Peace could be an option

Capítulo 22


Cuando aparecieron en el lugar donde habían dejado a Frost descansando, Erik comprendió que el factor sorpresa los había abandonado antes de lo que imaginó. Había estado convencido que el rescate de Fabián y Leslie fue el detonante de alguna manera, pero ya no se encontraba tan seguro, la situación en el exterior era demasiado caótica.

Espirales de hielo se alzaban por entre los edificios de residencia formados por el agua que era acarreada a la isla por unos potentes tornados. Había escuchado que el hielo podía emanar un sonido similar a un crujido, pero nadie jamás especificó lo inquietante que era sentirlo, hasta cierto punto parecía el gruñido de algo vivo.

Distinguió el movimiento de sus aliados tras unos breves instantes, estaban peleando contra un grupo de criaturas de apariencia peculiar. Riptide y Abby eran los causantes del escenario de pesadilla que se estaba armando frente a sus ojos. El hielo que normalmente era controlado de forma calmada se encontraba distorsionado por el poder de viento del otro mutante, formando bordes afilados y peligrosos que estaba seguro no eran parte del diseño que Abby tenía en mente.

―Fabuloso… ―susurró Fabián sin poder quitar la vista del combate que se llevaba frente a sus ojos.

Erik notó de inmediato que Leslie estaba completamente aterrada, pero su acompañante de celda parecía estar disfrutando el espectáculo de poderes mutantes.

Una figura azul moviéndose ágilmente en medio del combate llamó su atención. Raven no fue bendecida con un don tan útil para lidiar contra una masa de enemigos, pero había encontrado su rol manteniendo a las criaturas alejadas de sus compañeros. No conocía las capacidades de combate cuerpo a cuerpo de Riptide, pero sabía bien que Abby necesitaba esa protección, si le imposibilitaban el movimiento de sus manos no podría controlar su don.

Dirigió su atención hacia las criaturas que parecían un enjambre enfurecido. Tenían forma humanoide y estaban cubiertos con una especie de pelo oscuro, pero algunos de ellos tenían más brazos de lo normal. Algo en su interior le dijo que no se trataba de mutantes y las palabras de Fabián retumbaron en su cerebro, alguien con poderes había cambiado al personal y pacientes de la isla; ese era el mutante que buscaba.

―Emma ―llamó Magneto, al fin prestándole atención a la mujer que mantenía su llamativa forma de diamante y no aparentaba tener intención de unirse a la batalla―. Localiza al mutante que está dirigiendo esto.

Frost torció la boca, provocando un pequeño brillo por la refracción de la luz sobre su labio, no quería hacerlo, aún no estaba recuperada y la idea de volver a tener otro horripilante dolor de cabeza no era para nada atractiva. Sin embargo asintió y dejó la protección de su mutación secundaria.

―¿Y ellos? ―preguntó Azazel señalando con la mirada a los tres mutantes que tenían toda la atención de sus enemigos, notando cómo la cantidad de criaturas parecía ir en aumento a pesar que el hielo mantenía a varios como prisioneros.

―Pueden manejarlo ―respondió secamente, enfocado en encontrar al mutante―. Esto no va a detenerse a menos que vayamos a la fuente, no sabemos cuántas de esas criaturas hay.

―Puede que tenga más oportunidad de encontrarlo si supiera qué estoy buscando ―habló Emma en un intento por evitarse el dolor.

―Leslie la conocía ―intervino Fabián con un notable grado de emoción en su voz, estaba disfrutando lo que veía.

―Yo sólo limpiaba las habitaciones de algunos pacientes ―replicó la aludida tímidamente.

―Pero me dijiste su nombre una vez, la mujer a la que nadie quería acercarse y acabaron por asignarte a ti la limpieza ―insistió el hombre.

―Adriana Soria ―susurró en respuesta, visiblemente incómoda por el recuerdo.

―Eso me sirve ―dijo Emma con algo más de seguridad, quizás ahora no acabaría en el suelo y al menos estaba advertida del impacto que podía tener sobre ella el entrar a las mentes de esas criaturas―. Esperemos que sea la mente que está liderando todo esto.

