Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.


Parte XXIV

Inspirado en World behind my wall de Tokio Hotel

La habitación quedo suspendida en el tiempo, o al menos gran parte de los ocupantes, nadie sabia que hacer o decir, tal vez nadie se atrevía a secundar al señor Ateara en sus palabras, sin embargo, algo era latente y es que ninguno se esperaba esas palabras tan raras, por que era raro de por si que me llamara visitante de otro mundo, ¿Estaría al tanto de la verdad como Alice?

— ¿Pueden dejar de mirarme? —se quejo el señor Ateara—. No me he transformado en frente de damas, para que me vean de esa forma.

— Es raro lo que dijiste —menciono Sam mirando al padre de Quil con desconfianza—. Ella es tan real y vive en este mismo pueblo.

— Los hombres siempre miran lo superficial —dijo el padre de Quil observando a los chicos como si fueran unos críos de dos años—. Están actuando como las caras pálidas, no ven más allá de lo que hay. Ignorantes, no saben que este pueblo esta siendo habitado por la magia y el folklore.

Billy Black le lanzo una mirada de advertencia al hombre, supuse que eran de esas conversaciones que suelen exasperar a los que no comprenden, el señor Ateara soltó una carcajada que hizo sobresaltar a los ocupantes de la sala, los chicos observaron al hombre como si estuviera perdiendo los tornillos con prontitud.

— ¿No le parece que lo mejor es hablar claro? —tercie captando la atención de todos—. Ellos solo conocen dos clases de fenómenos en este pueblo, los vampiros y que tuvieron que transformarse en lobos.

— ¿Crees que es lo mejor? —pregunto Billy con un tono inflexivo—. ¿Qué dijeron los Cullen de esto?, por que me gustaría saber su reacción.

— A Edward le pareció hilarante la historia —conteste con firmeza—. Los únicos que lo saben es Alice, Jasper y Carlisle, no se si los demás puedan con la verdad.

— ¿Acaso estos muchachos lo están? —pregunto Billy mirando a los miembros de la manada de manera gélida—. Nadie en sus cabales aceptaría tu absurda historia.

— ¿Entonces por que usted si? —inquirí arqueando una ceja—. Tienen entre la manga alguna superstición, de la que pueda echar mano, por que agradecería enormemente una respuesta que nunca he escuchado.

Billy me observo casi con diversión, era evidente que le divertía mi desesperación por acabar este asunto. Sue me observaba ceñuda, me pregunte si ella no tendría algún poder especial que leyera mentes, por que cada vez me veía como un fenómeno andante, los demás observaban expectante como si fuera un partido de tenis muy reñido, entonces un suspiro irrumpió la habitación, era un suspiro de frustración.

— Siéntate —sugirió Billy señalando una silla desocupada—. Si a ustedes les parece, pueden quedarse —miro a la manada con autoridad—. Supongo que has venido abogar por los Cullen.

— Esta en lo cierto —dije sentándome en la silla—. Aunque, me gustaría saber por que el señor Ateara me trato como visitante de otro mundo.

— ¿Cómo sabes que es mi padre? —pregunto Quil mirándome con asombro.

— Ahí tienes la respuesta —tercio el señor Ateara—. Ella nos conoce de algún modo.

Los chicos parecían actuar como uno solo, sin ninguna excepción me observaron con los ojos entornados como si esperaran que me transformara en alguna cosa mágica, quizás pensaran que las brujas no estaban tan extintas como se imaginaban, había visto demasiado películas acerca de brujas y magos, que hasta pensaran que me había transformado o tomado una poción para cambiar mi apariencia.

— ¿Parece de la misma edad que Bella? —menciono Jared con recelo—. No creo que tenga muchos más años que nosotros o los Cullen.

— Tengo 22 —respondí a su pregunta casi de mala gana.

— ¿En serio? —pregunto Embry impresionado—. Hubiera jurado que tenías 18, pobre de Jacob.

