-Me preocupa que tú marca de apareamiento ya no sea evidente, eso es un problema. -Dijo él a Asami prestando atención a esa zona en el cuerpo de su esposa por casualidad mientras ambos bailaban en medio del salón principal del palacio del agua del sur en la inauguración del festival de los espíritus. El olor de su Omega y casi la nula distancia entre ambos lo tenía un poco atontado, por no decir agradablemente hipnotizado. Por eso quiso tener un foco de conversación, algo con lo cual no pensar demasiado en lo bien que era tener a Asami tan cerca de él, sus humanidades rosándose entre si, lo hermosa que ella lucia esa noche. A su "esposa" le había parecido correcto hacerlo, simular ser una pareja hasta en esos pequeños detalles frente a todos haría el asunto más convincente. Pero, mantener el silencio entre los dos mientras lo hacían provocaba en él como Alfa querer tener más para si mismo a la Omega dueña de su atención, recordándose obligatoriamente cada tanto que no debía ver a Asami de esa forma, ella era su mejor amiga, debía honrarla como tal hasta en sus pensamientos-

-Luego veremos cómo solucionarlo, me he estado cubriendo discretamente el cuello cuando estoy cerca de alguno de tus padre o de mi madre con mi manto, en cambio cuéntame ¿Cómo te sientes?

-¿Con respecto a qué? -Él se separó un poco de Asami y la miro algo confundido de su pregunta admirando atento los bellos ojos esmeralda de ella-

-Los supresores ¿Estás mejor verdad? No tienes que hacerte el fuerte. -Ella acaricio el pecho del Alfa en un gesto descuidado-

-Es mi deber hacerlo aún si fuera el hecho. -Korra miro hacia otra parte, desviando su atención de la Omega. Asimilando la veracidad de sus palabras por crueles que sonarán-

-Por más que te llamen "La Bestia del Sur" eres solo un ser humano. -Asami tomo el rostro del príncipe siendo respetuosa he hizo que él la mirará-

-No me gusta ese apodo. -Gruño el Alfa-

-Tienes razón, debería ser "El cachorro del sur". -Ella rio un poco por el chiste, pero a su esposo pareció no gustarle- En serio Korra, debes expresar lo que sientes incluyendo tu salud. No es bueno quedarte los pesares para ti solo.

-Sami ¿Sabías que en el sur como en la mayoría del mundo el trono no se hereda solo por línea sanguínea si no por fuerza?, si yo fuera más débil que el más fuerte de los Alfas en el sur exceptuando mi padre debería de dejar mi título de príncipe y la aspiración de llegar a ser Jefe de lado. Es matar o morir, así es la vida de un Alfa. No puedo mostrar debilidad física o mental aunque no me sienta en óptimas condiciones, caer del caballo fue un error que no puedo volver a cometer. Tuve suerte de que pocos lo notarán o hubieran tratado de aprovecharse de eso. Pero, estoy bien. Los síntomas no han vuelto, lo digo con sinceridad.

-Debiste pedir supresores para mí, no para ti. -Asami frunció el ceño preocupada. Él tenía razón, un Alfa que no mostrará su temple frente a otros, era un Alfa muerto o pisoteado, pero ¿Como iba a ser Korra un Alfa visto de otra forma que no fuera imponente? Su Alfa de hombros anchos, brazos de acero y piernas fuertes era un espécimen que sin importar dónde se parará, fuera como fuera o con quien estuviera generaba respeto, envidia, atracción o miedo. Él ya no era un niño bajito y rezongón, era tan alto como ella y mucho más fuerte que ella. Todavía podía recordar cómo lucía Korra el día de su matrimonio. Precioso y viril en su traje de gala de príncipe con una capa hecha de terciopelo pesado color negro y una gran piel de lobo blanco sobre su espalda y hombros, con su lacio pelo largo suelto y su espada a un lado de su cadera izquierda. Una casaca y pantalones color azul oscuro junto a botas hasta las rodillas protegidas por espinilleras que hacían juego con protectores en sus antebrazos y hombreras de plata, más un fino pedazo de tela en su pecho del mismo color de su ropa con la luna llena dibujada. Como había esperado en el altar que ella fuera entregada por Hiroshi, la recibió y no dejo de mirarla con sus bellos ojos azules, intensos y vividos. Como ambos habían reído en complicidad por haber llevado a cabo con éxito su travesura de un casamiento falso luego de subir a la habitación y él ayudarle con paciencia a quitar todos los adornos de novia puestos en su pelo, esas ostentosas horquillas. Siempre sin dejar de mirarla. Ese día había sido tan especial para ella, no sabia el por qué, si era por el triunfo de su plan, por tener la libertad más cerca o por saber que ya nadie más podía intentar separarla de Korra. Por ser él su mejor y único cómplice de vida. No lo tenía claro, pero así era. Ese había sido uno de los mejores días de su vida, y esperaba no arrepentirse de creerlo-

