Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se caso con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.


Parte XXVI

Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante. —Oscar Wilde

Las cosas en las casa Cullen mejoraron sustancialmente solo un poco. Aunque los lobos y los vampiros tenían su antiguo acuerdo a medias, solo algunos habían ido a cazar llevados por la urgencia, Jasper y Alice fueron los primeros en irse, Emmett, Carlisle y Esme los secundaron, en cuanto los primeros llegaron a casa para no abandonar a Edward, el testarudo vampiro no movió un dedo para alimentarse y mucho menos Rosalie.

Me ofrecí a donarles parte de mi sangre para alimentarse, pero ambos me observaron como si fuera una pésima idea, Jacob también lo considero una locura, además que casi no me dirigía la palabra desde que me había puesto el anillo de compromiso, estaba segura que deseaba verlo perdido por toda la eternidad, para que Charles se enfadara al ver que era una descuidada.

Cuando Rosalie se fue con Bella para el baño, Edward se transformo de nuevo en ese hombre consumido por el dolor, ni aunque su esposa se estuviera alimentando con sangre donada, le hacia quitar la idea de la cabeza de que no iba sobrevivir al parto, estaba tan testarudo, que ninguna palabra de consuelo quería oír, ni siquiera de su madre.

Me senté al lado de Edward cuando lo vi hundir su rostro entre las manos, Esme observaba a su hijo con un gesto compungido, me hizo una seña para que apaciguara su dolor, solté un suspiro sin saber que palabras emplear.

— ¿Cómo estas? —inquirí en voz baja.

— Lo sabes mejor que yo —contesto con un tono monótono—, destrozado.

— Debes ser fuerte por los dos —musite tomando su helado brazo derecho—. Ella va estar bien, no va morir, quítate esa idea de la cabeza.

Perdí un poco la paciencia al ver su poca disposición, era tan pesimista como Jacob y odiaba ver que no hacia nada por remediarlo.

— Ahora me pregunto, como lo sabes —dijo Edward ladeando su rostro para mirarme—. ¿Cómo sabes lo que va ocurrir?

— Recuerda nuestra conversación, antes de que desapareciera —le recordé mirando más de cerca sus dorados ojos—. Edward ten un poco de fe, a veces pienso que estas más loco que yo.

Un carraspeo hizo que nuestra privacidad desapareciera, Jacob nos observaba con recelo y con un montón de preguntas en sus ojos; Edward y yo nos miramos un instante antes de sonreírnos mutuamente, era imposible sostener una conversación, sin riesgo a que se crearan mal entendidos.

— Se encuentra bien —musito Edward—, o estable debería decir…

Lance una mirada de advertencia al vampiro, parecía que esta situación seguía minando su capacidad de escucha, no entendía por que no creía lo que estaba diciendo, yo jamás mentiría con algo tan serio.

— ¿Lo prometes? —pregunto Edward enfocándose en mis ojos—, me juras que es cierto.

— Sabes que si —dije poniendo una mano en su mejilla derecha—. Tranquilízate, no quiero que termines ahogando en el rio llevado por la pena.

Edward y yo sonreímos ante el inusual suceso, un vampiro jamás se ahogaría, él utilizaría otros métodos para calmar su culpa.

— Gracias por estar aquí —dijo Edward con un tono ferviente.

— No es nada —dije depositando un beso en su mejilla—. Solo devuelvo lo que me has dado.

— Lamento interrumpirlos —dijo Jacob visiblemente irritado—. Hannah, ¿me permites unos segundos?

A decir verdad, Jacob estaba literalmente muerto de la rabia, si no fuera por Bella, quizás ya se habría abalanzado sobre Edward y juntos protagonizar un lucha a muerte, pero sabiendo que Bella no estaba en condiciones de soportar un espectáculo semejante, se iba contentar con volverme el día de cuadritos, alegando cosas sin sentido.

— Hannah, ¿Por qué no lo llevas a la cocina, para que coma algo? —sugirió Alice llegando a la sala con una tranquilidad que no se respiraba en el aire.

— Que bien —refunfuño Rosalie llevando a Bella en brazos—. Sabía que algo apestaba.

