Los personajes de Mai-Hime no me pertenecen… sino que son de Sunrise.

Capítulo 2

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¿Qué hago firmando un documento de como cien páginas? Mejor lo explicare. Después de hablar con Natsuki llame a Sergey, quien me pidió venir a firmar el acuerdo, y como di mi palabra, estoy firmándolo en este preciso momento.

El documento habla sobre, que por tres meses tendré que trabajar con Natsuki, enseñarle a comportarse delante de la prensa, no hacer más escándalos, nada de peleas, incluso debo enseñarle como se comportaría una pareja normal, sí, lo leyeron bien, hoy en día los atletas y estrellas salen con quien quieren, y en clubes o pubs se besan con quien quieren, pero el problema está en cuando hay prensa en esos lugares, y te sacan una fotografía haciéndolo, se debe proteger la imagen hasta en la forma en que besas a una persona, no sería bueno que al día siguiente salieras en primera plana de una revista importante devorándote a alguien a besos, y créanme he tenido clientes que han perdido patrocinadores por esas cosas, nadie quiere tener como representante de su marca a alguien irresponsable, esas cosas no venden.

Claro está, todos saben que no existen los santos, pero hay que saber cómo actuar en cada circunstancia, más si tu vida es pública y hay miles de personas observándote, en este caso, Natsuki tiene a todo un país mirándola, es un ejemplo para jóvenes, y niños, pero debo transformarla en que siempre sea un buen ejemplo, que sus malas acciones no estropeen las cosas buenas que hace, debo resaltar esas cosas buenas, que debo descubrir, porque para mí ella es una idiota, algo bueno tiene que tener, ¿verdad?

- Listo, es un placer hacer negocios con usted señorita Fujino – Sergey me da la mano, sellando así el trato.

- El placer es mío, hare todo lo que pueda por ayudar.

- Estoy seguro de que lo conseguirá, está claro que Natsuki es rebelde, pero es la mejor en lo que hace y los patrocinadores quieren a una buena Natsuki.

- Se dan cuenta – interrumpió Natsuki – Que estoy con ustedes, ¿verdad?

Decidí ignorarla.

- Entiendo perfectamente el problema, Wong-san, me encargare de todo.

- De verdad, muchas gracias por aceptar – me decía Sergey – No sé qué haríamos si nos hubieras rechazado.

- No pensemos en eso – sonreí falsamente, y vi a Natsuki hacer una mueca – Bueno, creo que mejor me retiro, tengo trabajo que hacer.

- Sí, por supuesto.

Me despedí y salí de la oficina, viendo de reojo como Natsuki salía detrás de mí. Al llegar al ascensor subió conmigo, me sentía algo incomoda, porque desde que salimos de mi oficina lo único que ha hecho es mirarme.

- ¿Necesitas algo? – le pregunte finalmente.

- Creo que deberíamos empezar a trabajar.

- Sí – afirmé – Dame tus horarios, y ajustare mi agenda.

- ¿No conversaras primero conmigo?

- Lo estoy haciendo.

- Shizuru, las dos sabemos que no confías en mí, pero debes creer aunque sea un poco en que lograre cambiar.

- No hago milagros, y no me llames Shizuru, soy la señorita Fujino para ti.

- Entonces porque firmaste – hizo una breve pausa - y no pienso llamarte Fujino.

Ni yo sabía bien porque firme. Pero no podía decirle eso. Y es tan terca cuando se lo propone.

- De acuerdo, partamos ahora mismo.

- Genial – sonrió – Vayamos a mi casa, ahí podremos hablar tranquilas.

- Sí, no veo el problema en eso.

Ir a su casa, ¿estoy loca? Tranquila Shizuru, ella no nos afecta, al ir demuestras lo madura que estas, y el cómo superaste el pasado.

