¡AQUÍ YO!, ¿ALLÁ QUIÉN?

TODOS LOS DERECHOS DE LOS PERSONAJES Y POKÉMON SON A SU RESPECTIVO DE CREADOR…

.

.

.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —

¿Sabes cómo se le llama a un episodio repentino de miedo intenso?

Pueden ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y sin previo aviso.

Cuando nuestro cerebro detecta una amenaza real o imaginaria, nuestro sistema de alarma se activa automáticamente. Esto significa que partes de nuestro sistema nervioso se activan, desencadenando varias funciones fisiológicas que nuestro cuerpo usa para prepararse para el peligro.

Ash hiperventilaba, su cuerpo libera demasiada adrenalina y noradrenalina, aumenta la frecuencia y la fuerza de los latidos de su corazón. Sus manos temblaban como gelatina, tenía ese cosquilleo en las manos y sus pupilas se delataban a mas no poder.

Satoshi, se orinaba de miedo.

Satoshi, se cagaba de miedo.

Satoshi… tenia…

— MAMÁ! —

Pánico, un ataque de pánico.

.

— Oye ¡Espera! —

— ¡Ni loco! —

Ash corría por toda la sala siendo perseguido por una persona. Se escuchaba varios objetos quebrarse o tirarse.

— Oye ¡Estas rompiendo mis cosas! —

Las ventanas de la mansión que estaban cerradas. Fueron abiertas por un repentino viento. Dando más pánico a nuestro protagonista.

— ¡Déjame salir! — Ash intentaba abrir la puerta de la mansión sin éxito. No se movía para nada.

— Oye, guarda silencio. — La persona recoge una cosa y lo coloca a un lado. Para después acercarse a nuestro prota.

De pronto, se escucha un trueno por toda la sala, fue más impactante el sonido por ventanas abiertas.

— ¡Sé pelear! — Ash corre nuevamente a un lado esquivando a la persona. — Así que déjame salir y no te haré nada. — Podría durar así toda la noche. Correr de un lado a otro.

— Oye, ¿Quién te crees? — La voz entonaba un enfado. Aquella persona lanza algo en el piso donde está cerca del entrenador.

Ash se tropieza por el objeto que tiro. Él cae de cara y también lastimándose levemente el tobillo.

Queriéndose levantar para huir de nuevo. Pero, ya es demasiado tarde. Ve que la persona se había acercado, él mira los pies de la persona, levanta su vista poco a poco, ve las piernas, caderas, el cuerpo, los brazos y por último la cabeza.

— ¿Estoy muerto? —

Un relámpago pasa por la mansión, toda la sala queda vista por el resplandor eléctrico. Ash mira a la silueta como se revelaba macabramente. Es una mujer con unos antejos. Su cara no muestra ninguna simpatía.

— Lo estas… oye. —

.

_ El siguiente paso. _

.

/8/

— … —

— Oye, sigue caminando. —

Una mujer alta y delgada, su cara es ovalada, de piel pálida, unos ojos azulados, la nariz de puente bajo, unos labios finos, el pelo es de color azul rizado. Y su vestimenta de una camisa celeste, falda corta de color gris, unos anteojos de color rojo. Pero, lo más importante es que ella… lleva pantimedias… grises.

— … Seguro. —

Ash camina con las manos atadas hacia atrás.

— Puedes aflojar un poco. Me duele. —

Pues la mujer lo lleva con una correa estando detrás de él.

— Es lo de menos. — Dice ella con un desinterés. — Ahorita te estaría comiendo vivo, oye. —

Ella lo llevaba a una parte de la mansión, entran de un cuarto a otro.

— Lo siento tanto. — Ash se disculpa aun caminando.

No dice nada la mujer. Caminan puerta tras puerta. En medio del camino, ella habla. — Oye ¿Cómo entraste? —

— Por la puerta. Es que… — Ash es jalado por la señorita de cabello azul. — En serio, duele. —

— Oye, te estoy preguntando bien. ¿Por qué entraste? — Vuelve a cuestionar la mujer.

— A eso iba, entré por la puerta ya que se abrió cuando llegamos. — Le responde seguidamente.

— No es posible, la puerta debe estar cerrada a estas horas. ¿Cómo lo abriste, oye? — Le jala las manos atadas por la cuerda.

— ¿No es automática la puerta? —

— No. Aunque sea una mansión, no significa que tendremos todo de alta tecnología. — Se da cuenta que dijo de más. — Digo, no tenemos puerta automatizada. —

— "¿Tenemos? ¿Hay más personas?" — El entrenador se puso más nervioso al pensar eso. Pero, que le daba más miedo es que él juraba que cuando llegaron a la puerta se abrió delante de ellos… llegaron.— Cierto, mi amigo ¿Dónde está? — Apenas se acuerda de su Pokémon.

— ¿Tu amigo? ¿Quién? Nada más tú venias solo, no me quieras mentir, oye. — Le jala la cuerda para detenerse un momento.

— No, en serio. Venía con un Pikachu, es mi Pokémon. ¿No le hiciste nada… cierto? — Ash respiraba intensamente.

— ¿Hacerle qué? ¿Estás loco? Yo no le haría nada extraño a un Pokémon. — Le pide nuevamente que avance después de decir eso. — Oye, espera… ¿dijiste Pikachu? — Lo encara rápidamente. El asiente a su pregunta. — Ay no. — Ella empieza a correr, pasando de él. Abre la puerta y entra.

— ¡No me dejes aquí! ¡Aguanta! — Corre detrás de ella. Aun con la cuerda atada. — "¿Por qué corrió así?" — Llegando a la puerta. Se había cerrado poco. — "¿Será qué?" — Ash imagina de todo que le estarán haciendo a su amigo… —

— (¡Ash! ¡Ayuda!) —

De una patada abre la puerta que tiene enfrente. — ¡De ninguna manera! — Con coraje se enfrenta aun con las manos ocupadas.

— Oye, ya te dije que me lo des. —

— ¡No! ¡Él quiere estar conmigo! ¿verdad, Pikachu?—

Cuando entro Ash a la habitación. Podía notar como su amigo estando en el aire era tocado por una garra blanca pequeña. Siendo controlado por una chica de cabello morado. Y la persona que lo ató está intentando alcanzar a la segunda chica, ya que se encontraba en un asiento que se elevaba al aire.

— ¡¿Qué está pasando aquí?!… — Grita muy preocupado el entrenador.

— ¿Ah? — La chica de cabello azul voltea a verlo.

— ¿Eh? — Igualmente la de cabello morado.

— (¡Ash!) — Pikachu estaba llorando a mares. Se alegra bastante al ver esos ojos chocolate.

.

_ Minutos después_

Ambos se encuentran sentados en un laboratorio. Tubos de ensayos, máquinas de avanzada tecnología, pantallas holográficas, un dron volando por toda la habitación, todo en su mayoría está pintado de blanco, típico de un laboratorio. Era más grande que el de Kanto. Miraban enfrente la máquina que la chica de cabellos morados uso. Era una especie de máquina de peluches. La diferencia es que, la garra era pequeña, una burbuja que flotaba y una silla con controles que igualmente flotaba. Pero, por ahora están apagados y se encuentran en el piso.

— Jajaja, perdona amiguito. Es la primera vez que veo un Pikachu. — Comenta la chica que está experimentando a Pikachu. — Solo quería analizarlo. No me pude resistir, no enojaras, ¿verdad? —

Delante de él, esta una chica delgada y bajita que Ash. Carita redonda y amigable, ojos color miel, nariz pequeña, labios delgados, piel blanca, su corte de cabello es forma de hongo, de color morado. Su ropa es la misma que la otra mujer. La diferencia de ambas es que una si tiene la oportunidad de ser madre. ¿Ya se mencionó que tiene pantimedias… grises?

— Oye, no te disculpes. Entró en medio de la noche. — Le regaña a la chica. Su compañera voltea a mirarla. Ella está a su lado— Es un ladrón, de seguro. —

— ¿Verdad?... — Ahora encara al entrenador.

— Ustedes me quitaron a mi Pokémon. — Recalca a la chica. Él está abrazando al roedor.

— Ella, yo no. — Dice la peli azul.

— También ustedes me ataron. Y no se quitan las marcas. — Ash abraza más fuerte a Pikachu.

— Ella, yo no. — Dice la peli-morado.

— (Ash ¡Suéltame!) — Imploraba un respiro, por la presión que hacía Ash.

— Además, ¿Quién entra en medio de la noche así? — Lo decía por el recibimiento. Le quitaron a su Pokémon, no prendieron las luces y lo mantenían atado. Por suerte, ya no tenía las cuerdas.

— (¡Quiero! ) — El color amarillo que tiene Pikachu perdía color.

— Oye, tú ladrón, de verdad. — Ambas hablaban al mismo tiempo. Ash se enojó después de eso. Él iba a replicar hasta que…

— (¡Aire!) — Pikachu electrocuta Ash, seguidamente a las demás chicas.

— ¡Aaaaah!/¡Kyyyya!/¡Siiii! —

.

— ¿Podemos empezar de nuevo? — Ash sugiere a las dos personas. Ambas asienten. Los cabellos de todos están erizados. Y sus ropas levemente carbonizadas. Por ahora se limpiaban sus ropas. — Me llamo Satoshi, pero me pueden decir Ash. — Él se quitaba la gorra y se acomodaba el cabello.

— Mi nombre es Sophie. Señorita Sophie. — Dando por fin su nombre la mujer de cabello azul. — Por favor, dime siempre señorita antes de mi nombre. — Ella se arregla su cabello.

— No le hagas caso a mi compañera. Solo porque pronto va a tener sus 30. No significa que todavía le daban decir señorita. — Sophie la mira enojada. Pero, ni se inmuta. Quitándose polvo del cabello. — Y yo me llamo Cosette. Un gusto, Ash. A mi si me puedes decir señorita. — Sonreía simpáticamente.

— Oye, tú tampoco tienes 20 años. Apenas cumpliste 27. — Se sintió ofendida cuando le dijeron casi su edad. — Y por último, tengo 28 años para que sepas. — Le dice a Cosette, quien solo se lleva sus manos a la cabeza y le saca le lengua. — Descarada. — Viendo que su compañera no le importa nada.

— Bien, ambas les diré señoritas. ¿Podemos proseguir? — Sophie le dice a Cosette que dejaran para después la discusión. Ambas voltean a ver a Ash y ellas afirman que continuarán. — Gracias. — Suspira cansado.

— Bien, señor ladrón. ¿Por qué entraste en medio de la noche a la mansión? ¿Querías aprovecharte de unas chicas indefensas? — Cosette intenta avergonzar al entrenador.

— ¡Ya dije que no soy un ladrón! — Pikachu curioseaba por ahí.

— Entonces, si querías aprovecharte. —

Ash se ponía rojo del comentario de Sophie. — No, por favor. Ni sabía que había chicas. —

— No te creo, somos bien conocidas aquí. ¿Sabías que me ofrecieron pedidas de matrimonio más de 20 veces? Es asombroso, ¿verdad? — Cosette levantó su mano para contar sus dedos de las veces.

