Los personajes de Mai-Hime no me pertenecen… sino que son de Sunrise.

Capítulo 1

(6 años y medio después)

.

Podía pensar en la docena de cosas que preferiría estar haciendo en vez de estar asistiendo al Campeonato Mundial de la FIM, del Motocross. Incluso fregar el piso de la cocina estaba empezando a sonar más satisfactorio que esto.

Pero, así es mi trabajo. El ser consultora de imagen, no tiene un horario definido, raramente termino a las cinco de la tarde, incluso a veces debo trabajar los fines de semana. Por lo que, aquí estoy sentada al lado de un importante cliente nuevo, en una fiesta del Campeonato Mundial de la FIM, cogiendo una bebida que no quiero y fingiendo interés en un deporte que no me gusta.

Si por lo menos no tuviera que ver a Natsuki correr.

Natsuki Kuga era actualmente una de los mejores pilotos del mundo y también una de las mayores idiotas del mundo.

Incluso viéndola por la televisión, era demasiado guapa y sexy. Sabía que sus ojos esmeraldas debían seguir hipnotizando junto con su figura perfecta. Su largo cabello cobalto de seguro seguía atrayendo a las mujeres, las cuales deseaban alcanzarla y poder examinarla con sus dedos, para ver si su piel era tan suave como parecía. Y pensar que yo fui así una vez.

Gracias a Dios, la carrera estaba terminando. Solo unos segundos más y le diré adiós.

Mi cliente, que estaba narrando la carrera, me dio un golpe en las costillas llamando mi atención.

- Una temporada entera, pendiente de esta carrera, y Natsuki Kuga tiene que actuar ahora para poder ganar.

Moví la cabeza educadamente y mire la enorme TV de plasma. La carrera era un borrón en movimiento, y apenas podía distinguir entre un corredor y otro.

- ¡Están llegando a la recta final! – mi cliente salto de su asiento, sin poder contener su excitación – Donde podremos ver quien será el nuevo campeón mundial.

Después de lo que Natsuki me había hecho, ella no merecía mi preocupación, pero incluso así, una loca parte de mí, quiere que ella logre ganar y se convierta en la heroína.

- ¡Oh, Dios! Natsuki está tomando la última ventaja.

Este sujeto tiene que relajarse. Natsuki podrá ser un desastre en las relaciones. Pero, era brillante en las carreras e iba a ganar esta carrera.

Entonces, otro piloto se le acerco haciendo que ella perdiera por un segundo el control. Miles de fans estaban perdiendo sus mentes y todo el mundo en la fiesta de mi cliente estaban saltando de sus sillas gritando y maldiciendo a la TV.

Luche contra el impulso de cubrir mis ojos cuando ella perdió el control de su moto. Una parte mía, un pedazo altamente irracional de mi corazón, no soportaba permanecer aquí, viendo como se le escapaba la victoria por poco.

- Ella no podría… - susurró mi cliente - ¡Oh, señor! ¡Lo ha hecho!

Recuperando el control de su moto en cuestión de segundos, acelero de tal forma que nadie podría ganarle, pasando por al lado del piloto que le hizo perder el control, era increíble. No podía creerlo. Nadie podía creerlo. Haciendo esto, Natsuki Kuga lograba ganar el Campeonato Mundial de la FIM. Por quinta vez consecutiva, haciendo historia en el mundo del Motocross.

Natsuki Kuga, la mujer que me había vuelto lo suficientemente estúpida como para darle mi virginidad y mi corazón hace casi siete años atrás, acababa de convertirse en una leyenda.

.

POV NATSUKI

.

Mis compañeros de equipo y mis amigos me aplastaron en un abrazo salvaje de grupo y entonces me levantaron sobre sus hombros para la celebración.

Por momentos como éste, son para lo que vivo. Los gritos de los fans, adolecentes quitándose sus sujetadores y lanzándolos. Toda mi vida había querido surgir, y ahora me he convertido en una leyenda. Con tan solo veinticuatro años, cerca de los veinticinco, he ganado cinco campeonatos mundiales desde los diecinueve años, nadie antes lo había logrado, rompí records alrededor del mundo, en otros torneos, pero este campeonato era lo que deseaba. Y nadie podrá quitármelo.

Alguien pulverizo champagne sobre mí y cuando logre eliminarlo de los ojos con la parte de atrás de mi mano, un flash de cabello castaño y curvas lujuriosas en las gradas llamó mi atención.

Mi corazón se aceleró, casi tan rápido como cuando estaba en la meta. ¿Estaba viendo cosas? Al final, después de todos estos años, ¿ella había decidido perdonarme?

La mujer retiró su cabello hacia atrás despejando su rostro y mi corazón se hundió. No era Shizuru. Claro que no lo era. Silenciosamente me maldigo por ser una idiota patética.

Después de tantos años, no debería estar aún pensando en ella y en la noche increíble que pasamos juntas la noche de la graduación. Aquellas doce horas habían sido la única vez que por fin habíamos hablado, besado y tocado. Incluso así, ella está aún dentro de mi cabeza. Ni todas las súper modelos y actrices de mis viajes, que se habían deslizado dentro y fuera de mi cama pudieron sustituirla, algunas noches si se movían lo bastante bien, intente convencerme de que lo habían hecho bien.

