¡Denme la bienvenida, porque ya volví! Gracias, gracias
Y como lo prometí antes de irme, les regreso con un nuevo capítulo que lo tiene todo: romance, acción, "acción" del otro tipo, momentos tristes, misterios y mucho más. Gracias por todos los reviews, en serio me alegra que les haya gustado el Omake que hice por Navidad, y bueno me faltó decir algo:
¡FELIZ AÑO NUEVO!
Este es el primer capítulo que publico en este 2015, y espero que pueda ir mejorando este año para darles la historia que todos ustedes se merecen. Y bueno, no quiero ser aburrida empezando el 2015, así que:
Ningún personaje me pertenece, sólo la historia.
Disfruten
Nuevos enemigos
Después de una ardua persecución, Peach y Zelda llegaron a la habitación de Samus cansadas de perseguirla. Ambas estaban recargándose en la pared para recuperar el aliento, cuando vieron a Samus de pie, leyendo lo que parecía ser una carta. A los pocos segundos, Samus, más enfadada que nunca, arrugó la carta en su puño, mientras sacaba otra cosa de un sobre.
-¿Qué es eso Sam?
-La razón de nuestros problemas.- Respondió Samus.
En sus manos habían dos fotografías.
-Es por esto que todos nos estaban viendo así hace rato. Nos descubrieron- Continuó.
Tanto Peach como Zelda miraron las fotografías con una mezcla muy variada de sentimientos; se sentían preocupadas, con miedo, avergonzadas, nerviosas, pero a pesar de eso, ambas confiaban en Samus, y en que ella encontraría una manera de arreglarlo todo.
Samus tenía en su mano derecha una fotografía tomada no hace mucho, de ella y Zelda, ambas sentadas agarradas de la mano mientras Zelda apoyaba su cabeza en el hombro de Samus. Ésta última reconoció que dicha foto fue tomada durante la pelea de Peach, (la cual acabó con un desastroso final para la princesa) y aunque no revelaba mucho, dejaba claro el tipo de relación "romántica" que había entre ellas.
Por otro lado, en su mano izquierda tenía una foto de ella con Peach. La diferencia era que ésta imagen era un poco más "salvaje", se trataba de aquella vez en la que Peach estaba sobre Samus en esa pequeña sesión de besos. Definitivamente un momento que ni Samus ni Peach hubieran querido que salga a la luz, ni que se enterara Zelda (que por suerte, entendía la seriedad del asunto, así que dejó la interrogación para otro momento).
Tanto Peach como Zelda estaban esperando que reacción tendrían ambas capturas en su cazadora. Casi al instante, Samus salió furiosa de la habitación, con un objetivo claro.
-Ese desgraciado…
Avanzó por los pasillos, dobló esquinas, atravesó jardines, y al fin, encontró a Snake, sentado en un árbol mientras miraba el cielo.
-¡Ahora sí te pasaste maldito, baja de una vez si no quieres que te baje yo!
Snake giró su cabeza y la miró sin mostrar ningún tipo de interés en la advertencia que le había dado la rubia.
-Vaya, veo que al fin te diste cuenta. Ahora dime, ¿qué harás al respecto?
-Ya verás… me aseguraré de partirte en miles de pedacitos para dárseos de comer a Ridley.
-Oh, eso estuvo intenso. ¿Estás segura que no quieres descansar un rato? Te ves algo estresada- Le dijo Snake mientras se movía un poco, dejando un espacio para que la cazadora se siente a su costado.
-¡Ahora sí!- habiendo lanzado este grito que daría inicio a la pelea final entre Snake y Samus, ésta se lanzó con todas sus fuerzas, tratando de atinarle una patada voladora a su oponente.
Justo en ese momento, sintió una fuerza que la empujó hacia atrás, haciendo que cayera en su espalda e impidiendo que Snake saliera herido. Snake solo formó una expresión burlona en su rostro mientras veía como una especia de aura negra envolvía a Samus. Sonaron risas provenientes de ningún lugar en específico, una de ellas era profunda, mientras que la otra era demencial. El aura negra acabó por envolver a Samus, quien cuando se vio librada de dicha aura, se encontraba en una habitación completamente negra, con una plataforma blanca en el medio. Parecía que había vacío hacia todos lados, pero a pesar de ser un lugar digno de las pesadillas de cualquiera, Samus no sentía miedo, sino fastidio.
-Cómo pude olvidarme de ellos…
En ese momento ambas risas volvieron a escucharse, mientras en frente suyo se materializaban tanto Master Hand como Crazy Hand.
-Samus Aran, ¿sabes por qué estás aquí verdad?
-Sí, por intentar atacar a Snake…
-Exacto, y como vigilantes de la Mansión Smash, nuestra misión es también asegurarnos que las reglas se cumplan. Ahora, ¿puedes decirnos cuál es esa regla que acabas de romper?
-Jajajaja, así es, ¿puedes hacerlo?- Dijo Crazy Hand, repitiendo lo que había dicho Master Hand hace rato.
Samus sopló aire, y dijo: -Si los combatientes desean enfrentarse en un combate, éste tendrá que ser realizado en un mapa autorizado para dichas ocasiones. Todo tipo de violencia que se cometa dentro de la Mansión, serán sancionadas…
-Exacto, entonces, ¿tienes algo que decir en tu defensa?
Samus no lo pensó mucho, ella misma reconocía que la ira la había cegado.
-No, admito mi falta. Seré retirada del torneo si es necesario.
