Escocia vuelve de hablar con Inglaterra, protestando y Bélgica le mira, con esa carita de preocupación que pone cuando sus hermaaaanos o Espaaaaña o Romaaaaaano.

—En serio es... Ugh, voy a estrangularlo un día de estos.

—¿Qué ha pasado?

—Está viniendo.

—Ugh... ¿para qué lo necesitas con tanta urgencia? Cymru y Lux se fueron.

What? ¿Como que se fueron?

—Lux me dijo que Cymru estaba muy triste porque se murió alguien... que no se sentía bien para nada.

—Que se murió... ¡Su puto sentido de la vergüenza es lo que se ha muerto! ¡Joder!

—¿Qué pasa? Lux estaba preocupado — Bélgica parpadea.

—Ha ido a tirárselo, ¿no? Como no vuelva...

—Han dicho que intentarían volver, igualmente tenían esa cosa en la noche a la que no sé si van a querer ir. ¿Va todo bien con... todo? — Bélgica parpadea porque... es que ya de por si esto es un poco raro.

—No. No. ¡Todo es un desastre!

—Pero ¿qué pasa? ¿Desastre de qué? — Le mira, preocupada... y de hecho también le mira Burundi.

—Hay que... ha pasado algo bastante complejo. Necesito a England para resolverlo, pero está en plan idiota y no quiere entender y... —de repente nota a Burundi—. ¿Tú haces magia?

—Ay, ya vamos a empezar con eso —Bélgica hace los ojos en blanco.

Escocia sigue mirando a Burundi porque ya sabe que Bélgica no... lo entiende, pero si ella tiene sus genes... o algo.

—Ehh... —Burundi mira a su madre de reojo y es que no me puedo creer que sea la consentida sin que siquiera le haya intentado explicar esto y hacer que lo haga—. P-Pues no tanto como tú...

—Vale, vale. Probablemente es suficiente. Cuando llegue England miramos que hacer... —sonríe de esa manera—. Tu abuela te hubiera detestado.

—¿Por? —levanta una ceja.

—Los niños de England no pueden.

—¿Y eso haría que la... abuela me detestara? ¿Ella era como Mum?

—Sí. ¡No! No se parecían en nada...

—¿Y se parecía a ti? O bueno, tú te parecías a ella.

Bélgica sube un pie al regazo de Escocia para que le masajee la planta Y ahí va él a ponerle las manos sobre los tobillos de forma natural.

—Nah! Se parecía... a England, de hecho. Pero no.

—Aun no entiendo por qué iba a odiar a Burundi por hacer trucos de magia... ¿no hacia ella trucos de magia también? —pregunta Bélgica, relajándose un poco.

—Ella fingía detestar a la gente que le gustaba.

England no finge detestar a la gente. England detesta a la gente.

—A algunos los detesta y a otros finge hacerlo.

—Ohh... ¿y a Burundi fingiría detestarla? Es que no acabo de entender la causa.

—Claro que sí, como lo fingía con nosotros.

—¿Fingía no quererlos?

—Seh...

—Con como hablas siempre de ella, insisto que me hubiera gustado conocerla — Bélgica suspira y sonríe.

—Nah, a ti sí te detestaría.

—¿Por? —levanta las cejas

—Por infantil y tonta.

—¡Oye! ¡Yo no soy infantil y tonta!

—Ella lo es.

—Oh... venga, es... era joven cuando les tuvo, ¿no?

—Aun así. Tú también eras joven cuando los tuviste, ¿no? Ella era más joven, pero igual... voy a llamar a Cymru y a gritarle. ¿Dónde te ha dicho que han ido?

—No me han dicho, seguro han ido a casa. Oye... venga, no le grites si se siente mal.

—Es que si se siente mal tenía que quedarse a arreglarlo, no estar... haciendo el imbécil y yendo a tirarse al primero que se le pone en bandeja.

—Luxemburgo no es el primero que se le pone en bandeja, ¡es su marido!

—Si vieras que no... ¿Siempre es así? Tu hermano, digo.