Pero hoy es diferente.

Alguien abrió una botella de espumoso vino fresco otra vez en mi cabeza, yo me reí y agradecí a mi entrenador, y amigo Yamada. Miré a una cámara sabiendo que mi rostro estaba llenando todas las pantallas del lugar. ¿Estaba Shizuru en una fiesta del campeonato celebrando mi victoria? ¿Había visto mi última reacción? ¿Se había quedado impresionada?

¡Basta! Este es el mejor día de mi vida y debía olvidarme de Shizuru, bebería y dejaría que el mundo me adorase.

Un periodista empujó el micrófono justo a mi rostro, cuando los de seguridad contenían a un hombre que intentaba correr hacia donde estaba yo. El hombre se hallaba en un estado lamentable y parecía que no tomaba un baño hacia una semana y todavía más tiempo que no se cambiaba la ropa.

Dios, intente de todo, lo forcé durante meses a la rehabilitación a lo largo de los años, pero no valían nada, ninguno de mis esfuerzos por él. Entonces supe lo que estaba por venir. Lo que siempre venia después de acontecimientos como estos.

- ¡Soy su padre! – Gimió mi padre a los de seguridad – le he enseñado todo lo que sabe.

No, yo descubrí como ser una maldita piloto de Motocross a pesar de ti. Que se joda el pasado. Y, entonces apareció mi salvación.

- ¡Tranquilos! Mi amiga hablara después – decía Nao, a los periodistas que intentaban acercarse – Muchas gracias por venir, y dejen descansar un rato a la campeona.

Seguridad cerró más el paso y Nao se acercó a abrazarme.

- No te puedo dejar ni cinco segundos sola – se reía.

- Que le voy a hacer – me encogí de hombros ya con mejor humor – Soy la mejor.

- ¡Sí, claro! Solo eres una cachorra con suerte – se burlaba y después su rostro se puso serio – Casi me matas del susto loca, en la parte final…

- No pasa nada.

- Bueno, pues hay que celebrar – luego les grito a Nina y a Mikoto - ¡Hora de celebrar en grande!

Mis otras dos amigas gritaron y me arrastraron, para empezar varios días de reventón. Con mujeres, alcohol y mucha comida, para poder comerla con mi amada mayonesa importada.

- "Te tengo un excelente regalo" – me susurró Nao.

- No es nada raro, ¿verdad?

A veces me hace unas bromas terribles.

- ¡Claro que no! Solo diré que, los cuartetos son mejores que los tríos.

- Entonces, ya quiero probar mi regalo.

Así es, es hora de celebrar y olvidarme de lo demás.

- ¡A disfrutar! – grité.

Esa noche la pasamos de un club a otro, para luego acabar en mi casa. Es una suerte que justo este año tocara el campeonato mundial en Japón, hace que la victoria sea mejor.

(Una semana después)

- Mi cabeza – exclamó.

Intento ver donde estoy. Dios esta no es mi casa.

- ¿Qué pasa?

Una chica a mi lado desnuda, me mira con "deseo".

- ¿Quieres seguir un rato más? – me hablo otro chica a mi otro lado.

Dios, debería estar saltando, dos chicas hermosas están desnudas, y pidiendo más sexo. La cosa es que en esta ocasión no me acuerdo ni de sus nombres, ósea, me ha pasado antes, muchas veces, pero después de una semana sin parar de alcohol y sexo, me siento "extraña".

- Verán… lo siento tanto… pero no recuerdo sus nombres – les digo, esperando a que me griten.

- No importa – dijo la rubia.

- A mí tampoco – dijo, la morena.

- ¿En serio?

- Eres una fiera en la cama – gateaba la rubia hacia mí.

- Y yo solo quiero probarte – se lame los labios la morena.

Rayos, son tan condenadamente sexys. Bueno otra ronda o dos mas no le hacen daño a nadie.

- Entonces, solo vengan – las provoco.

Y cuando se acercan y se besan ellas ante mí, ardo de deseo. Esta va a ser una jodida buena mañana.

.

Voy con lentes de sol en la calle, para pedir un taxi, cuando mi celular suena. Es la araña.

Nao: Cachorra, y ¿qué tal? – Dice feliz – Esas dos estaban ardientes, ¿verdad?

Yo: Araña, deja de meterme en problemas – la regaño.

Nao: Oye, la que te emborracho fue Midori – se excusó.

Yo: Y, claro tú no hiciste nada – le recrimino.

Nao: Pero, la gozaste, ¿no?

Araña maldita.

Yo: No te diré nada – le suelto – Y más te vale que mi casa este bien.

Nao: No hay ningún problema, en la noche llego Mashiro y arruino todo – se quejó.

Yo: ¿Mashiro llegó? ¿Cuándo? – pregunte feliz.

Nao: Ayer – suspiró – Te está esperando.

Yo: Enseguida estoy haya – dije feliz – Oye… y ¿Arika también volvió?