Emma cerró los ojos y se concentró, preparándose para el impacto que sin duda recibiría. Se adentró en el mar de confusos pensamientos de una criatura cercana y sin descuidar sus defensas mentales comenzó a buscar la fuente que lo dirigía. No le demoró demasiado encontrar la dirección de la mente dominante, pero Erik, no Magneto, quería más que un punto cardinal. Aguantando la presión sobre su cerebro logró distinguir los restos de la mujer que estaba buscando, encontró pedazos de imágenes de la Segunda Guerra y experimentos realizados en esa época sobre ella.

―Salió de su escondite, está observando desde el techo del edificio principal ―informó la telépata, cortando de inmediato su conexión mental antes de que volviera a dañarla.

―¿Pudiste averiguar algo más? ―cuestionó Magneto.

―Es inestable, parece que fue expuesta a una serie de experimentos luego de la guerra ―respondió con toda la intención de incomodar con sus palabras al escuchar el tono demandante. La combinación de experimentos en un mutante asociado a la guerra eran un tema sensible y ella lo sabía.

―Ustedes dos quédense aquí ―indicó Magneto a Fabián y Leslie.

Sin necesidad de decir más Azazel colocó una mano sobre el hombro de Erik y desaparecieron en una nube roja con dirección al techo desde donde estaba siendo dirigido el ataque a sus aliados.

. .

Raven tomó a Abby del brazo y la haló con fuerza para sacarla del camino de una de las criaturas que estaban atacándolos. La situación estaba controlada, al menos por el momento, pocos eran los enemigos que llegaban a acercárseles y ella podía encargarse sin problemas, pero a largo plazo sabía que no era sostenible, necesitaban hacer algo o confiar en que los demás los apoyarían de alguna manera.

Abby por su parte quería escapar de la isla, no le gustaba exhibir sus poderes y menos que otro mutante se dedicara a distorsionar el hielo que ella generaba torciéndolo con el viento antes de que se endureciera y dándole un acabado con formas perversas. Estaba preocupada por el poco autocontrol de Riptide con sus poderes, no había necesidad de armar una escena como la que estaban produciendo.

―Y decías que bastaba con la nieve del suelo ―habló el mutante en tono ameno, trayendo desde la playa cercana un torbellino cargado de agua.

―Era suficiente ―se quejó frustrada, no había necesidad de envolver a las criaturas en los pilares de hielo, podían hacer lo mismo y mantenerlos a ras del suelo.

―¡Riptide, cuidado! ―advirtió Mystique al percatarse de dos criaturas que se acercaban peligrosamente. En un instante decidió saltar con un fuerte impulso e interponerse en el camino de la que se acercaba a Abby y acertarle una patada, confiando de que el otro mutante sería capaz de reaccionar a tiempo.

―¡Mierda! ―maldijo el hombre luego de lanzar una fuerte ráfaga de viento contra el enemigo que se abalanzó sobre él―. ¡El bastardo me mordió!

Ambas mujeres lo observaron en silencio, en una mezcla de preocupación y sorpresa, aunque ya las había sorprendido rompiendo su usual actitud silenciosa, no esperaban que maldijera tan abiertamente.

―Estamos muy expuestos aquí ―dijo Abby con urgencia, no estaba cómoda y tenía una voz en el fondo de su cabeza que le aconsejaba huir por la playa, no era como si pudieran seguirla. Pero no pensaba dejar a Raven o incluso a Riptide, además no tenía idea de qué había ocurrido con Erik.

―Podemos regresar con Emma ―sugirió Mystique―. Sería más rápido para un escape cuando Azazel regrese.

Riptide utilizó su poder para abrir camino en dirección a donde Raven había sugerido. El mordisco que le dieron eliminó cualquier sentimiento de diversión que había tenido antes, la idea de retirarse ya no se le presentaba como una mala opción.

. .

Cuando la nube se disipó, Erik notó de inmediato la expresión de sorpresa en el rostro de la mujer que se encontraba completamente sola en el techo del gran pabellón. A primera vista no demostraba tener ninguna característica llamativa o peligrosa, al contrario su cuerpo estilizado parecía frágil debajo de la ropa de hospital y su alborotado cabello negro.

―¡Son como los otros! ―chilló furiosa, dejando ver en sus ojos oscuros un total descontrol.

