HOLA! He vuelto después de muchos siglos, lamento el retraso. Ha habido muchos cambios en mi vida, entre ellos mudarme a un país angloparlante, por lo tanto me disculpo por dos cosas particularmente 1) llevo casi dos años viviendo acá, así que siento que he perdido ciertas habilidades que antes tenía en español, se me olvidan algunas palabras y paso horas buscándola, y 2) el teclado no tiene algunos signos que usamos en el español, por lo que sé que me he saltado algunas tildes, espero que eso no dificulte la lectura LO SIENTO MUCHO SI LO HACE. Disfruten :)
CAP 7 Cadena Alimenticia
- No me importa lo que tengas que hacer, tienes que ayudarme a conseguirlo-
- Ino- Rodo los ojos cansada de la insistencia de la rubia.
- Tendrías que haber estado ahí –
- Estaba ahí Ino-
- Lo sé, frente - aseguro - tus gritos se escuchaban por toda la casa.
No pudo evitar encogerse con algo de vergüenza al recordar lo que había pasado el viernes anterior. Se había quedado con Sasuke todo el sábado después de despertar, ignorando y olvidando completamente la existencia y estancia de Ino en la mansión Uchiha. Pero parecía que esta no había perdido el tiempo.
- Es perfecto - repitió por milésima vez, mientras caminaban por el instituto, un miércoles, después de insistir durante lunes y martes para que Sakura le ayudara a contactar nuevamente con lo que la rubia había calificado como "el bombón de sus sueños" - cocino para mí, incluso respeto mi dieta en todas las comidas mientras tu terminabas de revolcarte con Sasuke – Sakura suspiro nuevamente, harta del tema – ¿y sabes cuál es la mejor parte?
- No te pidió sexo – recito la pelirrosada de memoria, los ojos de la rubia se iluminaron, mientras sentía su corazón acelerarse.
- Siii – Chillo, haciendo que todos voltearan a verlas.
Ya de por si llamaban la atención con su uniforme diminuto de porristas, una falda tableada, de colores burgundy, dorado y blanco, con un crop top que dejaba a la vista sus brazos y vientre, Ino no estaba siendo de ayuda con su reciente emoción ante el enamoramiento que tenia por Itachi Uchiha. Llevaba tres días escuchando que era un caballero, que era guapo como un actor de Hollywood, que se había ofrecido a cocinar su desayuno y su almuerzo, ya que Sasuke y ella no salían de la habitación, no pudo evitar erizarse ante los recuerdos de esa noche, y ese día, y nuevamente la siguiente noche, Sasuke la había hecho suya en todas las posiciones que se sabía, y le había enseñado unas cuantas más.
La había hecho cabalgarlo como loca, la había hecho chupárselo hasta que su mandíbula se adormeció. Había chupado, lamido, y mordido cada rincón de su cuerpo. Se había corrido incontables ocasiones, nunca pensó que su cuerpo podría generar tantos fluidos, pero cada vez que la tocaba, su anatomía aceptaba el desafío y lo recibía húmeda y empapada.
El pelinegro la había tocado en lugares que no sabía que podía disfrutar tanto, sus antiguos amantes habían sido muy pudorosos para atreverse a lo que su nueva obsesión se había atrevido.
Sacudió la cabeza cuando noto que empezaba a calentarse.
Cuando lo veía en los pasillos no hacía más que sonreírle arrogantemente, mostrando su sonrisa perfecta y prepotente que la derretía.
- ¿Y bien? ¿Me ayudaras?
- Esta bien está bien – exclamo desesperada, buscando que su amiga acabara de recitar todos los poemas que tenia para el hermano mayor de su nueva adicción.
Llegaron al gimnasio finalmente, listas para entrenar, el equipo de futbol participaría en un torneo dentro de unas semanas, y Temari había recibido la noticia ese lunes, y como la maniática del control que era, las había obligado a doblar sus entrenamientos, y asistir todos los días después de clases. Lo que no dejaba tiempo para su nuevo pasatiempo. La buena noticia es que el ojinegro no era particularmente expresivo, sus textos iban directo al grano, y sus respuestas eran un sí, un no, o un simple "hmp" que había estado aprendiendo a descifrar de acuerdo con la expresión de su rostro.
Neji por otro lado, no había dejado de escribirle, y llamarla, cosa que ignoraba, los chismes vuelan rápido, y por supuesto uno de los asistentes de Gyoku le había asegurado que ella había estado ahí para ver toda la escena que montaba con Tenten en el bar, por su puesto, el ni se había molestado en decir algo al respecto, pretendiendo que no tenia idea que ella los había visto.
