-¿Y bien? -Preguntó ella a Korra, ambos iban en el carruaje de regreso a casa-
-No pude sacarle demasiado, no sé si Gilak pretende manipularme en busca de tiempo o de verdad cree que le serviré de ayuda.
-Yo tampoco pude sacarle nada importante a su esposa. -Dentro de la poca luz que daba la lámpara encendida en el coche Asami miro al suelo y luego con cierto disimulo a Korra. Si, él era "Guapo y gallardo" Pero ¿Hablaba en serio la Omega de Gilak al haberle dicho que en su rostro se notaba lo mucho que ella quería a Korra? ¿Cómo podía ser eso posible y cuánto quería ella a Korra en verdad? Nunca se había puesto a pensar sobre eso seriamente, vamos el Alfa era su mejor amigo, claro que lo quería. Pero y entonces ¿A qué se refería la mujer? Pues para la Omega ella era la esposa de Korra no su mejor amiga y solo había una forma de llamar al querer que se le da y demuestra a un esposo y esa es amor. No, no, seguramente la Omega solo había confundido su cariño hacia Korra con algo más, eso debía explicar todo el malentendido-
-No te preocupes, mantendré un ojo sobre los bárbaros y otro sobre Gilak. -Él se tocó el lado izquierdo del pecho, todo el día había estado molestándole-
-¿Estás bien? Tu olor es un poco... Como si no fueras tú ¿Acaso estás enojado por lo de Gilak? -No podía ser eso, él olor de Korra cuando estaba enojado era diferente. Éste se sentía extraño, fragmentado, como si tratara de opacar al aroma propio de Korra o le quitara poder pero mostrará irritación por algo. Si meditaba al respecto Korra llevaba muchos días trayendo ese olor de vez en cuando, algo mínimo que solo pocos notaría, también tocando ese lado de su pecho a lo cual ella atribuyó como un tic nervioso o algo parecido. No obstante de todo los años que ella tenía compartiendo con él, nunca antes se lo había notado-
-No es nada. Preocupación supongo. Debo tener todo bajo control para cuando mi padre llegué. Además de información concreta y no solo supersticiones mías sobre lo que está ocurriendo en el sur.
-Con tomarte todo con seriedad ya es un paso. Eres Diligente, no estás dejando cavos sueltos y estás haciendo todo lo que está a tu alcance. Tonraq tendrá que reconocer por lo menos eso. -Ella tomo un brazo de Korra y lo paso por encima para acurrucarse y cobijarse del calor de su esposo pegada a su costado. Asami no sabía si era por nacer en el polo sur y haberse criado en el frío extremo o por ser un Alfa que la temperatura de Korra siempre era cálida y agradable-
-¿Tienes frío?
-Un poco. -Le contesto Asami al sureño-
-Acércate más. -Él la acepto y cobijo con su cuerpo. Olió su aroma, sintió su compañía y se regocijo de protegerla. Su Alfa interno se ensanchó de ego al tenerla bajo su poder. Que ella dependiera de él aunque fuera de una forma tan mínima era la gloria. Hasta que, disfrutando de la agradable intimidad mientras el carruaje seguía su camino y tambaleaba contra algunos baches o desperfectos del suelo Korra sintió algo chorreando de sus fosas nasales. Por lo cual él se tocó la nariz y luego se vio la punta de los dedos para saber de qué se trataba, era sangre. Su ceño se frunció y como pudo limpio el escandalo sin que Asami se diera cuenta, inclinando hacia atrás su cabeza fingiendo descanso. Por suerte la mujer a su lado venía tan relajada que parecía haberse quedado dormida. Luego, al llegar a casa él se separó de su Omega lo antes posible excusándose con sus deberes de príncipe. De nuevo los supresores empezaban a pasarle factura, y la molestia en su pecho no cesaba. Pero el debía de ocuparse de cosas más importantes que su propio bienestar, como cabalgar hasta llegada la madrugada por toda la helada frontera marítima del Oeste y escuchar a sus lobos en el bosque vía Este aullar sin avisar sobre ninguna novedad para asegurarse con sus propios ojos y oídos que nada estuviera fuera de lugar en el sur-
...
-Parece que le gustan los pingüinos.
-¡Noatak! Me asustaste. -Dijo ella dando un pequeño brinco y colocando una mano en su pecho-
-¿Se que soy feo pero de verdad tanto?
-No es eso. Es que vienes y apareces detrás de mi y me hablas cerca del oído tan de repente.
-Se veía tan entretenida que no quise interrumpirle hasta el último momento. Al parecer son tan interesantes los pingüinos para usted que pierde la noción de lo que le rodea.
