Desde que se nace en dos de las tres naciones del agua (norte y sur) la supervivencia es diaria. Demostrar que estás hecho para sobrevivir a lo duro del frío y la inhóspita vida por tu cuenta igual de importante. Más aún para el sur, cuyas tradiciones y reglas son la base de su propia fortaleza. No sé dudaba que fuera igual para el norte, y para la vida de la tribu del agua en el pantano la verdad era que se ignoraban sus métodos.

La primera prueba viene de inmediato. Luego de salir del vientre de tu madre eres arropado y abandonado al frío de una noche completa en lo alto de un risco hasta que el sol aparece. Si sobrevives, entonces eres digno de pertenecer a la tribu. Los ancianos aprueban tu existencia, los ancestros te bendicen, el espíritu del mundo te reconoce. Si no, está más que claro, mueres.

Durante la niñez mi padre me hacía escalar junto con él las montañas del sur, con nada más que las manos y el terrible vértigo que provocan los acantilados. Si caías estabas muerto. No había regreso y cada día era una gigante pared de hielo y piedra diferente. Dormíamos en lo alto con poco aire y mutilante frío.

Luego, no había descanso, el entrenamiento cuerpo a cuerpo y con armas era diario. Afrontar y sobrevivir a ello me haría fuerte según él, sin importar que yo fuera hacer Alfa, Beta u Omega era necesario. Aunque mi padre estaba seguro que yo sería un Alfa y si no, iba hacer un desperdicio todo su esfuerzo. Para él valía la pena el riesgo. Yo no dude nunca de sus métodos, aunque me pudieran costar la vida.

Al convertirte en Alfa en el sur por consecuencia debes aceptar tu papel como un guerrero. Eres llevado por los mayores y olvidado en el medio de la nada lejos de toda civilización en lo salvaje a merced de los lobos y osos sin importar que solo seas un mocoso. Eres digno de volver y ser llamado un Alfa si encuentras el camino a casa y no mueres de hambre o devorado por las bestias en el bosque, contra las cuales debes luchar por comida. De nuevo, los débiles y enfermos mueren.

La tribu es unión pero su fuerza se representa en individuos. De ahí la grandeza de nuestra nación, pequeña en comparación del fuego o la tierra, pero temida por igual. Por eso antes de ir a la guerra otra vez eres puesto a prueba, dirigido al monstruoso río congelado en medio del sur, obligado a sumergirte en el por pequeños agujeros en el hielo los cuales son sellados una vez pasas por ellos y suelto en la oscuridad a la merced de la bravía corriente. Debes encontrar una salida antes de morir ahogado bajo la gruesa capa de hielo con el frío del agua congelándote los huesos, no teniendo idea de cuánto debes aguantar la respiración y dónde habrá una salida.

Muchos no lo logran y por deshonor son dejados morir por sus parientes. Los que son rescatados se vuelven pescadores o cazadores, pero son rechazados como guerreros. Yo lo tenía claro, lo superaba o moría, Tonraq no se lanzaría a salvarme aún cuando lo necesite. Cuando lo helado paralizó mis pulmones y cerebro, perdí el conocimiento y solo por instinto logré triunfar.

El solo ser Alfa en otras naciones es sinónimo de poder y respeto. En cantidad un Alfa nace rara vez, luego una Omega y más comúnmente Betas. Pero en el sur de nada servía un Alfa si no demostraba su valor y brío como guerrero. Por lo cual, la proporción de Alfas en comparación a Omegas y Betas era menor que el resto de las naciones pero importante. Cómo fuese serían cazadores y pescadores de templados carácter. Y con seguridad, si eran capaces, guerreros fuertes.

Habiendo llegado a los catorce años con vida mi padre me permitió conocer otros maestros de combate de diferentes regiones, eran prisioneros o colaboradores de la nación del agua. Cada uno me enseñó su forma y habilidad. Y justo antes de por primera vez salir del sur a combatir el me acerco a la chaman. Katara era la curandera en la cabaña. Pero había otra mujer encargada de la curación y más importante, los espíritus.