Cada una fue en su vehículo, yo en mi auto, ella en su moto. Al llegar afuera de su casa quede sin palabras, era impresionantemente hermosa por fuera, no me lo hubiera esperado de ella, tenía ese toque modernista en su infraestructura, abrió el garaje, y dentro de él tenía una colección de motocicletas, y unos autos. Se podía ver que eran su pasión.

Abrió la puerta de la entrada para mí, y entre observando todo. Llegamos a la sala, muy amplia, tenía tres sofás grandes, una pared llena de trofeos, y fotografías de campeonatos. Un televisor del porte de la pared, con lo último en videojuegos, ¿cómo lo sé? Pues Yuuki, estaba jugando en ella. No me esperaba verla, aunque era algo lógico, es su mejor amiga, obviamente seguirían juntas después de todos estos años.

- Araña, ¿qué haces aquí? – pregunto Natsuki, parecía algo molesta.

- Quería ver a la ex presidenta – me miro de arriba abajo, desagradable – Y sigue estando igual de buena.

- ¡Cuida lo que dices! – le gritó Natsuki, yo me gire sorprendida a verla, acababa de gritarle a su mejor amiga por mí.

- No hay problema – señale - Un gusto volver a verla Yuuki-san – sonreí lo más falsamente que pude.

Ella se largó a reír. Esta mujer no tiene modales, este trabajo será más difícil, no solo tendré que tratar con Natsuki, sino que además con la gente que se rodea.

- Lárgate Araña.

- Vamos Cachorra, déjame quedarme.

- ¡Que te largues ahora! – gritó Natsuki.

- Esta bien – se levantó del sofá – Fue un gusto verla Ex-presidenta.

Decidí que no le diría nada. Pasó por mi lado y desapareció por la puerta de entrada, luego escuchamos como se alejaba un auto.

- Perdón por lo de Nao, no sabía que ella estaría aquí – se disculpaba, diría yo, que sinceramente – No te volverá a molestar, ni a mirar tan raro – dijo con voz molesta.

- No me importa, ahora mejor sentémonos a trabajar.

Ella apago la televisión y nos sentamos una frente a la otra.

- De acuerdo, según esta revista – le mostré la portada de una de las más importantes revistas de farándula – Te besaste y luego peleaste en un club nocturno, y muestra dos fotografías muy claras.

- No sabía que había prensa en ese lugar.

- Ese es el punto, siempre debes comportarte como si hubiera prensa.

- Además, yo no la bese – señalo la fotografía – Ella me beso.

- No importa quién lo hizo, acá se ve claramente como le correspondías el beso, y no fue un beso limpio.

- ¿Acaso hay una forma correcta de besar para las fotos?

- Si la hay.

- Enséñame.

- Con el tiempo te explicare como.

Se levantó y camino para sentarse al lado mío, demasiado cerca diría yo.

- Quiero que me enseñes ahora.

- Solo no uses lengua, en público.

- Enséñame como besar Shizuru.

- No sé qué quieres decir con eso.

- Bésame.

¡¿Qué?!

- Estas loca Natsuki, no te besare.

- Tienes que enseñarme correctamente, o volveré a fallar – se acercó más - ¿O tienes miedo de besarme? – Me retaba - Es solo trabajo Shizuru.

- No me beso con mis clientes.

- No soy cualquier cliente – señaló – Soy una cliente especial, que está pagando una absurda gran suma de dinero, y que quiere saber cómo besar correctamente, sabes como soy, no entenderé solo explicándomelo, debes demostrármelo.

No caeré en su juego, aunque en cierto aspecto no es mala idea, es solo trabajo, y podremos dejar listo ese punto.

- De acuerdo – acepte, estoy definitivamente loca por aceptar – No profundices el beso, si no que has que sea corto, no despreciando a la chica, si no respetándola.

- Te refieres a ti misma como la chica – sonrió.

- Es un ejemplo. Además Natsuki obviamente estas cansada de ser una estrella del deporte, de que te sigan a todos lados. Solo piensas en ti misma y te besas con extrañas para celebrar.

- Crees que eso es lo que soy, ¿no es cierto?

