que no iba a servir de nada. Sin embargo, la playa que debió de desaparecer bajo las explosiones, se mantuvo intacta, Erik detuvo los misiles en el aire antes de que hicieran contacto.

Por unos instantes Abby retomó el aliento, viendo los objetos flotar frente a ellos, pero fue ahí que notó que comenzaban a girar. Charles intervino de inmediato, tratando de convencer a Erik de optar por una salida pacífica apelando a alguna conversación que tuvieron y a las vidas de los hombres que estaban en los barcos. Los intentos por convencerlo se desmoronaron debido a una frase que incluso consiguió que el metal de los misiles rechinara.

―¡Sólo están siguiendo órdenes! ―defendió Charles sin saber que con esas sencillas palabras cualquier duda que su amigo pudo tener desapareció.

―Estuve a la merced de hombres que sólo seguían órdenes ―habló Erik provocando un escalofrío en Charles cuando comprendió su error, luego giró el rostro para hablarle de frente―. Nunca más.

Abby se cubrió la boca con las manos al ver los misiles volar en dirección a los barcos y luego las cosas simplemente se salieron aún más de control. Charles se lanzó contra Erik y ambos hombres comenzaron una pelea sobre la arena. Cuando los jóvenes entrenados por Charles trataron de intervenir, fueron repelidos con los poderes de Erik, excepto por Raven que se quedó quieta sin saber cómo reaccionar. Cada vez que el telépata conseguía acertarle un golpe los misiles perdían dirección y caían al mar o chocaban entre ellos explotando, pero Charles era un pacifista, criado en las comodidades que su clase social le dio, no un hombre que había sobrevivido a uno de los peores eventos de la historia y que había tenido que pelear por su vida. Erik logró quitarse de encima a Charles y de inmediato volvió a dirigir los misiles que aún se encontraban en vuelo.

Abby no sabía qué pensar o hacer. Claro que estaba aliviada de no haber muerto en esa playa bajo las explosiones, pero no podía justificar la reacción de Erik. Podía comprender por qué estaba actuando como lo estaba haciendo, entendía que en ese momento no sólo estaba defendiéndolos del ataque inminente sino haciendo una declaración al mundo e incluso podía sentir que Charles despertó el resentimiento que la muerte de Shaw no debía haber saciado.

Un movimiento ligero por el rabillo del ojo captó su atención y vio a Moira avanzar con paso decidido y la mirada clavada sobre Erik. En sus manos llevaba una pequeña pistola que no dudó en apuntar contra el hombre.

―¡Erik! ―gritó Abby instintivamente, advirtiéndole.

Cada disparo fue desviado con efectividad, pese a la precisión de Moira. Pero uno de los pequeños proyectiles no quedó enterrado en la arena, sino que se dirigió directamente a la espalda del telépata. A los lejos los misiles comenzaron a explotar sin dañar ningún navío, completamente fuera del control de Erik que corrió al costado de Charles para remover el casquillo rápidamente.

Erik culpó a Moira y trató de ahogarla con su propia chapa de identificación, Charles con tranquilidad expresó que él era el culpable, consiguiendo que el mutante liberara a la agente. Ambos hablaron unos momentos, pero la separación era indudable sus ideologías no podían convivir juntas.

Cuando Moira se acercó a sostener a Charles, Erik se dirigió al resto de mutantes en la playa. Estaba claro para él que no serían aceptados y debían formar su propia sociedad. El grupo que siguió a Shaw aceptó casi inmediatamente, los jóvenes que se encontraban ahí para detener una guerra ni siquiera dudaron, excepto por Raven. Ella al escuchar de boca de Erik que no debían esconderse más y ante un ofrecimiento de su mano comenzó a avanzar. Pero no se dirigió directamente hacia el hombre que la llamaba, se agachó junto a Charles por unos momentos antes de despedirse luego de que él le dijera que sabía que ella quería irse.

Erik posó la mirada sobre Abby. Ella no comprendía por qué siquiera la estaba mirando, él sabía muy bien que no compartía la idea de que era imposible vivir con los humanos, al contrarío eso era lo que le parecía natural. Pero fue ahí, tras unos momentos de duda, que dio un paso hacia adelante en dirección a él y luego otro más hasta que quedó a menos de un metro de distancia. No creía en nada de lo que él había estado hablando, estaba asustada y molesta con toda la situación, angustiada por el futuro, pero sobre todo preocupada por Erik. Quería estar con él, con la persona que conoció en las últimas semanas.

Tomó su mano con cierto recelo y él de inmediato apretó fuerte, como si pensara que iba a pensarlo mejor y separarse. Los otros mutantes se acercaron y todos se tomaron de las manos, desapareciendo en una nube rojiza.


Notas de autora: Hasta aquí es la parte que viene a suceder durante First Class. Queda una pequeña escena que es el rescate de Emma, pero voy a desarrollar algunas cosas en las semanas en que se demoran en ir por ella (No es automático). Por lo demás de ahora en adelante tocaría el periodo entre películas y no, no pienso narrar los diez años, pero si tengo bastantes cosas que contar. Espero que les haya gustado cómo lo he integrado, Abby no participó en las peleas activamente porque realmente no quería hacer muchos cambios para poder incluirla si es que planeaba seguir con el mismo desenlace. Considero que este es mi capítulo más flojo, la película misma hace muchos salto de escena y quizás eso se pueda pasar mejor con imágenes, pero al escribir es difícil sentirlo bien hilado.

Opiniones y comentarios son bien recibidos, consideren también que este es como una especie de "final" de primera temporada, así que realmente me gustaría saber que les pareció, no sólo del capítulo sino de toda esta primera parte como conjunto. Quizás alguno por ahí notó algo un poco flojo, o que necesita expandirse para ser más creíble, sobre todo con Erik y Abby que ahora van a tener más posibilidad de interactuar con tranquilidad sin el fantasma de Shaw sobre el hombro de él.

Review "Andrea": Raven fue un problema, pero como mencioné, no quería quitarlo porque si lo hacía realmente no hubiera tenido sentido que ella fuera con Erik y eso me llevaría a hacer muchos cambios para DoFP y es mucho trabajo xD

Reviews "Kari": Me alegro que retomaras la lectura, ya me dirás que te pareció este cap y a ver cómo crees que sea la futura relación de estos dos.