Su madre había tratado de tocar el tema nuevamente de los vídeos, externando su preocupación, temiendo que Sarada hubiese sido manipulada u obligada a hacerlo. Las acciones por parte de ella eran terreno nuevo, y las palabras que le había mencionado su pequeña le seguían haciendo ruido, todos estos años ella se sintió engañada, pensando que la educación que le brindó fue suficiente, que había confianza entre ellas y se contarían las cosas que surgieran, sentía demasiada culpa por guardarle el secreto de la paternidad de Sasuke, y se sentía con mucha más culpa al ver que su educación recayó en lo perfeccionista que tenía que ser a los ojos de ella.
No le molestaba el hecho de que haya decidido hacer vídeos, podría ser una forma de independencia hacía su perfeccionismo del rol de la hija buena, le molestaba el hecho de que no quisiese hablar del tema con ella, pudo advertirle de lo que podía encontrar en su teléfono, no estaba decepcionada o enojada, entendía los cambios culturales que había alrededor de la generación de Sarada, pero Sakura quería que Sarada estuviera sensibilizada con las consecuencias, que su hija estuviese preparada para cualquier jugada que le quisieran hacer los ex novios, quería ahorrarle el doloroso proceso de la cruel realidad donde no se pueda confiar ni en las personas que crees amar. Pero supo que Sarada sentía eso respecto a ella, una traición de la persona que piensas que más te ama.
Al menos Sakura trataba de comprender las actitudes de su hija, el estado depresivo en el que se encontraba, pero Sarada por su lado, nuevamente se centraba en si misma, en como odiaba estar adecuándose a la vida privilegiada de Sasuke, adaptarse a las necesidades nacientes de su madre de demostrar que la había criado a la perfección y podía estar a la altura de un mundo que nunca toco.
—Tengo que tomar dos transportes para llegar aquí—Le dijo a Sarada—Y no dejan entrar a cualquier transporte aquí, nos tienen que dejar a la entrada del residencial, tengo que caminar mucho tramo
—¿De verdad? No puedo creer que Sasuke te haga trabajar bajo esas condiciones
—Oh no, su padre es un ángel caído del cielo, el hizo mucho por mí, como pedirme un carro para que me recoja en la parada y me traiga hasta acá, también para moverme a las casas que tengo que limpiar—dijo con las mejillas rosas— a veces si me incomoda tanta amabilidad pero no he podido hacer el test de manejo, no es la única casona que limpió así que mi tiempo es de aquí y de allá, pero mire' gracias a los apoyos de su padre he podido hacer mi curso de uñas, a veces me presenta entre sus amigas weras' para que me recomienden, eso es una ayuda que agradezco demasiado y me paga un 70% de los estudios, estoy muy agradecida con él
Sarada intentaba poner una sonrisa, pero no podía
—Ahora ponga la mano aquí—Empezó a limar la otra uña, en lo que se secaban las otras—Sé que puede ser un cambio feo para usted, pero recuerde, ¿Quién no quisiera ser hija de alguien con harto dinero de un día para otro? Ya sabe, no batallar por conseguir chamba, tener la opción de poder decidir donde no trabajar, a donde ir con seguridad, no preocuparse por el pan de cada día…es el sueño que todas quisiéramos—suspiro
Por más que trataba de hacerse una imagen errónea de Sasuke, las circunstancias decían lo contrario, quería encontrar una falla en esa perfección que tanto le adulaban, cuando ella terminó agradeció las uñas, sintiendo un hueco en el estómago.
—Agradézcale a su padre, él me dijo que tal vez la pondría feliz
—Gracias—Mencionó Sarada abriendo los ojos, pensando en que tal vez tenía un argumento para su madre
Entro corriendo a la habitación, buscando la lista de posibles defectos que había hecho de Sasuke, pero había cajas encima de la cama, se acercó lentamente, enfocando los objetos que estaban en su antigua casa, las cosas de su habitación, las estrellas que tenía pegadas en el techo, la lampara de cerdito que le había regalado Denki… Dio la media vuelta, y se retiro de ahí no sabiendo que sentir, buscaba a su madre por toda la casa, su silueta la delato en el jardín, disfrutando del sol. Tenía que darle esa lista de pretextos antes de que su madre se decepcionara aún más de ella, tal vez si le hacía ver que ella siempre tuvo razón le haría ver que Sarada seguía teniendo juicio.
—¿Qué seguridad tienes de que las cosas van a durar para siempre?—Mencionó Sarada, sobresaltándola, haciendo que esta se reincorporara en la silla
Sakura se quito los lentes y la observó, no entendía de que estaba hablando, ni a lo que quería llegar, pero su hija estaba sobresaltada.
—¿Por qué tienes esa seguridad de que estarás con Sasuke? ¿De que él querrá estar contigo toda la vida? ¿Qué tienes de especial?—Soltaba las palabras sin pensar en las consecuencias
—¡Sarada! ¿Qué tengo de especial? ¿Qué quieres decir con eso?
