Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Summary: Secuela de perdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida!¡Qué león tan morboso y masoquista!¿Qué hago resolviendo sus problemas?
Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.
Advertencia 2: Algunas frases orignales del libro Amanecer apareceran en la historia
Parte VIII
El error se evita pensando antes de cometerlo, pero cuando ya está hecho lo único que queda es aceptarlo. —Anónimo.
No me percate en que momento había pasado de consolar al lobo, para amanecer extendida sobre el caluroso césped, unas caricias toscas en mi cabello terminaron por despertarme, después sentí una mano calurosa aferrarse a mi forrada cintura, su clara intención era que no me congelara con el sinuoso viento, estaba demasiado cómoda para moverme, tampoco tenia intenciones de volver con los Cullen.
— Ya se que estas despierta —musito Jacob sonriendo—. Hubiera dado todo meses atrás, por que hubieras despertado entre mis brazos.
— No te hagas ilusiones —murmure con la voz pastosa—, cállate.
— Debes volver con los Cullen —prosiguió Jacob ahora haciendo figuras en mi espalda—, ¿Te imaginas que estará pensando Emmett?
— Si —conteste bostezando—. Estará pensando que ya hemos tocado todas las bases.
El cuerpo de Jacob se tenso y sus manos se quedaron inmóviles, quizás había exagerado mi imaginación.
— Pensaba en otra cosa —repuso Jacob con voz trémula.
Tallándome los ojos me senté sobre el césped, debía tener una pinta espantosa y no culparía si Jacob salía despavorido corriendo a la Push; las manos de Jacob se posaron en mis hombros en un intento de sacudirme para que se me quitara el sueño, cuando levante los ojos para mirarlo, sus pupilas se habían transformado, un negro más brillante las ocupo, a la medida que sus labios volvieron a besarme.
Quise resistirme al contacto, pero una imperiosa necesidad exploto en mi interior y me sentí lujuriosa, otra alma ocupo mi cuerpo correspondiendo al beso, que se iba intensificando cada vez más, sin embargo, el recuerdo de Charles se sacudió con fuerza en mi cabeza y recordé que estaba traicionando a mi futuro esposo, para vergüenza mía.
— Para —masculle contra sus labios.
— ¿Por qué siempre interrumpes todo? —dijo Jacob separándose de mis labios.
Fruncí el cejo molesta, ¿Por qué siempre tenia que ser la cuerda?, además yo era una mujer comprometida y a puertas de casarse con un buen hombre.
— Por que soy la que piensa con la cabeza —conteste soltando un suspiro.
— Me estabas correspondiendo —recordó Jacob muy pagado de si mismo.
— Si —reconocí avergonzada de mi desliz—. Pero no puede volver a suceder, Edward te va arrancar la cabeza si se entera.
— ¿Por qué? —pregunto Jacob componiendo un gesto confuso.
— Por… —trate de hilar una respuesta coherente—. Por que es Edward y él, va parecer peor que perro de caza, recordándome mis obligaciones.
Jacob se levanto abruptamente y me observo desde su posición con ojos acusadores, tenia una deuda con la verdad, además no podía ir escondiendo que yo había echo mi vida de una forma totalmente diferente y cuyos planes era tener una vida hermosa, junto al hombre que nunca me había abandonado pese a las circunstancias.
— ¿Estas comprometida? —pregunto entornando los ojos.
— Si —conteste sintiendo que una carga se desprendía de mis hombros—. Me voy a casar.
— Mejor —comento Jacob esbozando una amplia sonrisa—. Amo el peligro.
Me levante bastante sorprendida por aquella contestación, yo que pensaba que las mujeres éramos acusadas de no tener dignidad, que les pasaba a los hombres de este lado del planeta, no debía estar acusándome de haberlo provocado o de ser una mujer que deja mucho que desear, por que la besaba otro que no seria su marido.
— No te entiendo Jacob Black —dije frustrada—. Deberías estar acusándome como la otra vez, no se, hacer algo o decir cualquier cosa que diga que estamos haciendo mal.
— No se por que te alborotas tanto por un beso —dijo Jacob cruzándose de brazos—, solo ha sido uno y no te estoy pidiendo que te cases conmigo.
— Fueron tres —le corregí frunciendo los labios.
— ¿En serio? ¿Estabas contando los besos? —dijo Jacob poniendo una cara de inocente ovejita.