-Jajaja, haces que nuestro trabajo sea fácil, ¿no Master?- Exclamó Crazy Hand mientras movía los dedos de manera desenfrenada.
Master Hand y Crazy Hand eran un duo muy particular. Ambos son los peleadores más fuertes de la Mansión, y su labor es asegurarse que todo dentro de ésta marche como debería. Obviamente ambos se han ofrecido para participar en combates de exhibición, en los que se ven obligados a limitar su verdadero poder para balancearlo al de los peleadores; sin embargo cuando realmente se ve su poder es cuando defienden la Mansión. El único que pudo derrotarlos usando su máxima fuerza fue Tabuu durante los eventos del Emisario Subespacial; eventualmente, éste fue derrotado cuando todos los peleadores unieron fuerzas para enfrentarse a él. El hecho de que peleen bien juntos, no significa que son parecidos; de hecho, ambos son muy diferentes. Master Hand suele ser astuto, tranquilo y dominante, la sabiduría que tiene es comparada con la de los seres más inteligentes; por otro lado, Crazy Hand es… bueno, es Crazy Hand.
-Yo digo que cumplamos su deseo y la retiremos del torneo…- Dijo Crazy Hand
-¡Espera!
Crazy Hand se volteó a ver a su compañero, quién rara vez se ponía así.
-Ambos conocemos a Samus Aran, y ella no es una persona que haría algo así. ¿Esto tiene que ver con los sobres que recibieron cada peleador de la Mansión?
-¿Qu- ¿cómo sabes eso?
-Nosotros, como vigilantes, sabemos todo lo que ocurre en este lugar.
-¿Entonces ustedes saben qué era lo que había en esos sobres?
-Por supuesto. Nosotros lo sabemos todo referente a ti, Samus Aran, a Solid Snake y tu relación con la Princesa Peach y la Princesa Zelda.
-Entonces si sabían las razones que tenía, ¿por qué no me dejaron golpear a Snake?
-Jajaja, porque fue divertido ver cómo te frustrabas por no haberle dado una golpiza a Snake…- Respondió Crazy Hand.
Master Hand, corrigiendo a su compañero, dijo: -Nosotros somos vigilantes, no jueces. Nuestra labor no es decidir cuándo aplicar o no las reglas, sino hacerlas respetar.
-Entiendo, ¿entonces no pueden hacer nada con Snake?
-Me temo que no, la que debe hacer algo con Solid Snake eres tú, Samus Aran- Le respondió Master Hand.
-¿Pero qué se supone que haga?
-Sólo confía en ti misma, Samus Aran, así como ellas confían en ti.
-¿Ellas?
-¿Es que acaso eres tonta, ingenua? Obviamente mi colega aquí el diestro se refiere a la rosadita y a la de las orejas largas.
-¿Peach y Zelda? ¿Pero por qué? ¿Por qué depositar tanta fe en mi?
-¿No es obvio Samus Aran? Es por amor.
Amor, esa era una de las pocas palabras que Samus prefería evitar. En especial en situaciones relacionadas con las princesas. Cuando pensaba en esa palabra, era consciente de qué significaba ese término, y la fuerza que tenía éste era algo que la asustaba.
-Amor…
-¡Así es, ese estúpido sentimiento que sienten los humanos (y bueno, también los Hyrulianos, animales parlantes, etc) que por alguna razón particular parece despertar algo en ellos.
Samus miraba a Crazy Hand, y aunque locas sus palabras, no tardó mucho en encontrarle sentido a lo que decía.
-¿Te refieres a que hay un poder proveniente del amor?
-Quién sabe… jejejeje- Fue la única respuesta de la mano.
-Sin embargo, Samus Aran, la pregunta presente no es ¿qué es el amor?, sino es, ¿qué es el amor para ti? ¿Lo sientes?
-¿Yo?
-Así es, hay muchas cosas que ignoras, pero esta no debe ser una de ellas.
-Es verdad jajajaja, así que responde chica
-¿Qué es el amor para mí? ¿De verdad siento algún tipo de amor hacia Zelda o Peach? Lo que dicen es verdad, no puedo seguir sin tener esto claro
Samus pensó por un momento la respuesta, y cuando creyó tenerla, abrió la boca.
-Yo…
Peach y Zelda habían perdido a Samus ya hace un tiempo. Les pareció que había salido a un patio, pero cuando llegaron a él, no había el más mínimo rastro de ella. Después de haberla buscado por unos minutos, se dieron por vencidas y salieron de dicho patio, dirigiéndose accidentalmente a los campos de entrenamiento.
La Mansión Smash era enorme, tenía piscina, habitaciones, sótano, azotea, patios, pasillos largos, cafetería e incluso tenía su propia pista de atletismo, complementada con otros implementos para ejercitarse.
Cuando el par de princesas arribaron a dicho lugar, se encontraron con la gran mayoría de los Smash Brothers entrenando ahí. El primero en darse cuenta de su presencia, fue Marth, quien se detuvo en medio de su carrera y se dirigió a las princesas.
-Samus no está aquí, si es lo que se preguntan.
Ambas le miraron incrédulas, se sentían como si no fueran bienvenidas.
-Entiendo, nos iremos a buscarla por otro lugar- Dijo Peach.
-Entonces, ¿es cierto?
Peach y Zelda se detuvieron mientras se daban la vuelta, y voltearon a ver al espadachín.
-¿A qué te refieres?
-¿A qué cosa crees? ¿Es verdad que son lesbianas? ¿Es verdad que ambas están saliendo con Samus?