—No estamos aquí para quedarnos toda la vida, ¿No entiendes que puede utilizarte durante unos momentos y al siguiente dejarte en la calle? ¿No es eso lo que me has dicho toda la vida? ¿Qué tiene de especial él? ¿Qué tienes de especial para creer que no va a dejarte en la calle?
—Es muy cruel eso que me estás diciendo, no te voy a permitir decir una palabra más, me estas hiriendo, haces que todo parezca una locura
—Quiero una garantía—Ahí estaba ese viejo nudo en la garganta, aquel nudo formado con sus inseguridades—Si siempre quisiste una vida como esta no pudiste esperar a que las dos pudiéramos lograrla…estábamos tan cerca
Sakura la miro con cansancio y cierta tristeza, Sarada se aferraba a la idea de que ella sería la solución y el cambio, era una esperanza fugaz—Sabes que no podríamos lograrlo, Sarada, no me importa cuánto tiempo me llevé el que logres aceptar mis disculpas, te lastimé mucho al alejarte y ocultarte de tu padre, pero tienes que aceptar que ahora esta será nuestra nueva vida, ese hombre de ahí es…
—No la quiero, no quiero ser la hija de alguien que estuvo ausente, que ni siquiera se preocupo por ti durante todos estos años y que posiblemente solo te esta dando un espacio en su lujosa vida porque no quiere verse en medio de conflictos legales que mancharían su pulcra imagen
—Sarada
—No, es que dime con que seguridad estás aquí, sí estás haciendo todo esto solo para poder brindarme la educación que quiero puedo cambiar mis expectativas ¿Sí? Puedo aceptar que con mis méritos podré lograr las cosas que quiero
—¿Tanto te cuesta aceptar que estoy aquí por amor? ¿Por elección propia? ¿No me lo merezco? ¿No mereces todo lo que siempre deseaste?
—¿Cómo sabes que él te ama? Durante años no te buscó, no pensó en ti, y que no se haya casado no quiere decir nada sobre los sentimientos hacia a ti. Solo dime algo para darle sentido a esta pésima experiencia, ¿quién te garantiza que no te va a abandonar?, y ya renunciaste a la mitad sino es que a todo tu respaldo económico. ¿Qué pasa sino es lo que estabas buscando? ¿Te has preguntado si esa persona de la que te enamoraste hace miles de años sigue siendo la misma?
Su madre la miraba sin saber que decir, no tenía una garantía de que el amor de ambos duraría toda la vida, pero tenía la certeza de que si las cosas no saldrían bien sus hijos tendrían un sustento económico estable, no tendrían que preocuparse ni pasar momentos angustiantes, y para Sarada también vendrían cosas mejores.
—Sí solo le dieras una oportunidad sabrías que él es diferente
—¿Diferente? ¿A todos los hombres? ¿Solo porque es rico y tuvo una educación distinta?—Se burló de la ingenuidad de su madre
—Tu padre es bondadoso, Sarada no tendría que explicarte todo esto si lo conocieras realmente como yo, es todo lo que siempre quise, lo que quería que mis hijas tuvieran, el ejemplo perfecto
—Si era tan perfecto ¿Por qué decidiste tenerme sola? ¿Por qué no lo involucraste? ¡No tenías porque hacerme esto a mí! No quiero tu vida, quiero mi vida, la vida que siempre conocí, quiero mi casa, quiero mis cosas, mi esfuerzo…Hice cosas para ganarme mi lugar, ¿Quién me va a devolver eso?—Algo se había roto nuevamente, se dio media vuelta, y entro tratando de ocultar las lágrimas, anhelando esa privacidad, en esas paredes se sentía tan señalada, tan expuesta. Llegó a su cama, cayéndose arriba de esta, tirando algunas cajas, ocultando su rostro en las almohadas, exigiéndose no llorar por estas situaciones, evitando sentirse vulnerable.
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Cuando se tranquilizó se reincorporo, sintiéndose culpable por señalar a su madre de ese modo, intento recoger las cosas que estaban en el suelo y se topo con las cajas de regalos de Utakata. Se sintió tan estúpida, rechazar los regalos de alguien que se preocupaba por ella. Alguien que posiblemente en sus viajes intentaba llevarle un recuerdo al igual que a sus hijas, porque tal vez no la veía así, pero le daba la misma importancia que a sus seres queridos. Ahí estaba el último regalo que le dio por su cumpleaños, la bola de cristal, la tomó y se la colocó en el cuello, la cara de estúpida que tenía en estos momentos nadie se la podría quitar, se sentía realmente avergonzada por todo lo que había dicho. Intentó abrir la ventana para tomar aire, vio a su madre ser consolada por Sasuke, se tomaban de las manos, se escuchaban y hablaban mirándose a los ojos, no podía creer la situación, tal vez ella si estaba haciendo más difícil el cambio, nuevamente podría abrirse a la idea de darle una oportunidad a Sasuke, pero le era imposible, no lo conocía, no tenían nada en común, él solo había sido la piedra en su camino, un tropiezo en el bochornoso sendero por el que transitó, y si lo meditaba a profundidad, Sasuke sería aquel tormentoso agujero en el que había parado después de toda su trayectoria, maldecía su presencia, la aborrecía, ¿Por qué tenía que moverse de esa forma? ¿Por qué tenía que arrastrarlas?
