Nada de Crepúsculo me pertenece, la historia es de Sthepenie Meyer y yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.

Summary: Secuela de pérdida en crepúsculo. Y de ese modo el león se casó con la oveja. ¡Qué oveja tan estúpida! ¡Qué león tan morboso y masoquista! ¿Qué hago resolviendo sus problemas?

Advertencia: Todos los personajes pertenecen a Meyer, excepto Hannah James, Danielle James y Charles.

Advertencia 2: Algunas frases originales del libro Amanecer aparecerán en la historia.


Parte XXXI

Inspirado en Alice de Avril Lavigne

Viajar en la espalda de Jacob era algo a lo que aún no me había acostumbrado, menos si aun en mi mente estaba la imagen de Jasper observándome reprobatoriamente al tomar una decisión absurda, como lo había dicho Edward, Rosalie y él. Ninguno de los tres comprendía que yo necesitaba respuestas para lo que sucedía, además tenía la impresión que Billy sabría interpretar la situación mejor que ninguno, hasta quizás al final del día Jacob sabría toda la verdad.

Apretaba fuertemente los hombros del lobo, tratando de ser fuerte y creer que no me dejaría caer al suelo y mucho menos ponerme en peligro mientras corría a gran velocidad, tenía los ojos cerrados para no ver el paisaje borroso que pasaba a mi lado, me sentía insegura, hacía mucho tiempo que no hacía esto, la última vez fue Jacob quien me dejo cerca de la casa de los Cullen tras nuestro primer encuentro, porque ni siquiera Edward lo había hecho.

Respire pausadamente tratando de pensar en lo que sucedería más adelante, pero no era Alice y lo más probable es que en la tribu me forzaran a mostrarle al chico la realidad, tal vez de esa forma las cosas raras que había pasado, tuvieran un final muy inesperado, pero para mí lo más preocupante era que Jacob no parecía sufrir lo más mínimo, como si en casa no hubiera dejado algo importante.

— No voy a dejar caerte, ¿Sabes? —comento Jacob deteniéndose junto a la carretera—; si continuas agarrando mis hombros de esa forma, terminaras lastimándote.

— Lo siento —musite relajando mi agarre—, pero no tienes gracias para correr y me da miedo.

— Siento decepcionarte —dijo Jacob apretando los dientes con disgusto—, lamento no ser Edward para llevarte a la reserva.

— Nunca Edward me ha llevado en su espalda —le informe arrugando las cejas—. Las únicas veces que he estado en las espaldas de un vampiro han sido en las de Jasper, Emmett y Alice cuando debía huir.

— Bien —murmuro sin humor.

Al otro lado de la carretera no había nadie a parte de los árboles, ni siquiera el ruido de algún motor parecía cercano, estaba en silencio excepto por mi respiración agitada que se estaba tornando violencia, cuando las ramas del frondoso bosque empezaba a moverse por voluntad propia, me aferre a la espalda de Jacob, escondiendo mi rostro con miedo, era una reacción estúpida, pero desde que había salido de la casa no había hecho más que pensar en Irina y los Vulturis, tenía la rara sensación que los iban acusar más porque una humana supiera su secreto, que por la existencia de Renesmeé.

— Solo es Sam —dijo Jacob con un tono suave—. No sé cómo puedes tenerle miedo al movimiento del bosque, cuando diariamente convives con una familia de vampiros.

— No estaba pensando en el movimiento de los arboles —aclare soltando el aire que estaba en mis pulmones —. Solo es el miedo que me descubran andando con los vampiros, no sabes cuantos problemas acarrearía eso.

Un suspiro de resignación escapo de los labios de Jacob, sin observarlo sabia las ganas inmensas de soltar un "Te lo dije", decidió ignorar mi comentario y se fijó en el lobo que acaba de aparecer al otro de la carretera y que nos observaba fijamente. Con una leve inclinación de la cabeza peluda del lobo negro, Jacob comenzó a correr de nuevo en pos del lobo que había partido tan rápido que no me había dado cuenta, de nuevo cerré mis ojos y me deje llevar, quizás solo estaba dejándome llevar por la histeria y los Vulturis jamás se darían cuenta de mi existencia.