— Eh… este. — No sabía que responder. Veía a su Pokémon que no prestaba nada de atención. Revisaba la máquina que usaron contra él.

— Dejando las bromas aparte, Niño ¿Qué haces aquí? — Pregunta Sophie seriamente.

— Quería ir al laboratorio para hablar con el profesor de esta región. — Ambas analizan a Ash. Como no decían nada, él prosiguió a contar más. — Pedimos direcciones para venir hasta acá, no sabíamos que era una mansión. Y les digo de verdad, no entramos a la fuerza. La puerta se abrió sola. Pensamos que nos veían de afuera con una cámara o algo así. — Les señala a Pikachu quien se subía a un mueble. Ellas se limitaban a escuchar. — Así que entramos y ya saben lo demás. —

— Esto es raro, no que las puertas están cerradas, ¿Sophie? — La chica bajita le cuestiona a la mencionada.

— Lo están, no tengo dudas. Ya que las cerré antes. — Lleva una mano a su barbilla. — Y sabes que soy muy cuidadosa en ese aspecto. Aunque tiene un punto, ¿Después puedes revisar las cámaras del exterior? — Cosette asiente a lo que dice. — Bueno, niño. El laboratorio que deseabas ir. Esta aquí. Y lo estás viendo tú mismo. — Se lleva las manos a su regazo.

— Y somos las asistentes del profesor. — Agrega la peli-morado.

— La persona que buscas, se llama Sycamore. Es el Profesor Pokémon de Kalos. — Sophie da a conocer el nombre del profesor.

— Pero, no se encuentra por la mansión ni el laboratorio. — Le sigue la línea de su compañera. — Aunque es entendible, no son horas de labor. — Finaliza Cosette.

— Rayos, ¿ahora que hago? — Empieza a preguntarse Ash.

— Oye, no te preocupes, mañana hablamos con él. — Sophie le comenta tranquilamente. — Te vas a quedar aquí. — Le toma de las manos.

— ¿En serio? ¡Gracias! — El entrenador se encontenta de manera inmediata. La solución ya estaba hecha antes hacer el problema.

— Si, mañana le diremos que rompiste muchas cosas de la mansión. Hiciste un desastre así que por eso no te dejaremos ir. — Ella aprieta su mano. — Me pregunto qué te hará. — Sonríe malvadamente. — Y no te preocupes por las marcas. Desaparecerán el día de mañana. —

Todas las esperanzas de Ash. Fueron evaporizadas. Fueron quemadas. Fueron nada. Escuchar la de esa forma y como se refiere al profesor. Le da un miedo y pánico.

— Pero, si ella experimentó a mi Pokémon. — Se quita las manos que tenía con Sophie y señala a Cosette.

— ¿Yo? ¿Cuándo? — Claramente fingía que no paso nada. — Nunca vi a un Pokémon. ¿Tienes alguna prueba? — El no responde a sus preguntas. — ¿Eh? ¿No verdad? —

— Oye ¿Algo más? — Sophie se levanta de su asiento. Acercándose al entrenador.

— … — Pikachu terminaba de dar la vuelta por todo el laboratorio y regresa con su entrenador. — ¿Me darán una cama? —

Cosette y Sophie sonríen.

/9/

— Vaya día. —

— (Y este es el primer día.) —

Ash y Pikachu se encuentran en una habitación pequeña. Similar al de su cuarto. Hay una repisa llena de objetos extraños. Los dos están acostados en un colchón no tan cómoda ni tan dura, la cama hacia ruidos cuando intentaba moverse. Él podía ver una lampara en el techo que si se prende, solo iluminaba muy bajo y su color alumbrado es amarillo. Las ventanas y la puerta están cerradas con llave, por si intentaba escapar.

Y lo intento. Como cinco veces. Hasta que se cansó. Por ello, ya se había acostado con Pikachu a su lado.

— Esto ya es muy extraño. — Habla Ash y mirando al techo dice. — No fuimos al gimnasio de la hermana de Alexa, el gimnasio de la Capital está en mantenimiento, Alexa nos dejó recorrer solo por casi toda la ciudad. —

— (Perseguidos.) —

— Si, perseguidos. Tampoco está el Profesor Sycamore. Y ahora, estamos encerrados como prisioneros de unas chicas locas. ¿Sabes que quería decir la señorita Cosette con aprovecharse? —

— (Ni puse atención a lo que decían.) — Pikachu tenía su cabeza hacia arriba, sus ojos están cerrados.

— Quizás se referían ¿a quería espantarlas? — El entrenador se toca su barbilla. — Si eso debió ser. — Sonríe dando una respuesta a su incógnita.

— (Ellas me espantaron primero) — Pikachu tiembla un poco.

En las paredes se encuentran tres cuadros. Cada uno en diferente pared.

— Cierto, fue la señorita Cosette. ¿Como te atrapó? — Le toca sus orejas puntiagudas.

— (Cuando entraste, podía sentir una presencia cerca, te iba a decir, pero me calló la boca. Estaba por usar uno de mis rayos, y sabes lo curioso. Es que no podía.) — Pikachu le gusta la caricia, por lo que mueve mucho su cola. —

— Tal vez hubo algo que tenían por ahí, de retener los rayos o algo así. — No presto demasiada su entorno cuando estaba en la sala. Solo corría sin dirección. — ¿Y luego qué? —

El primer cuadro era de una chica de cabello rojizo abrazando a su Pokémon de tipo planta. La vestimenta de la chica era prácticamente de verde-limón claro, con una distinguida boina grande del mismo color en su cabeza. No era tan profesional el cuadro, hasta lo podría dibujar y pintar un niño de 12 años. Este cuadro se halla en enfrente de la cama.

— (Me llevó a ese laboratorio y quería analizarme… quiero creer. Sentía que podía volar.) — Recordando la burbuja de cristal.

— Me imagino, me espante mucho por como gritaste. — Le toca la oreja izquierda. Su amigo le dice que "calma, no pasa nada." Pasa a su oreja derecha. — No me di cuenta qué hora es… son 11:00… —

El segundo cuadro es de la Reloj del Sol. Más detallado, con mar, puesta de sol, de todo. Este se encuentra en detrás de la cama.

— Esas chicas están locas, ¿no? Repiten mucho "oye" y la otra "verdad". — Siente como su mano subía de altura. Era porque Pikachu afirmaba a lo que decía. — Te ves cansado. Mejor duerme. Mañana será otro día agitado…—

— (Gracias, Satoshi. También… descansa...) — Se echo a dormir. Ash lo acomoda en una almohada.

El tercer cuadro es de un Pokémon sonriendo con una flor en mano. Su fondo era de un bosque, no era muy profesional el dibujo, pero tampoco era de un niño. Es aceptable. Se halla entre la repisa y la puerta.

A su lado, tiene una mesita de noche de dos cajones. De color café. Con lampara pequeña en la base. Por curiosidad Ash abre la primera caja de arriba.

— ¿Un brazalete? — De color negro y podría introducirse un objeto redondo. Se lo coloca en su muñeca y le queda. — "Me queda fantástico. Podría ponerle un cuarzo… pero mejor, no." — Lo vuelve a guardar donde estaba. — "Definitivamente pensarán que soy un ladrón."

En esa misma caja, hay muchas notas de ecuaciones, palabras sin sentido y figuras extrañas. Sin darle tanta importancia, cierra el primer cajón. Para posteriormente abrir la otra.

— La belleza es la iluminación del alma. — Es un libro pequeño, de no más 20 páginas. — "Esa chica…"—

/ — Te doy un consejo… La belleza, cariño. Lo es todo. No lo olvides… Hasta nunca. — /

Ash recordó la conversación que tuvo en el museo en la tarde. Se sentía mal, hace parecer que todos se guían por el físico. En su mente ya más calmada, tenía pensamientos que podrían haberle ayudado en su encuentro.

— "Quizás…"— Abre el libro, pasando por la editorial, la introducción y el índice. Para así ponerse a leer el libro. — "Si te vea de nuevo…"— Nadie creería que Ash este leyendo un libro. Y si le preguntan a su mejor amigo, solo se reiría.

Ahora él, Satoshi Ketchum. Leyendo un libro casi en medio de la noche. Con el cielo nublado y sin relámpagos que lo esté molestando. Solo él, la luz y el libro…

— ¿Qué es la belleza? —

.

_ Horas más tarde. —

Un ruido se escucha por los pasillos, este se dirige a la puerta donde estaban encerrados los protagonistas.

— "¿Eh?" — Ash se despierta por como la manija de la puerta quitaba seguro. — "¿Ya amaneció? Me quede dormido a medio libro…" — Deja el libro que estaba leyendo y lo deja en donde estaba. Mira a la ventana y todavía está de noche, pero relampagueando. — "¿Qué hora es?... ¡Son las 4;00!"— Empezaría a reclamar del porque lo despiertan a esta hora.

La puerta empieza a abrirse. Pronto se prepararía una vez que pisaran la habitación.

— … —

Pero, nada. Se espero por un par de minutos y no hubo nada.

— Pikachu ¿escuchaste eso? — Se gira para observar cómo dormía profundamente. — Hey, despierta. — Lo empujo un poco y este se cayó de la almohada. Todavía ahí no se detenía, es más, hasta abrazo la misma almohada. — Ahora tú también… — Refiriéndose de como todos no estaban disponibles. Voltea a mirar la puerta media abierta.— ¿Por qué… yo? — Levantándose de la cama. — Ya de por sí, da miedo este cuarto. — Camina un poco para cerrar la puerta. Eso intentaría si tuviera un poco de razonamiento de no curiosear lugares extraños.

Abre más la puerta, saca su brazo para ver si hay algo en enfrente ya que estaba oscuro. No siente nada por lo previsto. Regresa por su Pokedex que esta por la mesita de noche. Activa la linterna para intentar mirar a ambos lados del pasillo. Uno que conectaba a la sala y otra para quien sabe dónde.

— ¿Hola? — Habla en dirección a la sala. No recibe ninguna respuesta. — ¿Señorita Sophie? — Tampoco obtiene. — ¿Señorita Cosette? — Solo recibía silencio como respuesta. — Rayos, no me quieran espantar, por favor. Ya tuvimos una noche agitada. — Prueba razonar con coraje. Pensando que es una broma y le quieran asustar, principalmente a él.

Ash sentía escalofríos, nuevamente sus manos temblaban y su voz quería quebrarse. Pues, nada le seguía la corriente. Todo estaba callado a excepción de los relámpagos que se veían por la ventana y los sonidos eran leves que no se podían escuchar en todo su esplendor.