La conversación se había elevado un poco, atrayendo la atención del resto de los individuos presentes en dicho lugar. Poco a poco, cada persona, animal, etc, se fueron acercando a donde estaban estos tres personajes: Peach, Zelda y Marth.
-Lo lamento, pero eso no es de tu incumbencia.
-¡Es verdad, no tienes derecho de meterte en nuestras vidas!
Marth se les quedó mirando, no se esperaba una respuesta tan agresiva por parte de las mujeres, pero eso no haría que se detuviera.
-¡Cállense, reconozcan su lugar!- Les gritó enojado el peli-azul. -¡Personas como ustedes me dan asco, creyendo que pueden hacer cosas tan indecentes como estas! ¡Deberían estar arrepentidas!
En un lugar muy lejano, donde todo es un oscuro vacío, alguien se estaba levantando. Su cuerpo estaba muy débil, pero lo suficientemente fuerte como para ponerse de pie. Miro a su alrededor, y lo que vio no le gustó. No había nada.
Trataba de recordar lo que había pasado, llevó sus manos a su cabeza, llena de dolor por el fuerte despertar. Sentía que le ardía el cerebro, de hecho, todo su cuerpo estaba en llamas. El dolor era insoportable, pero no le serviría de nada quejarse.
Poco a poco fue recordando, como casi cumple su objetivo. Había estado tan cerca, y a la vez tan lejos; no contaba con que pequeños detalles menores que pasaron inadvertidos por su plan, serían su ruina.
Pero así fue. Cometió un error, uno que no volvería a pasar desadvertido por él.
Sin embargo, ¿Cómo se había despertado? Energía oscura, alguien estaba dándole poder con malos deseos; la oscuridad que invadía el corazón de ese alguien le estaba dando fuerzas. Rastreó el lugar de donde venía esta extraña y oscura energía, y al fin la encontró, la Mansión Smash.
Comenzó a dirigirse hacia allí, lentamente. Le dolía todo el cuerpo, pero eso no lo detendría de su objetivo.
-Venganza…
-Oye Marth, cálmate. No es tan ma- El ángel fue interrumpido.
-No las defiendas Pit, ellas tienen que darse cuenta de su error. ¡Eso no es normal!
-¡Cállate, no permitiré que sigas hablando de nosotras así, y mucho menos de Sam!- Le gritó Zelda.
Hubo unos segundos de silencio, hasta que se oyeron unas carcajadas.
-¿Sam? Jajajaja, ¿qué sigue después, Sammy?- Dijo Marth entre risas. Al haber dicho eso, la cara de Peach se ruborizó apenada.-¡¿En serio?! Jajajaja, no puedo creerlo. ¡Qué patético!
Las princesas le estaban dirigiendo una mirada fulminante al espadachín, pero éste parecía inmune a éstas.
-¡Oh vamos, no me miren así! ¿Sam? ¿Sammy? ¿En serio no se dan cuenta?
-¿A qué te refieres?- Preguntó Peach. Zelda se quedaba callada a su lado.
-Jajaja, ¡Samus las está engañando! ¡Está jugando con ustedes! ¿En serio piensan que ella se siente igual que ustedes? Es más… ¿Creen que ella siquiera es lesbiana como ustedes? ¡Ella estaba antes con Snake, ella es heterosexual! ¿Creen que de un momento a otro, sólo por ustedes, ella dejará todo atrás y se irá con ustedes? ¡Son solo un juego para ella!
Estas palabras, ciertas o no, hirieron en lo más profundo del corazón tanto a Zelda como a Peach. Lágrimas salían de sus ojos, las piernas de Peach no aguantaron más, ambas querían salir corriendo de ahí, no querían seguir oyendo a Marth.
-¿Ustedes la aman? Qué pena… ¡Porque ella no las ama a ustedes!
Se sintió un fuerte viento, proveniente de algún lugar cercano. Todos los presentes se cubrieron de la briza, que llegó con tanta fuerza que no dejaba ver bien. Apareció una especia de niebla negra que no dejaba ver nada, cuando ésta desapareció, sólo quedó el escultural cuerpo de Samus Aran.
-Hey, ¿de qué me perdí?- Dijo ésta.
Mientras se acercaba al centro de atención, vio los ojos lagrimosos de Peach y Zelda.
-¿Tú que haces aquí?
-Vine a llevarme a mis princesas- Dijo Samus pasando de largo a Marth, y ofreciéndole la mano a Peach para levantarla.
-¿Qué te cre-
-Ah, y una cosa más. Estás equivocado, soy lesbiana.
Se veía la expresión de asombro en todos los presentes, incluso en Peach y Zelda.
-Y por cierto…- Samus comenzó, pero en vez de continuar, se dirigió a Zelda y le dio un fuerte beso en los labios, en frente de todos. Terminó con ella, y se dirigió a Peach, procediendo a hacer lo mismo. Muchos de los observadores estaban asombrados, otros excitados, y otros asqueados, como era el caso de Marth. -… sí las amo. A ambas
Las princesas no tuvieron tiempo de reaccionar, también estaban asombradas por el beso, y sobre todo, por la declaración de Samus. Ambas sintieron como sus respectivas manos eran tomadas por las de la cazadora, quien se dirigió hacia la Mansión, jalando de esta manera a las otras dos mujeres.
Mario veía como se iban alejando lentamente las tres mujeres, y le dolía en el alma. En realidad, sólo le importaba una de las tres, la Princesa Peach Toadstool. No podía creer que después de todos esos rescates, ella le esté dando ahora la espalda, como si no hubiera significado nada.