-No tenemos de éste tipo de animales en la nación del fuego. -Yasuko miro hacia atrás, hacia sus guardias, quería asegurarse que siguieran escoltándola, cuidando de ella. Para su tranquilidad los Betas estaban lejos pero accesibles y eso le pareció suficiente. No quería estar del todo a solas con Noatak, ese hombre le causaba nervios-
-¿Quiere tocar uno señora?
-¿Cómo podría ser eso posible? -Levantó una ceja incrédula- Desde que los espió a duras penas se dejan ver, mucho menos tocar.
-Es un difícil arte milenario pasado de generación en generación en las familias de las naciones agua. Preste atención, le enseñaré como se hace. -Él llamo a uno de los guardias y pidió traer un balde lleno de pescado. El cual no demoró en llegar. Tomo uno de los pescados, se acercó a los nidos de los pingüinos tanto como pudo y espero. Acto seguido sin demora los animales vinieron hacia él. Yasuko se quedó con la boca abierta ¿Cómo no se le pudo haber ocurrido algo como eso? Era simple y predecible- Acérquese, tome uno de mis guantes para que no se ensucie, coja un pescado y los pingüinos vendrán hacia usted también.
-Probemos... -Yasuko rio nerviosa luego de tomar un guante de Noatak, coger un pescado y verse rodeada de todos esos animales, se dejaban tocar y alimentar como si nada gracias a un tonto truco mientras que ella creyéndose muy inteligente a duras penas había logrado verlos desde lejos. Noatak también le sonreía, parecía un niño pequeño entusiasmado, no dejaba de explicarle la vida y obra de los pingüinos como si fuera la cosa más interesante del mundo y sus diferencias anatómicas con los del norte. Lo cual le sorprendió. Ella creía que en todo el mundo los pingüinos eran iguales-
-¿Sabia que ellos escogen una pareja para toda la vida?
-¿Enserio?
-Cuando un pingüino emperador macho se enamora de una hembra, busca la piedra más perfecta en toda la playa para regalársela. Al conseguirla, él se inclina y coloca la piedra justo frente a ella. Si la hembra toma la piedra, significa que acepta la propuesta.
-No estaba enterada de lo románticos que podían llegar a ser y tampoco que eran monógamos a tal extremo.
-Son muy fieles ¿Qué piensas sobre eso Yasuko? Sobre la fidelidad entre pareja.
-¿Usted que piensa? -Devolvió ella a Noatak, él estaba siendo atrevido en más de un aspecto pero quería conocer su forma de pensar-
-Pienso que no es justo. Merecen poder escoger entre otros amores ¿Cierto?
-No, la fidelidad es la base de su existencia y debería ser la de todos. Lastima que los Alfas no acostumbren a serlo.
-Algunos si, pero lastimosamente nos atraen Omegas casadas. -Él roso una de las manos de Yasuko cuando la Omega tocaba a un pingüino-
-Me parece indecoroso. -Ella alejo su mano de Noatak- Además ¿Qué hay del esposo de esa Omega?
-Nada que no se pueda resolver con armas o la fuerza bruta señora. Ese es el poder que tiene una Omega sobre un Alfa, lo hace perder el control y cometer estupideces.
-Entonces es usted muy estúpido.
-Eso supongo. -Él miro muy fijamente a Yasuko- Si ella me lo pidiera yo lo haría sin dudar. La reclamaría como mía o arriesgaría mi cuello por estar a su lado y poder conocerla más a fondo.
-Morirás joven señor, no sabes contra quién te puedes topar.
-Puede ser. -Él Alfa sonrió- Espero los espíritus no me abandonen y permitan que está Omega que tanto me atrae vuelva su vista hacia mi y por lo menos me de la dicha de ser observado por sus esmeraldas ojos.
-¿Espíritus? -Ella retiró su mirada de la de Noatak y trato de esconder lo máximo posible el sonrojo que generaba la voz y las palabras del Alfa en su rostro, que se confundiera con rubor producido por el frío y no por lo que el hombre provocaba en su interior-
-¿No hay espíritus en su nación? Ya sabe, la luna, el mar, la madre tierra...
-Podría ser el sol, es lo que nos representas, hay algunas leyendas sobre espíritus oscuros llamados Kemurikages que secuestraban niños y aterrorizaban a los hombres en tiempos antiguos, cosas así. Pero nada relevante más que nuestro señor del fuego. -Ella acaricio a un pingüino gris y pequeño, supuso que se trataba de un pichón-
-Comprendo. En las naciones del agua se dice que todos nacemos con un animal de poder como guía y protector. De jóvenes somos presentados a los chamanes, ellos nos revelan a nuestro Tótem y en el transcurso de la vida otros animales aparecen esporádicamente para darnos algún mensaje ¿Tampoco hacen algo como eso en su país?