Los observo durante más tiempo, las expresiones de Sasuke no eran de cansancio, o de que la platica estaba de más, no interrumpía, ni intentaba callarla con besos o abrazos innecesarios, por más que Sarada trataba de encontrarle un defecto no podía, no era indiferente o tenía miedo a los sentimientos de su madre. Nuevamente miro su collar y se preguntó ¿Qué hubiese sido de ella si Sasuke fuera su figura paterna en su infancia? Sus sentimientos eran ambivalentes, pero no quería ceder ante la presencia de él, durante mucho tiempo no necesito de un padre, ¿Por qué ahora sí?
Admitió que en un principio cedió ante su presencia y se abría paso a conocerlo, no esperando que se entrometiera demasiado en sus acciones, porque él ni siquiera había buscado a su madre, sí, tal vez lo mencionó pero las acciones no eran visibles a sus ojos, no había huella de que estuviera moviendo cielo, mar y tierra como él quería hacer creer; Ella solo quiso ponerle un rostro al título de papá, y cuando Sasuke apareció tapo ese hueco debajo de las letras, y hasta ahí todo estuvo bien, pero cuando decidieron ocultarle la relación y las acciones que vendrían después, el ácido estomacal le llegaba a la garganta, sentía rabia por el menosprecio de sus padres ante su opinión, dieron por hecho que ella la pasaría bien con la noticia, y Sarada admitía que cedió finalmente ante la idea de que Sasuke fuese pareja de su madre ya que había presión indirecta de los demás y las acciones de Sasuke no eran intolerables desde esta perspectiva ya que se seguía manteniendo al margen de ellas, estaba presente pero tomaba distancia…Ahora Sasuke se convertía en actor presente durante el embarazo de su madre, en proveedor de ambas, en una persona benevolente, y según su madre, en su padre…Sarada bufaba en su mente los pensamientos del salvador blanco que surgían ante la imagen de Sasuke, éll era un ser divino que abrió las puertas de su casa para que ellas pudieran habitar y resguardarse del entorno hostil donde vivieron, odiaba pensar de esa manera, que las personas a su alrededor lo vieran de ese modo y sobre todo su madre, sabía que no toleraría estar más tiempo ahí, así que por su bienestar emocional y mental pronto idearía una situación que la hiciera volver a su antigua vida, o al menos de rehacer una nueva, con o sin su madre. Entre más le daba vueltas, menos digería la idea de quedarse entre esas paredes envueltas en papel fino, en el eco interminable que se hacía con cada paso que daba, y en la idea de que un hombre se encargara de su educación y seguridad; Por qué si algo aprendió durante su tormentosa y difícil vida fue a subsistir, conseguir un empleo y mantener un hogar, estaba consciente de que no necesitaría de su madre ni de Sasuke para poder hacerlo y estaba demasiado mayor para jugar a la hermana cariñosa, ella ni siquiera sabía si quería ser hermana de alguien, y pensaba lo más mínimo en ello, porque sería empatizar con la situación de su madre, y odiaría ceder solo por esa infame empatía.
La persona que asistía a Sasuke en las tareas del hogar le aviso que la comida estaba lista y sus padres la esperaban, desde que había llegado ahí evitaba la hora de comida en familia, se sentaba hasta que sus padres llegaban, fingía que tenía las manos sucias y se escondía durante horas, para después llegar y recalentar el plato con la ausencia de sus padres, sin personas a su alrededor que le cuestionaran, que le exigieran opinar, pero esta vez quiso observar más de cerca el comportamiento de ambos, tal vez solo quería esa garantía para irse, cerciorarse de que su madre estuviese segura, bien remunerada y "querida".
Cuando llegó sus padres seguían platicando sobre las soluciones que podrían tomar, pero detuvieron la conversación al ver su silueta, ella se sentó lo más alejada posible, Sakura estaba a punto de decir algo, pero Sasuke le colocó la mano tratando de intervenir, le hizo la seña de que mantuvieran la situación tranquila, creyendo que ese era un paso demasiado difícil para Sarada. Para él era suficiente que se sentara en la mesa, ya vendría más tiempo donde pudieran hablar de cualquier cosa, pero para Sakura era difícil, ella se había acostumbrado a las charlas de su hija, aunque era difícil con la presencia de alguien más, no era imposible, inclusive cuando Utakata estaba presente ella solía hablar, o, aunque estuvieran enojadas, Sarada era la primera en quejarse, y aunque fuese una discusión la mesa nunca estaba en silencio.
