Ya hacía mucho rato que ella había escuchado aullar lobos. De haberse separado sin querer de Senna, Opal y Yue. Eso a pesar de que fue lo primero que Senna le advirtió al salir del palacio, no separarse de ella. Pero ¿Quién iba a predecir que justo al salir del pasadizo rebeldes del sur intentarían asesinarlas? Al principio el susto había sido suficiente como para paralizar el cuerpo de todas, pero cuando uno de los guerreros fue contra Senna e intento hacerle daño a la mujer, Asami dejo la pasividad de lado y se transformo. Enfrentó al soldado, desarmo y acuchilló con su propia espada sin saber como. Simplemente pura memoria muscular de sus prácticas de defensa personal impartidas en secreto dentro de su casa antes de convertirse en Omega, entrenamiento que no abandono del todo aún siendo Omega. Gracias al cielo ni su padre ni su madre se habían interpuesto demasiado en ese hecho. Solo prohibiéndole el manejo de armas. Cosa que obviamente ella aprendió a escondidas luego de rogarle a su maestro. El cual creía a las artes de defensas más necesarias en Omegas que en Alfas. Pues eran técnicas para hacer del débil alguien capaz de defenderse. Y en su mundo no había cosa más débil que una Omega.
La adrenalina de verse asesinada también la ayudo. Las Omegas a su lado habían quedado atónitas, aunque Opal no tanto. Su osadía y agilidad solo propia de Alfas y mal vista en Omegas ánimo lo suficiente a todas como para tomar el caballo de ese rebelde, tratar de montarse sobre el animal y huir hacia el bosque. Solo que cuando ella fue a tomar la montura, se acercó otro soldado queriendo matarla, él cual bajo de su caballo y busco perseguirla. Está vez fue Senna quien grito y espoleó el caballo junto con Opal y Yue, para atropellar al guerrero. Aplastándolo con agilidad y mano dura. Muerto ese soldado, vio venir a más. Entonces como una mejor opción más cómoda ella tomo el caballo libre del segundo rebelde muerto y lo espoleó tan fuerte como pudo para seguir a la madre de Korra y al resto.
Pero, su caballo era inestable. Y entre más se acercaban al lejano bosque ella sentía un nerviosismo aumentar en el semental. El cual la hizo separarse de Senna, perderse en el bosque, caer del caballo, llenarse de hojas secas, quedar aturdida y sin saber en dónde demonios estaba. La oscuridad de la noche con la luna guardada detrás de las nubes hacia al bosque aterradoramente oscuro y siniestro. Mirará por dónde mirara todo parecía igual, no discernía un camino de salida entre lo inhóspito y la falta de luz. El sonido de un búho que la observaba desde lo alto con sus ojos grandes, redondos y brillosos. El aire que soplaba a su alrededor. El frío de estar fuera del palacio con un simple vestido sin demasiada protección. Era lo único que la acompañaba. Y, algo más. Fuera del bosque nevaba un poco, pero ahí todo era diferente, como si se tratase de otra tierra independiente del sur. La nieve no se veía caer, además el clima helado no parecía ser solo producto de la ubicación geográfica tan al sur y algunas plantas pese a la baja temperatura no se notaban afectadas, quemadas o muertas.
De momento, hubo un silencio ensordecedor y una luz, linda y llamativa que la sedujo a seguirla. Obligándola a adentrarse cada vez más en el bosque sin darse cuenta. Ella atribuyó el sentirse tan ansiosa e inquieta con el haber sido perseguida y casi muerta por los soldados rebeldes. Claro, y si ella seguía la luz encontraría paz, tranquilidad y sosiego. Pero hundiéndose cada vez más en ese singular pensamiento al igual que en las profundidad del bosque, ella escucho una rama caída de un árbol romperse, salió de su distracción, olvidó la luz y se sintió acechada, por lo cual voltio hacia el ruido y trato de ver entre la oscuridad. Descifrar que era eso que la espiaba. Aguantando un grito de terror cuando lo descubrió, la figura de un enorme animal negro de ojos azules. Bestia monstruosa mucho más grande que Naga, y ella ya creía a Naga grande. Criatura que de nuevo se escondió y vio pasar entre las sombras cuando el brillo de la luna apareció reflejado en el bosque y en un hermoso lago. Ella creyó que si el animal no había saltado a devorarla quizás era tan nocturno que la luz lo aturdió. Dándole chance a ella de vivir.
Necesitaba encontrar un escondite. Meterse ahí y no salir nunca más. Su anatomía ahora no solo temblaba del frío, sino del miedo. Esa criatura y el dinamismo del bosque le presionaba los sentidos y la respiración. Ella visualizo un hueco en un árbol grande, gigante, como parecía ser todo lo que había en ese bosque ¿Por qué Korra nunca le había hablado de ese bosque o llevado ahí? Asami entro en el árbol y se acurrucó como una niña pequeña. Pensó en su madre ¿Estaría Yasuko bien, habría sobrevivido, la volvería a ver? Un vacío intranquilo en su pecho la hizo sollozar ¿Qué había de Korra? Él estaba en la frontera, en primera línea de batalla. Korra, ella quería ver a Korra y ser abrazada por él, amada y calentada por su cuerpo protector y amoroso.
En medio de esa tristeza y miedo, el inmenso tronco pareció arrullarla e igual de raro como el bosque mismo, de nuevo ella sintió tranquilidad pese a sus encontrados sentimientos. Aguanto las lágrimas y olió el aroma de la madera, del salvaje bosque. Cómo éste parecía querer enamorarla pero así mismo jugar con ella y aterrarla. Arrebatarle la vida. De nuevo ella escucho sonidos afuera, era algo caminando hacia ella, encima de ella ¿Cómo fue que no se dio cuenta antes? Toda su piel se erizo y con los ojos extremadamente abiertos ella miro hacia la entrada del tronco y espero aparecer el hocico de la criatura que hacía rato la asechaba, luego los colmillos y después ser devorada. Pero, en efecto ella vio un hocico y también unos ojos azules, sin embargo al detallarlo mejor en lo que ella pensó eran sus últimos segundos de vida. No sé trataba de un animal salvaje y feroz. La luna alumbró de nuevo, figuras de animales que hacían pintadas artesanalmente en las paredes internas del árbol se hicieron evidentes, y ella lo vio. Aunque su rostro estaba manchado con pintura negra y gris, y tampoco percibió más que olor a pólvora y sangre en él. Asami lo reconoció, era Korra. Eso la hizo casi llorar de alivio y abrazarlo con gran energía. Haciendo al Alfa quejarse de dolor pero recibiéndola y poniendo sus poderosos brazos alrededor de ella como torres de protección. Besándola en la frente, sobre su cabeza, apresándola gentilmente con su corpulencia.
-Sami... -Salió de la boca de él-
-¡Korra! ¿Eres tú? -Ella tocó con ahínco el rostro del príncipe-
-Si lo soy, lo soy. No te preocupes, ya todo está bien.
-¿Estás herido? -Asami vio y olió la sangre en su Alfa- No reconocí tu olor.
-La sangre no es mía es de mi padre. Yo estoy bien tranquila.
-¿Tu padre? -Eso la preocupó ¿Qué había pasado con el Jefe del sur?-
-Él recibió algunas heridas pero estará bien. Ya los bárbaros se fueron y los rebeldes en su mayoría están muertos.
-¿Barbaros, los que te advirtió Tonraq?
-Si. Extranjeros que se aliaron con Gilak para dar un golpe de estado. -Respondió Korra-
-Oh, espíritus. -Ella se tapo la boca de la impresión- ¿Mi madre, sabes dónde está ella?
-Ella debe de estar bien, la dejé a cargo de dos Alfas fuertes. Ya te lo dije, no te preocupes, salgamos de aquí. Mi madre y tu doncella nos esperan. Están junto a Mako.