Nao: No, ella llega la próxima semana, está en el Campeonato de Freestail de Alemania.

Yo: Genial, me muero de ganas de ver a esas dos.

Cuelgo, y me apresuro a tomar un taxi, hace dos meses que no veo a esas dos. Desde que entre al mundo del Motocross ellas han sido un apoyo para mí, en especial Mashiro. Mi equipo es el mejor, somos familia y nos cuidamos entre nosotros. Y esas dos, son mis hermanas.

.

- ¡Hey! – Gritó – Llegué.

- Hola Nat – saluda Mashiro con una sonrisa.

Yo corro a abrazarla.

- Cuidado cachorra – molesta la araña – No vaya a ser que Arika se ponga celosa.

- Que tonteras dices araña – le pego en el hombro.

- Auu, eso duele – se queja.

- Por eso te pegue, para que te duela.

- Calma niñas – dice Mashiro con autoridad.

Mashiro es dos años mayor que Nao y yo, y mucho más madura, podría decirse que ella infunde respeto.

- Está bien – contesta resignada Nao.

- Comamos algo – digo – Me muero de hambre.

Nao me mira divertida como diciendo "ya sé lo que desayunaste".

- Primero anda a darte un baño y cámbiate de ropa – me ordena Mashiro – Y te preparare algo rico.

Inmediatamente obedezco.

Estando en la ducha sonrió y recuerdo la primera vez que las vi.

"- Natsuki, quiero presentarte a dos personas importantes de nuestro equipo – decía Yamada.

- Si entrenador.

- Solo dime Yamada – sonrió – Ahí vienen – señalo a dos jóvenes que se dirigían hacia nosotros.

Una chica con pelo lavanda largo y la otra chica era pelirroja.

- Señoritas, déjenme presentarles a, Natsuki Kuga – me señalo – Acaba de firmar un contrato con nuestro equipo y patrocinadores.

- Es un gusto, Kuga-san – dijo la de pelo lavanda – Mi nombre es Mashiro Blanc, estoy a cargo de los patrocinadores.

- Y yo soy Arika Yumemiya – menciono la pelirroja – Soy piloto en Motocross Freestyle.

- Mucho gusto a ambas – les dije con respeto – Yo soy piloto en Motocross normal, Supercross y Freestyle.

- Vaya – dijo Mashiro asombrada – Contrataron a una estrella.

- Esa es la idea – menciono Yamada – Convertirla en una estrella.

- Sera un gusto trabajar contigo en Freestyle – me dio la mano Arika – Ah, y por favor llámame Arika, tenemos más o menos la misma edad.

- A mí también, solo dime Mashiro – sonrió.

- Muchas gracias – les sonreí sinceramente, me inspiraban confianza – Igualmente, díganme Natsuki."

De ahí en adelante fuimos amigas. Y quién diría que en realidad Mashiro era la heredera de la principal empresa que nos patrocinaba, no te lo podías imaginar, ya que ella era tan sencilla.

Salgo de la habitación e inmediatamente siento un rico olor que proviene de la cocina, cocina de Mashiro.

- Que bien huele – digo entrando en la cocina.

- Y lo mejor es que Mashiro te trajo de regalo una mayonesa especial desde Alemania – decía Nao.

Casi salto de la emoción, es mi favorita.

- Gracias, ahí se ve que eres mi amiga.

- Y acaso yo no lo soy – exclamaba dramáticamente Nao, tan típico de ella.

- No, no lo eres – le saco la lengua – Solo eres una araña molestosa.

Enseguida salto de su silla a pegarme, nos pusimos a pelear en broma hasta que vino a separarnos Mashiro.

- Ustedes dos nunca aprenden, ni siquiera Arika es así, y eso que es hiperactiva.

- Pero así nos quieres – digo yo.

- Mejor comamos.

Comimos tranquilamente, pudimos conversar de lo que habíamos hecho este tiempo que estuvimos separadas, me pregunto mas sobre el campeonato y mi victoria, y me conto la buena campaña que está haciendo Arika, que es la favorita a ganar. Se le vio triste al mencionar eso último, ya que lamentablemente por primera vez no estaría a su lado apoyándola, asuntos urgentes la hicieron volver. Me daba pena, dejar a su novia en un torneo tan importante debió ser difícil.

Novia, nunca he tenido una, solo encuentros casuales y algo por el estilo. Pero nunca algo serio. Por lo que, al terminar decido salir hacia donde está la piscina, y me siento allí. ¿Por qué me siento tan extraña? He cumplido todos mis sueños y metas, y deseo seguir superándome para así poder lograr más cosas. Pero, siento algo extraño. Hoy me di cuenta de que algo cambio en mí, pero no sé qué es.

Yamada, me llamo ayer para decirme que recién en cinco meses más empezarían los entrenamientos, para así estar lista en la próxima temporada, por lo menos para mí, parte del equipo igual seguirían trabajando, ellos tienen torneos a los que ir.

Nunca he descansado cinco meses, ósea, sé que igual puedo ir a entrenar por mi cuenta, o ir a eventos de exhibición, pero es distinto a mi verdadero entrenamiento.

