Holi!
Estoy volviendo ya!
Sobrevivir a una pandemia abre nuevas perspectivas para todo, que espero volver a actualizar ¡todo!
Y para esta nueva versión de Caso Cerrado, Rose es bastante diferente de lo que podrán recordar. Sigue la misma secuencia temporal (18 o ya 19 años), pero siempre ubicada temporalmente en el día de hoy.
Hay partes en que reinterpreto el texto original de Richelle Mead, traducido a mano alzada, pero sin perder su sentido original.
Y en otras, puedo mezclar hechos históricos, según me vayan susurrando los personajes.
Dicho todo esto, la historia original es Siempre de Richelle Mead.
Preludio: Desde las sombras
La luz del día sólo acentuaba sus facciones, ya de por sí contorsionadas por la ira y algo más... ¿sería temor?
Desde un pilar -invisible a los espectadores que asomaban ante el chisme fresquito que podían hacer correr desde ya-, una mujer de pelo muy crespo y rojizo movía la cabeza con molestia, y sacaba de entre su ropa un teléfono móvil, en el que marcó sin ocuparse de mirar el número.
"La arrestaron. Aún no sé a título de qué... Usualmente Croft me llama para alaraquear, de esto o aquello, pero no hoy...ok...ok... se lo diré, aunque tenga que matar... a alguien para llegar a ella".
Y terminando la llamada, caminó veloz y muy gruñona a dónde estaba la mujer que arrastraban los guardianes.
Empujó a varios, y llegó junto a ella, seseando algo muy difícil de comprender.
Pero la otra mujer asintió, y dejó que se la sin antes saludar a sus parentela y a los desconsiderados moroi que olvidaron ponerse el alusaplast en el nepe (pequeñito, muy pequeñito, dijo ella mirando al público, al que guiñó un ojo).
&
La pelirroja caminó hacia el hombre alto que observaba, la baba (o el café) corriendo por la comisura de sus labios.
Lo agarró de la solapa (una hazaña, era muy pequeña de estatura, pero temible en sus puños), y tiró de él hacia su cara.
Si se partía la espalda, no era su problema.
"Si llego a saber que esto es tu culpa, habrás deseado realmente morir en las cuevas, ¡o que mi hija te exterminara en Rusia!".
Y empujándolo también, se fue en el sentido contrario, -aparentemente- abandonando la escena.
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"¿Y qué bicho le picó a esta loca, esta vez?", se dijo el hombre, mientras miraba cómo arrastraban a la otra mujer, fuera de su vista.
Porque... no era su culpa, ¿verdad?.
Y sólo moviéndose de ahí lo podría averiguar.
Preliminares.
"¡Hathaway, tienes una llamada de tu abogaducho!", le gruñó el guardián de la puerta, pasándole un teléfono tan añejo como el pan que tenía en el plato.
Y se quedó a oír (¿el chisme, noticias, algo?).
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"Hathaway es mi madre", gruñó la mujer, arrebatándole el cuernófono de las manos. "¿Dark Vader?", y el guardián dió un respingo.
Esperen, ¿quién dijo que era?.
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La mujer sólo oía. A veces asentía. Tal vez emitió algunos Ajá en varios idiomas, miró al guardián y volvía a asentir.
Sus ojos se enangostaron, como recordando algo muy lejano, y miró hacia un extremo, como forzando su memoria.
Y entonces sonrió. Y todo pareció caer en una espesa tiniebla, de lo siniestro que era.
Aquí está esta primera parte.
Los escribí con diferenciaciones, y creo lo mejor es publicarlo así, para no romper la vibra, por decirlo de alguna manera.
Esas viñetas son la única manera de agregar los line break, al editar se borran y amontonan.
Espero lo difrutren!