-Espera, afuera había un animal enorme acechándome. Si nos descuidamos nos puede comer a los dos. -Lo dicho hizo reír un poco a Korra y a ella hacerle contraer el entre cejo ¿Qué tenía eso de gracioso?-
-Esta parte del bosque les pertenece a mis lobos. El que viste de seguro es el Alfa de la manada, y él me debe lealtad, yo les aúlle pidiéndoles que te protegieran y era lo que él hacia, a ti y a mis otras Omegas. Si él hubiera querido comerte ya lo hubiera hecho. Te estaba guardando de otros depredadores y del bosque mismo. -Él tomo la mano de Asami y la ánimo a salir del tronco hueco y viejo-
-¿Tus lobos? -¿Eso era un lobo? Imposible-
-El resto ya debe haber matado a los rebeldes que se atrevieron a entrar hasta aquí por ustedes. Vamos, debes tener frío y cansancio. -Korra tomo alzada a su Omega arropando a la mujer con su calor y evitándole tropezar con raíces o caer en un profundo hueco. A ella pareció no molestarle. Todo lo contrario, se pegó a él tanto como pudo-
...
-¡Senna! ¡Opal! -Exclamó ella al por fin ver a la madre de Korra y luego a su doncella, bajando de los brazos de su Alfa para irlas a abrazar. Luego, notar a Yue y sonreírle, reverenciándola levemente en agradecimiento por ayudarlas a escapar-
-Estaba muy preocupada por ti mi niña. Cuando te separaste de nosotras eso me atormentó, perderse en éste bosque no es bueno. -Dijo la Omega mayor-
-Ni que lo diga ¿Ustedes no tuvieron miedo de los lobos? -Pregunto ella a Senna-
-Cariño, los lobos son de mi hijo. Son los que nos defendieron dentro del bosque sin Korra. Si no, hubiera evitado entrar aquí, solo sureños de alto rango como los ancianos y el Jefe pueden. Si te fijas, los verás. Ellos aún nos rodean.
-Me alegra. - Ella miro hacía la poca penumbra que las rodeaban, por fin la luna había dejado de esconderse y ella disfruto de las siluetas de los lobos que caminaban tranquilos en el entorno, jugaban entre si, se escondían o buscaban llamar la atención de Korra. Era una manada grande, linda y variada. Verlos siendo tan propios de la naturaleza y de lo místico generaba un peculiar sentimiento en ella. Por lo cual quiso tratar de acariciarlos-
-No pienses en acariciarlos cielo. Son salvajes y solo responden a mi hijo. Te pueden atacar si no eres respetuosa con ellos o le faltas al respeto al Alfa de la manada. Parecen adorables pero no lo son. Tienen su propio orgullo y los humanos no son de su agrado.
-Sé que no son del todo adorables. Casi muero aterrada luego de ver a ese lobo negro y gigante que me acechaba, era el doble de grande que Naga. Realmente necesito que Korra deje de ocultarme cosas. -Asami guardo sus manos y dejo de lado las intenciones de querer ir a tocar a uno de esos animales-
-¿Gigante? No, en su manada no hay ninguno más grande que Naga, no por lo menos uno que yo haya visto. Solo el Alfa es un poco más grande, y es plateado no negro, la Beta es blanca. Quizás te confundiste, eso suele hacer éste bosque, juega con tu mente y hace ver las cosas más grandes y aterradoras de lo que son.
-Pero...
-Sigamos querida, te refriaras si no comenzamos a caminar y la verdad estoy impaciente por ver a mi esposo. Siento que Korra no ha sido del todo sincero conmigo al decirme que Tonraq está bien. Puedo oler la sangre de mi esposo en la ropa de mi cachorro. -Ella bajo la mirada y Asami creyó verla conteniendo las lágrimas-
-Lo siento. Tienes razón. Salgamos de aquí rápido. También quiero ver a mi madre.
-¡Mi señor, mire lo que trae Naga! -Grito Mako llamando al príncipe quien estaba entretenido en seguir un rastro, la loba tenía entre sus fauces a un traidor tomado por el cuello, luego lo soltó y el sujeto tomo un respiro-
-¡No lo maten! -Pidió Asami confundiendo al príncipe y a Mako- Nos sirve para información, saber exactamente como esos tales bárbaros se infiltrarón con ayuda de Gilak.
-Es un guerrero del sur Sami. No hablara tan fácilmente. A menos que decidas morir con un poco de honor cortado por mi espada, o como un traidor devorado por mis lobos. -Sé dirigió Korra al prisionero. Algunos de sus lobos gruñeron en aprobación-
-Pensar que nuestro señor Gilak y sus planes tendrían éxito hoy fue el único error de mi parte y mis hermanos de carnada. Pero ese extranjero nos librará del norte. Tarde o temprano la victoria será nuestra ¿Él escapó verdad? Ni el Jefe ni tu fueron capaces de detenerlo.
-¿Zaaher? Pones muchas esperanzas en un hombre que solo vive enamorado de su propia historia. Y que me juro volver al sur y tratar de volver a destruirlo si sus exigencias no son complacidas ¿Eso es cuidar de tu tribu, de tu familia, de tus hermanos de carnada? Él mato a Gilak.
-¿Cómo saber que no fueron ustedes quienes lo asesinaron? -Dijo el traidor-
-No tengo nada que perder al decírtelo. Tiempo para esperar por ti es algo de lo que tampoco gozo, habla ahora y muere como un guerrero o te dejaré que pruebes tu merecido castigo. Estoy siendo muy piadoso. -Dijo Korra-
-Lo siento príncipe del sur. No escucharás nada de mi. Seré un perdedor pero no un delator. El sur me enseñó bien. Zaheer te matará de la peor forma posible, a ti, a tu padre, a tu madre, a tu Omega y a todos tus aliados. Saberlo me hará morir tranquilo en las fauces de cualquier bestia.
-Admiro tu decisión. Ser desmembrado por animales salvajes no es la más placentera manera de morir. Mako, llévalas hasta los caballos, los seguiré luego. -Ordeno él a su arquero-
-Si mi señor. -Mako reverenció al príncipe y trato de guiar a las Omegas hacia el exterior. Pero Asami se quedó mirando a su Alfa, lo que sucedería ¿Korra iba a dejar morir a ese hombre tan brutalmente a manos de sus lobos?-
-Asami, muchacha, es mejor que no veas eso. -Le pidió Senna abrazándola para acompañarla a seguir a Mako. Pero ella volvió a voltear y a lo lejos vio a Korra desenfundar su arma y empuñarla en un corte descendente acabando con la vida del prisionero. Su esposo había decapitado al soldado como un guerrero y no dejado morir por bestias como un traidor. El príncipe del sur era compasivo. Violentamente misericordioso. Pero no dejaba de ser triste tanta destrucción y muerte-
...
Luego de la huida de Zaheer, según Bato los bárbaros morirían en el mar o el agua los castigaría tan severamente que si salían con vida sería un milagro. Eso explicaba perfectamente la participación de Gilak desde un principio. Seguramente el guerrero traidor del sur los había ayudado a pasar el turbio mar solo manejable en su mayoría por gente de las tribus agua o habilidosos marineros, luego infiltrado de alguna forma, ubicado sobre las debilidades dentro de la tribu y las zonas vulnerables de las que todo pueblo dependía. Cómo eran el alimento, agua y mejoras estructurales. Dado con los ingenieros los cuales habían sido secuestrados, y robado todo su trabajo. Destruido lo poco que Melania había alcanzado hacer para explotar el petróleo del sur. Al parecer Zaheer no solo estaba interesado en la libertad del mundo, si no, en el aceite de roca y su influencia. Era lógico, quien maneja la economía y el trueque maneja en parte el mundo. Destruirlo o hacerse dueño de estás ventajas con fines malignos era también una forma de caos. Profundo y destructivo desorden que generaría hambruna y desidia. Ese criminal estaba loco, lo peor de todo, era lo suficientemente fuerte y habilidoso para ser capaz de llevar su locura a cabo.
Su padre había despertado luego de un día, Tonraq seguía en recuperación pero cumpliendo con su deber como Jefe. Korra había estado muy agradecido con Desna y Eska por haberlo cuidado, al igual que con Bolin, éste último por además llevar a sus Omegas sanas y salvas al pasadizo que las libro en parte de la muerte. Por su parte, Asami había llorado al reencontrarse con Yasuko, y él mirado firme y orgulloso a la Omega por devolverle a su hija con vida tal y como prometió. También miro a Noatak golpeado y maltrecho al igual que Tarrlok, los reverenció levemente y les agradeció por cumplir con su palabra. Cuidar a Yasuko y defender al sur. Si esos dos Alfas se hubieran revelado aprovechando el desorden, de seguro él y Tonraq estuvieran muertos.
