Disclaimer 1: Fanfic sin ánimos de lucro. The Loud House es creación de Chris Savino, propiedad material de Nickelodeon Intl, y está bajo licencia de Viacom International Media y Jam Filled Entertainment.
Disclaimer 2: Los materiales referidos y/o parodiados son propiedad intelectual y material de sus respectivos creadores.
Salva la familia
V
La chica que acabó con todas las chicas
Royal Woods, Michigan
4 de febrero de 2042
2:15 pm
La sala de los Loud
-¿Registro de agresores sexuales? ¡¿Es que perdiste la cabeza, grandísimo pendejo!
Mientras Rochelle iba tan veloz como sus muletas le permiten hasta la que hace años fuera la habitación de sus abuelos y ahora es suya, la sandalia de Ronnie Anne resonaba tres veces en la entrada. Esta jamás había estado tan furiosa con nadie desde que Carlota le insinuó la posibilidad de que Lincoln fuera el donante de esperma para que ella y Alisa pudieran ser madres en cualquier oportunidad, con el pequeño detalle de que a ninguna de las dos les importaba que fuera por el método más añejo.
Lincoln, desde luego, resiente esos golpes, uno de los cuales dio justo donde había recibido el golpe que lo mandó a dormir. Si en su momento se compadeció de Artie antes de que abordara el auto familiar (una Suburban con adaptaciones para que Rochelle pudiera bajar sin problema), ahora se lamenta de la suerte de perros que está teniendo.
-¡Alguien me golpeó la cabeza, Ronna! -protestó Lincoln, adolorido- Piensa. Si te golpean con suficiente fuerza, te mandan a dormir sin reparos. ¡Desperté en prisión!
-La declaración del conserje dice otra cosa.
Leyendo, Lincoln notó que la declaración con la que en dos semanas deberá presentarse en la Corte es de un resentido con él, y encima varios detalles no cuadraban empezando con su motivo para presentarse. Para colmo, es un hecho que la lista a donde prácticamente está inducido es de las pocas a las que puede entrar pero nunca salir.
-Pfff, como si yo buscara ese tipo de problemas -minimizó Lincoln-. Una cosa es que me haya querido meter para ver la presentación de Rochelle y una muy diferente que quisiera aprovecharme de cualquier persona en un a escuela. ¡Son muy diferentes!
-Claro, lo que digas -ninguneó Ronnie Anne.
-¿Por lo menos puedes revisarme la cabeza? -pidió Lincoln.
-Claro, solo sácala de tu trasero cuando puedas.
Dejando a Lincoln, Ronnie Anne subió a la que ahora es su recámara, la otrora habitación de Lori y Leni, para estar sola un rato. No era para menos, porque una noticia así de grave, sea cierta o vil chisme, a menudo se toma como verdad a todas luces haya o no el debido proceso para esclarecer o confirmar la acusación. Cansada, se limita a abrazar un viejo oso de peluche que siempre guarda bajo la cama hasta caer dormida.
Abajo, las cosas no eran muy diferentes.
Rochelle se había preocupado de que sus padres empezaran a pelear por lo que decía en una hoja. Sin miedo a represalias, tal vez por inocencia, dejó su cuarto y se acercó al sofá de la sala, una pieza de tres plazas de color azul oscuro donde su padre yace acostado.
-¿Papi? -llamó Rochelle- ¿Estás bien?
"No, no estoy bien. Me acaban de inducir a una lista donde estoy calificado como un peligro para ti y tus amigos, posiblemente tu mamá me pida el divorcio, me quite tu custodia y termine soltero, desempleado y viviendo con tus abuelos o de la caridad de tus tías ", pensó en responderle, pero suena y es muy grosero para una niña de siete.
-Papá tuvo un día difícil, cariño -respondió Lincoln.
-¿Por qué?
-Creyeron que quería molestar a sus compañeros y tengo que ir a juicio.
-¿Cómo el de la tele del programa de la juez Dinkley?
-Algo así, pero sin cámaras y mucho más serio y legal.
