"Reencuentro"
Hermosas!...Despues de tanto tiempo, aquí vengo con un nuevo capitulo. Primero que nada, quiero aclarar que nunca estuvo en mis planes alejarme de FanFiction, ni dejarlas a ustedes ni mis historias, ustedes que me han apoyado durante momentos difíciles en mi vida. Pero este año….¡que año! Tantas sorpresas, tantos cambios radicales en mi vida, que no fueron gratos, tantos giros, vueltas…en fin, tantas cosas que me fue muy difícil poder estar con ustedes, actualizando. Esto para mi se convirtió mas que un simple hobbie, ahora lo hago porque escribir es algo que me apasiona, y estos meses me sentí impotente de no poder escribir, pero no porque quisiera.
Quiero pedirles una disculpa por dejarlas esperando tanto tiempo, y tambien anuncio que ya regrese, y no pienso alejarme de FanFiction hasta que termine estas historias, tienen mi palabra.
Martina
Elizabeth Everly
Muchas gracias por sus reviews hermosas!
Ahora si, disfruten de este capitulo!
Renesmee POV.
(Play: W.D.Y.W.F.M? de The Neighbourhood)
En silencio Alec me guio hasta la cama y cuando estuve frente a la misma, Alec me rodeo quedando detrás de mí, no perdió tiempo y beso mi cuello con pasión. Puso ambas manos en mi cadera, acercándome a él, y si el solo beso despertó mi lado salvaje, ese toque un tanto brusco solo me hizo perder el control. Me di media vuelta lista para besar sus labios, sin saber que Alec tenía otros planes, me empujo para que cayera en el suave colchón, algunos pétalos cayeron en mi cara. Mi respiración se encontraba agitada y eso a Alec no le importo, lo único que quería era dejarme sin aliento esta noche, sentí sus manos acariciando mis muslos, subiéndolas lentamente, pasando por mi vientre, acariciando mis curvas, hasta llegar a mis brazos. Para ese entonces ya lo tenía frente a frente, nos miramos a los ojos antes de besarnos lentamente pero con necesidad, tomos mis piernas a la altura de mis rodillas, para dejarlas en sus costados. Yo no desaproveche el tiempo y comencé a desabotonar su camisa, y aunque torpe, logre deslizarla por sus hombros y olvidándola en algún lugar de la habitación.
Entre caricias sobre la ropa y besos largos y profundos, Alec bajo para besar mis hombros bajando los tirantes de mi vestido, y con una habilidad que no me esperaba, se deshizo del vestido tirándolo cerca de la cama. Pronto, nos envolvimos entre las sabanas y en ese momento no nos dio temor deshacernos de las ultimas prendas de nuestros cuerpos, acaricia sus omoplatos y lo acerque más hacia mi cuerpo. Alec soltó un gemido en mi boca ante la acción inesperada por mi parte, pero en ese momento no me importaba lo que pensara de mis acciones, solo quería sentirlo, tenerlo cerca de mí.
Esta vez me hizo suya suave, lento, tomándose el tiempo para acariciar y besar cada poro de mi piel, lo único que yo podía hacer era arquear mi espalda y susurrar su nombre una y otra vez, motivándolo a seguir con esos movimientos que me volvían loca. Beso mis labios antes de que todo terminara y cuando se recostó cerca de mi yo no perdí tiempo y me refugie en sus brazos escondiendo mi cara en su pecho.
-Qué bueno que no eres romántico-ambos soltamos una risita.
-Es un talento que casi nadie sabe que tengo-
-¿Casi nadie?-pregunte levantando mi cabeza para poder verlo a los ojos.
La pregunta y acción fueron automáticas, y por la enorme sonrisa en los labios de Alec, me pregunte cual sería la expresión en mi rostro.
-Desde un principio fuimos honestos Renesmee y esta vez no será la excepción-se sentó con el pecho descubierto, lo que casi hizo que me olvidara de la conversación…casi.
-¿Eso quiere decir que…?-deje la pregunta en el aire, animándolo a seguir.
-Que ha habido veces en las que utilice el romanticismo-hizo comillas en el aire,-para poder obtener lo que quiero-
-Ah-apenas abrí la boca para que saliera aquel sonido, en el que pretendía decirle que entendía lo que decía.
Sin embargo mi cuerpo rápidamente se cubría internamente de un sentimiento, que me hizo apretar las sabanas fuertemente, o no sabría lo que pasaría. El mismo sentimiento recorrió mis venas de manera sorprendente, pero por fuera era diferente, mi respiración era normal y me quede en la misma posición por escasos segundos.