Los mensajes de la exacta ubicación de los bárbaros no variaba demasiado, aún seguían en el mar, o escondidos cerca de la isla Kyoshi. Al parecer el mar los había matado o retrasado lo suficiente como para no permitirles avanzar mucho. El creía en la segunda opción. Un hombre como Zaheer de seguro sabía cómo sobrevivir. Cosa que su padre recalco leyendo mapas dentro del arsenal junto a todos los guerreros y dado explicaciones a los ancianos. No había por qué precipitarse, podía ser una segunda trampa, si él y Tonraq salían del sur en busca de venganza y los bárbaros volvían sin la mayoría de los guerreros allí. Sería el fin del sur. Lo mejor era esperar la oportunidad perfecta. Aunque él estaba impaciente de ir al norte y de destruir a Zaheer, mostrarle que él no le tenía miedo. También, de descubrir a esos traidores no reconocidos que aún vivían entre ellos. Como el Cuervo del Norte.
Igualmente, con la misma importancia, él había hablado largamente con su padre sobre su experiencia en batalla contra Zaheer, Tonraq hizo lo mismo. Llegando a una sola conclusión. Korra necesitaba ir con el hijo de Katara e internarse en un exhaustivo entrenamiento espiritual y de técnica interna en las montañas. Lo cual sería difícil para él. Sobretodo alejarse de casa y de Asami luego de haber estado tan cerca de perderla. Su padre lo consoló diciéndole que a la primera sospecha de riesgo en el sur, él mandaría a su águila como mensajero para traerlo de vuelta. Solo tenía dos semanas para lograr algo junto a Tenzin, el hijo de Katara. De los únicos herederos de los estilos de la nación del aire casi exterminada por el señor del fuego Sozin. Dos semanas que Tonraq aprovecharía para reconstruir al ejército del sur y planear la mejor emboscada posible contra los bárbaros.
Fuera de eso. Cuando volvió a casa, él había notado además tristeza y distanciamiento en Asami desde lo ocurrido en la tribu. Ella había perdido a los ingenieros con los que tanto le gustaba compartir, Varrick y su asistente no estaban en la tribu y el trauma de lo pasado en la invasión de seguro la seguía persiguiendo. Por lo cual antes de partir él quiso hacer algo por ella. Algo especial con lo cual Asami se distrajera mientras él no estuviera en el pueblo y pudiera despejar la mente. Pese a no gustarle la idea de que su Omega fuera a estar lejos de casa sin él en la tribu. Pero Asami no lo había molestado para nada, no había buscado consuelo en él y no se mostró débil o afectada por la invasión. Solo le sonreía y hacia sus días hermosos. Y eso no estaba bien, el bienestar de la salud mental de Asami también importaba. Ella solo no quería causarle más problemas a él, porque así era Asami. Pero lo que su Omega no comprendía era que ella y sus cosas nunca serían un lío para él.
Por ello, él le pidió un barco a Bato y lo estacionó a un lado del puerto en un lugar privado pero lleno de protección por si Asami llegase a necesitarlo. Además de eso, ordenó a su arquero Mako y a Bolin cuidar de su Omega cuando Asami estuviera ocupada en el muelle. Él sabía lo mucho que la mujer quería experimentar con la ingeniería de ese tipo y pese a la prohibición de los ancianos, él trato de complacer a su Omega. Hacerla feliz en algo entre tanta desgracia antes de concentrarse en su propio entrenamiento. Y hablando de su propio entrenamiento. Escuchar atentamente lo que su padre tenía por decirle antes de partir era importante. Por eso se dirigió a la casa del Jefe. Abrazó a su madre y se encerró a solas con Tonraq.
-Cuando estés junto a Tenzin, quiero que te concentres en lo interno y en lo suave. En lo externo y duro estás muy bien. Pero en manejar con maestría no enfrentar si no fluir, estás hecho un desastre Korra y Zaheer se dio cuenta de esa debilidad. Tienes que conseguir tu equilibrio o él te matará cuando vaya por ti.
-Lo sé, pero nunca me ha gustado huir padre. Pararme frente a mis adversarios sin retroceder y luchar cara a cara con toda mi fuerza bruta es lo que más amo del combate. -Esa adrenalina, dolor y entrega-
-No se trata de huir Korra. Entiendo que ser como el agua en un río lleno de rocas o la hoja entre los paneles sea muy difícil para ti, pero basta con que alcances a ser como el bambú, eso se amolda más a tu personalidad.
-¿Un bambú? -Susurro Korra-
-El estilo interno no debe ser una novedad para ti del todo Korra, he tratado de enseñarte lo básico a la par de la parte física de tu cuerpo desde pequeño. Pero es más que obvio que en la práctica necesitas a un maestro para alcanzar el dominio consciente y superior, el estilo interno siempre es más difícil de dominar en la mayoría de los casos porque requiere haber sobrepasado un umbral inhumano durante tus prácticas físicas. Cosa que ya haz hecho. Además, que aprendas e internalices el estilo de tu adversario te librará de la ventaja que él ya tiene sobre ti.
-¿Por eso no serás tú quien me enseñe el estilo interno y fluido de la nación del agua?
-Entrenar conmigo será más de lo mismo Korra y solo uno de los dos puede aprender el estilo del aire, no podemos dejar al sur sin el príncipe y su Jefe al mismo tiempo. Si lo haces con un maestro aire quizás por fin puedas alcanzar la comprensión que necesitas tanto en la técnica suave del agua, como en la del aire y aflorar tu propio estilo interno. Muchos no tienen el privilegio de ser pupilos de un maestro aire, aprécialo y ten en mente lo prodigioso que Zaheer es en el arte originado en las montañas altas de los templos aire.
-Lo haré. -Aunque eso lo estresaba- ¿Qué tal si no soy capaz de dominar lo suave y la espiritualidad en mi papá?
-Entonces el sur y toda tu familia estará perdida. Si morimos a mano de los bárbaros lo harán todos los que amamos. Aunque me irrité admitirlo solo yo no podré contra ellos. Además querrá decir que como guerrero no llegarás más lejos de lo que lo has hecho. Si no es Zaheer tarde o temprano te volverás a encontrar con otro contrincante que volverá a sacar tu deficiencia. Un guerrero que no es capaz de entrenar lo interior no solo en la parte suave, si no en lo espiritual, la meditación, tanto como el exterior. Es un guerrero incompleto.
-Pensé que ya dominaba meditar.
-Si así fuera no tendrías miedo de enfrentar lo desconocido en ti. Es obvio para mí como un guerrero experimentado, que es justo lo que te está limitando. Yo he llegado a mi tope pero tú tienes mucho más para dar y así poder estar a mi altura hijo.
-No quiero perder el control y terminar dañando a alguien que amo. Sé porque mis guerreros se alejaron de mi hasta el amanecer luego de derrotar a mi tío Unalaq en el norte. Mi propio pueblo temía que los matará a ellos también. Me convertí en un animal capaz de aterrorizar a mis hermanos de carnada.
-Lo que pasó con Unalaq es algo que lamento no haber podido presenciar en primera persona. Solo escuché los rumores sobre ti. Pero ser animales y perder el control es algo muy natural de los Alfas Korra. Debes aceptar lo que eres y en base a eso tratar de poseerlo en vez de permitir que eso te posea.
-¿Y si en ese transcurso de tiempo en que trató de hallar el equilibrio en mi sin miedo a convertirme en un animal le hago daño a alguien, lastimo a Asami? -Él bajo la mirada atormentado por esa posibilidad-
-Entonces tendrás que vivir con ese remordimiento por el resto de tu vida gracias a tu debilidad Korra. En cualquiera de los casos, nunca el miedo será la respuesta.
-Si padre. -La ausencia de valor era deshonra para un guerrero-
-Mañana partirás. Pasa tiempo con tu esposa, luego me agradecerás el habértelo aconsejado. Ahora que has estado con una Omega será distinto para ti estar lejos de casa y restringirte por días de ciertos placeres de la carne. Pero es uno de los pesares que cargamos los guerreros al estar lejos de nuestro hogar, empieza a acostumbrarte mi cachorro. Aunque creo que ya lo habrás notado.
-Lo haré padre. -Korra volvió a bajar la cabeza pero está vez con sonrojo en su rostro y orejas. Su papá se refería a las relaciones sexuales-
-Otra cosa.
