Y sí que lo hace. Frunce el ceño de golpe al ver a Gales.

Luxemburgo espera pacientemente en silencio a que lo salude al él primero ya que ha entrado delante.

Gales entra, mirándole a los ojos y pensando que seguro SEGURO se ha acostado con Galia. Germania estira más la espalda para hacerse aún más grande.

Luxemburgo se humedece los labios. ¿Quieres un trocito de tensión en el ambiente, Lux? podemos cortarla a rebanadas. Sintiendo justo eso, pero la verdad, no se atreve a decir nada para cortarla

—Atontao' —le saluda el británico casi en un siseo. El flamenco levanta las cejas, porque de todas las formas de llamarle...

—No sé cómo tienes el morro de venir aquí hoy —replica Germania frunciendo más el ceño.

—Germania! Bon jour —decide intervenir ahora sí y sonreírle para que se vuelva a él, tendiéndole la mano. Germania parpadea y se gira a Luxemburgo un instante, que Gales aprovecha para huir hacia dentro de la casa

—Te acuerdas de mí, ¿verdad?

Luxemburg —responde Germania que, no será muy sociable, pero si suele aprenderse cuidadosamente quien es quien y sus nombres. Le toma la mano.

—Oui —se ríe un poco complacido y se la aprieta suavemente porfavornoselarompas

Le da un buen estrujón, ¡pero no exageren! Luxemburgo se queja un poco, la verdad, doblándosele las rodillas, ya deberías aprender a que se les saluda de beso, Germania le suelta sin enterarse y se gira a Gales, que por supuesto ya no está ahí

Ya, ya, France, merci por el consejo. Luxemburgo mueve un poco la mano arriba y abajo y abre y cierra los dedos.

—¿El trabajo? —Germania y sus conversaciones.

—Ehm... comment ça va? Ah! Bien. Con un montón como siempre. Hasta he traído el ordenador —siempre dices lo mismo.

—Bien. Puedes conectarlo a la luz —asiente el sajón muy amigable, según él—. ¿Viene alguien más?

—Tal vez luego te pida ir al taller un rato —sonríe porque no debe ser la primera vez que lo hace—. Ah, non, non. No con nosotros. ¿Cómo están todos?

—Mmmm... casi todos bien —cierra la puerta.

—¿Casi todos?

—Ja.

Por quoi? ¿Ha pasado algo?

—Todo estará bien.

—Ehm... d'accord. Eso espero.

Germania asiente yendo hacia la sala con él, porque... Galia está ahí sola con el muchacho "Sola" Luxemburgo se va tras él.

—Ah, ¡Germania!

Germania se detiene y mira a Lux

—Os he traído esto —saca una caja de bombones y se la tiende, sonriendo. Germania levanta las cejas y sonríe un poco.

Danke, la pondré con las cosas de todos.

Asiente con ello

—Ve a la sala. Ahora iré yo.

—Son para el café, no te olvides —sonríe bromeando porque me parece que alguna vez se los sirvieron como aperitivo, cuando aun no entendían como iba esto.

—Sí, sí. Para el café. Vale —asiente Germania muy serio.

Bueno, volviendo a Gales. Entra a la sala en silencio, asiéndose a sus llaves del coche con fuerza, temiendo exactamente que estén ahí quienes están.

Galia está saludando a Seychelles y Escocia esta con su madre. La verdad, Gales se queda ahí de pie un poco idiotamente sin saber que hacer

En cuanto Galia le nota le sonríe un poco y le hace un gesto para que se acerque. Gales traga saliva y que coño va a hacer, obviamente se acerca, manos en los bolsillos.

Allò, mon amour

Hello —saluda el de vuelta, con el corazón acelerado —. ¿Cómo estás?

Ella iba a levantar las manos para tomarle del mentón y darle un beso, se detiene con las manos en alto al notar el tono, parpadeando un poco y luego apretando los ojos. La verdad, todos les miran de reojo

—¿E-Estas bien? —pregunta él. Britania no les presta mucha atención en un principio, vamos, que esta escena no le es del todo poco familiar

Galia asiente con los ojos apretados, bajando de nuevo las manos y sonriendo. Supongo que... no habrá beso, entonces.

¿Alguien considera que esto es fácil para él? De verdad, DE VERDAD que no lo es.