Escuchaba el viento retumbar cada vez más, como si Sam y Jacob estuvieran apostando carreras sobre cuál era el más rápido en llegar a la casa de los Black, escuchaba las risas contenidas de Jacob, además de los ladridos de Sam, solo a ellos se les podía ocurrir competir cuando yo estaba en su espalda a punto de sufrir un bonito accidente. Apreté los hombros del chico a manera de protesta pero no parecía sentir nada, podía sentir la felicidad de volver a su casa y ver a su padre después de haber pasado por toda la locura que supuso el embarazo de Bella.

— Permíteme —dijo una voz a mi oído después de que la carrera hubo cesado—. Lamento haberte asustado.

— Disculpas aceptadas —dije mirando con un ojo a Sam—. La próxima vez será mejor venir por mi propio pie.

― Dudo mucho que algún día llegues ―dijo Jacob con sorna―. Eres demasiado lenta para caminar.

Antes de que pudiera protestar, Sam le dedico una mirada de reproche a Jacob y a la misma vez unas ruedas se precipitaron por el camino que conduce a la casa de los Black, Billy venía con una enorme sonrisa al ver a su hijo menor de nuevo en casa. El reencuentro entre padre e hijo no fue de besos y abrazos pero si de un entendimiento mutuo, no necesitaban decirse palabras porque todo lo expresaban a través de la mirada.

― Me alegro de que estés aquí ―comento Billy dedicándome una mirada limpia―. La última vez dejaste una revolución en el aire, ¿No crees que sea justo que conozca la verdad?

― Lo más seguro es que si ―dije asintiendo con la cabeza―. Después de todo, sea una respuesta a lo que ambos venimos a preguntar.

― Ahora entiendo a Emmett ―mascullo Jacob observándonos ceñudo―. ¿Podrían hablar en términos que pueda entender?

― No es fácil ―intervino Sam lanzando una mirada al gris cielo―. Va llover, lo mejor será entrar y ponernos cómodos, esto será una charla larga.

Tras la recomendación de Sam, todos entramos a la casa de los Black, Jacob ayudo a su padre a entrar a la casa empujando su silla de ruedas con una suavidad no propia de su fuerza. Sam y yo los seguimos al paso de la silla de ruedas, dentro de la casa era exactamente igual a la última vez que había entrado, todo en su lugar además de ordenado y limpio; en el fondo de la habitación estaba Rachel conversando con Paul animadamente, cuando ambos escucharon visitantes en la sala despegaron su vista a regañadientes, para luego celebrar con alborozo la llegada de Jacob a la casa.

No se sabía cuál de los tres estaba más contento de verse, lo único que podía percibir desde la entrada era que ambos se alegraban de que el chico visitara su propio hogar después de todo lo sucedido con los Cullen, no me atreví a continuar caminando sabiendo que mi última visita no había sido muy agradable después de todo, Billy me observo con reprobación desde su posición, con un suspiro me resigne a ocupar una plaza en el sofá de la sala.

― Esta mucho más alto desde la última vez que te vi ―comento Rachel observando a su hermano―. ¿Cierto papá?

― Dado que yo ando en una silla, para mi todos son altos ―apunto Billy con humor―. Aunque supongo que la visita no es de cortesía, temo que esta vez nos vas a sorprender Jacob y sospecho que tiene que ver con el nacimiento de la criatura.

Jacob me observo con suplica, bueno después de todo, esa no era la única sorpresa.

― Nació ayer –comento Jacob tratando de restarle importancia―. Es una niña.

― ¿En serio? – pregunto Paul con desilusión―. Que decepción, hubiera sido más emocionante si hubiera sido un niño, las niñas son muy delicadas.

― No una de su naturaleza ―intervine haciendo que Paul me observara―. No olvides lo que dije el día que vine por última vez, es diferente.

― Recuerdo ―menciono Sam logrando captar la atención―. Así que después de todo, no era una fantasía.

― Ahora, ya no seré un vejete chiflado ―dijo Billy con una sonrisa de satisfacción―. Ninguno de los chicos creyó lo que dijiste, a excepción de Quil, aún siguen pensando que se te zafo un tornillo al contar todas esas historias sacadas de un libro de ficción.

― ¿Qué historias? ―pregunto Jacob observándonos a todos con el cejo fruncido―. No me extrañaría nada, ella sale con una cosa diferente cada día.

― Estas en la razón, amigo ―intervino Paul con un brillo malicioso en sus ojos―, ¿Te menciono que tiene veintidós años?