-Soy todo oídos. -Él volvió a prestar atención al Jefe antes que Tonraq se levantará del tatami y abandonará el gimnasio privado de su casa. Ahí habían hablado más que con palabras, si no con los puños. Pese a tener todavía el estomago herido, Tonraq se había tomado el tiempo para compartir un cuerpo a cuerpo contra él-
-Quiero que pienses en cómo no puedes obligar a esa peculiar espada tuya a chocar contra otra sin que está se vea quebrada en algún momento. Encontrar el equilibrio no solo te ayudará en tu arte de mano vacía, tu manejo con la espada también lo hará, a pesar de que tu técnica ya es bastante depurada. Irónicamente Piandao te dio una espada que maneja lo duro y lo suave. Siempre haz sabido cuando ser fluido con ella y cuando no. Reflexiona sobre eso.
...
Había pasado una semana desde que Korra partió al templo aire del sur. Según Tonraq "Las montañas le harían bien, son sabías y lo que un guerrero necesita para mejorar" Pero ¿Por qué necesitaba su Alfa mejorar? Él era fuerte. Había dado la cara a los bárbaros y hecho huir junto a todos. Sin embargo al parecer eso no era suficiente para el Jefe. Algo más la preocupaba y la mayoría de la gente parecía creer lo mismo, lo dicho por aquel rebelde tomado rehén en el bosque, un guerrero del sur que se suponía conocía la capacidad de su príncipe alegando que Korra sería asesinado, luego Tonraq, después Senna y ella junto a los aliados del Jefe ¿Tan fuerte era el cabecilla de los bárbaros? Ella trato de no pensar mucho al respecto, eso la perturbaba un poco. Todavía había noches en las que no podía dormir sin abrazar a Naga del miedo de volver a hacer objeto de asesinato. Siempre tratando de no molestar a Korra con sus infantiles problemas, él ya tenía mucho a cuestas con la situación y falta de recursos del sur. Atosigarlo con preguntas y miedo no era lo correcto.
Pero una vez más, él la sorprendió, Korra la llevo al puerto del sur y mostró un barco, le dio permiso de hacer con el lo que quisiera y la hizo sentir importante. Eso sin olvidar decirle que no se alejara demasiado de los guerreros del muelle, ni de Mako o Bolin, de lo contrario tendría prohibido el muelle. Por supuesto, ella había aceptado, brincado de la emoción y casi besado a Korra. Ese chance la había tenido ocupada y pensando en cosas más positivas. Aunque extrañando igualmente a Korra. Verlo dormir en la esquina del cuarto, oler su fragancia fresca de Alfa y su almizcle luego de entrenar. Por suerte, él había dejado a Naga para abrazarla de noche y no sentirse tan sola. Su madre aún seguía en la casa, de vez en cuando iba a dormir con ella y pasaban tiempo juntas. Otras veces Yasuko simplemente desaparecía. Eso era extraño, pero no le dio mucha importancia mientras no se volviera a desatar la desgracia en el sur. Y tener que volver a huir al bosque. Cosa que la ponía intranquila y todavía generaba interrogantes en ella.
Otra cuestión buena de trabajar en el barco, además de sus avances en el tema a pesar de ya no tener a Varrick o los ingenieros del norte cerca, fue hacer una amistad más estrecha con Bolin, y en específico con Mako. Él era guapo, atento y servicial. La hacía reír y sobreprotegía. Se sentía bien estar junto a él. El arquero la ayudaba en la mayoría de las cosas, era muy inteligente, listo, ágil y diestro en la escritura, notando algo singular luego de pillarlo escribiendo en un papel, ella reconoció la caligrafía de Mako como la de Korra ¿Pero como podía ser eso posible? Era solo su imaginación o acertaba al pensarlo. Por lo que hasta no tener una respuesta sincera por parte del arquero no dejo de molestarlo. De presionarlo hasta la impaciencia.
-Te lo confesaré pero júrame que no se lo dirás a mi señor. -Le dijo Mako a ella sin ser formal, Asami le había pedido no serlo-
-Lo juro. -Alzo ella una palma en sinónimo de compromiso al arquero-
-Mi señor no es muy bueno para la escritura y lectura de la caligrafía convencional.
-¿Korra es analfabeto?
-No, no. Como un guerrero de alto linaje él paso por una exhaustiva preparación educativa al igual que en armas y técnicas de combate. Se dice que con solo ver la caligrafía de una persona puedes deducir su habilidad con la espada. Por eso es importante que un guerrero sepa desenvolverse en la caligrafía. Pero a mí señor se le hacen difíciles los caracteres combinados, las frases y las oraciones. Es extrañó según él, pero no hay una explicación clara. Él dice que quizás ya quedó medio bruto de tanto golpes que ha recibido desde pequeño. Yo creo que es algo propio de mi señor, de su cerebro. Él está bien, mi señor es capaz pero quizás su cerebro ve las cosas de un modo diferente.
-Esa es una interesante conclusión. Que no comprendamos algo no debe ser sinónimo de discriminación y descarte. Quizás si le preguntamos a Katara sobre eso, como experta en medicina nos de una pista más clara.
-¡No! Asami, ya te lo dije, nadie puede saber que te revele ésto. Si hablas y mi señor se entera concluirá que fui yo por mi cercanía a ti y no me irá nada bien.
-Esta bien, cierto, lo prometí. -Aunque ella investigaria por su parte al respecto- Entonces, ¿tú eras quien escribía las cartas de Korra?
-Quiero aclararte algo para no entrar en mal entendidos. Él solo hablaba y yo escribía. Nunca puse más de mi en el papel que mi caligrafía. El resto fue de mi señor. Tal cual su sentimiento y pensar. No creas a mi señor un ser falso.
-Eso nunca. De ser así lo hubiera notado hace mucho. Gracias por tener la confianza de decírmelo Mako, eres muy amable y leal. -Ella le sonrió al Alfa y apoyo su cabeza en el hombro del hombre. Ese había sido un largo día y ya iban a partir a casa. Solo se había sentado en la cubierta del barco a esperar por Bolin y Opal que se habían ido hace mucho en busca de agua dulce para beber-
-Siempre a sus órdenes mi señora. -Respondió el arquero a Asami-
-Estoy agradecida. -Su rutina sin Korra en casa y el Jefe ocupado en su ejército, era aparentar cumplir con sus labores, comer con su madre y algunas veces con Senna y asistir junto a Yasuko a clases de costura. Lo cual aborrecía pues no veía el momento de por fin ser libre de las apariencias, buscar a Mako y dirigirse al muelle. Su madre no había estado muy de acuerdo pero Yasuko parecía más ocupada en otras cosas que tratar de no permitirle trabajar en el barco. También pensó en parte que su madre solo estaba siendo un poco flexible porque no quería seguir viéndola tan afectada por lo sucedido en el sur. Lo cual agradeció en silencio. Y hablando de silencio era algo que sin querer ella no había podido mantener por demasiado tiempo frente a Mako con respecto a la verdad de su matrimonio con el príncipe del sur. Cuando estaba con el arquero ella gozaba de desahogarse hablando con alguien y compartiendo con él, Bolin y Opal. Lo suficiente como para quizás sufrir de estupidez y revelar algo en extremo personal. Espíritus, a Korra no le iba a gustar-
-¿Qué dijo mi señora?
-Nada, olvídalo. -Respondió ella al arquero rogando que él no hubiese escuchado. Pero si lo hizo-
-Le dije que no conversará mucho con los Alfas del puerto porque mi señor podría enterarse y ponerse rabioso. Y usted me contestó "No importa, nuestro matrimonio no es real, él no siente celos de esas cosas" ¿Es eso cierto mi señora?
-Te he dicho Mako que no me hables con formalismos, me puedes llamar solo Asami mientras no estemos frente a otros.
-¿Entonces es cierto Asami, el matrimonio con mi señor es falso? Wow, en cierta forma creo que desde un principio lo sospeche.
-No, no es así. -Ella trato de corregir su error-
-¿No? Pero ust... Digo, tu misma lo dijiste. Además la verdad de lo improvisado de todo y ver ese nerviosismo con el que se tratan a pesar de ser esposos, habla por si misma.
-Mako... -¿Ahora como encubriría eso?-
-No te preocupes Asami, conmigo el secreto está a salvó. Solo que es un poco impactante pese a mi presentimiento.