-Nos gusta colocar Dragones donde sea. Es sinónimo de poder y respeto. Se supone que el primer señor del fuego desciende de ellos. Aunque nunca nadie vió uno más que en leyendas. -Explicó ella, mintiendo, su familia los había podido apreciar pero esa era una enseñanza secreta del fuego poco creible para otros-
-Las leyendas son historias reales pasadas a través de los años, o eso dicen.
-¿En tu tribu no hay leyendas? -Pregunto Yasuko queriendo seguir con la conversación-
-Se dice que los primeros Jefes de las tribus agua fueron lobos. No lobos como los conocemos hoy, si no seres humanos que se podían convertir en lobos gigantes. También se cree que entre más grande es la capacidad espiritual de una persona esa persona puede convertirse a conveniencia en su animal de poder.
-¿Y usted sería?
-Yo sería un salmón o por lo menos eso dijo el chamán del norte.
-Muy viril. -Se burló la Omega-
-Ya se que no lo es. -Él también dejo escapar una risa- Pero yo creo que sí usted no fuese un pingüino por lo mucho que le gustan si seria un Dragón, por su hermosura y autenticidad. -Noatak se agachó y dio el último pescado a un pingüino y el animal se fue junto con todos los otros hacia el mar-
-Me tengo que ir, se hace tarde para el almuerzo. Gracias por... Ya sabe, enseñarme su "sabiduría ancestral" de atrapar pingüinos. -Ella necesitaba alejarse de ese Alfa lo antes posible. A su Omega empezaba a gustarle estar junto a él. No podía correr el riesgo de verse seducida por las feromonas de Noatak que no dejaban de penetrarla de esa forma tan excitante como hace muchos años no lo era por ningún otro Alfa, tampoco darle más confianza de la qué debería. Aunque claro, eso no iba a pasar, ella odiaba a los salvajes de las tribus agua y tenía un esposo, un Alfa al que temer y respetar-
-Fue un placer. -Él pensó como decirlo- Yasuk... Señora, antes que se retire, ya se que no le gustan las cosas del sur ni del norte pero permítame invitarla al festival de los espíritus de este fin de semana. Le prometo ser respetuoso y que la pasará bien. Aunque la decisión que tome la respetaré con toda comprensión.
-Pierde su tiempo Noatak, no me interesa ningún festival ni pasarlo con usted. Pero, lo pensaré, has sido amable conmigo y sería de mala educación si quiera no aparenta apreciar su ofrecimiento.
...
-¿Crees que salga un arquero tan certero como tú de estos cachorros? -Pregunto él a Mako, ambos estaban en el campo de entrenamiento mirando a los Alfas más chicos demostrar el adiestramiento dado por sus familias en el arte de las armas-
-Ellos siempre prefieren la espada o el hacha, vivir la batalla cara a cara, pocos se entusiasman con el arco o con aprender ser una sombra. Saben cómo disparar una flecha pero no tienen paciencia para estar ocultos y en una sola posición por más de un día. Eso no es muy de guerreros que digamos.
-Supongo que es lo que te hace bueno en la arquería, tu adiestramiento en sigilo y sosiego. -Dijo Korra corrigiendo la posición de uno de los niños que empuñaba una espada-
-Pero si hablamos de ser la noche, espiar y matar a tu oponente por la espalda con un cuchillo en la garganta el cual solo sintió venir cuando ya hace degollado. Por supuesto los del norte somos los mejores. -Interrumpió Kinto- No entiendo por qué halagas tanto las habilidades de un hombre que no pertenece a tu nación Korra. Una esposa de la nación del fuego, un arquero de la nación del fuego, creo pronto será el señor del fuego quien nos gobierne y no Tonraq. Oh, y acabo de recordar ¿No fue tu maestro en la espada el vejestorio de Piandao? Otro nación del fuego.
-Muestra respeto Kinto, él no solo fue mi maestro, fue el maestro de Sokka.
-Uno que le enseño caligrafía a un analfabeto ¿Ya sabes leer o todavía haces cada letra sin saber que significa una pegada a la otra príncipe? Mejor todavía ¿Por qué no me demuestras tu habilidad en la caligrafía con la espada?
-¿Quieres que te saque los intestinos a mitad del día? Eso seria traumar a los niños por nada.