-No me gusta que te veas obligada a tomar supresores más potentes por mi comodidad. Si no, me hubiera restringido de haberlos utilizados desde un principio y te hubiera sugerido que lo hicieras tu. -Él no quería imponerle nada a la fuerza a Asami-

-Ya te dije que no es tu culpa, mis feromonas y el clima no se llevan bien. -Aunque ella sabia la verdadera causa, la cual era estar cerca de Korra. Al parecer a su sin vergüenza Omega le agradaba el almizcle de él- Además debo de cuidarme, no puedo ir por ahí con mi olor al máximo golpeando a todo Alfa al que le parezca interesante mi aroma. Katara tuvo que haberte obligado a darme los supresores a mí no solo advertirte de las consecuencias de utilizarlos en ti.

-Ella ni ninguna otra Omega puede decirme que hacer con mi esposa, mucho menos sugerirme darte supresores, sería una falta de respeto y disminuir las posibilidades entre los dos de tener cachorros. Katara me aconsejó pasar más tiempo en la cama contigo, dijo que eso tendría que solucionarlo, ella cree que tenemos una vida sexual activa y por eso no entiende lo que sucede en su totalidad.

-Algo así me comentó, traté de encubrirlo diciéndole que tú eras paciente conmigo al... Al tener relaciones sexu... Intimas. Katara también trató de dar otras excusas. -Asami tartamudeo de solo pensarlo. Ella y Korra en una cama devorándose de pasión entre los dos no es justamente como debes de imaginar a tu mejor amigo, eso aún si él es tu falso esposo y si en nada le molestaría tener el soberbio cuerpo del Alfa sobre ella ¡Estúpidas hormonas que le hacían imaginar cosas indebidas!-

-Creo que empieza a sospechar. -Ahora fue él quien frunció el ceño preocupado-

-De eso no cabe duda. Ella es una mujer astuta de cierto modo.

-No le dez importancia, Katara es reservada y no haría nada en contra de mi. Pero me hace preguntarme cuántas personas más se podrían dar cuenta. Eso es peligroso para ambos. -Un castigo nada placentero que podría costar un destierro o la muerte de él y Asami-

-Hablando del tema hay algo que no me has dicho, ¿si Katara no accedió a darte supresores quien lo hizo?

-Nadie que necesites conocer y una chamán con una loca teoría del porque en realidad yo buscaba supresores.

-Korra... Dime. -Insistió ella-

-Es hora de irme, te dejaré con mi padre. -Dijo el Alfa cambiando de tema un poco brusco sabiendo que ya había sido suficiente de festejos y de no querer alejarse de Asami. El deber con la seguridad de su tribu lo esperaba-

-¡No!

-¿Te desagrada estar cerca de él? -Korra alzo una ceja-

-Prefiero estar con mi madre y Senna. Es todo, no tengo de que hablar con Tonraq y me da cierto terror decir algo imprudente que revele la verdad de nuestro matrimonio frente a él.

-Lo entiendo. -Él sonrió levemente a la Omega comprensivo- Está bien, mantente con Yasuko y mi madre, pero no te alejes de mi padre por favor.

-¿De verdad ya te vas? A pesar de haber estado en varias reuniones desde que llegamos al sur está es la primera vez que bailamos desde nuestro matrimonio.

-Tengo que ir a la frontera y vigilar desde afuera, en éste momento el pueblo está más susceptible de lo normal. Los guerreros más viejos y nuevos hacen ayuno y rituales con los ancianos desde la mañana. Mi padre cuidará desde dentro sin dejar su lugar aquí y mi deber es hacerlo desde el exterior.

-Ahora entiendo porque llevas tú traje de guerrero aunque todavía no tienes el rostro pintado. -Ella recostó un lado de su rostro en el hombro de Korra estando más cerca de él, abrazándolo con ambos brazos por detrás de su cuello y dejando sentir a través de su acción lo decepcionante que le era el quedar sin su Alfa por el resto de la noche-

-Lo siento, se que te cuesta interactuar con la gente y mucho menos tener una grata conversación que sea de tu interés con alguien. Y para tu mala suerte al parecer ni Iknik ni su Omega están aquí. Maliq y Melania tampoco han llegado. Lamento decirte que te tendrás que conformar con mi madre y Yasuko.

-Iré a coquetear con algunos Alfas para tener algo de diversión ya que tú no estarás aquí conmigo. -Ella miro a Korra y vio la sorpresa en la expresión de él tras lo dicho, lo cual la hizo reír para su adentros y querer retractarse al respecto- No es cierto tonto. Estar con tu madre también es agradable, estaré bien.