Esta vez Sarada maldecía el silencio, solo estaba el eco de los cubiertos, no había conversación, solo miradas que no podría descifrar, estaba un poco avergonzada para fingir que no había pasado nada, y en una situación indecisa sobre que sentir al respecto si su madre le hablaba, pero no sucedió así, lo que le hacía preguntarse al mismo tiempo si Sakura estaría molesta con ella por lo que le dijo, ni siquiera Sasuke decía algo, es como si esperaban que ella hablara, y tenía tanto por decir, pero sus palabras no se gastarían ante la presencia de él.
El pánico cayó en ella como rayo haciendo que soltara la cuchara y pensara nuevamente en que tanto supo su madre de ella, ¿Se enteró de las propuestas? ¿Su madre estaba decepcionada por ello? ¿Es por eso por lo que no regresaban a su vida anterior? Intento disimular sus acciones, pero en su pie recayó la ansiedad, lo movía desesperada, daba vueltas al mismo asunto, negó el suceso, ¿Cómo lo iba a saber su madre? Estaba paranoica, y de eso se trataba todo.
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Sacó de la caja de juguetes sexuales el celular en conjunto con los chips que usaba para las propuestas, sabía que su madre no buscaría en algo tan privado, ¿O ya lo había hecho?
Posiblemente, si había invadido su teléfono y sus vídeos con Kawaki ¿Por qué no descubriría lo que había en esa casa sin candado? ¿Por qué su madre respetaría juguetes sexuales cuando no respeto lo que había en su galería?
Sus manos temblaban ante la presencia de ese teléfono, lo había encendido y el suspenso estaba en el aire, la espera parecía eterna, no tardó en saturarse de mensajes de auxilio. Hubo una desconexión con su entorno, se centro en aquellos pensamientos que la guiaban hasta el suceso en la playa, aquel "llamado de atención", sus labios temblaron, e intentó ocultarlo, demostró aquel valor para indagar en los mensajes, quería encontrar alguna advertencia, algún indicio de que alguien sabía quien era, pero todo parecía ser un espejismo, no había pistas del rencor ajeno a su persona, ni mensajes de amenaza o señales de acoso, ¿Acaso se lo había imaginado? ¿Todo era producto de su imaginación para ceder en el ritmo de vida que llevaba?
¿Acaso se estaba negando el evento?
Sabía que el miedo seguía debajo de sus uñas y en su andar, que no podría salir sin dejar de preguntarse de donde vendría el ataque, y no quería seguir viviendo de ese modo ya que en sus planes estaba su independencia, ¿Cómo se defendería si el miedo la imposibilitaba?
Y sí se quedaba aquí…viviendo en una casa lejana al hogar, ¿Podría superar el evento? ¿Podría olvidar el enojo contra su madre? Y…Si su madre ya estaba enterada de la situación con las propuestas ¿Entendería porque Sarada tuvo que hacerlo? ¿O la vería con desaprobación? ¿Se decepcionaría de ella? ¿Ese sería un pretexto para que Sasuke la alejara? ¿Para que la abandonara a su suerte y la echara a la calle?
Porque estaba esa ligera posibilidad de que su madre le diera la espalda, la dejara a su suerte como sus abuelos habían hecho con su madre.
Decidió ponerle fin al martirio apagando el teléfono, regresándolo a la caja.
Acababa de ponerla en el closet cuando Sasuke la sorprendió tocando la puerta, preguntando con cortesía si su presencia era bienvenida en el espacio de ella. Nuevamente soltó una maldición, ¿Por qué tenía que ser tan educado? ¿Por qué tomaba en cuenta su opinión?
—Iremos a una premier, puedes acompañarnos si eso es lo que deseas hacer—Sarada lo observó, él tenía un ligero brillo en los ojos, pensando que ella aceptaría, pero su respuesta fue contraria a lo que él esperaba—Suigetsu vive a unas cuantas casas de aquí, no dudes en llamarlo según tus necesidades—Ella asintió—¿Memorizaste la contraseña de seguridad?
—La sé…oye—Mencionó antes de que saliera de ahí—Si quiero ir a comprar algo aquí, ¿Hay una tienda cercana?