-Claro, no queremos algo muy peligroso y salvaje ¿Entonces que dices de una controlada demostración con las hachas? A los cachorros les gustará. -El norteño se acercó a la mesa de armas y tomo dos hachas, tirando una de ellas hacia Korra-
-Korra, no creo que esto sea una buena idea. -Le murmuró Mako-
-¿Qué sucede príncipe? ¿Dejas que tú sirviente se entrometa para protegerte? Esperaba más de la "bestia del sur". -Se burló el norteño, los soldados y niños alrededor tomaron distancia y decidieron prestar atención a lo que ocurría esperando ver un buen espectáculo-
-Hazlo entretenido para mí Kinto. -Pidió él apartando a su arquero del camino y ordenando ser traído un escudo. Korra sabía que estaba mal caer en provocaciones. Pero tampoco podía dar la espada y permitir que le faltarán al respeto sin hacer nada al respecto-
Él tomo su escudo y se lo colocó en el brazo viendo desde su lugar la amplia sonrisa del retador, camino en círculo marcando un anillo en la tierra con sus pies y espero por dicho adversario. Por su parte Mako decidió hacer de juez y tratar de que el combate se diera lo más limpio como fuera posible y que no terminará en muerte. Aunque el arquero sabía que su presencia era de adorno y que las posibilidades de que alguien terminará con un hacha clava en el cráneo eran muy elevadas, entonces cuando Kinto arreglo su escudo señalando con su hacha de forma desafiante al príncipe del sur fue el momento de empezar.
Korra mostró sus colmillos y no fue recatado, comenzó tratando de atropellar al norteño con su escudo y acertarle un hachazo desde arriba, solo que Kinto se desplazó hacia su lado ciego cubierto por el escudo y busco darle con el hacha en la parte baja de la pierna. Quería partirle el hueso y hacerlo caer. Pero él lo vio venir y lo esquivo alzando la pierna a tiempo aprovechando la inercia para sacar una patada lateral que dio en el escudo del norteño y provocó que Kinto fuese hacia atrás y cayera. Solo que el norteño fluyó con el movimiento dando una vuelta en el suelo y quedó agachado. Pero ya encima de él estaba Korra tirando otro hachazo hacia su cabeza.
Kinto reacciono y se cubrió con el escudo sintiendo el azote del hacha del príncipe contra la madera. Aprovechando su posición baja para tratar de barrer los pies de Korra y hacerlo caer. Dándose cuenta que de nada le serviría, pues el Alfa tenía la base tan dura como la de un árbol, de nuevo otro hachazo azoto fuerte su escudo y él creyó que éste se iba a romper, por lo que decidió siendo muy rápido en la técnica buscar la espalda del príncipe deslizándose por debajo y desde ahí lanzar un hachazo a la nuca de Korra, el cual fue bloqueado por el escudo del Alfa al mismo tiempo que él recibía una patada en las costillas. Lo cual empezó a frustrarlo.
El norteño tomo distancia y trato de calmarse, controlar su respiración para que sus ahora quebradas costillas no le perforaran los pulmones y por consecuente le fuera más difícil concentrarse. Él debía humillar a Korra y acertarle en el pecho con el hacha. Ser frívolo y esperar por el príncipe. Trabajarlo desde el contragolpe y hacerlo enojar para abrir una brecha. Jugar sus cartas y desde la ventaja para si mismo, no dejarse llevar por el espíritu y ritmo de pelea de Korra. Eso sería un error y de nada le estaba sirviendo.
-¡Ven Korra, ven para matarte y reclamar a esa Omega tuya como mi esclava y fornicar con ella hasta el cansancio y luego permitir a mis amigos hacer lo mismo! Ya puedo escuchar sus gemidos de angustia ¿O podrían ser de placer?
Comento Kinto haciendo de nuevo mostrar los colmillos al príncipe y abalanzarse contra él. Cosa que él aprovecho para patear el suelo y levantar una nube de tierra. Dejando ciego el tiempo suficiente a su contrincante para patearlo en la rodilla desde un ángulo lateral y hacerlo tambalear hacia un lado e ir de nuevo por su espalda y sin esperar que el Alfa volteara demasiado rápido por su tambaleó, dirigió el hacha con todas sus fuerzas hacia Korra. Solo que ahora había sido el príncipe quién rodo en una voltereta por el suelo lejos del filo del arma esquivando el ataque.