-Hmmm... Trata de no divertirte mucho sin mi mientras el frío me congela lejos de la tribu. Sobre todo con otros Alfas. -Se expresó él en un tono serio-

-Que Alfa tan gruñón y desconfiado eres. -Volvió a bromear ella, abrazando de nuevo a Korra por el cuello mientras el principe la mantenía agarrada por la cintura- Cuídate allá afuera por favor.

-Igual tú Asami. -Él le devolvió el abrazo a la Omega. Sintiendo en los adentros de su pecho que ese cariño y preocupación por parte de Asami lo hacía más fuerte, más decidido a cuidar a su pueblo, a su familia, a protegerla a ella. Un raciocinio de adulto tonto y débil, no de un guerrero. Pero ¿No son los más fuertes guerreros aquellos que luchan contra la muerte y no la aceptan fácilmente en la batalla por proteger lo que aman y anhelan? Por las personas que dependen de ellos. Los que aprecian los pocos gozares de la vida con encanto y desenfundan su espada no queriendo perderlos, no teniendo miedo a perecer pero abrazando tanto el sobrevivir como él abrazaba con amor a su fingida esposa-

...

Yasuko estaba mirando a su hija bailar desde la distancia abrazada de Korra a un lado de la mesa principal donde comía el Jefe del sur. La escena le generaba celos y cierta angustia. Ella estaba perdiendo a su hija del todo por culpa de ese salvaje. Se les podía ver en los ojos a los dos y en sus formas de expresarse estando tan juntos, reír, coquetear inconscientemente entre ellos. Ambos estaban enamorados. Él la estaba robando casi totalmente de ella. Le estaba quitando a su niña y haciendo toda una mujer a Asami. Parte de su preocupación era esa ¿Cómo tomaría su hija luego de pasadas las mieles de recién casados lo atarbanes, infieles y posesivos que eran los Alfas y que de seguro revelaría ser Korra? La desilusión de darse cuenta de la realidad, de lo cierto en cada una de sus advertencias dadas con antelación. De que solo de amor no se puede vivir. Asami era rebelde al extremo y ahí la causa de otras de sus preocupaciones. Que su hija no se adaptará al papel de esposa como se debía y terminará tres metros bajo tierra por ello.

Por eso odiaba que ahora su niña no fuera de ella si no de Korra. Aunque admitía en cierto modo que tal vez el príncipe del sur había resultado ser mejor candidato que Iroh II. Ella estaba sorprendida con lo paciente y respetuoso de él con Asami. De ver como era amoroso con su hija y se dejaba manipular de ella. Pero tanto encantó también la aterraba. Todo Alfa muy bueno tiene un lado igual de amplio pero malo. Además, ella nunca iba admitir frente a su hija, Korra o nadie que el hijo de Tonraq quizás había resultado ser mejor opción que Iroh II, no cuando el general era de su misma nación del fuego, un guapo, inteligente y culto individuo. Eso, tratando de ignorar el hecho de lo bien parecido que era Korra físicamente. El respeto que la mayoría de la gente del lugar le tenía y lo adinerado del potencial de las tierras que él heredaría.

-¿Lucen muy enamorados no es así?

-Parece que te gusta asustarme apropósito. -Ella se colocó una mano en el pecho y trato de tranquilizarse. Yasuko casi grita del susto y dio un pequeño brinco en su puesto. El hombre tras de ella simplemente una vez más se había acercado sigiloso y hablado muy cerca de su oído-

-Me disculpo, juro que no es mi intención. -Dijo Noatak reverenciando un poco a la Omega- Tu hija y el príncipe hacen una bonita pareja, estoy feliz por él. Korra es un buen guerrero y todo buen guerrero merece una mujer cariñosa y capaz que sea su funda de espada. Que lo haga querer estar en casa de vez en cuando.

-Ustedes los Alfas creen que el mundo gira a su alrededor y que nosotras las Omegas solo vivimos para ustedes. Yo no veo lo especial entre el príncipe y mi hija, pero así lo acepto mi esposo y de esa forma se dio.

-Mi señora no piensa que el mundo gira a nuestro alrededor sin embargo no ha protestado contra las decisiones de su esposo. -Recalco él-

-Así es como son las cosas Noatak. No importa lo que yo quiera si no el lugar que debo mantener. Esta mujer que tanto insistes en acosar ama a su esposo y lo respeta. No es tan tonta como para desafiarlo. -Porque una Omega manipula, no se enfrenta directamente a un Alfa. Lo hace cambiar de decisiones de otra sutil forma. Solo que ni eso le fue suficiente a ella para hacer cambiar de opinión a Hiroshi con respecto al matrimonio de su hija. Hacerse la enojada con su esposo o acariciarlo en algunos prohibidos lugares no hizo que el Alfa denegará la petición de Korra, del príncipe del sur. Hiroshi había quedado fascinado con el hijo del Jefe sureño. Ella todavía pensaba que había algo más en los planes de su esposo que solo querer que Korra fuera su yerno y diera buena semilla a su hija. Pero, por el momento esa ambición oculta era algo que no había podido averiguar de Hiroshi-