—¿Un mall?…¿un supermercado?—Sarada negó
—Una tienda de abarrotes—Él negó
—¿Necesitabas algo?—Ella se dejó caer de hombros—Hay una bolsa de granos de maíz y debe existir una palomera por ahí—Al menos eso le daba ánimos—Creo que esta en el sótano
Sarada asintió maldiciendo por lo bajo, su madre siempre le decía que cuando se quedara sola nunca asistiera ahí. Esta vez Sasuke se retiró dejándola sola, ya no hubo avisos por parte de su madre, cuya acción reafirmaba la paranoia de Sarada; Le pidió al sistema operativo canciones, y estas se escuchaban por toda la casa, buscaba una distracción de sus pensamientos, tal vez era momento de explorar, llevaba semanas negándolo, tratando de controlar las ganas que le daban de descubrir los misterios de su padre, tal vez tenía otra familia, y tal vez ese era el boleto de salida.
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Había descubierto las viejas fotografías y cartas de ellos, en un lugar accesible, como si este hombre no tratara de ocultar nada, o tal vez sería para deleitar a su madre y que esta callera en la historia de "Nunca te olvide" escuchó que la puerta se abría, ella frunció el ceño ¿Tan pronto habían regresado? Tal vez su madre se había sentido mal, se levanto de ahí dejando todo y yendo a la puerta rápido. Se asustó cuando escucho la alarma, pero esta se detuvo de inmediato, bajo los escalones principales y se topó con alguien de cabello largo, tenía lentes obscuros, guantes negros, y una vestimenta atípica. Sus ojos se abrieron, tal vez si la estaban espiando, tal vez alguien venía por ella.
Él también se quedo helado, se quito los lentes lentamente, y dejó de sostener la maleta, Sarada observó la maleta y pensó que la echarían ahí.
—¿Cómo entraste aquí?
—¿Qué es lo que quieres?
Preguntaron ambos al mismo tiempo.
—¡Sí, buena broma Sasuke ja-ja! déjate de idioteces y sal de ahí
Sarada frunció aún más el ceño, observó su rostro, sino fuera por las ojeras y el cabello largo sería idéntico a Sasuke. Sintió alivio durante unos segundos, tal vez sería pariente de él, pero no bajaría la guardia, recordó las palabras de su madre y como la familia de Sasuke se comportaba de forma hostil.
—Mira linda, no suelo estar involucrado en este tipo de situaciones, si mi hermano te pagó para hacer este tipo de bromas, créeme te pagaré más de lo que él pudo darte—Veía que ella no respondía nada, ahí tenía Sarada el comentario que tanto esperaba, Sasuke contrataba a mujeres para su hermano—Dime, ¿Qué es lo que te dijo que hicieras?
—Quedarme aquí—Menciono tranquila esperando que Itachi le diera más pistas acerca de lo que ocultaba su "padre"
—Si bueno, te pagaré un auto, tienes la edad de mi hija maso menos así que no tendrías porque verte involucrada en lo que sea que te haya dicho mi hermano que hicieras, no desperdicies tu vida cariño, hay otras formas de vivir ¿Sí? ¿Cuál es tu nombre?
Y otra razón más, no le había dicho a su familia sobre ella, eso significaba que todo era una fachada, un gran insulto para ella y su madre. No podía ocultar la sonrisa naciente, y un torcido gesto de repudio ante las acciones de los hombres.
—Sarada—Mencionó
Itachi volteó a todos lados buscando la cámara, o a Sasuke—¡que gracioso Sasuke! Sal de ahí de una vez
—No esta
—¿No esta? ¡Acordamos no bromear niña! No es gracioso todo esto, sé que Sasuke te pagó para que dijeras que eras su hija, es una pésima broma, eso no se hace niña
Entonces si le había comentado sobre ella, tacho eso de su lista de inmediato, pero ¿Por qué él pensaba que era una broma?
—¿Entonces, eres hermano de Sasuke?
Le señaló con el dedo indicándole que esperara un segundo—Aoda—Le habló al sistema operativo—Llama a Sasuke—Al tercer tono respondió
—Te dije que no me fastidiaras más—Le dijo entre dientes
—¿Dónde mi/erda estás?
—¿Importa?
Itachi caminó al lobby en busca de Sasuke, en la llamada había ruido lo que indicaba que no estaría cerca, encendió la televisión. Sarada mantenía su distancia de Itachi, estaba preparada para lo que estuviese a punto de suceder.
—He venido a verte
—¿Por?
—¿Cómo que por? Me preocupaste con tus jodi/das bromas, que por cierto ya se salieron de control, esto no es tan divertido
—¿A qué te refieres?
—La niña, la niña que encontré en tu casa
—¿Qué hay con eso?
Sarada escuchaba la conversación, esperando que su madre también estuviera escuchando las acusaciones de Itachi, ahí se daría cuenta que Sasuke las ocultó de su familia, que la insistencia porque los conociera era mera cortina de humo.
—Itachi que gusto saludarte—Escuchó la voz de Sakura
—¿Sakura? ¿De verdad eres tú?
—¿No reconoces mi dulce voz después de tanto tiempo? ¿Es que ya me olvidaste cariño?
—Definitivamente esto se esta saliendo de control, ya, lo siento, no debí hacerlo ¿Sí? ¡Ahora ya deja de bromear conmigo!