Fruncí el ceño, quizás fui muy dura con ella.

- No solo eres tu Natsuki, todas las estrellas son exactamente lo mismo.

Ella paso sus dedos por su cabello.

- Está bien, te mostraré una versión estereotipada de mi misma.

Me miró fijamente.

- He esperado toda la vida por un beso tuyo, linda. Ven a sentarte aquí y hazlo.

- Así está mejor – dije, había representado muy bien su papel, fingiendo – Mejor vamos a saltarnos el beso y a trabajar directamente en tu reacción.

- No sería lo suficientemente realista. Además solo estamos fingiendo.

Tenía razón, solo interpretábamos personajes. Iba a tener que besarla para enseñarle como comportase frente a los fans.

- Está bien – dije después de unos minutos, me metí en el personaje de una estúpida chica, que está loca por ella, la estrella. Me deslice cerca de ella muslo con muslo. ¿No era patética la manera en que empecé a sudar?

Sí, lo era.

Natsuki pasó su mano por mi cabello y me atrajo a ella. Pero, antes de besarme, miró directamente a mis ojos, y en ese momento deje de fingir ser solo una tonta chica, sino que era yo misma.

Tímidamente abrí mi boca, y apreté mis labios con los suyos y entonces sentí mil distintas sensaciones. Después de unos segundos introduje mi lengua jugando con ella, la idea era que ella no comenzara a profundizar el beso, pero al sentirla supe que debía parar, así que eso hice, deje de besarla.

Y mire a todas partes, menos a sus ojos.

- Creo Natsuki que no necesito enseñarte nada - soné patética – lo has hecho muy bien.

- ¿Estás jugando?

Entonces nuestros ojos se volvieron a encontrar.

- Te has comportado perfectamente. Buen trabajo.

- ¿Tienes idea de cuánto te deseo en este momento? – Gruñó – y no porque que estamos representando un papel estúpido o fingiendo que eres una fan.

- No puedo hacer esto – dije.

Pero no podía moverme. Ella había sido mi primer beso, orgasmo, y mañana en la cama de otra persona. Y desde ahí había intentado evitar mujeres u hombres como ella. Quizás solo aventuras.

Pero nadie se compraba a Natsuki, ella era única. Y en aquella ocasión ella me había dicho exactamente lo mismo. Pero, era adulta esta vez. Podía besarla sin herirme, tomar lo que quiero y marcharme, ¿cierto? Me dije a mi misma que estaba bien, olvidando lo que sentía mi corazón.

Cuando la mire nuevamente, ella supo que lo haría. Entonces me senté en su regazo. Y su lengua invadió mi boca. Era un beso lleno de deseo, dejando completamente de lado lo de fingir ser una fan.

Oh Dios, como amaba besarla, no existía comparación con nadie, porque jamás alguien le ganaría a Natsuki. Me sentía deseada, y hasta amada podría decir, pero no, ella no me amaba, esto solo era deseo, una tentación en la que había caído.

No podía pensar claramente con su boca devorándome. Y menos cuando una mano de ella se metió por debajo de mi blusa, intentando subirla para sacarla.

Suspiros salían de mi garganta sin poder evitarlo, no podía impedir lo que mi cuerpo sentía. Natsuki era todo lo que deseaba.

- Eres hermosa Shizuru – me dijo entre besos.

Y mi corazón salto. Pero entonces, mientras la mano de Natsuki se dirigía a desabrochar mi brasier, una imagen de Reito paso por mi mente.

Por Dios, como pude olvidar que tengo novio. Y aquí estoy engañándolo con una mujer que me daño profundamente, y a la cual jure odiar toda mi vida, no puedo hacer esto.

La aparte de mí y me paré arreglando mi blusa.

- ¿Qué rayos? – exclamo Natsuki con la voz afectada por los besos.

- No puedo hacer esto – le dije aun afectada, así que no la mire.

Ella se levantó y camino hacia mí. Me aleje más, no dejaría que volviera a tocarme o terminaría en su cama.