-Ahora que lo menciona señora. Lamento que mi comportamiento le haga creer que la acoso solo con un objetivo sexual. Se que usted no está interesada en mi, supongo que me equivoqué en pensar lo contrario y me disculpo por ser insistente en querer una amistad. Me gusta su sinceridad y el escepticismo de usted con mi gente, pero me hizo infeliz no verla en el festín de bienvenida al Jefe Tonraq y también me hizo reflexionar ser el culpable. No quiero ser motivo de incomodidad para usted. Si usted me dice que no me quiere cerca no lo estaré. Y si usted acepta mi vieja invitación de pasar la noche conmigo solo como amigos con mayor gusto le aseguro una velada agradable.

-Que insolente eres Señor, creer que usted me gustaba.

-Cualquiera querría ser dueño de su interés Yasuko. Digamos que me deje llevar por esa acalorada fiebre mortal de ser de su agrado y no pienso ser el único en el sur en quererlo. Pero no todos tienen el valor de acercarse a usted.

Noatak! -Se acerco Tarrlok a su hermano interfiriendo en la plática. Notando la presencia de la suegra del príncipe del sur y reverenciándola educadamente- Oh, me disculpo. Señora es un placer saludarla. Espero se encuentre bien y que mi hermano no le esté causando molestias.

-Eso intenta hacer él. -Ella también reverencio levemente con respeto al Alfa-

-Lo siento, Noatak suele ser un poco insistente con las cosas que le gustan. -Dijo Tarrlok sonriendo pero ganándose un fuerte codazo en su estómago por parte de su hermano que lo dejo tosiendo-

-¿Qué quieres hermano? Estorbas. -Hablo Noatak con los dientes apretados y tratando de no golpear una vez más a su idiota hermano por indiscreto. Lo que él menos necesitaba en ese momento era que Yasuko tuviera otra excusa para tenerlo lejos de ella. Que la mujer se enterara que él hablaba de ella con su hermano-

-Venia a proponerte pasar la noche con Niyok, ella y su hermana Nutha quieren estar con los dos en el festival. Pero ya veo que tienes mejor compañía. -Hizo referencia él a Yasuko. Las Omegas eran mejores amigas de Katara pero más jóvenes que la curandera, ambas probablemente no pasaban de los treinta y cinco inviernos además de ser lindas mujeres-

-Te equivocas Tarrlok. La señora tiene sus propios planes para está noche y aquí solo compartimos una corta conversación pero...

-Creí que habías dicho que me enseñarías sobre tu cultura durante el festival. -Ella miro hacia las dos señoras nombradas por Tarrlok y algo dentro de si misma la hizo reaccionar. No dejar que Noatak se fuera, mucho menos con otra Omega- ¿Eres un hombre de tan poca palabra?

-Complacido así será. -Pestañando varias veces incrédulo él trato de no mostrarse tan sorprendido como estaba ¿Yasuko había aceptado pasar parte de la noche a su lado luego de creer que eso nunca pasaría?-

-Mi trabajo aquí ya está hecho. No les sigo quitando más de su tiempo entonces. Disfruta de la noche tanto como yo hermano. -Tarrlok volvió a sonreír pero con cierta vanagloria y luego se retiró justo por dónde había llegado-

-No pensé que aceptarías. -Dijo Noatak a la Omega luego de volver a quedar solo los dos. Ella solo desvió la mirada de él-

-Reflexione sobre quizás lo aburrido que sería pasarla sola. Además, usted me ha dicho que sería en son de amistad. Y la verdad no me creo lo suficientemente inalcanzable para ignorar la petición de un Alfa educado y de buen gusto que quiera hacerme cambiar de opinión sobre lo que creo de su tribu ¿Para donde iremos primero? -Yasuko volvió a mirar al hombre en espera de una respuesta y la sonrisa de él, casi la hizo derretirse. Cómo si de verdad estar junto a ella lo hiciera tan feliz. Ciertamente los Alfas de la tribu agua tenían un tipo de encantó algo atrayente para ella o para cualquiera, no solo por el color de sus ojos y su piel o sus talladas facciones demasiado finas para guerreros tan recios. Sino porque estaban demostrando ser algo más a el indómito y agreste prototipo que ella tenía de la gente de las naciones del agua. Casi no culpaba a su hija de estar enamorada de Korra cuando se sentía tan bien ser adulada por Alfas como esos-

...

-¿Quieres saber que fue lo que le paso?

-¿Señora?