-Pero todo esto…no fue para nada de lo que te imaginas Renesmee-rompió el silencio.
-Pero tú lo dijiste-dije con la cabeza baja.
-Tú no eres una mas-sentí sus dedos en mi mentón, obligándome a verlo,-¡diablos! Tu eres especial-me soltó,-más de lo que quisiera-finalizo en un susurro.
-Alec…-esto-mire a mí alrededor,-a pesar de que es demasiado hermoso, no debería estar pasando-forcé las últimas palabras.
-¿Por qué no?-pregunto con la frente arrugada, sin entender.
-Porque no-negué con mi cabeza,-porque…-
-¿Por qué?-insistió.
-Porque hicimos un trato…porque…me confundes…todo este solo me confunde-admití derrotada.
-¿Te confunde en lo que pienso?-pregunto cautelosamente, sin entender del todo.
-Me tengo que ir-dije simplemente, con una sonrisa tímida.
-Es demasiado tarde-busco una solución.
-No puedo, esta vez tengo que regresar a mi realidad, ya no estamos en Bangkok-dije con nostalgia, tome las sabanas y las enrede en mi cuerpo, cubriéndolo. Pero antes de que pudiera levantarme de la cama, la mano de Alec lo evito, tomándome a la altura del codo.
-Solo dime que me crees cuando te digo que lo que hice esta noche, fue sincero-
-Sí, te creo-y mi respuesta no fue con la intención de hacerlo sentir mejor, solo decía la verdad, yo también era sincera en mi respuesta.
Aunque ni eso evito que me soltara, en lugar de eso, me apretó un poco más fuerte y me jalo, acercándome a él para estampar sus labios con los míos. Y yo le correspondí automáticamente, tome su cara en mis manos y él me tomo por la cintura suave, pero con firmeza al mismo tiempo. Si por Alec hubiera sido esto hubiera seguido hasta que terminara en sus brazos una vez más, poco a poco fui alejándolo.
-Me vestiré-murmure.
-¿Estás segura?-me vio a los ojos, esa mirada, esa sonrisa y esa voz ronca…inhale y cerré los ojos para poder controlarme.
-Si-y sin dejar que contestará, me levante esta vez.
Solo me tomo un par de minutos ponerme el vestido, acomode un poco mis rizos y en el baño retoque mi maquillaje, me puse labial y un poco de perfume, para cuando salid Alec ya tenía puesta una bata negra, me daba la espalda mientras se aseguraba que la bata cubriera su cuerpo.
-Me voy-hable claro y lo suficientemente fuerte para que Alec me escuchara, en ese momento volteo.
No dijo una sola palaba, se acerco a paso firme, sus manos se posicionaron en mi cintura, apretándola, acercándome a él, siendo salvaje. Se acerco a mi cuello en el que deposito un beso suave y después sentir sus labios en mi oído.
-Sé libre-susurro,-encerrada en esa jaula de oro no llegaras a ningún lado-
-No cabe duda que son hermanos-dije poniendo mis manos en sus hombros, Alec arrugo su frente con curiosidad,-con otras palabras me dijo exactamente lo mismo-
-Piénsalo, al fin de cuentas eres tú la que tiene que tomar la decisión-
-Te veo después-me despedí repentinamente, me di media vuelta con la intención de alejarme, pero Alec me lo impidió.
-Todavía tenemos la noche para…-lo interrumpí con mi respiración agitada.
-Aunque suene muy tentador-trague saliva,-no puedo-
-Te invito a comer mañana-dijo en mi oído.
-¡A ti te encanta correr riesgos!-volteé a verlo con una sonrisa,-pero está bien, mañana a las tres, no hace falta que diga que escojas un buen restaurant-el solo negó con la cabeza,-y tampoco que te recuerde que alguien puede vernos, mi esposo, tu hermana…-conté con mis dedos.
-Tu esposo no sería problema-rodé mis ojos al escuchar su arrogancia,-y mi hermana, bueno…ella estaría encantada de vernos juntos. Le caes muy bien, tanto como amiga, como otra cosa, y déjame decirte que no se resigna a la idea de que seas casada-me apunto con el dedo antes de salir de la habitación, lo seguí.
….