- Es mejor que me vaya – dije caminando hacia la puerta, para mirar solo una vez atrás, a una Natsuki en shock – Sera mejor para las dos que trabajes con Haruka, hablare con Sergey.

Natsuki no me respondió.

- Adiós, Natsuki.

Y salí corriendo de allí antes de que reaccionara. Subí a mi auto, y conduje por mucho tiempo, hasta que llegue a una playa solitaria y llore. No sabía porque lloraba, si porque no me quede con Natsuki o por engañar a mi mejor amigo, que no se merecía esto.

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Entre en el despacho de Haruka, cerré las cortinas y me tiré en una silla del rincón. Haruka dejo de ver unos papeles y me miro extrañada.

- ¿Qué es lo que está mal, Shizuru?

- Acabo de hacer algo horrible.

- ¿Cómo horrible? ¿Qué hiciste? – se paró y camino hacia mí.

Mordí mi labio. Con Haruka éramos las jefas, debía dar el ejemplo a los demás en el trabajo. ¿Qué es lo que hice?

- Casi, me acuesto con Natsuki.

Haruka se sentó frente a mí.

- No lo has hecho.

Moví la cabeza negando.

- Ósea – estaba nerviosa – muchas cosas pasaron.

- De ninguna manera, no puede ser. La odias y te lastimo muy feo en el pasado – suspiró – Tienes que ser sincera conmigo, ¿Qué paso exactamente?

- Bueno, primero todo era fingido, una representación, pero después de besarla todo cambio, Haruka nunca me he sentido así por alguien y lo sabes, pensé que podía controlarlo, pero me equivoque.

- Entonces, solo fueron besos – me decía con cierta con duda.

- Sí, solo eso – afirme.

- De acuerdo – cambio de posición a una más seria - ¿Qué necesitas que haga por ti?

Amo a mi mejor amiga, siempre dispuesta a ayudarme.

- No puedo verla nuevamente.

- Lo supongo. Podemos pasar el contrato a otra empresa.

- No. Necesitamos ese dinero.

- De acuerdo entonces. Considera a Natsuki mi problema desde ahora en adelante – Haruka sonrió, y sentí lastima por Natsuki – y puedes estar segura de que voy a pensar en una venganza muy dolorosa.

- Bien, gracias – finalmente pude sonreír.

El resto del día, mientras me centraba en mi trabajo, esperé que el alivio me llenase. Natsuki era problema de Haruka ahora, y quien mejor que ella para manejarla.

El problema es que ese anhelado alivio nunca llego. Mientras cenaba sola en mi hogar, empecé a preguntarme ciertas cosas. No era mi culpa lo del beso, porque ¿podía realmente una mujer resistir aquel encanto? Natsuki era un imán para las mujeres.

Odie que Natsuki volviera a mi vida. Había sido feliz hasta este momento. ¡Maldición! Me gustaban las noches tranquilas en casa con una buena taza de té, los encuentros agradables con Reito.

Fui incapaz de dormir en la noche. Me quise convencer que era porque tenía exceso de energía. Pero, solo era rabia por la manera en que Natsuki me había manipulado, pero cada célula de mi cuerpo me estaba llamando mentirosa.

Es que, ¿cómo es que en cinco minutos Natsuki me había hecho olvidarme de quién soy? ¿De todo por lo que he trabajado? ¿De qué tenía un espectacular novio, que cualquier mujer querría?

Pero lo peor no era eso, sino que en este momento daría todo por tenerla aquí en mi cama, haciéndome sentir amada, y adorada, haciéndome perder la cordura.

Estaba mal, necesitaba desesperadamente volver a mi rutina normal.

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NATSUKI

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Por dónde empezar, que tal por el hecho que logre hacer que Shizuru firmara el contrato, en tres meses muchas cosas pueden cambiar, el problema es que no soy una mujer paciente, así que lo primero que se me ocurrió fue invitarla "inocentemente" a mi casa. Fingiendo que solo era por trabajo, ya vería allá como convencerla de que de verdad me interesa. De hacerla cambiar de opinión.