-El por qué tiene su rostro desfigurado. -Aclaro Senna-

-No quiero ser demasiado indiscreta. -Era cierto ella no quería hacer sentir incómoda a la Omega que estaba con ellas. Era una mujer no tan joven que compartía plática con el círculo de Omegas dónde ella estaba junto con la madre de Korra-

-Esta bien mi niña, yo también quise saberlo cuando la conocí. Fue por faltarle al respeto a su Alfa.

-¿Su esposo le hizo eso? -Asami se esforzó por mantener su voz baja tras la impresión-

-Yo también me gane ésta por entrometerme en el camino de Tonraq. Cuando les faltas al respeto o te atraviesas en el camino de ellos suele suceder. -Ella mostró una larga y ancha cicatriz en su brazo bajo la manga de su vestido a Asami- Luego de que mi esposo lo supo me dijo que no recordaba haberlo hecho. Otro hombre trato de coquetearme e inducirme a acostarme con él, yo solo le respondí siendo educada pero ante los ojos de Tonraq eso fue aceptar su proposición. Eso lo hizo enfurecer y casi matar a golpes al otro Alfa, procure detenerlo atravesándome entre los dos, pero en consecuencia mi esposo me empujó lejos contra una ventana. Un atrevimiento del cual se puede decir salí ilesa pese a mi brazo. Después Tonraq se arrodilló frente a mi y me pidió perdón llorando por lo que me había hecho. El esposo de Nini ni eso tuvo el pudor de hacer. Para él su esposa se lo tenía merecido por dejarlo en vergüenza frente a otros Alfas por ella culparlo de tener una semilla débil que no la embarazaba y no lo que él afirmaba echándole la culpa al útero de ella y su poca capacidad como Omega. Nini se había cansado de llevar toda la culpa y burlas cuando su esposo se excusaba del porque no habían tenido cachorros aún. Eso le costó una golpiza con un atizador de leña al rojo vivo que robó la belleza de su cara y la dejo sin dientes desde joven.

-Korra, ¿usted cree?

-¿Qué si mi hijo puede ser igual? Él heredo el humor de su padre aunque no parezca. La gente que lo quiere y vio crecer no lo ve más que como un cachorro que muestra los colmillos más de lo necesario, pero ¿Yasuko no te dijo que no se debe estar cerca de un Alfa cuando está enojado o ser la culpable de su cólera? -Ella miro hacia donde estaba Tonraq, el Alfa acariciaba a su águila y luego la echo a volar por la ventana. Pocas veces desde que dejó de ser un pichón y se emparejó el animal volvía a visitar a su esposo. Tener su presencia ese día acompañándolos en el festival de los espíritus era para Tonraq una bendición por parte de su guía espiritual. Pero para ella el águila había estado extrañamente inquieto durante todo el día sin razón aparente alguna-

-No solo de ella lo he escuchado, de mucha gente.

-Esa es tu respuesta, mi hijo es un Alfa también. Aunque Omegas actuamos igual de salvajes cuando se entrometen con nuestros cachorros u hogar. -Senna río por lo bajo tras venir a su mente un recuerdo- Que no te engañe la fuerza que no nos favorece como Omegas, somos igual de capaces de matar. Sin embargo no por eso debemos hozar a medirnos con un Alfa. A mis oídos también han llegado los cuentos de tus andanzas liberales Asami.

-Eso es... -Quiso explicar ella pero la Omega no se lo permitió-

-Esta bien. Se que eres una mujer integra y decente. -Ella tomo las manos de Asami y las apretó siendo afectuosa- Pero es bueno que no olvides la confianza inquebrantable entre tu y mi hijo y siempre converses de todo con él. Hallar una forma correcta de hacer las cosas antes de hacerlas. Los malos comentarios e intenciones alrededor de una pareja pueden dañar una relación y manipular a cualquiera de los dos para volverse uno en contra del otro. Yo estoy muy complacida de que seas tu la esposa de mi hijo, él todavía cree que no me daba cuenta cuando se escapaba de aquí para ir a verte. Pero no todos aquí así lo están. Crie a mi cachorro con valores en el poco tiempo que Tonraq me permitía estar con él, no te imaginas cuánto llore y le reproche a mi esposo dejarlo en paz cuando Korra llegaba con su cuerpo o manos destrozadas del entrenamiento o la guerra. Mi hijo así lo quiso y lo acepto porque quería ser un Alfa fuerte para proteger lo que amaba. Tu mejor que nadie sabes que él no te haría un daño tan grave como el de Nini pero debes cuidarte de no cometer el mismo error que yo.

-Lo tendré en cuenta Senna, gracias. La verdad es que aunque no lo parezca no quiero abusar de lo considerado que es tu hijo conmigo, todavía estoy aprendiendo como hacer las cosas aquí en el sur. Aunque ya renuncie al hecho de ganarme la simpatía de los ancianos.