— ¿Por qué tienes que ser así? —pregunte reprimida—. ¿Qué hice esta vez? ¿Por qué tienes que estar enredándolo todo?
Jacob no hizo caso a mis reclamos, lo que en verdad me enfureció, habíamos cometido un terrible error al besarnos de esa manera, pero no Jacob Black lo veía tan normal como estar besándose con el trapero de su casa, aquel pensamiento me hizo sacudir la cabeza, desde cuando pensaba cosas tan ridículas como esas, el trapero debía dar unos besos horripilantes.
— ¿De que te ríes? —pregunto Jacob mirándome de manera extraña.
— Creo que Forks ya me esta afectando la cabeza —dije dándole la espalda para empezar a caminar.
— ¡Espera! —grito Jacob caminando a grandes zancadas—. Así nunca conseguirás llegar a la casa de los Cullen, ni siquiera sabes donde estas.
— Créeme que lo se perfectamente —dije apretando los dientes.
— Entonces dime, señorita-lo-se-todo ¿Dónde estamos? —dijo tratando de imitar mi voz.
Recorrí con mi mirada el terreno, pero solo veía arboles por todos lados y bastantes altos, la verdad es que los bosques del estado de Washington eran tan iguales, que uno sentía que caminaba en circulo, por el rabillo del ojo izquierdo espié a Jacob, tenia una petulante sonrisita y ya lo vería diciendo "Te lo dije… ni siquiera sabes donde estas parada".
Tome aire para acordarme de los últimos capítulos del tercer libro, menee mi cabeza de un lado a otro como si estuviera removiendo información acumulada, entonces me acorde del pasaje donde Jacob preguntaba "¿Significa eso que el besa mejor que yo?", ¡Hombres!, tenían que estar retándolo toda para vivir felices y contentos, pobre de Bella que le había tocado lidiar con semejantes hombres tan competitivos.
— ¡Lo sabia! —dijo Jacob eufórico—. No sabes donde estamos.
— Ni siquiera me has dejado hablar —dije cruzándome de brazos.
— No trates de confundirme —dijo Jacob con un tono acusatorio—. Admite que no tienes la remota idea de saber la ubicación exacta del sitio.
Cerré los ojos tratando de construir los hechos, que recientemente habían quedado marcados sobre las frías tierras, casi podía ver a Edward y Bella caminando por el sendero dejando el cebo para los neófitos, a Jacob esperando con paciencia para cargarla en su espalda, con la esperanza de que Bella lo escuchara y no cometiera el error de transformarse, casi podía sentir los sentimientos que flotaban aun en el ambiente.
— "Entonces no sería tan malo que lo confirmaras. Tal vez tendrías que intentar besar a alguien más. Sólo por comparar... ya que lo que ocurrió el otro día no cuenta. Podrías besarme a mí, por ejemplo. No me importa que me utilices para experimentar" —musite sin darme cuenta.
— ¡¿Qué has dicho?! —profirió Jacob Black sobresaltándome—. ¿Cómo… cómo sabes eso? ¿Cómo sabes que fui yo quien lo dije?
— "Si tú me pides que te bese, él no tendrá razón para enfadarse. ¿No dijo que no pasaba nada?" —Proseguí perdida en mis pensamientos—. "Si crees que voy a pedírtelo, aguarda sentado, Jake. Aunque seas un hombre lobo, te vas a cansar de esperar".
— ¡¿Por qué estas diciendo eso?! —inquirió Jacob situándose frente a mí con dos grandes zancadas—. ¿Estas echándome en cara mis palabras?
— Cuando me refería a que sabía donde estaba, no me refería en sentido literal —conteste acomodando mi cabello—. Jacob, debes reconocer que estas cometiendo un error; de repente vienes y me besas sin importarte lo que yo sienta o sin ponerte a pensar que no soy la misma de meses atrás, te enamoraste de otra persona y no me utilizaras como medio para saciar el dolor que te esta consumiendo.
— ¿De donde sacas ese rollo psicópata? —indagó frunciendo las cejas—, o, ¿te lo inventas todo sobre la marcha?
— ¡Oh infierno! Elegir el amor con ojos ajenos* —musite haciendo caso omiso a sus preguntas.
Jacob alzo las manos seguramente pidiendo misericordia, casi me volví a reír en su cara, era una escena bastante curiosa estar en medio de un bosque discutiendo, yo debía estar ya donde los Cullen, quienes seguramente ya debían estar preocupados por mi desaparición, por un momento desee tener súper velocidad para llegar lo más pronto posible, Emmett y Jasper ya debían estar armando revuelo y con ganas de buscar pelea a Jacob por haberme raptado de la fiesta.