Cuando llegamos a mi casa, cuando ella bajo de su auto, le dije.

- Sé que es una sorpresa bastante desagradable para ti, el tener que trabajar conmigo, pero intentemos llevarnos bien estos meses – le sonreí.

Ella no dijo nada, ni se inmuto por mi sonrisa. Que era sincera he de agregar.

Al entrar ella dijo.

- Es una hermosa casa.

- Más hermosa de lo que recordaba – respondí hipnotizada por su figura, Shizuru no tenía nada que envidiarle a las súper modelos o actrices, no, ella era mejor.

No tomo en cuenta mi comentario y siguió mirando alrededor. Hasta que nos encontramos con Nao, vi en su cara como no le agradaba, además de que Nao la miraba como si fuera a comérsela y de mala manera, me enfurecí, no dejaría que nadie la mirara así, era mi Shizuru, me costó millones estar con ella aquí, no desperdiciaría eso por una imbécil como Nao, así que la corrí de la casa, y pude ver la mirada sorprendida de Shizuru, quizás hice algo bien.

No sentamos a conversar, obviamente ella se sentó frente a mí. Aunque deseaba tenerla a mi lado.

Antes de que ella pescara esa absurda revista que exageraba las cosas hable, trate de ser amable. Pero de ella me gane algo que no me esperaba.

- No seas idiota – me dijo.

De repente todo cambio.

- No me llames así – le dije algo seria, no era por ofenderla, pero odiaba esa palabra – He pasado la mayor parte del tiempo siendo tratada como idiota. No es agradable después de un tiempo.

- Lo siento, no quise llamarte así – vi cómo se ablandaba su coraza, y volví a sonreír, esa es la Shizuru que quiero ver.

- De acuerdo – dijo y tomo la revista.

Hablamos de cosas aburridas, como Natsuki no hagas esto, Natsuki no hagas aquello, eso ya lo sabía, lo que quería era estar con ella, que viera que seguía perdidamente enamorada de ella, que nunca la había olvidado, que me perdonara por dañarla.

Entonces una brillante idea paso por mi mente.

- Bésame – le dije sonriendo ampliamente.

- Estas loca Natsuki, no te besare – vi cómo se removía incomoda. Excelente.

- Tienes que enseñarme correctamente, o volveré a fallar – me acerque a ella - ¿O tienes miedo de besarme? – La idea era que aceptara, así que remate con algo que sabía que no fallaría - Es solo trabajo Shizuru.

Intento negarse, reconozco que no es una chica fácil, y por eso me encanta. Pero, cuando hablo de mi juzgándome me dolió, quizás tenía sus razones, y si quizás a veces no he tomado buenas decisiones, pero quería que ella viera más allá de eso, que viera a la chica que paso su vida con un borracho, sintiendo que nadie la amaba, y que la única vez que sintió que todo era perfecto fue la noche que tuvo con ella.

Así que decidí fingir, tal como ella lo hacía, la diferencia era que mi objetivo iba más allá.

Antes de que me besara, la mire a los ojos, y pude ver un brillo especial cruzar por ellos, y cuando me beso, casi muero. Por favor, por favor no pares, imploraba mentalmente.

Y cuando Shizuru continuo explorando los contornos de mi boca con la de ella, cuando su lengua termino de saborear el borde donde mis labios superior e inferior se juntaban, empezó a crecer mi deseo por ella.

Su respiración era suave y dulce, no moví ningún musculo, no quería que nada estropeara este momento perfecto, una mano de ella se movió de mi pelo a mi cuello, entonces pasó un pulgar sobre el hueso de mi clavícula, un gemido casi se escapó de mis labios, pero conseguí pararlo.

Ella deslizo su lengua jugando conmigo.

No podía dejar que parara, y cuando estaba a punto de tomar el control, ella paro de besarme, y ni siquiera miro mis ojos.

