Peace could be an option
Capítulo 32
La información recabada por Angel llevó al grupo a Oklahoma, específicamente a las afueras de Blackwell, una pequeña ciudad al norte del estado. Azazel los hizo aparecer en el maltrecho establo de una granja que les aseguró debía de estar abandonada. Erik no compartía su opinión, el frío era intenso ese día y por ende la posibilidad de encontrarse con alguna persona tratando de guarecerse de los elementos era bastante elevada. Sin embargo optó por no desperdiciar el tiempo siendo extremadamente precavido, si alguien los veía tomarían medidas acordes.
El grupo, menos Azazel, se encaminaron a la ciudad en búsqueda de señales más claras que pudieran rellenar los agujeros en la información de Angel. Erik sabía que tendrían problemas, no sólo estaban buscando a una mutante joven sin control de sus poderes, sino que además debían encontrarla antes que Wide Awake los cuales sin duda les llevaban ventaja. Lo que no consideró fue que las tensiones raciales eran mucho más palpables en los estados sureños y el joven de piel oscura que los acompañaba atraía mucha atención negativa al ser el objeto de miradas de desagrado o incluso agresivas.
Le tomó cerca de una hora decidir cómo actuarían. Thomas regresaría a la granja para esperar con Azazel e informarle de los lugares a los que el resto irían. Le encargó a Riptide que fuera junto con Yumi a investigar algunos locales en el centro de la ciudad en búsqueda de la presencia de personal militar o incluso de gente con apariencia de pertenecer a un grupo armado.
Él por su lado se retiró en compañía de Fabián y Mystique con dirección a una pequeña iglesia a unos cuantos minutos de caminata; en el corto tiempo que llevaba en Blackwell escuchó a varias mujeres comentar sobre una reunión bastante grande de hombres que no eran locales. No sabía si era la pista que los guiaría hasta la mutante que buscaban, pero aunque no lo fuera tenía la certeza que algo útil podría conseguir visitando el lugar.
―¿Seguro que vale la pena? ―preguntó Mystique, aun no muy convencida, cuando se detuvieron a una cuadra de la iglesia que a todas luces se veía tranquila y con la mayoría de los espacios para estacionar vacíos―. No imagino a un sacerdote muy feliz de tener un grupo armado acompañándolo.
―No tienen que haber asistido armados ―respondió Erik, pero fue interrumpido por Fabián.
―¿En dónde creciste? ―le increpó el hombre a Raven, desconcertado―. Mucha gente en el sur lleva sus armas hasta a la iglesia y nadie lo ve fuera de lo común.
―Si hubo una reunión ya terminó ―intervino Erik rápidamente antes de que la joven tuviera oportunidad de replicarle a Fabián―. Tratemos de acercarnos por la parte posterior ―indicó, para luego dirigirse a Mystique―. Toma una forma masculina, nada llamativo ―Iba a ser más sencillo acercarse siendo tres hombres, no había pasado desapercibido para él como un buen número de jóvenes ya la habían observado con mucho interés en el corto periodo que llevaban en el pueblo, era sólo cuestión de tiempo para que alguno se animara a acercarse y complicara la misión.
No les fue difícil ingresar a la iglesia sin llamar la atención. Mystique tenía una habilidad natural para moverse de forma sigilosa a pesar de la apariencia que había tomado, Fabián demostró que en algún momento de su vida tuvo entrenamiento militar real ya que comprendía con bastante rapidez las señas que Magneto le dirigía con las manos. Erik por su lado había invertido dos décadas de su vida cazando Nazis, lo único novedoso era que en lugar de encontrarse solo llevaba compañía.
Avanzaron por un estrecho corredor que los llevó hacia la parte administrativa de la iglesia. Sabían que estaban expuestos a ser encontrados con facilidad, pero si deseaban investigar a fondo necesitaban adentrarse dentro de los espacios privados. Escucharon voces provenientes de una habitación, logrando identificar lo que parecía ser una conversación entre dos personas, sin embargo no podían simplemente ponerse a escuchar a través de la puerta. Erik revisó con la mirada el resto del corredor y se percató de un cuarto adyacente cerrado con un candado, abrió el objeto sin dificultad y Fabián se acercó a inspeccionar el interior para luego hacerles una señal para que ingresaran.