No queriendo salir de la habitación, cierra la puerta y se va a acostar. — "No pasa nada… — Queriendo ignorar todo alrededor. Cerrando sus ojos para descansar hasta que escucha de nuevo que la puerta se vuelve abrir. — "Esto debe ser una broma." — Con su Pokedex en la mano, usándolo como linterna, alumbra el pasillo del lado de la sala. — Señoritas, por favor. No otra vez. — Solo el silencio es su compañero. — Esto es una pérdida de tiempo. — Ya perdiendo la paciencia decide dormirse un poco más. — "¿Qué es esto?" — Siente sus zapatos algo húmedo. — "¿Agua?" — Lo piso era un pequeño charco de agua. Y está conectado a un camino a la dirección contraria de la sala.

Ash decidía entre ir o no. Dejar a Pikachu en la cama era una invitación a que le ocurra algo a él. Sin protección la protección de ambos. Pero, la curiosidad lo mataba.

— "Los fantasmas no existen… ¿verdad?" —

.

— ¿Por qué no llame a un Pokémon? ¿Por qué tuve que dejar a Pikachu? ¿Por qué estoy caminando en un pasillo interminable? —

El entrenador sigue el camino de agua, parecía que la mansión no iba a terminar. Miraba cuadros de personas, paisajes o Pokémon, puertas negras, blancas y grises. Habían lámparas pero ninguna estaba prendida.

— "Rayos… esto es culpa de Alexa. Si no me hubiera abandonado, no estaría pasando por esto." —

Ash llega a una pared y dobla la esquina hacia la izquierda.

— "Ahorita ya recuerdo… sobre tomar la ruta 6 y llegábamos a la Ciudad Santalune… Me deje llevar por las medallas… Ahorita ella y yo, estaríamos en camino y… descansando en un hotel... Pero, no. Esto es su culpa… Por dejarme aquí solo… —

Seguía caminando sin que se terminen el camino. Solo pensaba en como Alexa se las va a pagar.

— "No, solo ella tenía trabajo, también se le habrá olvidado." — Intenta dar una explicación a sí mismo. — ¿Luz? —

Hasta que llega a una puerta de vidrio, la abre y mira que es un patio, la luna ilumina poco el lugar a pesar de estar nublado. Hay arbustos por donde sea, un puente de madera, debajo de ahí hay una pequeña cascada. Donde toda el agua se conecta en un lago.

— Se ve espacioso. — Mira a su entorno visible. Hay macetas con flores maravillosas y una banca de piedra decorada con colores llamativos. Si estuviera lloviendo, no entraría ni una gota de agua, ya que hay un domo de vidrio cubriéndolo. Solo estaba él y el sonido de la cascada. — Ojalá Pikachu viera esto…— Ve la banca, apaga su linterna, guarda su Pokédex y se sienta. — Tu tampoco estarás disponible, ¿cierto? — Levanta su vista hacia la luna. Siendo cubierta por las nubes. Son las 4:20 de la mañana y aun a oscuras esta.

Se acuesta inmediatamente, suspira de manera pesada y posteriormente se relaja.

— "Si… los fantasmas no existen." — Cierra sus ojos, sonríe y suelta una pequeña risa.

— (Froa.) —

— Olvídalo. — Ash se levanta rápidamente. — ¡¿Quién anda ahí?! — La luz exterior no le ayuda para nada así que… Prende de nuevo la linterna.

— (Froa…) — Se vuelve a escuchar esa voz. El entrenador apunta en varias direcciones con su linterna. Pero, no encuentra nada. Arriba, izquierda y derecha. Nada se hallaba.

— Esta no es una mansión, es una casa maldita. Sirve su cena con una cálida y exquisita alma. ¡Y esa alma soy yo! — Lloraba cómicamente. No podía más con la presión.

— (¿Kie?) — Ahora se escuchaba más cerca.

— ¡Aaaaah aléjate! — Se tropieza de la banca y golpeándose en atrás de la cabeza. Fue tan fuerte que tenía un montón de sueño, ya por el ayer y la tensión de hoy. Las nubes se distancian para dejar que la luz de la luna proyecte el suelo. — ¿Qué eres? — Ve como una rana azul está parado a su lado. Escucha unas pisadas… pero, cerró sus ojos y se durmió. Quedándose con el recuerdo de una rana azul con algo blanco en la cara que lo acompañaba.

— (Froakie.) —

.

/10/

— Oye, despierta dormilón… —

_Mañana_

— ¿Eh? —

— Ya es de día, y no entiendo como lograste escapar, pero bueno. ¿Verdad, que se siente bien estar aquí? —

Ash siente calor en su rostro, abre un poco sus ojos y se queja por los rayos del sol. Él se había dormido en el suelo en la madrugada. Se levanta del suelo poco a poco, de paso sus huesos tronaban por cada cosa que movía de su cuerpo.

El entrenador por fin abre sus ojos, delante suyo. Hay una variedad de Pokémon que conoce, Caterpie, Marill, Weedle, Psyduck Azurill, Zizgzagoon, Skitty, entre otros. Y algunos que no conoce, de pajarito rojo pequeño, un zorrito que lanza fuego, un conejo gris que salta libre y felizmente. La vista que tiene es perfecta. Los arbustos, los árboles, el pasto y las flores, cada Pokémon se hallaban en distintos lugares, caminando, corriendo, nadando por la cascada que ahora si puede ver con claridad. Las voces aquellos Pokémon, esos pequeños detalles. Hace que todo sea…

— Increíble…— El cielo no había ninguna nube. Todo despejado con un color azul perfecto.

— Si ¿Verdad? —

— Oye, ya no pierdas tiempo. —

Ash reconoce aquellas voces donde sea. Y por la manera de hablar por supuesto. Voltea a mirarlas. — … — De abajo a arriba las observaba. Tienen batas de laboratorio. Cosette tiene los botones cerrados, mientras que Sophie se podían ver sus grandes atributos. Ash no podría creer que está viendo a unas mujeres bonitas.

— ¿Dónde miras pervertido? — Sophie se cubre los pechos.

— Los míos aun no crecen lo suficiente. Pero, sí quieres verlos…— Se desabotona unos cuantos botones. Sophie le toma la mano. — Esta bien, está bien. No me aprietes tanto. — Se queja un poco por la presión que le hace. Ella la suelta. Y se acomoda otra vez su bata. — ¿Cómo escapaste? Recuerdo muy bien que te encerramos. — Coloca una mano a su cintura y la otra se la lleva a su barbilla.

— No me digas, que la puerta se abrió mágicamente. — Sophie con la misma postura que Cosette, pero inverso.

— Suena loco… pero… "Rayos…" no, no estaba bien cerrado. — Ocultando la verdad y no queriendo dar más explicaciones.

— Te dije que yo lo cerraba, Sophie. ¡Nunca me haces caso! ¿Verdad? — Encara a su compañera que está a su lado izquierdo.

— ¡Oye, la otra vez perdiste las llaves, mejor cierro yo! — Sin dejarse llevar por el tono de su compañera.

— "De la que me salve, sí les decía que se abrió la puerta sola, nunca saldría de aquí." — Observa como ambas pelean.

— ¡Cuatro ojos! —

— ¡Plana! —

Seguían con un bombardeo de palabras hirientes, una tras otra contestación, los Pokémon que estaban cerca escuchaba y se quedaban boquiabiertos, Ash se sonrojaba levemente, se le hacía linda como Cosette intentaba estar a la altura de Sophie y la de cabellos azules como se movía sus pechos de arriba y abajo… después de unos minutos, ellas se calman y proceden a comportarse profesionalmente. Aun enfadadas.

— Síguenos. — Sophie se adentra a la mansión. Ash deja el rubor y mira por última vez el patio, sonríe y la sigue. Cosette está detrás de él por si acaso. Además que no quiere ver directamente a Sophie.

.

— ""Donde está el camino de agua?" — Ash miraba al piso sin encontrar nada húmedo, pensando que fue su imaginación.

— Ash si estas prestando atención ¿verdad? — Cosette le toca el hombro derecho.

— ¿Eh? ¿Disculpa? Perdón, no escuche nada. — Aun caminando gira un poco la cabeza para atrás. Cosette le señala hacia adelante. En dirección a la chica de cabellos azul.

— Oye, no lo repetiré. Así que atento. Ahorita estamos yendo al laboratorio, nosotras le diremos al profesor por tu travesura de ayer. — Ash iba a replicar y hasta vio sus ojos serios. — ¿Ibas a decir algo? — Niega con la cabeza sin querer meterse en más problemas. — Esperemos que sea misericordioso contigo. Pero, si fuera de mi parte. Diría que trabajarías aquí por el resto de tu vida. Ni siquiera con 3 vidas podrás pagar por lo que rompiste ayer. No tendrás ningún apoyo y lo que recibirás es sufrimiento puro. —

El entrenador estaba que se lo llevaba el diablo. No sabía tanta la gravedad del problema. Sí ella era así, que le esperara con el profesor. Aún no ha empezado con su aventura y ya será esclavo de por vida. Hasta que siente un mano en su hombro.

— Satoshi, que no te moleste sus palabras, si fuera yo, solo te pediría que te cases conmigo y ya. Asunto arreglado ¿Verdad? — Dándole el pulgar de aprobación. Ash sin saber que decir tal propuesta. —

— "¿En eso que exactamente ayuda?" — Solo se ríe en contestación.

— Oye estas tan sola y desesperada que ahora te le propones a un menor. — Sophie contesta con un tono de burla.

— ¡Sí no estuvieras aquí con tus grandes atributos, ya estaría teniendo hijos! — Le grita desde atrás. — Y sé que no es menor de edad… no eres menor ¿Verdad? — Lleva sus manos hacia atrás, y sus dedos cruzándolos. No queriéndose meter en problemas y delitos por las bromas causadas.

— Pues… tengo 18 años. — Se rasca la mejilla derecha.

— ¡Ja! Es legal, Sophie. — Dando una señal de victoria.

— 9 años de diferencia, no cambia que sea menor que tú. —

— Para el amor no hay edad. por si no lo sabias. — Cosette abraza desde atrás. — ¡Ash! ¡Sálvame de esta bruja malvada! — Siente como su espalda, la chica mueve su cabeza de izquierda a derecha. Nuestro protagonista se siente avergonzado por la cercanía y también por la insinuación.

— "No soportaré estando en Kalos" —

.

Llegaron todos a la entrada del laboratorio, es de dos puertas. Sophie estando de la izquierda, ella no muestra ninguna emoción y afirmando con su cabeza, Cosette estando de la derecha, ella suspira y negando la cabeza. Al mismo tiempo, abren las puertas para entrar al laboratorio nuevamente.

— Profesor Sycamore. Lamentamos nuestra llegada tardía… —

— Profesor. Buenos días y disculpe la tardanza…—

Ambas se inclinan como disculpa. Ash está detrás de ellas. Podía libremente ver lo que estaba enfrente y dice —… ¿A quién le hablan? —

— ¿Cómo te atreves? — Sophie se recompone, con una voz molesta se dirige al entrenador.

— Ash, no es de buena educación presentarse así al Profesor. — Cosette hace lo mismo, pero ella no tan enfadada como Sophie.