El rostro de Bella se ilumino en cuanto vio a Jacob, pero el lobo no estaba muy contento como para devolverle la sonrisa que surcaba en el rostro de la embarazada, aunque detrás de todo esto, sabia que le dolía a Jacob un poco, ya que su amiga nunca lo vio como él quería.

— Viniste, Jacob —dijo Bella soltando un jadeo por los pasos de Rosalie.

— Hola Bells —saludo Jacob forzando una sonrisa en su rostro.

Edward y yo nos levantamos del sofá, Rosalie coloco con cuidado a Bella en el sofá, aunque el rostro de Bella ya no se ponía blanco por el esfuerzo, oprimía sus labios y estos perdían color, haciendo que Edward frunciera un poco el cejo por la agonía de su esposa; el vampiro froto la frente de Bella con los dedos y luego los llevo al cuello, quería asegurarse que estuviera completamente bien.

— ¿Tienes frio? —murmuro mirándola con adoración.

— Estoy bien —contesto Bella devolviéndole una mirada de disculpa.

— Recuerda el concejo de Carlisle, Bella: no le restes importancia a las incomodidades —insto Rosalie—, eso no nos ayuda a cuidar de ti.

— De acuerdo, tengo un poco de frio —acepto Bella a regañadientes, lanzándome una mirada de misericordia—. ¿Puedes pasarme esa manta, Edward?

Jacob soltó un resoplido, haciendo que todos le prestáramos atención.

— ¿No estoy un tanto fuera de lugar aquí? —pregunto el lobo frunciendo el cejo.

— Acabas de entrar, y seguro que después de parte el día entero de un lado a otro —repuso Bella—. Descansa un minuto, probablemente se me pasara el frio de un momento a otro. Además debes tener hambre, por lo que escuche decir ha Alice.

Jacob no hizo caso a ninguna de las palabras de Bella, tomo asiento en el suelo junto al sofá, estaba un poco enfadado por el discurso de Bella, aunque no sabia muy bien que posición tomar para darle un poco de calor corporal, a lo ultimo se decidió por reclinarse con sumo cuidado contra la embarazada y le tomo la mano con propiedad, la otra la coloco en el rostro.

— Gracias Jake —dijo Bella con un tono de escalofrió.

— De nada —repuso mirándome con descaro.

Edward se sentó junto al brazo del sofá, a los pies de Bella y no perdía de vista el rostro de su esposa, entonces comprendí que estaba totalmente fuera de lugar, ya que habían mencionado cocina seria un buen lugar para huir, los ojos de Edward se levantaron expectante cuando escucho esa palabra de mi cabeza, puse los ojos en blanco ante su paranoia.

— Te dije que no lo iba hacer de nuevo —masculle yendo a hacia la cocina.

— ¿De que me perdí? —pregunto Bella frunciendo el cejo.

— No te preocupes —contesto Edward con naturalidad—. Solo le recordaba algo a Hannah.

Traspase la puerta de la cocina buscando algo para calmar mi ansiedad, aunque a decir verdad no se me apetecía nada, Jacob debía estar con hambre y antes que peleara de nuevo con Rosalie, le serví en un plato decente, para que le remordiera la conciencia y no le quebrara el servicio de vajilla de Esme, estaba consciente de cuanto detestaba sentirse mal por la madre de los vampiros.

Para cuando termine de servir, unos pasos pesados se escucharon atrás de mí, aunque no tenia el olfato de los vampiros, podía sentir el calor provenir a mis espaldas, Jacob no perdía oportunidad de recordarme que Edward era un chupasangre, aunque quizás vendría por algo más.

— ¿Qué te recordaba el chupasangre? —pregunto Jacob cuando di la vuelta.

— Nada de importancia —conteste poniendo un plato en la mesa de la cocina—. Debes tener hambre.

— Gracias —dijo tomando la cuchara con desconfianza.

— No le he puesto veneno —dije al ver su renuencia por comer.

— Lo se —repuso tomando una buena porción de alimentos—, ¿Qué te traes con el chupasangre?

Debí suponerlo, para Jacob las relaciones y el afecto que yo profesaba por la gente, era como una cosa rara, como si el trato entre la gente fuera blanco o negro, jamás podía existir afecto fraternal y mucho menos demostrarlo de una manera evidente, seguramente se escandalizaría si fuera una persona de carne y hueso.

