Reino tierra.

-¿Para cuándo tendré noticias de mis nietos?

-¿Tus nietos padre? -Interrogó Korra confundido, ambos cabalgaban tranquilos con el resto de los guerreros del sur, algunos de Zaofu y Ciudad República por uno de los tantos cañones del reino tierra. La tribu agua hacía mucho que había quedado atrás-

-Ya sabes, a estas alturas ya habrás dejado tu semilla en tu Omega más de una vez. Lo suficiente como para creer que habrá pequeños cachorros gateando dentro de poco en casa Korra.

-Padre, todo a su tiempo. Además un cachorro dura en crecer tanto dentro del vientre de la madre como luego de haber nacido. -Contesto él a Tonraq-

-Excusas hijo ¿No será que tengo a un cachorro con la pólvora mojada y por eso no haz podido embarazar a tu mujer aún? -Hizo referencia el Alfa mayor al esperma del príncipe-

-Padre... -Dijo Korra entre dientes apretados y aguantando un gruñido, pues a ningún Alfa le gusta que duden de sus capacidades de reproducción. Pero, por supuesto que en algún momento él tendría ese tipo de conversación con su padre. Era lógico, tanto Tonraq como Senna querían nietos lo antes posible. Aunque parte del sur no estuviera de acuerdo, como por ejemplo, los ancianos. Por lo cual no tenía mucho que decir, prefería quedar como un inútil en su desempeño como Alfa que hablar de más y poner a Asami en un extremo mucho más vulnerable de lo que ya naturalmente le había tocado vivir, ser vista como una Omega estéril no era nada bueno para ninguna esposa, mucho menos para la de un príncipe cuyo futuro era incierto. Si a él se le ocurría defender su habilidad de fecundación así fuera un poco las sospechas y culpas recaerían sobre Asami. Por eso suspiro y se relajó poniendo cara de ser él el dueño de todo pecado- Quizás tienes razón, Asami es una Omega perfecta en todos los aspectos en la cama, sus caderas se mueven adecuadamente y ella se deja montar bien. La fuerza de sus paredes es digna de succionar todo de mi sin misericordia. Si esto de embarazarla ha demorado un poco puede ser por mi culpa.

-Es solo una broma mi cachorro. -Dijo Tonraq luego de quedar un poco impresionado por lo dicho por su hijo. La verdad era que Korra en toda su vida muy poco había hablado de Omegas y desde su matrimonio no había discutido ninguna duda con respecto al apareamiento con él. Lo cual lo hizo sentir un poco herido en silencio. Cómo padre y Alfa representaba un orgullo poder guiar a su cachorro en todos esos aspectos. Pero hasta ese momento su hijo no había hablado nunca al respecto, mucho menos tan a la ligera y gráficamente. En parte él se sentía culpable por eso, cuando Korra se desarrolló como Alfa, maravillado por su suerte y sin querer que su hijo se distrajera él lo había alejado de las Omegas lo máximo posible, prácticamente prohibido concentrarse en otra cosa que no fuera la guerra y el entrenamiento. Porque las Omegas podían corromper a un Alfa profundamente y hacerle perder el juicio sobre lo realmente importante, en el caso de su hijo, realizarse como guerrero y futuro Jefe del sur. Así que mientras la guerra los mantenía lejos de casa, cuando los guerreros tomaban un descanso e iban a fornicar con Omegas, él hacía a Korra entrenar y fijar su mirada en lo pulido de su técnica y no en el tentador y desquiciante cuerpo de una Omega. Si bien esas Omegas siempre querían cortejar y estar con Korra sin importar su nación de origen. Razón por la que su hijo se había ganado más de un enemigo dentro de las filas de los guerreros en medio de los asedios. Lo cual lo llevaba a pensar más profundamente la situación, que su hijo se declarará prácticamente un Alfa inservible para preñar a una Omega, era ridículo. Su cachorro que a las pocas semanas de nacido caminaba, lucía medio colmillo en su encía superior y hacia llorar a Senna de dolor cuando le apretaba los senos exigiendo más leche al ser amamantado, solo hablaba de un espécimen fuerte y capaz. Él trató de no mostrarse sorprendido al respecto, la mayoría de los cachorros duraban hasta el año de nacidos para empezar a deambular, igualmente la salida de los dientes y no tenían un agarre que hacia llorar a sus madres, no gozaban de una capacidad salvaje de mutilar profundamente el pezón de su progenitora. Entonces, tenía que ser otra la razón del por qué creían que Asami aún no estaba embarazada- ¿Es porque quieres tener tu primer cachorro con una Omega de la nación del agua Korra?

-¿Del agua? -El pestañeo confundido ante la declaración de su padre ¿Su segunda esposa? La siguiente Omega que él debía tomar por obligación- Padre, no digas esas cosas, mucho menos se te ocurra hacerlo frente a mi Omega.

-¿Tienes miedo que ella te reprenda mi cachorro? A pesar de mostrarse callada y respetuosa frente a mi se que ella es capaz de hacerte sufrir así como Senna lo ha sabido hacer conmigo durante nuestro matrimonio. Algo me dice que así es. -Dijo Tonraq a su hijo-

-Recuerdo cuando mi madre te hacía dormir en el sofá y escondía la leña de ti para hacerte pasar frío toda la noche en la sala de la casa durante días por haberse enterado de alguna de tus conquistas lejos del sur. -Habló Korra con media sonrisa en su rostro rememorando su niñez con nostalgia- No entiendo como una mujer con una mirada tan dulce podría transformarse en una Omega que me daba miedo cuando se enfadaba.

-Eso es mi cachorro porque a los Alfas fuertes solo nos atraen las Omegas fuertes. Tu madre podrá parecer un ser pacífico lleno de amor y nada más, pero ninguna otra Omega me ha hecho sufrir tanto como ella, ni tampoco poseer todo ese poder que ella tiene sobre mi. El suficiente como para hacerme creer que no es posible la vida sin ella y también, arrepentirme de algunas actitudes o errores que he cometido y que tu madre me ha hecho pagar muy caro. Ese carácter indomable es en parte el culpable de ser ella mi única esposa. -Él miro a su hijo detalladamente- ¿No me digas que no lo habías notado? Es cuestión de instinto, rechazamos lo no apto inconscientemente. Solo a Alfas fuertes nos gustan esposas igual de fuertes porque únicamente ellas son capaces de soportar en sus vientres y moldear correctamente cachorros que heredan nuestra sangre recia e impetuosa ¿No es Asami así?

-Ella podría tenerme besando sus pies si me lo pidiera. Pero se supone que son cosas que no debería ir diciendo y tampoco algo de lo cual Asami debe tener conocimiento. -La verdad era que él no se había percatado de esa teoría "Alfas fuertes solo les interesan Omegas fuertes" Aunque siendo así, muchas cosas tenían sentido-

-Las Omegas completamente sumisas son para Alfas enclenques y aburridos. -Tonraq peino la barba que le colgaba en la punta de su barbilla recordando con pasión algunos violentos escenarios que tuvo que enfrentar contra su esposa por tratar de dominarla. Ella lo manipulaba con una de las pocas cosas que una Omega podía contra un Alfa cuando se enfadaba con él por asuntos de fidelidad, le negaba hacer el amor de forma consensuada. Claro estaba, que siendo él un Alfa y por ende con el poder de reclamar ser complacido en lo que quisiera. Él podía tomar a Senna aunque su esposa no lo deseara. Pero eso fue una cosa que él nunca se atrevió a hacer con su Omega. Transgredir a Senna de esa manera era perder la admiración, el amor y el respeto de la mujer hacía él. Partiría el espíritu indomable de la hermosa hembra. Por lo cual siempre prefirió entonces también hacerse el enojado y alejarse de ella, aún si por dentro estuviera muriendo por estar con Senna. Hasta que su esposa volvía a permitirle acceder a su espacio personal y compartir la cama- Pero me complace que lo hayas notado, solo será sinónimo de tu debilidad si te dejas someter por ellas. Los Alfas también tenemos nuestro propio orgullo que defender y lugar. De lo contrario terminaríamos siendo no más que sus perros falderos.