Galia solo necesita saber cómo van a ser las cosas entonces a partir de ahora. Gales traga saliva, porque se ha detenido y ha bajado las manos y... es que quiere que le toque, da un pasito hacia ella. Levanta una mano y le toca la mejilla.

—¿Cómo estás? —susurra haciéndole un cariño en la mejilla. Ella vuelve a mirarle a los ojos y los cierra, apoyándole la cara en su mano completamente. Es que el impulso de abrazarla y protegerla es enorme—. ¿Germania te cuidó bien?

Toma aire profundamente y asiente

—¿Te hizo sentir bien y querida?

Aprieta los ojos y se separa de su mano sintiendo un poco venenosa esa pregunta. Gales se humedece los labios y la mira, ella aparta la mirada, bajando la cabeza.

—Te ves bien. Me alegro que estés bien —suspira, herida—. Voy a ver cómo van las cosas en la cocina.

Gales aprieta los ojos sintiendo que acaba de hacerlo TODO perfectamente MAL. Ella le suelta y la verdad, no se va a la cocina. Se cruza a Germania y Luxemburgo saliendo.

Germania parpadea al verla ahí.

—¿Galia?

Ella niega pasando por su lado y Germania va detrás de ella.

Gales busca a Escocia con la mirada un poco desesperadamente, que está sentado con Britania

Hello, Mum... —se acerca a ellos dos, sin mirarlos, sentándose junto a Escocia, que le mira de reojo porque... Galia acaba de... como ¿Huir? Él se pasa una mano por el pelo y le mira de reojo también.

—¿Todo... bien?

Hello Cymru —saluda Britania. Gales niega con la cabeza para Escocia.

—La he cagado...

—¿Qué ha pasado?

Gales se echa atrás en el asiento para que Escocia quede entre él y su madre y ella no le oiga del todo.

—Ha sido buena conmigo y yo he sido un cabronazo con ella... —admite, apretando los ojos. Escocia frunce un poco el ceño—. No ha sido intencional... e-es... no sé cómo comportarme.

—Pero ¿qué le has dicho?

—Preguntarle si Germania la había cuidado y si la había hecho sentir bien y querida, p-porque... seguro...

—Oh... but... bloody hell, Cymru

—N-No fue precisamente malintencionado... —se defiende un poco, apretando los ojos.

—Me ha abrazado y ha llorado un poco antes. De verdad me está costando reprimirme de partirte yo la cara de nuevo.

—Quizás deberían todos de partírmela... quizás debería solo dejar de hacer tonterías

Germania se les acerca, porque Galia le ha echado diciendo que quería estar sola.

—Bueno, tal vez era lo que tenía que... —Escocia se calla al verle

—Muchacho... dejaste una cosa del coche encendida —creo que vio esto en una película.

Escocia levanta las cejas con eso. Gales le mira y asume que no ha dejado una mierda encendida. Igualmente se levanta.

El escocés se levanta también porque no se fía. De hecho, en efecto, no te fíes. Germania mira a Escocia y frunce el ceño.

—No, tú no dejaste nada encendido.

—Me dejé el tabaco en su coche.

—Te lo traerá él.

—Quiero fumar antes de volver a entrar.

—Fumarás luego.

—Fumaré cuando me salga de los huevos.

Ojos en blanco.

—Quiero hablar a solas con tu hermano

Escocia mira a Gales, que suspira, porque sí que está esperando que Germania le eche o le sacuda de menos. La verdad, Escocia quiere saber si va contigo o no. Siporfavorvaamatarme.

—Hablarás con él a solas luego —se burla el escocés. Germania bufa un poco.

—Por que no... vamos por algo de beber —pide Gales a Escocia.

Yes, yes... —Escocia, por cierto, saca su tabaco. Solo porque luego Germania es... DENSO.

—¿No habías dejado eso en el coche? —sí, lo es. El pelirrojo sonríe de lado y ni le contesta, yendo tras Gales. Germania frunce el ceño, queriendo matar a Gales, no es por nada. Y a Escocia un poco también.

Ya, ya... siempre esos sentimientos con los británicos.

Ugh, sí.

Luxemburgo se acerca a saludar a Britania cuando se van, sonriendo. Britania mira un poco al rededor a ver si... o sea... ¿habla con ella?