Suspiro y veo más allá del césped y la piscina. Donde tengo un pequeño circuito, es para practicar Freestyle, ya que no se necesita mucho espacio. Debería ir y relajarme un rato.

Mientras pienso en eso, veo como Mashiro sale, y se sienta a mi lado.

- ¿Qué pasa Nat? – Me pregunta preocupada – Sé que algo te está molestando.

Siempre tan perspicaz. Doy un largo suspiro.

- Te ha pasado que, de repente, de la nada sientes una sensación extraña, pero sin saber que es.

- Si, yo creo que a todos en algún momento nos hemos sentido así.

- Pero, no lo entiendo… tengo a los mejores amigos que podría desear, que son mi familia, adoro mi trabajo, no quiero dejar de correr, jamás. Tengo una casa enorme, dinero que quizás jamás alcance a gastar, y si quiero a una mujer, la consigo. Siempre he estado bien con todo eso – intento explicarle – Pero ahora…

- Yo tengo exactamente lo mismo que tú, incluso más – me dice – Pero, hay algo más en mi vida, que no cambiaría por nada en el mundo… Amor, no quiero tener aventuras de una noche, quiero a alguien que me ame, que este conmigo siempre, una persona con la que pueda tener una familia, y envejecer a su lado- suspira – Jamás cambiaria a Arika, por algo más. Eso es lo que le da felicidad y sentido a mi vida.

Me quedo en silencio, pensando en lo que dijo.

- Yo… no sirvo para eso hermana.

- Claro que si, Nat, tienes un gran corazón. Es cierto que te cuesta abrirte a los demás, pero, cuando las personas que quieres necesitan algo, tú eres la primera en estar allí.

- Gracias, siempre sabes que decirme – le sonrió.

- Para que están las hermanas – sonríe y me abraza.

Y, en ese momento me siento mucho mejor, Mashiro es especial, siempre está a mi lado cuando la necesito.

- Oigan ustedes dos – grita Nao desde el ventanal – Sepárense o le contare a Arika, que además está al teléfono.

Como un rayo, Mashiro desaparece de mi lado y pesca el teléfono que trae Nao, sus ojos brillan solamente por hablar con Arika, eso es estar enamorada, yo lo estuve, pero lo arruine, y me arrepiento cada día de mi vida por haberlo hecho, si tan solo pudiera retroceder el tiempo, haría las cosas totalmente distintas.

.

CINCO MESES DESPUES

.

- Es increíble Natsuki – grita Yamada – Le rompiste la maldita nariz, esto es demanda segura.

- El idiota estaba molestando – me defiendo – Qué querías que hiciera, ¿dejarlo?

- No – señala – Pero tampoco golpearlo, es un periodista Natsuki, la prensa te está comiendo viva, en estos últimos meses solo me has traído dolores de cabeza, debes dejar ese comportamiento – me dice – Deja de andar de fiesta y en peleas, compórtate como una adulta responsable.

- Me comporto como una – reclamo.

- Pues no lo demuestras – golpea la mesa con una mano – Natsuki ya no tienes dieciocho años, ahora eres una figura pública, y una muy importante, la gente está pendiente de ti, los niños te admiran, no les des un mal ejemplo.

- Yo tenía un pésimo ejemplo en casa, y aun así salí bien.

- Sinceramente, no se nota – se pasó una mano por la cabeza – Mira, eres una buena chica, todos te queremos, pero últimamente no sé qué te pasa, estas peor que antes, más mujeres, mas alcohol, mas peleas, y se viene la temporada, no puedes seguir así.

- Estaba de vacaciones, ok.

- No quiero hacer esto, pero los superiores lo pidieron – suspira – Tendrás que ver a un consultor de imagen, que te ayudara con la atención pública y tu comportamiento delante de ellos, no puedes dejar mal a la empresa, ni a los patrocinadores.

- Yamada, no crees que eso es algo extremo – habla Nao por primera vez.

- Tu ni me hables, que la acompañas y ínsitas a todo esto.

- No le digas nada a Nao, hasta ella me ha retado últimamente, por algo es mi representante.

- Pues entonces represéntala bien, cuídala más maldita sea.

- Lo intento, pero no soy su niñera, hermana sí, pero niñera no – expresa Nao, es verdad hasta a Nao le he dado dolores de cabeza, y eso que ella es casi igual.

- En fin – suspira cansado Yamada – Iras a esta empresa de consultoría, y harás lo que te digan.

- No.

- Natsuki, no es una sugerencia.

- No quiero hacerlo, un consultor, ¿en serio?

- De hecho es consultora, la mejor que hay, en estos pocos años ha logrado hacerse un renombre, tanto ella como su empresa.

- No me interesa saber quién es.

- Pero ni siquiera la conoces – señala – Su nombre es Shizuru Fujino, ha trabajado hasta con políticos, y otros deportistas importantes, como te decía es la mejor…

Yamada siguió hablando, pero yo deje de escucharlo, Shizuru Fujino, ¿acaso el destino quería burlarse de mí? La mujer perfecta, la que fue la mujer de mis sueños, trabajar con ella, volver a verla y hablarle, poder tenerla al fin después de casi siete años, a mi lado, era tentador.

