Capitulo 05.🌼 Florecer 🌼

🌹 Primavera🌹

"A veces cuando tomamos ciertas decisiones en nuestra vida, florecemos con ellas"


—¿Cómo sigue Maki?— Nitta pregunto a Megumi, quién regresaba por aquel camino para salir de la arena y con las manos en los bolsillos.

El azabache soltó un suspiro
—Parece que ya está más tranquila... aunque lo ideal será darles su tiempo a esos dos— dijo recargándose en el auto al lado de aquella asistente.

Una vez que encontraron a Maki y le dieron los primeros auxilios.

Decidieron bajar cerca de la zona turística, más específicamente a una playa que era más tranquila y sin tanto flujo de personas. Esto para tratar la crisis nerviosa de Maki, mientras el equipo de limpieza hacia su trabajo en el lugar de los hechos.

Nitta suspiro.
—¡Siento que debí detenerla! ¡Le pregunte varias veces si se sentía mal y ella me decía que no! — se lamentaba y se notaba algo molesta —¡¿Por qué esa chica no quiso detener la misión?!— pregunto enojada.

Megumi suspiro de nuevo.
—No tienes por qué sentirte culpable por lo que paso. Así es Maki san de terca... le gusta hacer las cosas muy a su manera— se tocó el hombro como de costumbre. — Solo esperemos que de ahora en adelante no vuelva a cometer una locura como esta...— trato de consolar con aquellas palabras.

Ambos miraron hacia la puesta del sol desde aquel lugar donde estaban estacionados... realmente se había hecho tarde y la noche no tardaría en aparecer.


Maki ya había salido de aquella crisis nerviosa que le había provocado tanto la misión como el volver a ver a Mai.

En aquel momento, ella estaba sentada a la orilla de la playa, mirando el atardecer mientras sentía la arena y las olas tocar suavemente sus pies descalzos...

Se le podía notar más tranquila mientras se acomodaba la sudadera de su esposo sobre sus hombros para cubrir las rasgaduras que tenía su camiseta por la parte de atrás, debido al ataque que recibió en su espalda por parte de aquella maldición.

Al sentir la espuma en sus pies, el simple recuerdo de su hermana se hizo presente, ya que aquel reencuentro se sintió tan real que dudaba que hubiera sido un sueño.

—Mai...— dijo con nostalgia mientras recordaba las palabras de su hermana.

"Estas a un paso de florecer por completo..."

"Florecer"

—¿Qué diablos me habrás querido decir con eso de "florecer"?... — Maki se preguntó en voz baja.

Realmente la conversación con su hermana le había dejado muy pensativa, pero en el fondo, también la había dejado más tranquila ya que parecía haberle resuelto todas sus dudas.

Después de reflexionar por unos minutos. Una sensación de completa tranquilidad y felicidad la invadió desde el fondo de su corazón, ya que presentía que todo iría bien...

Maki respiro profundamente y sus manos fueron directo a su vientre donde germinaba su pequeña semilla.

—Creo que ya he tomado una decisión sobre todo esto... en especial sobre ti—Una sonrisa apareció en sus labios mientras se miraba la barriga.

Después miro al cielo, admirando las primeras estrellas en el firmamento.
—Gracias Mai... creo que ya lo he decidido y ya sé que debo hacer — dijo en voz baja, mientras regresaba su mirada hacia el frente para admirar la puesta del sol.

Parecía que, ante tales palabras Maki recibiría una respuesta, la cual vino en forma de una suave brisa que le acarició las mejillas y el cabello.


Aquella mujer estaba tan entretenida admirando el mar, que la voz de su esposo fue lo que la sacó de sus pensamientos.

—Maki ¿Ya cómo te sientes? — pregunto Yuta volviendo a sentarse al lado de su esposa—Nitta también me comento que hace rato traías algo de náuseas y dolor de estómago ¿Quieres algún otro medicamento? ¡Oh y también, Fushiguro nos trajo algo de agua!— saco una botella de aquella bolsa de plástico que traía en la mano.