-¿Qué dirían los ancianos si se enteran que en realidad si existe un ser más fuerte que el Jefe del sur dentro del sur? Senna de Raava, por tener a Tonraq Raava bajo su control. -Dijo él queriendo desviar la conversación lejos de Asami y drenar su aflicción con un poco de burla. El dolor en su pecho por el desprecio mostrado por la Omega antes de partir se intensificó al volver a pensar en ella, sus palabras, la frialdad de su actuar. La verdad era que nada de eso (pensar en una familia junto a su falsa esposa) ya importaba. Su padre lucía tranquilo y confiado ante lo que se venia, el Jefe pensaba en un futuro. Pero él sabía la realidad que probablemente le iba a tocar vivir al enfrentar a Zaaher. Sin embargo, pese a eso, él había planeado no dejar desprotegida a su Omega. Si el moría no lo haría abandonando a Asami sola y en el sur. Aunque pensar en su padre y en Senna, en no volverlos a ver a ellos tampoco, también le generaba un nudo en la garganta-

-Por suerte para mí es solo un secreto entre los dos hijo. -El Jefe agachó el rostro resignado. No había mentira alguna en lo dicho por Korra. Lo cual los hizo reír a ambos sobre sus caballos-

-¡Jefe del sur! Zaofu está justo frente a nosotros como lo puede notar, deje a sus guerreros aquí, solo avanzará usted y el príncipe. -Sé refirió a Tonraq alguien al llegar a la frontera que dejaba divisar al clan de metal, cuyas escarpadas y altas montañas hicieron complicado el viaje, un guerrero de alto rango lo suficientemente calificado como para dirigirse al Jefe del sur directamente y sin titubeos, se trataba del Jefe de la policía de Ciudad República y hermano de la Matriarca de Zaofu, Lin Beifong. Un Alfa nato de cabello azabache con algunas canas y los ojos de color verde, una cicatriz al lado de su cara y un temperamento de mierda-

-Tan directo como siempre Lin. -Dijo Korra para si mismo-

Con el único guerrero que Beifong mostraba respeto era con su padre, el Jefe del sur. De resto, no le dirigía la palabra a nadie y hacia bajar la vista a muchos con su mirada altiva. El Jefe del departamento de policía era un Alfa muy seguro de si mismo, lo cual le generaba querer mostrarle los colmillos y retarlo, hacerle bajar su soberbio porte desafiante. Además ¿Policía? ¿Qué clase de chiste era ese? Pero los legendarios guerreros fundadores de Ciudad República así lo quisieron, traer un poco de modernidad y orden entre tanta absurda violencia. La policía representaba en parte eso, pero solo dentro de Ciudad República, de resto, las naciones seguían siendo igual de violentas y arcaicas. No obstante, él sabía que Lin era diestro y un guerrero fuerte, su olor así también lo dejaba notar, además no era el objetivo principal de estar donde estaban. No debía actuar como un cachorro tonto y mucho menos gastar energías en algo innecesario cuando las necesitaba todas para enfrentar a su verdadero enemigo.

Debían colaborar y respetarse unos con otros. Los Beifong también iban tras Zaheer y aquellos que tienen un enemigo en común, deben ser amigos, o por lo menos, aliados. Aunque la forma de ser de Lin no le agradase pues naturalmente entre Alfas expresiones de dominio generan discordia. Él debía respetarle no solo por ser mayor que él si no por tener la consideración y aprecio de Tonraq, su padre era el Jefe y el líder, si él actuaba mal contra Lin entonces estaría siendo irrespetuoso no solo con Beifong si no contra Tonraq también, y transgredir la posición de su padre además de traerle vergüenza al Jefe generaría un fuerte castigo hacia él, sin importar que fuera el hijo de Tonraq.

Luego, tal y cómo Beifong pidió, por seguridad solo soldados de Zaofu, Ciudad República, su padre y él bajaron al clan. Los pocos guerreros del sur que habían venido consigo separados de los dejados en Ba Sing Se acamparon a lo lejos. Entre ellos Mako y Bolin. Él había decidido traer consigo a los dos hermanos y dar una tregua a Mako mientras se terminaba por decidir si partirle el cuello o darle otra oportunidad. En primer lugar, para que su padre no sospechara del por qué el hombre que siempre hacia de su sombra y le cuidaba la espalda desde hacía muchos años estaba metido en una mazmorra, y en segunda instancia, porque el tenía su propio plan asignado al arquero. No obstante, era algo que pidió no poner en conocimiento de Asami.

La Reina tierra por su parte había actuado grosera e incrédula ante la noticia de el riesgo de un golpe de estado en contra de ella, rechazando por completo tanto el apoyo por parte de Zaofu, como de Ciudad República y de la tribu agua del sur. Sin embargo, dejar cierta cantidad de guerreros ocultos en Ba Sing Se los mantendría informados de cualquier novedad en la ciudad. La Reina tenía sus propios escoltas y generales, la responsabilidad de mantenerla con vida ya dependía de ellos. En cuanto a Zaofu, para poder entrar a la ciudad tuvieron que cubrirse y ser discretos mientras era escoltados por Aiwei, otro guerrero del clan metal. Si algún informante de Zaheer los veía y delataba con el anarquista perderían el factor sorpresa contra él, lo cual era su única ventaja. Bastante evidentes habían sido en Ba Sing Se. No debían confiarse pese a que Zaofu era declarada como la ciudad más segura de las Cuatro Naciones. Confiar en una falsa transparencia no era bueno, aunque Suyin insistía en defender a su gente y a su clan.

No obstante, la ciudad en efecto era muy segura, ordenada y minimalista. Calles anchas para los carruajes movidos por caballos, libres y vigiladas que lo llevaron a encontrarse en el camino con una gran estatua en conmemoración a un guerrero cuyas historias había escuchado con admiración desde su niñez, Toph Beifong. Uno de los Alfas más fuertes que vio nacer el reino tierra. Alguien del cual no se sabía su paradero y decían estar muerto o desaparecido, quizás engullido por la tierra. El procreador de Lin y Suyin. Si, uno de los Alfas más fuerte, por no decir el más fuerte porque sería ofender a otro guerrero del reino tierra cuyos relatos erizaron su piel y también llenaron de ilusión sus ojos, Kyoshi.

Lo cual le recordó su estadía junto a Tenzin en el templo del aire sur, como una tarde deambulando por los pasillos él había escuchado su nombre ser pronunciado varias veces por ningún ser evidente, lo que lo llevo a seguir un camino, querer saciar la curiosidad, descartar si solo había sido su imaginación, yendo al origen de la voz. Llegando a un santuario que se elevaba en forma de espiral donde convivían diferentes figuras humanas talladas en piedra, y allí topado con Kyoshi, sin saber que se trataba de Kyoshi. Él conocía algunas de sus historias pero no su aspecto o como había lucido en sus años de vida el guerrero con exactitud. Solo cuando interrogó a Tenzin al respecto, lo supo. Se trataba del guerrero más sublime y respetable que había parido el reino tierra.

Ahí tuvo sentido el no poder apartar su mirada de los ojos de la estatua, de verse empequeñecido y con el bello de su nuca erizado. Kyoshi había ridiculizado y matado de una sola estocada al temido general de los ejércitos que fue conocido como "Chin el Conquistador o Chin el Grande" quien quiso humillar y poner al reino tierra bajo sus pies desafiando así la furia del orgulloso guerrero. Eso entre muchas otras proezas más habían hecho ser amedrentadorla sola pronunciación del nombre de Kyoshi. La figura del Alfa era más alta que él, con hombros anchos y mirada penetrante, demasiado penetrante para ser una escultura inerte. Quien fuera que hubiera trabajado el tallado era sin lugar a dudas un artista y maestro. Luego, él había volteado y detallado el resto de las figuras humanas en piedra, colocándose enfrente y mirando con mayor énfasis la que parecía ser la última de una larga fila. La estatua que según Tenzin era de su padre. El último gran guerrero de la nación del aire del cual se escucharon leyendas. Pero su cara y presencia no representó para él la misma inyección de adrenalina e intranquilidad que Kyoshi, si no, todo lo contrario, era paz y equilibrio.