—Ehm... Hello.

—Allò —sonrisa.

—Ehm... ¿buscas a alguien? Porque... no traigo a nadie en el bolsillo...

—Oh, non? Que desperdicio, eso habría tenido su gracia.

—Bueno, eso depende de a quien trajera en el bolsillo.

—Mmmm... en general me parece que hay pocas opciones que no tuvieran una gracia u otra. Aunque solo fuera por el hecho de ser una persona pequeñita como un smurf.

—¿Como un quién?

—Un smurf. Son unos personajes de un cómic. Unas... personitas pequeñas así, azules —pone el tamaño con las manos.

—¿Azules? ¿Por qué son azules?

—Pues porque viven en el bosque y si fueran verdes, no se verían bien en los dibujos en contraste con la hierba... y si fuera rojos serían muy fáciles de cazar.

—Hmm... deberían ser verdes, pero entiendo lo que dices. Por eso no me gustan tanto las historias con dibujos. ¿Y de qué va la historia?

—¿No te gustan los comics? Hay algunos con dibujos muy bonitos.

—Pero lo que importa es la historia, no los dibujos.

—A veces sí, a veces no tanto —se encoge de hombros.

—Oh, venga ya... claro que la historia es más importante que los dibujos. Como en las películas... hay unas que son muuuuuuy bonitas, pero la historia es pésima. Es mejor cuando la historia es muy buena, pero no se ven tan bonitas

—No estoy de acuerdo. Es una forma de arte, aunque no sea un arte en mayúsculas. A veces solo busca la belleza e intentar darle explicaciones a todo para que tenga sentido solo embrutece la idea de lo que realmente quieres mostrar. Como un cuadro surrealista, no tiene que tener sentido para ser interesante. O como una historia de fantasía. Si nos dedicamos a preguntarnos como podría existir una criatura como un dragón, nunca veremos al héroe clavarle una espada y salvar a la princesa.

Britania parpadea

—Pero esto no es preguntarnos cómo puede existir una criatura como un dragón... que existien, desde luego. Y yo no he dicho que no sea importante cómo se ven.

—Mmm... no, solo dejarás de prestar atención al argumento para fijarte en otros detalles apreciables.

—Pero es que... dejar de hacerle caso al argumento es... imposible.

—No. Mira, así funcionan las tiras cómicas, por ejemplo. No hay un gran argumento tras ellas, no son gente viviendo situaciones peligrosas o extrañas. A veces solo son dos personajes, un niño y su perro, explicando una situación graciosa o una reflexión sobre algo que ha pasado en el mundo. No importa en realidad quienes son o como es su vida o porqué están en esa situación, si no la reflexión.

—Bueno... ¿las tiras cómicas no son esas cosas cortas que... son como tres dibujitos?

—Eso es —asiente sonriendo.

—Bueno, algunas son graciosas... pero personalmente me gustan un poco más las historias largas y complicadas, especialmente de... fantasía —admite.

—Eso es gusto personal entonces, contra eso no se puede hacer nada —levanta las manos y se ríe un poco.

—Una vez Belgium me trajo uno de esos... libros de ese... Niño con un pelito parado — y BIEN QUE TE GUSTARON!—. P-Puras tonterías raras y cosas sin sentido.

—Tintín. Es un detective, a mí me gusta muchísimo. Los tengo todos y los he leído mil veces.

—Hay una historia en la que van a mi casa y hay un mono enorme en uno de los castillos

—¿No vives aquí?

—Ya, bueno sí, pero esta no es mi casa.

—Ah, non?

—Es decir, si es mi casa... pero no es MI casa. Mi casa está en el norte, en las islas, donde viven mis hijos. ¿Les conoces? Son Alba... el pelirrojo que estaba aquí hablando conmigo, Eire, el que está con Seychelles, la chica negra. El esposo de Galia mi amiga, Cymru... y England, que no sé porque aún no llega.

—Ah... oui, oui. Sí que los conozco.

—Ellos viven en una isla... que es mi casa.

—De hecho, creo que la que no me conoce a mi eres tú.

—Te pareces a Galia, en realidad... —entrecierra los ojos. En efecto, en cuanto sepa que eres hermano de Bélgica puede que sea menos feliz hablándote

—¿A Galia? Mon dieu, vas a hacer que me sonroje. Será por el idioma.