-Nadie lo puede saber Mako.
-Imagino que así es, ¿Pero amas a Korra?
-Lo quiero, es mi mejor amigo desde hace muchos años. -¿Por qué todo el mundo siempre le preguntaba al respecto?
-Querer no es lo mismo que amar.
-Si... Lo sé. -Susurro ella-
-Vaya, que novedad.
-No lo platiques ni si quiera con tu hermano Bolin. Es peligroso. -Ella creyó ver una sonrisa en el rostro de Mako por lo recién descubierto. Pero no le presto mucha atención-
-Lo entiendo. No hablaré más del tema. En mi tienes un amigo sincero y un protector, no te preocupes, no le desearía mal a ti ni a mí señor nunca.
-Gracias Mako. -Ella le había sonreído sinceramente al arquero. Podía ser que no fuese tan malo haber desahogado el peso de la mentira que cargaba junto a Korra-
-No te decepcionaré, Asami.
Después de eso tal y como prometió Mako, él no volvió a tocar el tema y fue una tumba al respecto. Gracias a lo cual tomó mayor confianza en el hombre. Mako y Bolin eran huérfanos de padre y madre, ambos habían tenido que pasar por mucho antes de ser adoptados por la casa Raava. Los dos tenían tanto cariño hacia Korra como ella misma al príncipe. Darse cuenta de ello la hacía apreciarlos mucho más de lo que ya lo hacía. Terminando por pasar mucho tiempo junto a Mako. Él era como su sombra e increíblemente habilidoso con algunas cosas, como por ejemplo, robar, o mejor dicho, tomar prestado sin conocimiento de los soldados de los almacenes de repuestos de los barcos piezas claves que ella había tenido que reemplazar más de una vez. Otra cosa que le llamó la atención de él, era que Mako era habilidoso con la mente y culto en las novedosas teorías de pararrayos.
Posteriormente, las dos semanas pasarón con rapidez y Korra todavía no había vuelto, ella vio al águila del Jefe volar hacia el mar la mañana anterior pero no presto mucha atención a eso. Ese día lo que harían sería importante. Terminar y probar la nueva hélice principal del barco pasada de ser una rueda de paleta, que movía al barco con la mecánica de los molinos de agua con diligencia pero no tan rápido además de limitar la maniobra y retroceso, a una hélice sumergible tipo tornillo. Si tenían éxito con eso, entonces podría empezar a intentar pasar de ser el carbón el combustible de las embarcaciones a el aceite de roca. Lo cual creía mucho más complicado de lo que ya había sido alcanzar el prototipo piloto de la hélice.
Para lograrlo al principio ellos habían tenido que esperar a la marea del mar disminuir luego de estacionar debidamente la embarcación, encallar en arena suave y poner muchos troncos frente al barco, jalarlo fuera del agua lo suficiente como para con gigantes estabilizadores de madera en el muelle mantenerlo equilibrado y elevado hacia lo posterior. Pues no podían trabajar en la hélice bajo el mar helado. Eso sería por completo imposible y un desastre aún si el agua fuera templada. En eso se habían llevado varios días y uno que otro soldado desocupado chantajeado. Pues mover el barco y asentarlo, a pesar de ser mediano, era una ardua tarea de fuerza bruta. Por suerte ya en el puerto habían la mayoría de herramientas listas para hacerlo.
Modificar los planos con pruebas a pequeña escala llevo otro tiempo. El conocimiento tuvo que ir perfeccionandosé con momentos de frustración y claridad. Hasta por fin lograrlo, armar la hélice, hacer cambios estructurales y adaptarla. Todo eso había durado hasta el día anterior, en el presente día al por fin tener el barco listo esperaron que la marea subiera al máximo luego de volver a estacionar la embarcación sobre la orilla de la marea baja para que el agua arrastrara el barco hasta el mar sin esfuerzos de terceros. Marea que llegó justo al atardecer. El nivel del agua sube y baja dos veces al día. Pero ella no iba a esperar doce horas más aunque el sol estuviera por caer y sabía que debía estar en casa antes de la noche por orden de Korra. Alistar los últimos detalles se había llevado bastante tiempo del día pero por suerte, todavía había luz.
Ella quiso ser quien arrancará el barco y lo manejara por primera vez. Pero lo tenía prohibido, no solo por ser una Omega. Si no porque ni Bolin o Mako lo permitirían. Al igual que Opal. Pues si todo no salía como debía y la hélice se desbarataba o algo explotaba y ella salía herida (y la supuesta descendencia del príncipe del sur que quizás ella llevaba en su vientre, aunque Mako ya sabía la verdad) entonces Korra y luego el Jefe los asesinarían a ellos. Fue Mako quien tuvo el honor de arrancar el barco, sentir a la hélice impulsar la embarcación y gritar de felicidad junto a ella en el muelle por verlo andar sin mucho problema. Quizás con una falta de lubricación. Luego, al volver al puerto y estacionar el barco. Bolin ayudo a anclar el barco y Opal ordenó las cosas para volver a casa. Ella vio bajar a Mako y éste casi corrió hacia donde ella estaba. Abrazándola fuerte y alzándola levemente de la emoción. Ella lo acepto y devolvió el abrazo riendo de dicha ¡Su invención había funcionado! Oh, espíritus si tan solo su padre pudiera verlo, o Yasuko. Y sobre todo Korra, y los ancianos decrépitos del consejo del sur. Concentrada en su delirio lo suficiente como para darse cuenta demasiado tarde sobre la cercanía del rostro de Mako hacía el suyo y un posterior beso que él robo de ella después.
-No Mako... -Susurro al hombre apartándolo levemente conmocionada. Luego escuchando un paralizante gruñido que si no fuera por notar con sus ojos de quién se trataba ella no lo hubiera reconocido. Era Korra, él estaba de vuelta en el sur siendo escoltado por dos guerreros en el muelle ¿Por qué Korra siempre aparecía de improviso y en momentos tan comprometedores?-
-¡No toques a mi Omega! -Exclamo el príncipe lanzándose hacía Mako iracundo-
Al notar lo que sucedía Bolin entendió todo y trató de disuadir a Korra colocándose frente a su hermano para protegerlo, rogarle calma y darle una improvisada explicación a su señor. Solo que Korra alzó un brazo y abofeteo en la cara a Bolin, mandándolo inconsciente hacía un lado. Tomando a Mako por su cortó cabello y jalándolo dolorosamente hacia arriba, colocando al hombre en puntas de pie quejándose por el dolor que generaba su cuero cabelludo luchando por no despegarse de su cráneo. Después, Korra agarro la barbilla de su arquero con la otra mano y comenzó a girar su cabeza hacía arriba. Asami miró aquello con terror ¡Korra le iba a partir el cuello a Mako! ¡¿Qué demonios ocurría con Korra?! ¡¿Por qué actuaba así?! Ella entendía que al haberse dejado ver besar y no tener un velo puesto protegiendolé el cabello fuera de casa frente a los Alfas que acompañaban a Korra quizás el tenía que actuar recio para mantener las apariencias ¡Pero no matar a Mako! Por lo cual Asami reaccionó y agarró un antebrazo de Korra tratando de hacerlo soltar al arquero. Pero, de nada le sirvió. Entonces ella trató de distraer a Korra empujándolo, pero de nuevo, de nada le funcionó. Trató de tumbarlo desde atrás ejerciendo presión en su parte posterior y poplítea de la pierna jalándolo a su vez desde la espalda por el cuello. Sin embargo, fue más su gasto de energía que poderlo hacer. No solo eso ¿Cuándo Korra se había vuelto más alto que ella? Asami miró desesperada a los dos guerreros que venían con Korra en busca de ayuda. Lucían aterrados y con nada de ganas de colaborar.
Acto seguido, escuchó a Opal gritándole que se alejara de Korra pero a ella se le ocurrió otra idea. Se fue hacía el lado izquierdo de Korra, miró hacía su cadera y trató de tomar su espada. Pero el gruñido que Korra le lanzó la dejo paralizada a medio camino, luego él simplemente la empujó. Mandándola unos varios metros lejos duro contra el suelo. Dejándola aturdida y desorientada. No supo cómo pero sintió a Opal llegar y auxiliarla. Con la vista borrosa y al recordarlo volvió a mirar hacía Mako, como Korra no dejaba de mostrar los colmillos, gruñir e intentar matarlo. Ella quiso llorar de la impotencia, movió la mano en el suelo y una piedra con filo le generó dolor. Era un puñal de Silex que quizás había caído del arma de algún guerrero del muelle.