Sin embargo algo que Tenzin no le explicó y que le seguía generando dudas era el extraño hecho de que guerreros de todas las épocas y diferentes naciones se reunieran ahí ¿Cuál era el verdadero objetivo de tan hermoso homenaje? Además de ser un homenaje. La infraestructura era en absurdo un trabajo muy duro y estilizado por no decir el tallado de las estatuas. Tan perfecto y hermoso que solo parecía una obra hecha por manos de espíritus sagrados. El silencio era ensordecedor y el aire llevaba consigo un olor a incienso. Si se miraba hacía el infinito techo nunca se encontraba un fin, tampoco un origen. Si se miraba a los alrededores todo era tan extremadamente pulcro que el suelo parecía un espejo y los seres ahí exhibidos, pese a estar hechos de piedra, se hacían admirables. Se conectaban perfectamente unos con otros.

...

-Bienvenido Jefe del sur, igualmente para el príncipe. -Dijo la Omega reverenciando a los guerreros levemente-

-Es un placer Suyin ¿Llegamos a tiempo?

-En el justo Tonraq, vayamos a mi sala privada platicaremos durante una comida. Mi cocinero nos tiene preparado un banquete.

-Ve al grano rápido Suyin. -Dijo Lin a su media hermana sin mostrar contacto visual con ella- En cualquier momento llegará la ubicación exacta de Zaheer. No estoy desafiando a Raiko saliendo fuera de la ciudad con algunos de mis hombres por nada.

-Lin tiene razón Suyin. Lo primordial ahora es mostrarnos a tus hombres y alistar la caballería. Zaheer no está solo, ha estado reclutando guerreros frustrados desde que llegó al Reino Tierra. Ahora enfrentarlo no depende únicamente de nosotros.

-Mis subordinados están listos Tonraq, tómalo con calma. Del apuró solo queda el cansancio. -Ella se refirió a Tonraq ignorando por completo a su hermano Lin- ¿No confías en mí? Aiwei salió inmediatamente a tomar información de los soldados que tratan de seguirle el paso a Zaheer y los pocos subordinados del departamento de policía que trajo mi hermano, no los supongo tan poco profesionales como para no acoplarse debidamente en cuestión de minutos a tus guerreros. Los míos si son capaces.

-Lo hago Su, confío en ti. -Él observo a Lin, el Jefe de la policía solo miraba hacia un lado con los brazos cruzados y una molestia evidente. Lin y Suyin no se llevaban bien. Eran como el agua y el aceite. Lo sabía por qué hacia varios años desde que conocía a los Beifong- Solo no quiero ignorar la preocupación de Lin. Pero, estamos en tu casa, obedeceré lo que pidas si lo consideras correcto, confiaré en tu sabiduría. Perdona, ya sabes cómo somos los Alfas, impacientes y agresivos.

-Si, perfectamente. -Respondió Suyin complacida de haber ganado la palabra sobre su hermano y ver evidenciado el respeto por igual que Tonraq le tenía a ella-

Mientras dicho choque de jerarquías se daba Korra solo había optado por mantenerse discreto y callado. Mirando cuidadosamente hacía los guerreros que entrenaban en uno de los patios, siguiendo la estela de pasos de su padre, Lin y Suyin. Observar las labores de lucha de cualquier ejército ajeno al propio era una falta de respeto y visto como algún tipo de traición o búsqueda de ventaja. Sin embargo que Suyin les permitiera ver a sus guerreros desenvolverse en sus entrenamientos sin recelo alguno, no solo demostraba confianza en si misma y en sus soldados, si no poder. El poder de no ser capaces de ser superados en habilidades sin importar que el enemigo conociera su técnica.

También, hubo algo más que lo hizo detenerse y atrapó su atención de manera brusca. Un olor, una esencia traída por el aire le hizo tensar los músculos del cuerpo y aumentar su temperatura corporal. Voltear el rostro discreto en busca de la persona dueña de dicha fragancia agradable. Solo divisando la espalda de uno de los guerreros en la arena. Su trasero y caderas eran atractivas, el largo de su cabello atado en una trenza también, atrayendo en consecuencia a su cuerpo encaprichado en busca de ir y llamar el interés de ese individuo que parecía ser de alto rango y un guerrero respetado por otros. Hacer evidenciar su fuerza y porte frente a ese espécimen. Pero no con la intención de dominio si no de admiración. Que se deslumbrara por él y mostrará interés él. El príncipe no supo por qué, pero eso le recordó a Asami.

-¡Korra!

-¿Si padre? -Él volvió su atención a Tonraq-

-Es la tercera vez que te llamo por tu nombre ¿Qué te tiene tan distraído? ¿Un Alfa con el cual te quieres medir?

-No padre, no es nada importante. -Korra sé obligo a ignorar el olor que lo estaba desconcentrando-

-En un futuro no muy lejano será General de mi ejército príncipe, su nombre es Kuvira. No es precisamente lo que un Alfa busca como contendiente pero está a la altura de cualquiera, aquí animamos a todos sin discriminación alguna ha sacar lo máximo de sus habilidades. -Explico la Matriarca al notar la mirada del príncipe sobre su súbdita persona de confianza. También a algunos, por no decir todos sus soldados, alertas por el Alfa difícil de ignorar cerca de ellos-

-Mis disculpas señora, no ha sido mi intención parecer que quiero desafiar a alguien aquí. -Sé excusó él ante su comportamiento el cual ni si quiera el entendía. Por su parte, Suyin era una Omega hermosa, amable y sutil. Ella era ligeramente más joven que Lin pero con un puesto muy poderoso en su propio clan. La mujer era una excepción entre Omegas, como lo era Zaofu de las cuatro naciones. Sin embargo eso no la hacia merecedora de ser nombrada ante todas las naciones como Jefe o Señor, solo Matriarca-

-Lo sé Korra, relájate. Después de todo Kuvira es igual que yo. -Dijo Suyin- ¿Seguimos? Mi familia nos espera. Como ya sabes Tonraq, perdí a una hija recién nacida pero aún me quedan cuatro Alfas, ella pudo haber sido la Omega de mi camada.

-Algo que lamento Suyin pero fuiste muy afortunada, no muchas madres se jactan de parir tantos Alfas, se nota que por tus venas corre sangre Beifong. Vamos hijo. -Pidió Tonraq invitando a la Omega y al príncipe a seguir hacia adelante-

-Si, padre. -Él miro de nuevo al soldado en el patio que robó su interés y luego se obligo a seguir a Tonraq. Notando por casualidad como éste se voltio muy consiente de su presencia y le devolvió la fugaz mirada, viendo en su hermoso rostro un lunar bajo su ojo derecho-

-Por cierto, no se sorprendan si ven a un hombre del sur por éstos pasillos Jefe y príncipe, Varrick a estado colaborando conmigo y mi esposo en mejoras de la tecnología de mi ciudad. -Aclaro Suyin-

...