Las voces aún no se escuchaban con claridad, pero en lugar de concentrarse en las palabras, la atención de Erik se desvió al contenido del almacén. Múltiples cajas apiñadas una sobre otra cubrían casi por completo lo que parecía ser los instrumentos de limpieza de la iglesia, dejándolos inaccesibles, mostrando que acaban de ser guardados en el depósito. Tratando de no hacer ruido abrió una de las cajas, encontrándose con una desagradable sorpresa al ver que el contenido eran volantes impresos con mensajes que sin duda estaban dirigidos contra los mutantes.
Arrugó en su mano la propaganda que llamaba a pelear contra las "Abominaciones que se encuentran ocultas" bloqueando de inmediato los recuerdos de mensajes similares que vio en su niñez contra los judíos. Dirigió su atención a las voces que seguían conversando a sólo una pared de distancia y contuvo el fuerte impulso que le pedía encargarse de quien sea era dueño de esos volantes. Logró escuchar algunas palabras claves que hacían referencia a lugares y algunas fechas que luego investigaría.
Los minutos pasaron y los hombres que habían estado conversando terminaron su reunión saliendo de la habitación en la que se encontraban. Erik esperó sólo unos segundos antes de abandonar el depósito, sorprendiendo a sus acompañantes que sin duda creían que esperarían ocultos por más tiempo. No se cruzaron con las personas que habían estado espiando, Magneto sabía bien que el anfitrión debía de estar acompañando a la puerta a quien estuviera visitando la iglesia.
A pesar de ser consciente de que podían descubrirlos, Erik se adentro a la habitación donde se llevó a cabo la conversación y con rapidez inspeccionó el lugar. Era un estudio sencillo, con un viejo escritorio en el centro de la habitación, un par de sillas en frente de este incomodando el paso, un librero desordenado y una única cruz de madera colgando en la pared.
―Eran tres ―señaló Mystique al acercarse al escritorio y encontrar tres tazas recientemente utilizadas.
Erik no reaccionó ante las palabras de ella, su atención estaba volcada en una caja que se encontraba en el suelo, justo al lado del mueble. Se agachó para investigar el contenido y encontró una carpeta con documentos que hablaban de una familia que vivía en las afueras del pueblo, los Walker. Registró un poco más los papeles y notó que mucha información giraba en torno a la hija menor de la familia, Amanda, de once años. Memorizó la dirección, aunque comprendió de inmediato que seguramente sería una vivienda del estilo que vio en Montana con Abby, la casa carecía de número.
―Están saliendo dos, el tercero no debe tardar en regresar ―anunció Fabián, observando con cautela hacía la calle a través de la ventana.
―¿Ese es Partridge? ―preguntó Mystique al acercarse y percatarse del físico imponente de uno de los hombres a pesar de lucir una cabellera canosa.
―No ―respondió Magneto con sólo dar una mirada―. Camina como un matón, no como un soldado ―recalcó él, necesitaba trasmitir su conocimiento a la joven para poder permitir que trabaje en solitario a futuro―. Se mueve demasiado al andar y tiene mala postura. Partridge es un general retirado, años de disciplina en el ejército no desaparecen sólo por no llevar el uniforme.
―Quien sea que los recibió podría encontrarnos si no nos movemos ―apremió Fabián con impaciencia―. A menos que estés pensando en interrogarlo.
―Quizás luego ―contestó Magneto, avanzando hacia la puerta para salir―. Ya tenemos una dirección, es mejor que nos apresuremos ―indicó, tenían a Azazel, pero sentía que a pesar de eso Wide Awake todavía les llevaba la delantera.
. .