—¿Así cómo?

—Pues... con él. Ya sabes... todo ese... rollito.

—Si que son así, ya lo sabes. Están tonteando todo el tiempo.

—Dan un poco de asco, ¿no?

—¿Qué te pasa? No dan asco...

—Pues así todos... "ay, no sé qué te molesto por aquí blibliblí, risita, risita"

—Pues así son, ya sabes que así son siempre..

—Eso no los hace menos asquerosos

—Qué va, no seas envidioso —Bélgica se ríe.

—¿Envidioso por?

—Pues suenas envidioso... quieres que empiece a meterme contigo y te molesto por aquí, bliblibli, risita risita.

—Ustedes son mil veces más asquerosos —añade Burundi.

—¡Claro que no! No seas ridícula.

—¿Te recuerdo que acaban de hacer esa cosa SUPER ASQUEROSA en la piscina? —protesta Burundi—. No puedo creer que sean capaces de... hacer... ¡eso ahí!

—¡No es lo mismo! —no le hagáis caso, le pasó los mismo con Irlanda. Estaba así un poco de... y si ahora deja de quererme porque esta chica... o este chico... aunque seguramente eso sería una bendición. Igualmente, tampoco es como que me quieran. Tú no le dejes de querer como no le dejó Irlanda y todo irá bien.

—Venga ya, ¿estás celoso? —pregunta Bélgica sonriendo un poco —. Sabes que te quiere aún.

—¿Q-Qué? ¿Por qué iba a estar celoso? —se tensa.

—Has puesto esa carita de... "A mí ya no me hace casooo"

Parpadea un par de veces y sacude la cabeza.

—Ja, sí, claro, como si quisiera que me lo hiciera—responde poniendo los ojos en blanco.

—Ya, ya claro... y como si no te hiciera el suficiente caso... sí son como mueganitos —es una expresión de que están pegados todo el tiempo yendo arriba y abajo juntos.

—Anda ya, si soy más feliz cuando pasamos meses sin vernos.

De repente tocan a la puerta

—Que vas a ser más feliz así...

—Si es insoportable —se levanta para ir a abrir la puerta, muy bien entrenado y ahí vuelve con Inglaterra.

—Lo que no entiendo es porque hiciste el primer viaje —protesta Inglaterra mientras entran.

—Eso no tiene nada que ver aquí, ya te lo he dicho, la cosa es que mi yo de esta línea de tiempo tiene que estar por aquí —Escocia desvía la pregunta.

—Pero es que ya te he dicho que volver al pasado a detenerte a ti mismo de ir al pasado tampoco funciona, ¡vas a quedar perdido en una paradoja temporal!

—Y yo te he dicho que volver con mum no funciona, esto es mucho más tarde que hay que repararlo, solo harás el problema más complejo.

—¡Pero mum es la que puede arreglarlo!

—Sí, ¡pero mum no ha vuelto a la vida en esta línea de tiempo!

—Hola, England... —saluda Bélgica con la mano—. ¿Cerveza?

—Ah... yes, vale —se encoge de hombros.

Ella se levanta para ir al refrigerador, bastante menos... agresiva y salvaje de lo que suele la Bélgica que todos conocemos, ser con el inglés, pero Inglaterra sí es bastante menos educado de lo normal.

Los británicos se quedan discutiendo los pormenores un rato más hasta que le dice que Gales se ha ido, así que Inglaterra pone los ojos en blanco mientras Escocia se va a intentar llamarle.

Gales ignora su teléfono como cualquier cosa... Bélgica les mira y suspira sin entender lo qué pasa, la verdad, decidiendo qué hay bastantes cosas que hacer como para seguir aquí...

—Bueno... creo que voy arriba. Cualquier cosa me dicen —pide levantándose.

Así que en lo que Escocia sigue con Gales, mientras vaga por la casa Inglaterra decide seguir con su plan con una puerta cualquiera. Aunque la verdad ya que va a ir... va a robar toda la comida que pueda de la cocina y ropa de Congo y de Bélgica para todos.