— Mira —dije atrayendo la atención de Jacob—, vamos hacer un trato.
— Dime —musito Jacob mirándome con desconfianza.
— Voy hacer como si no me hubieras besado —dije mirándolo de manera autoritaria—. Quiero compensarte por lo mal que te la hice pasar meses atrás, así que vamos hacer amigos de nuevo, solamente amigos y nos vamos a respetar mutuamente, también hablaremos cuando las cosas estén resultando bastante extrañas entre los dos. Me caes muy bien Jacob y no quiero que tengas una mala imagen de mí, por lo que sucedió hace tiempo.
El Quileute me escruto con los ojos entornados, había soltado un rollo demasiado complicado, no quería llevarme mal con él, de una manera u otra yo había provocado que estuviera sufriendo ahora, no debía ser nada halagador ser rechazado dos veces y menos por lo que consideras el amor de tu vida; espere con paciencia al veredicto del chico, pero seguía escrutándome con desconfianza, no había ninguna trampa en mis palabras.
— Esta bien —acepto con una cabezazo enérgico—. Voy a dejar que me compenses, voy a ser tu amigo de nuevo, no te voy a prometer nada de todo ese rollo que acabas de echar; mi primera condición será que vengas conmigo a la Push y por mi padre no te preocupes, así no le de gusto verte, tendrá que acostumbrarse.
— Con Billy no hay ningún problema —dije alzando los hombros con despreocupación—. Hace unos días hable con él y me dijo que podía ir a la Push cuando quisiera.
Jacob me observo con la boca abierta y bastante desconcertado con la información, unos días fuera de casa, y las cosas ya no eran tan iguales como quizás pensara.
— ¿Desde cuando tú y mi padre hicieron las paces? —pregunto con desconfianza.
— Cuando pensaron que yo era una alucinación causada por la cerveza —conteste frotando mis brazos por el frio—. Tu padre me pidió disculpas por su comportamiento y asunto arreglado.
— ¡Mi padre lo sabia! —dijo Jacob manoteando—. ¿Hasta cuando piensas quedarte?
— ¿Te parece si lo hablamos en otro momento? —sugerí con ganas de darme una ducha—. Si quieres puedes recogerme por la tarde y hablaremos todo lo que quieras preguntarme.
— ¿Segura? —pregunto sorprendido.
— Vamos Jacob, no te estoy tendiendo ninguna trampa —dije poniendo mis manos en la cadera—. No me voy a ir a ninguna parte por un buen tiempo, creo que tú y yo tenemos una charla pendiente y la verdad tengo ganas de una ducha, también quiero ponerme algo cómodo, por si no lo has notado, me estoy helando y este vestido no me ayuda mucho.
— Como digas —acepto poniéndome en su espalda para irnos del inhóspito lugar.
Jacob corrió con rapidez por entre los arboles, cerré los ojos temiendo por un accidente camino a la mansión de los Cullen, solamente tres veces había viajado en la espalda de los vampiros y les había confiado mi vida durante el trayecto, sin embargo, confiarle mi vida a Jacob era de locos, sus movimientos eran más toscos y con un poco de gracia, que no me extrañaría si nos chocáramos contra un árbol.
Cuando abrí los ojos de nuevo, pude vislumbrar un camino muy conocido para mi, nos estábamos acercando a la casa de los vampiros, quienes ya debían haber escuchado las pisadas de Jacob y latir frenético de mi corazón, me aferre al cuello del lobo esperando no caerme y también para espantar los nervios que me hacían revolver el estomago, sabia que los chicos no serian tan compresivos hasta que le asestaran un golpe a Jacob.
— Hannah —dijo Jacob con voz ahogada —, aun necesito el aire para respirar.
— Lo siento —dije soltando el agarre—; pero aun no me acostumbro a viajar de esta forma, ¿no te molesta los tacones agujas?
— Yo no soy una chica —gruño en son de burla.
Observe con los ojos entornados la nuca de Jacob y solo hasta ese instante me fije en el corte de su cabello, eso de trabajar con sus propias manos era un desastre completo, su pelo estaba demasiado trasquilado, haciéndome recordar cuando dejaba el cabello de las barbie irreconocible.