—¡Gracias! ¡Si que necesito esto!—Maki tomo la botella de agua —Y en general ya me siento mucho mejor, ya no me duele el estómago y también ya me siento más tranquila... la crisis ya paso— contesto regresando a su carácter de siempre.

—Por cierto...— levanto una ceja— ¿Cómo es que dieron con nosotras? Pensé que te vería en Tokio al anochecer— contesto Maki antes de beber casi de golpe aquel líquido.

Yuta rascó su nuca mientras contestaba aquella pregunta.
—Pues veras... le pedimos la información de tu misión a Utahime sensei y después de muchos intentos, logramos contactar a Nitta, ya que tu no nos contestabas ni los mensajes ni las llamadas—Levantó las manos en señal de paz al sentir la mirada de furia de su esposa —¡Lo sé! ¡Eso estuvo mal!, sé que no se deben dar detalles ni ubicaciones de las misiones de los demás a no ser que sean por motivos de urgencia, pero esta era una situación de riesgo ya que tanto Fushiguro como yo, presentíamos que tú no te encontrabas del todo bien—

Miro a Maki fijamente bajando las manos— Sobre todo yo traía un mal presentimiento desde nuestra última llamada ayer por la noche, ya que te escuchabas muy afligida — sus hombros bajaron un poco — y hoy me preocupe más después de que Fushiguro me contará que desde ayer tú te notabas enferma... por eso decidimos venir a buscarte, lo bueno que llegamos justo a tiempo, antes de que otra maldición apareciera o que te pasara algo peor...—

Maki chasqueo la lengua.
—¡Tsk, Maldito Megumi! ¡Realmente eres un mocoso engreído! ¡¿Nunca cambiaras, eh maldito entrometido?! ¡Si que te gusta hablar de más!— gritó molesta, girándose levemente sobre su hombro para ver a lo lejos a su familiar.

Sabía que Megumi había dicho todo eso a propósito, ya que él no podía decir directamente lo de aquel embarazo.


Megumi solo sintió un escalofrió recorrer su cuerpo por aquella mirada de furia que Maki le había lanzado, pero sabía que algún día ella se lo agradecería.


Yuta rio ante tales palabras.
—Pero tú tampoco has cambiado nada, siempre eres tan arriesgada en tus misiones, amo tu valentía y determinación para hacer las cosas, eso es lo que más admiro de ti —

Sujetó la mano de su esposa sobre la arena, su sonrisa cambió a un semblante un tanto serio y lleno de preocupación —Pero regresando al tema... ¡Maki! ¿Por qué aceptaste la misión aun sintiéndote mal de salud? ¡Amor eso de verdad fue imprudente y muy peligroso!— apretó un poco la mano de su esposa, su agarre era un tanto tembloroso, como si algún mal recuerdo hubiera regresado a su memoria.

— Sabes... el solo imaginar que algo malo te hubiera sucedido en tu misión y que quizás yo u otra persona no pudiera estar ahí para ayudarte o para atenderte a tiempo me hace sentir muy mal ... siento que si de verdad algo malo te llegara a pasar... yo — su voz se notaba quebradiza— yo nunca me lo perdonaría— la miro a los ojos con demasiada angustia.

—¡Lo se! ¡Y no tienes por qué regañarme de esta manera! ¡Ya entendí la lección! —Respondió Maki un poco molesta—Se que estuvo mal que yo aceptara una misión así con mi mala condición de salud...— su voz se apaciguó.

—Pero supongo que la acepte porque estaba aburrida y quería un poco de acción – lo miraba fijamente –además quería demostrarme algo a mí misma con todo esto... y creo que así lo hice...— dijo sin soltar la mano de su marido.

—Lo siento por haberlos preocupado a ambos, pero sobre todo a ti.— Maki suspiro y apretó la mano de Yuta, sabía que le había hecho preocuparse demasiado.