— No, en serio. Aquí no hay nadie. — Les señala hacia al laboratorio.

Y era cierto, no había nadie, hasta la computadora esta apagada. Los tres se adentran para revisar toda la habitación. Ninguna alma humana se hallaba.

— Oye, esto es raro ¿Qué hora es? — Le consulta a su compañera de cabellos morado.

— Son las 9. El profesor ya debería estar aquí desde las 7. ¿Verdad? — Le contesta mirando el reloj y el registro de la hora de entrada. — No tiene chequeo. — Le muestra una hoja de entradas y salidas.

— Voy a intentar llamarlo. — Enciende su respectiva computadora. La otra hace lo mismo. — Cosette, revisa si hay citas el día de hoy. — La anterior mencionada asiente a su petición.

Satoshi sin saber que hacer, solo se limita a sentarse en una silla cercana. Hasta que se preguntó por Pikachu, no lo había visto desde llegaron al laboratorio. Y eso que pasaron por su cuarto donde durmieron.

— No me contesta ninguna llamada ni mensajes. — Sophie teclea furiosamente su computadora.

— Tenemos tres niños esperando afuera. ¡Y están aquí hace dos horas! — Checando entre la lista y la cámara de seguridad.

Se veían niños afuera sentados en el paso, platicando de su vida, al principio se había desesperado. Pasaron la negación que no abrieran la puerta, después la ira por pelearse quien debe ir antes, luego por la negociación para respetar quien llego antes, pronto por la depresión de no obtener de su Pokémon temprano y finalmente la aceptación, solo quedaba esperar. No iban a tardarse mucho… Si, solo platicando de sus vidas.

— Demonios… ¿Qué hacemos? — Sophie y Cosette se miraron entre sí. Ellas opinaban entre que si podían dar los Pokémon, pero no tenían permitido proceder. Además, de que era obligatorio dárselos, ya que esos niños esperaron meses y tiene citas programadas. Pero, una vez más, el permiso del profesor las retenía. Sophie decía con ira y negación, y Cosette negociaba y aceptaba. Esto no llegaba a ninguna parte. Ambas se deprimían como los niños de afuera.

— … — Satoshi siente que su corazón late más rápido. No de pánico ni adrenalina. Este sentimiento le recordaba su mamá. Solo sonríe y expresa. — La respuesta es fácil, señoritas. Si yo fuera el profesor, con gusto les daría a esos niños, su primer Pokémon. Porque estoy seguro de que no le importaría si sus dos hermosas asistentes no le hayan pedido permiso. — Con facilidad habla con las dos, ambas lo miraban. — Y si se preocupan… pues díganle que yo fui quien las obligué. O los robe para dárselos a ellos. No importa… — Su corazón se relaja.

— … —

— … —

— … —

— Oye, no digas tonterías, Satoshi. —

— Si, nadie va a creer eso, ni tú te la crees, ¿verdad? —

Podría que ambas estén molestas, ignorar sus palabras y hasta pedirle que se fuera del laboratorio inmediatamente…

— "Entonces ¿Por qué están sonriendo?" —

O podría que ambas estén contentas por el discurso del entrenador. Inhalan y exhalan.

— ¿Te acuerdas donde están las Pokedex, Cosette? —

— Si, Sophie. ¿Te acuerdas como el profesor explicaba a los nuevos entrenadores las instrucciones? —

— Al derecho y al revés. Iré por los Pokémon. Por favor, búscame también los artículos de viaje. — Sophie se levanta de su asiento para buscar unos papeles.

— Voy deprisa. — Buscando en un estante.

— ¿Eh? — Ash se queda sorprendido de como caminan rápido y buscan cosas.

— No nos malentiendas, Satoshi. Todavía estas en problemas…— Comienza a hablar la peli-azul.

— Pero, nosotras también lo estaremos si no actuamos… —Seguidamente de Sophie.

— Entonces, ¿Por qué esperar más?... — Mira a Ash con una sonrisa.

— Si solo tendremos más problemas. — También ella le copia a su compañera.

Oye, esa es la verdad. — Hablan al mismo tiempo.

Ambas teniendo cosas en sus manos. Le sonreí puramente a Ash.

— "Es la primera vez que las veo sonriendo… La señorita Sophie y la señorita Cosette…"— Él se impactaba de cómo se coordinaban. Hasta con sus palabras. Sin nada que mencionar, solo les regresa la sonrisa. Correspondiendo puramente.

.

— (¿Qué onda?) —

— Ah, estas aquí. —

Ash mira desde arriba del segundo piso en las escaleras como las dos señoritas hablaban con los niños. Cosette y Sophie se disculpaban furiosamente con ellos. Eran dos niñas y un niño. Todos están en la sala principal.

Las niñas solo decían que no era para tanto y que todo bien. El niño solo reía por la acción de ambas. Como compensación les darán Kits y provisiones extras. Lo cual aceptaron únicamente para que se calmen.

Sophie les entregaba sus Pokédex, explicándole brevemente cómo funciona. Cosette sacaba los Pokémon de sus Pokébola. Para que escanee a las tres iniciales de Kalos.

Ambas se coordinaban a pesar de no tener una guía. En un principio dándose tareas y ahora todo al revés. Como si ellas hubieran buscado sin buscar. La chica de cabellos morado le había entregado las Pokédex y la chica de cabellos azules le había entregado los Pokémon.

— (Dijiste que regresarías.) —

— ¿Cuándo dije eso? —

Pikachu por fin da señales de vida. Se le había olvidado por completo después de que las chicas, pidieran de favor que abriera la puerta ya que era experto en eso. Se molesto un poco. Pero, acepto. Él se encuentra en su lado derecho.

— (Nada, olvídalo.) — Muestra una cara de decepción. — (¿Aún estas en problemas?) — Él gira su cabeza para observar a la par de asistentes.

— Lo estamos… — Ash mira como ambas chicas voltean a verlo. Él las saluda. Las niñas se ríen y opinaban al respecto. Sophie y Cosette niegan sus acusaciones. El niño se encuentra confundido… hasta el mismo Ash. — Eso… creo. — Pikachu lo mira sonreír, sin saber tanto contexto. Solo es contagiado con esa sonrisa.

— (Oye, te quiero enseñar algo, vienes ¿Verdad?) — Usa la jerga como burla de un par de conocidas. Ash se ríe furiosamente, llamando la atención de todos. Él se disculpa y se retira con su Pikachu en su hombro derecho. Dejando la sala sabiendo que todo estará bien. El niño que estaba abajo cuando miro a su Pokémon de Ash se impresiono bastante de ver uno, hasta les dijo a las asistentes si podían conocerlo después, las niñas que están a su lado, también queriendo.

Las asistentes dijeron que en otro momento. Porque él… está castigado. Lo decían con una risa. Ninguna de las niñas y tampoco el niño entendían. Así que siguieron con la explicación, ya sea Pokémon, antídotos, movimientos, o cualquier pregunta que se les venía a la mente.

.

— Aaaaah…— Se quejaba Cosette en las primeras escaleras sentada. — Disfruta tus últimas horas, Sophie. Que estaremos en las calles. ¿Verdad?—

— Oye, tampoco es para tanto. Además, conocemos como es el profesor. — Parada y pegada a la pared. — Incluso te puedes casar con el niño. Para que no sufras demasiado. — Le señala con el pulgar a la puerta de la entrada cerrada.

Las dos niñas y el niño se fueron satisfechos hace unos minutos. Ellas estaban en descanso para comenzar con el día. No habrá más citas en un rato, así que debían cuidar de la mansión y el laboratorio al mismo tiempo.

— ¡Ja! No fui a quien se le propuso. Claramente te hablo a ti. — Se burla de compañera. — Las niñas te miraron feo. ¿Verdad? — Se lleva el dedo índice a su boca.

— No creo. Pienso que se molestaron por la actitud del chico.— Porque si, ellas miraban más al chico quien se les proponía ambas, prometiendo que ganara la liga y le pedirá que se casen con él.

— ¿Molestia, eh? — Mirando al techo de la mansión. Y Sophie mirando la puerta.

Voltean a verse para decirse. — Naaaah/Ajaaaa. — Eran celos de unas niñas. No importa cómo y cuándo. Pero, eran celos absolutos.

— … —

— … —

— Te apuesto 10,000 Pokédolares a que la chica Fennekin será la novia del chico Froakie. —

— La chica Chespin ya gano antes de comenzar la partida. Por lo tanto, se queda con el chico Froakie. Dinero fácil—

Ambas se aprietan la mano en aprobación a la apuesta. Nadie absolutamente nadie, sabrá de esta apuesta. Ni Arceus sabrá quién apuesta a quien. Solo aquellas dos personas tenían a su favorita. Dejando eso de un lado. Suspiran y dicen…

— ¿Dónde está Ash/Satoshi? — Se dan cuenta de lo que dicen. Cosette se levanta de las escaleras y Sophie se despega de la pared.

— Hay que buscarlo, no se habrá escapado, ¿Verdad? — Le dice espantada.

— Oye, si se intentara escapar, debía haber salido por la puerta de aquí. — Le comenta de manera seria.

— Pero, no es la única salida. — Dándole la razón. Pero, también explicándole que hay otro lugar y es.

— ¡El patio! — Ambas gritan al mismo tiempo. Y corren como si no hubiera otro mañana.

— ¿Habrá saltado del segundo piso? — Pues siempre se quedó en el segundo piso.

— No creo, hay un atajo que conecta al patio. —

Ellas habían dejado sus celulares en el laboratorio y los mismos marcaban unas alertas desde hace rato. Hasta las pantallas sus computadoras. Pasan puerta por puerta. Por donde durmió Ash, doblan una esquina, ven la señal de alerta y peligro en las paredes. Las dos llegan y golpean la puerta, una vez que se adentran, pueden ver como todo el campo estaba hecho un desastre. Árboles, pasto y el lago, todo dañado. — ¡¿Qué demonios?!/¡¿Qué carajos?! —

— ¿Señoritas? — Ash voltea a verlas.

.

_ Momentos antes de que llegaran las chicas y durante la guía de Pikachu_

— (Hay un patio aquí afuera.) —

— Ah, ya lo vi. —

— (¡¿Lo viste sin mí?!) —

Ash camina en el pasillo del segundo piso. Llegan hasta una esquina, hay una escalera y proceden a bajar.

— Sin querer, por supuesto. — Ash se excusaba olímpicamente. Pikachu lo miraba molesto porque hace cosas sin que él sepa.

— (Siempre tú…) — Pikachu le dice por dónde caminar, pasando por unas cuantas puertas, entradas y unas esquinas.

Ya llegan al patio, Ash no dejaba de estar asombrado con la vista. Pokémon bailando, volando y divirtiéndose como otro día. Unos cuantos Pokémon desayunaban en sus platos que les dejo antes Sophie.

— Entonces, ¿Qué me ibas a enseñar? — Pikachu salta de su hombro y le señala el puente donde estaba la cascada.