Con todo el dolor de su corazón, Mario se alejó lentamente de ese lugar, mirando hacia el suelo. Sólo podía preguntarse, ¿qué era lo que había hecho mal? Es decir, es verdad que nunca se le declaró a Peach, pero se supone que con haber salvado su vida innumerables veces era suficiente para demostrar su amor, ¿no?
Mientras se lamentaba, lágrimas caían de sus ojos rojos. Sólo le quedaba desear por que Daisy no le hiciera lo mismo a su hermano, Luigi. Pero, ¿era realmente eso lo único que podía hacer? En ese momento, se le apareció una persona en frente suyo, mirándolo con una expresión sospechosa y siniestra.
-¿Qué piensas hacer al respecto?
-No sé de qué hablas, Snake.
Snake le sonrió.
-Me refiero a ti y a Peach. ¿La vas a dejar ir así nomás?
-¿Acaso puedo hacer algo más?
-Si de verdad la amaras, lucharías por ella.
-¿Pretendes que luche contra Samus por el amor de Peach?
-¿Es que acaso no es eso lo que debes hacer? ¿Te parece esto justo? Dejarte así, a ti, que has recorrido 8 mundos en innumerables ocasiones…
-Pues… no
-Tienes que enseñarle a Aran a no meterse con tu destino, que es estar junto a la rosita.
Los puños de Mario se iban cerrando fuertemente. Sus manos comenzaron a incendiarse, producto del fuego que botaba éste de sus palmas. Con toda la energía que tenía, lanzó un fuerte grito y le dio un fuerte puñetazo al suelo, dejando un hueco grande y negro, botando humo debido al fuego.
-Así es, descarga tu furia, aunque mejor sería hacerlo contra Aran.
-Contra Samus…
-Exacto. Mira, ayúdame con Samus, y Peach será toda tuya.
-¿Lo prometes? ¿Realmente podré regresar con Peach?
Snake, mostrando una sonrisa, le contestó. –Por supuesto…
-¡Anda, repítelo!
-¡Sí, por favor Sam! ¡Vuélvelo a decir!
-Ya lo dije una vez, no sé por qué quieren que lo vuelva a hacer- Dijo una Samus avergonzada.
-¡Porque eso fue hermoso Sammy!
-Sí, te veías muy cool. Cómo apareciste de la nada para salvarnos… realmente, estuviste increíble.
-jeje, gracias chicas, pero no es para tanto.- Dijo Samus mientras abría la puerta de su habitación, dejando entrar a Peach y Zelda. –Pero lo bueno es que aquí nadie podrá molestarnos mientras pensamos en qué hacer con esta situación.
-O…- Dijo Peach mientras le ponía seguro a la puerta. –Podemos divertirnos Sammy…
-Es verdad Sam, tú eres nuestra heroína… y si algo deben hacer las princesas, es recompensar a sus héroes…- Dijo Zelda mientras cerraba las cortinas.
-Esperen chicas, pensé que teníamos un acuerdo.
En ese momento, Peach se subió a las piernas de Samus y le puso su dedo índice en los labios, silenciándola. –Sshhh, no digas más linda, sólo disfruta.- y habiendo dicho eso, procedió a empujar lentamente a Samus mientras la besaba apasionadamente.
Samus realmente no se estaba resistiendo, de hecho le gustaba la sensación. Zelda comenzaba a sentirse olvidada, así que cuando vio que Peach se separó de la cazadora, inmediatamente unió sus labios con ésta, ni siquiera dándole tiempo de respirar. Samus casi se asfixia, pero le devolvió el beso de todos modos, gozando hasta el último momento de él.
-Cuando tu cara se pone roja, te ves muy linda…- Le dijo Zelda cuando se separó de Samus. Ésta no le pudo responder, trataba de recuperar el aire desesperadamente, incluso parecía un perro cansado por estar con la lengua afuera.
Peach, que estaba sobre Samus, se recostó encima de ésta, poniendo todo su peso en el cuerpo de la caza recompensas, mientras le lamía la oreja. Samus cerró fuertemente los ojos y apretó la boca para suprimir los gemidos que se le querían escapar de la excitación; sintió como la mano de Zelda exploraba por sus pechos, masajeando el derecho suavemente, llenándola de placer.
A esta altura ya no sabía de quien era la lengua, pero le estaban lamiendo el cuello. Podía sentir un par de manos quitándole la ropa lentamente, dejando al descubierto sus bien formados pechos. De un momento a otro, dejó de sentir las excitantes caricias en su cuerpo; abrió los ojos sólo para ver a Zelda y a Peach mirándole fijamente a sus senos.
Exhalando fuertemente, Samus preguntó: -¿qué hacen?
-Tus pechos son muy bonitos Sam…
-¡Y mira! Tus pezones ya están paraditos…- Dijo Peach, quien con los dedos índice y pulgar, apretó levemente su pezón para posteriormente apretarlo entre sus dedos y tirar de él suavemente.
-Ngghh- Samus no pudo evitar hacer el gemido más grande que había hecho en mucho tiempo. Sentía electricidad corriendo por su cuerpo, dejando sensaciones placenteras en todo lugar en el que la sentía.
-Se siente muy bien- Dijo nuevamente la princesa rubia mientras la jalaba otra vez. –Me pregunto ahora… ¿a qué sabrá?
La caza recompensas vio como Peach descendía lentamente su cabeza, hasta que se hizo un contacto entre su pecho y sus labios. De inmediato sintió como la rodeaban los labios de la princesa del Reino Champiñón, quien no pasaba ninguna oportunidad de morder suavemente para incrementar el placer. Su lengua hacía acrobacias de todo tipo, dando vueltas alrededor, o simplemente lamiendo de abajo a arriba y de lado a lado.