—Yuta, perdón por haberte hecho preocupar de esta manera. Pensé en que quizás podría acabar con esto rápidamente como en mis misiones anteriores— se disculpó sin dejar de mirarlo a los ojos.

Yuta suspiro por aquellas palabras, sabía que esa mujer siempre seria así de rebelde.

Pero la amaba demasiado cómo para confiar en ella todas las veces que fuera necesario.

El hechicero seguía mirando a su esposa con ojos de angustia —Maki, solo prométeme que no volverás a aceptar una misión si te sientes mal o si te encuentras enferma ¿De acuerdo?... así sea que tengas un simple dolor de estómago o una gripe, no te vuelvas a arriesgar de esta manera... realmente me tenías preocupado— contesto bajando los hombros.

Su esposa le apretó la mano sin dejarle de ver.
—Lo tendré en cuenta, tratare de no arriesgarme demasiado de ahora en adelante...— respondió en un suspiro de resignación.

El hechicero de grado especial suspiro de alivio al escuchar esas palabras y después de un leve momento de silencio.

Yuta le dio un beso en los labios.
—Te extrañe...— le susurro al oído antes de pasar sus brazos a la cintura de su esposa para acercarse más a ella y poder abrazarla.

Maki correspondió aquel beso... de verdad necesitaba de sus labios.
—Y yo a ti... cómo no tienes idea...— susurro con la voz a medio quebrarse, mientras recargaba su cabeza en el hombro de este, escondiendo un poco su rostro en el cuello de su marido.

Los labios de Maki besaron la barbilla y los labios de Yuta, quien correspondió aquello con demasiado cariño y deseo.

Realmente ella se sentía segura en sus brazos y sus besos eran un elixir que la calmaban.


Después de pasar unos minutos así abrazados, ambos se separaron, pero sus manos seguían entrelazadas sobre la arena, mientras seguían mirando aquella puesta de sol.

De nuevo, la incertidumbre lleno a Maki de ansiedad mientras su mano libre iba levemente hacia su vientre... sentía que quizás aquel podría ser un buen momento para darle a Yuta aquella noticia sobre su embarazo.

Las palabras de Mai de nuevo se hicieron presente en su cabeza, mientras veía a discreción a su esposo, quien seguía observando el ocaso con una gran sonrisa al sentir la brisa marina.

— Escucha... en realidad hay una persona más importante que nosotros dos con la que debes hablar sobre esto... — Mai de nuevo apuntó con su dedo índice al vientre de su hermana— Y ese es Yuta...con él es con quien debes tratar este tema con más profundidad y seriedad y más que ahora él es tu principal familia — Maki recordó aquellas palabras en aquel instante.

La peliverde apretó fuertemente los labios y trataba de que sus lágrimas no se desbordaran.

En aquel momento, Maki había recordado que había dejado aquel test de embarazo en casa y el ultrasonido estaba en su bolso dentro del carro de Nitta.

Todo eso, hizo que ella se sintiera decepcionada consigo misma porque no tenía una sorpresa preparada para aquel momento... se lamentaba el no ser detallista ni precavida con ese tipo de cosas.

Y eso lo demostró apretando temblorosamente la mano de su esposo... sentía que debía decirle la verdad, pero a la vez a ella le hubiera gustado que esa noticia fuera acompañada de algo especial.

Aquel gesto hizo que Yuta se girará a mirarla rápidamente.

—¿Maki san? ¿Está todo bien? ¿De nuevo te sientes mal?— pregunto preocupado al ver a su esposa secar unas lágrimas de sus rojas mejillas.

—Es que acabo de recordar que olvidé algo importante en casa — respondió con la voz un tanto quebrada.

—Además que también, a cabo de recordar algunas de las palabras que me dijo Mai antes de que yo despertará... — suspiro levemente y trataba de controlar sus emociones— Sobre todo porque dijo que hay algo importante que debo tratar contigo en realidad...—

—¡¿Algo importante?! ¿Dijo algo de lo que deba preocuparme?— pregunto Yuta algo sorprendido ante tales palabras.