¡Rata! ¿¡Por qué va a robarse... ropa!?

Porque sabe cómo eran ellos de niños y no tenían mucha ropa ni comida en general y aquí pueden comprar más en cualquier momento.

El caso es que va al cuarto y toma una bolsa de deporte, metiendo dentro todo lo que parece que les puede valer y ayudar y no es extremadamente de plástico o de colores brillantes.

También roba ropa de Bélgica para Britania, de nuevo, cosas de abrigo y de colores sobrios, nada extremadamente plástico ni elegante. Más ropa tipo de deporte que cosas muy finas. Luego decide robar algunas sabanas y toallas también.

Va a la cocina a por una bolsa de comida, cualquier cosa envasada en plástico la abre y la envuelve en papel o cartón. Incluso en papel de aluminio. Roba también algunas herramientas de cocina y cosas que Britania tal vez podría vender.

Sobre todo, cosas de metal o de madera. Desde luego intentando ir con mucho cuidado con el plástico. Finalmente decide ir al baño. No debería hacer esto, pero... el señor de la droga va a robar jabón y medicinas también.

Se cuelga las bolsas al cuello y se va a la puerta a hacer sus pases mágicos.

Bélgica termina de doblar el último juego de sábanas y toma un bonito y gran altero para llevarlo a guardar en el armario de blancos. Debes notar que te han vaciado el armario de ropa de casa casi entero.

Cuando Inglaterra cruza la puerta con cuidado mirando primero que no haya nadie por ahí que vaya lanzarle una flecha o algo.

Al ver que no hay moros en la costa, Inglaterra echa dentro las bolsas de cosas robadas y luego se mete dentro, yendo corriendo a recoger una bolsa porque le ha caído en un estúpido charco porque llueve. Que puto asco que no pueda robar un impermeable.

Justamente Bélgica, cruza el linde de la puerta... de ESA puerta, porque el closet está dentro de este cuarto... y trastabilla un poco porque el piso no está plano y la puerta se cierra con un suave click tras ella cuando Inglaterra se gira a mirar hacia ahí.

—¿Pero qué...?

Bélgica siente el agua sobre ella... la luz es rara y hace viento... y aún no ve bien con tanta sabana...

B-Belgium?!

England?

—¿Qué haces aquí? ¡No! ¡No debías venir tras de mi!

—Eh? ¿Qué pasa? ¿Estoy... que hiciste aquí dentro?

—¡Magia! Bloody hell —aprieta los ojos porque esto es un desastre—. No puedo abrir y cerrar el portal tantas veces en este tiempo, my mother va a... ugh. Bloody hell contigo.

—No entiendo... está aquí el... dónde está mi mesa que... —Bélgica intenta poner sus sábanas en algún lado y terminan sobren una piedra.

—No, no, recoge eso. Vamos. Hay que darse prisa.

Bélgica parpadea y parpadea

—Mira, esto es bastante complicado, así que NO te separes de mí. No quiero quedarme aquí más de lo imprescindible... y mejor no hables con nadie.

—¿Qué pasó? Qué... qué... pero estaba guardando las sábanas.

—Bueno, pues ahora las has perdido para siempre. Vamos. Aún tenemos que recorrer medio bosque, esto es el pueblo.

—Pero no entiendo qué pasa.

—Esto es Londinium, estamos en el año cien después de cristo. Vamos a ver a mi madre.

—¿¡De qué estás hablando?! —ella mira alrededor —. No entiendo qué pasa

—Mira, Belgium, hasta donde sé no eres idiota, solo sumamente densa, así que no me digas que no entiendes. Si acaso no te creerás lo que pasa. Pero no hay nada que entender. Hemos viajado en el tiempo a través de un portal mágico, estamos en el año cien después de Cristo en el asentamiento romano de Londinium. Vamos a ir a ver a mi madre. Le vamos a llevar todo esto y la vamos a ayudar a hacer un hechizo para que cuando Roma la mate, pueda hacer a todos volver a la vida y restituya el continuo tiempo. Es probablemente el bloody hechizo más complejo que se ha intentado nunca, pero debería o arreglar las cosas.