— (Seh… bueno… en realidad… necesito que me ayudes…) — Se ríe un poco. — (¡Ya lo traje!) — Le habla a la cascada.

Ash busca a donde le habla. Estando muy confundido revisa desde arriba, a sus costados, detrás de él. Pero nada, hasta que abajo sale un chorro de agua. — ¿Pero qué? — Una pequeña rana sale del agua y se coloca en el medio del puente.

— (Froakie) — Con una mirada seria.

— ¡Me acuerdo de ti! — Le señala muy espantado. — ¿Eras el fantasma de ayer? — Sin dejar de mirarlo. Recuerda bien la estatura, el color azul y por supuesto, una espuma que cubre su cara.

— (¿De qué hablas?) — Miro primero a Pikachu y luego a la rana. — (¿Froakie que quiere decir él?) — Sin embargo, ninguno habla. Ambos se miraban, uno serio y el otro asustado. — (Ya compórtate y ayúdame…)— Le lanza uno de sus rayos. Ash grita de dolor por ser electrocutado.

— Perdón, perdón. Solo respóndeme una cosa. ¿Fuiste tú que hiciste el camino de agua? — Le habla al Pokémon azul. El mismo asiente. — ¿Por qué? — El pequeño Pokémon se queda callado por unos segundos. Y habla un poco.

— (¡Ja, fácil!) — Pikachu quien entendió a lo que decía. Ash pide una explicación. — (Para eso te llame, quiero que me ayudes para derrotar a mi amigo.) — Se cruza sus patas amarillas. — (Dice que sí le ganas, te dirá.) — Pikachu gana el combate y Ash gana información. Ganar-ganar. Pikachu se pone en posición de combate.

— ¿Aquí mismo? ¿No hay una arena de combate? ¿Y si destrozamos más cosas? Puedo ayudarte, pero no me quiero meter en más probl…— Ash recibe cerca unas burbujas.

— (La charla termino, Ash.) —

.

/11/

— (Froa-kie) — Lanza burbujas donde esta Pikachu. Él lo esquiva rápidamente.

— (Vaya que eres rápido.) — Salto de un lado a otro. Porque le sigue disparando. — (Tu tranquilo Ash, ando fresco.) —

— No conozco muy bien a este Pokémon. — Saca la Pokedex y empieza a analizar. — "Pokémon no identificado. Se detecta una nueva ubicación, región Kalos. Actualización disponible ¿Desea actualizar a la versión más reciente?" Por favor…— Ash toca la opción de aceptar. Da error. — Debe ser una broma de mal gusto. — Guarda su Pokedex con pesadez. — Lo único que sé, es tipo agua y es inicial. —

Ash inhala y exhala, con relajo se acomoda su gorra.

— ¡Ataque Rápido hacia a él, Pikachu! — El mencionado por fin se alegra de su entrenador este en presencia. Hace caso y va directamente contra él.

— (Froa) — El Pokémon inicial salta muy alto. Esquivando sin tanta dificultad. Pikachu casi se golpea con la madera del puente.

— "Es también igual de rápido que Pikachu." — Ve como aterriza con elegancia. — "Y es ágil…" Pikachu, otra vez Ataque rápido. — Sonríe Ash. Su Pokémon sin protestar tanto. Corre nuevamente. La rana se preparaba para saltar de nuevo. Hasta que… — ¡Ahora, Electrobola! —

Como Froakie salta hacia arriba. Pikachu creo una bola eléctrica desde su cola. Y apunta con un objetivo en mente. Lo lanza de lleno para impactarle.

— (¡Kie!) — Lanza burbujas a la bola que le iba a impactar. Tantas que hacen explotar aquella bola. Cae siendo afectado un poco por la electricidad. Su tipo mascara se desvanece un poco. Mira serio a los que tiene en frente.

— "¡¿Cómo pudo?!" — No lo podía creer Ash. Pensó que esto iba terminar muy rápido.

— (Vamos, Ash. Nada más lanza burbujas. Y salta… ¿lo sabias?) — Ve como Froakie se toca su cuello esponjoso.

— Corre hacia a él, estate muy cerca y atácalo con Atactrueno. — Le señala al Pokémon del laboratorio.

Los Pokémon en tierra que estaban cerca miraban como luchaban. Rayos y burbujas. No estaban siendo salvajes pero sí que rompían un poco el puente. Los Pokémon de agua que estaban cerca del lago se quitaron. Pues, ya les llegaban pedacitos de madera.

Ambos Pokémon esquivan y atacan a la vez. No podían creerlo. Ese Pokémon podía predecir los movimientos de Pikachu y esquivarlos sin tantos problemas. Además de apuntar a los lugares podría ponerse el Pokémon de Ash.

El entrenador no deseaba usar su otro movimiento, sino, destrozarían todo el puente. Ya sea que fallen o le contraataquen el movimiento.

Froakie tiene la agilidad y predicción. Pikachu tiene la fuerza y resistencia. Y se dice esto, porque Froakie, puede estar esquivando con facilidad todos los ataques de tipo eléctrico, pero se cansará de un momento a otro. Pikachu, se cansará más rápido que él. Por estar activamente atacando.

Los Pokémon tipo volador. Miraban que el suelo daba una silueta de una figura. Voltean a ver al cielo y observan como un globo flotante están arriba de ellos. Les avisan a todos los que están cerca, se alejen lo más que puedan. Ash, su amigo y el Pokémon. Aun no terminaban de luchar.

— Rayos. Ni modo, toca. — Ash camina hacia atrás para alejarse del puente. Pikachu se queda mirando a Froakie. — Acércate a él y golpéalo con tu Cola de Hierro.

Pikachu asiente a lo que ordena. Corre de nuevo con fin de pegarle en todo su rostro. Esquiva algunas burbujas, salta en unos de los apoyos del puente. Froakie se halla en suelo. No puede saltar y tampoco se puede mover de un lado. Por dañado que está el suelo y puede quedarse atrapado en un hoyo.

— (A dormir.) — Ya tenía la victoria en sus ojos. Hasta que una mano mecánica lo atrapa en pleno viaje. — (¡¿QUÉ?!) — Y eso que Froakie se sorprendió, en qué momento apareció esa cosa.

— Ay no…— Ash golpeándose la cara.

— Prepárense para los problemas, nuestro segundo nombre. —

— Y más vale que teman, pero no se asombren. —

El entrenador mira a Pikachu como es jalado hacia al globo flotante que vieron antes los Pokémon.

— Para proteger al mundo de la devastación. —

— Para unir a los pueblos dentro de nuestra nación. —

Froakie camina hacia Ash y se pone en su lado derecho. Mira seriamente a los sujetos que dan el lema que la mayoría conocen.

— Para denunciar los males de la verdad y el amor. —

— Y extender nuestro reino hacia las estrellas. —

Pikachu lanzaba rayos de su cuerpo, sin éxito alguno de salirse. El brazo era como un aislante.

— Jessie. —

— Y James. —

— El Equipo Rocket viajando a la velocidad de la luz. —

Los Pokémon que se escondían en varias partes. Ya sean en el agua, árboles o dentro del pasto.

— Ríndanse ahora o prepárense para luchar. —

— ¡Meowth! ¡Así es! —

— !Wobbuffet! —

Ash suspiraba sin tanto interés en su lema. Ya estaba cansado de ellos.

— …—

— …— Todos estaban callados y Pikachu había dejado de dar rayos.

— Oigan, ya peleé recientemente con ustedes en Kanto. ¿No me pueden dejar tranquilo? — Recordando hace unos días que combatieron en su región natal.

— ¡NO! Después de esa derrota. No nos dejaremos humillar una vez más. — Decía Jessie con enojo.

Todos conocen al Equipo Rocket. No necesitan tanta introducción. Mismas caras, mismo comportamiento, diferentes uniformes.

— ¿Eh? Me acuerdo de esa vestimenta… esta genial. — De nuevo tenían sus trajes de color gris oscuro. Una gran R roja en sus pechos. — ¿Cómo me encontraron? — Sin dejar de mirarlos.

— ¿Verdad que sí? Ya lo extrañaba tanto. — Dice James con orgullo. Meowth le pega en su estómago. — Digo… De hecho, no teníamos planeado encontrarte aún. Pero, ya que estas aquí, es un bono extra. ¡Meowth hazlo! — Un tubo sale debajo de la canasta del globo flotante. Y aspira a unos Pokémon desprotegidos.

— "Venían por los Pokémon…"— Sabiendo cual eran su propósito principalmente. — "Rayos… ¿Qué hago?" — Algunos Pokémon usaban sus poderes para librarse. Y accidentalmente destruían o quemaban a su paso. — ¡¿Pikachu te puedes liberar?! —

— (¡No te preocupes, me encanta estar aquí, esta suave! ) — Pikachu gritaba con un gran sarcasmo. — (¡Vamos, Ash. No puedo salir!) — Usaba sus rayos dentro de la mano.

— Relájate, amigo. No está tu amigo verde ni el chimpancé esta vez. — Decía Meowth con una burla, recordando el pasado.

— (¡Créeme que no son necesarios! ¡Con o sin ellos los mandare a volar!) — Le respondía al gato del Equipo Rocket.

La señal de alerta de invasión se escuchaba por todo el patio. Incluso en las paredes había pantallas holográficas demostrando una señal de peligro. El Equipo Rocket ya tenían una cantidad mínima de Pokémon. Y ellos se reían placenteramente.

— ¡¿Qué demonios?!/¡¿Qué carajos?! —

— ¿Señoritas? — Ash voltea a ver a las asistentes. Cosette y Sophie habían llegado al patio. Ambas caminan hacia al entrenador.

— ¡¿Quiénes son ellos?! — Sophie le pregunta a Ash desesperada.

— Son malos. Después les digo. — Decía Ash pensando en una solución.

— ¡Eso me doy cuenta. Se están robando a los Pokémon! — Cosette mira como algunos estaban atrapado en un recipiente transparente. — ¿Ese es Pikachu? — No fue difícil de encontrar, ya que había una mano mecánica lanzando electricidad. —

Ash sin Pokémon a la mano. Ninguna estrategia. Ningún plan. Hasta que siente como su pantalón es jalado por… — ¿Froakie? — Quien le mira con una sonrisa. Por primera vez, dice su nombre. Él entiende el mensaje. — Préstame tu fuerza, por favor. — El Pokémon asiente a su petición.

— ¡¿Froakie?! — Ambas miran a la pequeña rana. — ¡¿Enserio que está pasando?! — Estaban tan perdidas, primero ven el patio destruido, Pikachu atrapado en un globo y Froakie dando su apoyo a un desconocido.

— No hay tiempo que explicar, ayúdenme, por favor. Señorita Sophie, ¿Tiene algo para recuperar la salud de Froakie? Y señorita Cosette, saque a todos los Pokémon que pueda. — Ambas sin rechistar obedecen a sus peticiones. Sophie le entrega unas pociones y unas bayas. Cosette encuentra algunos Pokémon y los dirige al pasillo que conecta a la sala principal.