Korra estaba eufórico, podía sentir la testosterona y la adrenalina por todo su cuerpo. Cómo sus pupilas estaban dilatadas y su respiración profunda y poderosa. Él solo quería gruñir, dejarse llevar y atrapar el cuello de Kinto con sus manos. Poco le importaba el hacha y el escudo. Estaba irritado, enojado y quería saciar sus ganas. La gente a su alrededor no existía, solo su adversario. Los pensamientos dentro de su cabeza eran dominados por su Alfa. No estaba siendo centrado ni técnico. Eso era malo. Tanto que en vez de enfocarse en golpear al norteño termino queriendo destruir su escudo a hachazos cuando Kinto se resguardo tras la madera. Haciéndolo con tanto ahínco y emoción que el mango de su hacha termino rompiéndose y la cabeza quedó incrustada en el escudo del Alfa enemigo. Cometiendo un grave error, quedarse sin un arma cuando su contrincante todavía poseía la suya.
Mako frunció el ceño ¿Qué rayos le ocurría a su señor? No estaba peleando como siempre, si no llevado por la rabia. En cualquier movimiento Kinto podía hallar el hueco adecuado para acertar su hacha en él. Eso no le gustó. Y ver defenderse a Korra solo con su escudo y no con un hacha era peor. Pero el arquero todavía sabía que el perdedor sería solo uno, fuese cómo fuese Korra destrozaría al norteño ¿Entonces por qué Kinto había buscado pelear contra el príncipe? ¿Cuáles eran sus verdaderas intenciones? No creía al norteño tan tonto como para arriesgar su vida a la ligera o valorarse mucho más fuerte que Korra.
Si bien todos creyeron una ventaja para el retador el que Korra perdiera su hacha, el príncipe pronto demostraría que así no era. Convirtiendo su escudo en un arma para distraer, agobiar y tratar de desarmar a Kinto. Golpeando con la orilla del escudo cada zona accesible mientras esquivaba hachazos en su intento. Tirar su mano libre en un agarre en contra de la humanidad del norteño en busca de atrapar una extremidad o su cuello y fracturarlo como si de una ramita se tratara. Pero entonces por fin en un golpe de suerte o destreza Kinto pudo acertarle un hachazo justo debajo del brazo, en el músculo dorsal.
Solo que el norteño no demoró demasiado en darse cuenta que el príncipe había acortado la distancia un segundo antes del ataque para que el hacha quedara atrapada bajo su axila a propósito sin generarle un daño importante, de muy poco le servía a él solo un extremo reducido del hacha clavada en el Alfa para matar o herir de gravedad al príncipe, siendo retenido por Korra, quitado su arma y luxado su codo. Quedando con solo su escudo. Por lo qué él huyo hacia atrás sacando su brazo en una rápida contra y escapando de ser atrapado por el agarre de bestia de la mano libre del príncipe, aprovechando la pequeña brecha para reacomodar rápido su dislocado codo. Eso decían los rumores, que la fuerza en las manos del Alfa sureño no era normal.
Por su parte Korra no tomo descanso y se abalanzó de nuevo contra su contrincante. Colocando su escudo hacia delante buscando aplastarlo. Luego tirarlo al suelo y molerlo a golpes hasta que su sed fuera saciada. Hasta que su Alfa dejará de exigirle doblegar al norteño. Cosa que logro pero al abrir demasiado su golpe desde arriba teniendo a Kinto bajo él, el norteño lo aprovecho y golpeó con técnica su garganta, lo desequilibró desde abajo, busco su espalda y trato de romperle el cuello desde ahí. Solo que él volteó rápido agarro las caderas de Kinto, lo alzó y proyecto tan fuerte contra el suelo que lo dejo sin aire. Entonces con toda la gravedad a su favor estando de pie tiro un codo desde arriba en dirección al rostro de Kinto. Yendo sin freno y vulnerable. Omitiendo por completo que de alguna manera el norteño había recuperado su hacha del suelo y se la clavaría en el pecho aprovechando la inercia del codazo.
-¡Suficiente! -Gritó Tarrlok haciendo detener todo movimiento dentro de la pelea- ¿Qué es esto? ¿Un jardín de niños? Kinto levántate y discúlpate con el príncipe o seré yo quien pateé tu culo devuelta al norte.
-Oye, no interrumpan tan buena pelea. Ya iba a ganar.
-Tu pase a la muerte querrás decir. -Corrigió Korra-
-¿Acaso se volvieron locos? No llevan puesta armadura y actúan como cachorros irresponsables ¿No les parece más que suficiente todas las vidas que se perdieron en la guerra? Si su deseo es matarse convoquen al consejo y expongan sus razones no aquí en el medio de un campo de entrenamiento.
-Solo queríamos enseñar a los cachorros algo de acción. -Kinto sacudió su ropa limpiándola del polvo- Me disculpo príncipe, quizás me excedí un poco. Es una lastima no haber concluido nuestra demostración.