Hama, ese era su nombre. Ella me miro desde su altura y azules ojos, y lo que nunca sentí en otras situaciones más peligrosas lo hice estando en presencia de la joven mujer. Inquietud y ganas de huir. Mi boca se seco. Pero por mi orgullo debía permanecer ahí, no agachar la mirada ni avergonzar a mi padre.

Ella no era fea ni atemorizante en físico, era su energía lo diferente. Y yo siempre había sido sensible en ese aspecto. Me invitó a sentarme con la luna a mis espaldas y ella de frente. No dejo de mirarme con cara neutra y demora. Luego estudiarme con la mirada siendo incrédula. Después sonriendo y dirigiendo su atención a Tonraq.

-Tu hijo te avergonzara.

-No lo entiendo. -Su ceño se había fruncido severamente- He dado lo mejor de mi al cachorro ¿Como puede ser eso un fracaso?

-No lo digo de mala manera Tonraq, hay más de una forma de humillar a tu padre que el deshonor.

-Habla sin rodeo.

-Es todo. Tú querías saber del futuro y te he dicho lo que he visto. -Mi padre gruñó y me pidió retirarme con voz pesada. Pero Hama me detuvo y dio un pequeño tótem con la figura de lo que parecía ser un lobo- Es por esto que fuiste capaz de sobrevivir junto a ellos y traer a casa ese pequeño perro faldero que cargas para todas partes. -Se refirió a Naga- Estoy siempre a la orden para todo lo que necesites de mi Korra.

¿Cómo pudo ella saber que había sido gracias a los lobos del bosque que pude sobrevivir noches enteras y volver a casa en mi prueba de fortaleza como Alfa? Solo Naga y Asami sabían eso ¿Que significaban sus palabras? Pero mi padre se atravesó entre los dos gruñendo, empujándome lejos de ella y pidiendo retirarme. Él se había puesto celoso al tener a la Omega sobre mi. Hama era su amante, eso era más que obvio y no un secreto hasta para Senna, quien siempre me había prohibido acercarme a ella.

Ese era un hecho que me molestaba de Tonraq hacía mi madre. Que la engañará con otra mujer. Pero para Alfas era normal y no tenía derecho a reclamar si aspiraba a conservar todos mis dientes en la boca y no volados de un golpe por mi padre por actuar de insolente. Además, Hama era una bonita omega. En parte lo entendía si no fuera por su sobrecogedora energía espiritual. Los espíritus siempre fue una cosa de respeto para mí.

Fue lo más duro de derrotar y afrontar en la guerra con el norte. Como malvadamente mi tío se dejó apoderar por los espíritus corrompidos para ganar fortaleza pero condenar su alma. Ahora de los pocos sobrevivientes, no solo mis primos Desna y Eska habían escogido ir al sur conmigo mientras mi padre gobernaba al norte antes de dejarlo momentáneamente en manos de Hakoda, antiguo Jefe del sur. Si no también Noatak y Tarrlok, junto con algunos ancianos y otros guerreros del norte que habían hecho posible la victoria.

...