-Si quieres actuar como un animal, entonces yo te trataré como tal Korra. -Dijo ella, Asami tomó la piedra y se puso de pie con ayuda de Opal. Luego busco ponerse contra la dirección del aire, subió la palma de su mano y la corto con el filo de la roca. Haciendo brotar sangre. En respuesta no pasaron más de tres segundos cuando Korra pareció percibir el olor, parpadeo varias veces y dejo su interés por Mako para concentrarse en ella- Si no te detienes será mi yugular lo siguiente que corte. -Aunque no estaba tan segura si el filo de la piedra sería suficiente-
-¡Quieta! -Le había exigido Korra soltando a Mako y dirigiéndose ahora hacía ella-
-Ven por mi. -Si, ella lo vió venir y pese a que sus piernas temblaban y Opal no dejaba de rogar que dejará de desafiarlo, le mantuvo la mirada y el rostro erguido. Korra la agarró por la muñeca y apretó tan fuerte que la hizo soltar el silex. Luego ordenó que Mako fuera llevado a la mazmorra del Jefe del sur y rápido sus guerreros acataron la orden. Bolin se levantó atontado y busco también llevarse a su hermano. No quería abusar de su suerte demasiado. Mako aún seguía vivo y necesitaba sacarlo de ahí antes que Korra cambiará de opinión. Después, él la tomó a ella y la obligó a seguirlo. Ella trató de resistirse pero Korra la alzó, montó contra su voluntad sobre el caballo y se la llevó de ahí camino a casa. Al llegar la bajó y subió por las escaleras alzada sobre el hombro mientras ella no dejaba de gritarle y golpearle la espalda, hasta entrar a la habitación principal de la casa y tirarla sobre la cama. Era un Déjà Vu.
-¡Tu eres mía! ¡Mi Omega! ¡¿Cómo te atreves a besarte con otro Alfa?! ¡Olvídate de tu taller y de tu barco, quemaré ambas cosas!
-¡No soy de nadie, no le pertenezco a nadie, deja de actuar como un bruto! ¡No puedes hacer eso!
-¡Silencio! -Exigió él-
-¡Lo nuestro no es real, casi matas a Mako, él solo me besó porque sabe la verdad entre nosotros!
-¡¿Le dijiste?!
-¡Que importa! -La confesión pareció alterar más a Korra y ella sintió miedo. Pero se mantuvo firme. Él no tenía ningún derecho sobre ella, ninguno-
-¡Si importa malditasea! ¡No volverás a salir de esta casa! ¡Tu me debes lealtad sea verdad o no, tu solo me perteneces a mi!
-¡No! -Ella se levantó de la cama y fue a empujar a Korra queriendo expresar también su enojo. Él la tomó de los antebrazos y controló acercándola hacía su cuerpo de otra manera. No supo que era peor si la fuerza del agarre que amenazaba con partirle los huesos o la alta temperatura corporal en el cuerpo de Korra que la sofocaba-
-Entonces te lo voy a demostrar. -Masculló él entre dientes apretados buscando el cuello de su Omega, el lugar donde una marca de ser de su propiedad debía estar-
-No te atrev... -De alguna forma ella lo supo y capto. Pero reaccionó muy tarde para evitarlo, Korra bajó hasta su cuello y la mordió tan profundo y fuerte como debería serlo en su primer apareamiento. Ella intento no dejarse, escabullirse, esquivarlo pateando, moviéndose, empujando pero una vez sintió la mordedura enganchada su cuerpo exigió sumisión, todo en ella se paralizó y lágrimas salieron de sus ojos-
-Sami yo... -Dijo él luego de darse cuenta de lo que había hecho. Escuchar llorar a Asami disminuyó casi al cien por ciento la cólera en él, esa voz que le exigía reclamar a esa Omega, a su Omega ¿Qué había hecho? Eso, no estaba bien- No fue...
-Si que lo fue. -Ella lo volvió a empujar y esta vez funciono, Korra retrocedió, se hizo hacía atrás lo suficiente como para poder darle una sonora cachetada con todas sus fuerzas, la cual hizo voltear el rostro de él y llenarlo de sangre por su palma herida- ¡Cómo te atreves a morderme sin mi consentimiento! ¡Eres un atarbán, ignorante e insensible que solo sirve para la guerra y para asesinar gente! ¡Un salvaje, no te puedes comparar con Mako, él si es un Alfa culto y amable!
-¡Suficiente! -Yasuko había escuchado la discusión desde la cocina, subido a la habitación y parado en la puerta semi abierta, oído como su hija según Korra había besado a otro Alfa, visto todo su forcejeo y como Asami había cacheteado a Korra. Ella no entendía mucho del contexto pero entró y ahora fue ella quien abofeteo a su hija Asami. Interponiendosé entre su hija y Korra. Si el principe reaccionaba violento ante tal irrespeto por parte de Asami prefería ser ella quien llevase ese daño y no su hija. Pero ese daño nunca llego, Korra simplemente había bajado el rostro y dejado la habitación-
-¡¿Cómo se te ocurre tocar el rostro de tu esposo de esa forma?! ¡¿A besar otro Alfa?!
-No me molestes madre, no es asunto tuyo. Él mordió mi cuello sin permiso, él alega que yo le pertenezco ¡Que se vaya al demonio! No soy un objeto, no soy propiedad de nadie. Él no puede prohibirme hacer lo que me gusta, destruir lo que he logrado con mucho trabajo duro. -Dijo ella limpiándose la sangre que le dejo la bofetada dada por su madre-
-Él te puede morder cuántas veces quiera y cuando quiera ¡Es tu Alfa! En efecto ¡Tú y todo lo que hagas le pertenece! ¿Que pasa contigo, por qué no terminas de comprenderlo? ¿Quieres que te diga que hiciste bien? ¿Que está bien defender tu libertad? Si te matan en el sur por adultera e insolente seré yo quien quedé en éste mundo sufriendo por ti. -Ella trato de controlarse masajeando sus sienes- Besar a otro Alfa y desafiar a su esposo, mi hija se volvió loca de una vez por todas. Bajaré a tratar de disipar la furia de Korra y luego tú irás y te disculpara con él Asami sato.
...
Después de dar un puertaso Yasuko dejó a su hija en la habitación, trató de calmarse y pregunto a los guardias dónde se encontraba el señor de la casa. Los cuales les dijeron, mirándose unos con otros, que el príncipe estaba en la oficina. Al llegar allí el guardia de esa puerta le advirtió que su señor no quería recibir a nadie y que esperaba por su padre, el Jefe Tonraq, que no molestará al Alfa. Por lo cual ella se las tuvo que ingeniar empujando al soldado para poder evitar al Beta y entrar a la oficina. Ahí vió a Korra apoyado con ambas manos en la ventana y con la cabeza gacha. Como si se tratará de controlar sobre algo. Luego la miró atormentado y después al guardia contrayendo el entrecejo. Automáticamente ella sintió el miedo y titubeó del guardia a su lado.
-No es su culpa Korra, entre aquí contra su voluntad. Él me advirtió no molestarte. -Ella se refirió al guardia- Espero que la madre de tu esposa no sea un estorbo para ti. Necesito hablar contigo.
-En cualquiera de los casos nunca serás un estorbo en ésta casa Yasuko. -Él hizo un gesto al Beta para que los dejara a solas y se limpio una marca de sangre en su pómulo- Y si estás preocupada por tu hija. Déjame decirte que no tengo ninguna mala intención contra ella. Supongo que por eso haz venido.
-Permíteme ser yo quien la castigue debidamente Korra, por favor. -Ella vió caminar al príncipe hasta el escritorio y sentarse en una esquina de la pesada mesa de madera. Él seguía sin tener demasiada comunicación visual con ella. Por lo cual ella de a poco se fue acercando hacia él-
-Ya te lo dije, no habrá castigo... A pesar de que la amenace con quemar todo su trabajo y no dejarla salir, no creo que tenga ánimos si quiera de intentarlo. Solo fue una amenaza vacía hacía Asami. Estaba enojado y no sabía lo que decía o hacia, morderla sin su consentimiento es algo que no tuve que hacer, ahora eso me pesa más a mi que a ella.