Ash cura rápidamente a Froakie, dándole bayas que le curaban la estática y le daba energías. Y pociones para que tenga buena resistencia y salud.

— Voy a ayudar a Cosette. Una vez que terminemos, vendremos aquí para apoyarte. — Se despide para acompañar a su compañera de laboratorio.

— "Ya hicieron mucho…" — Ve como se ayudan para dirigir a los Pokémon desprotegidos. — ¿Vamos, Froakie? — Caminando hacia el Equipo Rocket.

— (Froa… kie.) — Mira su espalda toda recta. Con decisión de pelear. Y un espíritu de esperanza…

Confía en mi… Froakie.

Sacude su cabeza y lo sigue detrás.

.

/12/

¡Burbujas! — Froakie saltaba de rama en rama, disparando pequeñas burbujas al globo. No eran tan efectivas.

— ¿Qué se siente no tener a Pikachu? — Jessie le preguntaba desde arriba.

— Libre… porque así no tendré que recibir sus dolorosos rayos. — Le contesta desde abajo. —

— ¡Tuuuu! — Jessie se enojó bastante. Así toma el mando para tomar a Froakie con la aspiradora. — Ja, ja, ja. — Celebra porque atrapo al Pokémon. — ¿Eh? — Ve como explota y dando una cortina de humo.

— Lo siento, chicos. Aún estamos en diferentes niveles. — Desde el suelo se mira varios Froakie, todos corriendo o saltando de árbol en árbol. Se habían enfocado en uno que nunca vieron a la multitud de copias. Cada Froakie se ayudaba entre sí para saltar más alto. Y desapareciendo en el acto. Ya sea por la aspiradora o el simple un roce. Él había usado Doble Equipo, presentía que tenía ese movimiento. — Podremos jugar más tarde. —

Desde que habían peleado hace unos momentos sin interrupciones, vio que ese Pokémon no daba su 100% o se limitaba en pelear. Es justo que se cansara también y no lo haya usado. Quien sabe… después le preguntará porque no peleo enserio con él.

Froakie ya estaba en el nivel del globo por la ayuda de sus copias. Ash pudo distinguir al real. Y sin perder un segundo más dice… — ¡Ahora, Pulso de agua! — La rana azul crea una gran bola de agua que golpea donde estaba atrapado Pikachu. Liberándolo en el proceso.

Ambos Pokémon, caen a su manera al suelo. Se miran y asisten. Corren hacia Ash.

— (Gracias, no quería que se divirtieran sin mí.) — Pikachu se ríe y toma pociones que le es otorgado por Ash.

— Perdón, la invitación llego tarde. — Dándole algunas bayas. Para que recupere algo de energía. Froakie les avisa que los chicos del globo están enfadados. — Veamos si el agua y la electricidad son compatibles… —

— (Créeme que lo son…) — Sonríe con malicia a que se refería Ash. El ratón y la rana se pone en posición de combate.

— Pikachu, Ataque Rápido. Froakie súbete en su espalda y utiliza Doble Equipo. Y vayan debajo de ellos.— Sin esperar tanto. Hacen sus movimientos. Unas copias aparecían por todos lados. Se zigzagueaban para no tener un camino predecible. Las manos y la aspiradora peleaban con esas copias.

James y Jessie tienen en sus manos, dos Pokébolas. Para casos emergencia, no planeaban utilizarlos aún. Pero, la necesidad y el momento lo requería. Tenían la confianza del jefe y no pretendían ser la burla una vez más… no como la última vez.

— ¡Cola de Hierro en las manos, Pikachu! Y Froakie, Pulso de agua en la aspiradora! —

Ambos golpean los respectivos objetos. Rompiendo un poco el mecanismo.

— ¡Otra vez! — Lo iban a intentar pero con más fuerza. Hasta que…

— Steelix, Lanzarrocas. — Le golpea a Pikachu mandándolo al agua.

Atactrueno, Jolteon. — Le golpea a Froakie mandándolo a los árboles.

— … — Se queda asombrado por ver a los Pokémon… — ¡¿Qué rayos?! ¡Pikachu! ¡Froakie!—

Se podían a dos Pokémon, uno de tipo acero y tierra, su altura es demasiada alta. Y uno pequeño a la estatura de Pikachu, que es tipo eléctrico.

— Después de nuestra humillante derrota en Kanto. Pensamos que era tiempo de mejorar… gracias a tu consejo. — Comienza a hablar Jessie.

— No tengas miedo, niño. Solo son negocios y nada más. — Continuamente habla James.

— Así que si nos permites. Nos llevaremos a todos. ¡Incluso a Pikachu! — Termina Meowth.

Nuevamente se ríen los tres. Wobbuffet se lleva su mano a la frente.

Ash mira a los costados, donde fueron impactados los dos Pokémon. Aun no salían. Y ahora observa como los dos Pokémon del Equipo Rocket tienen un par de collares. Sus ojos están rojos, estaban enojados y una rabia que expresaba dolor. Estaban siendo controlados. Ash no sabía que hacer… todo iba bien.

Algunos Pokémon ya no se encontraban en su cercanía por la protección de las asistentes. Él se tira de rodillas. No podía hacer nada. Si corría tras Pikachu o Froakie, no los alcanzaría. Y si corre, solo los abandonaría.

Entonces, se pone a pensar y a pensar… ¿Cuándo llegaran las chicas?

.

Unas burbujas y rayos salen del lago.

— (¡Esto… ya… es… personal, Meowth!) — Había lanzado unos rayos al cielo. Su cuerpo emanaba electricidad pura.

Unas ramas y viento salen de los árboles.

— (¡Fro-kie!) — Había lanzado unas burbujas al suelo. Su rostro mostraba ira.

Pikachu corre con una Electrobola en su cola.

Froakie salta con un Pulso de agua en su patas.

— "Cierto… esto no ha acabado." — Se vuelve a levantar, componiéndose la gorra para empezar otro round. — Pikachu, no le pegues a directamente Steelix, no le afecta en nada. Froakie ten cuidado, con un Atactrueno te mandara a dormir. —

Pikachu y Froakie lo mandan al suelo. Haciendo una explosión y ocasionando una cortina de humo. Antes de crear esa explosión, casi iban a ser noqueados. Pikachu resistía a los golpes. Froakie esquivaba con elegancia los Atactruenos.

— Pikachu, ¡Cola de Hierro! Froakie, ¡Pulso de Agua!

— Steelix, Endurecimiento. — Jessie le ordenaba al Pokémon tipo acero.

— Jolteon, Bola sombra. — James le ordena al Pokémon tipo eléctrico.

Uno resiste el golpe y otro extiende más el humo.

Los cuatro Pokémon peleaban y esquivaban todo el tiempo. Pero, la peor parte se lo llevaba Froakie, por ninguna circunstancia debe ser golpeado con un rayo o es fin del juego. Aunque tenga una agilidad buena y este usando Doble Equipo se cansara antes de que impacte un golpe efectivo… o tal vez no.

— (¿Te interesa… cambiar?) — Pregunta Pikachu, ambos se habían pegado de espalda en espalda. Encarando a su Pokémon que los pueden debilitar en un instante.

— (Kie…Kie) — Afirmando que necesitaba un respiro.

Ash escucha y era cierto. Debía haberlos cambiado desde un principio. Pero, pensó que cada Pokémon tenía su orgullo y querían acabar con sus oponentes o tal vez, estaba presionado. Sea cual sea. Ahora se concentra. — ¡Lo siento, chicos!... Pikachu, Ataque Rápido contra Jolteon. Froakie, Doble Equipo contra Steelix. —

— Jolteon, Atactrueno con Froakie. No dejes que se escapen. —

Lanzarrocas con Pikachu, Steelix. Acabemos esto rápido. —

— Froakie, golpea las rocas con burbujas. Pikachu bloquea ese Atactrueno con tu Cola de Hierro.

Los ataques de los Pokémon no paraban de destruir todo árbol, pastos, ya ni siquiera el puente existía. Aun resistía la castada pero nada más. Las asistentes protegían y escuchaban desde la sala aquellos ataques. Siente un poco que el piso tiembla. Los Pokémon asustados y cuidando sus crías.

— ¡Pikachu, Atactrueno! ¡Froakie, Pulso de agua!

— ¡Bola sombra, Jolteon!

— ¡Excavar, Steelix! —

Si el suelo se sentía un poco tembloroso. Ahora, sí que la sala sentía que habría un terremoto. Si esto se prolongaba más. Ya no habría un laboratorio, una mansión ni un lugar donde los Pokémon puedan vivir. Escuchan como las alarmas sonaba por todas partes. Pidiendo que evacuen a la zona verde. Sophie procede ir a la puerta para sacar a todos. Cosette la acompaña para ayudarla, ambas abren la puerta y se encuentran con un señor joven, este suspira y dice...

— ¿Ahora que hicieron? —

.

— ¡Ya ríndete! ¡Somos superiores ahora! — Comenta James con orgullo y burla.

— ¡Si claro! ¡Obligar a esos Pokémon pelear contra su vida! — Les contesta desde el suelo.

El campo no recibía solo daño. También el globo estaba siendo dañado, Meowth decía que no prologuen más la pelea o nunca se llevaran a los Pokémon que capturaron. Además, mover manualmente el globo para que no impacte tantos rayos, rocas, bolas de agua.

— ¡No hay tanta diferencia entre entrenar y pelear! — Grita Jessie agarrándose de una cuerda.

— ¡¿A qué te refieres?! — Retrocede un poco, ya que casi le impacta un rayo de Pikachu.

— ¡Si! ¿Para qué lo entrenas si al final lo obligas a pelear en una liga? — James se cubre la cara por el viento.

— ¡No obligo a nadie! ¡Les enseño sus máximos potenciales! — Es cortado por una pequeña roca en su cachete.

— ¡¿Así?! ¡¿Te acuerdas cuando combatimos en Kanto?! Te lo vamos a repetir… sí enseñas según el máximo potencial. Entonces ¿Porque perdiste en Unova? — Siente como el globo se mueve por los impactos.

— …— Se queda en shock… como aquella vez. No sabía que decir. — …— Pikachu y Froakie peleaban con sus máximos poderes. Con que solo un Pulso de agua puede derribar a Steelix, por lo cansado que ya se veía.

— ¿Ves? Hemos ganado. — Ven como Pikachu está respirando agitadamente y Froakie es derribado al suelo. — ¿Será que la conexión con los Pokémon no exista? — Termina Meowth la discusión. Queriendo reclamar su premio, de tomar a Pikachu, una vez por todas.

— … —

Para el todo es en cámara lenta. Ve como las manos iba a tomar a Pikachu en contra de su voluntad. Y Froakie se viendo cómo se acerca Steelix y Jolteon a él. Hasta que oye una voz.