-Vuelvo de un viaje desde algo tan lejos como el norte y me encuentro con ésto ¿Es en serio Asami? Además ahora te haces la víctima no queriendo comer y negándote a hablarme. -Él continúo sin recibir respuesta por parte de la Omega- ¿Estás consciente de el peligro que corriste saliendo sola y entrando sin supervisión de nadie a un Alfa hasta aquí? Pudiste ser ultrajada sexualmente por otro Alfa o por Iknik mismo. Ante los ojos de todos me faltaste al respeto a mi y ante mi faltaste a tu palabra ¿Quieres que siga o dejaras de aplicarme la ley del hielo actuando como una niña? -Si bien en sus planes estaba no visitar a Asami en tres días. Luego de que Yue le dijera que la Omega no había querido comer ni moverse de su puesto desde que fue encerrada en la habitación. Él mando a Opal a qué obligará a su señora a comer y levantarse. Lo cual tampoco logró. Ahora era él mismo quien tuvo que ir. Odiaba verla demacrada y pálida, triste. Casi se arrepentía de su decisión, pero justamente eso quería Asami de él. Y quién debía mostrarse de manera arrepentida allí era la Omega no él. Creyó lograrlo cuando la vio moverse en la cama, pero solo para darle la espalda y seguir ignorándolo. Eso alteró su paciencia. Trato de calmarse. No sacarla a la fuerza del colchón y hacerle reaccionar. Obligarla a actuar como una persona madura. Aunque quizás si Asami se levantaba y lo enfrentaba de frente por el temperamento de ambos todo sería peor. Él solo quería volver a tenerla de buenas. -Lamento ésto pero es necesario. -Korra se sentó en la cama-

-¿Ser como el resto y no cumplir con tu promesa es lo necesario para ti? Dijiste que me protegerías Korra.

-Es justo lo que hago.

No me proteges, te proteges tú! -Ella acusó, dando la cara a Korra para luego volver a querer darle la espalda. Solo que el Alfa la tomo por un brazo y tiro de un jalón hacia él-

Estás siendo inmadura e irracional cuando sabes que tengo la razón!

Suéltame! No te he dado el permiso de tocarme. -Empujó con sus manos al príncipe del sur- Tu conoces mis verdaderas intenciones hacía Varrick, lo que en verdad quiero y porque hice lo necesario para lograrlo. Aún así, me encierras en éste cuarto como si de un animal se tratara. No te lo perdono, y te odio ¡Te odio!

Cálmate! -Pidió él- No empeores las cosas. Sabes a lo que me refiero ¿Por qué no ves el mal en lo que hiciste y aceptas lo que te doy? Sé que no tenías segundas intenciones con Iknik, conozco tu deseo al conocimiento. Pero lo que quiero que admitas es la verdad en el peligro de no esperar mi llegada y andar sola en lugares que no debías y con quién no debías justo cuando fue todo lo contrario lo que te pedí antes de irme ¿Qué tal si uno de los ancianos le es anunciado tu comportamiento y decide azotarte hasta dejarte sin espalda por creerte adultera sin yo aquí presente para evitarlo? ¿Seguiría siendo el malo que te encierra en una habitación para que aprendas a medir tu comportamiento y mantener las apariencias? -Mediante él hablaba Asami pareció comprender la severidad de sus palabra- Por favor, se lo importante que es la libertad para ti y lo mal que te sientes. Pero come algo y toma sol en la ventana mientras todavía es verano. Mañana podrás salir de aquí y te dejare volver a la armería.

-¿De verdad? -Eso le interesó. Poder volver a su taller-

-Solo si comes y cambias ese semblante. Opal te atenderá y pronto verás a tu madre. Ella está preocupada por ti.

-Quizás acceda. -Dijo ella-

-¿Quizás? Bueno, entonces quizás yo me arrepienta y me retracte de permitirte volver tan pronto a la armería.

-Ajam... -Asami le lanzó una mirada de muerte al Alfa- De acuerdo, haré lo que me pides.

-¿Qué se siente ser víctima de la manipulación Sato? Una cucharada de tu misma medicina. -Dijo él en tono burlón tratando de tomarle el pelo a la Omega luego de que la tensión entre los dos disminuyera-

-Lárgate Raava. -Advirtió ella tirándole con todas sus agotadas fuerzas una de las pesadas almohadas de la cama-

-Bien, bien... -Sonrió- Me voy, relájate.

...