Le dije cuanto deseaba besarla, cuanto deseaba estar con ella, dejar de fingir este estúpido juego que invente.

- No puedo hacer esto – la escuche decir.

Y yo solo pensaba: te he querido cada día, cada minuto y cada segundo que ha pasado desde la última vez que te vi.

Y joder, era cierto, eso pensaba. Ahora que ella estaba aquí, y me había besado. Si ella supiera el poder que ejerce sobre mí, se vengaría sin duda.

La vi luchar contra sí misma, hasta que se decidió y vino a sentarse en mis piernas.

Esta vez me beso enserio, y tome el control total de la situación, nos besamos desesperadamente por lo que me parecieron horas, devorando su boca, recuperando el tiempo que había perdido todos estos años, no podía esperar, debía verla desnuda en mi cama, tenerla solo para mí, no dejar que se fuera nunca de ella. Seria agradable tener a alguien con quien compartir, Mashiro tenía razón, eso faltaba en mi vida, Shizuru faltaba en mi vida.

Ahora que la tenía entre mis brazos no podía dejarla ir.

Pero, cuando estaba a punto de sacar su blusa de seda e ir a sus pechos, ella me separo, y comenzó a arreglarse. ¿Qué demonios? debía estar jugando, no podía dejarme así.

Camine hacia ella, pero se alejó más de mí, dejándome en shock, sentí que la perdía, y cuando dijo que Haruka se haría cargo de mí, algo en mí se partió.

No se cuánto tiempo estuve allí parada mirando a la puerta de mi casa, esperando que ella volviera y me dijera que me amaba, que si deseaba estar conmigo, ya para el anochecer supe que eso no pasaría.

Tenía que volver a verla, pero ¿cómo?

Me di una ducha fría tratando de pensar. Entonces sonreí, esto no le gustaría, pero quería que ella trabajara conmigo, no Haruka. Así que tenía que hacer aquello para que volviera a mi lado corriendo, y cuando la tenga aquí, ya vería como mantenerla a mi lado.

Sabía exactamente qué hacer. Oh si, la vería nuevamente, en breve. Sonreí.

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Estaba aburrida. Estos clubs llenos de mujeres habían sido quizás entretenidos, pero eso era pasado, ahora solo me interesaba ella.

Trate de parecer divertida, después de todo ese era el objetivo de la noche. Había llamado a amigos y a Nao para decirles que tuvieran una noche de diversión. Era necesario ir de fiesta aunque no quisiera, y que hubiera chicas, también que alguien borracho me sacara fotos, e inventara algo.

Entonces tendría a Shizuru exactamente donde quería. Sonreí ya ansiosa de verla mañana bien temprano en el despacho de Sergey, y solo para asegurar las cosas, le pegue a un imbécil, aunque se lo merecía, estaba molestando a las camareras.

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SHIZURU

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El teléfono sonó a las siete de la mañana, despertándome, después de al fin dormir algo. El sábado era el único día que me permitía dormir hasta más tarde, pero ya que solo había dormido minutos, estaba desorientada al responder.

- ¿Srt. Fujino?

Rápidamente me senté en mi cama.

- Soy yo.

- Creo que la hemos contratado para reformar a nuestra principal estrella.

¿Qué había hecho Natsuki? Fuera lo que fuera tenía que aplaudirla. Había encontrado un arma, que dispararía directo a su pecho.

- Sí – dije – La señorita Kuga y yo nos encontramos brevemente ayer para examinar cuidadosamente el plan preliminar.

- ¿Su plan incluía una visita al final de la noche a un club lleno se mujeres, y una pelea?

- ¿Pelea y mujeres?

¡Oh Dios! La confusión y dolor vinieron directamente a mi pecho. Había ido de besarla a ella a una completa extraña.

Sabía que no significaba nada para ella, pero dolía como una bofetada.

- Estamos en mi despacho esperándola. ¿No es cierto Natsuki?

De lejos oí a Natsuki gritar.