¿Qué pensaba Sasuke, que le iba a creer así sin más que tenían una hija? Observó las fotos que tenía Sarada sobre la alfombra
—Te veo al rato—Mencionó Sasuke, colgando
Sarada vio el mensaje de su mamá "Ese idiota que esta ahí es tu tío, no te asustes". Ahora, ella necesitaba buscar respuestas
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Observaban las fotos de antes, Itachi tenía en sus manos las de Sarada y Sarada las de Sasuke y su madre de hace años.
—No puedo negar que eres idéntica—Bebió de la botella, había sido un golpe de realidad tremendo que no podía asimilar
—¿Por qué pensaste que era una broma?
—Tú padre y yo tenemos esa cruel costumbre de mofarnos entre nosotros. Hace unos meses le conseguí una cita, con alguien que él odiaba. Le había dicho que, si llegaba a cierta edad sin tener una esposa o hijos, me encargaría de eso, al parecer él lo olvido, pero yo no
—¿Por qué hiciste eso?
—Mis padres me lo encomendaron, es mi deber como hermano mayor
—Suena como algo estúpido
—Supongo que, a oídos externos, sí, así que pensé que me estaba jugando la misma broma
Y ahí quedaba descartada la otra anotación en su lista.
—¿Y tus papás?
—Oh…creí que habían hablado sobre ello ya, pero noto que no te lo ha contado…bueno, ellos… fallecieron hace años
—Lamento escuchar eso—Itachi hizo un gesto despreocupado—¿Y quedaste a cargo de él?—Nuevamente bebió de la botella
—Hubiese querido—Mencionó amargo—Mi abuelo quedó a cargo de Sasuke, a mi me mandaron lejos, cuando tuve la edad suficiente Sasuke era grande, fue cuando pude formar parte de su vida. Supongo que es algo que tenemos en común—La señalo a ella, y luego se señaló, a este punto la cerveza estaba haciéndole efecto, sacando su lado sentimental—siempre llegamos tarde a la vida de él
Sarada se dio cuenta de lo doloroso que era para Itachi hablar sobre esa situación cayendo en cuenta de que no conocía a Sasuke, no sabía que sus padres habían muerto y que quedó a cargo de su abuelo, solo sabía que su familia era despectiva con su madre, ahora sabía a cuál familia se refería.
—Pero que bueno que estén aquí, tú y tu madre con él, al fin esta casa no estará sola—observó el lugar—Era de mis padres
—¿Sí? ¿No es de Sasuke?—él negó
—Es lo único que le dieron a tu padre, aunque seguimos en problemas legales por todo lo que le corresponde, pero supongo que ya deberías estar enterada del conflicto con el bisabuelo
No dijo nada, ella no sabía nada acerca de Sasuke, ni siquiera que su bisabuelo seguía vivo.
—Mira, como dos gotas de agua—Le enseñó la foto de ella, y luego le mostró una foto de Sasuke que tenía en su teléfono. Sarada sacó la foto que había realizado con la app—Mejor que una prueba de ADN—Dijo Itachi riendo, soltando un par de lágrimas—Perdón, es que estoy muy feliz
—¿Por qué no hablas como él?
—¿Cómo él? ¿Te refieres a que habla más culto y propio?—Sarada asintió, sorprendiéndose, pensó que solo ella lo había notado
—Sasuke tuvo más educación que yo, debe ser por eso
—¿Qué? ¿Tú no?
—No quiero decir eso, sino que más formal, no, más bien…fue sometido a una educación más estricta, si, eso y bueno es abogado, a esos tipos les encanta ma-mar. Yo soy antropólogo, la educación me vale un pi/to—Sarada soltó una risa—Bueno, no realmente, pero los formalismos y esas chin.-gaderas, sí…Sasuke regularmente se tuvo que esforzar el doble, vivió enojado gran parte de su vida debido a la poca tolerancia de las personas hacia sus decisiones, mira—Le mostró una fotografía de su hermano a los 16 años—Tan hermoso el hombre, en ese entonces la familia quería que fuese reconocido por su físico, lo metieron a cosas de actuación y esas mier/das de modelaje, decían que tanta belleza se desperdiciaba en los estudios, que debía salir en pantallas grandes y míralo—Mencionó Itachi, arremedando a sus pomposas tías, señalando la pantalla, ahí estaba su hermano, sonriendo a la cámara, hablando sobre su participación
—Cuando dijeron de la premier pensé que iban al cine a ver una película, no a darse a conocer—Mencionó Sarada, observando detenidamente a Sasuke, hablando sobre la película que estaban por proyectar haciendo una breve reseña, desconocía sobre esa historia—Entonces…¿Es actor y modelo?