- Lo hare.

- ¿Perdón? – dijo Yamada, sorprendido cuando lo interrumpí.

- Que lo hare, suena interesante, de seguro es una buena profesional, pero que quede claro que solo aceptare si es ella, no aceptare a nadie más.

Nao estaba inmóvil, como en shock, no es para menos, ella sabía exactamente de quien estaba hablando.

- Pues considéralo hecho, conseguiré que ella sea tu consultora – afirmo confiado – No te arrepentirás, esto demuestra que estas cooperando, me alegro por ello, que seas más sensata.

- Sí, tienes razón en lo que me has dicho – le dije, todo por volver a verla – Hare mi mejor esfuerzo – sonreí, eres una cínica Natsuki, solo aceptaste porque se trata de ella.

- Listo entonces, le informare a los superiores y te conseguiré una cita con ella.

- Gracias Yamada, iré a entrenar un poco.

Nos despedimos y salí de la oficina con una enorme sonrisa, Shizuru Fujino, Shizuru Fujino… la mujer que me volvió loca en la preparatoria, me ayudaría a reformarme, a mí la rebelde de Fuuka. Eso tengo que verlo.

.

SHIZURU

.

Miro por la ventana de mi oficina, mientras tomo mi té. Aun no puedo creer que hayamos comprado este hermoso edificio. Iba a tener que trabajar como el infierno para pagar la astronómica hipoteca mensual, pero la compra que decidimos hacer con Haruka, había sido la decisión correcta. Nuestra compañía seguía creciendo y teníamos un gran prestigio.

Solo tendré que ser un poco menos exigente sobre los clientes que hemos aceptado temporalmente, y asumir tanto trabajo como podamos. En especial yo.

Lo bueno, es que me encanta mi trabajo. Con Haruka habíamos prosperado estos casi cuatro años. Este último año es el que nos ha permitido ampliarnos, y crecer. Casi nunca tenemos tiempo para otro nuevo cliente, por eso tenemos a los mejores con nosotras, el contratarlos fue un acierto.

De pronto sonó mi celular, al mirar quien es, sonrió.

- Hola.

- ¿Cómo está mi hermosa novia?

- Ara, parece que estamos muy felices hoy – sonreí.

- Obvio que sí. Te he extrañado muchísimo y mañana llegare.

- Reito, eso es genial – hago una breve pausa para tomar aire – Y, ¿cómo te fue en todo?

- Lo logre Shiz – dice emocionado – Cerré el trato.

Respire tranquila, era algo muy importante para él.

- Me alegro mucho.

- ¿Quieres cenar conmigo mañana? Para celebrar.

- Ara, acaso ya te quieres aprovechar de mi – finjo inocencia.

Se ríe.

- Solo tú puedes ser así – lo oigo suspirar – Aunque no es mala idea, podrías quedarte conmigo.

- Si lo dices así – sonrió – No podré resistirme.

- Genial, tengo que irme, pero te llamo más tarde.

- Si, yo igual debo volver a trabajar.

- Te amo.

- Yo igual.

Dejo mi teléfono en la mesa y me recuesto en mi silla.

Reito Kanzaki, es mi mejor amigo desde hace seis años, nadie me entiende como el, es simpático, cariñoso, amable, caballeroso, un gran confidente, entre otras palabras, el hombre perfecto. No me imagino mi vida sin que el forme parte de ella. No siempre hemos sido novios, de hecho es la primera relación seria que he tenido.

Eso no quiere decir que nunca saliera con otras personas, porque si lo he hecho. En la Universidad me aproveche de mi popularidad para salir con quien quisiera, tanto hombres o mujeres, más mujeres diría yo, se podría decir que me atraen más.

Pero Reito, es distinto, él estuvo ahí mientras yo me iba de fiesta y terminaba con alguien en la cama, me cubría muchas cosas, y salvaba de otras. Es decir, no tengo secretos con él.

Ahora bien. ¿Qué me llevo de ser solo su amiga a su novia?

No lo sé muy bien. Hace más o menos un año, ninguno de los dos salía con alguien, estábamos en otra etapa, y un día en su departamento, con unas copas de más y bromas terminamos besándonos, y se sintió bien, como si fuera lo correcto. Él se separó afligido, y me pedía disculpas, sonreí al verlo de esa forma, así que para callarlo lo volví a besar, hasta que al otro día me desperté confundida en sus brazos. Me gusto, Reito me hace feliz, somos una gran pareja, la envidia de todos, y lo quiero mucho, no podría pensar en perderlo.

Quizás no es ese amor de adolecente que me llenaba de pasión y locura. Pero, es una cariño sano, que no me daña, y con la persona que yo sé que me ama completamente, confió en él y sé que jamás me dañara.

- Suspirando – me despierta de mi burbuja Haruka – Debió ser Reito el que llamo.

- Así es – la miro – Y, a ti no te enseñaron a golpear antes de entrar – la molesto.