-¿Por fin has decidido matarme o simplemente me dejarás estéril a punta de golpes? -Dijo él tras un largo rato de estar agachado en silencio junto a Korra dentro de una de las tiendas de campaña de la nación del agua a las afueras de Zaofu. El ser sacado de la mazmorra y conducido junto al pequeño ejército y a su señor para enfrentar a los bárbaros le fue una completa sorpresa. A esas horas él ya se hubiera creído muerto, o por lo menos mordido por las ratas de la prisión que infectaban el húmedo suelo de la mazmorra con excremento-

-Tengo un plan para ti Mako. Necesito que me ayudes con algo, y ese embeleso que tienes con Asami además de conocer la verdad entre los dos irónicamente te salvará la vida. -Dijo Korra sin dejar de mirar un mapa sobre la mesa central del lugar- Te seré sincero, lo sincero que no me he atrevido ser con mi padre. No tuve ningún avance significativo entrenando con Tenzin, no logré dominar la fluidez ni la meditación profunda. Lo cual no me deja muchas soluciones excepto llevarme conmigo a Zaheer hasta la muerte, es la única respuesta que he encontrado para derrotar al maldito. Si es así, si fallezco tu te encargarás de correr al sur y proteger a Asami sacándola de ahí junto con su madre y Naga, la llevarás a la nación del fuego y yo daré como último deseo por escrito que mi padre se ocupe de su seguridad junto al Señor del fuego y mi loba.

-¿Qué? -Mako quedó atónito ante lo escuchado por su señor-

-Ya lo he dicho. Espero cumplas con mi orden o demostrarás por completo tu deslealtad ante mi y vivirás en deshonor ante los ojos de los espíritus ¿Comprendes lo malo que eso es?

-No quiero que mueras Korra, sin importar que aún me duela el cuello porque estuviste a punto de partírmelo con tus propias manos, es algo que merecí por irrespetar tu confianza, pero no por ello voy a dejar que tengas aspiraciones suicidas y pretendas que acepté tu absurdo plan como la única solución ante ese bárbaro. -Hizo referencia el arquero a Zaheer poniéndose de pie para acercarse al príncipe- No hay nadie mejor que tú mismo para proteger a la mujer que amas, porque se que la amas, ahora lo comprendo y también tú gran corazón al perdonarme la vida con una excusa estúpida.

-Mide tus palabras Mako. -Asevero Korra-

-¡Si nos unimos, usted, Bolin y yo puede ser que acabemos con el bastardo y no tenga porque pensar en dejar su vida junto a él en una tierra que no es ni siquiera la que le vio nacer mi señor!

-¡Silencio Mako, lo harás! No me hagas arrepentir de mi decisión de no acabar con tu vida por atreverte a tocar a mi Omega.

-Quisiera excusarme una y mil veces por eso mi señor, por haber pensado que no había interés romántico entre ustedes dos y por ende dejarme llevar por el aroma de su señora Asami hasta actuar de manera inconsciente queriendo hacerla mía cuando ya le pertenecía a usted. Pero, no lo haré, asumiré mi error y prefiero que me parta el cuello ahora mismo a que me pida aceptar que tiene pensado morir en vez de pedir ayuda o permitirme morir junto a usted en la lucha. -Expreso el arquero volviendo a bajar la mirada por respeto a Korra-

-¡Tu no lo entiendes! -Él mostró sus colmillos alterado y tomo a Mako por el cuello levantándolo del suelo. El arquero creyó que si Korra no lo había matado antes por idiota ahora lo haría por jugar con su paciencia. Sin embargo gustoso el aceptaría el doloroso castigo. Pero el príncipe lo tiró lejos duro contra el suelo, soltándo el asfixiante agarré- Deja de seguir provocándome Mako, no voy a partir tu cuello. Si en algún momento estuve a punto de hacerlo fue porque perdí el control en mi. Y es lo que haré para acabar con Zaheer, renunciar a mi lado humano que quiere y aprecia a su humilde sirviente y aceptar a la bestia que quiso descolocarte la cabeza por ser un iluso. Gente a mi alrededor solo serán un estorbó.

-Mi señor... Korra. -El príncipe más que su señor era su mejor amigo ¿Cómo podía Korra imaginar que él aceptaría sin rezongar?-

-¿Me dejaras confiar en ti una vez más Mako o terminarás de decepcionar a tu señor?

-Lo haré. -Él agachó la cabeza una vez más y se mostró sumiso luego de un largo silencio entre los dos. No obstante, no dejaría sin apoyo a Korra aún si el príncipe no lo quería. Por supuesto que le importaba también el bienestar de Asami y protegerla, no solo por ser la Omega de su señor si no, porque ya había estrechado un lazo con ella, uno por lo menos de amistad. Por eso era que Korra se la encomendaba solamente a él. Además de ponerlo a prueba, un examen de lealtad pura. Bien él podría intentar quedarse con Asami si su señor fallecía luego de sacarla del sur, terminar de traicionarlo. Pero, era una tontería que no iba a cometer. Él prefería morir al lado de Korra en la batalla que salir huyendo aún si esa era la orden directa de su señor. Solo en tal caso de no poder evitar la muerte de Korra y quedar él vivo, entonces sería fiel a la palabra dada al principe. Él sacaría a Asami del sur y la resguardaría en la nación del fuego. Porque luego de que llegarán las noticias de la muerte del príncipe a los ancianos, muy seguramente intentaría deshacerse de la Omega extranjera y estando Tonraq ocupado con otros asuntos no se podría hacer nada al respecto- ¿Qué hay de tu padre Korra? Si Tonraq supiera lo que planeas preferiría ser él quien se sacrificara.

-No se trata solo de sacrificarse Mako, se trata de poder hacerlo junto a la vida de Zaheer de ser inevitable. La debilidad de un guerrero solo trae desgracias al mundo, la mejor muestra de eso es la guerra de los cien años. Debo de cumplir con mi rol.

-No piensas que tú padre sea capaz ¿Te crees más fuerte que él Korra?

-Mi padre es el Jefe, el sur lo necesita, yo no soy tan indispensable. Y no sé si es catalogarse como el más fuerte, pero mi padre no puede. Él sigue mal herido aunque lo oculte. Sumado a eso, Zaheer no ha mostrado su verdadera capacidad mientras mi padre está en el límite. -Él era el único calificado. Además ¿Cómo se podría llamar un hijo amoroso si no prefería ser él el sacrificado y no su padre?-

-¡Príncipe! Es hora de partir, los bárbaros fueron localizados fuera de Ba Sing Se, mataron a la Reina Tierra y la ciudad es un caos. El Jefe del sur lo espera para marcharse junto a nuestra señora Suyin y el Jefe Lin en la entrada de Zaofu. -Indico uno de los guerreros del sur entrando a la tienda de campaña-

-¿Mataron a la Reina tierra? -Él frunció el ceño-

-Si mi señor. Lo confirmaron nuestros guerreros en Ba Sing Se y el informante de la matriarca. -Contesto el guerrero de bajo rango-

-Tsk... Cumple con tu palabra Mako, alista tu arco y cubre mi espalda. Pese a lo que estés pensando no pretendo entrar dócilmente a esa buena noche, me enfureceré ante la muerte de la luz. Lucharé hasta el final por volver a casa. Aún cuando ahí me espera una necia y rencorosa Omega. -Dijo Korra a su arquero colocándose la espada dentro del cinturón y manchando su rostro rápidamente frente al espejo con pintura de guerrero para salir al reencuentro con su padre y los demás-

...

-Aiwei nos informo que dentro de esa cueva se encuentra Zaheer con su banda y criminales reclutas. -Dijo Suyin desde lo superior de una cornisa en busca de llegar al punto marcado en el pergamino con medio mapa dibujado el cual había sido llevado por un halcón mientras el resto de los guerreros y soldados los seguian. Todos los ahí presentes habían sido muy diligentes en pisarle los talones sin descanso a Zaheer después de que el criminal huyera de Ba Sing Se-

-¿Tu hombre de confianza? -Habló Lin-

-Exactamente hermano. -Respondió Suyin-

-Opino que no nos confiemos de un solo soldado Tonraq. -Dijo él Jefe de policía uniéndose al lado de la Matriarca y Tonraq-

-Es absurdo Lin, desperdiciaremos un golpe certero solo porque nunca haz sido capaz de confiar en nadie. Aiwei no solo es uno de mis mejores guerreros, es parte de mis consejeros. Además no tiene nada que ganar al traicionarnos y si mucho que perder. No pudimos salvar a la Reina Tierra por terca, pero no debemos pertimir que el resto del reino tierra también caiga.