-Mi hija beso a otro Alfa y tú solo reaccionaste, aunque ¿Estás seguro de ese beso o solo fue un chisme? Puede ser inventos de la gente envidiosa.
-Yo mismo la vi, ella beso a mi arquero en el muelle. Al Alfa que deje custodiándola.
-Un error que no volverá a ocurrir Korra. -Yasuko cerro fuerte los ojos. Maldición, ella había notado esa amistad bastante animada entre ese tal arquero y su hija. Sin embargo no hizo mucho por alejarla de ese sujeto. De reclamarle comportarse recatada y con distancia ante un Alfa que no era su esposo- Lo prometo, daré el debido escarmiento a mi hija. Ese que me faltó aseverar en su adolescencia. -Al estar cerca de Korra, ella sobre paso el espacio personal de él y teniéndolo a tan poca distancia le colocó una mano en el pecho y acarició ese lugar. Inclinó levemente el cuello y se mostró sumisa y vulnerable ante él- Quizás deberías tomar algo para alivianar la tensión en tu cuerpo ¿Quieres que te sirva alguna bebida? ¿Hidromiel se llamaba?
-La bebida no me cae de lo mejor, gracias.
-Esta bien. Pero, en cualquier otra cosa que necesites yo te puedo complacer con gusto. -Ella se inclinó hacía el príncipe y sus feromonas de Omega se podían oler en el aire. Yasuko quería relajar el ceño fruncido en él, su rabia escondida, hacerlo olvidar la transgresión de Asami, como su hija lo había abofeteado y engañado. Ningún Alfa sería capaz de aguantar eso sin una reprimenda a cambio. Si Korra no se animaba a hacerlo entonces de seguro él hablaría con los Alfas a cargo del sur para que ellos si pudieran. Lo cual sería tan terrible como sonaba y mucho peor que una golpiza y latigazos. Ella sabía que estaba mal hacer lo que estaba haciendo pero como Omega era su única arma. No estaba bien estar casi encima de Korra, tocar su pecho y rodearlo con sus feromonas. Alfas necesitaban mucho menos que eso para excitarse y aparearse con una Omega. Él podía tomarla ahí mismo sin interrupción de nadie como amo y señor de la casa, como un ser físicamente más fuerte que ella. Pero, ella haría lo necesario por su hija y por hacer que él príncipe la perdonará. Ella no era vieja ni fea. Era joven y hermosa. Tenía la oportunidad de lograrlo de ser necesario-
-Esta bien Yasuko. Ya te lo dije, no haré daño a tu hija. Quebrar su espíritu es algo que no me hace feliz para nada, aún si ella quiebra el mío. Si piensas que si no seré yo quien castigue a Asami lo harán los ancianos o el Jefe del sur. Lo que ha ocurrido hoy en el muelle nadie lo sabrá. Mis guerreros tienen prohibido hablar al respecto y de mi boca no saldrá una palabra contra Asami.
-¿Entonces lo dejaras en mis manos? -Yasuko prefería ser ella quien diera una tanda a su hija y no manos crueles y ajenas-
-Tampoco te permitiré que tú lo hagas. Asami es como es, y ahora no tengo cabeza para luchar con ese lado de ella. En parte ha sido mi culpa por dejarla tanto tiempo al lado de otro Alfa.
-¿Tú culpa? -Pfff... Eso era absurdo ¿Korra hablaba enserio? Ella lo miro con incredulidad-
-Lo es.
-¿No habrá consecuencias para mí hija? -Con la mano que ella tenía en el pecho del príncipe Yasuko sintió los músculos de él, su calor y su fuerza. La capacidad del Alfa que había alzado a Tarrlok más de tres metros con un solo brazo, la bravura con la que había hecho bajar la mirada a Noatak, el poder con que había encarado al bárbaro que abrió el estómago del Jefe del sur en dos, el que se supone que es el hombre más fuerte de la tribu. Ahora era ella quien comenzaba a ser seducida por el almizcle de él al haber irrespetado por completo el espacio personal de Korra. Eso le pareció extraño, ella no era ninguna quinceañera o jovenzuela para verse tentada por un Alfa joven. Y en principal, por el Alfa de su hija. Ella dejó de tocarlo entonces a pesar de querer seguir haciéndolo, por lo cual tan disimulada como pudo pero rapido se separó de él. Su vientre estaba caliente y su respiración acelerada. Por supuesto, era su estúpida Omega exigiendo aparearse con un Alfa fuerte y hermoso. Pero ese era el Alfa de su hija y alguien que nunca miro con esos ojos nunca, porque exactamente nunca había pensado en insinuársele sexualmente y utilizar sus feromonas contra el príncipe saliéndole el tiro por la culata ¿Qué clase de Alfa era el esposo de su hija?-
-No, no las habrá. Espero eso sea suficiente para ti y no haya discusión al respecto entre Asami y tú.
-Mas de lo que pensé. -Yasuko tapó su nariz y apretó sus muslos. Se mordió el labio inferior y volvió en si. Recuperando la compostura con Korra moviéndose hacía detrás del escritorio. Él pareció ir a buscar algo en una de las gavetas y ella lo observó ¿Cómo podía ser él tan indiferente a ella y ella tan sumisa ante su olor de Alfa? Aunque algo agradecía mucho en silencio, y era que él se comportará tan flexible y racional con Asami. Él realmente amaba a su hija, se podía ver en la tristeza reflejada en sus ojos por lo que Asami le había hecho y dicho- ¿No cambiarás de pensamiento después cuando los celos y la rabia vuelvan a ti?
-Con el único que siento rabia es conmigo mismo Yasuko. Me case con tu hija para protegerla y amarla no para ser su verdugo. Pero hoy he fallado.
-Claro. -Ella le quiso decir que en primera había sido su hija quien le falló a él y que no había mucha lógica en lo que decía. Tampoco en lo que ella escucho decir durante la discusión que Korra y Asami tuvieron en la habitación. Pero ¿Que más daba? Ella no iba a poner al príncipe contra Asami. Maravillosamente Korra era tan tonto o tan considerado que prácticamente toda la culpa de lo sucedido se la había hechado él encima. La puerta sonó y Tonraq apareció, el Jefe la miró y alzó una ceja intrigado por encontrarla allí y el ambiente lleno de sus feromonas. Ella lo saludo tan serena como pudo y miró de nuevo a Korra. Luego pidió permiso y se retiró de la oficina. Esperaba que el príncipe fuera un Alfa de palabra y mantuviera su promesa, que su hija saliera ilesa de semejante blasfemia-
...
-¿Ocurre algo? -Le había preguntado su padre curioso de ver a Yasuko en la oficina reunida a solas con él-
-Nada padre.
-Me preguntaba que lo que fuera que te tuviera entretenido en casa lo suficiente como para demorarte en ir a ver a tu madre debía ser interesante. No me equivoqué. -Él hizo referencia a la Omega- Debes ir a despedirte de Senna. Ella misma fue a las afueras del arsenal a preguntar por ti luego de saber de tu llegada pero no visita.
-Papá, dame unas horas más antes de irnos. Quiero, resolver algunos asuntos importantes.
-Esta bien hijo, también tengo cosas por hacer antes de partir. Te leeré los mapas que traje y luego tendrás hasta la media noche para aprenderlos y volvernos a ver. No debemos gastar más tiempo del que no tenemos o perderemos a Zaheer de nuevo. Debemos emboscarlo antes que llegue al norte. Tal y cómo lo platique en el arsenal frente a todos apenas llegaste del templo aire. Los Beifong nos apoyaran por miedo a un golpe de estado en Ba Sing Se del cual la Reina está exceptica y se rehusa a armarse, pero organizar los guerreros del clan Beifong en Zaofu y los nuestros requiere una cuyuntura extra que no tenemos. Entre más rápido lleguemos allá mucho mejor.
-Asi será padre. Estaré listo a la media noche.