- Déjate de bromas – me dice – Mejor contesta la llamada, que te pasó tu secretaria.

- ¡Ara! – Miro el teléfono del escritorio, que tiene una luz roja parpadeando - ¿Uno de nuestros clientes?

- No, aun no.

Debe ser importante, los grandes clientes significan mucho dinero. Tal vez nuestras preocupaciones financieras podrían solventarse.

- Es el Gerente General de Industrias Racers, está esperando por la línea uno – término de decir Haruka.

No sé porque, pero una sensación incomoda me recorrió la columna. Así que conteste inmediatamente, mientras que Haruka salía de mi oficina dejando la puerta abierta. ¿Por qué no la cerro?

- Buenos días, Shizuru Fujino – me presente – ¿Con quien tengo el gusto de hablar?

- Con Sergey Wong.

- Un gusto Wong-san, ¿en qué puedo ayudarlo?

- Tenemos una piloto que necesita urgente una consultora, y usted es la mejor, así que queremos contratarla.

Sabía que era algo importante.

- Explíqueme la situación y veré que puedo hacer.

- Esta piloto se ha visto involucrada en muchos escándalos, mujeres, alcohol y peleas, aunque los periodistas exageran las cosas – hizo una pausa – El asunto es que empieza la nueva temporada de carreras, y necesitamos que su comportamiento sea el mejor posible, que pueda dejar esas cosas de lado, bajar su perfil, reformarse, en otras palabras, necesitamos que la ayude a comenzar de cero.

- Es arto trabajo el que me pide – le señalo – Una transformación completa no es fácil.

- Pero usted es la mejor, ¿no? Sé que podrá con el desafío, además le pagaremos lo que pida.

Lo que pida, interesante, deben estar desesperados.

- De acuerdo, ¿Cuál es el nombre?

- Natsuki Kuga…

Mi mundo se paró, también mi corazón, no puede ser, esto debe ser una especie de broma. Natsuki Kuga. Al escuchar ese nombre, solo podía acordarme de la noche más importante y desastrosa de mi vida.

"Era la noche de graduación en la preparatoria, y todos los profesores me felicitaban por ser la mejor alumna y por haber ingresado en la Universidad de Tokio. Estaba impaciente por ir, cumplir así mi sueño.

De alguna manera había llegado a los dieciocho sin haber cometido un solo error, y sin saber lo que era un beso de verdad, de esos que te causan mariposas en el estómago, y te hacen perder la cabeza, había tenido varios besos, pero ninguno que destacara.

Aunque nadie me creería si se lo contara. Tampoco es que fuera a hacerlo. ¿Qué sentido tenia haber construido una imagen perfecta los últimos años si lo estropeaba diciendo que no había sido capaz de atraer a una chica aunque mi vida dependiera de ello?

Especialmente si esa chica era Natsuki Kuga, tan sexy e inalcanzable. Durante estos tres años la había visto desde lejos, o cuando de casualidad nos cruzábamos en algún pasillo. Yo era la mejor alumna, ella era la rebelde de la preparatoria. Pero era la mejor en lo que hacía. Además podía apostar a que había salido con muchas chicas este último año.

No perdería el control. Si mi lengua se soltase debido al alcohol, quien sabe que cosas le diría, ¿qué tendría que admitir? De pronto todo estaría arruinado. Aun así me sentía increíble y terriblemente tentada por Natsuki, una chica rebelde que me tenía loca.

Pero aun así no iba a gastar mi última noche en la preparatoria babeando por una chica que ni me miraba, observándola de lejos, mientras ella sonreía con sus amigos. Era patético. Así que encontré una salida y desaparecí por ella.

Segundos después, oí como la puerta se abría nuevamente. Un escalofrió recorrió mi columna y no tenía nada que ver con la brisa que soplaba fuera del local de la bahía. Gire y pude ver a la chica que tanto deseaba seguirme lentamente.

Había fantaseado con este momento muchas veces. Cuando Natsuki finalmente me notaba y me pedía que fuera su novia, cuando me decía que estaba igual de loca por mi como yo de ella. Y ahora estaba parada frente a mí, ahora me estaba mirando con esos hermosos ojos esmeraldas, lo suficientemente cerca para tocar su brazo si quisiera, en ese momento no podía pensar en nada, ni siquiera en mi nombre.

- Hola, soy Natsuki – dijo ella y se movió algo nerviosa.

- Lo sé.

Sus labios formaron una ligera sonrisa. Dios, era más hermosa de cerca.

- Tú eres Shizuru Fujino, la presidenta del consejo estudiantil.

- Lo sé – nuevamente soné como una estúpida.

- ¿Sabes lo que quiero hacer Shizuru? – pregunto llamándome por mi nombre, mientras yo seguía mirándola fijamente. Sus labios se separaron para tomar aire – Quiero besarte – su voz fue solo un susurro – realmente quiero que me beses.

Pestañeé con miedo. ¿Y si la besaba mal? ¿Si se reía de mí? Me moriría si eso pasara.

- ¿No quieres besarme Shizuru? – su rostro se puso un poco triste.