Desilusionada, Rochelle dejó a su padre mientras que, de la recámara, salía música K-pop melancólica y se dejaba escuchar un sollozo incómodo.
Para no hacerla larga, y de paso ahorrar todo el lio legal en tribunales, solo se dirá que Lincoln salió absuelto luego de dos meses porque se demostró que el conserje actuó con prepotencia y ventaja. Eso dejó, no obstante, mal parado al matrimonio, pues en todo ese tiempo estuvieron separados por orden del juez y, nada más verse en casa juntos, le pusieron una película a Rochelle a todo volumen con todo y pizza, y es claro que no salieron de la recámara hasta la mañana siguiente, adolorido él y satisfecha ella. Con todo, y teniendo que soportar el juicio las miradas que les dedicaban, a Ronnie Anne le sorprendió que él se haya contenido. En parte porque se llevó un par de palizas que casi lo mandan a la morgue… cosas del trato de los reclusos hacia quienes se meten con mujeres y menores.
Dejando ya eso en el pasado, y ya con las cosas apenas como antes (quitando la suspicacia de los vecinos), una mañana Ronnie Anne salió a sacar la basura cuando vio un camión de mudanzas en donde, Lincoln recordó, era la casa de los Miller cuando reveló su plan para destruir los huertos de cerezas de Michigan y suplantarlos por duraznos de Georgia.
-Linc, hay un camión de mudanzas al lado -dijo Ronnie Anne, entrando a la recámara, pasada una
-Espero no estropearlo esta vez -sonrió irónico Lincoln-. Desde que se fueron los Miller y hasta que me fui a la UCLA ahuyenté a tres familias, a dos pares de gemelos, una pederasta y creo que hasta una fraternidad.
-¿Una pederasta? ¿En serio? -cuestionó dudosa Ronnie Anne
-Tenía fotos de mis hermanas a la semana -confirmó Lincoln-. Hasta Lynn derribó un drone que rompió mi ventana y tenía una memoria con fotos y video.
-Entonces se lo merecía.
-Entonces, ¿vamos a saludar a los vecinos o solo vamos a estar aquí en ropa interior? -preguntó Lincoln.
¿Por qué lo dices?
-Estás en pijama, saliste sin pantuflas y ni siquiera estás peinada.
-Lo mismo que tú.
-No. Yo sigo en calzoncillos porque iba a la ducha. No es lo mismo.
Dándose prisa ambos, a Lincoln se le con ocurrió una pequeña competencia. Tomaría una de las prendas de Ronnie Anne y las pondría tras él mientras se vestía, y ella bien podría tratar de hacer lo mismo. A tal efecto, tomó la blusa que usó el día anterior (a falta de una mejor opción) y procedió tal cual. Lo que no consideró fue que ella se puso una de sus camisetas y salió cerrando la puerta por fuera.
-¡Disfruta tu encierro, Patético! -gritó burlona Ronnie Anne.
-¡Ronna! ¡Más te vale abrir! -voceó Lincoln.
Debía pensar rápido. No quería echarlo a perder, por lo que tomó un pantalón y la remera de la pijama y se los puso antes de saltar por la ventana, evitando caer de último segundo al sujetarse de la canaleta.
-Oh, no… no, te separes -suplicó Lincoln en vano-, no lo hagas, ¡no lo…!
Sin más, la canaleta cedió y lo mandó al suelo, justo en la vereda.
-Mi lumbago… -maldijo Lincoln, preocupado de no haberse roto un hueso.
-Vaya, vaya -saludó una voz que no había escuchado hace años-, pero si no es otro que el famoso Mirón del Calzón.
-¿En serio vas a empezar con apodos? -respondió Lincoln, omitiendo saludar.
-No es mi culpa que el tarado del exmarido de Marcie te mandó a dormir y que yo estuviera en el jurado.
Mirando a su interlocutora, nota que esta no era otra aino Jordan chica. La mujer frente a él vestía su eterno conjunto se pantalón de mezclilla ajustado, flats y remera amarilla de tirantes, con el cabello suelto y con los laterales en rape a cero. Junto a esta, veía a un perro muy parecido al dolor de cabeza durante su breve relación en la preparatoria, solo que a diferencia de Ajax este no tenía una bandana alrededor de su cuello, sino un moñito coqueto en el copete que se le formó entre la orejas. Este se le acercó y, como si nada, le soltó un lametón.