— Vamos a volver a discutir lo mismo —dije soltando un suspiro de resignación.

— Pues yo si quisiera aclararlo —puntualizo mirándome con recriminación—. Es más que claro, que si ese anillito que tienes puesto, es una barrera para los hombres, no entiendo por que te comportas de ese modo con Edward, es un hombre casado.

— Este anillito, es un anillo de compromiso —dije apretando los dientes—. Es más que obvio que volvemos al mismo sendero y esto ya no se trata de Edward, si no de Charles. Me he enterado que lo andas insultando a espaldas mías.

— Fue el chupasangre, ¿cierto? —prosiguió Jacob apuntando a la puerta de la cocina.

— No has cumplido lo que prometiste —dije mirándolo acusadoramente.

— Y yo te dije, que no le puedes pedir manzanas a un árbol de peras —me recordó comiendo el bistec para que no le reclamara.

Me senté frustrada al otro lado de la mesa, por lo visto Jacob no se iba a dar por vencido, todo ese teatro de que era un buen amigo, era una mentira para acercarse más mi, como si estuviera observando mis puntos débiles y estuviera esperando la oportunidad de atacar, quise gritar de la frustración, ojala Renesmeé naciera hoy mismo, para no tener que soportar más el suplicio de un lobo enamorado.

— ¿Es por esto? —dije mostrándole el amillo de compromiso—. ¿Qué te molesta de el?

— Nada —dijo subiendo los hombros con despreocupación—, me molesta quien te lo dio.

— Pues me gusta quien me lo dio —repuse mirando el anillo de compromiso—, si no fuera así, no hubiera aceptado su proposición.

— A lo mejor estabas desesperada —sugirió Jacob sin levantar la vista de su plato.

— Así como tú —le acuse—. No soportaste que te dijera que no y corriste a enamorarte de Bella.

— ¡No estoy enamorado de Bella! —exclamo Jacob frunciendo las cejas.

— Mientes —rebatí parándome de la mesa—. Amas a Bella, de lo contrario no hubieras peleado con Edward tanto los meses anteriores y no te hubieras arriesgado a que te hubiera dado un puñetazo por haberla besado.

Jacob me observo con las cejas arqueadas y visiblemente asombrado, habían sido las pocas veces que hablamos abiertamente de su situación con Bella, aunque a decir verdad a él no le gustaba que su situación con la esposa del vampiro, yo estuviera al tanto.

— ¿Estas celosa por que bese a Bella? —pregunto con sorna.

— Claro que no —conteste cruzándome de brazos—. De hecho, me importa muy poco a quien beses y al parecer, en tu cerebro no cabe la palabra amistad con una chica.

— Tu no vas a entender —dijo Jacob irritado—, que lo que diga no son mentiras.

— Eres un caso perdido —finalice saliendo de la cocina.

Los ojos de Edward me siguieron hasta que me senté frente al televisor, Bella estaba con los ojos cerrados y su respiración era demasiado débil, Rosalie había dejado en paz los canales del a televisión, estaba viendo una película que conocía muy bien, me traía recuerdo de la secundaria, en especial cuando alguien menciono que los libros de Jane Austen eran para niñitas, sin embargo, también me recordaba a una persona que había lastimado anteriormente y cuyas relaciones no habían vuelto a ser las mismas desde entonces.

Me puse a recordar mientras observaba el club de Jane Austen, las cosas habían sido cargadas de tensión en cada momento, nadie quería pronunciar una palabra, para no encender la cerilla de una guerra, solté un suspiro y me perdí en los años gloriosos de la preparatoria en chicago, que había dado una vuelta de 360 grados, cuando aterrice en un incierto lugar.

— ¿Qué ocurrió? —pregunto Edward alzando un poco la voz.

— Algo que posiblemente se pudo remediar —dije observándolo con tristeza—, ¿escuchaste todo?

Edward asintió casi con disculpa.

— Lo siento —murmuro en un tono bajo.

— Tengo frio —mascullo Bella abriendo los ojos.

— Descuida —intervino Jacob sentándose a los pies de ella—, estaba comiendo.

— ¿Qué ocurre? —inquirió Bella observándonos a Jacob y a mi.