— La conexión de los Pokémon existe. Científica y filosóficamente. Podría darles una catedra… Pero, mejor les pido de favor que se retiren de mi casa. — Ash mira como un hombre joven pasa delante de él. Y luego, mira hacia atrás y ahí están las asistentes. — Garchomp… ahora. — Desde arriba, donde antes estaba el domo. Entra un dragón golpeando a Steelix. Quitando todo polvo que tenían en el campo.

— ¿Quién es usted? — Grita James desde el globo. Impresionado como todo se despejaba.

— ¿No se nota por mi bata? — Señalando su bata, similar a la de las asistentes. — Me llamo Sycamore. Estoy disponible para citas. —

Es un hombre alto, joven y delgado, de cabellos cortos y negros y sus ojos son grises azulados. Porta una camisa azul oscura y encima su bata blanca. También lleva unos vaqueros negros y zapatos marrones.

— Es el profesor… Sycamore. — Ash es levantado y apoyado por las asistentes.

— Eres Satoshi ¿no? — Le voltea a ver con una sonrisa. — ¿Te encuentras bien? — Contesta con un si cada pregunta que le hace. — Te agradezco por resistir. Ahora terminemos con esto. — Se ríe y dándole la mano. La cual es aceptada.

— Ash/Satoshi. Ten cuidado. — Ambas retroceden para que ellos reanuden el combate.

— ¿Y yo qué? — El profesor se señala el mismo. — Gracias por el apoyo, chicas. — Los dos chicos miran como se levanta Steelix. — ¿Me puedes dar un resumen pequeño? — Garchomp tomaba a Pikachu y Froakie. Y colocarlo enfrente de ellos.

.

— Entiendo. Están siendo controlados. Y esos collares son la causa. — Después de que Ash le explique brevemente. — Oh, ¡Froakie! ¡Por fin sales de la cueva! Te ves muy bien con esos golpes. ¡Eres salvaje! — El profesor celebra como si fuera un acontecimiento importante. El Pokémon solo se limita a voltear la cabeza. — Estoy orgulloso, Froakie. — Le toca la cabeza a la rana.

— Profesor… — Ash trae de regreso a Sycamore.

— Cierto. Primero, salvemos a los Pokémon raptados, después salvemos a los controlados y… — Es interrumpido por Pikachu.

— (Los mandamos a volar.) —

— No sé qué hayas dicho pequeño Pikachu. Pero, sí. Haremos lo que dices. — Le da el pulgar de aprobación. — ¿Pueden seguir tus Pokémon? — Froakie y Pikachu responden que sí, sin la necesidad de que Ash hable por ellos. — Bueno… ya hicimos esperar a esos locos. Garchomp ve directamente a la maquina donde están los Pokémon y liberales con Garra Dragón. —

— Steelix, no dejes que se acerque y usa Cola de Hierro. —

Atactrueno con todas tus fuerzas, Jolteon. — Ya se habían desesperado por la espera. Durante este tiempo, estaba siendo regañados por Meowth, aconsejándoles que ya retiraran porque presentía que iba terminar mal todo.

— ¡Pikachu, Cola de Hierro! ¡Froakie, Pulso de agua! —

— ¡¿Te hace caso, Froakie?! — Muy impresionado estaba el profesor. — Si el confía en ti, significa que esto ya esté acabado. — Remangando su bata. — Sin dejar la Garra dragón, lanza un Hiperrayo para anular el Atactrueno de Jolteon. —

Pikachu detiene la cola de Steelix con su cola. Garchomp no solo anula el ataque de Jolteon, sino hasta que le impacta un poco. Para rematar, Froakie le pega con la bola de agua creada. Mandan lo lejos.

Garchomp con vía libre, golpea la especie de cárcel. Liberando a los Pokémon que estaban adentro. Volando, saltando o corriendo de ahí despavoridos. Con la ayuda de las asistentes veían donde ir.

— Listo. Pokémon asegurados. — Dice el Profesor Sycamore.

— ¡Les dije! — Se queja inmediatamente Meowth.

— Vamos Steelix, es el más grande y poderosos. No lo dejaría como última opción. — Sycamore comenta divertidamente. — Garchomp, ves el collar de ahí ¿no? — Asiente su Pokémon. — Solo destrúyelo con Garra Dragón. — En camino va.

— Steelix, Excavar. — Se mete entre la tierra.

— ¡Froakie, Pulso de Agua. Antes que se meta por completo! — Crea la bola de agua y le pega una pequeña parte. Pikachu mira a Ash, este dice que… — Atento y Cola de Hierro. — Pikachu se mueve de un lado a otro. Hasta que escucha cuando sale.

— Entiendo… ¡ahora Garchomp! — Golpea con su garra en la espalda y este se queja demasiado. Pero, esto no era ataque principal…

— ¡Ahora! — Pikachu le pega en el collar que tenía. Destruyéndola en el proceso. Ambos golpes levantaban un buen de polvo. Hasta Ash tuvo que agarrar su gorra. El profesor Sycamore tiene le brazo al frente para cubrirse los ojos.

El Equipo Rocket se agarraban de donde sea. El viento causado les hacía moverse frenéticamente.

Sienten que el piso se mueve un poco. Las asistentes miraban desde la entrada del patio. Esperando que acabe todo. Por lo menos, bien.

-Steelix del Equipo Rocket (de Jessie). Se encuentra derrotado.-

— Perfecto. Ya tenemos uno. Me encargo con la banda de payasos. ¿Te encargas con Jolteon, Satoshi? — Le sugiere dividir las tareas.

— Claro, no hay problema. — Acepta esa idea. — Pikachu, ¡Ataque Rápido! ¡Froakie, Doble Equipo!

— Garchomp, rompe los brazos de esa máquina. — Le señala al globo que ya pedía piedad que los destruyeran.

— ¡¿Qué hacemos?! — Meowth pregunta muy preocupado. El sistema de alerta le marcaba un monto de mensajes de peligro.

— Tengo una idea. Pero, de igual manera. Saldremos volando. — Propone Jessie. Los dos chicos, se miraron entre sí. Y aceptaron sea lo que sea. — Wobbuffet, ya sabes que hacer. — Le sonríe maliciosamente. Y siente un golpe en sus costados.

Jolteon atacaba con Atactruenos por todos lados. Destruye las copias de Pikachu y Froakie.

— ¡Perfecto! ¡Pikachu Electrobola con Cola de Hierro! — Era un todo o nada. — ¡Froakie, Pulso de Agua! — Para rematar por si acaso.

— ¡Ahora! — Wobbuffet utiliza Escudo Espejo. Regresando el ataque de Pikachu y dejando que la bola vaya directamente a Froakie por desgracia. La esfera de agua le pega a Jolteon.

Dando una jugada de ataque por ataque. Pokémon por Pokémon.

-Froakie del Laboratorio (de Ash). Se encuentra derrotado.-

-Jolteon del Equipo Rocket (de James). Se encuentra derrotado.-

— ¡Ahora Garchomp! — Destruye un importante componente que apenas lo mantenía estable el globo. Este se empieza a destruir y procede a explotar poco a poco.

— ¡Regresa Jolteon! — Dice James regresando a su Pokémon.

— ¡Regresa Wobbuffet! — Dice también Jessie.

Explota el globo finalmente, sacando a una onda de sonido y viento. El profesor Sycamore se intentaba mantener de pie, sin tanto éxito retrocedía hacia atrás. Pikachu y Froakie salían volando, uno cayendo en partes contrarias. Froakie salió disparado hacia el lago. Y el otro solo se desapareció entre el pequeño bosque. Garchomp con su pesado cuerpo salía a disparado hacia arriba.

Las asistentes se querían mantener firmes pero no podían. Así que el viento las llevaba hasta la esquina. El Equipo Rocket desaparecía entre las nubes. Por el ruido del viento, no se pudo escuchar su último mensaje cuando los mandaban a volar.

Y Ash… por no soportar tanto el viento. Tropieza y su cuerpo giraba a la dirección de un árbol. Golpeándose en la cabeza. El cierra sus ojos y a dormir.

.

/13/

.

— Uhm… —

— ¿A?... —

Escucha voces a su cercanía.

— Qu-e. —

— Sato…—

Intenta abrir sus ojos, pero los sentía tan pesado. Su cabeza era una molestia por ahora.

— Due-le. —

— Oy-e…—

Intenta escuchar mejor, pero no identifica casi nada.

— Pika-chu. —

— ¿Ve-ad? —

Respira y se concentra. Siente como su cuerpo está muy cansado, y tal vez de la mente.

— ¿Qué paso? —

— ¡Ash!/(¡Satoshi!) —

Siente un par de brazos en su cuello y otro par de patas en su ombligo, abre sus ojos con pesadez y por el grito que dieron se quejó un segundo.

El entrenador se encuentra en el laboratorio del Profesor Sycamore. Las personas que le abrazaron fue Cosette y Pikachu.

— ¡Guau! Esperen, me duele todo. ¿Por qué me duele tanto la cabeza? — Les corresponde pero pide un poco de espacio. Ella y el respetan su decisión.

— Tu tranquilo, le llamare al profesor. Estarás bien de verdad — Ve como sale ella del laboratorio.

— Hola amigo, ¿Qué sucedió? —

— (Te quedaste dormido por unas horas… como yo, je, je, je. Apenas también me despierto.) — Dice Pikachu con una venda en su cabeza. — (Vaya duelo eh… je, je, je.) — Se ríe divertido. — (¿Ganamos o perdimos? Mas bien… je, je, je. ¿Gané?)— Sus ojos estaban apagados. Pero, su voz quería quebrarse.

— … — Recuerda, la batalla de Froakie y contra los rounds del Equipo Rocket. Como exploto el globo, pero ahí no se acuerda de nada, y de cómo le duele la cabeza. — … Perdimos. — Con la cabeza abajo.

— (Ya veo…) — Se acuesta en la cama. Sin mirarlo a ver.

Ash quería decir algo, tal vez no fue la mejor respuesta. Sin embargo, no sería honesto. Y eso quizás hasta le duela más. Los dos escuchan como varias voces provienen de afuera. Se escucha como es abierto las puertas y ahí pasan. El profesor Sycamore y las dos asistentes que son: Sophie y Cosette.

— Profesor Sycamore, entienda que ignorar a la prensa. Solo los inducirá a más atención. — Comenta Sophie aun desarreglada por el combate y como todos.

— Lo hare en su momento, sí no actuamos con cuidado, hasta nos podrían cerrar el laboratorio. — Camina hacia Ash siendo visto por todos. — Hola, Satoshi. ¿Como te encuentras? — Tiene un curita en su mejilla derecha.

— Sinceramente… destrozado. — En su cabeza tiene una venda igual. Y dos curitas en ambos cachetes.

— Eso es entendible. Te hice revisiones corporales, no tienes ningún sangrado o un hueso roto. Solo sentirás un dolor de cabeza por unos días. Pero ahí en fuera estas bien. — Tomando un portapapeles donde mostraba el cuerpo entero de Ash. — Eres resistente. No importa como lo veas. — Se empieza a reír.