—Debo de estar soñando.

—Sí, vale. Estás soñando. Ahora, no toques nada, no hables con nadie y sobre todo no te separes de mi —empieza a andar. Bélgica carga sus sábanas y va tras él.

—Pero... ¿A dónde vamos? ¿Con... t-tú madre?

Yes. Fuera del pueblo, hay que cruzar el bosque.

—Todo... se ve muy real... son muchas sábanas, ¿no habrá donde guardarlas?

Yes. En casa de mi madre. Por la reina y vas en bañador...

—Pues claro que vengo en bañador...

—Van a pensar que tú y yo... —aprieta los ojos—. Ugh. Hazte un vestido con una de las sábanas al menos

—¿Que tú y yo qué?

Nothing —se sonroja y no la mira.

—¡Espera, England... espera! —protesta intentando seguirlo —. Me estás diciendo que viajamos en el tiempo... ¿así como en Dark?

—Sí.

—Esto es... ¿es una broma de Alba? ¿O para Alba?

—Eh... para él. Mira, él también va a estar y hasta donde me ha dicho, ha hecho esto antes contigo, así que... bueno, yo qué sé, ¿no te da curiosidad?

—¿Ha hecho que? ¿Curiosidad él? Verle de... d-de... Ohh. ¿Qué edad tiene?

—Pues... la verdad... yo qué sé, yo era un niño pequeño, supongo que él será un adolescente o así —no que va, pero Inglaterra siempre le ha visto más mayor de lo que es, precisamente por ser el pequeño. Bélgica se humedece los labios.

—Dice que su madre va a odiarme.

—Vamos a tener que decir que soy otra persona. Espero que no me reconozcan. ¿Por qué iba a odiarte? O sea, seguro te odia, ella odia a todos.

—Alba dice que me odiaría a mí y a mis hijos... ¿cómo sabes que lo va a hacernos daño?

—Porque es mi madre. Sé manejarla.

—Yo... no estoy muy segura.

—Bueno, tú no tendrías que estar aquí, para empezar.

—¿¡Y eso que?! Con todo gusto me vuelvo a casa si me dices cómo.

—No, ahora no puedes.

—¡Sigo pensando que esto se ve súper reaahh!—las sábanas salen volando u Bélgica se cae de rodillas, habiéndose tropezado con una rama.

—Pues claro que es —ooojos en blanco.

—Ugh —Si, Barro. Barro por todos lados. Se limpia un poco las manos en una sábana

—¡Mira lo que has hecho! ¡Las has ensuciado todas! —protesta recogiéndolas y metiéndolas en una de sus bolsas.

—¡Me he caído!

—¡Pues ve con cuidado! ¡Es que vas en zapatillas!

—¡Pues claro que voy en zapatillas yo estaba guardando mis sábanas limpias!

—A quién se le ocurre guardar sabanas limpias en mitad de una crisis.

—¿Cuál crisis?

—¡Pues esta!

—¡Yo no sabía de ninguna crisis! Tú eres el que dice cosas raras sobre... ir a cambiar el pasado. De hecho, me parece que el que va a hacer una crisis, como siempre, eres tú.

—Yo no vengo a tu casa si no hay una crisis, así que no guardes sábanas cuando yo voy.

—No solo vienes a mi casa en una crisis — Bélgica hace los ojos en blanco.

—Créeme que sí

—Viniste en Año Nuevo.

—Esa fue la peor crisis. Me quedé sin alcohol.

—¡Eso NO es verdad! Es virtualmente imposible quedarte sin alcohol en mi casa.

—Qué vas a saber tú. Me quedé sin en la mía y solo por eso es que fui

—A la próxima te compro más de TU alcohol — Bélgica suspira.

—No quiero más de MI alcohol —chilla sonrojándose.