El señor Black le lanzo una mirada nada amigable a Embry, que se encogió en su lugar como si lo hubieran congelado, yo apreté mis labios para no reírme, aunque la verdad ahora entendía a Edward, esto sonaba como la historia más graciosa y quien iba creer que todo lo que ocurrió era producto de una imaginación febril y bastante asustada por lo que sucedía en su vida real, que prefería enfrentarse a vampiros y lobos, con tal de no hacer el ridículo frente a un altar.

— No comprendo nada —intervino Sam con los brazos cruzados sobre el pecho—. Señor Black, ¿Desde cuando usted sabia esto?

— Desde el principio —contesto el padre de Jacob—. Charlie vino directamente a mi casa el día que la encontró, menciono que era la cosa más rara que le había ocurrido en toda su vida, él supuso que seguramente era una chica a la que habían secuestrado y tirado al lado de una carretera, tal vez alguien importante de alguna ciudad del este, tal vez querrían matarla y le perdonaron la vida tirándola en un pueblo olvidado.

A esas alturas prácticamente tenía la boca abierta, el jefe Swan tenía una mente muy fructífera y jamás supe lo que había pasado por su cabeza, seguramente Edward lo supo en algún momento y no quiso decirme nada, ya lo vería cuando llegara, ¿Por qué jamás me había dicho lo que Charlie había sospechado?

— Claro, que después ella sola dio pistas de su identidad —continuo Billy sin inmutarse—. Pistas que solo alguien con interés las descubriría…

— O, alguien que pensara tan mal de mi —interrumpí sus hipótesis.

— Supongo —dijo Billy sin sentirse herido por mis palabras—. Lo supe el día que desapareciste del pueblo, toda la situación de Bella con Edward solo podía conducir a una cosa: que otros vampiros conocieran su existencia y terminara siendo el trofeo de una guerra. En cambio, otra persona que no estuviera involucrada de manera sentimental con un vampiro, no tendría por que salir afectada en todo el asunto.

— Interesante —menciono Paul—. Mientras tanto, ninguno lo sabía.

— Entonces ahí, comprendí lo que estaba pasando —prosiguió el señor Black ignorando a su yerno—. Si lo que pensaba Charlie era cierto, ¿Cómo una persona que había escapado de la muerte, ahora se había ofrecido ocupar el lugar de la persona que estaba destinada a sufrir por sus elecciones? Siendo yo, me alejaría de la muerte si me habían perdonado la vida. En cambio, para ti era un camino para escapar de Forks y para volver a donde pertenecías.

— ¿Y en que momento se dio cuenta, que mi intención no era lastimar a su hijo? —pregunte mirándolo con seriedad.

Ahora entendía muchas cosas, el por que de la antipatía de la que era objeto, por que el señor Black me había visto casi con odio y su repentino cambio cuando volví de nuevo a Forks, pero había algo que no encajaba en todo esto, por que ese odio repentino desde el principio, por que tan hostilidad de su parte, si yo nunca había premeditado lo que iba sucederle a su hijo.

— Desde que Jacob me conto sobre la carta que le escribiste a Charlie —respondió Billy restándole importancia al asunto—. Una persona con una historia como esa, no esta para lastimar ha alguien y menos cuando es una victima de otras circunstancias, además por que te ensañarías con alguien, cuando perseguías la forma de salir de tu pesadilla.

— Ahora entiendo todo —comente mirando la mesa con concentración.

—Pues yo no —discutió Sam con un poco de mal humor—. Si no les importa, no estamos para recordar viejo tiempos y situaciones pasadas. Ella vino con un propósito aquí y es hablar de los Cullen, creo que debemos ocuparnos de eso y no perder el tiempo, en este momento puede estar atacando a la gente y nosotros, escuchando historias sin sentido.

Billy y el señor Ateara le lanzaron miradas de advertencia al líder de la manada, pero Sam no se inmuto, mi cabeza estaba tratando de encajar toda la información de la que me estaba enterando, siempre en todas la historias, los ancianos de las tribus o aquellos que eran los lideres, sabían la manera de encontrar el camino, siempre eran ellos los que tenían las respuestas a los misterios, al menos sabia que anteriormente había aterrizado a Forks, por culpa de mi sobre protectora consciencia, ¿Pero ahora que? ¿Estaba escapando por miedo a todas las cucarachas que me había dicho Caroline?