Luego de discutir con su padre los detalles de la emboscada y el resto. Titubeando, él subió de nuevo a su habitación. No habían pasado muchas horas desde su llegada pero otra vez debía partir sin siquiera descansar, tampoco tenía apetito de comer, solo un baño rápido fue lo único capaz de hacer pero no disfrutarlo. Pensar en Asami y como poder mirarla a la cara luego de lo que él le había hecho le era difícil ¿Y si ella lo volvía a abofetear? ¿A gritarle? Sin embargo quería despedirse de ella, quizás fuera la última vez en volverla a ver. Él iba a enfrentar a Zaheer y los bárbaros sin ningún avance significativo logrado con Tenzin. Solo una reliquia artesanal destruida, con paneles vueltos garabatos de tanto estrellarse en su cara, mucho te verde en las paredes de su estómago y un maestro calvo que creyó dejar más calvo de lo que ya era por su ineptitud espiritual. Lo único entretenido había sido pelear contra bisontes y hacerlos retroceder con su fuerza. Razón por la cual también se ganó un terrible regaño por parte del hijo de Katara.
Cuando su padre lo vio llegar del templo aire fue lo primero que le preguntó ¿Cómo le había ido en su entrenamiento? Él solo supo mentir a Tonraq diciéndole que estaba listo, que había dominado lo suave y la meditación porque sabía que si decía la verdad, que era un fracaso y decepcionaba al Jefe, su padre lo dejaría en el sur he iría solo contra Zaheer y él no podía permitir eso. Por lo cual, solo le quedaba una opción dura y real, de ser requerido él debía sacrificar su vida y llevarse consigo al bárbaro hasta la muerte. Lo que lo llevaba a estar parado dónde estaba, frente a la puerta de su cuarto. Él quería admirar la belleza de Asami una vez más antes de irse, disfrutar de su olor y de su voz por una última vez, si así sería como resultarán las cosas.
Al entrar a la habitación él la vió frente al espejo, sentada en la gran cómoda de madera cepillandose el cabello, Asami no podía verlo a él pero él si casi perfectamente a ella. Al escucharlo entrar la Omega ni siquiera había volteado a verlo. Sus piernas se paralizaron y él se sintió nervioso, no sabía que decir o cómo decirlo. Solo se quedó ahí parado lejos de ella admirando su reflejó. Su hermoso rostro. Lo preciosa que ella era no solo por su físico si no porque el amaba cada perfecto rasgo de esa mujer por ser conocidos desde la infancia, por memorizar sus expresiones que lo derrotaban, por lo mágico de la presencia de Asami sobre él. Por su subconciente elegirla como preferida. Pero, ella no era de él y nunca lo sería. Asami no lo veía más que como un amigo y ahora ni eso. Él lo había arruinado y ver como el cuello de Asami estaba rojo y morado en la mordedura era la muestra.
-Asami, lo siento. Lo siento mucho. Me deje llevar y me extralimite. No tuve que hacerte eso con la excusa de que fueras infiel a tu palabra de ser yo tu único Alfa. -Pero ella no le respondió. Al contrario tapó el espejo de la cómoda con un terciopelo ancho prohibiéndole poder verla mas con esa acción- No esperó que me perdones. Es solo que tengo que volver a partir, mi padre dio con la ubicación de los bárbaros y...
-No me importa Korra. Tú no me importas. Te odió y pido al cielo que no vuelvas. Que ese hombre te atraviese con su espada y mueras. Luego de que te largues trataré de escapar de aquí aún si cercas todo con tus estirados guerreros.
-Sami... -Lo dicho hizo quedar en silencio a Korra, sentir dolor y bajar la cabeza- Lo entiendo perfectamente. No llevaré a Naga conmigo, por favor cuida de ella. Tampoco intentes escapar es probable que puedas volver a casa pronto. Así lo ordenare.
Entonces en una despedida silenciosa él la miro un poco más y luego se fue. Asami sintió un vacío al escuchar cerrar la puerta y a Korra alejarse por el pasillo. Su cuerpo quiso levantarse de ahí, correr tras él y perdonarlo, abrazarlo en disculpa por toda la grosería dicha por ella. Pero, su orgullo no se lo permitía ¡Él era un idiota! Había hecho un desastre de su cuello y había abusado de su confianza. Si, quizás ella había errado un poco en algunas cosas pero que Mako la besara no era culpa suya y tampoco saber cómo Korra reaccionaría, eso sí la había tomado por sorpresa. Una cosa era reclamarle por mantener su palabra "él se casaba con ella, ella solo le debería lealtad" así habían pactado. Pero otra muy diferente era perder los estribos y actuar como un bruto. Casi matar al pobre Mako, golpear a Bolin e imponer su poder sobre ella. Aún le dolían las muñecas y los brazos, ni hablar de la marca de reclamación. No había excusa para eso ni perdón. Korra se había convertido en aquello a lo que ella tanto huyó. Eso a pesar de creer conocerlo.
¿Ella escaparía de esa casa? Era algo que pensaba muy seriamente pero debía plantearselo mejor. Hacerlo de la manera correcta y sin poner en riesgo a su madre ¿Iba a perdonar a Korra algún día? Ella solo no quería saber nada de él ni pensar demasiado al respecto aún con rabia en su corazón. Sin embargo algo estaba claro. Ella no lo volvería a ver de la misma forma. No obstante las palabras de Korra todavía la golpeaban enfaticas "Ella sería capaz de volver a casa y así lo ordenaria Korra" ¿Que quería decir eso? Ella se quedó mirando su cepillo de pelo otro largo rato ¿Cuánto había pasado ahí peinandose y pensado en Korra desde que él se había ido de la habitación? Opal entró y con su presencia la distrajo, la hizo salirse de su limbo.
-¿No te despedirlas de Korra? El pequeño ejército que el Jefe Tonraq escogió para partir está listo y Korra está con ellos. Si te asomas por la ventana lo podrás ver. Tiene puesta su ropa de guerrero.
-Él no me importa. -Dijo ella apretando duro el mango del cepillo-
-Es tu esposo Asami, puede ser que haya sido brusco per...
-Él no es mi esposo, es una mentira. Nos casamos para aparentar un matrimonio y yo poder librarme de Iroh y mi familia. Poder ser libre... Si, claro, como si en éste mundo una Omega pudiera gozar de tal derecho. -Asami se sintió triste por esa verdad-
-¿Qué? No lo puedo creer ¿Una mentira? Pero, la sangre en la cama y la mordida.
-La sangre en la cama de nuestra noche de matrimonio como prueba de mi virginidad fue un montaje al igual que la mordida.
-Pero, Korra te ama, eso es real.
-Korra no me ama y yo tampoco a él. -Dijo con desgana ella-
-No, estoy segura que él te ama, de lo contrario no estuviera arriesgando su vida y puesto de príncipe por ti, por aparentar un matrimonio solo por complacerte.
-Solo debía jurarle fidelidad frente a otros, para él no es problema puede tener cuántas esposas y casas quiera.
-¿No es problema Asami, estar al lado de la mujer que ama sin poderla tocar o si quiera exigirle comportarse no es un problema?
-Cuida tu lenguaje Opal. Ya te lo dije, él no me interesa ni tampoco lo que pase con él o está tribu. A penas pueda escaparé, volver a mi casa en la nación del fuego es algo que tampoco me anima. Y no te lo volveré a repetir, deja de decir que él me ama. Espero que no vuelva, no quiero volverlo a ver nunca más.
-¿Escuchas lo que dices "mi señora"? Estás hablando de Korra, Sami. Del cachorro con el que jugabas desde pequeña y te la pasabas obligando a montar en tus experimentos ¿Cómo puedes desearle algo tan feo solo por un error que él cometió? Con todo respeto mi señora usted está siendo una completa cretina y estúpida. Reflexione sobre ello. Permiso, me retiro. -Sin esperar respuesta y caminando fuerte ella abandono el cuarto. Asami se sintió un poco impactada pero redundo sobre lo escuchado y su corazón se arrugó de tristeza por hallar verdad en eso. Korra partiría lejos a pelear contra un maldito asesino que hizo arrodillar al Jefe del sur y ella solo le importaba, ella misma y el agravio que había sufrido por su misma culpa, por no poner distancia entre un Alfa y ella pese a ser una norma básica de convivencia. Entonces Asami se levantó rápido de su silla y camino a pasos grandes hasta la ventana. Quería ver a Korra por última vez, porque algo le decía que estaba mal que él se fuera, que las palabras de él y su visita en el cuarto tenía un trasfondo, que Opal tenía razón. Pero Korra y el ejército ya había partido-