El camino a casa estuvo llenos de pensamientos, pero por más que volvía a repasar mis opciones, terminaba en el miso lugar o incluso más confundida, suspire sosteniendo el volante cuando estuve frente a mi casa, esta vez una discusión no se haría esperar por parte de Jacob, pero era mejor llegar tarde a no aparecerme hasta el siguiente día. Apague el motor de mi auto y me puse un poco mas de perfume antes de salir y tomando fuerzas subir las escaleras hasta la puerta principal.
Inhale y exhale un par de veces antes de abrir la puerta de mi habitación, la cama seguía perfectamente tendida a pesar de la hora que marcaba el reloj. Salte ligeramente al escuchar la puerta del baño abrirse, Jacob aun tenía su traje puesto, con excepción del saco. En cuando me vio, abrió sus ojos solo un poco y no perdió tiempo en caminar hacia mí para tomar mi codo con fuerza.
-¿¡En donde diablos estabas Renesmee!?-subió el tono de su voz.
-Me estas lastimando Jacob-trate de zafarme de su agarre sin éxito.
-¡Contesta!-grito.
-¡Que me sueltes!-insistí, el dolor se intensifico. Pero hizo caso omiso, apretándome aun más fuerte, y en contra de mi voluntad me llevo hasta la cama donde me aventó.
-No me trates de estúpido, ¿con quién estabas?-demando saber.
-No se sientes tan bien ser tu el que me espera en las noches, ¿verdad?-
-¡No me colmes la paciencia maldita sea!-siguió gritando y manoteando en el aire, algo que nunca lo había visto hace y que si me dio miedo.
-Estaba con una amiga-respondí con voz normal, ocultando mi nerviosismo.
-¿Quién?-me vio directamente a los ojos.
-Con Jane…Jane Vulturi-baje la cabeza.
-Más vale que me estés diciendo la verdad Renesmee, porque si no…no sabes de lo que soy capaz-dijo con voz amenazadora antes de salir de la habitación.
Entre abrí la boca, tratando de asimilar lo que había sucedido, aunque trate de regular mi respiración me fue imposible y estando sola en la habitación deje que las lagrimas cayeran en mi rostro. El cuerpo tembloroso no se debía más que al shock de lo que había sucedido, la mirada de Jacob, tan llena de ira, algo que nunca había visto en el.
Solo pude dormir unas horas, me levante antes de que el sol saliera y al ver mis ojos rojos eh hinchados frente al espejo del baño, decidí darme una ducha rápida. Me peine y maquille con paciencia y cuando me observe en el espejo para ver mi vestimenta pude notar un moretón a la altura de mi codo, recuerdo de lo que sucedió con Jacob la noche anterior. Baje la mirada y tome un blazer negro para cubrir el moretón, hoy iría a la empresa y no quería que la gente comenzara a hablar o inventar cosas. Salí del closet con la mirada baja, estaba tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera escuche cuando Jacob había entrado. Sus rudas anos me tomaron por mis hombros, y yo no forceje, me detuve en ese instante, dándole la espalda. Sentir la calidez de sus manos bajar hasta mis codos, donde se detuvo, pero no dijo nada y yo decidí no ser la primera en hablar, ni quería en estos momentos.
-Perdóname Ness-murmuro cerca de mi oído, ya había sido suficiente pelea la de anoche, así que solo asentí para que Jacob se diera por bien servido, aunque no lo hizo, me forzó suavemente a darme la vuelta para poder ver mi rostro,-pero quiero que me digas, de que de verdad lo haces-dijo con voz suave, suplicante.
-Parecías otro Jake, nunca te habías portado de esa manera conmigo-comencé, sintiendo un nudo en mi garganta.
-Lo sé, perdí la razón, es que te amo tanto que no se qué haría si te perdiera, si estuvieras con alguien más-trato de acercarse para besarme, pero yo no lo permití, puse mis manos en su pecho y di unos pasos hasta atrás.
-No Jacob, no creo que eso pueda arreglar nada, ahora-negué con mi cabeza.
-De acuerdo, solo recuerda que te amor y siempre te amare-finalizo antes de salir de la habitación.
Alec POV.
Solo pude dormir unas pocas horas, ya estaba de pie y tomándome una ducha cuando el cielo comenzaba a iluminarse poco a poco, anunciando un nuevo día lleno de ajetreo, la ciudad estaba a punto de despertar. Me tome tiempo en la ducha, el agua tibia fue perfecta para despertar por completo. Y dado a que necesitaría más de una taza de café para tener las energías que necesitaría en la oficina, opte por un pantalón de vestir negro, una corbata del mismo color y una camisa blanca a la que le doble las angas, para darle un toque más casual y despreocupado a mi vestimenta. En cuanto abrí la puerta de mi habitación, un olor llego a mis fosas nasales, anunciando que el desayuno estaba listo, y con lo eficiente que era mi empleada, apuesto que también estaba servido en la mesa.