—¿Por qué me lo preguntas a mí? Es tu padre niña metiche, deberías saberlo—Bromeó—De seguro te pasa lo mismo que le sucedió a él en la adolescencia, obtienes demasiada atención por tu físico ¿O me dirás que no te han dicho lo bonita que eres?
—Me lo han dicho, hasta que hablo—Citó a sus compañeros, al principio pensaban que ella era una chica tímida, lo que la hacía parecer atractiva, hasta que descubrían que no podía cerrar la boca ante cualquier comentario estúpido
—Te tocas mucho el cuello—Señaló Itachi, notando marcas tenues y tomando su mano y observando sus uñas—En algunas culturas lo realizan para honrar a su deidad, que sacrifico la cabeza para conservar la libertad de sus pueblos. Tenían la creencia que el espíritu entraba mediante las marcas que dejaban con sus uñas. Pero en el lenguaje corporal podría ser vulnerabilidad o necesidad de agradar a las personas y esas marcas demuestran que son pasadas, no las podrías hacer con acrílico
Sarada supo improvisar, retirando su mano—Supongo que es para meter la papada—Dijo haciendo una cara chistosa, haciendo reír a Itachi, aun así, no dejo de sentirse observada, analizada, debía tener más precaución, así como ella estaba indagando, Itachi lo hacía de igual forma y si Itachi lo notó, ¿También su madre notaría sus mentiras?
—Entonces, ¿tú no eres de aquí?
—¿Te refieres a que si vivo en esta ciudad?—Sarada asintió
—No, bueno, mi trabajo y el de mi esposa no nos lo permite, quedarnos en un lugar fijo
—Dijiste que tenías una hija
—Tengo una hija, así es, y tres niños, les decimos los Shin, la más grande se llama Indra; Como nuestro tatarabuelo, se llamaba Indra y mi bisabuela Saraswati, Sarada es el nombre alternativo de la diosa del conocimiento—sonrió—Mi bisabuelo eligió el nombre esperando que fuera varón, pero cuando sucedió lo contrario prevaleció el nombre con expectativas severas. Yo hubiese querido que ella tuviera el nombre de mi bisabuela, fue una persona importante para tu padre y para mí. Al igual que mis abuelos, pero lamentablemente fallecieron y tuvimos que separarnos, solo vivimos juntos un par de años.
—Debió ser una perdida dolorosa
Itachi asintió—Algun día él lo hablara contigo, quisiera poder contártelo todo, pero no soy tu padre—Le colocó dos dedos en la frente, empujándola un poco, Sarada frunció el ceño, no entendiendo el gesto—Lamento dar una mala impresión, no suelo ser tan idiota—Bebió de la botella—De saber que esto no era una broma, hubiese traído algo para celebrar, esto es motivo de celebración, además de que ya pasaron esas fiestas donde todos fingen quererse…como sea, no quería que tuvieras una pésima impresión de tu tío y una bienvenida del asco
—Supongo que he estado posponiendo esto, Sasuke me había dicho hace tiempo que quería que conociera a su familia, es solo que no me sentía preparada
—Son demasiados cambios—Le dio la razón—Pero dime, quiero conocer más acerca de ti, tú madre desapareció, no me imaginaba el motivo ¿Dónde creciste? ¿Cómo creciste? ¿Quién te crio? ¿Tuviste una figura paterna?
—Crecí del otro lado de la ciudad—Frunció el ceño ante las preguntas, pero ahora sabía de donde había salido su intensidad
—¿Siempre viviste aquí?—Mencionó sorprendido, Sarada asintió, Itachi no podía creerlo, su hermano había cruzado a otros países en busca de Sakura—No puedo creerlo
Itachi se quedó pensativo, Sarada no tenía intenciones de hablar mucho, así que la invitó a dirigirse a la cocina, donde le habló sobre los talentos culinarios de su hermano menor, también sobre otras cuestiones donde casi pierde un brazo y por eso trae una manga de tatuajes, para tapar la cicatriz. Había demasiadas cosas que Sarada ignoraba y que no se había percatado de Sasuke, cuando Itachi hablaba de él a ella le intrigaba conocerlo, saber por todo lo que había pasado, y que su padre no era tan privilegiado como ella esperaba le dio una apertura por conocerlo. Cuando le preparó un coctel de frutas que había traído de Sunna se animo a hablar sobre ella, la comida hacía más llevadera la situación, haciendo que no fuese tan estresante hablar de su pasado.
—Entonces viviste en el margen, con todo el contexto de violencia a flor de piel—Frunció el ceño, a penas y había dicho como vivió y él ya había interpretado todo—será interesante conocerte, saber acerca de ti y como te desarrollaste debido a ello. Por lo que veo tienes el espíritu altruista de tu madre, no me imaginaría como sería sino lo tuvieses. Lamento un poco que esto parezca un análisis, llevo tantos años investigando sobre la cultura, que siempre me da la impresión de conocer a la gente por medio de esta, no te lo tomes personal, pero avísame cuando deba parar
—No soy un caso de estudio—Se defendió, sorprendiendo a Itachi—No deberías excusarte en tu profesión
Este sacó una sonrisa, esperando que tuviese ese pensamiento crítico. Él alzo una ceja, esperando a que ella siguiera hablando.