-No importa, lo podemos hacer en cualquier otro momento. Son las ventajas de que Tarrlok te salvará el trasero.
-¿Salvará el mío o el suyo?
-Kinto, ya basta. -Advirtió Tarrlok-
-Esta bien, tregua, me retiro. No quiero olvidar que norte y sur somos hermanos más de lo que ya lo he hecho dejándome llevar por el calor del momento. Muchas gracias por su tiempo príncipe. -Él reverencio sarcástico a Korra, aunque con sus costillas y brazo jodidos-
-Si tu padre te hubiera visto pelear de esa forma el mismo habría entrado en el combate a castigarte. Te dejaste llevar por las emociones ¿Qué te ocurre? Se que Kinto es molesto pero permitiste que te irrita mucho con pocas palabras. -Dijo Mako-
-No me pasa nada. -Aunque él sabía que si. Eran los supresores- Solo quería drenar un poco el estrés.
-Pues no es lo que pareció.
-Soy un Alfa y un guerrero, no puedo permitir que me falten al respeto e irme con el rabo entre las piernas. No hay orgullo en eso. El combate y en su desgraciado caso, la muerte, es más honrosa.
-De acuerdo. Admito que Kinto abuso de sus palabras. Él me genera cierta desconfianza.
-Pienso lo mismo Mako. Pero no importa, mientras solo quiera dañarme a mi y no ha otros para demostrarse algo así mismo no es relevante.
-Hablando de cosas importantes, será mejor que te apures en cambiar tu vestimenta y arreglarte. Los ancianos te verán en menos de una hora.
-Casi lo olvido. -Dijo Korra, su corazón continuaba igual de acelerado que en el combate contra Kinto. Eso era extraño. Por su condición física sus latidos ya deberían de haberse normalizado y no estar allí bombeando como locos la sangre hacia su cuerpo. Eso lo incomodaba y hacía sentir agitado-
-No me has dicho para que solicitaste una visita a los ancianos.
-Asami está interesada en los barcos. Tiene buenas ideas y me gustaría tratar de convencerlos de dejarla trabajar en ellos.
...
-No debí haber entrado a está clase. -Se reprochó así misma Asami suspirando mientras trataba de seguir el patrón de la tela con la aguja. Lo cual le estaba quedando chueco y feo. Pero ella debía disimular al máximo su querer de ser una Omega interesada en cosas de Omegas hasta que su madre se fuera del sur. No estar metida en su taller veinticinco horas al día-
-Es hermoso Yue. -Dijo una Omega-
-Si que lo es. -Comento otra-
-Tienes talento para esto, observen bien damas así es como se hace. Serás una excelente esposa si tú amo te permite casarte. Te puedes retirar mi niña, tu lección termino por hoy. -Dijo la maestra en costura a Yue, que se levantó y dejo la habitación luego de mostrar su obra. Un hermoso patrón bilateral en la casaca de un guerrero. Si bien la confección y costura era algo no permitido para esclavos, Korra había pedido que la sirvienta fuera instruida en el arte-
-Ay, es hermoso. Precioso Yue. Encantador. -Critico Asami en voz baja burlándose de las Omegas- Pfff... Yo también puedo hacer eso. -Entonces ella se enfoco en su patrón y en hacerlo perfecto. Justo lo que llevaba tratando de hacer hacia más de dos horas. Pinchándose los dedos en el proceso, llenando de sangre la tela y saliéndole horrible. Dios mío, ella no tenía talento para esto. Es como si fuera una venganza del cielo en contra de ella ¿Qué clase de Karma estaba pagando? ¿Por qué estas cosas no se heredaban en los genes? Aunque posiblemente de ser así de seguro ella no hubiera nacido con ellos- ¿Y que tal si construyó una máquina de coser? -Fantaseo Asami- No, no debo pensar en máquinas, debo concentrarme en esto... Aaaaa, me quiero ir ¿Dónde estará Korra? Bueno, sea donde sea que esté de seguro la está pasando mejor que yo. Por lo menos te tengo a ti Naga.