— Sam —dijo Billy un poco decepcionado—. Estoy tratando de que comprendan la situación, no es una historia sin sentido, cuando se quiere saber el fondo real de una situación, primero debemos conocer los antecedentes, si no entendemos lo que ella ha pasado, entonces no entenderemos sus palabras cuando vaya defender a los Cullen.

— Los Cullen han violado el tratado —recordó Sam con altanería—. Están criando un monstruo a expensas de la vida de una persona, ella menos que nadie sabe lo que Bella lleva en el vientre y solo nos dirá cosas absurdas y sin ningún fundamento.

— No sabes nada —rebatí mirando a Sam casi con furia—. ¿Acaso crees que eres el único que tiene la razón? Los Cullen están sufriendo por toda esta situación y claro que son igual de pesimistas que tú. Saben los escenarios posibles de algo que no conocen, por que lo que sucede es algo que solamente alguien con control puede llegar hacer. Ninguno se imagino que podría haber estas consecuencias, si fueran tan malos como dicen, seguramente hace mucho tiempo Forks estuviera borrado del mapa o ni siquiera yo estaría sentada entre ustedes.

— ¿Mis hijos aun están con vida? —pregunto Sue atrayendo mi atención.

— Por supuesto —conteste suavizando mi tono—. Leah y Seth se encuentra en perfectas condiciones, si no quisieron volver fue por que creen en lo que Jacob piensa, por que seguramente quieren saber que tan peligrosa puede volverse esta situación, ellos están bien y no partirán mientras ustedes no cambien de opinión con respecto a eliminar a los Cullen.

— Leah los odia —menciono Paul con seriedad.

— Fue por mi culpa —replico Sam fijando su vista en la madre de los chicos—. Lo siento mucho Sue.

— Tu arrepentimiento no los traerá de vuelta —dijo Sue con dureza—. Es una solución a este problema; si los Cullen son culpables, entonces no les quedara más remedio que volver, pero si somos nosotros los que estamos equivocados, entonces tendremos que retractarnos.

— ¡Eso jamás! —exclamó Paul manoteando.

— Silencio —intervino Billy con fastidio—. Ahora escuchemos lo que ella tenga que decirnos, pero de manera imparcial, no olviden lo que acaban de saber y quizás vean esto de otra manera.

Todas las miradas de los presentes cayeron sobre mi, me sentía como una peligrosa criminal que esta a punto de confesar sus más horrorosos crímenes. Quizás antes me hubieran catalogado como una sospechosa de haber escapado de una correccional de menores, pero ahora quedaría como una loca chiflada, que se había escapado y que además asegura que proviene de un mundo que nada tiene que ver, con lo que ellos llaman realidad.

— Fue un poco extraño, cuando me desperté por primera vez en Forks —comencé con un tono vacilante—. No tenia la menor idea de donde me encontraba, la noche anterior me había quedado dormida en mi casa con mi libro favorito encima de mi pecho y al otro día, amanecía a un lado de la carretera a punto de sufrir de hipotermia, no sabia a donde ir o a quien recurrir, supuse que si caminaba hacia una dirección concreta tal vez encontraría como llegar a mi casa y la verdad cuando Charlie me encontró, pensé que me había vuelto loca, quizás lo este un poco después de todo.

— ¿Y después que? —pregunto Quil absorto en la historia.

— Después comprendí en que lio me había metido —continúe lanzando miradas a todos los presentes—. Estaba atrapada en un pueblo que existe en un libro, sabia al derecho y al revés esta historia, sabia que James perseguiría a Bella y que Jacob terminaría enamorándose de ella, también sabia que Bella terminaría teniendo un hijo de Edward.

— Y si lo sabias, ¡Por que no lo evitaste! — salto Sam perdiendo la paciencia.

— ¿Por qué evitar lo que esta escrito? —cuestione mirándolo con dureza—. Es como si Emily estuviera esperando un hijo tuyo, si pensaras que es un ser peligroso y trataras de evitar su nacimiento, sabiendo de antemano que puede morir en el parto. Pero si en este mundo, alguien te diera la esperanza de que se salvara y te dijera que ese niño no es peligroso como piensan, que además no es el único que existe en el mundo y que sencillamente terminaras rendido a sus pies, dando tu vida por él si fuera necesario.