-Cassandra, déjalo -ordenó Jordan.
-¿Cassandra?
-Cosa de mi madre -aclaró Jordan-. Le encanta La Iliada y le puso así a la nieta de mi Ajax.
-Santo Dios, ¡se reprodujo! -maldijo Lincoln, recordando el bonito trato que el abuelo de Cassandra le dispensó desde que él y su duela eran niños mientras la mirada al cenit.
-Como sea… solo iba a saludar a los nuevos vecinos -resolló Lincoln sin poder levantarse a causa de la perra, misma que se sentó sobre su pecho.
-Pues alguien ya te ganó, Loud -señaló Jordan.
Con trabajo, esta ayudó al peliblanco a levantarse, encontrando que la nueva pareja a la que Ronnie Anne daba la bienvenida al vecindario no era otra sino el responsable de su mayor alivio y una de sus peores pesadillas en la secundaria y preparatoria.
-Ay, no. ¡No! -maldijo Lincoln- ¡No, Dios! ¡No!
-Oye, ¡con calma, Lincoln! -tranquiliza Jordan-. ¿Te recuerdo quien te salvó de una relación tan tóxica?
No hacía mucha falta ver que Lincoln se quedó anonadado de ver que Zach no pudo elegir peor partido para casarse. Dos años y medio de la preparatoria y prácticamente fue el juguete personal de Taylor, aquella bravucona que hizo de las suyas un tiempo en el autobús. No habiendo sido suficiente con que su amigo le diera un tiempo, ella tomó su primera vez con total descaro y buscaba cualquier oportunidad para hacerlo, lo que lo orilló a zafarse a cualquier costo. Y ahí fue donde entró Jordan, ya que al "maestro del convencimiento" no le gustaba la idea de ser el eterno pasivo.
Siendo ella razonablemente aventurera sin llegar a ser tomada como una zorra entre sus amigas (ya que el cargo de facto lo tenía Mollie hasta el undécimo grado) y actuando como si de una hermana mayor fuera, tuvo que tragarse que Stella le colgó el trabajo de sacar a su amigo de dicho predicamento. ¿El medio? Ni a su segunda mejor amiga le gustó aplicarlo, pero empezó a pegarse como si de una goma de mascar calentada en la acera se tratara. El momento cumbre llegó en el cumpleaños dieciocho de Lincoln, donde lo sacó junto a Stella a la cámara fría de La Mesa de Lynn, donde la filipina los dejó a sus anchas y, donde la persuasión falló, la infidelidad logró hacerlo, aunque eso significó que a ambos les tocara una golpiza para recordar que les duró por lo menos hasta poco antes de la boda de Lori y Bobby. Después de eso y un breve amorío de ambos con ella que no funcionó bien que se diga, los dos habían acordado quedar como amigos y mantenerse en contacto, dando paso a Mollie en el historial del chico. En cuanto a Stella, cada quien fue por su cuenta, aunque a ella no terminó de convencer la idea de que el peliblanco salga con otras mujeres pese a la confianza que él le tiene.
Con toda la discreción que le era posible, despidió a Jordan, limpió el *pastelito" que su perra le dejó en el patio y estuvo a nada de alcanzar la puerta.
-¡Eres un grosero, Lincoln! -llamó Ronnie Anne desde la puerta del 1214.
Minutos después, justo antes de salir por Rochelle, la discusión no se hizo esperar.
-¡No! No… ¡definitivamente no! -resoplaba Lincoln empacando algunas cosas- No puedo estar cerca de esa loca ni muerto.
-¿Y con qué motivo lo dices? -cuestionó Ronnie Anne.