—Nada de eso... — Maki negó con la cabeza.
—Solo dijo que es un tema que debemos tratar entre nosotros dos...—una leve sonrisa iluminó su rostro.

—Además que me comento que tú aun sigues sin agradarle del todo...— rio levemente mientras su mano izquierda seguía secando sus lágrimas.

Yuta sonrió un poco ante aquel comentario —Parece que ni en el más allá termino de agradarle a tu hermana...— suspiro.

Continúo hablando Maki mientras aún sujetaba la mano de Yuta.
—Pero también me dijo, que ella sabe lo mucho que me amas... — guardo silencio mientras tomaba un respiro.

—Claro que te amo, demasiado diría yo— Sonrió y tomo ambas manos de su esposa — ¿Mai dijo algo más? ¿Hay algo más que debas decirme?— pregunto con una mirada muy serena.

La pobre trago saliva, sentía que aún no tenía el suficiente valor para hablar de su embarazo en aquel momento.

Maki sacudió levemente la cabeza.
—Si hay algo más, pero "sobre eso importante que debo decirte"... quizás será mejor que lo hablemos cuando estemos en casa...— se levantó de golpe y se sacudió la arena.

—Por el momento, me siento muy cansada por la misión y de paso tengo mucha hambre ...— sobo su estómago por el ruido que este le estaba haciendo.

Yuta le miro fijamente mientras se ponía de pie.
—Está bien... pero de lo que quieres que hablemos en casa... ¿Se trata de "eso importante" que mencionaste ayer mientras hablábamos por teléfono? ¿Segura que todo está bien?— pregunto con curiosidad.

Maki apretó los labios por un momento.
— ¡Si, es sobre eso que no podía contarte por llamada! Y ¡Si, todo está bien! Pero como dije — cruzo los brazos, tratando de que su orgullo la protegiera —Me siento cansada y no quiero hablar de "eso" en este momento ya que me estoy muriendo de hambre— sujetó la sudadera de su esposo con sus manos cruzadas y miro hacia el otro lado con una mueca en los labios.

Yuta suspiro un poco, sabía que cuando ella se ponía de mal humor por falta de comida, no hablaría fácilmente.

—De acuerdo— se sacudió la arena del pantalón — pero solo respóndeme una cosa, ¿Eso de lo que quieres hablar conmigo, es algo por lo que debería preocuparme?— pregunto Yuta una vez de pie frente a ella.

Maki negó con la cabeza. —No es nada por lo que debas preocuparte, te lo aseguró — Sonrió levemente.

Yuta volvió a suspirar, se acercó a Maki y le plantó un beso en la frente—Esta bien, lo hablaremos una vez estemos en casa— su mirada era compasiva y eso tranquilizó a la peliverde.

Después de ese beso, Yuta estiro un poco los brazos hacia arriba y sonrió al sentir la arena y el agua en sus pies descalzos.

—Amor, ¿Qué te parece si este fin de semana lo pasamos aquí en Atami? Llevo dos días sin verte y la verdad me gustaría pasar más tiempo contigo, además que tengo tantas cosas que contarte sobre mi misión — dijo pasando sus brazos alrededor de la cintura de su esposa.

Maki hizo un puchero. —¡Pero aquí está haciendo un calor del infierno! ¡Y sus caminos me dan mareos! ¡Además, hay muchos turistas en la zona principal, y sabes que no me gustan las multitudes!—

—¡Pero es la playa!— dijo muy emocionado — ¡Hace años que no estoy en un lugar como este y que mejor que estar aquí contigo y disfrutar juntos de este lugar! — Yuta hizo ojos de cachorro. —¡Por favor amor, solo será por un día y el domingo regresaremos temprano a casa! ¡Lo prometo!— suplico.