— ¿Estas tratando de decirnos algo? —pregunto Sue apoyándose en la mesa—. Billy, ella esta diciendo que sabe lo que lleva Bella Swan en el vientre.

— Lo que trata de decirnos, es que ella ya sabe como termina esto —aclaro Billy—. Que ella no es ni vampiro, ni una de nosotros, ni tampoco un humano corriente como las caras pálidas.

— ¿Entonces que es? —pregunto Paul con sorna—. ¿Una bruja? ¿Alguien perteneciente a X-Men? ¿O una alienígena?

— No lo dije muchacho —contesto el señor Ateara—. Ella viene de otro mundo por no decir realidad.

A estas alturas, las caras de los integrantes de la manada era un confusión total, no sabían si tomarse en serio lo que acaba de decir o quizás, tomarme por una loca que estuvo en un manicomio desde que me fui del pueblo; lo mejor que podía hacer era que llegaran a sus propias conclusiones, que se forjaran una idea equivocada o no tanto de lo que sucedía en realidad.

— Eso es lo de menos —intervino Sam con el cejo fruncido—. ¿Qué es lo que lleva Isabella Swan en el vientre?

— Una semivampira —conteste sin dar rodeos al asunto.

— ¿Una semi que cosa? —pregunto Jared arqueando sus cejas—. ¿Eso es contagioso?

Paul y Sam observaron a Jared como si hubiera perdido parte de su cerebro, en cambio los ancianos, no sabían si reírse o lamentarse. Por mi lado, preferí fingir naturalidad, no fuera que la risa terminara por dañar mi plan de sacar a los Cullen del atolladero donde se encontraban.

Carraspee para llamar la atención y dar por terminado este asunto, presentía que si no volvía pronto a la mansión de los vampiros, Edward sufriría un ataque de ansiedad y terminaría por agrandar el problema o quizás, pelaría con Jacob y la cosa se pondría más grave aun.

— Una semi vampira —aclare fulminando con la mirada a Jared—. Mitad vampiro y mitad humano.

— ¿Cómo puede asegurar que es cierto? —pregunto Sam con evidente tono de desconfianza.

— Soy Antropóloga —dije en un tono de certeza y algunos me observaron con asombro—. He estado recogiendo información y leyendas en diferentes sitios, desde que me fui de Forks —lo cual no era mentira, la universidad nos había llevado a un sinfín de reservas y siempre me caracterice por estar pendiente de las historias locales—. Recolecto información, para tener pruebas y mostrárselos a ustedes y evitar una disputa con los Cullen.

— No se como puedes confiar en ellos —recrimino Paul frunciendo el cejo—, en cualquier momento te puedes convertir en su cena.

Fruncí los labios en desacuerdo, supongo que ningún argumento lo convencería de lo contrario, al menos que Reneesme naciera y tuviera que aceptar, que seria su familia tarde o temprano.

— Por eso mismo hablo con ustedes —continué haciendo más inflexivo mi tono—. ¿No esta dentro de sus deberes proteger la vida humana? ¿Van a permitir que alguien muera por ignorancia?

— ¡¿Ignorancia? —repitió Paul incrédulo—. Además ya tomaste tu decisión, y ahora asume sus consecuencias.

Billy lo observo de manera dura desde la silla de ruedas, el señor Ateara ignoro que había abierto la boca y la señora Clearwater lo observo como si fuera una cosa indigna de ver, el resto de sus compañeros se mostraran apacibles, como si estuvieran de acuerdo con sus palabras.

— No deben exaltarse —intervino el señor Black con un tono autoritario—. Hablas de unas pruebas, ¿Cuáles son?

— El hijo de los Cullen no es el único en su especie —revele, ocasionado que los ojos de los presentes se volvieran un par de pelotas de golf—. Existen ocho más en el Amazonas, ellos no tiene la culpa de lo que son, su padre, un vampiro muy egoísta para sus fines, pretende crear un raza nueva; pueden alimentarse también de comida humana, crecen hasta los siete años y desde esa edad, obtienen la apariencia que llevaran en toda su eterna vida.