Pero esa zorra era otra historia – Por favor dime que vamos a hacer algo con respecto a esa – pidió Ino en cuanto la castaña entro en su rango de visión, hablando con Hinata.
Cuando sus miradas se cruzaron, no le quedo de otra a la morena que desviar la mirada rápidamente.
Tenía miedo.
Sonaba ridículo, pero no podía evitarlo.
Le gustase a Tenten o no, la secundaria funcionaba como la cadena alimenticia, ella gozaba de un buen estatus solo por el hecho de pertenecer a las animadoras, y de tener una belleza destacable…si no se comparaba con las reinas del baile, como habían apodado a Sakura e Ino cuando ingresaron al instituto, esos colores peculiares de cabello y ojos habían embelesado a todo el plantel, y desde muy chicas habían opacado a cualquier chica que estuviera a su lado.
Cuando Neji se fijo en ella, no pudo evitar caer. Que el novio de una de las reinas del baile estuviera interesado en ella, que ella, estuviera por encima de Sakura.
Siempre creyó que eran amigas, hasta que tuvo su oportunidad con Neji, y no dudo en tomarla.
Siempre lo había visto desde lejos, sus ojos celestes, su cabello, tan diferente a como los llevaban los demás, su porte, su altura, su inteligencia, su físico atlético y perfecto, sin olvidar su estatus al pertenecer a una de las familias más ricas y respetadas de todo Konoha.
¿Como podían culparla por querer subir de estatus?
No estaba en sus planes enamorarse de él. La había cagado monumentalmente.
-Tenten, me estas escuchando?
La dulce voz de la prima del hombre que robaba sus pensamientos la saco del transe en que la había dejado la acida mirada que le había dirigido la ojijade – Lo siento, ¿qué decías? -
- Estaba pensando en pedirle a Temari un uniforme un poco más cubierto - intentaba halar su top para cubrir un poco mas de su anatomía.
- Oh vamos, si debieses aprovechar todo eso que tienes Hinata y mostrarlo al mundo – le guiñó el ojo- ¿Cuantos chicos tendrías detrás de ti si dejaras de cubrirte? – insinuó, mas todo lo que podía pensar era en como incluso Hinata la superaba en la "cadena alimenticia".
Miro de reojo como la rubia y la pelirrosada seguían cuchicheando, justo cuando levantaban la mirada hacia ella y sonreían arrogantemente.
Iba a empezar, estaba segura, y tenía que hacer algo.
En ese momento era comer o ser comido.
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- Uno, dos, tres, cuatro – gritaba Temari desde el borde de a pista del gimnasio, asegurándose que todas siguieran la rutina que había pasado días creando – Uno, dos, tres, cuatro.
Después de un par de días de entrenamiento por fin veía como las chicas estaban llegando a algo.
- Vamos chicas, no es tan complicado – tomo sus pompones, para recordar a las que se veían más perdidas – toque alto, toque bajo, T, media T, Liberty, y toe touch – demostró con maestría – ¿estoy hablando en ruso? – sus amigas, no pudieron evitar reír por lo bajo, sabiendo que se dirigía a las novatas del escuadrón – Tenemos diez minutos para descansar, y después practicaremos nuestro group stunt, Sakura y Matsuri, ustedes serán las flyers de esta coreografía, y no quiero errores.
Ino codeo a Sakura que sonreía, mientras los demás miembros aplaudían.
Sakura camino hacia su celular, mientras tomaba agua, al revisar sus notificaciones, fue directamente a un mensaje de U.S. una foto, que le saco una sonrisa aún más amplia.
Todo lo que se veía era su falda de animadora y su trasero, lo que significaba que mientras practicaba Sasuke había estado ahí, en algún momento y decidió capturar en el momento en el que, en medio de giros, su falda se levantó, mostrando el short que era parte del uniforme, pero que dejaba a la vista la mitad de sus nalgas.
Se mordió el labio de forma picara, mientras le escribía que tenia acceso completo a todo lo que veía en la foto.
Gesto que no paso desapercibido por la castaña que hervía de rabia, pensando que se trataba de un mensaje de el novio oficial de la pelirrosada.
Estaba completamente segura de que después de la escena del viernes, no tendría que ver mas la cara de satisfacción de la Haruno cada vez que recibía un mensaje de Neji, claramente se había equivocado, apretó los puños con rabia e impotencia, mientras volvía a la pista ante el llamado de Temari.
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-Vamos chicas, desde el comienzo, uno, dos, tres, cuatro – ¿de dónde sacaba energías Temari? Llevaban otros 45 minutos entrenando, todas sudaban y respiraban agitadamente.