— Lo mismo de siempre —dije restándole importancia al asunto—, ya sabes, puntos de vista diferentes.

Volví a mirar el televisor para evitar una discusión, Allegra en ciertos aspectos me recordaba a Meredith, esa carga explosiva de sentimientos, un momento estabas bien con ella y al siguiente te llamaba mentirosa y manipuladora, solté un suspiro de resignación y me consolé mentalmente de que aquello no había sido mi culpa, ella tuvo los suficientes años para conquistarlo, sino le hizo caso, era seguramente por lo que él había dicho, se había deslumbrado por su posición en la secundaria, no por que deseara conocerlo realmente.

Acaricie instintivamente la piedrita azul del anillo de compromiso, casi sonreí al recordar a la perfección cada detalle de aquella noche, como había estado desconcertada por los nombres de los platos del menú y las acusaciones que le había hecho a Charles por haberme mantenido en suspenso todo el tiempo, hasta había llegado a pensar que quería terminar conmigo, no obstante, había sido todo lo contrario, quería casarse conmigo.

— ¿Por qué sonríe de esa manera, Edward? —pregunto Bella en un tono bajito.

— Esta recordando, cuando le propusieron matrimonio —contesto Edward en el mismo tono—. ¿Quién es Meredith?

— No espíes mi cabeza —repuse mostrándole la lengua—. Una amiga de la secundaria.

— Hace mucho que no escuchamos esa parte de ti —dijo Bella despabilándose del sueño—. Me gustaría saber esa parte que dejaste en suspenso el otro día.

— Tenia tres amigas —dije para saciar su curiosidad—; Margaret, Elizabeth y Meredith.

— ¿Cómo que tenias? —pregunto Jacob sumándose a la conversa—, ¿Acaso alguna se murió?

— Podría decirse que si —conteste alzando los hombros—, ¿Te acuerdas de la historia de los cuadernos, Bella?

Bella entorno los ojos y pude ver el esfuerzo que hacia por recordar, esos días habían sido el preludio del descubrimiento de los vampiros en Forks, esbozo una sonrisa cuando a su memoria vino mi historia de cómo Sally había conocido a Harry; Edward observo con atención a su esposa, evidentemente trataba de crear un momento lejos de la tensión y que se divirtiera un rato con mis travesuras de antes.

— ¿Cuáles cuadernos? —pregunto Edward frunciendo el cejo—, ¿Qué capitulo no me leí?

— Hannah, me conto como había conocido a Charles —le contesto Bella mirando a su esposo con esa presunción, de que manejaba información que él no sabia—, y por que se comportaba de aquella manera con Newton.

— Nunca me lo dijiste —me recrimino Edward aparentando estar dolido.

— Nunca lo preguntaste —dije negando con la cabeza.

— Fue cuando le quitaste el novio aquella chica —medio Jacob aun sin darse por vencido—, ¿Cómo se llamaba, Bella? Salle, sillón… salió

— Sally —dije apretando mis puños para no irme contra él—. Y no le quite el novio a ella, no recuerdas que él perdió su interés.

— Si —dijo Bella soltando una carcajada—, y ella te quemo los cuadernos en represaría por eso, y le pusiste esos chicles en la cabeza por haberte hecho aquello.

Edward arqueo las cejas con notoriedad, hasta Rosalie volteo su cabeza para prestar atención, Alice que estaba en las escaleras masajeando su cabeza ni siquiera se inmuto, seguro que a Edward también le traía recuerdo esa pequeña parte de la historia, cuando insinué atar a Newton y pintarlo con aerosol y ahora que lo pensaba con detenimiento, no había cumplido aquello.

— Ni se te ocurra —menciono Edward con un tono serio.

— Solo lo estaba recordando —discutí cruzándome de brazos—, para que te situaras en el comentario de Bella aquella noche.

— ¿Qué tiene que ver tus amigas en esto? —pregunto Rose poniendo fin a la posible discusión.

— Pues que ellas, la gran mayoría había estado de mi parte, en aquella incursión —le conteste a la vampiresa—, la otra parte no me hablaba.

— La otra parte, había sido sensata —aporto Edward apoyando a Meredith.

— No —negué con la cabeza—, ella no me hablaba. Porque estaba enamorada de Charles.