La mujer se abalanzó velozmente contra ellos, provocando que Azazel sonriera de medio lado antes de interceptarla. Pero las apariencias engañan y cuando el mutante de piel roja trató de contenerla, fue lanzado fuertemente por el aire, demostrando que ella poseía una fuerza inhumana. Azazel usó su poder para evitar recibir daño por la caída que sin dudas le rompería algún hueso y sólo consiguió enfurecer más a su atacante que sin dudas esperaba verlo caer.

―Esto es innecesario, Adriana ―intervino Magneto con voz calmada, tratando de razonar con ella ―. Somos mutantes como tú.

―Ustedes no sirven, no cambian, no obedecen ―susurró inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado para luego sacudirla sin control.

―Emma dijo que era inestable ―habló Azazel regresando al lado de su líder.

―Eso parece ―asintió él con molestia, no podía reclutar a un mutante en ese estado.

―Los mataré a todos ―murmuró ella fijando al fin la mirada sobre los dos hombres que habían llegado hasta ella―. Todos me obedecerán y los que no lo hagan morirán ―sentenció, sonriendo ampliamente mientras su mandíbula se desfiguraba con la aparición de cuatro grandes colmillos.

Erik maldijo internamente, no podían llevarla con ellos, pero tampoco pensaba dejarla en la isla. Eventualmente los humanos la capturarían, claramente ya lo habían hecho para llevarla ahí, y si podían utilizarla de alguna manera los mutantes estarían en peligro, esa mujer parecía despreciarlos por no poder controlarlos. Sin embargo antes de poder tomar una decisión, un chillido ensordecedor emanó de la boca deforme de Adriana.

Ambos se cubrieron los oídos instintivamente, pero el grito no sólo era percibido a través de sus orejas, sino que repercutía dolorosamente por parte de sus cuerpos.

Para Erik no era una sensación desconocida, de alguna manera le recordó su primer encuentro con Frost y de la misma manera logró reaccionar pese al dolor. Un sonido metálico pasó inadvertido para Adriana, a la vez que detrás de ella la puerta metálica que controlaba el acceso al techo salió volando en su dirección, envolviendo su cabeza por completo y anulando su ataque.

―¿Qué hacemos? ―preguntó Azazel, tomando en sus manos las dagas que llevaba con él, casi como si se tratara de una sugerencia.

―No vamos a reclutarla y no vamos a dejarla en manos humanas ―respondió Magneto recuperándose.

Adriana no les permitió más de unos segundos de tranquilidad antes de abrir con sus propias manos una brecha en el metal que la cubría. Cerró los ojos, pero no parecía calmarse, al contrario su respiración se agitaba cada vez más.

―Una lástima ―habló Magneto decidido a enfrentarla, parecía que la mujer poseía un repertorio amplio de poderes que lamentablemente no podría usar a favor de los suyos.

―Están viniendo ―advirtió Azazel al notar que las criaturas que vieron pelear anteriormente contra los otros comenzaban a avanzar rápidamente hacia el edificio.

―No importa, no llegarán a tiempo ―replicó Magneto sin permitirse desviar su atención de la mujer que tenía en frente.

Las antenas oxidadas que aún se mantenían en pie sobre el techo se retorcieron hasta liberarse del cemento que las mantenía unidas a la edificación. Cuando Adriana avanzó para atacar, el metal la imitó, lanzándose como un latigazo sobre ella, llevando consigo aún pedazos del edificio que seguían adheridos. Pese a la fuerza sobrehumana de la mujer, el impacto logró desestabilizarla al enroscarse en una de sus piernas para luego comenzar a envolver el resto de su cuerpo fuertemente.

Quizás si hubiera visto una posibilidad de entablar una conversación o si sus extraños seguidores no estuvieran comenzando a trepar las paredes, Erik hubiera contemplado darle una última oportunidad, pero no iba a tomar riesgos. Sin darle tiempo a Adriana para liberarse, usó sus poderes para darle forma de afiladas púas a la superficie de metal lastimando profundamente el cuerpo que envolvía.

El gritó que soltó la mujer no hizo que Magneto se detuviera y sin dejar de mirarla comenzó a introducir el acero a través de las heridas que había ocasionado, avanzando cada vez más profundo hasta que ella dejó de moverse. Azazel se acercó a inspeccionar, notando que el metal seguía invadiendo el cuerpo aparentemente inerte.