-Quisiera decir que no son más que unos viejos frustrados y envidiosos, pero son mis ancestros. Ups, aunque creo que ya lo dije. -Ella sonrió en complicidad con Asami y le ofreció un aperitivo de una bandeja que paseaba una sirvienta- Vamos hacia donde está mi esposo, la cena pronto comenzará.

Asami acepto, ella comió lo que Senna le había alcanzado reconociendo el bocado como algo hecho con carne de foca, entretenida en la degustación, el seguir a la madre de Korra y preguntarse en dónde estaba metida Yasuko la cual hacia mucho rato no veía. Hasta que sus inocentes preocupaciones fueron interrumpidas por un grito desgarrador, una copa rompiéndose contra el suelo y ver a parte de los guardias de honor que escoltaban al Jefe sacar sus espadas y atravesar por la espalda a varios de los presentes. Entre ellos el intento de hacerlo con Tonraq. Solo que el padre de Korra fue más rápido y tomo un cuchillo de la mesa y lo clavo en la garganta de su agresor. Luego saco su espada y se digno a acabar con el resto de los agresores. Pero un fuerte estruendo acompañado de varias explosiones hizo retumbar todo y hacerlo más confuso aún. Ella cayó al piso y aturdida trato de ubicarse, reconoció a Senna cerca de ella y a Yue. Lo que no observo venir era la espada que se cernía en contra de ella y amenazaba con separarle la cabeza del cuerpo. Solo que Tonraq apareció delante, la protegió y atravesó con su espada al osado que había procurado quitarle la vida ¿Qué estaba pasando? Esos eran hombres vestidos como guerreros del sur, no solo eso, eran hombres que lucían rasgos físicos como guerreros del sur, es decir, eran guerreros del sur ¿Entonces por qué intentaban asesinarla a ella y al Jefe?

-¡Nadie tocara a la esposa de mi cachorro, ustedes no son intrusos, son traidores!

Escucho ella decir a Tonraq mientras mostraba sus colmillos, luego el padre de Korra voltio hacia ella, Senna y Yue y las miro atento asegurándose de que estuvieran bien. Busco a Bolín lo miro con igual intensidad pero esta vez queriendo saber si todavía seguía siendo un guardia del cual confiar. Cuando estuvo satisfecho de así creerlo le pidió al Beta protegerlas y custodiarlas hasta el pasadizo fuera del pueblo que llevaba al comienzo del bosque. Senna se negó a hacerlo, no quería abandonar a su esposo, Tonraq solo la miro por un segundo más y luego la ignoro exigiendo a Bolín que las sacará del palacio. Todo era tan caótico e inesperado que él no tenía como protegerlas de otra forma más que sacarlas discretamente del pueblo, o por lo menos eso les dejo sentir.

Así fue, Opal se les unió en el camino junto a Naga. Trascurso dónde Bolín junto con la loba blanca tuvo que matar a varios guardias desleales y verse casi rebanado por algunas espadas, pero alcanzó a llevarlas hasta una puerta en el sótano del palacio. Ahí les pidió seguir siempre derecho hasta el final y nunca cruzar por otra entrada dentro del pasadizo. De nuevo vino otra despedida, está vez fue Opal quien se negó a dejar a Bolín, pero el Beta prácticamente la tiro junto con ellas y cerro la puerta. Quedando él solo con un enjambre de guardias queriendo asesinarlo teniendo de apoyo a Naga. Dentro, la oscuridad las aturdió. Pero Yue saco dos pequeñas piedras de sílex que hacían como pedernal para encender el fogón de la cocina y prendió una antorcha vieja todavía bañada en aceite de roca. Con más preguntas que respuestas decidieron seguir. Senna pensando en Tonraq. Opal en Bolín. Y ella en Korra y su madre. Si algo le pasaba a algunos de los dos no podría imaginarse el seguir viviendo sin ellos.

...

Sus ojos se abrieron grandes e impactados al ver la sangre, al presenciar como Noatak le amputaba la mano a otro Alfa y luego lo apuñalaba con su espada en toda la mitad del pecho para verlo caer muerto ¿Qué sucedía? En un momento ella estaba disfrutando pese al helado frío del sur pero cálida compañía y gente a su alrededor, de un entretenido acto de teatro de sombras pulcramente realizado en relato, música, colores, canto improvisado o en falsete y técnica de movimiento, para tratarse de una nación no perteneciente al fuego, figuras de cuero y papel medianas con articulaciones móviles bellamente pintadas y vestidas manipuladas por varillas de manos de marionetistas escondidos del público tras el escenario que relataban la historia de "Zhao el conquistador" como el guerrero había fracasado en destruir a la luna gracias a un legendario Alfa y el mar furioso tomo venganza por tratar de asesinar a su amada. Ambos espíritus, Tui y La, hechos mortales en cuerpo de dos peces Koi. Una apología que hacía creer a los nación agua más poderosos que la nación del fuego, no obstante le resultó agradable. Las partes cómicas que la hicieron reír a ella y al Alfa a su lado, lo bonito del ambiente. Pero las luces perdieron su fuerza y por detrás alguien intento degollar a Noatak. Él se supo defender, se escucharon explosiones muy fuertes y todo el mundo corrió, el escenario se desbarató y prendió en fuego, los gritos no dejaron de escucharse. Múltiples hombres que solo segundos antes parecían ser parte de la tribu se abalanzaron contra Noatak, dándose cuenta con terror que no solo contra él lo hacían sino en contra de ella también. El Alfa la guardo siempre tras su espalda y cada cuánto trataba de calmarla con sus palabras. Él lucía tan confundido como ella pero obviamente mejor preparado para desviar con su espada filosas hachas tiradas en contra de ella.