Se reunieron con Riptide y Yumi antes de regresar a la vieja granja abandonada. Ambos mutantes le reportaron a Magneto que pese a que hubo una gran reunión en la iglesia la noche anterior, el primer grupo de personas que llegó lo hizo unos tres días antes. Eran malas noticias, en ese lapso de tiempo muchas cosas podían haber ocurrido y considerando cómo habían sido sus encuentros anteriores con los miembros de Wide Awake, Erik no guardaba muchas esperanzas de encontrar a la mutante.
Azazel utilizó tres veces su poder para llevar al grupo a la propiedad de la familia Walker. A pesar de tener un gran control sobre su don, si no había estado previamente en el lugar o no podía ver su punto de destino, le podía tomar un par de intentos aparecer exactamente en donde deseaba.
Una casa de dos plantas en medio de un extenso terreno de cultivo recientemente cosechado les dio la bienvenida. La vivienda dejaba ver que llevaba varios años expuesta a la inclemencia del clima sin recibir muchos cuidados más allá de un par de reparaciones bastante notorias en el techo. Pero sin duda se encontraba habitada, la entrada estaba despejada y no se veía basura acumulada o ventanas rotas.
Magneto se sorprendió al percatarse que en la parte posterior se encontraban estacionados tres vehículos con placas provenientes del estado de Texas, no eran los mismos vehículos oscuros del día que conoció a Abby, pero estaba seguro que se trataba de miembros de Wide Awake. Los motores estaban aún calientes, por lo que de inmediato alertó al grupo y decidió que iban a tener que actuar con rapidez, quizás estaban a tiempo.
Ingresaron tratando de no atraer la atención aún. Erik notó que contrario a la apariencia externa, quien cuidaba la casa no la había descuidado a pesar que la decoración era sumamente humilde.
―Hay unas fotografías familiares sobre la chimenea ―susurró Fabián antes de avanzar hacia el inicio de la escalera que llevaba al segundo piso y tratar de escuchar si había alguien.
Erik avanzó hacia la sala luego de que Azazel y Riptide revisaran el resto de la planta baja y le indicaran que no había nadie. Tomó uno de los cuadros de los que Fabián había visto y contabilizó a los que parecían ser los miembros de la familia, seis en total incluyendo a los padres. Dirigió su atención a la que parecía ser la menor, ella debía ser la mutante que estaba buscando.
―Mystique ―llamó en voz baja―. Revisa el segundo piso ―indicó, de todo el grupo era la más sigilosa.
―Hay un sótano ―comentó Azazel momentos después, mirando a la puerta que dirigía a la parte inferior―. Esta zona tiene muchos tornados, debe de ser bastante profundo y seguro.
Magneto asintió, dudaba que quienes hubieran venido desde Texas estuvieran dando un paseo por los terrenos de la propiedad, posiblemente estaban ahí. Esperó impaciente hasta que Mystique regresó y le confirmó que las habitaciones se encontraban vacías, aunque dos de los tres cuartos que revisó tenían señales de que alguien guardó algo de ropa sin mucho cuidado, dejando los cajones bastante desordenados.
¿La familia trató de escapar? Eso podría explicar que no pareciera que estuvieran en casa, pero por experiencia propia sabía que se necesitaba mucho más que suerte para alejarse de un grupo de perseguidores, además ¿cómo se enteraron que los estaban buscando? Se concentró un momento para despejar sus dudas, sintiendo de inmediato la presencia de armas en lo que vendría a ser el sótano de la casa.
―Están abajo ―anunció de forma calmada―. ¿Podrías transportarnos? ―cuestionó, dirigiéndose a Azazel, no quería verse en la necesidad de utilizar un espacio tan estrecho como la escalera.
―No sé qué tan profundo sea ―respondió el mutante―. No es que vayamos a morir dentro de una pared, mi don nos haría aparecer en el espacio libre más cercano, pero es como ser expulsado con violencia, caerían uno sobre otro fuertemente.
―Ve solo, calcula el lugar y regresa para llevarnos ―indicó, notando de inmediato la expresión de preocupación de Mystique―. Tomaré control de sus armas ―agregó y en cuanto lo hizo se sintió el ajetreo debajo de ellos, acto que Azazel tomó como señal para transportarse.