Pero Peach no era la única que le suministraba placer a Samus. Zelda también le estaba lamiendo, pero en el cuello; le mordió hasta asegurarse de dejarle una marca que la marcaría como suya. Lentamente, fue bajando a los pechos de Samus, lamiendo todo el camino hasta llegar a ellos. Una vez que llegó, lamió un par de veces el seno libre de Samus, y procedió a seguir bajando, en ningún momento separando su lengua del delicioso cuerpo de Samus.
La cazadora vio hacia donde estaban las princesas, y cuando lo hizo, vio a Peach lamiéndole su pecho, mientras más abajo, Zelda le lamía el estómago, rodeando su ombligo. Por reflejo, Samus colocó cada una de sus manos sobre las cabezas de las princesas, incitándolas a que siguieran con sus delicadas caricias.
Zelda que estaba más abajo que Peach, tomó la iniciativa y lentamente le sacó el resto del Zero Suit a Samus, descubriendo de este modo sus piernas y su ropa interior. Ésta última estaba toda húmeda, y Zelda no veía el momento de quitársela de una vez y ver su preciado tesoro escondido en esa tela. Acercó su rostro a su parte íntima cubierta, apoyando su nariz justo en el centro para absorber todo lo que podía de aquel aroma tan hipnótico.
-¿Te ayudo con eso?- Preguntó Peach, quien dejó la atención en los pechos de la cazadora para centrarse en la zona inferior, justo donde también estaba Zelda.
-Eso estaría bien…- Dijo Zelda, ansiosa por lo que pasaría a continuación.
Ambas princesas colocaron sus manos de tal manera que pudieran sacarle la prenda a Samus.
La cazadora, entró en pánico de un momento a otro y dijo: -¡Esperen, alto!
-Tranquila Sam, esto te encantará
-Es verdad Sammy, déjanos el trabajo sucio a nosotras.
En el momento en que las manos de las princesas estaban por hacer lo suyo, las tres oyeron unos golpes en la puerta.
Se oía una dulce melodía, tan hermosa que sería capaz de calmar a la persona más furiosa del mundo. Se notaba la escases de notas, de hecho eran sólo unas cuantas, máximo 5; pero aun así, con un simple ritmo, sonaba fabuloso.
Lo único que se escuchaba a parte de la melodiosa canción, eran las pisadas de un animal, moviéndose lentamente a quién sabe dónde. Sobre este animal, o mejor dicho yegua, se encontraba sentado un joven espadachín, con vestimentas verdes y una ocarina entre las manos. El nombre de la yegua era Epona, y el de su dueño era Link. Ambos juntos perdiéndose para evitar el dolor.
Lágrimas caían de los ojos de Link, lágrimas de tristeza y nostalgia, lágrimas de pérdida. Link había perdido a la mujer de quien había estado enamorado hace mucho tiempo, y como si no fuera suficiente, la perdió contra otra mujer. No obstante, Link no perdería la cordura. Era doloroso, sí, pero no era algo que no pudiera manejar. El héroe del tiempo aceptaba que si Zelda no lo quería a él, debía ser por alguna razón, la cual le preguntaría después… después que lo supere. Si Link decidió irse no fue por cobardía, ni para huir de sus problemas; sino para meditar el tema y superarlo, para poder volver tiempo después sin ningún remordimiento.
De un momento a otro, Link saltó de Epona y dio un espadazo a lo que parecía que era aire. Pero no lo era, la oreja sensible de Link había detectado a alguien.
-Sé que estás ahí, ¡muéstrate!
Cualquiera hubiera pensado que Link había enloquecido y le estaba hablando a la nada, pero cambiaría de opinión cuando viera a Snake desactivando su camuflaje y materializándose en frente de Link. Cuando lo vio aparecer, guardó su espada y sin darle mucha importancia, se dirigió a Epona para montarla.
-¿De verdad sólo huirás?
-¡No estoy huyendo! Además, ¿qué más puedo hacer?
-¡Lucha por ella! ¡Recupérala!
-¡Ja! Lo dices como si en algún momento fue mía…
-¿Acaso no fue así?
-Si así fuera, tocaría todas las canciones de la ocarina que sean necesarias para regresar en el tiempo a aquellos momentos que tú dices.
-¿Y por qué no lo haces?
Esta pregunta tuvo el efecto que Snake esperaba. Link era muy predecible, sabía que una pregunta así le afectaría.
-Repito, ¿por qué no lo haces?
-¿Hacer qué?
-¡No te hagas el tonto, sabes bien de qué hablo! ¡Vuelve en el tiempo, has que todo vuelva a ser como debería!
Link no contestó, realmente estaba considerando la sugerencia que le hizo Snake. Link sostuvo la Ocarina del Tiempo entre sus manos, observándola fijamente, decidiendo qué hacer con ella. Viajar en el tiempo era peligroso, tenías que estar consciente de las consecuencias que esto significaba. De repente, algo llamó la atención de Link, quien posó sus ojos sobre su instrumento; por alguna razón, le parecía tan desconocido, tan misterioso, y a la vez tan bello. Sabía que sus ojos estaban brillando, y una sonrisa se formaba entre sus labios.
Una vez que se cambió rápidamente y se ordenó el cabello, Samus se dirigió a su puerta en ropa casual, dispuesta a abrirla. Cuando realizó dicha acción, no se esperaba encontrarse a la persona que estaba justo delante de ella.