— Es la segunda vez que te ríes sin que te des cuenta —comento Jacob deteniendo la carrera.
— ¿Se puede saber que ocurrió con tu cabello? —pregunte pasando los dedos por su melena.
— Lo he cortado yo mismo —respondió estremeciéndose.
— Es un completo desastre —dije riendo.
— ¡HANNAH JAMES! —grito una voz muy familiar para mi.
— Bien, que comience la obra —dije bajándome de la espalda de Jacob.
No muy lejos Emmett estaba esperándome con un gesto serio, su rostro lucia cómico y era la primera vez que lo veía actuar con tanta seriedad, suponiendo que todos se habían dado cuenta que me había ido con Jacob, no se necesitaba ser un genio para saber que Edward Cullen maquinaba esto desde larga distancia, seguramente azuzo a Jasper y a Emmett para que me vigilaran las veinticuatro horas del día.
— Hola —lo salude agitando la mano.
— ¿Qué son estas horas de volver? —pregunto Emmett entornando los ojos—. Edward esta llamando cada cinco minutos para saber si habías vuelto.
— Vaya —dije alzando los hombros—. ¿Desde cuando actúas como una gallina clueca?
— No te burles de mi —dijo Emmett acusándome con un dedo—. Ya no me aguanto a Edward llamando cada dos por tres.
— No te preocupes —dije esbozando una sonrisa—. Ya me las arreglare con el señor Cullen.
— Sin embargo… —comenzó Emmett poniendo la mejor cara que conocía.
— Ni se te ocurra —dije mirándolo amenazadoramente—. Emmett Cullen soy capaz de convencer a Rosalie para que me ayude o Jasper te las va cobrar de nuevo.
— Bien —gruño Emmett poniendo mala cara.
Jacob nos observaba de hito a hito tratando de comprender la situación, sin duda yo era una humana temeraria que estaba amenazando a un vampiro de súper fuerza a que no me tomara el pelo, definitivamente los pájaros tirándole a las escopetas. Pero Emmett no se quedo contento y sin verlo venir, me echo sobre su hombro izquierdo para llevarme a la casa, el vampiro no me soltaría hasta que estuviera lejos de la influencia de los licántropos.
— ¡Emmett! —proteste mientras caminaba hacia la casa.
— Tu y yo no hemos terminado —dijo Emmett muy contento de dejar a Jacob con un palmo de narices en el camino
— ¡Jacob nos vemos en la tarde! —alcance a gritar antes que Emmett emprendiera una carrera.
En casa de los Cullen me esperaba un gran interrogatorio, Alice, Rosalie y Emmett se encargaron de sonsacarme toda la información que pudieron, gracias al cielo que Edward se había ido bien lejos y no sabia todos los detalles que no les había contado a los demás. Sin embargo, Alice se paseo delante de mí con una enorme sonrisa, como si Jacob le hubiera dado una excusa de quedarme para siempre en esta historia.
Esme y Carlisle no hicieron ningún comentario al respecto, eran tan compresivos que a muchos les gustaría tener un padre que no te pidiera cuenta de tus actos, pero sin embrago, el silencio y sus miradas te indicaban que había algo mal en todo esto, lo hacían sentir a uno culpable de haber salido sin avisar, además Edward ya se había encargado de enumerar los peligros que corría si trataba con un licántropo.
El único consuelo de este pequeño embrollo, era que Alice no había puesto de nuevo sus manos en la ropa, aun me faltaba mucha ropa por estrenar y hasta ahora me había dado cuenta que la duendecilla se las había arreglado para hacer que en la maleta, diera cabida a demasiada ropa o quizás, no me había fijado que la maleta era la de un batallón.
Después de poner patas arriba toda la ropa, en búsqueda de algo cómodo para ponerme, me decidí por un jean desgastado artísticamente y una blusa amarilla de mangas largas, al menos había algo decente que colocarse, en vez de los trajes llamativos que me habían elegido. Tome mí antigua chaqueta y me dispuse a bajar para irme a la Push, no iba a estar tranquila hasta que Jacob me contara los pormenores de lo que había sucedido durante mi ausencia, tenía que saber cuanto había cambiado en esta historia.
— ¿Vas a salir? —pregunto Alice apareciendo de la nada en las escaleras.
— Supongo que ya lo habrás visto —conteste colocándome la chaqueta.
— Si, así como también pequeños secretos que pronto saldrán a la luz —dijo Alice haciendo un mohín—. ¿Por qué no me lo habías contado Hannah?