-Buenos días joven-me saludo aquella señora, en sus cuarentas y con una que otra cana en su pelo negro,-el desayuno está en la mesa, iré a limpiar su habitación. Si necesita algo mas no dude en avisarme-dijo con voz gentil.
-Buenos días-respondí arreglando mi corbata,-claro, gracias-finalice poniendo más atención en ajustar mi corbata que en pensar acerca de mi desayuno.
Baje la vista para poder ver mejor mi corbata, y entre el sonido de mis pasos una risita silenciosa se hizo escuchar y mi vista pudo ver un par de zapatos delante de mí, haciendo que me detuviera al instante. Subí la mirada para ver a mi empleada con una sonrisa en el rostro dejando ver unas arrugas, suspire rendido y baje las manos para que las suyas tocaran la tela de mi corbata acomodándola y ajustándola suavemente.
-Joven Alec, no todo el tiempo voy a acomodarle su corbata-sonrió.
-No pensaras renuncias, ¿o sí?-ambos comenzamos a caminar hacia nuestros destinos.
-Me refiero a que ya es tiempo de que encuentre a alguien que lo haga-
-Hablando de eso-me detuve y me di media vuelta,-¿te importaría preparar una cena especial?-la señale con el dedo índice,-¡ah! Y no se te olvide unas velas aromáticas y… ¿rosas?-fruncí mi entrecejo.
El rostro de mi empleada se ilumino.
-¿Acaso es ella?-
-No lo creo-negué con mi cabeza,-no creo que sea la elegida, solo quiero darle un trato especial-sonreí burlón.
-Pues déjeme decirle que está aprendiendo joven Alec-murmuro caminando hacia mi habitación.
El desayuno fue tranquilo, tenía tiempo de sobra para saborear cada bocado, pero solo duro unos pocos segundos ya que mientras tomaba un sorbo de zumo de naranja el tiempo se escucho.
-¡Buenos días hermanito!-escuche la voz de mi hermana con un toque de alegría y sonriendo abiertamente.
-Jane, ¿Qué haces despierta tan temprano?-me limpie las comisuras de mis labios antes de levantarme para abrazar a mi hermana.
-Bueno, algunas veces hago unas cuantas excepciones-me dio un beso en la mejilla para ir directo a la mesa y tomar el plato de frutas con mi tenedor.
-¿Un día estresante de compras?-seguí la plática después de soltar un suspiro.
-No, de hecho voy a la empresa-respondió sin dejar de ver el plato de fruta, poniéndole más atención a la misma.
-¿Tu? ¿A la empresa?-solté una risita,-¿y qué vas a hacer ahí?-
Mi hermana me dirigió una mirada amenazadora antes de contestar.
-Mi papa y yo charlamos el fin de semana, o más bien me dio el mismo sermón de siempre-se mantuvo en silencio por unos segundos antes de continuar,-el punto es…que tiene razón, aparte de saber de marcas de ropa y conocer lugares, no sé hacer nada más. Y como su princesa, no quiere que dependa de un hombre-alzo su ceja izquierda, así que…desde hoy comienzo a trabajar en la empresa-finalizo resignada.
-¿Haciendo qué?-fruncí mi entrecejo,-no me malentiendas hermanita pero no sabes nada de finanzas-
-Empezare con algo sencillo, diseño de interiores no suena tan mal, además, solo veré si me gusta, no tengo nada que perder. Si no termina de convencerme, unas vacaciones me ayudarían a olvidar los malos recuerdos sobre mi intento por ser una profesional, o lo que sea-
-Te felicito Jane, será mejor que nos vayamos, no creo que quieras llegar tarde a tu primer día de trabajo-tomo un sorbo de zumo de naranja antes de levantarse de la mesa y caminar a paso apresurado a la puerta.