Maki suspiro al ver aquella expresión ... el solo imaginar que su hijo hiciera algún día esos mismos ojos mientras le pedía permiso, le ablando un poco el corazón.

—Está bien... — seguía con los brazos cruzados —quedémonos este fin de semana aquí — dijo muy a su manera — ¡Pero solo si nos alojamos en un lugar que tenga un buen menú y aire acondicionado!— comento haciendo un puchero.

Yuta la beso en los labios ante tal respuesta.—¡Así será! ¡Le pediré a Nitta que busque un buen hotel por esta zona! — sonaba muy emocionado —Estas podrían ser cómo unas muy merecidas mini vacaciones en familia después de pasar tantas misiones fuera de casa...— Abrió grande los ojos por lo que había dicho — ¡Perdón! ¡Digo en pareja! Se que no te gusta que diga esa palabra...— se disculpó rascando su cabeza ante tal error.

"Familia"

Aquella palabra sorprendió demasiado a Maki que incluso sus ojos se abrieron de golpe.

Ellos oficialmente se convertirían en una familia con la llegada de ese pequeño ser. Esa era la verdad absoluta y Maki sabía que ya no debía ocultar aquello.

—Les diré a Nitta y a Fushiguro que nos quedaremos en Atami todo el fin de semana— contesto Yuta con una gran sonrisa mientras iba soltando a Maki —También les diré que vayamos a conseguirte algo de ropa para que te pongas más cómoda— dijo dando unos pasos—me iré adelantando para avisarles—

Maki apretó las manos sobre sus brazos y cerró los ojos fuertemente.
—¡Tienes el valor para enfrentarte a una maldición de categoría uno, pero no tienes el suficiente valor para decirle la verdad a tu marido! ¡No seas cobarde! ¡Díselo antes de que te arrepientas! ¡Es ahora o nunca!— grito su mente.

Y antes de que Yuta diera unos pasos más sobre la arena, Maki le detuvo sujetándolo de la camiseta.

—En realidad... Yo...— Maki de nuevo tenía los ojos llorosos y el estómago hecho un desastre por las náuseas que le estaba provocando la situación.

Yuta se giró y se volvió a preocupar al verla de esa manera.

—Yo tengo algo muy importante que decirte y esto no puede esperar más...— dijo Maki pasando su mano derecha por sus mejillas para limpiar sus lágrimas.

—Maki de verdad me estas preocupando...— Yuta se acercó a ella muy asustado.

Maki respiro profundamente pero las lágrimas seguían desbordándose de sus ojos y la voz apenas le salía —Yo... ¡tsk!—

—¿Qué sucede?— Pregunto Yuta muy preocupado mirándola de frente.

—¡Agh! —Maki gruño llevándose ambas manos al rostro por un momento —¡Como me hubiera gustado que esto sucediera de otra forma y en diferentes circunstancias! — soltó recordando las palabras que le había dicho tanto Mai como Megumi.

Maki respiro profundamente para tratar de tranquilizarse y de juntar el poco valor que aún le quedaba.

—¿Suceder de diferente manera? ¿A qué te refieres?— El hechicero tenía el alma en un hilo al verla en aquel estado.

—Yuta... yo...— la voz y apenas le salía mientras veía la incertidumbre en la cara de su marido.

—¿Maki, de verdad estas bien? ¿Amor que sucede?— Yuta estaba demasiado preocupado por aquello que trataba de decir su esposa, el pobre pensaba en lo peor.

La peliverde tomo un poco de aire y soltó aquello como pudo... era momento de decir la verdad.

—¡Yuta, estoy embarazada!— reveló Maki con una leve sonrisa que después se transformó en llanto.

El hechicero estaba en shock por aquella noticia.

Las manos de Maki fueron directamente hacia su vientre, mientras sus lágrimas seguían bajando por sus rojas mejillas— Yo... Hace— sollozo — hace dos días descubrí que estoy embarazada y ...— fue interrumpida.