-¿Cómo que con qué motivo, mujer? A los chicos y a mi nos hizo la vida imposible como si tener a Chandler y a esos mastodontes de Hazeltucky no fuera suficiente en la vida -respondió Lincoln-. ¡Me hizo su mascota! Y no querrás que te diga todo lo que hicimos en mi cuarto, en su remolque, en el cine, el asiento trasero de su auto…
-¡Si, si, ya te entiendo Chihuahua! -bufó Ronnie Anne- Rosato me lo contó hace tiempo.
-¿Entonces por qué le quieres dar una oportunidad?
-Cualquier chica que se acerque a tus amigos seguro que se puede reformar -aseguró la latina-. Mira, si te sientes cómodo con la idea, le diré a papá Loud que la estaré vigilando y tú te quedas en el estacionamiento. ¿Ok?
-¿Y a ti quién te vigila por si te pasa algo?
-Las cámaras que instaló Lisa -dijo Ronnie Anne-. Me aseguraré de no llamar a mis empleados estrella.
-Creí que era tu empleado estrella -silbó Lincoln.
-Me refiero a estos -dijo Ronnie Anne alzando los puños-. Este es Chinga -dijo, alzando el brazo derecho-, y este es Tu Madre -repitió con el izquierdo, besando sus puños.
-Que idea tan calmante -suspiró Lincoln, cerrando ya una mochila con algunas de sus cosas-. ¿Y cuándo decidiste que ella trabajara con nosotros, precisamente cuando ya tendremos demasiado de ella viendo cómo es que se cambia la ropa? -añadió, yendo a una de las ventanas del cuarto de Rochelle, que da a la altura de la recámara de la casa de al lado para señalar cómo es que la recién llegada hacía dicho cambio de ropa, cerrando la cortina cuando Taylor se sacaba el sostén deportivo.
-A la menor insinuación le daré las gracias, ¿te parece?
-No estoy conforme, pero si me tiene calmado…
La tarde transcurrió con normalidad. Rochelle se quedó con su padre afuera mientras que Ronnie Anne se preparaba a darle un curso algo intensivo.
-Procura que los cortes queden rectos y perpendiculares cuando picas -instruye esta a una atribulada Taylor, quien jamás había estado en una cocina-. Sujeta con el meñique y el pulgar abajo, arriba con los otros tres. Y hazlos atrás cuando llegues a ellos. No hay problema si te cortas, el botiquín está junto a la ventanilla. ¿Alguna pregunta?
-Si. ¿Qué era eso de julianas y fileteada?
-Julianas, rebanada hacia el centro. Fileteada, la mitad por un lado -respondió Ronnie Anne mientras sonaba la campanilla-, ¡vamos, que no tenemos todo el día!
-¡Trabajan dos órdenes de alitas Buffa-Lola, una de filet Wel-Lincoln y dos hummus con papas Rita! -llamó Kotaro desde la ventanilla colgando una orden- Y el gabinete 3 ya pidió la cuenta.
-Ahora vuelvo -dijo Ronnie Anne-, necesito que peles y cortes en bastones esas papas en dos minutos -señaló una bolsa con un kilo de papas algo terrosas y grandes.
Creyendo que con eso su competencia ya estaba fuera de la jugada, vio que Lincoln entraba rápido al baño antes de atender sus asuntos. Taylor, por su parte, pensó que sería un buen momento para aprender todo lo que pueda de una sola vez armando los pedidos. Si algo podría hacer ver al peliblanco lo que abandonó por irse de golfo con la mujerzuela de su clase, eso sería verla sacar cualquier comanda adelante.
De verdad que la vida amorosa de Lincoln le tiene sin cuidado. Tanto así como para mantenerlo tranquilo, si, aunque este no lo vea de la misma manera. Empero, pensando bien, hay dos tipos de mujeres que le tiene prohibido ver. Prostitutas, por todo el asunto de las enfermedades venéreas, y amigas en común. De estas, el asunto está más que claro, pues años y años de aguantar con Carlota telenovelas que no eran de su interés como los refritos de María Mercedes y Cuna de Lobos o el bodrio que hicieron de la temporada final de Knock Out al Destino con un giro tan anticuado que ni la peor película de Joanne Shivers igualar le dieron a entender que a menudo es la mejor amiga la que peor sale en un triángulo amoroso. Peor mientras más cercana es, por lo que ya solo mantiene un contacto muy esporádico con Nikki y las hermanas Chang.