- Sí, quiero – le respondí, más segura.

- Bien – sonrió.

Sentía mi cuerpo caliente. La quería más que a cualquier cosa en mi vida.

Me acerque a la chica por la que sentía pasión y amor. Ella se inclinó, y levanto su mano para acariciar mi mejilla. Estaba tan involucrada con aquel mero toque de ella, que se me olvido apretar mis labios contra los de ella.

Fue bueno que Natsuki no espero a que saliera de mi trance. En vez de eso, tomó lo que ella quería y por supuesto a mi encantaba lo que ella quería. Me cogió el rostro con ambas manos, y sus labios rozaron mi piel haciéndome estremecer. Quería más de eso así que desesperada encontré sus labios con mi lengua. Ella era una mezcla de pasión y algún alcohol no identificado.

Un placer intenso rugió atravesando mi cuerpo mientras nos besábamos desesperadamente, parando solo para tomar aire y volver a fundirnos en otro beso. Cuando más me daba, más deseaba yo. Me levanto en sus brazos, subiéndome a la barandilla, para luego cruzar mis piernas a su alrededor y acercarla más. Y sin pensar en si alguien pudiera salir y nos viera, solo me deje caer en el paraíso que era estar entre sus brazos.

Fue increíble como su lengua encontró puntos sensibles en mí que ni siquiera yo sabía que existían, ahí se notaba que en realidad nunca había sido besada en realidad. Sin pensar mis manos empezaron a acariciar sus brazos y costados, mientras ella enredaba sus manos en mi pelo.

- Tengo las llaves de un yate.

- Vamos – le dije sin dudar.

Lentamente me bajo y tomo mi mano, que se ajustaba perfectamente a la mía. Todo parecía irreal, tan perfecto, tan mágico.

Embarcamos en un yate enorme y sus manos me rodeaban la cintura sobre mi vestido rojo de fiesta.

- Dios Shizuru, eres tan hermosa – dijo cuándo me cogió y llevo abajo por el corto corredor que daba al camarote principal. Empujo la puerta para abrirla y una enorme cama tipo King-size me hizo desviar la vista. Pero no iba a desistir de lo que deseaba. No esta noche. Me saque los zapatos de un golpe y deje que me acostara de espaldas en la cama, deje que me mirara como si fuera la cosa más bonita que hubiese visto jamás.

En cosa de segundos la ropa había desaparecido pero sin dejar de besarme. Y entonces, ¿podía estar pasándome de verdad esto? Sus besos me volvían loca, ¿Cómo podía haber tanto tiempo si sentir esto? Podía sentir mi cuerpo excitado por sus besos y caricias. Solo con su toque pude sentir como el muro que había construido alrededor de mi cuerpo y corazón caía y me exponía ante ella. De alguna manera no estaba avergonzada, estar con Natsuki era la cosa más natural del mundo.

El sexo era maravilloso. De hecho, nada en mi vida había sido tan bueno."

Dios, había sido una completa idiota. Todo lo que quería era olvidar el día en que verdad había conocido a Natsuki Kuga. No fui más que una chica inmadura, y no volvería a ser atraída por ella otra vez. Simplemente la mandaría con algunos de mis competidores.

- … ¿entiende? – termino de decir sin que yo lo escuchara.

- Lo lamento mucho señor Wong, pero no podrá ser, estamos muy ocupados, pero puedo recomendarle a otras empresas – estoy loca por esto, es mucho dinero, pero no quiero verla.

- Por favor, le pagare lo que quiera.

¿Cómo deshacerme del problema? Quizás pedir una cifra ridícula. He tenido contratos grandes, el más grande fue de varios millones, pero jamás alguien pagaría setecientos mil dólares, es ridículo, es pagar casi nuestro edificio. Es más dinero del que podríamos llegar a ganar con algunos clientes, una vez una empresa desesperada nos pagó doscientos mil pero quizás es algo más accesible, y fue un caso especial, mucho trabajo, por arto tiempo, pero setecientos mil, es para reírse.

- Setecientos – le dije – Setecientos mil dólares.

Sé que no aceptara.

- Aceptamos.

- ¡¿Qué?! – grito.

- Que aceptamos su oferta.

¿Por qué?

- ¿Podría saber por qué acepto?

- Natsuki pidió que solo fuera usted, nadie más, y vale la pena la inversión.

¿Cuánto ganaran por ella que aceptan algo ridículo? Pero aun así, no aceptes, aunque por ese dinero… aaahhh, que rayos.

- Deme hasta mañana y le doy mi respuesta.

- Está bien - acepto - esperamos buenas noticias de parte de usted.

- Hasta luego – corte.

Cuando levante la vista la vi, a la persona que más odio en el mundo apoyada en el marco de mi puerta. ¿Qué hacia acá?

- Hola Shizuru, ha pasado mucho tiempo – sonrió, maldita sonrisa.

- Si, ha pasado tiempo, Natsuki – dije el nombre con resentimiento.