Los ojos de Jacob se fueron con una rapidez inusitada hacia mí, Paul y su bocota, la verdad no sé cómo Rachel podía aguantarse un hombre así, si le tuviera una mayor confianza como a Jacob, de seguro le hubiera hecho tragar sus palabras, pero dado que casi quiso eliminarme una vez, solo me limite a observarlo con los ojos entornados, por una vez desee que Jacob le diera un buen golpe.

― ¿Veintidós? –cuestionó Jacob sin dar crédito a lo que oía―, es imposible. Cuando ella llego a Forks tenía diecisiete y solo ha pasado un año y unos cuantos meses; deja de decir estupideces Paul, nadie cumple cinco años en unos meses de ausencia.

― En realidad, para ella han sido casi cinco años de ausencia ―intervino Billy con un tono tranquilizador―. Hay cosas Jacob que ignoras, para nosotros ha sido meses de no verla, pero Hannah en realidad no es la misma chica que desaparecio esa noche de la secundaria de Forks.

― Dime que a ellos se le zafo los tornillos ―suplico Jacob mirándome con vehemencia―, desmiente lo que acaban de decir.

― No puedo hacerlo – contradije―. Todos tienen razón. No tengo dieciocho Jacob, hace años que deje de tenerlos, en realidad ni siquiera voy a entrar a la universidad, me voy a graduar de ella…

― ¿Eso significa que nos has estado mintiendo? ―salto Jacob indignado―. ¿En realidad no tenías diecisiete cuando llegaste a este pueblo?

― Si los tenía ―le aclare con un tono suave―. Solo que para mí, el tiempo ha pasado de forma diferente.

El silencio hizo su aparición en la sala de los Black, Rachel me observo con los ojos entornados y su hermano me contemplaba sin comprender, y hubiera seguido ese examen si no hubiera sido por que tres hombres entraron en un enorme desparpajo, pero pronto sus risas se apagaron al notar la tensión que había en la sala.

― ¡Te convirtieron en vampiro! ―salto Jacob indignado levantándose del sofá con furia―. Por eso te fuiste de Forks, en realidad Edward no te salvo, si no que te convirtió en uno de ellos.

― No seas melodramático, Jake ―intervino Quil poniendo una mirada de haber perdido la paciencia―. Hace mucho tiempo nos hubiéramos dado cuenta, ¿Acaso no escuchas su corazón latiendo en el pecho?

― Seguramente algo resulto mal ―contradijo Jacob―, como suele ocurrirle al chupasangre.

― Nada resulto mal ―aclare perdiendo la paciencia―. En realidad, Edward si me salvo de convertirme en un vampiro cuando James alcanzo a morder. Pero me refería a otro tipo de tiempo, algo que no te alcanzas a imaginar.

― Yo aún sigo sin creerle ―opino Embry sentándose cerca a la puerta―. Pero no tenemos otra explicación a las cosas tan extrañas que sabe.

― Esto es una discusión que puede hacerse en otro momento ―intervino Sam lanzando una mirada autoritaria a los chicos que acababan de entrar―. Lo que debe interesarnos ahora, es saber que pasara con la hija de los Cullen, si en verdad podemos confiar en su palabra y también en la historia que nos contó Hannah, ¿Cómo puede ser confiable esta nueva vida tan extraña?

Esta vez fue mi turno para observar a Jacob, él podía proporcionar esa respuesta al líder alfa de la segunda manada, Jacob soltó un suspiro de resignación, aunque más de resignación, parecía de compadecimiento ya que seguramente Paul se burlaría de él, al saber que se había enamorado no solo de una bebe, sino de la hija del que una vez fue su rival de amores.

―Van a tener que confiar en ella –musito Jacob frunciendo los labios―. De hecho en todos los Cullen, por que se han vuelto mi familia.

― ¿Tu familia? – cuestionó Paul incrédulo―. ¿Se te zafaron los tornillos, acaso? Somos enemigos naturales Jacob, nosotros aparecimos para proteger la vida humana de la que ellos se alimentan…

― Ellos se alimentan de animales ―aclaro Jacob con un tono amargo―. Ni menciones lo de Bella, Sam fue muy claro, esa decisión la tomó ella, sin necesidad que Cullen la obligara.

― ¿Por qué tú no te has convertido en uno de ellos? – pregunto Rachel mirándome directamente―. Si los tratas como si fueran lo más importante de este mundo.