Pero habría rendido frutos, la coreografía individualmente, estaba bastante coordinada para ese momento, todas estaban siguiendo los pasos, ahora solo faltaba ejecutar los saltos grupales.
Mientras Ino ejecutaba perfectas piruetas en lo que seria el frente del escenario, Sakura esperaba atrás para iniciar, Karui sería su base, como siempre, una chica fuerte que nunca la había dejado caer, y en la que confiaba ciegamente.
Con la ayuda de otras chicas lograba posicionarse en la mano de Karui, sosteniendo una de sus piernas en el aire.
-Sakura, dame una sonrisa – recordó Temari, a lo que obedeció de inmediato.
El equipo seguía moviéndose, y cuando empezaba a dar el salto final, la animadora de chongos tropezó, llevándose a Karui a su paso y a Sakura cayendo sin ningún soporte que la recibiera.
Lo ultimo que escucho fue su nombre en el grito de sus compañeras, y los pasos acelerados que se dirigían hacia ella, antes de que todo se tornara negro.
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El pitido de un Monitor Holter la trajo de vuelta a la realidad.
Su primer instinto fue llevarse la mano a la cabeza, que le dolía horrores.
-Hasta que por fin despiertas mocosa – escucho la voz de su madrina y cuando pudo abrir los ojos la vio con su bata, poniéndose de pie del sofá que había en la habitación – Que susto me has dado.
No tuvo que preguntar en donde estaba, recordaba su caída, y la presencia de Tsunade aun en ropas de trabajo le indicaban que la habían traído al hospital.
-Sigue la luz- ordeno inmediatamente, poniendo una linterna medica frente a sus ojos y moviéndola, obedeció sus órdenes – bien parece que no te quedaras idiota – apago la luz y la guardo en su bolsillo – ¿te has quedado muda?
Trago saliva antes de intentar hablar, su garganta se sentía seca – Agua, por favor – era su necesidad más urgente.
La rubia voluptuosa, se acerco a ella con un vaso, y lo inclino, para ayudarla a beber, en cuanto el vaso tuvo contacto con su labio inferior, no pudo evitar quejarse ante el dolor repentino, se llevo la mano de inmediato al labio, para sentir una textura rugosa en uno de los extremos.
-Hemos tenido que ponerte unos cuantos puntos en el labio – rodo los ojos ante la cara de horror que puso la adolescente – Me asegure de que no te quede una cicatriz, mocosa vanidosa – Sakura sonrió con algo de pena, su madrina la conocía mejor que nadie.
Después de tomar agua, bastante agua, pudo prestarle atención a lo que había en la habitación, que estaba ya llena de arreglos de flores, de distintos tamaños, y colores.
Y se escandalizo enormemente al notar el yeso en su pie izquierdo – Tsunade-samaaaa – se intento inclinar para corroborar lo que sucedía, pero el suero conectado a su brazo no la dejaba moverse libremente, por lo que la rubia tuvo que acercarse e impedirle que se levantara.
-Es una torcedura leve, estarás como nueva en un par de semanas-
-Un par de semanas? – pregunto alterada – Pero mi presentación es en un par de semanas.
-Lo siento – se encogió de hombros – Parece que te la perderás.
Se cruzo de brazos con molestia, enfocando su ira en una sola persona a la que culpar de todo este accidente.
-He llamado a tus padres – se sobresalto al escuchar eso, sus padres habían viajado a Nueva York por negocios – Estarán aquí mañana – rio al verla cubrirse el rostro con una almohada y gritar – tranquila reina del drama, solo quieren asegurarse de que todo está bien – empezó a dirigirse a la puerta – tal como tu noviecito y la hija de Inoichi, solo quedan unos minutos de la hora de visitas, así que los dejare pasar.
No le dio tiempo de protestar, pues ya se había ido.
A los pocos minutos, entraba su amiga y el traidor por la puerta – Todas las animadoras están en la sala de espera, pero solo nos dejaron pasar a nosotros, ¿cómo te sientes? – pregunto su amiga – oh Sakurita, mira como quedaste, si pareces Quasimodo – la miro con pena, mientras a esta parecía que se le estallaría una vena en la cabeza.
-Oh por Dios Neji, creo que se le ha olvidado hablar – miro al ojiperla escandalizada –Soy Ino – vocalizo – I-n-o ¿sabes quién soy?
- Una cerda? – hablo finalmente la ojijade, haciendo que a Ino se le hinchara una vena en la cabeza.