-¡Wauf! -Contesto la loba, haciendo que la Omega mayor del cuarto y el resto la miraran con malos ojos-
-Lo siento, si ya sé, nada de ladridos si quiero que ustedes acepten que Naga esté aquí. No volverá a pasar. -Dijo ella a lo que todo el mundo volvió a su labor. Asami pensó que el aburrimiento la iba a matar (de seguro hasta Opal la estaba pasando mejor que ella junto a Bolín fuera de la casa) o si no lo haría el estar tanto tiempo encorvada cosiendo. Aunque era extraño, ella podía pasar un día entero dibujando un plano sin sentir fatiga pero dos horas intentando seguir un patrón en una tela, la cosa más fácil de hacer donde hasta pequeñas Omegas del agua eran expertas, la rebasaba-
Naga lamió su mano y ella acaricio a la loba sonriéndole, viniendo tiernamente a su mente el día cuando por primera vez siendo una cachorra Naga apareció entre los brazos de Korra. Eso había sido toda una sorpresa para ella o para cualquiera. Esos días Asami había estado nerviosa y sin poder dormir por la prueba de supervivencia en el bosque que Korra debía enfrentar obligatoriamente para ser aceptado como un Alfa en su tribu, por eso lo que ella menos esperó al tenerlo de regreso era que Korra apareciera con un lobato persiguiéndole como un perro faldero.
Aunque también lo había hecho estando muy delgado, con sus pulmones casi inservibles, medio brazo destrozado y la piel quemada del frío. Ella había odiado en el alma todo ese mes que no pudo saber nada de Korra y los estúpidos ancianos que obligaban a la nación del agua a cumplir con las tradiciones al pie de la letra. Había tenido miedo de perder a su mejor amigo, no volverlo a ver. Pero el alma le regresó al cuerpo cuando Korra apareció en el sitio donde ellos siempre se reunían a escondidas. Lugar que ella nunca había dejado de frecuentar y esperar por el retorno del príncipe hasta tarde en ningún momento.
Al principio había querido regañarlo por haberse demorado tanto en dar señales de vida. Por no mandarle cartas apenas estuvo de vuelta en su casa. Pero la presencia de Naga había sido tan repentina que no hubo chance para mucho. Korra le había dicho que fue gracias a ese lobato que él pudo sobrevivir y encontrar su camino de vuelta a casa. Que lo primero que él había tenido que enfrentar en el bosque había sido estar completamente solo, sin fuego y sin comida. Lo segundo, cuando creyó poder conquistar la prueba, enfrentar a un enorme oso. El cual mató partiéndole el cuello con sus propias manos pero quedando mal herido en la audacia. El oso le había golpeado la cabeza muy fuerte y en consecuencia él no fue capaz de discernir muchas cosas o estar consciente por mucho tiempo luego de eso.
Lo suficiente como para no llegar muy lejos y casi morir de hipotermia bajo a una tempestuosa tormenta. Hasta que una maravillosa loba blanca apareció con su cachorro y lo resguardo en su guarida, dio calor y comida. La cual luego desapareció dejándolo solo con Naga, y cuando él tuvo la suficiente fuerza se hizo cargo del lobato y salió de la cueva buscando de nuevo el camino de vuelta a casa. Dónde había tenido que enfrentar otro obstáculo. Un gigante lobo Alfa negro que quería asesinarlo a él y al cachorro.
Korra le había confesado además que desde un principio le pareció extraño que la loba blanca no estuviera en una manada. Y ese bestial lobo negro podía explicarlo. Como fuera él había tenido que pelear contra el lobo, el cual casi le destroza el antebrazo y mata. Pero no había sido así y de alguna forma él logró matarlo y proteger a Naga y así mismo. Guardando la piel del lobo junto a la del oso luego de comer parte de su carne con gratitud y respeto, pero de nuevo estando tan cansado y con tanta perdida de sangre que no pudo moverse de la cueva por otros días más. Finalmente hasta que una manada de lobos apareció lamió sus heridas y le permitió encontrar el camino de vuelta a casa. Manada que creyó estar vinculada con la loba blanca y el lobo negro pero lobos que nunca le reclamaron devolver a Naga.
Una historia por completo descabellada y nada realista, una que cualquiera podía atribuir al fuerte golpe en la cabeza de Korra dado por el oso, o simplemente una mentira para glorificarse y excusar a lo que sencillamente se pudo llamar suerte. Eso sí no fuera que ella sabia que Korra no era mentiroso, la piel del lobo negro ahora hacia parte del traje de guerrero del Alfa, la del oso adornaba una pared de la casa y que ahí estaba Naga, lamiéndole por tercera vez los dedos de su mano. Lo que daría ella por tener historias de vida tan emocionantes como esa en vez de estar cosiendo. Aunque no con animales o la naturaleza intentando asesinarla, sino con cambiar el mundo con la ciencia y que la gente en todas las naciones reconociera su nombre.
...
-¿Es una broma verdad Korra? -Dijo uno de los ancianos-
-¿Acaso me ven riendo?