-¡Samus Aran! ¡He venido a retarte a un duelo!
Esta declaración dejó en shock a Samus.
-¿De qué diablos hablas Marth?
-Ya me oíste Aran, te desafío a un combate. Destino final, sin objetos, y una sola vida. ¿Aceptas?
-… ¡¿Por qué debería aceptar esta estupidez?! ¿Cuál es la razón de esto?
-La razón de esto eres tú. Tú y tus "amiguitas"
Samus frunció el ceño, mostrando su claro enojo al oír la expresión sarcástica de Marth. –Continúa…
-Es evidente que la reciente relación que se formó entre Peach, Zelda y tú se salió de control. Por el bien de todos los miembros de la Mansión, y para preservar la paz en nuestra casa, debo pedirte que te deshagas de tan absurdos comportamientos y olviden toda esta ridiculez.
-¡Tu trabajo no es "preservar la paz" en la Mansión! Ese es trabajo de Master Hand y Crazy Hand, así que no me vengas tú con ridiculeces.
-¿Qué te has cre-
-Y para que te quede claro, no son comportamientos absurdos, ni mucho menos es una ridiculez. Así que si me vuelves a molestar con esto, te juro que te pateo el trasero.
-Quisiera que lo demuestres…- Le dijo Marth con una mirada retadora a Samus. -…Entonces… ¿aceptas?
-… ¿Qué gano yo?
-Tú misma lo dijiste. Si me pateas el trasero, te doy mi palabra que nunca más hablaré mal de ti ni de tus amigas. Sin embargo, si yo te pateo el trasero, tienes que prometer no volverte a involucrar en ninguna situación… lésbica- Dijo Marth poniendo una cara rara cuando mencionó la última palabra.
Samus pensó en la oferta, ¿realmente le convenía aceptar el duelo? ¿Había seguridad de que pudiera ganar?
-Acepto.
Marth sonrió al mismo tiempo que estiraba su brazo, dispuesto a estrecharle la mano a la cazadora. Samus miró su mano con asco, y rápidamente le dio una palmada en la mano, no queriendo hacer más contacto de lo debido.
-Nos vemos mañana, Aran.
Samus observaba como el peli-azul se dio media vuelta y se alejó tranquilamente de su habitación. La cazadora suspiró, y cerró la puerta. Ella misma se dio media vuelta, y cuando lo hizo, recibió un almohadazo directo en la cara.
-¡Hey! ¿Qué fue eso?
-Eres una idiota…- Le dijo Zelda.
-En serio, ¿Por qué aceptaste algo tan estúpido como un duelo?- Dijo Peach
-Sí Sam, en verdad. Hay mejores maneras de evitar que hablen mal de nosotras, ¿sabes?
-No es eso. Yo simplemente quiero demostrarle que lo nuestro no es una ridiculez...
-Sammy, después de todo lo que has hecho por nosotras, no tienes que demostrarle nada a nadie más…
Samus miró hacia fuera de la ventana, casi sin hacerle caso a lo que decía la princesa.
-A veces no es suficiente…
Había llegado el momento del duelo, Samus y Marth ya estaban en sus respectivas posiciones. Ambos escucharon la cuenta regresiva, impacientes por que empiece la pelea, una pelea que tenía mucho en juego.
Ya estaban todos los espectadores en sus respectivos asientos, incluyendo a Peach y a Zelda quienes estaban en primera fila. La noticia del duelo entre Samus y Marth se propagó de inmediato, llegando hasta a las orejas de R.O.B. (si es que tiene orejas)
A penas inició el combate, ambos se lanzaron contra el otro. Marth ya había desenfundado su estoque, y Samus ya tenía en la mano su látigo, los dos dispuestos a dar el primer ataque. El látigo de Samus, que era más largo, obligó a Marth a esquivar primero; sin embargo, usó esto a su favor y se acercó por una abertura que encontró en la defensa de Samus. La cazadora a penas y vio como la punta del arma de Marth se dirigía rápidamente contra su pecho, pero por suerte logró moverse hacia un lado.
-¿Muy rápido para ti?- Provocó el peli-azul.
-Si claro…
Samus comenzó a dar rápidos ataques con su látigo, atacando verticalmente, horizontalmente y hasta diagonalmente. A Marth solo le quedaba esquivar, aprovechando aquellas oportunidades que tenía para acercarse y lanzar un golpe que Samus esquivaría. La pelea estaba muy pareja, ambos podían predecir a la perfección el siguiente movimiento de su oponente.
A la cazadora se le ocurrió un plan: Marth era un guerrero, por lo tanto tendría muchas dificultades contra un arma de largo alcance como su pistola. Habiendo pensado en esto, Samus sacó su pistola, apuntando rápidamente a Marth y disparándole varias veces.
Marth, que estaba corriendo para cercarse a Samus, de pronto vio como se le acercaban un montón de disparos, haciéndolo retroceder y parando su carrera para esquivarlos.
-Esto es como esquivar flechas…- Pensó el espadachín, quien hábilmente esquivaba todos los ataques de la rubia.
Sin embargo, Marth vio un disparo que no lograría esquivar. Estaba en pleno salto, y la puntería de la caza recompensas era tan buena que sin duda le alcanzaría. Con un rápido movimiento, casi sin pensarlo, Marth desvió el disparo con su espada. La multitud enloqueció.