— No se a que te refieres Alice —dije poniendo un gesto de confusión.
Un pito interrumpió la posible contestación de Alice, la vampira volvió a esbozar una enorme sonrisa, me dio exasperación observarla, cuando Alice quería ser enigmática se le daba a las mil maravillas.
— No te detengo —dijo Alice comenzando a bajar las escaleras—. No hagas esperar tanto a Jacob.
Salí de casa de los Cullen, totalmente confundida; Alice cuando quería me dejaba con la mente vuelta un ocho, ¿yo con secretos?, no entendía a que venia esto, no muchas cosas había modificado cuando regrese a mi vida real y no muchas eran dignas de mención, así que, ¿a que se refería Alice?
Sobre la carretera estaba parqueado un Volkswagen rojo, a leguas se notaba que estaba más reconstruido que las enmiendas de la constitución; Jacob se había bajado y me esperaba recostado sobre la carrocería con una enorme sonrisa, que pronto se vino abajo, seguramente mi rostro debía estar un poco raro después de la conversación con Alice.
— ¿Pasa algo? —pregunto Jacob abriendo la puerta del copiloto.
— Nada —conteste sacudiendo la cabeza—. ¿Nuevo coche?
— ¿Te acuerdas cuando me hiciste aquella broma, una noche que te recogí en el Lodge? —pregunto Jacob cerrando la puerta, cuando entre en el auto.
— Si —dije esbozando una sonrisa—. Así que ya no dependes de pedir prestado un auto.
— Tal como suena —dijo Jacob subiéndose al auto.
Partimos a una velocidad prudente hacia la reserva, durante el camino me dedique a observar el paisaje que había a orillas de la carretera, este auto no era tan inestable como el anterior y por las palabras de Jacob se trataba de un Rabbit modelo 86, Jacob parecía demasiado contento por mi aparición, parecía haber olvidado que Bella se había casado con el vampiro y que pronto se convertiría en su enemigo.
La Push y la casa de Jacob no habían sufrido modificaciones, no obstante todo me parecía demasiado diferente, quizás por que había madurado aun más con los años o por que aquel día, había llegado dispuesta a divertirme y ahora llegaba con un interrogatorio bajo la manga. Jacob se adentro un poco mas en la carretera y al fondo vi una casa; era pequeña, de madera, con ventanas estrechas y pintada un color rojo mate que la asemejaba a un granero diminuto. Los Black parecía que no la iban con remodelaciones, si esa fuera mi casa, ya le habría cambiado el color de la fachada y hubiera aumentado más el espacio.
— No ha cambiado nada —musite cuando el auto se detuvo frente a la casa.
— Nada ha cambiado —dijo Jacob abriendo la puerta para que pudiera bajarme—. Al parecer, tú si has cambiado bastante.
— Así tenia que ser Jacob —dije sin despegar la vista de la casa—. Todos en algún momento de la vida cambiamos.
Jacob tomo mi mano y ambos nos encaminamos a la casa de los Black, ahora no tenia temores de que no fuera bien recibida en esa casa, Billy y yo habíamos superado las diferencias, yo no era ningún peligro para su hijo, no cuando él estaba enamorado de Bella Cullen, pobre de Jacob, siempre aspirando a lo que nunca puede ser.
Cuando la puerta de la casa se abrió, no había ningún panorama desolador como la ultima vez, todo estaba organizado y en su sitio correspondiente, el sofá era el único que parecía haber sufrido modificaciones, tenía residuos de comida chatarra sobre el, parecía como si una pequeña y privada fiestecita, se hubiera realizado sin que hubiera protestado.
Jacob se apresuro a sacudir el sofá con rapidez, para luego indicarme que podía sentarme, con recelo acepte y pasee mis ojos sobre la habitación, se notaba que vivían dos hombres que poco gustaba de estar haciendo limpieza a diario, algunas prendas estaban sobre los muebles y se veía el polvo acumulado en los sitios menos pensados.
— Mi padre no esta —dijo Jacob sentándose a mi lado—, pero no se demora en volver.
— ¿Por qué me haces esa advertencia? —pregunte—, ¿Crees que necesitare de Billy, para colocarte en tu lugar si lo necesito?
— Se que no —dijo Jacob divertido—. Tú solas te bastas para hacerlo.