- Me sorprende que no te pasara nada en la frente con todo el espacio que tiene – dijo juguetona, haciendo que Sakura riera también – Me alegra que estas bien, no sabes el susto que me diste – Se inclino para abrazarla – No pudieron evitar sonreír, e Ino le dijo a lo bajo -Esa perra nos las pagara.
Su mirada se dirigió a Neji, quien la veía apenado, sabia lo que significaba para ella dejar de participar en las coreografías, se acerco para besarla, mas esta se alejó, excusándose en que le acababan de dar puntos en los labios.
Lo que este fingió aceptar, el ambiente estaba tenso, pero se rompió cuando una enfermera les informo que la hora de visitas estaba por terminar, era lo mas natural, ya no había luz del día y fuera de su ventana podía ver la oscuridad de la noche, habría estado inconsciente por alrededor de dos horas.
- Mañana pasare a recogerte, Tsunade nos confirmó que mañana te darían de alta – comento el castaño
- No hace falta, mis padres estarán aquí –
- Aprovechare para saludarlos, tal vez podamos cenar después, hace mucho no los veo – ah sí, olvidaba cuanto sus padres adoraban a Neji.
Se encogió de hombros en señal de aceptación.
Ino solo paso a darle un beso en la mejilla para despedirse, Neji, a pesar de las protestas le dio un suave beso en los labios que no fue correspondido.
Pero igual se marcho sin decir mucho más.
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Odiaba esto.
El silencia absoluto del hospital le daba escalofríos.
Había visto demasiadas películas de terror como para creer que era un lugar en e que querría pasar la noche.
De vez en cuando se escuchaban los quejidos lastimeros de otros pacientes en el ala, a pesar de tener una habitación privada, todavía podía escuchar los quejidos de ultratumba de los demás residentes del hospital.
El hecho de tener enyesado su pie, la hacia sentir vulnerable, en ese momento seria presa fácil para cualquier desquiciado.
Podía ver desde la ventana de la puerta como los pasillos estaban consumidos bajo una oscuridad total.
Escuchaba pasos de vez en cuando, y no podía decir si era de una enfermera o de alguien más.
El miedo se apoderaba de ella, y ni siquiera podía ponerse de pie para encender la luz, su celular no tenia batería, y dudaba que Tsunade volviera pronto.
Click.
Un sonido muy cerca de su habitación la alerto.
Escuchaba pasos acercarse.
Busco algo con que defenderse, pero no había nada remotamente cerca que pudiera usar como un arma, se sentó en la cama cuando la escasa luz que se filtraba por la habitación le permitió ver como la perilla de la habitación se giraba, su respiración se detuvo al ver como efectivamente la puerta era abierta y una figura enorme ingresaba en la habitación.
Estaba preparando sus pulmones para gritar estrepitosamente, hasta que el sujeto encendió la luz, y pudo identificar claramente su silueta – ¿Sasuke?
Entraba de lo mas tranquilo a la habitación, sin ser consciente de que casi la mata. Se llevo una mano al pecho, intentando calmar su corazón, que palpitaba como loco, ya no sabia si por el susto o por la presencia del pelinegro.
Vestía unos jeans claros, con una camiseta y zapatos negros, que permitían ver todos sus brazos tatuados, se veía tan sexy – ¿Te asuste? – se burló.
-Pues claro que si – admitió por lo bajo, estaba casi segura de que no debería recibir más visitas – ¿qué haces aquí?
-Tsk…Itachi me lo dijo, ya sabes como son los rumores – dio un recorrido visual a todos los arreglos florales, corroborando su punto – prácticamente me obligo a venir y comprobar que estuvieras bien – se cruzo de brazos y encogió de hombros.
Tal vez Ino tenia razón, Itachi era todo un sueño.
-Te traje algo – lo puso sobre la mesa –
Entusiasmada, Sakura todo el recipiente intentando ver que le había traído – ¿hielo? – pregunto claramente decepcionada, a lo que el nuevamente sonrió burlón – es una broma?
-Solía toserme los tobillos todo el tiempo jugando hockey – tomo uno de los cubos de hielo – y esto siempre funciona – se lo acerco a los labios.
- No creo que…- no la dejo terminar cuando ya lo había metido en sus labios, por lo que se lo tuvo que comer a las malas. Uno tras de otro, tras de otro.
Sorprendentemente, sintió un alivio por todo su cuerpo y temía admitir que se sentía mucho mejor.