-El sur no es tan grande como el norte pero es igual de inhóspito y frío. Ahora entiendo las coincidencias de nuestras fuerzas. -Dijo Tarrlok. Luego de llegar del norte, días después todos los nuevos visitantes y gente importante de la tribu se reunió en un banquete en la casa de Korra dado a que la morada de Tonraq solo estaba habitada por Senna. Como responsable transitorio del sur, era Korra quién debía hacer de anfitrión. Aunque la multitud no fuera de su agrado-

-Que bueno que lo puedas admitir. -Respondió él-

-Korra, se que todavía desconfías de nosotros pero dimos el brazo a torcer y reflexionamos nuestros ideales.

-¿De que intentarán asesinarme por ser hijo del Jefe y heredero del sur?

-Unalaq tenía sus intereses y nosotros los nuestros. Luego de que el sur no tratase debidamente a nuestro padre, Yakone, él emigró al norte, cambio de identidad y busco venganza contra el sur. Solo fuimos niños manipulados por él que nos aprovechamos de la guerra. Todo eso quedó atrás.

-Convencieron a mi padre de darles un puesto a su lado, él es el Jefe, no tengo nada que decir. Todos somos guerreros del agua ahora.

-Democrático. -Dijo Noatak con una media sonrisa irónica-

-Tu omega es una mujer preciosa. No me sorprende que tu primera esposa no sea del agua si se trata de ella. -Miro Tarrlok bajar por las escaleras a la mujer del príncipe. Mientras, Noatak se distrajo con Yasuko detrás de Asami. Ambas eran hermosas con sus melenas negras, piel pálida, bellos ojos, figura escultural, labios que invitaban al pecado y estatura no convencional para una Omega. La fragancia de ambas era suficiente para hacer querer a cualquier Alfa hacerlas suyas. Pero, Korra era famoso por su bestialidad y sobreprotección. Él mismo fue testigo de dicha habilidad. No quería desafiarlo y que la noche terminará en problemas. Aunque si la oportunidad se le daba, no dudaría en cortejar a quien llamará su atención-

-Gracias. -Contesto él orgulloso, fijando su mirada en Asami. Lo refinado y placentero que era verla. El color blanco con gris vistiéndola siendo neutra a la ropa del sur y concorde al mismo traje que él vestía. Cuyo vestido había sido uno de los regalos que dió a Asami al llegar a la tribu. De la tela más fina y accesorios más costosos, igual al collar de compromiso que le adornaba el cuello. Por su parte, Yasuko no se quedaba atrás en hermosura pero sus colores eran fieles a la nación del fuego- Disfruten de la noche, Tarrlok, Noatak, me retiró.

-Esperemos que tanto como tú Korra. También tomaremos nuestro lugar, al parecer estamos sedientos y hambrientos de los manjares que se encuentran en el sur. -Dijo Tarrlok tomando ligeramente del líquido de su bebida-

...

-Te queda muy bien ese vestido. -Él agarro la mano de Asami al final de las escaleras, esperando por Yasuko de igual forma, quien con disgusto acepto y luego soltó su mano. Asami podía llevar el cabello sin manto pues era su esposa y él estaba presente- Me alegra que hayas decidido volver a comer y salir de la habitación. No te separes demasiado de mi. Te tengo una sorpresa.

-¿Sorpresa? -Repitió ella-

-Luego de presentarnos a la gente, dejaré que compartas con la asistente de Iknik, él no pudo asistir. Pero he hecho que ella venga. Es una Omega tan talentosa como él y no habrá problema si te acercas a ella.

-¿En serio? -Asami la conocía, era Zhu Li-

-¿Por qué debo de mentirte? -Vió la sonrisa y entusiasmo creciendo en el rostro de su mejor amiga- ¿No era lo que querías? Creí que te haría feliz. Es más, he acordado con ella una visita semanal a ésta casa, para ti. Eso pese a lo corto de su tiempo como mano derecha de Iknik. Al cual también podrás visitar, pero en secreto y conmigo a tu custodia.

-Korra...