En unos cuantos segundos el grupo entero se encontró cara a cara con diez hombres visiblemente desorientados que trataban en vano de alcanzar las armas que ahora se encontraban flotando sobre sus cabezas. Como si se tratara de viejos enemigos, dos de los humanos se lanzaron contra Azazel, pero fueron esquivados con facilidad por el mutante.
―¡Les dije que eran demonios! ―bramó uno de los hombres que para sorpresa de Erik vestía una sotana―. ¡Esa es su verdadera forma!
Con tiempo para recuperarse de la inesperada aparición los otros imitaron a sus compañeros y se lanzaron a atacar. Magneto cruzó miradas con Riptide y Azazel negando sutilmente con la cabeza, no quería que ellos se encargaran a pesar que eran capaces de hacerlo con facilidad, el resto necesitaba poner en práctica lo que habían aprendido.
Fabián fue el primero en reaccionar, lanzando un duro puñetazo contra el rostro de uno de los humanos. Giró evitando otro ataque, colocándose a la espalda de su agresor y tomándolo por el cuello para comenzar a asfixiarlo. Mystique lo imitó, deslizándose por entre las piernas de un hombre que se acercaba a toda velocidad, logrando acertarle un golpe en la parte posterior de la rodilla. Yumi y Thomas tomaron una actitud más defensiva, esperando a que sus contrincantes fueran por ellos y los obligaran a tener que mostrar lo que habían estado aprendiendo en las últimas semanas.
Erik observó en silencio, percatándose de una mujer que estaba escondida detrás de unas cajas donde la luz que alumbraba el sótano comenzaba a desaparecer. Llevaba un vestido sumamente conservador y parecía que estaba susurrando con desesperación a pesar que sus ojos estaban clavados sobre los recién llegados.
Un potente grito de dolor resonó fuertemente, re direccionando la atención de Magneto nuevamente a la pelea. Yumi se encontraba sobre uno de los humanos, incrustando sus uñas en la piel de los brazos que éste usaba para protegerse. El cuerpo del hombre comenzó a temblar con total descontrol por varios segundos hasta que la joven se puso de pie y dejó de administrarle la sustancia que secretaba gracias a su don. Evaluó la situación, casi todos los atacantes se encontraban inhabilitados y el que quedaba estaba siendo reducido por Fabián. Dirigió su atención al único hombre que decidió no participar en la pelea; el que llevaba la sotana.
―¿Dónde está la niña? ―cuestionó Magneto, a pesar de que sabía la respuesta; seguramente habían interrumpido el asesinato de la familia, la mujer que aún se encontraba oculta debía de ser la madre, con mala suerte la única sobreviviente.
―¡Su alma está libre! ―exclamó desafiante el sacerdote―. Expulsamos al demonio que llevaba dentro.
Fue en ese momento que Thomas falló al reprimir un quejido. Erik desvió ligeramente la mirada y notó que los ojos del muchacho temblaban mientras observaba fijamente un espacio que se mantenía en oscuridad detrás de la angustiada mujer que continuaba susurrando con desesperación.
Avanzó en la dirección, pasando al lado de la que creía era la madre de la mutante y pudo reconocer que los incesantes susurros eran rezos. Su olfato le permitió reconocer un ligero olor que lamentablemente conocía bien, el de carne en descomposición. Usando sus poderes hizo que una vieja lámpara de gas que se encontraba al otro lado de la habitación flotara junto a él, iluminando el espacio que hasta ese momento se había mantenido en completa oscuridad.
Magneto fijó la vista en el pequeño cuerpo que yacía inerte sobre una vieja cama descuidada. Sus extremidades se encontraban atadas, con la piel marcada por lo que debió de haber sido un intento desesperado por escapar. Llevaba un vestido sucio que no servía en absoluto para ocultar las secuelas de lo que a todas luces podría interpretarse como tortura, los moretones se apreciaban en varias partes del cuerpo.