— ¿Te quito la palabra, simplemente porque tu también estabas interesada? —pregunto Bella sorprendida por la actitud de Meredith.

— No, fue por eso —aclare—, ella se entero después.

Jacob me observaba sin entender ni una silaba, quería que supiera esto y supiera de una vez, por que no debía seguir alimentando las ilusiones en mi dirección, que viera cuan fuerte era el amor entre Charles y yo, no era una atadura que se podría zafar con facilidad y mucho menos, por desesperación estaba a su lado y me iba a casar con él por esa razón

— Ella lo defendía contra mis ataques —confesé—, por eso no le caía tan bien.

— ¿Cómo que tus ataques? —pregunto Jacob desconcertado—. No entiendo nada, si lo odias por que te vas a casar con él, ¿Te esta obligando?

— No exageres Jake —dijo Bella negando con la cabeza—, ella esta diciendo que antes lo odiaba.

— Pues no lo parecía, cuando te beso en el hospital —dijo Edward echando más leña al fuego.

Jacob le lanzo una mirada nada amigable a Edward, era como si el vampiro estuviera ayudando a mis intenciones, casi pude ver una sonrisita de Edward ante el sufrimiento de Jacob.

— Bella, tiene razón —comente inclinando la cabeza en dirección a ella—. Antes lo odiaba, por que era un presumido, grosero y antipático; cada vez que trataba de hablarme, solo recibía juicios de mi parte y Meredith me reprochaba por eso, decía que solo intentaba ser amable conmigo y yo creía todo lo contrario.

— Los polos opuestos se atraen —menciono Rosalie con un asentimiento de cabeza—. Cuando algo empieza de esa manera, es más duradero que ese deslumbramiento pasajero.

— Pues yo creo, que la perseverancia también es un buen comienzo —discutió Jacob mirando a Rosalie de mala manera—. No creo que Romeo convenció a Julieta con un simple beso.

— Vamos, Jake, deja tranquila a Rosal… —Bella se interrumpió a mitad de la frase y comenzó a convulsionar.

Edward se apoyo en el sofá y se acerco a su esposa en un instante, rompiendo la manta en el camino, Bella parecía no tener control sobre su cuerpo, yo me levante del suelo para que Edward pudiera controlarla mejor, parecía que cada vez que deseaba decir algo, la historia quedaba en suspenso, haciendo que la duda fuera en aumento cada día.

— Solo se esta estirando —jadeo Bella, tenia los labios blancos y apretaba con fuerza las mandíbulas.

— Respira profundo —le aconseje al ver que su semblante se iba poniendo cada vez más blanco.

Edward le puso una mano en cada mejilla.

— ¿Carlisle…? —llamo al doctor en voz baja y con incertidumbre.

— Aquí estoy —contesto el líder de los Cullen situándose al lado de su hijo mayor.

— Estoy bien, creo que ya paso —dijo Bella respirando con fatiga—. El pobre niño no tiene bastante espacio, eso es todo. Esta creciendo mucho.

Eso era signo de que el nacimiento de Renesmeé iba suceder lo más pronto posible, Jacob la observaba con esa mirada de que ella estaba completamente chiflada y no iba a salir por sus propios pies de esta hazaña.

— ¿Sabes…? Me recuerda a ti —menciono Bella observando a Jacob.

— No me compares con esa cosa —le espeto entre dientes y bastante molesto.

— Ella solo menciona, lo rápido que crece como tu —indique cruzándome de brazos y sintiéndome un poco impotente por no poder hacer nada.

— Mmm —murmuro Carlisle observando a Jacob con esa fascinación médica.

— ¿Qué? —pregunto Jacob mirando al vampiro con recelo.

— Como ya sabes, me devanaba los sesos pensando en la comparación genética de las células fetales —aclaro Carlisle—, Jacob y los cromosomas del feto.

— ¿Y qué? —continuo Jacob a la defensiva

— Bueno, tomando en consideración las semejanzas de ustedes… —prosiguió Carlisle.

A Jacob no le gustaba la idea ni un poquito, no sabia cuanta razón tenia Carlisle en sus augurios, cuanto se iban a sorprender cuando el bebe naciera, y cuanto le iba a gustar el cambio de su destino, por que estaba segura que en cualquier momento, no solo Edward iba tener un rival menos, si no que yo un pretendiente menos que alejar.