― Porque no soportaría tener que dejar ir a Charles – conteste muy segura de mis palabras―. Sería tan egoísta que lo convertiría y no soportaría hacer algo así; en realidad estas cosas no están destinadas a sucederme, porque esto sucede en otra realidad.

Jacob me observo con un poco de amargura, tenía celos de Charles o quizás de que las cosas nunca salían como el esperaba. El resto de los presentes se sumieron en un hermético silencio, como si hubieran metido la pata deliberadamente para hacerle daño al menor de los Black.

― ¿Quién es Charles? –pregunto Quil frunciendo sus labios.

― El amor de su vida – contesto Jacob como si estuviera escupiendo―. Se va casar con él, en cuanto regrese a Chicago.

― Yo pensé que era una broma cuando lo dijiste – musito Rachel con aprehensión.

― Si no les importa, Jacob estaba diciendo algo importante –manifestó Sam cambiando la conversación que había entre los presentes―. ¿Por qué los Cullen ahora son tu familia? ¿Sucedió algo demasiado importante para decir algo así?

Jacob asintió con su cabeza en silencio. Parecía no encontrar las palabras para decir que había imprimado en una bebe, sentí la mano de Jacob sobre mis dedos y apretarlos con delicadeza, le estaba costando decir la palabras, quizás tenía miedo de lo que pensara su padre al enterarse, sin embargo, la situación era algo complicada para andar diciendo como si estuviéramos hablando del clima.

― ¿Quieres que lo diga yo? – me ofrecí al verlo desesperado por cortar el asunto de una vez.

― Puedo hacerlo – contesto soltando un suspiro―. He despertado la impronta.

Sam observo con ojos incrédulos a Jacob, como si la sola idea pudiera ser imposible, en cambio el resto tenía un gesto entre un amago de sonrisa y una expresión de alivio. Rachel me observo con expectación, como si yo fuera la imprimada de su hermano, bueno técnicamente podríamos hablar de algo así, Billy por su parte le dedico una mirada recelosa a su hijo.

― No pareces muy contento con eso – observo Billy frunciendo el cejo―. Habla claro Jacob, porque sigo sin entender que tienen que ver los Cullen en esto.

― ¿No me digas que tienes que pedirle permiso a Cullen, para cortejar a una mujer? – inquirió Paul entornando los ojos―. No es el padre y mucho menos tiene relaciones familiares con esta chica.

― ¿Estas imprimado de Hannah? –pregunto Embry abriendo los ojos como si fueran dos pelotas de golf―. Es imposible, ¿Cómo no se despertó antes?

Jacob les dedico una mirada huraña, molesto por que no lo dejaban explicar la situación, soltó un resoplido ante las disparatadas ideas que se le iban ocurriendo a los presentes, todos proponías situaciones tan absurdas, que francamente no tenían vergüenza hablar delante de la "potencial imprimada".

― ¡Dejen de hablar barbaridades! –exclamó Jacob un poco hastiado―. No estoy hablando de Hannah por el momento, es otra persona.

― Entonces habla claro ―dijo Rachel perdiendo un poco la paciencia―. Después de Bella, es la única persona de la que te has enamorado.

Jacob se ruborizo ante las palabras de su hermana, evidentemente no se sentía cómodo hablando de su vida personal, especialmente porque se sentía como un asaltacunas, no quería imaginar cómo Bella iba reaccionar ahora que yo estaba aquí.

― Me he imprimado de la hija de Edward Cullen ―confesó Jacob con un tono amargo.

Lo había dicho, había soltado el nudo que lo llevaba aprisionado desde el día de ayer. El chico espero paciente las reacciones de los presentes, pero ninguno pudo mover un musculo de la impresión, solo los ojos de Billy se dirigieron a mí en una muda suplica, como si yo fuera a desmentir las palabras de su hijo, negué con la cabeza dándole a entender que él no decía más que una irrefutable realidad.

― Al menos no soy el único asaltacunas ―comento Quil rompiendo el silencio sepulcral.

― Tu y Jacob, pueden montar una guardería –opino Embry con un poco de desenfado―. Podrían decirle a Leah que sea la maestra.

Paul, Embry y Quil al igual que Jared que no había mencionado ninguna palabra desde su llegada, se deshicieron en sonrisas que aligero el tenso ambiente en la sala de los Black. Sam los observo con reprobación. Al no tomarse el asunto de la impronta con seriedad, Jacob tenía los labios apretados tratando de no soltar un improperio que hiciera estallar una pequeña batalla.