-Tú Omega te hizo perder la cabeza o por fin te volviste loco hijo de Tonraq. -Opino Hotah-
-Es una blasfemia ¿Cómo te atreves a si quiera insinuar que dejemos los barcos en manos de una Omega? Son seres inferiores y que nada conocen de la guerra. -Dijo Pakku-
-No de la guerra pero si de ciencia, Asami maneja muy bien la ingeniería ella nos puede permitir dar un gran paso en la mejora de nuestra flota. -Corrigió el príncipe-
-¡Suficiente! Detente de seguir insistiendo. No sé qué es peor, tu ofrecimiento o que permitas que tu esposa tenga ese tipo de conocimiento y poder sobre ti. Es un insulto. Solo Alfas pueden ser ingenieros ella ensuciara el legado dejados por años en manos de verdaderos científicos. Una Omega solo puede tratar con la brujería y la magia ¿Acaso quieres embrujar nuestros barcos? -Hablo Wei, otro de los ancianos del norte-
-No es así. -Korra gruñó, estaba a punto de perder la paciencia, llevaba mucho rato tratando de hacerles entender a los retrógrados viejos frente a él la verdad. Lo beneficioso e inteligente de las ideas de su Omega-
-No vengas aquí a gruñir, no nos faltes al respeto o te mandaremos a azotar por insolente. -Agrego Thod, un anciano del sur experto en el manejo y bloqueo de la energía interior-
-Asami no estará sola, Iknik y su asistente la ayudarán ¿No es esa suficiente garantía? -Explico él-
-Entonces que lo haga Varrick.
-¡No! Esto le pertenece a mi esposa.
-No queremos seguir escuchándote, creo que todos estamos de acuerdo. Queda totalmente denegado tu pedido. Tu Omega no se acercará a ninguno de nuestros barcos y será mejor que le pongas reparo, pues no seguiremos aceptando comportamientos indecorosos por parte de esa mujer en la casa de Raava. -Dijo Pakku- A tu padre no le gustará lo que tenemos para decirle con respecto a tu esposa y con respecto a la debilidad que has mostrado al no someterla en tu hogar como es debido. Permitirle roles que no le pertenecen y libertad que la hace ver cómo una ramera.
-Todos cometemos errores. -Korra aguanto gruñir y clavar sus ojos como puñales hacia los ancianos. Bajó la cabeza y se mostró respetuoso- Ella ha tenido el debido escarmiento por comportarse fuera de lugar. Pero no por eso le voy a negar hacer lo que ama.
-Es lo que deberías al igual que tomar tu segunda esposa lo antes posible y aliviarnos la vergüenza de que tu primera mujer sea de la nación del fuego y no del agua. -Expreso Thod-
-¿Qué ejemplo puede dar un Jefe a su tribu si no es capaz de tener control ni siquiera en su propio hogar príncipe? Medita sobre eso sí aspiras a obtener el puesto de tu padre. -Concluyo Wei-
-Tomaré sus consejos en cuenta ancianos. Muchas gracias por la sabiduría impartida. Entiendo que nada más conseguiré aquí. -Él dijo las palabras con toda la rabia de su frustración atravesada y rencor posible pero sin subir la cabeza. Continuar con su corazón acelerado por la pelea contra Kinto le podía hacer cometer una estupidez y pagar caro ante los ancianos-
Siempre inclinado y con respeto Korra abandono la sala y gruñó muy fuerte al estar afuera ¡Maldición él no había podido conseguir nada a beneficio de Asami y eso lo disgustaba y mucho! Que discriminaran y hablarán mal de la Omega alteraba su cólera. Su esposa no merecía eso, ella se esforzaba en su trabajo sin descanso. Por lo cual decidió no irle con el chisme de una vez a la mujer, si no guardarse dicha reunión para solo él y resolver lo del barco por otra parte.
Korra paso una mano por su frente y se sintió fatigado. Él estaba un poco mareado y los latidos de su corazón no disminuían. Su respiración era igual de insistente y seguida. Pero lo ignoro. Monto su caballo y decidió ir a ver a Bato en el muelle para ser informado de cualquier novedad aguas adentro. Mako continuaba a su lado. Pero, la ida hacia el puerto de atracadero se le hizo demasiado larga, poca atención pudo prestar al guerrero en lo que decía solamente escuchar que todo iba normal y dar la orden de continuar con las patrullas nocturnas para de nuevo cabalgar hacia el pueblo. Su garganta se sentía seca y el vértigo sobre el caballo era insoportable. Entonces para empeorarlo todo, el dolor de su pecho apareció otra vez y se extendió por todo su brazo. Mako le hablaba, le decía algo, reía sobre cierto comentario pero él poco presto atención al arquero hasta caer del caballo y perder toda consciencia.