Los Quileutes se quedaron sin palabras y algunos negaron con la cabeza, hasta que alguien considero que era oportuno romper el silencio.

— ¡Mentiras! —exclamó Paul muy convencido—. Solo lo dices para salvar el pellejo de los Cullen, ese monstruo va acabar con la vida de este pueblo.

— ¿Crees que los Cullen lo van a permitir? —pregunte levantándome de la silla con evidente enfado—. He vivido con ellos cierto tiempo y están calificados para educar ese bebe que viene en camino. Si fueran tan malos, ¿Estaría viva en este momento?, además como pueden hablar de monstruos, si están conspirando para asesinar inocentes y la gente que me ha brindado la mano en un momento que fue horrible en mi vida.

— ¡Atajen a Paul! —bramó Sam tensando sus músculos.

La mayoría de los chicos atajaron a un Paul tembloroso, quien me miraba con ganas de acabarme en un dos por tres, solamente Quil se hizo a mi lado dispuesto a salir de la casa de los Black en menos de un parpadeo; los ancianos se disgustaron un tanto con Paul quien forcejeaba con Jared y Embry, el señor Ateara se levanto de su puesto y le propino una bofetada a Paul, dejando atónitos a los presentes en el salón.

— Cálmate —dijo el señor Ateara con un tono sosegado—. No compliques más las cosas.

— ¡Como permites que nos hables así! —reclamo Paul dolido—, ¡Nosotros protegemos a nuestras familias!

— Como ella hace con la suya — terció Billy haciendo valer su puesto en la tribu—. Tienes razón, si fuera una mentira, no te hubieras arriesgado ha encararnos a todos, ¿Cómo podemos asegurarnos de tus palabras?

— Hagan una tregua con Jacob Black —conteste mirando a Sam con detenimiento—. Dejen que patrulle alrededor de los Cullen y les informe todo lo que sucede. Por favor dejen que cacen, les esta costando trabajo ignorar que tengo sangre en mis venas.

— ¿Qué dices Billy? —pregunto Sue con un brillo de esperanza en sus ojos.

El Quileute repaso con la mirada a todos los presentes y por ultimo, se fijo en Paul que aun seguía debatiéndose entre Jared y Embry, con un leve asentimiento dio luz verde a la tregua entre lobos y vampiros.

— Haremos una tregua por esta humana —dijo al fin. Librándome de un gran peso en el corazón—. Si puedes lograr que Jake vuelva, estaré agradecido.

— Hare lo mejor que pueda señor Black —respondí sintiendo que mis rodillas iban a fallar del desconcierto de haber hecho algo por los vampiros—. O, yo misma vendré y les diré lo que esta sucediendo; no tengo por que mentir cuando mi vida esta de por medio.

— La mejor decisión, es enviar a una delegación —opino Sam tomándose enserio la misión de hacer las peces con los vampiros—, hagamos esta tregua con transparencia. Yo la encabezare, Quil, Paul y Jared vienen conmigo.

Paul me observaba con ojos enfurecidos, quizás me había pasado un poco en acusarlo de monstruo; pero los Cullen eran mi familia y yo haría hasta lo imposible por que no les sucediera nada malo. No era inmortal, tampoco corría a velocidades impresionantes y mucho menos poseía una súper fuerza que rompiera barreras, pero tenia mi amor y con eso me bastaba.

De pronto, todo se sumió en un barullo de voces que no tenía comienzo y mucho menos fin, Sam estaba dando órdenes a diestra y siniestra, además de repartir posiciones dentro de la reserva. Me deje caer de nuevo sobre la silla, estaba agotada después de haber utilizado mis argumentos para lograr un paz transitiva, entre la magia que convivía en un pueblo tan apartado como lo era Forks, lo mejor de todo era que no había traicionado mis palabras y en menos de un día todos olvidarían mi origen en la historia.

— Por que presiento, que esto no solo lo has hecho por un tratado de paz con los Cullen —comento Billy que había puesto su silla muy cerca de mi posición—. ¿Qué te traes entre manos Hannah James?