Noatak!

Tarrlok! ¿Qué es lo que sucede?

-Eso te preguntó yo a ti ¿Se trata de una traición del norte? Vi como trataron de matar a Tonraq ¿Acaso me escondes algo aún cuando soy tu hermano? -Él frunció su ceño severamente tomando por el cuello de la camisa a Noatak, la mano con la que agarraba su espada le tembló de solo pensar en utilizarla en contra de su hermano-

-¡¿Eres un traidor Noatak?! -Reprochó ella al hombre. Eso la asusto más que ser atacada por desconocidos ¿Podría ser él un traidor o un traicionado? Yasuko miro el semblante ensombrecido de Noatak, la ropa ensangrentada, lo grave de su mirada. Luego miro a Tarrlok, le pareció desconocido, algo despeinado y al igual que Noatak lleno de sangre y con su espada desenfundada, de pronto ambos hombres le dieron mucho miedo pero... Su cachorra ¿Ella estaba bien? Eso era más importante que cualquier cosa, incluso que su seguridad-

-No, no es así. -Se defendió él- ¡No es así! ¡No soy un traidor!

-Te creo hermano. -Tarrlok termino de bajar su espada poniendo plena confianza en su hermano sin duda. Arriesgándose pero no teniendo otra opción. Él era su familia, debía creer en él. Todo era muy confuso-

-Mi hija, Asami ¿Usted la vio? -Pregunto ella a Tarrlok-

-La vi, Tonraq la protegió y luego se fue escoltada con un guardia no se más de ella. Noatak, tenemos que cuidar a los ingenieros del norte con seguridad tratarán de matarlos. Igualmente a Desna y Eska.

-¿Quien trato de asesinar a Tonraq, fuiste capaz de ver? -Interrogo Noatak-

-Se trataba de un sureño. No lo sé, tienen explosivos poderosos y casi no vivo para contarlo.

-Eso quiere decir que la traición no viene del norte, esto es sur contra norte o sur contra sur y norte. Debo proteger a Yasuko. -Él miro a la Omega. Ella pareció ya no importarle creerle si él era traidor o no. Solo volver a ver a su hija- Korra no me perdonará si dejo que le pase algo. Ni yo tampoco.

-Debemos ir con Tonraq a convencerlo que no somos parte de esto antes de que él o Korra vengan por nuestras cabezas. Eso sí sería un completo desastre. -Dijo Tarrlok-

-Eso antes de hacernos cargo de nuestros propios problemas aquí. -Sureños reclutados para acabar con el norte empezaron a reunirse alrededor de ellos- Los ingenieros tendrán que esperar un poco. Lo mismo Desna y Ezka. Pero dudo que esos dos necesiten de nosotros.

-Olvídate de ellos, ayúdame a encontrar a mi hija. Si ella no está con Korra o Tonraq su vida corre peligro. -Exigió ella a Noatak tratando de manejar la desesperación-

-No deberían de pensar en otra cosa más que sobrevivir ¿Son ustedes los hermanos del norte hijos de Yakon? Son unos de los cuales debo eliminar. -Hablo una mujer junto a los traidores. Ella resaltaba de cierta forma. Parecía no tener brazos pero solo los mantenía ocultos bajo una capa. Tenía rasgos de la nación del agua y por la confianza que mostraba se podría decir que era poderosa a pesar de ser una Beta, o demasiado tonta para atreverse a enfrentar dos Alfas-

-Quiero que te escondas cerca de nosotros Yasuko. -Pidió él a la Omega- Tarrlok se encargará de proteger a los del norte y yo te ayudaré a buscar a tu hija luego de terminar aquí. Si te vas lejos y lo haces por ti misma te asesinaran.