—Pues estas chillando que quieres más alcohol, te compro del alcohol tuyo y ya.

—¡No es eso lo que chillo! NO ESTOY CHILLANDO.

—Estas chillando... —asegura ella con voz plana

SHUT UP

—Vale, vale...

Inglaterra refunfuña, volviendo a andar

—¿Qué es todo eso que llevas?

—Cosas.

—¿Qué cosas?

—Cosas que no te importan.

—Es que no entiendo de dónde salieron esas cosas, no llegaste con ellas —tira un poco de una de las bolsas.

—¡Eh! Stop!

—¿Qué traes ahí?

—Nada que te importe, ¡es para ellos!

—Pero ¿qué es? ¿¡de dónde lo has sacado?!

—¡Eso tampoco te importa!

Bélgica bufa.

—¿Qué le vamos a decir a tu madre?

—Que... mira, voy a explicarle para que son las cosas que le traigo y como usarlas y voy a intentar repararle las cosas de la casa así que... no molestes.

—¿Le vas a decir que eres tú?

—N-No, claro que no. Le diré que soy... Hermano de Germania.

—¿Hermano de... Germanía?

—Pues no le voy a decir que de Rome. Podría decirle que de Galia.

—¿Galia la madre de France? Nadie te va a creer.

—¡Pues tu tampoco te pareces tanto!

—Yo no he dicho que me lo parezca, solo quiero saber quién vas a decir que eres.

—Tú vas a ser mi hermana.

—Ehhh... vale. Finalmente, casi somos hermanos.

—Ugh —protesta.

—¿Cómo te llamaras? Para irme habituando.

—Tú serás... Cimbria y yo seré... Sajonia

—¿Por qué no puedo ser Belgium?

—Porque Belgium no existe.

—Justamente... ella que va a saber.

—¡No es tonta!

—No he dicho que lo sea, es que puedo ser Belgium y ella no sabe que aún no existo.

—Además no eras medio latina, no vale.

—¿Qué tiene que ver eso? Puedo ser Belgium y ya.

—Pues qué pasa si sabe que Belgium era una provincia latina? ¡No!

Bélgica hace los ojos en blanco

—Tu podrías ser Deutschland

—¡No voy a ser el estúpido Germany! —protesta sonrojándose porque está casado con Francia.

—¿Por qué no?

—Porque... ¡es un bebé!

Bélgica hace los ojos en blanco

—Bueno ¿Cumbria soy yo?

—¡Cimbria!

—Eeeeso, Cimbria

—Bueno, ¡date prisa! — Ojos en blanco.

—Estoy caminando todo lo rápido que puedo caminar en el frío con flip flops.

Bollocks —se para y saca unas... botas de Bélgica de la bolsa, pasándoselas—. Pero son para ella.

Bélgica parpadea.

—Oh... gracias —las toma y le sonríe buscando una piedra para sentarse a ponérselas.

Inglaterra se espera, ceño fruncido.

—¿No tienes unas calcetas? —Bélgica ahí va, a sentarse a la piedra.

Bélgica empieza a aflojar las agujetas mientras Inglaterra rebusca en las bolsas y acaba por darle los calcetines... Ella frunce el ceño, porque...

—Oye... estas... son Justo de mi talla.

—Creo que tiene el pie de tu tamaño.

—De hecho... England, estas son MIS botas.

—Ahora ya no.

—¿Como que ahora ya no? Son mías, ¡las compré yo!

—Pues te compras otras nuevas.

—No quiero otras nuevas, ¡quiero estas! ¿Qué otra cosa tienes ahí? —protesta frunciendo el ceño

—Ni siquiera debí darte estas...

—¡Son MIS botas! —se queja —. ¡Déjame ver lo qué hay en la bolsa!

—¡Te he dicho que ya no!

England, ¿¡QUÉ OTRA COSA TE HAS ROBADO?!

El británico aprieta las bolsas y sale corriendo.

—No! —se termina de amarrar las botas y ahí va detrás.