- Y veo que aún no me perdonas – se paseó por mi oficina, cerrando la puerta, ¿cómo entro? – Por cierto tu secretaria es un amor, le explique que me esperabas y me dejo pasar tranquilamente.

Ahí tenía mi respuesta, matare a Aoi.

- ¿Qué haces acá?

- Tenia la sospecha de que no aceptarías trabajar conmigo – me explico sentándose finalmente – Y vine a convencerte de que si lo hagas, además del dinero que pediste, te puedo pagar más, y será un trato profesional.

- Obviamente seria profesional – le digo molesta – Tu y yo no somos nada.

- Pero podríamos haberlo sido – susurro para sí, pero aun así la escuche y eso me puso incomoda.

- No aceptare.

- ¿Acaso me tienes miedo Shizuru? Temes no resistirte a mí.

- No te tengo miedo – le respondí seria – Jamás volvería a caer en tus mentiras.

- Y qué pasaría si te digo que nunca fueron mentiras – me miro seria – Que me equivoque y me arrepiento, fui una idiota, lo reconozco, pero no era mi intención serlo.

- Deja de mentir Natsuki – le grite – Tu jamás me quisiste, solo te aprovechaste de lo que yo si sentía por ti.

- Eso no es cierto – ahora gritaba ella – Yo si te amaba, yo nunca he dejado de pensar en ti – de pronto se calló, como impactada por lo que acababa de decir, y yo me quede muda – Yo… lo siento, no quise gritarte, es solo que a veces me exasperas, no me escuchas bien, no me escuchaste hace casi siete años.

- ¿Qué es lo que querías que escuchara? – le pregunto, ni siquiera yo sé lo que deseo escuchar de esa pregunta.

- Que…

- Ves, no tienes idea, y no mientas diciéndome que piensas en mi – me levanto de mi silla mirando hacia la ventana – Tu comportamiento no dice eso, por algo me quieren contratar, eres solamente una imbécil, siempre lo has sido, la diferencia es que ahora eres una imbécil con dinero.

- Eso es lo que querías, ¿no?

- ¿Qué?

- Que tuviera dinero, no fuera una pobre chiquilla que se peleaba en la preparatoria, que iba a carreras y ganaba, pero nada serio – sentí como se levantaba también – Pues ahora si hago las cosas seriamente, tomo mi trabajo muy bien, me gusta y soy responsable en ello.

- Entonces, ¿por qué me llamaron?

- Porque no he tenido unos muy buenos meses – suspiro – Solo trabaja conmigo, te lo suplico.

- Para qué. ¿Para qué peleemos como lo estamos haciendo ahora?

- No, me comportare, te escuchare en todo lo que digas, lo prometo.

- No confió en ti Natsuki.

- No te pido que confíes, solo te pido que aceptes el trabajo, sé que lo necesitas – me di vuelta a mirarla, ya no quería hablarle a la ventana.

No sé qué hacer, es cierto que el dinero lo necesito, pero arriesgarme con ella es otra cosa, aunque ya no soy esa tonta chica de dieciocho años que callo en su engaño, que se derretía solo por una sonrisa, y no era capaz de hablarle, ahora soy una mujer independiente, que ha trabajado duro para llegar en donde estoy, si podía hacerlo, no le tengo miedo, solo es un trabajo más, tu puedes Shizuru, por algo eres la mejor.

- Acepto – sonrió – Pero, todo será estrictamente laboral, no habrá conversaciones de amigas, no somos nada y seguiremos siendo nada cuando hayamos terminado, me escucharas en todo y no te quejaras, al primer indicio de querer algo más me voy.

- De acuerdo – igualmente sonrió, mostrándome esos ojos que en un pasado me enamoraron – Sera un placer trabajar contigo Shizuru.

No sé porque, pero sentí en ese momento que acababa de firmar un acuerdo con el mismísimo diablo, no confiaba en ella, pero confiaba en mi misma, así que a seguir con ello.

.

N/A: Natsuki es una estrella en el Motocross, tiene éxito en todo, y se ha transformado en una rebelde distinta, Nao sigue a su lado, tiene nuevas amigas, familia. Pero siente que algo le falta, y no entiende que es, Mashiro intenta hacerle ver que es lo que le falta, pero ella se niega a eso. Durante los últimos cinco meses se ha salido de control, sobre todo en peleas, la empresa y patrocinadores necesitan que se comporte, por eso piden que vea una consultora, quien resulta nada más y menos que Shizuru. Quien aunque me odien, es novia de Reito, ha surgido en la vida y cumplido sus sueños, independizándose de sus padres. Tiene una empresa con Haruka y esto la lleva a reencontrarse con Natsuki. Arrastran un pasado juntas, solo una noche, donde todo fue mágico, pero a la vez no, ¿Qué paso después de esa noche? ¿Por qué Shizuru no la quiere ni ver? ¿Por qué Natsuki se arrepiente? Todo eso lo veremos más adelante. Ahora bien, vuelven a estar juntas, ¿podrá resistirse Shizuru a su antiguo amor? ¿De verdad no le afectara? Lo podremos ver en el siguiente capítulo. Espero les haya gustado y gracias a los que comentaron. Saludos.