-¡No! Si tengo que esperar porque ustedes acaben con ellos aquí lo haré, y si debo tomar una espada para hacerlo más rápido también lo haré. Quiero que acabes con esa maldita ahora mismo si no lo haré yo. -Se refirió ella a la enemiga-

-Déjamelo a mi. -Él sonrió tras la tenacidad demostrada por Yasuko-

-¿Estas seguro de eso? -Dijo otro adversario apareciendo tras de ellos. Un Alfa extranjero con bigote en forma de candado, el cabello largo y los brazos tatuados-

...

Gilak, bastardo! -Dijo él al ver al Alfa bajar de su caballo e impartir órdenes a los traidores. La lucha conllevo hasta las afueras del palacio, donde los sobrevivientes de las explosiones huían o terminaban luchando. En la mente de Tonraq él no dejaba de pensar en Senna, su hijo y en Asami. En la seguridad de las Omegas, como no había podido ir con ellas porque como Jefe defender a su gente y la tribu era primordial aún si eso le costaba morir totalmente solo, con no más que caos y destrucción a su alrededor-

-Hola Tonraq, parece que no la estás pasando muy bien y tampoco luces impresionado de que sea yo el culpable.

-¡Como te atreves a levantarte en contra de mi! A vestir las ropas y pintarte el rostro como un guerrero del sur. Korra me advirtió sobre ti y tus egoístas acciones. Sembrar miedo en tu pueblo no será por lo único que te juzgare frente a los ancianos, pagarás como traidor por lo que haz hecho. No me importa que te retractes ahora mismo.

-Tú y los tuyos son el único obstáculo para expulsar al norte de aquí. El único traidor eres tú. Vendiste a tu pueblo, tradiciones y cultura a ellos. Una vez acabe contigo y tú familia, asesinare a todos los norteños y convenceré a los ancianos de aceptarme como Jefe, de reconocer que el asesinato del señor de la cetrería era lo mejor para el beneficio del sur. -Él miro hacia el oscuro cielo pintado con una aurora boreal disimuladamente, el águila de Tonraq esperaba a que él se distrajera para caer en picada y clavarle las garras en la cabeza. Pero ese truco ya lo conocía. Como muchos otros movimientos de Tonraq, por eso había tomado confianza de enfrentarlo-

-¿En medio del festival de los espíritus cobarde?

-No iba a esperar dejar pasar uno de los días dónde el sur es más vulnerable ¿No me digas que creíste del todo que esperaría que tú hijo tratara de hacer un convenio entre los dos? Hablé con él en contra del norte, trate de que me siguiera, pero tu cachorro te es fiel, parece que no quiere hacerse de tu puesto mientras estés vivo. Por suerte yo te vengo a matar a ti y a tu hijo. Es mejor acabar con el mal desde la raíz hasta la semilla.

-Como si pudieras contra él. Korra te partiría el cuello antes de que toques tu espada. -Dijo Tonraq con una sonrisa arrogante y el pecho inflado confiado de las capacidades de su hijo- Si no lo hago primero yo por supuesto. Fuiste muy ingenuo al convencerte de que tu solo podrías con esto. Tantas batallas peleadas y ganadas acabaron con tu buen juicio Gilak.

-Es cierto, aunque le duela a mi herido orgullo admitirlo, yo no puedo solo contra ti o tu cachorro, mucho menos alguno de mis hijos, pero él y sus simpáticos amigos si. -Gilak miro sobre su hombro y uno de los varios guardias traidores a su alrededor se quitó su cabezas de lobo siendo el nuevo centro de atención para todos-

-Mucho gusto Jefe del sur, mi nombre es Zaheer. Escuché que quiso criar a un hijo guerrero más fuerte que cualquiera pero le resultó siendo una bestia. El Alfa que acabo con Unalaq.

-¿Zaheer? Tú eres... -Él recordaba ese nombre. Era el cabecilla de los bárbaros que querían destruir el templo del aire del sur ¿Qué hacía ese hombre ahí? ¿Cómo pudo violar la seguridad de los centinelas? Todo era una obra de Gilak con seguridad. Además, al parecer no era el único de su grupo presente. Una Omega alta con un tatuaje en la frente y explosivos en su cuerpo se unió a la reunión. El restó debían estar repartidos por el pueblo, atacando a su gente, a su familia ¿Su hijo seguía con vida? Eso lo hizo gruñir y de nuevo mostrar los colmillos ¿Qué clase de desgracia había caído sobre el sur?-

-Parece que tiene cierto conocimiento de mi Tonraq. Yo conocí a su hermano antes de ser encarcelado, compartíamos el mismo ideal, crear un nuevo orden mundial.

-Suena interesante pero lamento decirte que en el sur no tendrás éxito. -Tonraq alzo su brazo hasta quedar frente a su pecho y desde arriba bajó su águila para posarse sobre su extremidad, acercándola hacia él y ordenandole que hacer- Trae a Korra. -Le dijo al animal, luego la echo a volar. Él no sabía si su hijo seguía con vida pero confiando en su fuerza, esperaba que así fuera-