—También, pero... a ver quítate ese pelo de los ojos —hace un gesto con la mano.

—No puedo —se echa para atrás—. No tengo ojo ahí abajo, soy un pirata —bromea.

—No, ¿de verdad? —Britania sonríe con eso.

—Nah —se ríe.

—Pfff... ¡ya me estaba yo preguntando cómo habías perdido el ojo!

—¿Sería una buena historia? No lo sé, siendo un pirata... supongo que... —toma un bolígrafo de encima de la mesa y hace un movimiento de esgrima como si fuera una espada—. En una pelea de espadas.

—Me parece que es así como pierden los ojos todos los piratas —se ríe un poco, deja de caerle bien, hermanodelazorra—. Pero si fueras hijo de Galia lo sabría.

—Supongo que no lo soy —hace el saludo de esgrima con el bolígrafo.

—Aun así, Niño espada, no me has dicho quién eres —Britania entrecierra los ojos, porque no está muy segura de eso.

—Luxembourg —le tiende la mano. Como si le hubieras dicho Rondeburg. Ya volverás a oír ese nombre.

—Luxembuuurg —repite con su cero acento en francés. Le toma la mano, al menos.

—Casi prefiero ser el niño espada—se burla un poco dándole un beso en el dorso.

—Dartanian, te voy a llamar —igualmente, el acento...

—Asegúrate de que France te oiga decir eso —se ríe.

—¡Quizás lo haga! —asegura como amenaza y él se ríe otra vez porque de hecho le haría gracia—. ¿Tú sabes de que va toda esta reunión rara hoy? —pregunta y... precisamente, tocan el timbre

—Para nada. En general no habría venido pero mi hermana dijo que era realmente MUY importante.

—¿Tu hermana?

—Belgique. No sé dónde está —mira alrededor, buscándola. Britania levanta las cejas

—¡¿Tu hermana es... Belgium?!

Oui. ¿Me parezco a ella?

—¡N-No! E-Ella es... ugh, ella es la novia de Alba... ¡mi hijo mayor!

Oui. Lo sé.

—¡Ella es... terrible con él!

—¿Por?

—¡Pues porque le tiene encandilado!

Oui, están enamorados. Es muy bonito.

—No, no es bonito, ¡ella le sorbe la cabeza!

—Y él a ella —se ríe.

—Qué le va a sorber algo él a ella —Los gritos de la mañana indicaban otra cosa...

—Debe hacerlo, si no ya no estaría con él.

—¡No! Es... ella quiere sacarle algo... —en serio Britania, siempre acabas teniendo estas conversaciones raras con la gente.

—Probablemente todo el amor posible —vuelve a reírse pensando que no habla en serio.

—¡Noo! Eso no es amor, es algo mucho más... físico —¿en serio hablas de dinero?

—Ah, bueno, estaba siendo educado.

—Educado. Ella no lo es, es... es...!

—Lo que digo es que no iba a llamarle sexo así de directo.

What the hell! —se sonroja —. ¡No estoy hablando de eso! —Ya, ya, claaaaaaro.

Se ríe otra vez. Francia, que acaba de llegar, saluda a Luxemburgo con la mano, aun hablando un poco con Germania.

—Ah, France!

Britania se gira a la puerta otra vez, donde Inglaterra está saludando a Seychelles e Irlanda se ha ido a buscar a sus hermanos dado que acaba de llegar Inglaterra... UGH.

Ya, ya... Lo siento, chaval.

Le odia, bloody mierda. Aunque Sey le ha dicho "I love you" hoy, así que... está de buen humor.

Francia se acerca Lux y a Britania, sonriendo un poco. Besos para todos, uno, dos, tres para Lux, abrazo, risita. Uno, dos, tres para Britania, abrazo, risita. Luxemburgo reacciona sonriéndole tranquilamente y preguntándole como está.

—Bien... bien. En general todos bien, aquí corriendo porque Bélgique nos avisó a todos de última hora y no pensábamos venir... —hay que quejarse de algo, ¡te avisó ayer!

—A mí me lo vas a contar. Creo que debería ir a esconderme a un rincón.

—Ah ¡no empieces! ¿Está Mónaco? —mira alrededor, abrazándole un poco de los hombros con un brazo.