-Es un Beta, no esperes demasiado de ellos. -Lin mostró ligeramente sus colmillos e hizo fruncir el seño a su hermana por lo dicho-

-Bien, seamos consecuentes otra vez Suyin. Nos dividiremos en dos grupos, uno atacará de frente y otro esperara desde lo alto. -Agregó Tonraq- ¿Estás consiente de la cierta verdad que dice Lin? No podemos poner toda nuestra confianza y milicia en las manos de un solo sujeto, conocido o no, la información pudo ser manipulada y resultar todo en un desastre.

-Esta bien Tonraq, lo acepto. Esto es demasiado delicado para querer solo abarcarlo en mis manos. La voz de todos debe de contar, es cierto, la del sur es tan importante como la de Zaofu.

-Y la de Ciudad República. -Agregó el Jefe de policía-

-A todas estas, no pensé ver a una Omega en tu pequeño ejército Tonraq. -Dijo Suyin ignorando de nuevo a su hermano prestando atención a una hermosa mujer de melena oscura y ojos azules, cómo la mayoría de los nativos del agua, cabalgando entre los Alfas-

-Kya es la hija de la curandera más importante de la nación del agua, está a la altura de Katara y menos ocupada que su madre. Estuvo un largo tiempo fuera de la tribu pero por suerte volvió. Será nuestro apoyo médico. Me sorprende que no la conozcas, ella tiene una muy buena relación con tu hermano.

-No... no la tiene. -Tartamudeo Lin- Es solo una conocida personal. La respeto y ella me respeta a mí es todo.

-Es lo que quise decir. -Tonraq aguanto una ancha sonrisa-

-Jefe no intente molestarme por favor. No es gracioso para mí.

-¿Por qué mientes Lin? Te gustaba estar junto a ella cuando visitaba el templo del aire en Ciudad República.

-Solamente escoltaba a una extranjera hija de un gran guerrero y al Jefe del sur, nada más. -Lin espoléo a su caballo y lo jaló de las riendas para alejarse de Tonraq y su hermana. Mirando discretamente una vez más a Kya, notando como la Omega le devolvía la mirada con una sonrisa llena de cariño y picardía. Lo cual lo hizo bajar la vista, pestañar con rapidez y sentir calor en su rostro-

-Quien lo diría. -Suyin se quedó viendo a Kya algo sorprendida. Luego salió de su asombro y volvió a dirigir su atención a Tonraq cuando lo vio acercarse personalmente hacía ella-

-¿Zaofu está seguro contigo afuera? -Interrogó el Jefe-

-Mis hijos y esposo están a cargo del cuidado de la cuidad ahora, además de mis soldados más aptos. -Ella se movió con suficiencia en su montura, su caballo era un semental de color blanco y crines grises. Iba vestido con una ligera armadura de plata y brida de tono verde como el resto de los correajes- No puedo darme el lujo de llamarme la Matriarca de Zaofu si permito que un desquiciado anarquista que amenaza la paz de mi clan ande libre por ahí. No soy el recatado Señor del Fuego Izumi, ni la narcisista fallecida Reina tierra. Tengo que demostrar mi poder cuando es requerido. De esa forma se gana el respeto una Omega que ostenta el cargo de Señora. No solo los Alfas deben ser dignos del combate.

-Los ancianos del sur no estuvieron muy de acuerdo con aceptar el apoyo de una Omega. -Dijo Tonraq- Pero cualquier ventaja que pueda tener en el campo de batalla es una bendición para mí por parte de los espíritus sea Alfa u Omega no me importa. Para mí, al entrar al campo de batalla dejas de ser una Omega y te conviertes en un guerrero más.

-Y tu fidelidad y respeto a esos espíritus que idólatras al parecer han dado sus frutos.

-¿A qué te refieres Suyin? -Interrogo el Jefe del sur sin entender-

-No creas que no lo he notado Tonraq, ese cachorro tuyo me hace erizar el bello de la nuca. Lo que más me espanta es su comportamiento gentil hacía mi pese a su significativa presencia. Sé que si lo quisiera humillaría a mis cuatro hijos en un cuerpo a cuerpo. Hizo distraer a mis mejores soldados en la arena con simplemente pasar cerca de ellos. Debes estar muy orgulloso de él.

-Lo estoy. -Más que nadie. Korra era el cachorro que nunca lo decepcionó y siempre lo hizo sentir con el pecho inflado de complacencia. Tan capaz y temido que se había ganado su propio apodo "La Bestia del Sur". Cómo tan rápido habían pasados los años y su hijo ya estaba casi tan grande y fuerte como él. Pero eso era algo que prácticamente nunca había expresado en presencia de Korra. Su orgullo hacía el cachorro. Porque una vez más él buscaba hacer de su hijo un Alfa fuerte. Y Alfas fuertes no necesitan halagos. Solo requieren que se les presione constantemente para que no paren en su crecimiento como guerreros. Así como él lo hizo toda la vida con Korra, al partirle algún hueso del cuerpo en medio de un entrenamiento mientras hacían combate a mano limpia o con armas obligándolo a seguir, negandole llorar por el dolor a menos que quisiera que le partieran otro hueso y otro más. Luego de abandonarlo a su suerte en algún acantilado escalando una montaña congelada, exigiéndole seguir o morir por ser un débil cobarde con hipoxia. Al ignorarlo muriendo dentro del rio al ser lanzado en la corriente en una de sus pruebas de Alfa al igual que al ser abandonado en el bosque y pese a las lágrimas de Senna no internarse en el lugar en busca del cachorro. En medio de la guerra cuando las armas apuntaban a su hijo y en más de una vez habían logrado cortarlo. Cuando Korra se ponía en medio de él y Senna, interrumpiendo alguna discusión fuera de control entre ellos como esposos, desafiando su autoridad como Alfa líder. Teniendo que enfrentar a su hijo y humillarlo con su fuerza para hacerle recordar su lugar en la casa ¿Qué si le complacía haber sido así, ser solo el malo de la historia y actuar como había actuado? No, en absoluto. Pero de esa manera lo habían criado a él y él debía hacer lo mismo con Korra si quería hacer del cachorro alguien fuerte para no ser sometido por nadie más, por otros Alfas o por la vida. Lo doloroso que era que siempre Senna quedará como la buena y él como un monstruo. Sin embargo, hasta en eso su hijo no lo había decepcionado, haciéndole sentir con pequeños gestos su amor hacía él, su lealtad y respeto, su agradecimiento por criarlo adecuadamente. Haciéndolo un guerrero tan respetable y desafiante que ahora un bárbaro capaz de casi matarlo a él y abrirle la parte baja del estómago en dos, lo había ignorado por completo pese a ser el Jefe del sur y puesto su atención en Korra. Catalogando a su hijo como el más fuerte ahí presente. Amenazando a su cachorro de muerte. A su querido y amado hijo. El maldito estaba muy equivocado si pretendía ponerle una mano encima a Korra sin él antes, siendo su padre, intentar partirle el cuello. Porque, Zaheer ahora sería no solo el desafío más grande por enfrentar para su cachorro, si no para todos los guerreros allí reunidos-

-¿Cómo se recupera el sur luego del ataque de los bárbaros Tonraq? -Preguntó la Omega-

-Somos fuertes, no hay duda, hijos del mar y la luna. Sin embargo solo de orgullo no se vive. Nuestras reservas fueron arrasadas y la gente está aterrada. -Contesto el Jefe del sur-

-No puedo ni siquiera imaginar todo el caos que se nos viene encima luego de la muerte de la Reina tierra. Esos bárbaros desgraciados pretenden poner a las cuatro naciones en jaque. -Ella reflejo en su rostro molestia- Y Zuko, él prefiere estar en casa cuidando de su hijo que ayudarnos.