El camino a la empresa fue diferente, y Jane se encargo de eso, cantando a todo pulmón sus canciones favoritas y de vez en cuando bailando, hizo sacarme unas sonrisas de vez en cuando. Cuando llegamos a la empresa fuimos el centro de atención y aun mas lo fue Jane, ya que podían contar con los dedos de las manos las veces que Jane había ido a la empresa. Pero a ella parecían no importarles todas esas miradas, sonreía con el cabello siendo ondeado por el viento al caminar y ese maquillaje discreto solo le daba un toque angelical. Justo a un par de metros antes de llegar a mi oficina, Demetri se hizo presente deteniéndose justo frente a nosotros. Sonrió abiertamente antes de vernos a Jane y a mí.
-Alec, buenos días-se dirigió a mi hermana,-Jane, que alegría verte por aquí-beso su mano y la soltó no sin antes darle un ligero apretón.
-Acostúmbrate Demetri, Jane va a trabajar aquí-
-Solo por unos días, veré si realmente me gusta el ambiente-aclaro Jane.
-Claro-respondió Demetri,-pero, ¿aquí? ¿En este piso?-entrecerré mis ojos solo un poco al notar como sus ojos brillaban ante la idea de tener que ver a mi hermana por estos pasillo.
-No, ella trabajara en el piso de abajo. De hecho estaba a punto de llevarla para que se familiarice con el lugar y conozca a las personas con las que trabajara-
-Yo…yo la puedo llevar-se ofreció con una mano en su pecho,-además, tu junta está a punto de comenzar y vaya que es importante-
-Tienes razón, de acuerdo. Y Demetri, cuídala-
-Sabes que si-me dio una mirada de complicidad, ambos sabíamos de lo que estábamos hablando.
-Hermano, solo te aviso que ya tengo planes para el almuerzo y Renesmee viene con nosotros. Deséame suerte-
-Claro, hasta el almuerzo, buena suerte hermana. Estaré en mi oficina si me necesitas-corrió hacia mí para darme un beso en la mejilla.
-Te quiero-susurro antes de alejarse.
Demetri puso su mano con suavidad en la espalda de Jane y juntos caminaron hacia el elevador.
-¿Y porque a mí no me invitas a almorzar?-escuche a Demetri iniciar la conversación.
-Porque ya tienes a tu modelo-respondió mi hermano, cerré la puerta de mi oficina con una media sonrisa, ella sabia como defenderse.
Solo entre a mi oficina para tomar algunos folders que tenían la información importante para esta junta, y me dirigí hacia la oficina de mi padre, di un par de toques suaves en la puerta.
-Adelante-aunque su voz se escuchaba tranquila, era autoritaria, un punto a nuestro favor ya que utilizaba y mezclaba su autoridad en la voz y su facilidad de palabra cuando las asociaciones no salían como lo planeábamos, y con eso nadie podía decir que no.
-Buenos días padre, ¿listo para la junta?-dije mientras me acercaba a su escritorio.
-¡Alec! Hijo mío-se levanto de su fina silla, rodeando su escritorio para darme un abrazo y darle un par de palmadas a mi espalda,-puntual como siempre-
-Gracias a la ayuda de Demetri, ¿Cuándo decidiste que mi hermana trabajara en la empresa?-pregunte frunciendo mi entrecejo.
-La pregunta, hijo, es, ¿Cómo la convencí?-ambos reímos, aunque parecía que solo uno lo había hecho, nuestras risas son muy parecidas, y no lo digo yo, suspiro dejando el humor a un lado,-ella necesita ser responsable, no toda la vida se la pasara viajando y tampoco estaré yo para cumplirle sus caprichos-caminamos a paso lento.
-Padre, aun eres un hombre fuerte-
-No lo seré para siempre. Y no quiero que cuando yo no este, además de hacerte cargo de la empresa, también tengas que hacerte cargo de tu hermana-
-¿No me crees capaz?-pregunte alzando una ceja.
-No, claro que eres capaz, pero tú también harás tu vida, y más responsabilidades vendrán-
-Para eso falta mucho y lo sabes-
-Lo que ves más lejos, es lo que está más cerca hijo-palmeo mi espalda,-pero bueno… ¿tienes todo para la junta?-
-Cuando tú ordenes-
-Perfecto…buena suerte-
-¿No vendrás conmigo?-pregunte confundido.
-Me temo que no hijo, se nos presenta una muy buena oportunidad y los cite hoy-
-No me lo consultaste-dije en tono serio.
-Fue algo improvisado, ellos están interesados pero necesitan más información, aunque pensándolo bien…no estaría mal que tú fueras en mi lugar-bajo la vista y puso su dedo índice en los labios.