Non, non. Si'l vous plait, no le digas que estoy aquí. Le cancelé ayer por la mañana y si se entera que a Belbel le he dicho que sí...

—Uhhh... pero está Sey aquí, va a enterarse... ¿o vas a comprar su silencio?

—¿Que insinúas? ¿Qué te iguale el precio?

—¿Igualar? —Francia se ríe.

—¿Superar? Sabía que esto iba a salir caro —suspira sonriendo.

—Ahora nos vamos entendiendo mucho, mucho mejor...—Francia se ríe un poco más y se gira a Britania—. ¿Cómo está maman?

Britania parpadea. Le estas preguntando a la persona equivocada.

—¿Bien? ¿Por?

—Ohh... ugh, vale... ¿dónde está?

—No lo sé, se levantó y se fue, seguramente fue al baño.

Francia suspira, si, va a ir por ella en este instante, preocupado.

—Perdónenme... voy a ir a buscar a maman. Tienes que contarme qué pasó con Allemagne al final, recuérdamelo. Britania, ¿me servirías dos copas de vino, por favor?

Luxemburgo asiente y ahí se va Francia a por su madre casi además como si tuviera un radar integrado. Está en su cuarto, en el baño. Tampoco es como que tuviera que esforzarse mucho.

Maman? —Francia abre la puerta del cuarto. Galia aprieta los ojos y se pinta mal la línea de maquillaje que se estaba haciendo de nuevo—. Maman...

—Estoy aquí, mon chou —se limpia el ojo.

—¿Puedo abrir?

—Oui.

Ahí va, a abrir, angustiado. Ella está sentada en el tocador.

—¿Qué ha pasado? —va directamente a darle un beso y a abrazarla. Ella abre los brazos—. ¿Has peleado con el otra vez?

—No ha sido una pelea...

—¿Entonces?

—Creo que le he perdido.

Francia frunce el ceño un poquito y ella le mira.

—¿Cómo vas a haberle perdido? —le aprieta contra sí y le da otro beso, acariciándole la cara—. ¿qué te ha dicho?

—Que está... que... No estamos bien. Que no es esto lo que quiere.

—Claro que es lo que quiere, ¡solo no es a la velocidad que quiere! —Francia protesta, apretando los ojos. Ella suspira y mira el suelo.

—Cree que nunca va a funcionar. Quizás no lo haga.

—Tu mereces a alguien que te espere... todo el tiempo que necesites. Si necesitas cien años, mereces a alguien que te espere doscientos —Francia se humedece los labios y se separa un poco, mirándola a los ojos.

—France —le sonríe un poco

—Me da mucha tristeza si él no quiere esperarte... porque sé que tú quieres que te espere, y sé que tú quieres que funcione. Pero si no es él... cualquiera. CUALQUIERA de esta fiesta, mataría porque tu les quisieras la mitad de lo que quieres a Galles... así que, él se lo pierde.

Ella suspira con eso y asiente.

—¿Tu qué quieres? —pregunta tomando la toalla de entre sus manos y mojándola un poquito de agua para limpiarle bien el ojo que se estaba borrando y no le ha quedado aún del todo.

—Voy a quedarme aquí y voy a... estar bien.

—¡Es que no me puedo creer que él esté ahí afuera tan campante! Y tú escondida aquí. Non, maman... ¿No quieres salir? Y si te hago un peinado bonito y te pones el vestido más bonito y sales... y te ríes, y que el vea también que esto... —Francia suspira, negando con la cabeza.

—No estoy escondida, mon amour, estoy arreglándome y voy a estar bien.

—Por supuesto que vas a estar bien —le limpia un ojo con cuidado—. ¿Qué ha dicho papa? ¿Y Germania?

—Tu padre no lo sabe. Se lo diré esta noche.

—Va a enloquecer... no sé si más de la alegría que del enojo —le hace una sonrisita, aunque sabe... SABE que nada de esto hace que se sienta mejor. Le da otro beso.

—No se lo digas, por favor.

—No, no voy a decirle nada a nadie que no quieras, no voy a hacer nada que no quieras...

Ella sonríe agradecida de eso

—Quiero que te sientas mejor... Aunque... sé que es difícil ahora, por algún lado tenemos que empezar.