-Cada quien tiene sus propias preocupaciones Suyin. La nación del fuego no quiere inmiscuirse en más batallas, luego de la gran guerra de la cual fueron participes están asqueados del combate.

-Pretenden aparentar lo que no son. Una nación entrenada para la guerra desde hace más de diez décadas no debe ignorar a enemigos como Zaheer tan a la ligera solo por no inmiscuirse en "Peleas innecesarias" mientras sus grandes barcos se pudren en los muelles. Esperó que en algún otro momento que lo necesitemos si nos den de su ayuda.

-Lo harán. Pero en está ocasión ellos han puesto su confianza y paciencia en nosotros. Esperemos no decepcionarlos. -Él apuro el paso de su caballo junto a Suyin y el resto, todavía tenían distancia que acortar para llegar hasta Zaheer-

...

-¡Ve ahora! -Lanzo Tonraq su águila al aire luego de que todos se establecieran en el punto dónde llevarían acabo su estrategia, era el lugar mejor ubicado cerca del objetivo a avasallar, la cima más alta y discreta del cañon. El desértico terreno en general seguía siendo montañoso y traicionero a pesar de haber avanzado todo lo posible. Eran pocos los árboles y la espesura. Lo que menos le agrado al Jefe del sur, fue darse cuenta que aparentemente la única forma de llegar a la cueva dónde se encontraba el bárbaro y sus hombres era desfilando por un valle secó con grandes mesetas a sus lados. El clásico lugar donde podían ser atrapados y masacrados desde arriba y los flancos sin poderse replegar libremente. Eso, si Zaheer estuviera consiente de su llegada y además tuviera hombres escondidos a su alrededor. Pero, se suponía que su ataque era una sorpresa. Por lo que solo le quedaba asegurarse de barrer estrictamente los alrededores en busca de enemigos o en el mejor de los casos, una salida que los dejará menos vulnerable. Si no, en su defecto, afrontar el estrecho y atípico valle. Mientras, algunas tiendas de campaña se habían colocado y Lin había optado por escudriñar la zona personalmente con sigilo y reducidos hombres. Pero él por su parte, lo hacía apoyándose de su animal protector-

-Me siento afortunada. -Dijo Suyin, luego de ver al Jefe del sur ir hacía una pequeña sala de campaña rodeada de paneles de tela con emblemas de la tribu del agua también conocida como Maku y ahí sentarse a meditar en un absoluto silencio custodiado por sus guerreros con estandartes del sur. Ella ya había escuchado los rumores. Tonraq utilizaba a su animal Tótem para ver desde los cielos a sus enemigos antes de una batalla. Lo cual sonaba loco y ridículo para aquellos con culturas poco espirituales, pero no para los nativos del agua ¿Qué opinaba ella al respecto entonces? Solo creería en cosas tangibles, nada abstracto. Con todo respeto a Tonraq si él no le comprobaba la veracidad de su ritual ella simplemente daría por estúpidos los rumores. Pero a pesar de querer ver más sobre el asunto, el hijo del Jefe del sur se atravesó en su camino para terminar de tapar a su padre con los paneles de tela y evitar que otros vieran lo que Tonraq hacía ahí adentro- ¿También tienes esas mismas cualidades de tu padre príncipe? Ver a través de los ojos del águila.

-Lamento decepcionarla señora Beifong. Eso solo lo puede hacer mi padre, el Señor de la Cetrería. Pero me gustaría saber dónde lo escuchó. -Interrogó Korra sin demasiada sorpresa. Muchos lo sabían. Pero no importaba. Porque pocos lo creían posible hasta tener a Tonraq encima y morir por subestimarlo. Al igual que Mako sobre el árbol más cercano a Tonraq desde donde cuidaba al Jefe en secreto de todos mientras su padre meditaba-

-Tu padre es un Jefe respetado y temido, guerreros así suelen ser víctimas de apologías absurdas que justifiquen su poder, leyendas que se riegan con facilidad sin importar que suenen a disparate.-Respondió la matriarca-

-Usted podrá comprobarlo, no se preocupe. Lo bueno de la verdad es que siempre es objetiva. De su padre señora Beifong también se escucharon muchas leyendas.

-No conviví demasiado con Toph. No lo suficiente como para confirmarlas todas príncipe. -Respondió Suyin-

-¿A que edad se separó usted de él si me es permitido saber?

-Por ahí cercano a mis dieciséis primaveras. Pero al ser un padre que no pasaba mucho tiempo con sus cachorros no cuentan tantos años. -Contesto ella-

-Entiendo. -Él guardó silencio. No quería divagar más en un tema que parecía ser personal y delicado para la Matriarca-

-Antes sentía rencor por eso, pero luego te das cuentas que a veces los padres hacen sacrificios por el bienestar y futuro de sus hijos pese a que no lo notemos. Luego de tener mis propios cachorros lo comprendí perfectamente príncipe.

-Cachorros eh... -Sonrió Korra con desgana, porque era muy probable que él no gozaría de esa dicha nunca-

-Tengo buenas y malas noticias. -Dijo Tonraq saliendo del Maku dónde meditaba- Hay gente cerca de la cueva, pero no lucen como Zaheer o su banda.

-¿Los reclutas? -Interrogó Suyin volviendo su cuerpo y atención al Jefe del sur-

-No lo sé, si mi águila se acerca más Zaheer nos puede descubrir.

-Es cierto lo que Tonraq dice. -Habló Lin llegando a la reunión- Hay gente sin mucho movimiento y con sus rostros cubiertos. Están a las afueras de la cueva. Lucen descuidados, demasiado accesibles. Alrededor del valle no descubrimos a nadie.

-¿Sin nadie alrededor? -Repitió Tonraq-

-Hay un olor a pólvora en el aire padre. Es leve pero lo puedo captar. -Dijo Korra luego de estar muy convencido de eso-

-¿Seguro de eso cachorro? -Interrogó Lin. Él no vio nada parecido a explosivos en su recorrido-

-Mi hijo tiene un olfato bastante desarrollado, si él lo dice no lo dudo. Dejemos de perder más el tiempo, sea una trampa o no debemos de avanzar ahora mismo. El anochecer está cerca, tomaremos a la oscuridad como nuestra aliada, cuando caiga el sol atacaremos. -Ordenó Tonraq-

-Hay que tomar prisioneros a los vigilantes que custodian la entrada para que delaten o escupan a punta de golpes en que lugar de la cueva se encuentra Zaheer. -Dijo Lin-

-Iremos nosotros, tomaré el riesgo con mis guerreros. Korra, te quedarás aquí con el resto, Suyin y Lin.

-No Tonraq. El riesgo debe ser mío. Aiwei es mi hombre y soy quien debe demostrar que confío en su lealtad.

-Suyin, no tienes nada que demostrar. -Dijo el Jefe del sur a la Omega-

-Tu has hecho tu parte y Lin también. Es mi turno, permíteme ese placer. -Pidió la Matriarca-

-Por supuesto que no... -Trató de negarse Lin. No quería a su hermana en peligro-

-Basta Lin. Ella irá primero. Así será. Sin embargo insisto en darte algunos de mis guerreros expertos en la caza y sigilo.

-Gracias Tonraq. -Suyin reverenció al Alfa y fue por sus soldados. Eran pocos en cantidad pero sustanciosos en poder y habilidades-

La Matriarca los organizo sin mucha demora y tal cual avisó el Jefe del sur, cuando se escondió el sol, cobijados por la oscuridad se abocaron a hacer su primer ataque, atrapar a los custodios de la cueva para obligarlos a hablar y empezar a desplazarse de apoco luego de asegurar el terreno. Uno de los guerreros por parte del sur enviados para la labor fue Mako, pese a que Korra se quiso negar por no poner en peligro al hombre que ya tenía una misión asignada en secreto. El príncipe guardó silencio. Mako formaba parte de los guerreros entrenados en sigilo en el sur. Su talento era natural y sería de gran ayuda junto a los soldados de Suyin. Solo esperaba que el idiota no muriera y estropeara su tranquilidad mental. Pues si Mako perecía ¿Quién se iba a ocupar de sacar a Asami del sur? Con nadie más tenía tanta confianza y ya había revelado demasiado de lo que tenía planeado hacer contra Zaheer como para decírselo a alguien más y arriesgarse a que Tonraq se entera y arruinara sus planes en contra del bárbaro.