— Ya veo… me alegra eso. Ja, ja, ja. — No intenta reírse mucho pues le duele el cuerpo. — ¿Qué paso? — Siendo directo para que saber que paso después.

— Oh, claro. Mmm, como te lo digo. En términos ecológicos y de vivienda. El patio es inhabitable ja, ja, ja. — Sophie se toca la cabeza negando y Cosette aguantándose el chiste. — Después que Garchomp haya explotado ese globo y tuviéramos esa épica onda de viento. Tú te golpeaste contra un árbol, por eso el dolor de cabeza.

Los Pokémon se encuentran bien y ahorita están siendo llevados a un refugio. Aquí no se pueden quedar, ya que no hay espacio y todo esta desorganizado. El Pokémon que rescatamos está bien, necesitara un buen descanso para recuperarse. No lo puedo considerar si es salvaje con traumas de captura o no. Pero, no lo mantendré en observación. Además, analizare ese collar, espero que Pikachu no lo haya roto por completo.

Era inevitable también que los vecinos y las personas locales se preguntarán que estaba pasando aquí, si te preguntas. Llamamos bastante la atención que tengo a las autoridades y la prensa en mi cuello. — Terminaba de resumir lo que ha pasado.

— Ya veo… ¿Qué hora es? —

— Son las 3. Dormiste lo suficiente ¿verdad? — Le responde a Ash inocentemente.

— Oye, ¿Quién se va a dormir con ese tipo golpe? — Sophie contesta con un poco de molestia.

— …—

— Creo que ya habrás notado sus jergas… pero ya me acostumbré siendo sinceros. — Les señala a las chicas quienes estaban peleando. —Cuando lo escuchas todos los días. Ya es pan de cada día. — Sonríe dándole apoyo y tocando su pierna. — Por cierto, me llamaban y mensajeaban. ¿Pues que ocurría? ¿Era para que llegara a la mansión mientras ocurría esto? —

— No… es por otra razón…—

— Si… es por otra razón…—

Ambas se le había olvido eso. Trataban de llamarle para que saber si se encontraba bien y a la vez culpar a Ash por el desastre de la noche anterior. Además, del permiso que necesitaban.

— Ah. ¿Y qué era? —

Quedan calladas, no tenía el valor de decir al profesor que Ash, en un principio pensaban que era un ladrón, pero ahora demostró que es un héroe al proteger a los Pokémon. Miran a Ash y a la vez al profesor. Ellos se encuentran confundidos por el silencio de ambas. Ahora ellas se miran entre sí. ¿Por qué no mejor omitir una última vez antes de perder todo? Se toman de las manos y expresan.

— Profesor Sycamore, esta mañana tuvimos un percance. —

— ¿Ah sí? —

— Mientras usted no se hallaba. Nosotras tuvimos que actuar sin su permiso. —

— Se oye feo, ¿verdad? —

— Aceptaremos las consecuencias…— Ambas dicen al mismo tiempo. Explicándole al profesor como les abrieron a los niños, les daban su Pokédex, primer Pokémon, como arreglar con provisiones de viaje. Entre otras cosas. Se arrodillan en el suelo con fin de buscar perdón. — ¡LO LAMENTAMOS! —

— Mmm… algo no me cuadra. — Se miraba serio. — ¿Y cuándo tu apareciste? No creo que hayas venido en la mañana, ¿o sí? — Le pregunta a Ash sin dejar su seriedad. Las asistentes se quedaban ahí tiradas, por más que querían omitir. No pudieron evitar el gran intelecto del Profesor.

— No, no vine en la mañana. De hecho…— Ash comienza a relatarle la noche pasada. El profesor no cambiaba su semblante. Mira Ash y luego ve a las chicas quienes asentían cada cosa que él decía. Y omitió el experimento de Cosette hacia Pikachu. — Si es necesario, me quedare aquí por el resto de mi vida. Para pagar las cuentas. Y además, es mi culpa que ellas estén afectadas por mí. —

— Ash/Satoshi, no. —

— Si no hubiera venido. Esto nunca ocurriría y… no estarían, lastimados. — La cabeza lo mantenía abajo. Las chicas también imitan su postura. Pikachu no dice nada, solo se queda callado.

— …— El profesor Sycamore se sienta en la cama y le toca la cabeza. Dándole palmaditas. — No digas eso, Satoshi. — El entrenador se limita a escuchar lo siguiente. — Sea la razón, ya estás aquí. Y agradezco que estuvieras. Si no mis lindas asistentes estarían en el hospital. — Los tres levantan su cabeza. Pikachu queda boquiabierto.

— Pero, yo…—

— Aaaah, que bueno que hubo demolición ayer y hoy. Así podre remodelar como a mi gusta. — Se estira y se levanta de la cama. — No me gustaba el diseño de aquí. Es muy grande y cosas que nadie entiende hasta yo. — Se carcajea tocándose la nuca. — Así que me hiciste un favor. Más bien dos. — Ash no comprendía, ¿no que era alguien malo? — Arreglar mi mansión y salvar a todos. Eso habla bien de ti. Serás un excelente entrenador. Esos chicos del globo dijeron que no existía una conexión… están muy equivocados. Tienes una conexión muy sólida con los Pokémon y me lo demostraste el día de hoy. Tú y Pikachu… ganaron esa batalla. —

¿Qué se siente cuando una persona te halaga por tus logros?

¿Qué se siente cuando un hombre está orgulloso de ti?

¿Qué se siente cuando ganas con esfuerzo?

¿Qué se siente ser humano?

Ash y Pikachu lloraban como si no hubiera otro mañana. Pidiendo perdón, lamentándose, rogando con que los castiguen. Pero, solo sentían las palmadas del profesor. Las asistentes también lloraban por ellos. Se quebraron cuando el entrenador y su amigo lloraban a mares. Los dos tratando que quitarse las lágrimas de sus ojos. Pero, no podían, cada segundo salía más y más. Ambos no sentían dolor físico, solo ese dolor emocional. Creyeron que lo dieron todo. Sin embargo, ahora un joven les dice que pueden dar más.

Ash ahora lo entiende, el miraba al profesor… sus ojos expresaban paciencia y tranquilidad.

— "La belleza es la iluminación del alma" — No se refería exactamente al físico. Si no el tipo de persona con su actuar… El profesor estaba siendo bello con perdonarlo y alentarlo. Su alma es verdaderamente pura… — Gracias, profesor. —

.

_Tarde_

— Bueno, sí quieres ver a Froakie, está en una cuarto para rehabilitación. Estoy seguro de que quiere verte. — Le sugiere mientras tomaba unas cuantas cosas. — Cosette aquí me aparece una revisión de noche. — La mencionada se espanta. — Tipo eléctrico. Mmm… ¿Algo que me quieras decir también? — Voltea a verla. Ya sabía que ella tenía demasiada curiosidad por un Pikachu.

— Este… no me regañara ¿verdad? — Aun el profesor no ha dado el veredicto.

— Dependiendo. ¿Lo analizaste a fondo? —

— No. — Baja su cabeza instantemente.

— Pues ¿Qué esperamos? — Con sus manos le levanta la cabeza. — Por lo que veo, no es de aquí. Y eres de otra región. Lo más probable es que seas de Johto, Sinnoh o Kanto. — Piensa en varios tipos de Pikachu en regiones diferentes.

— Soy de Kanto. —

— Mmm, lo tengo. Bueno, ¿no te importa si lo analizo? — Ash dice que no le molesta. — Perfecto, te tratare como un rey, Pikachu. Solo debes pórtate bien. — Lo toma en sus brazos y le toca la cabeza. — La elasticidad, vaya que es perfecta. Me divertiré con examinarte de todo. — Estiraba mucho su cara y le tocaba la cola. — Sophie, lleva a Ash con Froakie. Cosette sígueme, no te quieres perder esto. —

— Pero, Profesor Sycamore… —

— Profesor… —

— Es mi culpa por llegar tarde. Hicieron lo correcto al otorgar esos Pokémon a los próximos entrenadores. Romper un poco las reglas también es necesario. Qué bueno que tendremos grandes cambios en esta mansión. — Lleva a Pikachu a su costado. Como una bolsa de mujer. — No podría despedir a mis lindas asistentes. — Abre una puerta que conducía a varias máquinas.

/Porque estoy seguro de que no le importaría si sus dos hermosas asistentes no le hayan pedido permiso./

— "Él tenía razón./ Siempre tuvo razón." — Se sonrojan levemente al recordar el dialogo de Ash. Y precisamente de la palabra hermosas.

— Entendido Profesor. / De acuerdo, profesor. — Se inclinan por respeto.

— ¿Te sonrojaste por mí? — Menciona el profesor reteniendo la puerta para que entre Cosette.

— Ya usted quisiera ¿verdad? — Se pasando por la puerta. Pikachu se preguntaba qué estaba pasando. No tiene nada de contexto. Estos días parece fuera de lugar. Y lo que más desea ahora es…

— (Oye, oye, yo también quiero ir a ver a Froakie, Ash me llevas ¿verdad?) — El profesor también se adentra, Pikachu gritando y solo una persona le entiende. — (¡Ash!) —

— Acompáñame, Satoshi. — Le señala con el brazo en dirección al cuarto donde esta Froakie.

.

Froakie se halla en una cama pequeña. Con unos varias cintas y cables en su brazo, un monitor que muestra los signos vitales, por él está estable. Ash lo mira afuera de una ventana. Sin permiso de entrar.

— Perdona, Satoshi. No queremos despertarlo por el ruido que podamos causar. — Cruza sus brazos y pegada a la pared.

— No pasa nada, tampoco deseo eso. — Toca el vidrio que los separaba.

— Oye, Satoshi. No sé cómo le hiciste para que Froakie confíe en ti. — Le miraba serio. Pero, cambia su semblante por una sonrisa. — Pero, lo hiciste… ¿Puedo preguntar, por qué? —

— ¿Hay consecuencia si digo que la puerta se abrió? —

Sophie y Satoshi, se ven y empiezan a reírse. Por aquel chiste. Hasta en el futuro lo seguirán mencionando. Lo bueno que adentro donde esta Froakie se aísla el sonido de afuera. Nada como buen momento para reírse.

.

.

.

El siguiente paso.
.

.

.

Ataques usados en el combate.

Pikachu de Pikachu (Tipo eléctrico): Atactrueno. — Cola de Hierro. — Ataque Rápido. — Electrobola.

Froakie (Tipo agua): Burbujas. — Golpe. — Doble equipo. — Pulso de agua.

Garchomp del Profesor Sycamore (Tipo dragón/tierra): Hiperrayo. — Garra dragón. — ¿? — ¿?

Steelix del Equipo Rocket (Tipo acero/tierra): Lanzarrocas. — Excavar. — Cola de Hierro.— Endurecimiento.

Jolteon del Equipo Rocket (Tipo eléctrico): Atactrueno. — Bola sombra. — ¿? — ¿?

Wobbuffet del Jessie (Tipo psíquico): Escudo espejo. Contraataque. — ¿? — ¿?