El rostro de Yuta se iluminó con una gran sonrisa por lo que estaba escuchando y rápidamente abrazo a su esposa.

Maki seguía llorando y todas sus emociones eran una mezcla entre felicidad, incertidumbre, ilusión y miedo por haber dicho aquello.

Yuta la miro con lágrimas en los ojos.—¡Maki!— La nombro con gran alegría.

—¿Y... Tu...Por... qué demonios estas llorando?— pregunto sorprendida ante tal reacción de su marido.

Yuta respondió con una gran sonrisa mientras secaba algunas lágrimas con su mano.
—¡Son lágrimas de felicidad! ¡Esta es una de las mejores noticias que he recibido en mi vida!— le volvió a abrazar— ¡Te amo! ¡Vamos a ser padres!— dijo muy emocionado y llenándole la cara y los labios de besos.

Maki apretó los labios ante tal respuesta

—Idiota... me vas a hacer llorar más...— dijo con más lagrimas desbordándose por sus ojos mientras le correspondía el abrazo y sus labios correspondían los besos de su marido —También te amo...— susurro entre besos.

Realmente sentía como si se hubiera quitado un peso de encima.

Rápidamente, la cara de felicidad de Yuta cambió a una de preocupación, sus manos fueron directamente hacia los brazos de su esposa, a quien miro de pies a cabeza todo preocupado.

—¡El bebé! ¡La misión! ¡Maki, pero tu misión fue muy peligrosa! ¡¿Esa maldición te atacó, cierto?! ¿Recibiste alguna otra herida aparte de la hecha en tu espalda? ¿Segura que estás bien? ¡¿Quieres que vayamos al hospital para asegurarnos de que estén bien tu y el bebé?! ¡¿Quieres que llame a Shoko?!— pregunto muy preocupado.

Maki sonrió un poco al ver la preocupación en el rostro de su marido, sus manos fueron a las mejillas de este para tranquilizarlo.
—El bebé y yo estamos bien... Mai también me aseguró que ambos estábamos a salvo, no debes preocuparte por eso—

—¿Segura que no te duele nada? —Pregunto Yuta todo preocupado.

Su esposa negó con la cabeza.
—No me duele nada y al contrario, presiento que este bebé es igual de fuerte que tu y yo... Ambos Estamos bien— Maki sonrió mientras su mano izquierda acariciaba su vientre.

Yuta de nuevo la abrazo y Maki enredo sus brazos al rededor del cuello de su esposo, quien la levantó levemente unos centímetros del suelo por la alegría de aquella noticia.

Una vez Yuta la regreso al suelo, Maki seguía llorando en los brazos de su esposo mientras su rostro lo escondía en el pecho de este.

—¡Te amo!— Yuta le volvió a susurrar con tal alegría.

—Yo...—Maki sollozaba escondiendo su rostro.

—También te amo, pero— volvió a sollozar, bajando su mano izquierda a su vientre y con la derecha secaba sus lágrimas —Lo siento... no puedo dejar de llorar... además de que tengo mil emociones encontradas en este momento... soy una mezcla entre felicidad, pero combinada con miedo e incertidumbre ... y yo...no...— su llanto no la dejaba hablar.

Yuta le beso de nuevo la frente —lo sé...— rápidamente entendió lo que su esposa intentaba decirle—Sabes que te apoyare en la decisión que tomes respecto a todo esto...— contestó en un tono que delataba tristeza, mientras ponía su cabeza en el hombro de su esposa, quien lo abrazo fuertemente.


Después de pasar unos minutos en silencio y estando aun abrazados, Yuta se animó a preguntar aquello que era inevitable.

—Maki... ¿Ya has pensado en lo que quieres hacer con el bebé?— pregunto en voz baja con un tono de incertidumbre.

Yuta tenía miedo de haberse ilusionado en vano, sobre todo en el caso de que ella decidiera interrumpir ese embarazo.