-No esta vez padre, yo inicie este proyecto y no lo abandonare solo por una posibilidad-
-Eres muy bueno para los negocios Alec-trato de convencerme
-Pero no es algo seguro padre, no es concreto-estire mi brazo izquierdo dejando ver mi reloj,-ya voy tarde, buena suerte-y sin más salí de su oficina dando grandes zancadas.
La junta tomo algunas horas, entre conversaciones, ambas empresas trataban de buscar la mejor opción que pudiera convenirle a ambas empresas. Y si, aunque en un punto de la junta sentí que esto no terminaría bien y que estaba perdiendo el control, nunca lo demostré y mi persistencia valió la pena al final, ya que el trato quedo en un papel. Cerré el folder negro y estreche mi mano con nuestros socios esta vez, yo me había hecho cargo de este proyecto desde que era una idea y saber que pronto se hacía realidad me dejaba satisfecho.
El día en la oficina se mantuvo ocupado, tanto que ni siquiera tuve tiempo de bajar a ver a mi hermana, pero ella ya tenía planes para el almuerzo y se perfectamente que ella tiene el carácter para sobrevivir en la compañía. Deje de escribir en la computadora, solté una exhalación profunda para recargar mi espalda en el respaldo de la silla observe la pantalla del computador por unos segundos antes de dirigirla a el reloj que colgaba en la pared, aun tenia algunos minutos para imprimir mi trabajo y dejarlo en el escritorio de mi padre.
Me levante sin pensarlo dos veces y decidí hacerlo yo mismo, la secretaria se tardaría más tiempo en completarlo, tenía suficiente con lo que le ordenaba. Camine por el escritorio de mi secretaria, ella solo tuvo tiempo para sonreír, ya que debido a mis grandes zancadas ni siquiera tuvo tiempo para pronunciar palabra. Tome un folder y guarde las hojas en el mismo, camine por el largo pasillo que daba al pequeño lobby frente al elevador, decidí darle un último vistazo a las hojas, asegurándome que todo estuviera perfecto.
(Play: Starstruck de Santigold)
Y hubiera seguido mi camino el no ser por unos tacones que captaron mi atención, aquella señorita tenia puesto un pantalón formal un tanto holgado al final, pero aun así pude notar un suave tono pálido de piel…uno muy familiar. En ese momento aquellos papeles pasaron a segundo plano, lentamente baje el folder y con el ceño fruncido subí la mirada, una blusa blanca pegada a su cuerpo y un blazer negro que no podía faltar para complementar la vestimenta. Cuando llegue al cuello algo capto mi atención…sus característicos rizos rojos como el fuego, su fina cara con esa sonrisa traviesa y provocativa, nariz delgada y unas pecas casi invisibles, lo decía porque ya la había visto de cerca…demasiado para notar algo tan discreto en su rostro. Sus ojos color miel me miraban directamente, entre abrí mi boca ante la sorpresa de verla nuevamente.
-Hola Alec-su sonrisa mostro su perfecta dentadura,-que sorpresa verte después de tanto tiempo-dio un paso hacia mí.
-Hola Victoria-bajo la mirada para dedicarle una sonrisa torcida al suelo,-lo mismo digo yo, una grata sorpresa-
-Claro-dijo con sarcasmo.
Ambos nos quedamos en silencio, viéndonos fijamente, un sonido proveniente del elevador hizo que Victoria parpadeara.
-Hermano, vámonos ya, Rene…-el eco de los tacones se dejo de escuchar al igual que su voz.
-Jane-
-Victoria-Jane puso su mano en mi hombro,-hermano es hora de irnos-susurro. Voltee a verla por unos segundos antes de ver a Victoria nuevamente.
-¿Por qué no vas tu hermana? Es hora del almuerzo y apuesto que tienes hambre Victoria-
-Mi chofer esta abajo, solo espero a mis colegas-trato de negarse a mi oferta.
-No necesitaremos al chofer-Victoria entrecerró sus ojos, sabiendo que no tenia escapatoria.
¡Oh, oh! Porque siento que la aparición de Victoria traerá muchos problemas….solo con el tiempo lo sabemos.
Espero que les haya gustado este capitulo hermosas y ya saben que hacer si les gusto o para saber su opinión….review! Me encanta saber su opinión acerca de lo que pasara despues.
Quiero que sepan que en ningún momento me olvide de ustedes, y por eso regrese, no pienso defraudarlas, gracias por todo el apoyo que me han brindado.
Cuidense mucho y nos vemos pronto!
