«Atención unidades de tierra: En caso de presentar síntomas; Deberán reportar su estado y seguir instrucciones prioritarias, la vacuna está ahora en etapa de investigación y producción prematura. Código: Inocular. Escudo. Administrar.»

El lugar donde me había metido no tenía otra salida más que a un agujero de hormiga león, avance hasta dar con un camino a la superficie.

Intente orientarme hacía el puesto de avanzada combine, allí estaría Jorge u otros rebeldes.

La torre parecía cada vez más cerca, pero las calles eran más largas de lo que aparentaban, sumado a que no fue una caminata tranquila justamente. Entre las hormigas león, escuche disparos al otro lado de un bloque de vivienda.

El cielo raso estaba agujereado en todas partes, producto de las varias capsulas headcrab que cayeron o que seguían tirando, tal vez este lugar fuera un blanco por alguna razón.

Seguí el sonido de los disparos mientras lidiaba con los saltos repentinos de las criaturas que acechaban entre las sombras.

Casi como si hubiera sido lo que llaman «milagro», veo a Jorge de perfil tomando cobertura al final del pasillo mientras disparaba a lo que fuese que estuviera en la calle.

—¡Jorge! —Exclame.

—¡Faraday! ¡Qué bueno que estas aquí!

Empecé a correr sin darme cuenta de las frágiles barras de madera que formaban un puente, la cual no soporto mi peso y se rompió cayendo hacía un agujero de hormiga león.

—¡No! ¡¿Me oyes Faraday?! ¿¡Estás ahí?!

Intente erguirme mientras veía por donde había caído, mientras tosía por la tierra que se me metió en la boca.

Jorge se asomó temblando y con los ojos tan abiertos que parecían dos platos de cerámica blanca.

—No puede estar pasando, ¡La mala suerte me persigue! —Cerró los ojos y se masajeo la cien mientras gruñía de rabia—. ¡Escucha! Estamos intentando entrar en ese puesto de avanzada que dijeron antes, odio tener que dejarte aquí, ¿Ese túnel da hacía una salida?

—Eso parece.

—Bien, espero volver a verte, lo mismo con Oxana, ¿Estaba contigo? ¿Verdad? Por favor… —Suspiro Jorge.

—¡Hey! —Grito un rebelde a lo lejos—. ¡¿Vas a llevar esa caja con las granadas o lo hago yo?!

—¡Ahí voy!

Este túnel no era para nada como el anterior, este sin dudas era un laberinto y tenía restos de objetos que también habían caído en este lugar.

Mis nervios se amplificaban al darme cuenta que el túnel no daba con un camino a la superficie, sino que cada vez iba más abajo, mientras el ruido de las patas de las hormigas león se escuchaban al otro lado, posiblemente de otros túneles aledaños.

Llegue a una especie de piso de departamento que había sido derrumbado hasta llegar aquí, tenía un sofá, una heladera y otros pedazos de vivienda más.

Era un camino sin salida, pero al mismo tiempo fue un sitio en el que podría descansar.

Tuve tiempo para meditar, reflexionar sobre las cosas que he oído, lo que he visto.

Pasar tiempo con ellos tres me hizo pensar que en mi lugar estarían gritando, el miedo los dominaría y discutirían entre ellos tal vez, o quizás, ahora lo que han presenciado en estos días los hubiera unido, si estuvieran juntos.

En menos de lo que conocen como una semana, lo que era cotidiano había terminado.

Allí permanecí, buscando la manera de salir con calma.

La paciencia, es una virtud que pocas especies tienen, tan temida como una maldición.

Intente concentrarme, pedir ayuda de la manera que fuese.

En ese momento, vi fosfenos ante mis parpados, escuche silbidos extraños, sentí escalofríos por todo mi cuerpo, como si soñara despierto o como si estuviera en el gélido y oscuro espacio.

La vista se hace más clara, como la luz de un amanecer.

Finalmente había logrado dar con la vortesencia, sin necesidad de tener que manifestarla, es como si la vortesencia me hubiera encontrado a mí. En el momento; Era algo maravilloso y a su vez tenebroso.

Era como si mi cuerpo y el tiempo se hubiera detenido pero mi mirada seguía fija, contemplo con admiración a uno de los míos con una túnica ceremonial, de las que vi en ilustraciones hechas en Xen, en memoria de tiempos dorados.

Estaba en donde empezó todo, en donde me habían llevado cuando empezó la cuarentena.

—Has hecho avances sorprendentes desde el inicio de la caída de Ciudad Diez ha entrado en juego.

»Siento decirte que tú camino, no solo recibirá una desviación, sino que no ha hecho más que empezar… La ruta que tomaras será dura y solitaria, pero es la manera más fácil de dominar tú poder, es lo único que puedo hacer por ti.

Las paredes se oscurecían como si la realidad no pudiera traslucirse más entre este lugar y su poder.

Por un segundo volví al mundo fronterizo, que tanto allí como aquí, tampoco podía llamarlo mi hogar.

Estábamos en una cueva iluminada por una fogata mientras a lo lejos se veía el final del túnel con el variopinto horizonte de Xen.

»Eres una pieza importante en una caja infinita imposible de comprender o medir desde tu perspectiva, pero, miento si no sería la primera vez que he puesto mis propios intereses en observación.

Veo que porta algo en su mano, una especie de caja que se esconde ligeramente con sus telas.

»Solo hare una cosa por ti, sin importar cual sea el futuro que te depare y las acciones que tomes; Cumplirás tu sueño. Serás lo que en tú época de esclavo añorabas ser, algo que tus sueños creías imposible… Hasta ahora.

Volvimos al lugar donde estaba atrapado, lentamente, de la misma manera en la que empezó este evento.

»Pero los sueños no se cumplen con los ojos cerrados. ¡No huyas de tu destino! Ve, conviértete en un guerrero y ábrete paso con fuerza y con voluntad, demuestra que eres digno de aceptar el desafío que te he otorgado. El resultado que busco no solo será tu supervivencia, sino también tu triunfo.

Es en ese momento en el que me di cuenta…

No sé cómo no lo vi antes…

Pero en el fondo de mi ser, lo note.

Esto no era la vortesencia.

Y él, no era un igual.

Cuando me di cuenta, el color de la realidad ya había vuelto a la normalidad, el tiempo avanzaba como debía ser, pero estaba solo, lo único que me acompañaba era un nivel de concentración que nunca había sentía antes.

Empecé a notar algo que no vi cuando llegué… Ese túnel tapado en la pared…