-Genial, había partido flechas en movimiento, pero nunca había desviado balas de plasma
Marth sonrió, la adrenalina estaba de su lado. Samus sin poder creérselo, le siguió disparando con todo lo que tenía. El espadachín, ya sin miedo, corrió directo hacia Samus mientras desviaba todos los disparos con su espada.
-¡Toma esto!- Dijo Marth al momento en que saltó, y con el impulso, devolvió fuertemente una bala de Samus, que le cayó justo en la pistola haciendo que se le caiga.
-¡Diablos!- Exclamó Samus. Vio por un segundo su arma en el piso, pero justo cuando regresó su mirada hacia Marth, vio como éste se le lanzaba velozmente con la punta de sus sable dirigido hacia ella.
En un rápido movimiento, Samus giró para esquivar el ataque, mientras al mismo tiempo sacó nuevamente su látigo, el cual chocó contra el sable de Marth. Ambos peleadores estaban resistiendo con todas sus fuerzas, Marth hacía fuerza en su espada, mientras que Samus resistía con su látigo. Tan rápido como se juntaron, se separaron con un salto en direcciones opuestas.
Fue un ataque de Samus el que casi la lleva a su ruina. El látigo de la rubia fue hábilmente atrapado por Marth, quien lo enrolló en su propio brazo, aguantando el dolor, para inutilizar el arma de su adversaria.
A Samus no le quedaba de otra más que jalar para tratar de zafar su látigo del agarre del peli-azul, pero no lo logró. Marth aprovechó el tirón que hacía la rubia para impulsarse a sí mismo, mientras que su mano libre le apuntaba el estoque, dispuesto a dar el golpe final. Samus vio cómo Marth se le acercaba, quitándole toda oportunidad de escapar, y de paso, de ganar. Sólo le quedó una salida, de alguna manera, hizo una maniobra complicada; se dio un giro y esquivó a Marth, dando a continuación otro giro, mientras que Marth por supuesto hacía lo que sea para darle el golpe con el arma.
Al final quedaron en una posición interesante, Samus estaba dándole la espalda a Marth con ambos brazos estirados, mientras que este estaba con un brazo encima del otro. Ambos estaban atorados, y se impedían mover el uno al otro, el látigo de la cazadora los amarraba a ambos, dejándolos en una situación en la que el que se escape antes, podría dar un golpe directo a su enemigo.
-Ríndete Marth…- Dijo Samus, mostrando cada señal de cansancio en su voz.
-Jamás Aran, ya estoy muy cerca de la victoria como para rendirme ahora…- Respondió Marth, mostrando la misma dificultad en cada una de sus palabras.
-Tú lo pediste…
Samus se dio una vuelta más, tensando todavía más el látigo. El movimiento brusco de Samus hizo que el arma se colocara de tal posición que al próximo jalón de Samus, el sable de Marth salió volando lejos de él. La mirada de Marth pasó de su arma a Samus, sólo para que lo recibiera una pistola apuntándole en la frente.
-Se acabó Marth.- Samus procedió a darse un rápido giro de 360° y le dio una fuerte patada giratoria en el rostro a Marth. No se necesitó más para que el espadachín acabara tendido en el suelo.
El público gritó de la emoción. Si bien no todos apoyaban a Samus (de hecho, casi ninguno lo hacía), la pelea fue de lo mejor, y eso sí se merecía su aplauso.
-Qué interesante…
Alguien había estado viendo el duelo desde las sombras, pasando inadvertido por todos los presentes. Sólo era cuestión de tiempo para que Master Hand o Crazy Hand detectaran su presencia, y eso no le convenía todavía pues su poder no estaba completo. Es por esto que tendría que actuar rápido.
-Venganza…
En ese momento vio como la rubia se daba un giro para desarmar al peli-azul con una especie de látigo eléctrico. Lo siguiente fue muy rápido, un solo golpe decisivo dejó inconsciente al sujeto.
-No… más… energía… oscura…
Peach y Zelda estaban por bajar apresuradamente con Samus, quien se había ganado todos los besos que quisiera de las princesas. Sin embargo, se escuchó a la gente asombrada, algo había llamado su atención en el campo de duelo.
Samus oyó un ruido, y cuando volteó hacia donde estaba Marth, ya no estaba. Sintió una sombra por arriba suyo, vio como el espadachín de un gran salto, se dirigió a su sable, agarrándolo rápidamente.
-¿De dónde sacó energía para hacer eso?
De repente hicieron su aparición Master Hand y Crazy Hand, haciendo aparecer niebla negra en todos lados.
-¡Encuéntralo Crazy Hand! ¡No podemos dejar que escape!
-¡Eso es fácil decirlo Master, pero oculta su presencia muy bien! ¡Este no es cualquier intruso!
Mientras ambas manos gigantes daban vueltas buscando al misterioso individuo, una voz atrajo la atención de Samus.
-¡Tu pelea es conmigo, no dejaré que nada te distraiga!- Le gritó Marth.
La cazadora vio como un aura negra encerraba el brazo desarmado de Marth, al igual que sus ojos que emitían un humo del mismo color.
-¿Qué es esto? ¡Siento un poder gigante! Y ¡Me encanta!- Dijo Marth para nadie en particular mientras soltaba unas carcajadas.
-Si crees que eso basta para derrotarme, estás equivocado Marth. Pero si quieres tan desesperadamente una revancha, te la daré- Retó Samus.
De pronto, Marth lanzó un fuerte grito de dolor mientras el aura negra de su brazo creaba algo. Vio como ese algo tomaba forma lentamente, hasta convertirse en un sable. Una espada fue un reto, ahora Samus se enfrentaría a dos.
-Jajaja, ¡es hora de la revancha!