Erik desvió la mirada en dirección a la mujer que continuaba orando sin descanso.
―¿Dónde están el resto de tus hijos? ―preguntó impávido ante la imagen.
―¡Los otros no tenían al diablo en ellos! ―gritó el sacerdote impidiendo que la mujer tratase siquiera de hablar.
―¿Tú hiciste esto? ―cuestionó clavando la atención sobre el hombre.
―Él la salvó ―murmuró la mujer, dejando sus plegarias―. El diablo estaba en ella.
―¿Tus hijos? ―insistió Magneto, comenzando a irritarse al percatarse que estaba defendiendo al sacerdote.
―Con mis suegros, a salvo de lo que tomó posesión de mi hija.
―Lanzó a uno de sus hermanos por los aires con sólo mirarlo y hacía que los objetos se movieran sin tocarlos ―habló uno de los hombres que se encontraba en el suelo tras haber sido vencido momentos antes―. Mi hija está muerta, pero su alma está libre y su cuerpo servirá para ayudar a otros a comprender cómo pelear contra los que son como ella.
Erik observó en silencio, notando como Mystique buscó refugio en Azazel al acercarse un poco y ver el cadáver de la pequeña.
―¿Ibas a dejar que se llevaran el cuerpo? ―preguntó Erik dirigiéndose a la mujer que no se atrevió a contestar.
―¡Su cuerpo fue purificado! ―intervino fuertemente el sacerdote.
Magneto notó que aparte de los padres y el clérigo, el resto de los humanos no habían dicho una palabra. Necesitaba información, pero dudaba que fuera a poder sacarla con facilidad, iba a tomarle un poco de tiempo, pero al no encontrarse solo podía confiar en que el resto se encargaría de que nadie interfiriera.
―No los necesito a todos ―habló, provocando que algunos clavos oxidados dispersos por el sótano volaran directamente a las cabezas de siete de los hombres, matándolos en el instante dejando vivo sólo al que recibió el ataque del veneno de las uñas de Yumi―. Vayan arriba y vigilen que nadie más venga ―indicó, ignorando la mirada de espanto de los miembros más jóvenes de su grupo.
―Puedo ayudarte ―intervino Fabián de inmediato, mostrando que lo que estaba ocurriendo en ese sótano no le afectaba en lo más mínimo.
―¡Eres un monstruo!, como Amanda ―bramó el Sr. Walker con furia―. ¡Mereces morir como ella!
La esposa del hombre dejó escapar un grito de horror cuando un hacha voló hacia la cabeza de su marido, incrustándose lo suficiente como para matarlo, pero no de forma instantánea.
―Vayan ―repitió Magneto con tranquilidad, incluyendo la orden en dirección a Fabián, no necesitaba ayuda con lo que planeaba hacer.
―Vas a ser castigado ―sentenció el sacerdote cuando Erik quedó solo―. Todos los que son como tú van a desaparecer, la raza humana será purificada.
―¿Y cómo planean hacerlo? ―cuestionó conteniendo las ganas de sellarle la boca con algún alambre―. Somos superiores, el siguiente paso en la evolución.
―¡Son aberraciones! ―exclamó exaltado como respuesta―. Somos más, muchos ya estamos trabajando para erradicarlos, poco a poco la gente comienza a darse cuenta de que existen y acudirán a nosotros.
―¿Crees que no sabemos de la existencia de Wide Awake? ―indagó Magneto, colocándose frente al hombre―. No son muchos, son sólo un pequeño grupo con ayuda mínima del gobierno, posiblemente gracias a algún favor que Partridge cobró.
―Somos más que eso, nos estamos juntando ―soltó desafiante el sacerdote, pese a que los temblores en su cuerpo traicionaban su máscara de valentía―. Wide Awake son la respuesta terrenal, los Purificadores somos la divina.
―¿Purificadores? ―repitió Magneto con sorna―. ¿Así se hacen llamar?
―Es lo que somos ―aseguró, cada vez con mayores problemas para controlar su temeroso cuerpo.