— El crecimiento acelerado y la imposibilidad de que Alice pueda verte –dijo Carlisle en su reflexión en voz alta—. Bueno, me estaba preguntando si a partir de ahí, era factible obtener una respuesta, si las similitudes son genéricas.

— Veinticuatro pares de cromosomas —concluyo Edward por lo bajo.

— Muy posible —agregue sin poder contenerme.

— No lo sabe —me contradijo Jacob.

— No, pero es una hipótesis interesante para especular —dijo Carlisle con voz conciliadora.

— Ya, claro, fascinante —declaro Jacob con sarcasmo.

Bella decidió en ese instante ponerse a roncar, mientras que los vampiros se pusieron a discutir sobre el maravilloso mundo de la genética y las palabras técnicas, Jacob se rindió a proseguir en la conversa y se concentro en el rostro dormido de su amiga, la duda de un posible bebe era tan fascinante y tan cómico a la vez, tenia en mi cabeza las respuestas de Carlisle.

Me aleje hacia una de la ventanas, faltaba poco para que las cosas cambiaran totalmente, y me preguntaba que seria de mi cuando los Vulturis incursionaran, pero fuera lo que iba suceder en un futuro incierto, había algo seguro, iba tener que tomar parte de una guerra que aun la mayoría de vampiros ignoraba.


Hola a todos los lectores de este fic, la verdad espero que hayan pasado unos días encantadores en mi ausencia, y que ya muchos de ustedes hayan podido ver la película, quiero agradecer de todo corazón todos los mensajes que llegaron hasta hoy, muchas gracias por continuar esperando con paciencia cada actualización.

La verdad, he estado un poco exasperada con este capitulo, tuve que leer de nuevo esta parte para poder orientarme, por que no tenia la más mínima idea de lo que iba a escribir, hasta que el bombillo de la imaginación se ilumino y quise narrar un poco de la vida de Hannah, la verdad tome prestada las ideas de su historia paralela, de la que llevo cuatro capítulos, admito que esto también me consume, es que es tan divertido escribir algo que ustedes sospechan, además ya escribí el final de la historia, así que no me devanare los sesos tratando de hacer un final perfecto.

SDPYR: ¿Publicare la historia paralela de Hannah? Por supuesto que lo hare, no saben las ganas que tengo de que esta historia termine, para publicarla; ¿Hannah James? ¿y su historia paralela? Puedes contar algo más? Se trata otra historia? ¿De la hija de Hannah y James? No son preguntas tontas, son divertidas, la verdad no puedo contar mucho, la verdad se perdería todo el encanto, pero dejare pistas entre los capítulos; CSDPYR

Bueno antes de irme los comentarios finales, veo que coincido en muchas opiniones con Casandra, pensamos exactamente lo mismo, creo ya me esta dando miedo, Lily casi me atraganto con las palomitas cuando Charlie dijo eso, fue tan gracioso, que hasta mi madre le dio risa, por lo demás me da gusto que los perdidos vuelvan por estos lares, creo que si nos daría miedo que Hannah apareciera por ahí en una escena de la película, pero hare de cuenta que hace parte de la saga, Valee cuando hayas perfeccionado el baile me gustaría verlo, espero algo similar al del sombrerero. Por cierto, creo que ya podre ver a Pattinson besarse con una mujer, dos películas y media para que se me quitara el trauma, aunque traumatice a mi hermana en el proceso. Espero que les haya gustado este capitulo.

Por ultimo, si alguien tiene cuenta en fotolog, podría decirle a la chica de cuenta "oh_edwardcullen" o algo parecido que en fanfiction las escritoras tenemos una forma para comunicarnos y no estar poniendo las historias sin el permiso expreso, agradezco que les guste mi historia y me hagan el crédito, pero es muy feo darte cuenta que ella no tiene la mínima idea de cómo pedir permiso, es casi un abuso de su parte, aunque suene algo horrible. Por ultimo, gracias a Dios que por fin hice algo bueno, para no volver a caer en los malos fics y sus autores, al parecer mejore mucho la última vez desde sus críticas "constructivas".

Hasta una próxima oportunidad… Hasta entonces

;) Kathyarius