Al llegar al valle, fue un pasó rápido y relativamente tranquilo, lo cual alarmó más aún el instinto de Tonraq que vigilaba junto a Lin desde la cornisa lejana esperando la señal para también ellos avanzar. Luego, no pudieron ver más. En cuestión de minutos hubo una explosión y lo temido se hizo realidad de una forma brutal. Las mesetas a los lados del valle se precipitaron hacía abajo por el daño inducido por la pólvora y dejó caer grandes rocas y tierra. Lo que quería decir, que Suyin, sus soldados y los pocos del sur habían sido sepultados. Pero así mismo toda la gente de Zaheer dentro de la cueva cuya única salida según el informante Aiwei era solo una. La que ahora de seguro hacía sepultada. Eso no tenía lógica ¿Qué ganancia habría para Zaheer sepultarse él y sus hombres en una cueva? Además, dicha explosión también puso en evidencia las sospechas de Lin. Para tomarse el tiempo de enterrar explosivos alrededor del valle, eso quería decir que los bárbaros sabían de su llegada y en vez de escapar le tendieron una emboscada a su emboscada. Pero ¿Dónde estaban los hombres de cuya encerrona entonces? Si el objetivo de Zaheer era eliminar a todos sus enemigos, con él y Lin fuera del valle todavía quedaban los suficientes como para hacerle cara.

Además, él no creía a Zaheer tan poco faltó de agudeza como para saber que ellos notarían la trampa y harían justo lo que habían hecho. Separar a su ejército en grupos y solo enviar a uno menor entre el valle en busca de suerte. Dudas en su máxima extensión que se vieron aún más aumentadas cuando entre el horror de confirmar la trampa, rodearon el valle, llevando al máximo de las salientes a sus caballos para bajar las montañas sin los sementales valiéndose de sus manos y pies, con una sangrada Suyin amarrada como un trofeo en lo que había sido la entrada de la cueva. Los gemidos de los guerreros y soldados se escuchaban y el polvo todavía no se había acentuado del todo.

Suyin! -Gritó Lin corriendo a auxiliar a la Omega-

-¿Qué ocurrió? -Interrogó Tonraq para también ayudar a la matriarca y obtener información lo antes posible-

-La trampa es peor de lo que imaginamos Tonraq. Los custodios de la cueva no eran sus reclutas, los criminales que adoptaron en pueblos baldíos o Ba Sing Se. Se trata de los poco nómadas Aires del templo del sur y Tenzin.

-¡¿Tenzin?! -Repitió con énfasis Korra uniéndose a ellos-

-Nuestra presencia no solo provocó que casi nos matarán a todos con la explosión en el valle, sepultamos dentro de esa cueva a los nómadas aire junto a Tenzin y su familia.

-¿Los vistes? -Interrogó Lin-

-Desde lejos, luego fueron empujados al interior de la cueva por reclutas suicidas y fue cuando hubo la explosión. Los nómadas aire que tenían de carnada en el exterior quizás murieron, al igual que mis soldados y tus guerreros Tonraq.

-¿Cómo sobreviviste Suyin? -Preguntó el Jefe del sur-

-Porque fui ágil, tuve suerte o porque quisieron que así fuera. Ellos necesitaban a alguien que entregará el mensaje ¿Ya te diste cuenta de sus intenciones verdad?

-Me temo que si. -Respondió Tonraq tensando su mandíbula-

-Ellos quieren que nos ocupemos de sacar a los nómadas aire y a Tenzin de ahí antes de que mueran asfixiados. Lo cual abarcará a la otra mayoría de soldados y guerreros que tenemos a nuestra disposición. -Reveló Lin-

-Si nos negamos y le seguimos el paso a Zaheer, los que están dentro de la cueva morirán en varias horas. -Dijo Tonraq- ¿Cómo fue que los desgraciados secuestraron a Tenzin junto a los nómadas aire y no nos dimos cuenta? Hace menos de una semana mi hijo estaba junto a él.

-¿Zaheer en verdad está aquí? -Habló Korra tratando de mantener la calma-

-Eso cachorro también te lo puedo confirmar. Zaheer y su banda me sacaron de entre las piedras y me amarraron aquí. El bastardo me advirtió que si el Jefe del sur y sobre todo su príncipe, decidían no detenerlos por salvar a los nómadas aire ellos tendrían la ventaja de uno o dos días para llegar al norte y se asegurarían de no ser tan benévolos como en el sur. Que por haberme unido a ustedes luego del norte vendrá Zaofu o primero Zaofu y luego el norte.

-Solo trata de jugar con nuestras mentes para obligarnos a actuar. -Dijo Tonraq-

-Diestro y lógico para el arte de la guerra. Debe estar ofendido por haber tratado de emboscarlo. -Agrego Lin haciendo referencia al anarquista- Te lo dije Suyin, tu Beta no era de confiar.

-Traición o no ya no importa. Debemos sacar a los nómadas aire, Tenzin es demasiado importante para la sociedad como para dejarlo morir junto a su familia.

-¿Qué haremos entonces padre? Estoy de acuerdo con rescatar a Tenzin lo antes posible. No concibo la idea de dejar morir a uno de mis maestros. Pero tampoco permitir que ese bastardo se escape, llegué al norte y acabe con nuestros guerreros allá.

-O se decida por Zaofu. -Agregó Suyin-

-Tranquilo Korra, lo mismo para ti Su. Vamos a rescatar a los que podamos y dejaremos a nuestros hombres en la labor de sacar a Tenzin y al resto de ahí. Llevaremos solo a los no necesarios tras Zaheer.

-Eso reduciría demasiado nuestras posibilidades contra él Tonraq. -Dijo Lin-

-Lo sé y él también lo sabe, pero ya no tenemos más opción que afrontarlos con nuestras propias fuerzas. No avanzarán más allá de lo que ya lo han hecho.

-Creo poder calcular por dónde cabalgarán, Tonraq si me prestas a tu águila todavía tengo uno que otro guerrero en Zaofu que nos puede ayudar y unirse a nosotros mientras vamos tras ese desgraciado. Les enviaré mis órdenes por aire.

-Dejaras a tu clan vulnerable Suyin. Si Aiwei te traicionó, Zaheer puede tener más espías dentro de Zaofu, haber podido estar dentro de sus fronteras y tener núcleos anarquistas en tu ciudad también.

-Tu perdiste guerreros, yo perdí a mis soldados y casi mi vida. Me amenazó en mi propia cara. No voy a dejar que ese desgraciado se salga con la suya. Daré todo lo que tengo para al igual que tú, detener su avancé.

-De acuerdo. -Accedio él luego de pensarlo por unos segundos sin permitirle a Lin entrometerse- Korra, lleva a la Matriarca con Kya. Las heridas de Suyin no parecen graves pero necesito asegurarme de eso antes de llevarla conmigo. -Pidió el Jefe del sur a su cachorro-

...

