Sentía que alguien me seguía lo sabía, era obvio que me debían estar buscando, a pesar de todo, mamá no iba a dejar que yo desapareciera, así como así. Muy enojado podía estar con ella, pero eso no le importaba, sabía que me buscaría hasta dar con mi paradero. Aun no puedo entender como la verdad estuvo frente a mí todo el tiempo y no me di cuenta, cómo es posible que sea tan estúpido, e incluso todos sabían que era lo que estaba ocurriendo mamá, Emma, Jake, papá…
En todo momento sospeche que alguno de los Cullen podría ser mi padre incluso llegué a pensar que Carlisle, era más serio y adulto, pero claro no estaba pensando con claridad ni con lógica veía a mamá como es ahora o como fue antes que yo naciera. Ella tenía dieciocho cuando yo nací y era obvio que debía que ser alguien acorde a su edad, al menos físicamente para cuando ella tenía dieciocho.
Estaba nevando, lo más probable que en Forks también, mañana era navidad, ya llevaba un par de semanas fuera y eso lo podía ver en mi ropa que era un desastre, el forcejeo de los pumas habían hecho todo esto, no estaba al cien por ciento concentrado, por ende, mis presas me estaban dando más peleas que de costumbre.
Todo este nuevo mundo era tan extraño, los Cullen habían llegado a dar vuelta todo, ¿habrá más como yo? ¿ese tal Edward había engañado a más mujeres? ¿tendré hermanos o hermanas? eran cientos de preguntas en mi mente, rara vez me dolía la cabeza, pero todo esto había logrado provocar una jaqueca constante y no solo una jaqueca si no un rencor que sentía crecía cada vez más, no sabía si era hacia mamá o hacia Edward… No definitivamente era hacia Edward mamá solo me había dado amor y comprensión y me había apoyado cada vez que la había defraudado ella siempre ha estado para mí.
Ahora que sabía toda la verdad podía ver el parecido, ambos tenemos el pelo cobrizo y medimos casi lo mismo, y su don… era como el mío, pero al revés, ósea el mío era como el de él, pero al revés. Mientras él podía leer la mente de quien fuera yo podía introducir mis pensamientos en la cabeza de alguien bueno en parte también podía leer mentes, pero de otra manera… Tony basta ya no pienses en sus parecidos no… ya no quería pensar más en él o en mamá de hecho llegaba a ser extraño.
Conociendo a papá y a mamá lo más probable es que hayan discutido y mucho, por lo que en este momento no se deben de hablar y ya mañana es navidad ambos deben de estar solos. Una brisa llegó de golpe a mi rostro y traía nuevamente ese aroma dulce, un vampiro indudablemente. Corrí lo más rápido que podía hacia el norte no me podrían alcanzar nuevamente, llevaba este juego durante semanas ellos venían yo corría y los perdía durante varios días luego de una hora o dos. No me atrevía a volver a cruzar hacia la frontera con Estados Unidos y me mantenía más que nada en Canadá, la última vez que la había cruzado casi me atrapaban… En fin, corrí hasta que casi ya no me quedo aire en los pulmones, esa era mi desventaja, yo debía tomarme respiros, ellos no eso me hacía más vulnerable y propenso a que me atraparan. Iba a cruzar la frontera de Canadá con Alaska cuando lo sentí un golpe tan fuerte que me derrumbo inmediatamente al piso intente reponerme de inmediato, pero no, su aroma me decía que no era un Cullen y su peso me indicaba que era hombre entre un par de forcejeos logre librarme quedando al otro extremo de él, era Alex.
-Niño, no debieras estar tan lejos de tu casa
- ¿Qué quieres?
- Sabes lo que quiero- Iba a huir sabía que no tenía pelea con él, la última vez yo estaba con Jake y él lo ataco primero, gire para correr lo más lejos posible- Sabes esa novia tuya es muy linda, debajo de tanta ropa sé que tiene algo- ni siquiera moví un músculo cuando nombro a Emma- ósea para ser una humana no está mal
-No te atrevas a hablar de ella de esa forma
- ¿Por qué? mira yo conozco a las de su tipo, imagínate si hasta su propio tío sucumbió antes sus encantos.