—Solo necesito unos días.

—¿Quieres venir conmigo a casa? Podemos pasar unos días cocinando, comiendo helado... bebiendo vino y poniendo verde a Galles.

Oui, pero no ahora. Deja que le diga a tu padre y a Britania.

—Papa no te va a dejar ir a ningún sitio... nunca más —sonríe de lado—. Britania no tiene idea, ya lo vi... pero maman... ¿qué merde espera Galles que pase? ¿Te está... pidiendo el divorcio? ¿Y por qué ahora?

—Supongo que... ya es suficiente —suspira.

—Me enoja. Tú no mereces esto... —le da otro beso —. ¿Te peino? ¿Tienes ganas?

—No voy a ir tras él—asiente igual.

—No vas a ir tras él, desde luego. Puedes ir tras cualquier hombre que quieras... o puedes salir ahí y pasarlo bien conmigo —le sonríe un poquito —. ¿Quieres que nos vayamos?

—No, tenemos que estar aquí. Tengo que ayudar a Britania —se mira las manos.

—Maman... no TIENES que hacer absolutamente nada que no quieras —le toma de las manos—. Toda la vida haces cosas para hacer felices a los otros. Britania puede ayudarse sola y tu... puedes salir desnuda ahí si es lo que te apetece. ¿Qué te apetece?

—No quiero salir desnuda. Quiero ayudar a Britania —le mira. Francia traga saliva.

—E-Está bien, perdona...

—Es que... este es un momento importante, no quiero perdérmelo solo porque Cymru está herido. Se encontrará mejor pronto. Britania me necesita, Alba me necesita y Belgique también. Y Cymru... Cymru está mejor de lo que pensaba y de verdad me alegro. Siempre ha sido más fuerte que yo.

—Maman... tu eres mucho más fuerte de lo que te das crédito...

—Creo, de hecho, que debería hablar con Cymru —le mira porque no se siente fuerte en lo absoluto.

—¿Quieres que vaya por él?

—Pero no seas cruel —asiente.

—¿Ves... como eres la mujer más fuerte que hay? Cruel está siendo ÉL.

Mon chou... tú sabías esto. No te gustaba esta relación desde el principio. Eres listo y tienes un instinto maravilloso y yo no supe comprenderlo.

—Yo no quería que fuera a lastimarte... No quiero tener razón en esto...

—No luches por las causas perdidas solo porque tu corazón está intranquilo. Todo pasará.

—Tú vas a ser feliz... con Galles, sin Galles o a pesar de Galles —a Francia se le humedecen los ojos.

—¿Cómo no iba a serlo con alguien como tú cuidándome? —asiente.

—Maman... yo voy a cuidarte siempre. No puedo creer que después de todo sea ÉL el que... ugh... esto es un error de él.

—France —le llama y niega con la cabeza. Francia aprieta los ojos y ella le abraza otra vez—. Sí vendré a pasar unos días contigo.

—Ojalá sí, podemos pasear en coche por los pueblecitos si quieres, vas a ver como en nada te olvidas de Galles

—Me apetece mucho —Asiente y sonríe.

—¿Te sientes lo bastante fuerte para que vaya por él ahora?

—Oui

Je t'aime

—Y yo a ti, mi vida.

—Te ves hermosa...

—Y tú radiante. Siempre me encanta como se te ve la piel después de que te acuestes con Angleterre —Inglaterra, muérete de la vergüenza.

—Vas a estar bien —Francia sonríe con eso, levantando la mano y peinándola un poco. Besito—. Voy por él... ¿vale? ¿Te traigo algo?

—Non, solo no seas muy duro con él.

—¿Por qué no quieres que sea duro con él? ¡Lo merece!

—Non, no es verdad.

—Maman...

—¿Sabes cuando tú vas con Österreich y es duro contigo y tú me llamas al cabo de unos días para contármelo? Y siempre me dices que Österreich no tiene corazón y no se pone en tu lugar y por eso no te entiende y es malo...

—Maman... sí puedo ponerme en su lugar... ¡No me estés llamando Autriche! —protesta un poco

—Eso espero.

—Es que... no creo que merezcas a alguien así —Francia aprieta los ojos.

—Venga, no me obligues a ir a mi...

Non! Vale, vale. Le traeré.

Y ahí se va...