REVIEWS
Andres12T: Que bueno que te sorprendió, si no viste esa parte mejor :P. No te preocupes por dejar un review larguísimo contandome a detalle todas las emociones que pasaron por tu cabeza cuando leiste mi fic: en realidad con que me digan que les gustó estoy contenta; o en su defecto, si no les gustó, me gustaría que me dijeran qué cosa para poder mejorar. Pues la verdad es que había planeado más juegos, pero por cuestión de sacarlo para Navidad tuve que reducirlo; además que tenía que ser una cantidad de juegos impar para que el desempate fuera en realidad empate como ya viste en el Omake; por lo tanto hubieran tenido que ser 5 juegos mínimo. Había pensado que podría hacerlas tejer cosas de Navidad o hacer galletas, pero mi cabezita no dio para tanto :( Y bueno, espero que te haya gustado también este capítulo.
Mr. NBA: De nada :3 No se por qué pero me da curiosidad saber que es Beating the Heat... Y bueno, lo sé, pero es necesario que Samus se sacrifique por la diversión de todos :D Me alegra que te haya parecido gracioso, esa era la idea desde el inicio y... la verdad yo también espero la follación (?) Estoy buscando el momento perfecto para el tan ansiado lemon, aunque como pudiste ver en este cap, ya se está acercando... hasta la próxima!
Leozx95: Me alegro que mi Omake haya causado tal reacción :3 Me esperaba que les gustara, pero que casi mueras de un "paro" es todo un logro para mi :D (por cierto, casi me muero con lo del "paro" jajaja) En verdad a mi también me gustó mucho escribir estos retos, y aunque me hubieran gustado escribir más, creo que hice los necesarios apra un buen Omake, no? Imagínate, aún intento descubrir como se me ocurrió el "traje" de Samus, ¡pero no me arrepiento de nada!
Zero-sama: ¡Qué emoción! Siempre quise ir a la zona VIP del cielo de Zero-sama. Me alegra que mi humilde Omake haya tenido tu dorada aprobación, Zero-sama. Espero verlos a ti y a tu sirviente Leozx95 en el próximo capítulo.
Guest: Bueno, de hecho ya lo he estado pensando, y creo que le dedicaré -si no un capítulo- la mayor parte de uno. Por cierto, todos mis lectores son libres de dejarme sus opiniones, yo tomaré en cuenta cada una de ellas, en este caso me voy por el capítulo porque sería más cómodo para los seguidores de esta historia encontrarlo, además de que no creo que sea tan largo como para que necesite hacerle un one-shot. PD: que bueno que te gustara el omake, y la verdad mi parte favorita también fue la del cosplay :3
FanRubius: jajaja loquillas XD A mi también me gusta mucho Samus, y a la vez la envidio (por qué tiene que tener un cuerpo tan perfecto? ok no :() Que bueno que te gustara mi fic, saber que te lo leiste en un día es como... como cuando yo encuentro un fic tan bueno que me quedo todo el dia encerrada en mi habitación leyéndolo :3 (aunque tampoco es tan largo que digamos jeje) Que bueno que aprendieras algo, de hecho yo también aprendí algo de tu fic, que por cierto está muy bueno (si dices ser amateur, como será cuando tengas más experiencia...) Y bueno, espero que con esas mismas ganas con las que esperaste este cap, también lo leas. Nos vemos luego, en tu historia o en la mía, lo que se presente antes ;)
RECOMENDACIÓN
Y bueno, no lo puse en el capítulo anterior porque era solo un simple Omake, pero ahora que ya volvimos a la verdadera historia, retomaré esta sección.
Quería aclarar que al hacer estas recomendaciones no estoy haciendo propaganda a mis amigos, o ganando algún tipo de dinero por esto, o algo por el estilo. Estas sugerencias las hago porque realmente me gustaron tanto estos fics, historias, mangas, etc que no puedo evitar compartirlos con ustedes (como cuando te pasa algo fantástico y no puedes evitar contárselo a tu mejor amig ) Lo más probable es que ninguno de estos autores que recomiendo sepan de mi existencia :3 :( T.T
Título: To Claim Her
Autor: XxCatXKittyxX
Tipo: Wattpad
Idioma: Inglés
Sinopsis: When humans found out about all of the Other on Earth, they decided to cage them, lock them tight with laws upon laws. One such law being to go to Paranormal High Schools situated all over the globe. Then onto an Academy, segregated within so that each species never saw each other.
Lyra and Sera go to the same Academy and live in the same Sector, but they're nowhere near the same species.
Lyra is a Hybrid, she can be a full tiger or a lycanthrope. Sera's a plain lycanthrope werewolf with no special abilities and therefore nowhere near Lyra's "level." Lyra however gets bored often and decides that the innocently seductive pup might just make a nice pet. She's rarely wrong.
Lo recomiendo por: Una historia interesante y atrapante. Los personajes tienen una personalidad única que aporta de todo a la historia. En especial la personalidad seductriz de Lyra, es interesante ver como van acabando a parar juntas; y como funcionan las relaciones en este universo creado de To Claim Her.
Y ya! Ya cumplí, ya publiqué el nuevo capítulo! Ahora sí, a seguir con mi descanso hasta la siguiente publicación de Mis dos princesas.
Entonces, que empiecen todos bien este nuevo año 2015, y que esté lleno de éxitos para todos!
Entonces... hasta la próxima. Esperen con ansias los siguientes capítulos, porque se vienen partes muy tensas para nuestras protagonistas -.-
Lean y comenten!