― No comprendo –dijo Billy causando que las risas se apagaran―. Si es verdad lo que dices, ¿Por qué miras a Hannah como si estuvieras imprimado de ella?

― Eso es lo que queremos saber – intervine haciendo que todos me observaron con renovado interés―. A pesar de lo ocurrido, Jacob aun me sigue observando de la misma forma, siente todas esas cosas acerca de Renesmeé, pero aún le sigo gustando, eso no es algo propio de los imprimados, se supone que solo debe haber una sola mujer u hombre.

― ¿Cómo sabes todo eso? ―pregunto Paul con recelo―. Se supone que solo debes decirle eso a la persona que has despertado la impronta.

―Parecen que sufren de pérdida de memoria –dijo Billy negando con la cabeza―. Ella lo conoce, lo sabe desde antes que viniera a Forks. Ese día no dijo más que la verdad, esta historia existe en su realidad, donde nosotros no podemos existir, más que en un papel.

Jacob me observo con un gesto incrédulo, su hermana frunció las cejas al no comprender las palabras enredadas de su padre, Sam soltó un suspiro tratando que las cosas tuvieran un rápido arreglo para que la maraña de situaciones, no interfiriera con lo realmente importante.

― Es algo extraño lo que ocurre, no tengo la respuesta a eso – comento Billy poniendo una mano en su barbilla―. Quizás tu presencia haya modificado todos los elementos propios de esta historia, es mejor que dediquemos otro espacio a esto. Por ahora, debemos considerar un punto importante y es la impronta de Jacob, esto lleva a replantear todo el tratado con los Cullen, esa niña ahora es parte de nosotros también.

― No podemos seguir con ese tratado parcial que tenemos con ellos – continuo Sam con un gesto grave―. Ahora que esa niña ha nacido, debemos fraternizar con los fríos, no hay otra manera, el dolor de una guerra sería insoportable para Seth y Leah, ellos han tenido bastante por culpa de nuestras diferencias.

― No hay seguridad de que ella vuelva –aclaro Jacob observando a Sam―. Está decidida a continuar ahí.

― Al menos podrá volver a su casa –prosiguió Sam con remordimiento―. Sue estará más tranquila, ahora que las barreras entre todos han desaparecido.

Sam y el resto de presentes, a excepción de Rachel y yo, empezaron a discutir los principales términos en los cuales giraría el nuevo acuerdo entre los Cullen y los quileutes, ahora que Nessie hacia parte de la ecuación. Con una señal de la cabeza, Rachel llamo mi atención y ambas nos dirigimos a la cocina, para dejar que los hombres resolvieran la situación que cambiara la vida de todos.

La cocina de los Black estaba luminosa con los pocos rayos de sol, que se infiltraban a través de las ventanas. Rachel soltó un suspiro, como si aquello le fuera a convencer que nada de lo que había escuchado era cierto, debía ser algo chocante tener que asimilar que su cuñada era una bebe nacida hacia tan solo un día.

― Ella crecerá con rapidez ―mencione al ver la cara preocupada de Rachel.

― Es lo que menos me preocupa ―contesto observándome con determinación―, ¿En verdad somos productos de la imaginación, tú imaginación?

― No de la mía ―aclare con un tono suave―. Lamento en verdad esto.

― Esto es de locos ―menciono Rachel acongojada―. Necesitare tiempo para asimilarlo.

Rachel salió de la cocina incapaz de poder enfrentar la verdad, me pregunte como se sentirían los demás si lo supieran, quizás por eso Alice trataba de que no dijera más que lo conveniente. Al poco rato, Jacob entro en la cocina, seguramente con la respuesta a su difícil realidad, además de desconcertante. Sus brazos me rodearon buscando un bote salvavidas que le permitiera pensar con claridad en medio de los confusos hechos que se cernían como cosa rara en Forks.

― Lo del capitán garfio era cierto ―dijo Jacob deshaciendo el abrazo―. ¿Tú sabes lo que ocurrirá? ¿Qué cosas insólitas nos sucederán?

― Esto aún no ha terminado ―conteste con seriedad―. Lamento decirte, que tendrás competencia en unos cuantos meses.

― Espero que no sea una visita sorpresa de tu novio – mascullo Jacob no muy contento.