No lo aguante me abalance sobre él no podía dejar que hablara de esa forma de Emma, dejé caer todo mi peso sobre él, pero rápidamente la situación cambió y era yo el que estaba debajo, me puso de espalda a él con la cara en la nieve, su rodilla presionaba una de mis piernas, y su mano sujetaba una de las mías en mi espalda y con la otra mano azotaba mi cabeza contra el suelo, nunca nadie me había dado una pelea de esta forma. Mi corazón estaba a mil por hora y no podía zafarme del agarre de este psicópata. Estaba perdiendo las fuerzas y en cualquier momento perdería el conocimiento, los golpes que me estaba dando ya los estaba resintiendo, mi vista se empezó a nublar y pude oler la sangre que salía de mi cabeza. Luego de eso de momento a otro dejé de sentir el peso de Álex en mi cuerpo y me giré lentamente para poder tomar más aire, quedé mirando hacia el cielo y lo único que divisaba eran las copas de los árboles a lo lejos, sentí una mano fría sobre mis heridas, ese aroma... enfoqué un poco más la vista y distinguí su rostro, Edward. No quería que mamá me viera así.
-no me lleves con Mamá
-está bien
Eso fue lo último que escuche.
Madera quemándose, alcohol y ropa limpia, todos estos aromas pasaban a segundo plano con el aroma de Edward. Abrí los ojos lentamente y lo primero que vi fue un techo, eso significaba que estaba en cerca de la civilización, me moví y me di cuenta de que estaba acostado en una cama con un pijama limpio me incorporé en la cama y vi a Edward sentado cerca de la chimenea, nos quedamos mirando fijo, no podía ser este maldito era mi padre y yo estaba solo con él. Se acercó a la cama.
- ¿Cómo te sientes?
-bien. - no quería ni debía ser amable con este idiota
-yo sé que no te importa, pero leo tu mente- mierda se me había olvidado ese detalle, bueno al menos sabía lo que realmente pensaba.
- ¿Qué haces acá?
-tu madre me pidió que te buscara
- ¿por qué tu?
-soy el más rápido y puedo leer tu mente a kilómetros- era lógico- ¿Hace cuánto no dormías?
-no lo sé, desde que me marché ¿cuánto estuve inconsciente?
-dos días
-es enserio?
-sí, Alex te dio duro, tenías el lado derecho de tu cara destrozado, pero sano bastante rápido.
-si… ¿qué paso con él?
- se escapó, no podía seguirlo y dejarte inconsciente, podría haber estado Victoria cerca.
-ok, ¿tú me cambiaste?
-si. ¿Tienes hambre?
-sí
- ¿y sed?
-la verdad es que un poco, pero es controlable.
-está bien. - nos quedamos en silencio solo la incomodidad llenaba ese espacio preferí romper el silencio
- ¿Como esta mamá?
-muy triste ella te extraña demasiado,
-nunca habíamos estado tanto tiempo separados
-lo sé, me lo dijo. me llama a diario preguntando por ti
- ¿y que le has dicho estos últimos dos días?
-que estabas cerca pero que aún no te alcanzaba- al menos sabia cuando si debía mentir, me preguntaba como estaría mi padre… dudo que él sepa algo.
-está bien, concentrado en su trabajo, pero de igual manera te extraña
-gracias
-de nada. - no podía pensar con claridad con Edward cerca sentía que se inmiscuía en cada cosa que se cruzará por mi mente era bastante invasivo de hecho, pero qué más da ya estábamos acá con mi mente expuesta. Después de un rato ya en silencio no pude evitar pensar en Emma, en sus ojos azules, en su cabello qué cae de manera suave por sus hombros, en lo triste que debía de estar sobre todo sabiendo lo último que le dije. Ella no era traidora, simplemente no se entrometió, después de todo no era su deber y no era algo seguro que ella lo supiera, debía arreglar las cosas con ella. ¿me extrañaría? ¿pensaría en mí? era difícil de saberlo a esta distancia entonces me percate que sabía a quién preguntarle.
- ¿cómo está Emma?
- pensé que nunca preguntarías, es la más triste de todas piensa todo el día en ti al menos así era antes de que me fuera y sí tienes razón el hecho de que le hayas dicho traidora la rompió.
- soy un estúpido
- no lo eres, sólo eres joven
- ¿Y tú qué tan joven eres?
- yo ya no soy joven
- ¿y qué tan joven eras cuando dejaste mamá?
- tampoco era joven, pero tenía miedo de dañarla, creo que nunca logró alejarla del peligro
- creo que no, después de todo acá estoy yo, ella está allá y a todos nos persigue una loca de pelo rojo. Odio el pelo rojo me recuerda a una maestra que era muy mala.
- algo pude ver en tu mente cuando conociste a Victoria
- sabes estoy un tanto cansado que puedas leer mi mente y yo no poder meterme en la tuya
- ¿crees ser capaz de meterte en mi mente?
- Yo también tengo habilidades
- me he fijado y son bastante buenas
- creo que lo heredé de ti
- tu madre no se queda atrás, ¿sabías que no puedo leer su mente?