-¿Diga? -Asami prácticamente saltó hacía él y lo abrazo. Le miro muy de cerca y le sonrió. Eso lleno de calidez su corazón. El olor de su Omega representaba la luz y la alegría. Él también sonrió y luego invitó a su esposa a seguir con la noche, la cual sería larga y bulliciosa-

Durante el resto de la velada él vigilo a Asami desde lejos dejándola con otras Omegas mientras se hacía cargo de no morir de aburrimiento y prestar atención a los Alfas presentes, más tarde con seguridad más de la mitad de los presentes estarían borrachos. Y Alfas empezarían a pelear entre si y destruirlo todo. Debía evitar cualquier muerte innecesaria o que alguien intentará abusar de alguna de las Omegas de la casa.

Con su ojo omnisciente él debía cuidar de Asami, Opal, Yasuko y Yue. Sus guardias del resto de las Omegas. Aunque ya Bolin se encargaba muy bien del cuidado de Opal, y de no quitarle el ojo de encima a Bolin, su prima Eska. Lo cual era perturbador en cierto modo. Pero Korra fue sacado de sus pensamientos al ver acercarse a Kinto con intención de dirigirle la palabra.

-Me sorprende que tu Omega esté en la reunión. Creí que estaría oculta de los ojos de todos luego de la paliza que le tuviste que haber dado. Peor aún, que le permitas estar tan desenvuelta en medio de la gente.

-No entiendo tu sorpresa ni a qué te refieres Kinto.

-Ya la tribu completa sabe de las andanzas de la señora de Raava. Hasta yo que soy un simple recién llegado lo sé. Pakku está escandalizado, junto a los otros ancianos. No dudes que apenas Tonraq pise el sur se enterara del descaro de la Omega que reclamaste como tuya ¿Podría ser que en la nación fuego las Omegas tengan derecho de actuar como rameras sin ser debidamente castigadas? ¿Alfas del fuego son así de débiles? Parece que esas costumbres se te han pegado.

-Hmmm... -Él miro al Alfa con seriedad- He dado la reprimenda adecuada a mi esposa. No hay nada grave en lo que ha hecho...

-Si te refieres a escapar de casa e ir a la de otro Alfa sin tu compañía a hacer quien sabe que cosas. Aunque sabemos que tipo de cosas hacen un Alfa y una Omega que se ven a escondidas. Además, permitas que ella comparta compañía con la Omega de ese tal Varrick es una falta de respeto total.

-Conozco el tipo de relación entre mi esposa e Iknik, por ello le he permitido compartir con su asistente. Ella cometió el error de verlo a escondidas, uno por el cual ya pagó justamente. Y si te molesta ver a Asami entretenida esparciéndose con otras Omegas y siendo el centro de atención entre ellas te invito a ir y tomar su lugar, quizás te guste más hablar de costura y confección que de batallas y armas ¿De eso tienes envidia?

-Quisiera saber que tipo de interesante tema no sexual podrían tener él y tú esposa como para que ella se arriesgará tanto y tú lo consideres. -Dijo él ignorando las palabras del príncipe-

-Eso no es de tu incumbencia y si no quieres que te parta el cuello con mis propias manos dejaras de mencionar a mi esposa y tratar de avergonzarla con tus palabras. -Él se colocó frente a Kinto y posó su mano boca arriba sobre el hombro del Alfa en sinónimo de advertencia-

-Solo trataba de aclarar mis dudas. No es conmigo con quién debes descargar tu frustración príncipe. Esperemos que esa misma arrogancia te sirva para enfrentar a tu padre y a los ancianos cuando tu Omega te siga dejando en ridículo. Ahora no eres el único Alfa que se considere fuerte aquí, quizás sea yo quien termine partiéndote el cuello.