De improvisto el hombre se abalanzó sobre Erik como si se tratara de un animal acorralado tratando de atacar al darse cuenta que no podría escapar. El mutante esquivó con facilidad el torpe golpe dirigido a su persona y sin miramientos procedió a matarlo como hizo con el resto de integrantes de Wide Awake. Podría haber sacado más información, pero aunque se mostraba tranquilo la realidad era distinta, deseaba con todas sus fuerzas acabar con cada humano que aún se encontraba con vida en ese sombrío sótano.
―Tú debiste de protegerla ―habló luego de unos instantes en silencio, consiguiendo captar la atención de la Sra. Walker―, pero lo único que hiciste fue permitir que la mataran.
―Ya no era mi hija ―susurró ella despacio, observando la masacre de su sótano completamente desconectada de sus emociones―. Mi dulce niña murió meses atrás ―agregó cerrando los ojos―. Ese monstruo que está en la cama no es nada mío.
―¿Cuánto tiempo la tuvieron encerrada? ―cuestionó Magneto, usando su poder para recuperar el hacha que clavó en la cabeza del padre de la niña.
―Meses ―respondió la mujer mirando el suelo, resignada al que sabía sería su destino―. Hace tres días su alma se liberó, el General nos dio la fuerza para hacer lo que debíamos sin temor a que los ciegos nos culparan por su muerte… Ella ya no era una niña, ni siquiera era una persona.
Erik observó con desagrado a la mujer y le dio la misma muerte que a su esposo. El único consuelo que consiguió fue enterarse que Amanda llevaba más de un día muerta, las horas que perdió quedándose con Abby por su cumpleaños no fueron las que condenaron a la pequeña. Giró el rostro y clavó la mirada en el único humano que aún vivía, decidió dejarlo para el final con la idea de que el veneno de Yumi lo debilitaría lo suficiente como para facilitarle la extracción de información. Tenía muchas preguntas que hacerle y aunque sabía que no hablaría rápido, estaba convencido que lo haría eventualmente, más ahora que podía indagar por cosas más específicas como la relación de Wide Awake y los Purificadores.
Notas de autora: Esta parte me está costando trabajo, hay muchos detalles que se soltaron como parte de la campaña para promocionar Days of Future Past con la página web "TheBentBullet" Ahí mencionan que Partridge tuvo una convocatoria anti-mutante en Enero y más cosas que quiero usar en los capítulos que vienen. Los Purificadores son canon, aunque esto es una versión libre… la vez que los vi andaban matando niños y colgando sus cuerpos afuera de escuelas como mensajes :S No hay Abby para este capítulo, pese a que me encanta escribirla con Erik, este es el periodo en que Magneto estuvo activo tratando de armar su grupo y se tiene que ver que hacen algo fuera de ocupar el hotel que les di.
En mis borradores iniciales Amanda iba a ser encontrada por Erik y Abby por esta época y la iban a llevar al hotel. Sin embargo cuando comencé a escribir los capítulos luego de Las Vegas me di cuenta que iba a ser mucho relleno contarlo adecuadamente y no le daba mucho valor agregado a la historia, así que opté por usar al personaje para esto que sirve para explicar mejor contra qué se enfrenta Erik. Sin contar que ya tengo suficientes mutantes OCs metidos en ese hotel xD
Y luego de mucho buscar encontré la actriz perfecta para Abby: Marina Aleksandrova. Cumple con casi todo lo que quería: ojos azules, pelo oscuro (usualmente), piel clara, bonita sin verse demasiado estrella de Hollywood y ha estado activa desde joven hasta ahora que anda a mediados de sus 30s (Cosa que me sirve porque las pelis tienen un rango de 20 años que llenar… hubiera sido perfecta si pudiera servirme hasta que tuviera 40 para Apocalipsis xD)
La peli de Strange me encantó! Es de mis favoritas de Marvel y también creo que es una de las mejorar trabajadas, gustos personales aparte. Mi personaje favorito: Sin lugar a dudas… La Capa :D