Esboce una sonrisa, Charles estaba en la otra realidad, otra vez que me despertara como hacía unos años, seguramente tendría alguna pelea con Margaret por haberme dado esos medicamentos que me pusieron a delirar de nuevo, no, Charles necesitaría un buen golpe en la cabeza para entrar en mi realidad.

― Te puedo asegurar que no ―conteste soltando un suspiro―. No me gusta esta situación, las cosas no debían ocurrir de este modo.

― Tampoco es que me agraden a mí –dijo Jacob frunciendo los labios―. Sigo sin entender, si esto es producto de estar fantaseando con lo imposible. No me enamore de Bella en un principio, nunca la quise como a ti, Hannah. Pero sentí impotencia ver como deseaba volverse como los Cullen, no tenía sentido común, estaba loca por él.

― Los chicos como Edward son perfectos para chicas como Bella ―recordé―. Pero en tu caso, es muy poco lo que puedo decirte, no me creíste cuando te dije la verdad, preferiste creer que estaba loca, como seguramente lo creen todos los de la reserva, una chica loca salida de vaya saber dónde, que asegura cosas que no sucederán sino unos cuantos meses o semanas después.

Jacob asintió apesumbrado, no tenía muchas alternativas en las cuales creer, porque ningún personaje en esta historia podía resolvernos el misterio, tendríamos que aprender o descubrir en base a lo que teníamos a la mano, tal vez era algo nuevo a lo que ninguno estaba preparado. Jacob siempre quería tener el poder de escoger su destino y de la persona de la que quería enamorarse… ¿era una respuesta a ese deseo?

― Edward no está muy contento con esto –confeso Jacob poniendo las manos detrás de su cabeza―. ¿Cómo crees que reaccione Bella cuando se dé cuenta?

―No estará muy contenta por supuesto – respondí con una sonrisa―. Te puedo decir, que intentara arrancar tu cabeza, por haber osado poner los ojos en su pequeña hija.

―Bah, como si lo hubiera premeditado –dijo Jacob despreocupado―. Es mejor que te quedes en la reserva Hannah, ella despertara pronto y pueden ocurrir cosas horribles.

― No lo hare, ella va necesitarme –contradije―. Además Nessie, me echara de menos, si no vuelvo.

Tal vez era demasiado obstinada, pero quería estar ahí, Bella me necesitaría, ¿Cómo lo sabía? Tal vez era una intuición, sin embargo, nada volvería a ser igual, cuando lo verdaderamente espeluznante hiciera su aparición.


Hola de nuevo a todos los seguidores de esta historia, uff paso mucho tiempo desde mis ultimas señales de vida con esta historia, apuesto que muchos pensaron que yo habia dado por olvidada la historia y que nunca más iba actualizarla, pero no, no estaba enferma, no estaba en un hospital y mucho menos en coma, de verdad lamento que haya pasado tanto tiempo, pero los ultimos meses mi trabajo me absorvio por completo y creanme que ahora entiendo a los profesores que me dieron clase, si algun día deciden tomar este camino, ahora entenderan los que tienen ahora. Por otro lado, ahcia lagunos días qeu queria actualizar, pero lamentablemente estaba fallando el link para acceder, asi que me tuve que morder las ganas de actualizar.

Ahora pueden respirar tranquilos, por que continuare con la historia, pero a un ritmo lento, ya que ademas de trabajo, ahora estoy estudiando, lo que me limita mi tiempo para actualizar como yo quisiera y añadiendole a todo esto, tambien tengo otra historia de Edward y Bella que estoy actualizando más seguido y que me tiene volando a mil la imaginación, son muchas cosas en verdad lo que no ha permitido la continuación progresiva, pero de que hay final, lo hay, de hecho lo estoy escribiendo y veo un buen progreso.

En verdad espero que le haya gustado este capitulo, que explicara algunas actitudes extrañas de Jacob en el capitulo pasado, espero no me sacrifiquen por el giro que le di a la historia, pero en realidad lo habia pensado mucho antes de publicar el primer capitulo, me gustan los cambios y no queria seguir tan literal todo, ¿Por qué entonces donde estaría la gracia? Bueno, ya saben que las qeujas y sugerencias al final del mensaje.

Hasta una próxima oportunidad, hasta entonces... ¡MUCHISIMAS GRACIAS POR LOS MENSAJES!

;) Kathyarius