Pero aun así, cumpliría su palabra tanto de hacerse cargo y responsable de ese bebé en caso de que Maki decidiera tenerlo. Como también de aceptar y respetar la decisión de su esposa en caso de decidir no continuar con aquel embarazo.

—Si—Maki siguió hablando con un tono más tranquilo—Por dos días he estado pensando sobre todo esto y creo que ya he tomado una decisión...— dijo mientras pasaba su mano por el cabello de su esposo.

Yuta se separo de su hombro para mirarla directamente a los ojos. Tenía el alma en un hilo por escuchar la respuesta definitiva de su esposa.

—¿Y qué has decidido? ¿Piensas continuar con el embarazo? O ¿lo vas a interrumpir? O ¿Quieres que hablemos un poco más sobre todo esto?— pregunto con un hilo de voz, la duda lo estaba matando por dentro.

Maki lo miró fijamente.
—He decidido que quiero tener a este bebé... he decidido que quiero florecer y dar frutos— comento con una gran sonrisa mientras sus manos acariciaban su vientre— aun así, si me gustaría que hablemos de esto como la pareja que somos y también que tomemos algunas decisiones como la familia que pronto seremos—

Yuta suspiro de alivio al escuchar aquello.

Afirmo con la cabeza y le beso cariñosamente las palmas de sus manos, para después poner su frente en la frente de su esposa. —Me haré responsable de ambos y los cuidare como debe ser— contesto con una sonrisa y puso su mano en el vientre de Maki.

—Aun así, tengo miedo a todo lo que está por venir— susurro ella aun con lágrimas en los ojos.

—Lo sé...— Yuta paso su mano por la mejilla de su esposa— pero sabes que yo estoy aquí para ti y te apoyare y respetaré en todo lo que decidas y hagas hasta el final... — dijo besándole una vez más la frente. —Te amo y te amare hasta el final de mis días — susurro con cariño.

—Gracias por todo... por eso te amo...— Maki volvió a susurrar, antes de pasar sus brazos al rededor del cuello de Yuta, para después unirse en un profundo y apasionante beso.

Maki tenía miedo de arrepentirse de aquella decisión que había tomado, pero eso lo descubriría con el pasar del tiempo.


A lo lejos, Nitta y Megumi vieron toda aquella escena antes de que el sol se ocultara por completo.

—¡Que lindos se ven esos dos!— Nitta suspiro como si acabara de ver una película romántica.

—Se nota que Maki y Yuta se aman demasiado, aunque por un momento parecían estar discutiendo... ¿Crees que estén bien? — pregunto la asistente aun mirando aquella conmovedora escena.

El azabache solo suspiro. —Supongo que sí, quizás pronto nos cuenten que está pasando...— saco su celular —Nitta, lo mejor será avisar a la academia que no regresaremos pronto. También creo que lo mejor será buscar un hotel para pasar aquí la noche... ya es muy tarde para regresar a Tokio y no creo que esos dos tampoco tengan ganas de viajar en tren bala— observo la hora.

—¡A la orden! — comento la asistente con entusiasmo —¡Pasaremos todo el día de mañana aquí en Atami tomando el sol en un buen hotel!— dijo muy feliz.

Megumi suponía que Maki ya le había dicho a Yuta sobre su embarazo, esto por toda la reacción que tuvieron esos dos... ahora solo faltaba que ella lo notificará a la academia y que ella no se arrepintiera de su decisión.

Sobre todo, porque el verano al igual que el primer trimestre de un embarazo, era la estación más tormentosa...

🌸Continuará...


Espero les haya gustado este capítulo, con el cual cierro la estación de la primavera y así como dice el final, abre al verano.

¿Qué les está pareciendo esta historia? Quiero leer sus comentarios

En serio, muchas gracias por sus votos, lecturas y comentarios. Eso ayuda mucho para seguir escribiendo.

Espero actualizar pronto ❤️

Nos seguimos leyendo ❤️

Atte; Vera