En cuanto volvió a la cocina, esta parecía un infierno. Entre una suerte de albondigón donde debía haber un solomillo listo para ser sellado y cubierto por masa hojaldre, la freidora con su ardiente contenido desparramado por el suelo y las papas casi a salvo antes de ir directo a una prensa que Taylor rompió pensando que haría las papas más rápido si las cortaba y directo al aceite hirviente, no supo qué era peor. Y si apelara a la lógica de los dibujos animados, su rostro enrojecería con violencia y estallaría a tal grado de proyectarse un haz de luz tan intenso que podría verse desde las galaxias más cercanas.
-Te dije que era mala idea tenerla cerca -dijo Lincoln a la hora del cierre mientras carga en brazos a Rochelle.
-Si, gracias por remarcarlo -recriminó Ronnie Anne, subiendo al auto.
-¿Qué te hizo pensar que podría interesarme en ella de nuevo?
-¿Estás loco o fumaste algo que se te subió a la cabeza? -cuestionó Ronnie Anne.
-No, no fumé nada. Solo quiero saber
-Si tanto quieres saberlo, bien -contestó la mujer, primero rabiosa y luego con nervios por lo que pudiera decir sin medir consecuencias-. Cuando hablé con ella, me dieron celos de que podría alejarme de tu lado y tener a dos… perdedores a sus pies. Por eso quería tenerla vigilada.
-¿O sea que pensaste que era rival para ti? -preguntó Lincoln, recibiendo un mudo asentimiento por respuesta- Ronna, si te sirve saberlo ella jamás me atrajo. Que las mujeres latinas fuertes sean mi tipo no quiere decir que ella me atraiga, menos con su carácter. Simplemente no es rival para ti.
-Uh… ¿gracias? -dijo dudosa Ronnie Anne.
-Aunque admito que tiene algo que no.
-¿Qué?
-Es mayor que nosotros dos -respondió Lincoln, añadiendo-. Que no sepa cocinar y encima prefiera estar esculpiendo esos feos abdominales le quita el poco atractivo que pudiera tener si es que lo tuvo alguna vez.
Aunque cansada de todo el asunto, Ronnie Anne hizo cuentas. Taylor les lleva tres años, Lincoln cumple el mes que viene y ella misma hacía lo propio en Julio.
Sin pensarlo dos veces, Lincoln llevó sus labios primero a los de ella, robándole un beso rápido, y luego a su abdomen, descubriendo su vientre y haciendo una sonora pedorreta.
-¡Eres un infantil! -dijo riendo Ronnie Anne.
-Pero tu infantil con derecho de exclusividad y patente recién admitida.
Empezando a bromear en el camino a casa, la pareja decidió que estaban a nada de tomarse unas vacaciones.
~o~
2 de agosto de 2023
Ronniecoln Week
Día 5
Rivalidad
Ok, pensaba en algo como su Bromaniversario, pero la idea degeneró con base en lo dejado ayer. Y pensé, ¿por qué no dejar claros algunos hechos para derivar en posibilidades interesantes?
Yendo al vamos, Mollie valió y no lo superó. Jordan, lo superó y hasta recuerdito póstumo de Ajax. ¿Taylor? Creo que me pasé un poco de lanza.
Dicho en cristiano, ¿por qué hacerlos pelear entre ellos cuando lo externo es igual o más amenazante?
Ok, aquí ya se me acabaron los capítulos en reserva. Ojalá llegue a completar los siguientes dos días. Si no, ya se y me la saben.
Nota al margen. Jugué un poco con el título de la presente cita como lo haré pasado mañana si llego. En este caso con la denominación que recibió la Primera Guerra Mundial, además de la Gran Guerra. ¿Cómo la llamaban hace un siglo? La Guerra que Acabará con Todas las Guerras. Iba a ocupar Perra, pero ya saben... lenguaje. lol
Mañana, como los niños en estos momentos. Así que toca relajarse y descan...
Sigan sintonizados
Sam the Stormbringer