- no tenía idea
- es a la única persona que no puedo leer
- creo que a mí sí- el sonrío-
- Sí, a ti sí.
- déjame entrar en tu mente
- no te gustará lo que verás así que no
- me lo debes, es lo único que te pediré en toda mi vida, me lo debes por dejarnos, me lo debes por hacerme sentir diferente y sólo, me lo debes por hacerme creer que soy un fenómeno- y nada era manipulación era la simple y llana Verdad.
- nací en 1901 ¿sabes todo lo que hay en mi cabeza? Muertes, vidas, personas, más mentes
- no me importa
- verás a tu madre en formas que no vas a querer ver
- ¿qué forma?
- como tú ves a Emma - eso era mala idea, pero no podía evitarlo, en verdad me lo debía. si se mete a mi mente yo debía poder meterme en la suya-
- no importa Necesito saber la verdad y no porque me lo digas sino porque será la sincera la que realmente vale a mis ojos y a mi mente
- déjame contarte primero
- está bien pero no me harás cambiar de opinión
- ¿por dónde empiezo?
- desde que eres lo que eres
- nací en 1901 como te dije, mi padre y mi madre eran de Chicago y yo también nací en Chicago, la recuerdo más a ella que a él. sobre todo, su cabello y sus ojos. Siempre quise ser soldado, pelear en la gran guerra, servir, luchar con honor, traer honor a la familia Masen, casarme con una linda chica y tener hijos. Al final de la guerra antes de que yo cumpliera 18 vino la fiebre española, primero papá y luego mamá y yo. Mi padre murió a los pocos días, tenía pocas fuerzas y mi madre Elizabeth, le pidió Carlisle que era nuestro doctor que me salvará y así lo hizo. luego de la muerte de mi madre Carlisle me salvó, pero de una manera menos convencional, cuando desperté todo era diferente yo era diferente, era otro ser. Siempre me sentí solo y desencajado en este mundo nuevo. Carlisle siempre se ha pegado a la dieta vegetariana la misma que sigues tú, pero años después me revele y mate a muchos hombres, asesinos, violadores, pedófilos, maltratadores, cada uno sucumbió ante mí, podía leer lo que querían por ende no era difícil. Luego de unos años volví junto a Carlisle y Esme, unos cuantos años después Rosalie se unió. Esme y Carlisle creían que ella sería una compañera para mí, pero no fue así, ella era arrogante y rubia, no me gustan las rubias. Los años pasaron y el clan fue aumentando o familia como nos llamamos y yo seguía solo, pero por elección, yo no creía que pudiera haber alguien para mí después de todo el daño que había hecho, después de todas las personas a las que había asesinado era simple karma o ley de atracción, hasta que volvimos a Forks. dos años antes que llegara tu madre llegamos nosotros. Era un día normal, un día más en el purgatorio expiando mis pecados y la vi era como un ángel, como un punto de luz en la oscuridad, era como un sol resplandeciente en medio del espacio, en ese momento lo supe ella era la indicada, pero había un problema, ella era humana y su sangre era como la más fuerte droga para mí, y yo al lado de ella era un adicto. Por un milagro ella se enamoró de mí y yo controle mi sed de ella. luego apareció James junto a Victoria, él quería dar caza a tu madre, pero yo no se lo permití y lo maté. Él la dañó le quebró una pierna y la mordió, yo extraje su veneno de su brazo antes de su transformación y la salve. Luego de ese episodio el verano transcurrió muy tranquilo y feliz para ambos, pero tu madre era joven e impaciente, apasionada y quería más, pero yo no podía dárselo. dime Anthony ¿eres virgen?
- y ¿a qué va?
-Sólo responde
- no, no lo soy ha habido un par de chicas
- pero no Emma
- no podría ella es…
- única especial verdad, algo improfanable
- sí
- ok, Pero tú puedes, yo no podía estar con tu madre, con una humana era correr el riesgo de matarla. Aplastarla al no darme cuenta, quebrar alguna parte de su cuerpo al desconcentrarme o no controlar mi sed.
- pero lo hiciste
- porque la amaba más de lo que yo era, la amo más de lo que soy y algo a lo que nunca me pude negar es a una petición de tu madre, de Bella. Siempre me pidió transformarla en uno de nosotros y así podría estar conmigo por siempre. La parte egoísta mía me decía hazlo y le tendrás por la eternidad pero mi conciencia y el respeto a su felicidad a su humanidad, a qué quizás ella podría arrepentirse y una vez arrepentida me odiaría al verse en el espejo cada día y pensaría que yo le hice eso, y lo sé porque yo pensaba eso cada día al mirarme, y no odio a Carlisle ya que él me llevo hasta Bella pero hay mucho de lo que vivido, de lo que he visto que desearía eliminarlo. La cosa es que no me pude negar, después de todo yo también la deseaba, después de todo nací humano y hay instintos que no cambian. entonces cedí, cedí ante algo que ambos deseábamos.