Un ruido procedente de la cocina, me alerto que nosotros no éramos lo únicos que estábamos en la casa, de la habitación salió una chica morena, alta, de pelo castaño y de un gesto jovial, se detuvo en su avance hacia la salida cuando se percato que habíamos dos personas de más en la estancia; su rostro se alegro al ver a Jacob y sin pensarlo dos veces se lanzo sobre el chico, tuve que retroceder para no ser aplastada por la efusividad.
— Basta, Rachel —dijo Jacob sacándose de encima a la chica—. No es como si hubiera resucitado.
— Solo me alegro de verte —dijo la chica limpiándose algunos lagrimones que le escurrían por la cara—. ¿Ella es tu novia?
— No —salte ante la mención de tal relación—. Soy Hannah James, una amiga de Jacob.
Jacob me lanzo una mirada entornada, ¿Qué?, no podía hacerle creer a la hermana que yo era la novia, las cuentas claras y el chocolate espeso.
— Papá dijo que tenían un auto —continuo Rachel mirando un trozo de papel que tenia en las manos—, ¿podrías prestármelo para ir a comprar unas cosas?
— Caray, Rachel —dijo Jacob mirándonos de forma alternativa—, ¿sabes conducir?
— Claro que si —dijo Rachel mirándolo de de forma amenazadora.
— ¿Son muchas cosas? —le pregunte a la hermana de Jacob que revisaba una lista varias veces, como si se le hubiera pasado algo por alto.
— Si —dijo Rachel de manera pensativa—. Aquí hacen faltan muchas verduras.
— ¿Podemos acompañarte? —inquirí mirando Rachel con esperanza.
— No esta de más unas cuantas manos —contesto Rachel lanzándole una mirada significativa a su hermano.
El lobo me recrimino con la mirada, parecía que las tareas de la casa no están hechas para los licántropos, sin embargo, el supermercado seria el lugar ideal para conversar, Jacob Black no sabia que cosas escondía yo en mi cabeza. Con una reluciente sonrisa seguí a Rachel hacia la salida, Jacob no se saldría con la suya tan fácilmente, los errores cometidos había que aceptarlos, aunque tuvieran que usar medios persuasivos para ello.
(*) Primer acto, primera escena. Sueño de una noche de verano. William Shakespeare.
Hola a todos los lectores de este fic, espero que hayan pasado unos encantadores día durante mi ausencia. Quiero agradecer enormente por esos mensajes que escribieron el capitulo pasado, ya vamos por los 177 y solo tenemos ocho capitulos y en verdad muchas gracias por tomarse el tiempo de leer mi historia, nada es más satisfactorio que a la gente le agrade lo que uno escribe; sin embargo, faltan 23 mensajes para los 200 y como quiero incentivar su imaginación haremosuna cosa.
Aquel que crea que llegara a ser el review 200, puede poner en su mensaje un correo electronico donde yo me pueda comunicar, bueno diran con que fin, yo les digo que en su correo tendran una pequeña sorpresita que no se imaginan, asi que animensen, se que antes no los compesaba de alguna manera por su dedicacion a esta historia, pero ahora lo hare y ya veran...
Espero que les haya gustado este capitulo, me ha costado un poco escribirlo por que en verdad no tenia ni idea que podia poner para la continuación, estaba yo dando vueltas y vueltas hasta que se me ha cruzado una espectacular idea, claro que no viene incluida en este capitulo, pero si en el que sigue, Hannah ya lo dijo el supermercado es un lugar ideal para hablar, ya veremos por que lo dijo y por si lo notaron no se fue a la luna de miel como polizonte, aunque realmente no me ha convencido de todo este capitulo, dejo a su consideración la calificación de la actualización.
Sesión de Preguntas y Respuestas: ¿Qué sucede con Charles? No puedo decirlo, es una sorpresa, asi que tengan paciencia; princesita pregunta ¿Si Hannah se va quedar para ver a Nessie? Ya les comente que va suceder absolutamente todo y todo incluye a la semivampira; Nellycullen pregunta en que manera Hannah intervendra en la historia, paciencia pequeños saltamontes, paciencia; yo se qu muchas no entnedieron por que Hannah hablo de echar a perder algo, habla de su boda y que por estar metida en la historia, tardara en regresar y no digo más; Cerrada la sesión.
No siendo más me despido, espero que les haya gustado, que se hayan reido y hayan disfrutado con mi imaginación.
Nos vermos en uan proxima actualización... Hasta entonces.
;) Kathyarius