Pero la verdad es que le saca ventaja, Inglaterra conoce este bosque casi por instinto.

No, bueno, o sea va a sacarle MUCHA ventaja. Bélgica empieza a pensar que esto ya no es un sueño sino una pesadilla.

Igualmente, no la pierde de vista porque...

Porque si la dejas aquí el puto lío en el que te vas a meter. Bélgica termina... caminando un poco sin rumbo, bastante asustada... y... congelada.

—¡Date prisa o te van a comer los lobos!

¡Deja de intentar que Bélgica se convierta en chibifrancia! Funciona bastante bien... para que Bélgica tome impulso.

Pues es que Inglaterra no sabe hacerlo de otro modo.

Repentinamente Bélgica está bastante más cerca de lo que precisa

El británico da un saltito y sale corriendo otra vez.

¡No! ¡Joder! ¡¿De que tamaño es este maldito bosque!?

Pues es que casi le atrapa

—No te voy a quitar las cosas, ¡vale!

—Igual hay que darse prisa!

—¡Pues en la estoy dando, pero no me diste pantalones!

—¡No me pediste pantalones! No debiste venir en bañador. ¡NO DEBISTE VENIR!

—Yo no quería venir! Englaaaaand! ¿¡Cuánto falta?!

—Mucho. No empieces a lloriquear.

—Por qué demonios no podíamos aparecer cerca y no a millones de kilómetros del destino. ¡Hace frío!

—Porque necesitaba una puerta existente y esa era la más cercana a la de la casa que no fuera una de... LA CASA.

—Pues hubieras usado la de... ¡yo que se! ¿Los vecinos? ¿El granero? ¡El baño!

—Use la de los vecinos. ¡Muévete!

—¡Deja de gritarme! Cielos... es que... ¿¡cuánto falta?

—Mucho.

—No me digas mucho que conozco ese truco, England, créeme, tengo tres hijos. ¿Cuantos kilómetros o minutos...?

—Muchos —sonríe.

—¡Ugh!

—Venga, mira, aquí veníamos a jugar a veces, este es el arroyo.

—¿En el que casi se ahogan... todos... varias veces?

—Sí, pero ese lugar específico es un poco más arriba

—¿Y dónde Eire enterró esa pepita de oro para que creciera un árbol de pepitas de oro?

—Eso... solo lo sabe Ireland.

—Esa historia es muy tierna...

— No que va.

—Sí lo es y tú madre toda enfadada...

—Eso dejará de hacerte gracia cuando la veas.

—¿Enfadada? Ugh... bueno, hay que entenderla, con tanto niño y sola.

—Yo también tengo tantos niños y estoy solo — La mira de reojo.

—Ya... bueno. A mí que me cuentas, es tu madre.

—Pues que ni la defiendas tanto.

—No la defiendo... ¡cielos!

—Sí lo haces —ojos en blanco.

—¡Solo digo que no debe haber sido fácil!

No contesta, enfurruñado, sigue andando.

—Tu... ¿estás enfadado con tu madre?

—¡No!

—Parece...

—Qué sabrás tú —protesta.

—No lo sé, por eso pregunto... —se queda en silencio un rato, pensando y él sigue andando sin mirarla, en silencio.

England... cuéntame ¿cómo ... estaban entonces? ¿Qué... qué puedo esperar de...? hum...

—¿Esperar de qué? — la mira de reojo.

—¿De verdad vamos a casa de tu madre estando pequeños todos?

Yes.

Bélgica traga saliva, nerviosa.

—Es muy importante que no les cuentes NADA del futuro. Venimos aquí a arreglar la línea temporal, no a destruirla de nuevo.

—¿Qué tenemos que arreglar?

—La línea temporal, el devenir de los eventos.

—Eso lo entiendo, quiero saber que devenir de los eventos quieres arreglar.

Scotland dice que my mother debería estar viva en la actualidad, hay que enseñarla a hacer un hechizo para que eso pase.

—Pero... su madre murió hace cientos de años... ¿no cambiaría eso absolutamente... todo?