-¿Cómo está ella? -Preguntó Lin a la curandera-

-Esta bien Li... Disculpe, quise decir, Jefe de policía. -Respondió Kya-

-Kya háblame sin tanto decoro. -Él Alfa miro a su hermana. En efecto se veía bien. Suyin era fuerte para tratarse de una Omega. La matriarca simplemente había salido de la tienda de campaña dónde le hicieron la curación de sus heridas dando órdenes a los soldados que le quedaban como si nada. Mientras Tonraq continuaba en el valle esperando por ellos salvando a los soldados y guerreros más accesibles-

-Para aparentar que no te importa tu hermana, la verdad si te importa mucho. -Dijo Kya-

-Hemos tenidos algunos descontentos mutuos en nuestras vidas. Pero no por eso voy a desear su mal o dejar que un loco de mierda le haga daño sin querer arrancarle la cabeza. -Lin gruñó y mostró los colmillos. Nadie debería hozar a tocar a su familia y pretender salir ileso-

-Tranquilo Lin, ella puede defenderse por si misma.

-¡Ja! Por tener esa mentalidad casi muere aplastada. Tú eres igual que ella, defiendes la ideología de que las Omegas merecen el mismo puesto que un Alfa cuando no es cierto. Ustedes son inferiores a nosotros en algunos aspectos, lo quieran o no. No son dignas del combate o la guerra. Por eso nunca termine de congeniar contigo. -Dijo Lin cerrando los ojos y cruzándose de brazos-

-Pero bastante que te gustaba cortejarme Jefe de policía ¿En ese caso nos seguirías percibiendo inferiores a las Omegas? Si lo hubiera querido podía haberte asesinado cuando dormías plácidamente abrazado a mi luego de estar juntos.

-Ahhh... Eso nada tiene que ver con la guerra. -El rostro de Lin se colocó por completo de un color rojo y su seño de frunció tratando de disimular la vergüenza de haber sido sumiso y tranquilo luego de hacer el amor con esa Omega en más de una ocasión-

-Yo creo que sí. Por suerte para ti Lin, no soy tu enemiga. Ni tampoco tu Omega, ambos escogimos ser libres de todas esas obligaciones de pareja. Por lo cual verás que algo de esa ideología que defiendo si te ha beneficiado.

-¡Ejem, ejem! -Carraspeo el Jefe de policía al pasar un soldado cerca de ellos. Luego se acercó más personalmente a la mujer, arrastrándola por el brazo a un espacio un poco más privado- Siempre serás mi única Omega e importante para mí Kya. Sin embargo nuestros estilos de vida son diferentes y complicados. Tampoco quiero que te inmiscuyas en está persecución hacía ese criminal de Zaheer demasiado. Ya bastante sufro con ver a mi hermana entrometida en ésto porque el débil de mi cuñado prefiere quedarse en casa diseñando maquetas de papel.

-Ella estará bien Lin, no te preocupes. -Kya tocó el rostro del Alfa acariciándolo con delicadeza. Luego deslizó esa mano por el pecho de Lin mirándolo fijamente. Mirada que Lin respondió-

-Trata de no darme más problemas Kya. Quédate atrás de la tropa y no te confíes de nadie mientras rescatan a los nómadas aire y a tu hermano. Si no salimos exitosos contra Zaheer, luego esos bárbaros pueden venir por ti y los que aquí quedan.

-Lo tendré en cuenta. Concéntrate en ti mismo y volver Lin, no en mi. -Ella apoyo con mayor fuerza su mano en el centro del pecho del Alfa-

-Él está bien Kya, lo sé. Siempre se las a ingeniado para estarlo. Según Suyin fue trasladado al interior de la cueva antes de la explosión. Dejaré a mis hombres más capacitados para que se aseguren de sacarlo con vida. -Sé refirió él a Tenzin luego de distinguir tristeza en los ojos de Kya-

-Gracias Lin. -Contesto ella-

-Casi me da un infarto cuando te vi entre las filas de guerreros de Tonraq. -Dijo el Alfa queriendo distraer de la situación de Tenzin a la curandera-

-Que bueno que no fue así Lin. Si no hubiera tenido trabajo que hacer desde un principio. -Ella sonrió al Jefe de policía y Lin quedó embobado al verla. Luego, se obligo a espantar esos sentimientos de su mente y corazón-

-No olvides tu promesa Kya. Mantente a raya de todo éste asunto. -No queriendo hacerlo él apartó a la Omega para retirarse lejos de ella. De lo contrario todo ese tiempo en que no la había visto o estado con la mujer. Le exigirían querer tomarla ahí mismo. Distraerse, solo pensar en Kya y estar con ella. Eso era en extremo peligroso para un Alfa que iba a entrar en batalla. Él debía concentrarse-

-Lin.

-¿Que sucede? -Él volvió a voltear con toda su fuerza de voluntad al máximo-

-Cuida también del príncipe cuando estén frente a Zaheer por favor. Él es tan importante para mí gente en el sur como posiblemente para el mundo.

-¿No te parece que él es lo suficientemente capaz de hacerlo por si mismo también? Su solo olor intimida. -Aunque le costará admitirlo así era. Él no había sido intimidado, eso era de novatos, pero si puesto en alerta. Ese jóven espécimen lo había puesto en guardia-

-No lo digo porque dude de la fuerza de Korra, Lin. Es ese cachorro el principal objetivo de Zaheer.

-¿No lo somos todos?

-Zaheer se cree uno de esos guerreros que nacen para guiar al mundo y ha reconocido a Korra como un descendiente directo de nuestros Alfas de origen. -Confesó la Omega-

-¿Es en serio?

-¿Ves porque Korra es todo lo que él quiere? Lo concluyó Tonraq luego de analizar las palabras del bárbaro mientras combatía contra su hijo en el sur. Por lo que el Jefe catálogo de loco a Zaheer.

-¿El bárbaro pretende ratificarse como el Alfa más fuerte y apto para guiar a las naciones asesinando con sus propias manos al que le hizo pensar que es un Avatar Kya?

-Si, él lo cree un Avatar, un guerrero que nace cada cien años sin exactitud destinado a darle equilibrio al mundo con los atributos espirituales y físicos de un Alfa original.

-Acaso Zaheer además de demente es idiota ¿Cómo puede pensar que ese cachorro es un Alfa original?

-Ese no es el problema Lin ¿Y si lo es y Zaheer logra asesinarlo? El mundo caerá en una terrible oscuridad.

-Si lo es, Korra no morirá. Esa será la única forma en que yo crea semejante patraña. Sin embargo, te tomaré la palabra y lo protegeré todo lo posible, es un Alfa menor que yo y cachorro de uno de mis mejores amigos, sea o no un Avatar es mi obligación hacerlo.

...

Hola mis queridos lectores.

Quiero aclarar varias cosas o resaltar:

En mi Fic no todos los personajes tienen la edad exacta que en la serie "La leyenda de Korra". Katara, Kya y Lin por ejemplo son al menos 10 años más jóvenes sin alterar el transcurso de nada. Eso ya lo había señalado en un capítulo cuando solo coloque con algunas canas y no todo su pelo de blanco a Katara.

Otra cosa:

A pesar de no notarse Korra aprecia mucho a Mako, y Mako a Korra. Tienen una amistad verdadera entre Alfas y él a estado muchos años al lado de su señor. Sin embargo ni si quiera eso le importo a Korra al momento de casi partirle el cuello luego de perder el control después de verlo besar a Asami. Así de grave es la inconsciencia de un Alfa alterado.

En cuanto a la expresión de un Alfa original y Avatar, va más o menos por la explicación que le dió Noatak a Yasuko capitulos atrás, dónde el hijo de Yakon habla de los primeros Alfas existentes.

A ver... ¿Que más?

Ha sido un capítulo muy largo de pura trama, algo que se debe de hacer guste o no pero esperó poder sacar pronto lo que todos esperamos (Cómo terminará la pelea de Zaheer y Korra/ Y que sucederá con Asami) Si, yo también estoy ansiosa de redactar esa parte.

Muchas gracias por su gran apoyo y recuerden que es la principal razón de cada actualización. No sé les olvide comentar bien nutrido y detallado. Nada que tenga que ver con mi Fic es una molestia de leer, todo lo contrario.

Un hasta la próxima solo dependerá de ustedes.