―Dejó de respirar y sus pupilas están dilatadas ―informó el mutante de forma tranquila a pesar que estaba frente a un cuerpo lleno de acero.

―¿Las criaturas? ―preguntó Magneto, extrañado por no verse rodeado por ellas aún.

―Creo que ya no serán problema ―respondió Azazel luego de asomarse por el borde del edificio y notar como todas estaban quietas como si fueran máquinas apagadas.

―No vamos a poder limpiar todo este desastre ―soltó con molestia Magneto mirando hacia la ciudad, sabía que pronto estarían rodeados por la guardia costera si es que no venía el ejercito en persona.

Azazel se acercó a Erik para usar su poder y regresar por los demás.

. .

La mezcla de gritos y reclamos no sorprendió a Erik. Emma se encontraba visiblemente molesta ante la insistencia del grupo para seguir a las criaturas, Fabián insistía fuertemente que era una pésima idea acercarse a Adriana y que no pensaba obedecer, Abby y Raven parecía que estaban más que dispuestas a ir solas mientras que Riptide maldecía sujetando su brazo, logrando que Leslie se mantuviera acurrucada en silencio en una esquina.

―¡Erik! ―Abby fue la primera en notarlo y acercársele.

―Estoy bien ―respondió ante la pregunta que ella no llegó a formular, pero sentía que lo haría―. Es mejor que nos vayamos ―agregó antes de notar que Riptide no se callaba.

―Déjenme ―soltó el hombre al notar las miradas sobre él―. Ya me explicaron en lo que me voy a convertir ―añadió con pesar.

―Eso no se aplica a mutantes, somos inmunes ―intervino Azazel dirigiendo la mirada a Fabián que parecía haber obviado esa parte.

―¿Encontraron algo de utilidad? ―indagó Magneto mirando a Raven.

―No mucho, hay informes de pacientes y experimentos, pero nada que se aplique a mutantes aparentemente ―respondió ella.

―Ve por el expediente de Adriana Soria y los de nuestros nuevos compañeros si es que existen, luego asegúrate de quemar el lugar, Azazel vendrá por ti después ―ordenó.

―Van a llevarnos con ustedes, ¿no? ―intervino Fabián al notar que se estaban por retirarse.

―Vamos a sacarlos de aquí ―respondió Magneto con seriedad―. Si se quedan o no lo decidiré luego.

―Yo puedo ser útil ―habló Leslie visiblemente nerviosa, dejando claro que no tenía lugar a donde ir―. Puedo limpiar y cocinar…

―¡Perfecto! ―exclamó Emma con una sonrisa―. Parece que no fue un viaje en vano.

Erik la observó en silencio, si dejaba que se quedaran no era para que ella tuviera personal de limpieza. Pero no iba a discutir ahí, era prioritario que se retiraran.


Notas de autora: No puedo decir que esté amando los trailers de Apocalipsis, pero si puedo decir que amo cada escena en la que sale Erik. En este último especialmente, cuando habla al comienzo va tan bien con lo que tengo planeado que no me siento tan mal ante la idea de tener que modificar la película (Por que a diferencia de las dos primeras dudo mucho que pueda incluir a Abby como si fiera parte de las escenas extras XD)

Adriana es un personaje canon del cual no sabía su existencia hasta que comencé a buscar personajes que hubieran tenido la mala suerte de ser parte de algún experimento. Ella encajaba por la edad y época de su historia así que con varias modificaciones para poder adaptarla hizo su aparición por aquí. Sé que está más relacionada a Spiderman, pero no encontré mucho fuera de la wiki así que tomé algunas partes y esto fue lo que conseguí. La idea claro no era hacerla un personaje que se quedara a largo plazo sino más bien un enemigo momentáneo que tuviera una existencia con algo de sentido dentro del universo.

Sobre Riptide debo decir que el pobre hombre ni líneas tuvo en la película así que como me niego a tenerlo como adorno de fondo voy a tomarme ciertas libertades y darle algo de personalidad. Azazel de alguna forma mostró un poco más, aunque aún así lo voy a expandir un poco, Emma no es problema, ella tiene una personalidad bien definida XD

Y no, Abby no va a enterarse de cómo Erik mató a Adriana, eso sería muy malo para su relación.