-Funciona – admitió – Como es que…? – empezó a preguntar, pero se detuvo cuando Sasuke empezó a pasar el cubo de hielo delineando sus labios, la sensación helada le brindaba gran alivio, cuando el hielo se derritió, solo quedo su dedo pulgar contra sus labios, hechizada por sus ojos oscuros, no pudo hacer mas que empezar a lamerlo, como siempre, la atmosfera entre ellos se volvía netamente sexual.
Con su otra mano Sasuke se agarro la entrepierna, demarcando y presumiendo el gran bulto que ya se había formado bajo sus jeans, saco el dedo de su boca y los reemplazo por sus labios, sin piedad, ella soltó un grito de dolor, pero el no mermo el ritmo, sintió el sabor metálico inundar su boca, y fue entonces que el se separó, pero ella ya no quería detenerse, fue la que busco sus labios esta vez, sin importarle su herida. Tuvo la intención de alcanzar su cabello para acariciarlo, pero entonces fue consciente de la aguja en su brazo.
Maldijo por lo bajo – creo que no podre – musito con decepción.
Sasuke solo observo sus ojos sin decir nada. Se puso de pie, el dolor de creer que se marcharía se instalo en su pecho, pero en cambio solo apago la luz, pero podis ver su felina mirada sobre ella.
Vio su sombra acercarse lentamente y sentarse en la base de la cama, al final de sus piernas, del lado de su pierna sana, la cual empezó a acariciar lentamente, poniéndole la piel de gallina. Se inclino un poco para besarle el cuello.
Pero no se quedó ahí, porque noto la humedad en su coño respondiendo a sus caricias. Siguió bajando, besando desde sus tetas hacia su vientre, por encima de la fina bata, deteniéndose un momento en su ombligo para recorrer con su lengua, a lo que respondió con un respingo.
Siguió bajando, besándole hasta llegar su monte de venus que beso también. Noto su cadera levantarse, pero decidió pasar de largo y dirigirse a su rodilla, desde donde empezó a besar sus muslos internos, acercándose a su ingle y levantando su bata en el camino. Sus caderas se movían intentando rozar con su boca, pero el seguía recorriendo sus muslos desde la rodilla hasta la ingle, acercándose a su coño, pero no lo suficiente. y cuando menos se lo esperaba, en uno de sus recorridos por sus muslos, decidió pasar su lengua por todos sus pliegues, de abajo a arriba, hasta llegar a su clítoris, que empieza a succionar y lamer con fruición, haciéndola contener la respiración.
Mientras lo lame, empieza a introducirle un dedo en el coño que no tiene ninguna dificultad para entrar ya que estaba mojadísima. Engarfio un poco el dedo dentro de su vagina y empiezo a bombear con el mientras seguía recorriendo el clítoris con su lengua. Poco a poco iba aumentando el ritmo de las estocadas y empezaba a introducir un segundo dedo que tampoco tiene problemas para entrar, lo que le hizo empezar a introducir un tercer dedo.
Su lengua seguía torturando su clítoris al tiempo que la tentaba cada vez más fuerte con tres dedos. Sus caderas se movían desesperadas buscando pegarse más a su boca.
Se oía incrementar el volumen de sus gemidos a través de la tela de una almohada en su boca que acaba por convertirse en un único gemido prolongado y sus caderas se tensan contra su boca una última vez y noto su mano mucho más llena de tus fluidos de lo que estaba hace un momento. Se había corrido, pero eso no detuvo su tarea y siguió lamiéndole el clítoris notando como su cuerpo se sigue estremeciendo hasta que sus caderas rehúyen de su boca, ya que ha quedado muy sensible.
Paso una mano por su frente, retirando el sudor e intentando apaciguar su respiración. El le trajo unos pañuelos para que se limpiara.
- ¿Ya no te duele la pierna? –
- Para nada, gracias doctor – le dijo con una sonrisa coqueta, que el correspondió.
- Bien, es hora de irme –
- ¿Que? ¿Te vas? – lo miro horrorizada, no quería quedarse sola de nuevo en ese lugar.
- ¿Dónde esperas que duerma? – pregunto levantando una ceja y mirando el sofá de la habitación, que no se veía nada cómodo.
Ella solo se movió en la camilla, que no era diminuta, pero tampoco enorme, suficiente para los dos. Si ninguno se movía.
El pelinegro pareció sopesarlo por unos minutos – por favor – le pidió con esos ojazos verdes, mientras le tomaba su mano.
- Está bien, molestia - No le quedo más remedio que acomodarse al lado de la chica, que se arruncho en su pecho inmediatamente.
- Gracias –
Lo beso, dejándole una sensación extraña que no lo dejaría dormir por un par de horas.
Molestia…
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GRACIAS POR LEER :)