- ¿en qué momento te fuiste?
- a los dos días siguientes, tu madre cumplió dieciocho esa noche y al día siguiente le preparamos un cumpleaños. Alice organizo todo ella adora tu madre, eran las mejores amigas, pero era una casa llena de vampiros y un humano, un simple corte en su dedo índice cambio toda la historia, la sangre brotó de su dedo y la mirada fija de todos en esa gota de sangre, Jasper perdió el control yo lance a tu madre y luego a Jasper, pero todo se salió de las manos. Bella chocó con un vidrio y sangre brotó de su brazo, en ese momento me di cuenta de que yo no era seguro para ella y que si seguíamos juntos ella moriría por mi culpa así que me marché, la dejé con el corazón roto y yo me fui con el mío en la mano, nunca llegué a pensar en la posibilidad que tú pudieras existir, jamás se ha visto creo que eres el único en tu especie.
- ¿qué hiciste todos estos años?
- vagar, deprimirme, pensar en tu madre, ella podía vivir con un corazón roto Anthony, es humana, se recuperaría. eso hacen los humanos, olvidan, pero tu madre siempre me sorprende, ella es inigualable y hoy la miró y no puedo evitar pensar lo estúpido que soy, lo mucho que lloró contigo, por mí. y saber que me amaba cuando tú naciste me rompe.
- ¿cómo sabes que te amaba?
- te puso mi nombre ¿no?
- si lloro, nunca le he dicho esto a nadie, pero tengo recuerdos desde el día en que nací y ella sí lloraba por ti. en ese momento yo no entendía, no lo asimile a tiempo, después de todo que más le puedes pedir a un recién nacido.
- lo siento
- Déjame ver en tu mente y veo si puedo perdonarte
- va a ser triste y doloroso
- Déjame decidir eso
- está bien, pero si decides parar o si no quieres seguir, lo entenderé.
Él se acercó hasta la orilla de la cama de manera lenta, llegó hasta la cabecera donde yo me incorpore rápidamente cerró los ojos y sólo dijo "hazlo" y lo hice. Puse mis manos cada una a los costados de su frente y pude verlo, cada pensamiento cada cabeza en la que él había estado desde el momento en que se convirtió. lo vi matando gente, lo mucho que le dolía eso. Vi su soledad. Vi años y años de libros, partituras y más soledad. La felicidad que sentía por su familia. Y vi a mi madre, la vi hermosa, joven, sonriente, la vi en los ojos de un hombre enamorado, la vi como una droga, vi como se escabullía a su cuarto como yo lo hago con Emma, vi el cuerpo de mi madre no como quisiera verlo, lo vi sensual y sexual, no era algo que me agradará pero después de todo sólo tenía los pensamientos de un hombre entre mis manos, luego vi la tristeza de nuevo, la desesperación, la depresión, vi el que parecía ser el fantasma de mi madre era ella pero al mismo tiempo no lo era, eran los pensamientos de una persona que ya había enloquecido caer en lo más bajo esto era fuerte era más que antes. claro mamá me tenía a mí él no tenía nada, mamá tenía porque luchar, él sólo esperaba la muerte, la muerte de un ser amado para luego ir a su encuentro. Impaciencia, excitación y ansiedad al verla nuevamente, tener de vuelta un punto de luz en alguna parte del espacio, una salida en un cuarto oscuro eso era mi madre para él. La confusión al saber de mí y la rabia porque otro hombre me crío, porque otro hombre me amo y también a ella porque éramos una familia, pero él no era parte de nuestra familia y sólo había un propósito protegernos.
Era mucha información en un solo hombre, tenía más de 120 años y sólo era como yo, con más problemas quizás, pero como yo. Retire mis manos de su cara mi respiración era agitada, mi pecho subía y bajaba. Yo no lloro, nunca he sido de llorar, desde que mamá me enseñó que no podemos mostrar nuestra debilidad ante aquellos que nos quieren derrumbar, pero no pude evitar hacerlo no pude evitar llorar por este ser frente a mí, que lo único que había hecho era sufrir toda su existencia y que ese pequeño rayo de felicidad tuvo que dejarlo sólo para salvarlo solo para que su luz se mantuviera con vida solo por unos años más.
- ¿ahora entiendes Porque me fui?
- sí
- ¿harías lo mismo por ella?
- lo haría por Emma
- lo se