—Eso es tan privilegiado—Dijo Sarada riendo, había olvidado que la gente no notaba cuando ella bromeaba
—Lo es—Le dio la razón—Mi hija es tan diferente a ti, me gustaría que un día pudieras acompañarme en alguna de mis investigaciones, necesito una perspectiva distinta, no digo que…
—Sí, necesitas a alguien que te recuerde cuando debas bajarle dos rayitas a tus investigaciones blancas y académicas, claro que lo haré
—Justo
Sus padres llegaron en ese momento, cuanto él acababa de sacar el pedazo de carne del horno, explicando a Sarada las tradiciones que seguían las personas que se lo habían dado.
—¿A que debo tu presencia en mi cocina? —Le cuestionó Sasuke
Itachi abrazo a Sakura—¿Por qué mi/erda regresaron pronto? ¿Tenías miedo de que la cagara?
—No diré lo contrario—Mencionó Sasuke, recibiendo el abrazo y el beso por parte de Itachi
Sarada probó el plato que le había preparado Itachi—Esto es… birria—Mencionó, de igual manera probando el líquido que le había dejado, empezando a desmenuzar la carne y echándola ahí—En caldo
Sasuke se burló de él—Seis meses experimentando en Sunna para revelar que esto lo puedes adquirir del otro lado de la ciudad en distintas presentaciones
—Tu que vas a saber chamaca pen/deja—Le mencionó Itachi, probando su ardua preparación, esta vez Sakura se acercó y cortó la orilla de la carne
—Definitivamente es birria
Sasuke se sorprendió de la confianza que existía entre su hermano y Sarada, a él todavía le costaba conseguirla, y su hermano pasaba menos de tres horas junto a ella, y obtenía esto.
—Eres tan blanco—Le dijo Sarada con burla
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Se balanceaba aburrida en la hamaca, mientras escuchaba las interpretaciones de Sasuke y su hermano respecto a la película, la experiencia de la comunidad y algunos simbolismos que había de diversas etnias. Su madre se había ido a descansar dejándola ahí, ella fingía leer una reseña de la película, pero no podía concentrarse. Le agradaba Itachi, mantenía un lenguaje al alcance de ella, no forzaba sus palabras, parecían naturales, además, hablaba desde el afecto, lo pudo notar con Sasuke, como se abrazaban y le lanzaba palabras tiernas sin pena alguna, Itachi no dudaba en demostrarle el cariño y veía como estos afectos no le incomodaban a Sasuke, los abrazos se los daban sin esa palmada que suelen darse los hombres para no afectar su masculinidad, Itachi hablaba abiertamente de su tristeza, traía el pasado y el contexto a flote, sin temor a las emociones de la otra persona.
—créeme que mi felicidad no cabe en mí, estoy orgulloso de ti hermanito—No dejaba de abrazarlo y celebrar la noticia de que sería papá nuevamente—Creí tan lejana esta realidad en la que ya sabes, no estuvieses solo, sumido en tus proyectos. Y escúchame, no quiero que pienses que todo lo bueno llega tarde—Junto su frente con la de él, sonriéndole—todo llega a su momento, he—Hizo el mismo gesto que con Sarada, colocándole dos dedos en la frente y empujándolo, hablándole como si fuese alguien menor, que no tenía idea de lo que estaba sucediendo
Itachi no dejaba de pensar que Sasuke ya no era el crío pequeño del que lo habían separado, le explicaba como debía comportarse, y a Sasuke parecía no incomodarle, a pesar de que Itachi sabía que esas experiencias las iría descubriendo, no dudaba en guiarlo, y Sasuke dejaba que interviniera reafirmándole su papel de hermano mayor, era importante para Sasuke, pero lo era más para Itachi, sabía que la culpa habitaba en él por no poder estar a su lado y dejarlo en garras de Madara, pero es un pasado que estaba sanando poco a poco.
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Había dejado entrar a Itachi, y ahora no dejaba de pensar en que era un paso para aceptar a Sasuke, y ella no quería hacerlo, porque él había sido el culpable de que sus problemas no se pudieran solucionar, de que haya perdido su vivienda, el lugar que la vio crecer, y de que sus sueños se estén sintiendo tan lejanos.
Pero finalmente pudo obtener esa garantía, si ella se iba y su madre no la seguía, su madre estaría rodeada de personas que se preocupan por ella, no le haría falta el dinero, y las preocupaciones disminuirían, tendría tiempo para ella y tomaría los puestos sin dudar de su capacidad.
Tragó con profundidad, aceptando la decisión de marcharse.