—No, si vuelve cuando tiene que volver

—¿O sea quieres que haga efecto zombie? —parpadea.

—¿Que haga qué?

—Que reviva de entre los muertos.

—Pues Scotland no me explicó como lo hizo.

—¿No crees que Alba te estaba tomando el pelo?

—¿Por? ¿Te ha dicho algo?

—No, me ha dicho estás cosas raras.

—No se iba a poner en peligro a este nivel por una broma.

—¿Peligro?

—Esto es sumamente delicado.

—Ya me lo imagino... nadie debería vernos. No es como... ¿terrible que te veas a ti mismo?

—Bueno... sí, pero soy muy pequeño, así que no creo que me reconozca

—¿Y no te acordarás?

—No —la mira de reojo.

—Vale... ¿No se acordará Alba de mi después que cambie... algo de la historia?

—No creo, pero por eso no le puedes decir quién eres ni qué va a pasar.

—No, no pretendía.

Frunce el ceño y asiente.

—P-pero no... sé qué decirle.

—Pues no le digas nada, no has venido a hablar con él.

—¡No voy a ignorar a mi marido siendo un niño!

—Ignórales a todos.

—No puedo no hablar con él.

—Sí que puedes, solo... no abras la boca.

—No, ¡es que si quiero hablar con él!

—Pues aun así...

Ojos en blanco.

—O sea ¿qué quieres? ¿Que no tenga ninguna poca de curiosidad?

—Sí.

—No me dirás que... tú no la tendrías.

—No la tendría.

—No mientas.

—¿Por qué iba a tener curiosidad de mis hermanos?

—No de tus hermanos, de... no sé, de tus amigos.

La fulmina.

—De mí, no nos vayamos más lejos. ¿No te daría curiosidad?

Of course not! —Se sonroja.

—¿Nada de nada?

—No. Mira, la casa está ahí.

—Ah, ¡menos mal! —mira la casa e Inglaterra traga saliva.

—Vamos. Recuerda el plan. Y no la cagues.

—Mira que... pequeña es... —susurra sonriendo un poquito.

Ooooojos en blanco del británico.

—Es bonita.

—No es... Bonita —replica el inglés.

—Es... pintoresca.

Él la fulmina... y aprieta el paso.

—¿¡Qué?! Es... como salida de un cuento —como la casa de la bruja del cuento, si...

No le contesta porque todo lo que dice está mal. Como va a ser pintoresco. No es de cuento. Será de pesadilla.

Bélgica... es que entre más se acercan más le parece que... Es que... esta casa. O sea, Escocia siempre la describía como una casa de un solo cuarto... en la que todos dormían casi unos encima de los otros, pero... de oídas todo parecía un poco menos… O sea, ahora que la tiene delante SI se ve pequeña.

—¿Por qué... no está esta casita en un... pueblo?

—Porque es la casa de la bruja. Cuando está la casa de la bruja en el pueblo la gente le tira piedras.

—Tu madre me da un poco de miedo... —confiesa y ni siquiera la ha visto.

—¿Y a quién no?

—Alba dice que va a odiarme... ¿qué hago para que no me odie?

—Estar callada y decir que eres quien te he dicho.

—Vale... pero es que...

What?

—Es mi suegra...

—Pero ella no lo sabe. Y más vale que así siga —se sonroja.

—Es que... ¡Quisiera decirle tantas cosas!

—¿Cómo qué?

—Lo mucho que le agradezco haber criado a su hijo como lo hizo y haberle dado la imaginación y los cuentos y lo mucho que la admiro...

—Bueno, no le puedes decir eso —frunce el ceño.

—Ya... aun así...

—Y no lo hizo tan bien con Scotland, igual es tonto.

—No lo es.

—Sí lo es.

—¿Por qué lo dices?

—Porque lo es, malo y tonto, ya lo verás.

Bélgica traga saliva e Inglaterra se para frente a la puerta. Suspira... mira a Bélgica de reojo un instante y... golpea con los nudillos.