Arquee una ceja en su dirección, ahora que recordaba, ellos no me habían dicho nada de mi papel en esta historia tan complicada.

— ¿Qué hago aquí? —le devolví una pregunta en voz baja.

— Quizás para resolver un asunto antes de tiempo —contesto Billy alzando los hombros con despreocupación—. Me parece, que esto tiene que ver, con lo que me comentaste un día después del matrimonio de Bella, ¿Cierto?

— Es imperdonable que tenga una buena memoria —dije en un tono acusador—. En parte lo he hecho por eso; pero también por Jasper, él no merece otro error más en su vida, creo que le dolería mucho si tuviera que matarme para no morir de hambre.

Billy esbozo una sonrisa divertida y negó con la cabeza.

— Estamos listos —pronuncio Sam haciendo que su voz callara los murmullos—. Iremos después de ti Hannah.

— Esta bien —dije levantándome de la silla—. Que el show comience.


Hola a todos los seguidores de este fic, espero que hayan pasado unos encantadores días en mi ausencia, quizás me he demorado un poco más de lo deseado, pero ya saben están falta de un internet ilimitado, me limita mis actualizaciones, pero les menciones que me las apañaría para traer en el menor tiempo posible un nuevo capitulo y aquí estoy, como siempre agradeciendo su paciencia al esperar que actualice y también gracias pro esos mensajes que dejan algunos que pasan por esta historia, por que es bien sabido por trafic que el capitulo anterior lo leyó un buen número de personas, pero lo más importante es que se acuerden de mi historia, aunque sea para leerla anónimamente, así que de corazón muchas gracias por su tiempo.

La única ventaja de todo esto, es que puedo guardar sus mensajes y Word me corrige todos los horrores ortográficos que cometía en las notas del autor. Antes de proseguir con la sesión habitual, quiero enviar un saludo a dos personas que han vuelto a esta historia, Cassandra Stokes, Chica me hacia falta tus mensajes y me alegre mucho al leerte de nuevo, me pareció muy graciosas tus quejas y tiene mucha razón en ello, el vampiro de cabello cobrizo a veces suele ser un poco exasperante, pero no es mi culpa, creo que él solito le da por escribirse así, y por favor ten piedad de tu computadora, ella no tiene la culpa de que Edward sea un quejica en esta historia. El otro saludo es para Angeli014, al principio estuve pensando si en verdad había leído esta historia anteriormente, luego me acorde, vaya esta memoria ya esta fallando con los años, pero muchas gracias por volver a ser una lectura y descuida todos tenemos momentos en que estamos ocupados hasta las pestañas de trabajo.

SDPYR: ¿Qué diablos le sucede a Alice?, bueno supongamos que su don la vuelve demasiado irritable cuando ve cosas que no le gustan demasiado; ¿Cómo supieron que Hannah es de otra realidad? Los Quileutes son los Quileutes, ni yo los entiendo, pero creo que no esta de más el misterio; sin otra cosa más que responder, CSDPYR.

Espero de todo corazón que les haya gustado el capitulo, la verdad estaba dándole muchas vueltas a escribirlo, por que lamentablemente he estado algo ocupada desde la ultima actualización, que si planes de estudio, la emoción de ver a mis niños haciendo la primera comunión (¿Les mencione alguna vez que enseñe catequesis?), que ayudar a que la iglesia se vea presentable, y también al mundial le dio por empezar y permear todo la vida cotidiana del mundo entero. Juanes estuvo fantástico en el concierto de inauguración, fue bonito sentirse colombiano viendo al español haciendo la diferencia, creo que terminare comprándome una camiseta "aquí se habla español"; ya me exalte demasiado.

Bueno, es una fortuna que no me consideraran una chiflada por ser profesora de Ciencias Sociales, ya ha sido demasiada lata, así que dejen sus mensajes después de estos largos y aburridos créditos y por cierto, lamento haber incluido al papá de Sam, es que no me acordaba que había sido un mal padre y no me acuerdo si lo mencionan en el capitulo de la reunión en la playa, así que me dispensan, por que no me acordaba del apellido de Quil.

Hasta una próxima oportunidad… hasta entonces.

;) Kathyarius