-Me gustaría ver qué lo intentaras y me dez una razón para matarte. -Porque si él lo hacía sin una explicación razonable podría ser expulsado del sur. Kinto era un guerrero importante nacido en el norte pero fiel y espía del sur. Aunque él no confiara en el hombre-

-Gracioso Raava. -Kinto sonrió- Cuídate en el campo de batalla. La tribu no quisiera perder al orgullo de Tonraq y príncipe del sur. Me retiro, no quiero perder más tiempo del necesario con Alfas con aires de grandeza. Cuida de tu Omega también, pese a lo libertina que puede ser resulta toda una belleza exótica con la que todos deseamos aparearnos, aunque no anudar por supuesto.

-Arrrggg... -Lo último hizo gruñir muy desde el fondo a Korra, haciéndole mostrar sus colmillos y queriendo ir a destrozar con sus manos a Kinto pese a estar dándole la espalda. Un acto deshonroso. A punto de cometer el error hasta que Mako, hermano de Bolín, su mejor amigo y arquero de confianza se atravesó en su camino quebrando y desviando toda tensión y rabia de su cuerpo-

-Korra, tienes que venir conmigo, tu padre mando nueva información sobre la guerra.

-¿Del norte?

-No lo sé.

-Lee el pergamino y resúmelo para mí. -Ambos se alejaron del bullicio hacia el balcón de la sala principal. Mako abrió el papel y rápido descifro la escritura en clave-

-No habla sobre el norte, se trata de bárbaros de varias naciones que intentan apoderarse del templo del aire del sur. Al parecer han destruido el del norte y no tienen otro objetivo más que ese, la destrucción. Advierte que mantengas el sur custodiado, no se sabe que tan lejos quieran llegar. La actual ubicación de los sujetos es la nación del fuego frontera norte.

-Los centinelas están en su lugar, avisa sobre el peligro a cada base. Que los soldados estén alerta. No llegarán está noche si calculamos el tiempo de su ubicación y éste mensaje. Suponiendo que se atrevan a querer atacar a la nación del agua del sur. Mañana a primera hora convocaré a todos los guerreros presentes al arsenal. Al único que informaras con inmediatez será al viejo Bato. Que cuide del mar con debida persistencia.

-Tu padre escribe que el hombre que comanda a los bárbaros es en extremo peligroso, su nombre es Zaheer.

-¿Zaheer? -Korra frunció él ceño y dejo partir al arquero. Reflexiono sobre la situación, apenas y terminaban una guerra tan larga como la del norte contra el sur y caían en más conflictos. De la nación del aire no sabía mucho, el esposo de Katara había sido un poderoso monje de uno de los templos del aire, mejor amigo del gran guerrero Sokka. Pero ambos habían fallecido no hace muchos años. Después él iría con la curandera a interrogarle cualquier cosa que le ayudase a comprender a la nación del aire y las intenciones de Zaheer.

-Mi señor. -Lo llamo Yue tímidamente parada en la entrada del balcón. Él le permitió seguir con un gesto-

-¿Qué ocurre, estás incómoda con tanta gente en casa o alguien te faltó al respeto?

-No mi señor, solo me preguntaba si podía visitar a mi padre. No hay muchas personas en la villa y mañana partirá de casería a la tundra. Quisiera aprovechar la distracción para verlo.

-Si has terminado con tus tareas en la cocina está bien. Yo no urjo de tus servicios. Toma a uno de los guardias y ve a compartir con Arnook. -El padre de Yue era un hombre mayor prisionero del norte que se había ganado el respeto de Tonraq, hecho por el cual le fue dada cierta libertad laboral y de vivienda. Yue tenía la misma edad que él, veintiún inviernos, era una Omega joven que su padre le accedió. Si bien Tonraq tenía en consideración a Arnook, no dejaba de ser un prisionero y su hija una pertenencia de la tribu del agua del sur-

-Gracias mi señor. -Ella le sonrió. Él le devolvió la sonrisa y hubo un íntimo momento. Hasta que Yue notó la presencia de Asami, bajo el rostro y decidió retirarse lo antes posible-