- Ey, Shizuru.

- Estoy en camino – colgué.

Tome rápidamente un baño, me vestí y maquille, mientras imaginaba mil maneras de asesinar a Natsuki. Pero nada de lo que pensaba era lo bastante cruel.

Quería sangre y, por Dios, iba a buscarla.

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- Buenos días hermosa.

Me saludo la muy descarada, con una enorme sonrisa, quería matarla.

- Ciertamente espero no haberla despertado, señorita Fujino – dijo Sergey.

- Fue un placer oírlo – le di la mano, intentando controlarme a mí misma y sonreír.

- Por favor, siéntese.

El problema estaba en que me tuve que sentar extremadamente cerca de Natsuki, y no solo eso sino que ella no dejaba de mirarme, bueno, no sería malo que Natsuki babeara un poco por mí, y que supiera que jamás me tendría y besaría de nuevo.

- Vaya, forman una linda pareja – dijo bromeando Sergey, y lo mire amenazante.

- Vamos Sergey, sabes que no soy nada comparada con Shizuru.

De un minuto a otro el rostro de Sergey cambio, y entro en la sala otro hombre.

- Buenos días – dijo el muy conocido entrenador Yamada.

- Es un placer verte esta mañana – hablaba Sergey nervioso.

Yamada se sentó y me miro directamente.

- Creí que contratándola como consultora de imagen de mi corredora estrella significaba no tener que lidiar más con este tipo de situaciones.

Moví la cabeza.

- Claro que sí.

- Pero he decidido con el dueño de esta compañía darle otra oportunidad, para que explique que ha causado estas fotos.

Me dio un montón de fotografías impresas. Natsuki las miro con una sonrisa. ¿Estaba jugando? Casi me había acostado con ella, bueno solo fueron besos, pero iba hacia allá. Y ahora veía estas fotos.

Muy bien. Las dos podíamos jugar el mismo juego.

- Sabemos que Natsuki lamentablemente en este momento es un desastre – agrego Yamada.

- No estoy de acuerdo con eso – hablo Natsuki.

- Oh, sí, lo estamos.

- Bueno, si no puedes con el trabajo – decía Yamada – Podrías renunciar a él.

Renunciar. No jamás, nunca lo había hecho y quedaría mal visto que la mejor no pudiera con una simple estrella deportiva.

- Señor Yamada, los dos sabemos que nunca renunciaría – dije muy decidida – A partir de este momento puede contar conmigo para ser personalmente responsable de la reputación de Natsuki Kuga. La guardare como si fuera la mía propia.

- ¿Cree que puede con Natsuki?

- Totalmente segura – eso no era cierto, pero él no tenía por qué saberlo. Mi reputación laboral estaba en juego – Así que Natsuki se mudara conmigo este tiempo y no la perderé de vista. Ni un entrenamiento, una fiesta o un evento de caridad. Nada.

Natsuki extendió sus brazos tras su cabeza y bostezó.

- No dormí bien ayer, así que estoy esperando ansiosamente un gran café de la mañana y una cama suave – levanto una ceja en mi dirección – Creo que tu cama es tan buena como la mía.

En aquel momento me controle para no estrangularla.

- Tengo una adorable habitación de invitados esperando por ti – sonreí falsamente y ella hizo una mueca – Fue un placer conocerlo – le dije al señor Yamada extendiendo mi mano.

¿Cómo demonios sobreviviría tres meses con Natsuki? ¿Podría controlarme esta vez?

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N/A: Siento no haber escrito en estos meses, pero, he estado muy ocupada, con trabajo y lo mas importante, mi hermosa novia StoicL a quien conocí cuando perdí mi otra cuenta, y que me ha hecho inmensamente feliz. Si lo sé, muy cursi, pero que le voy a hacer si me enamore. Bueno, hablando de la historia, tenemos a una Shizuru que firma un contrato que la hará estar tres meses con Natsuki, no solo eso, sino que en el primer encuentro personal en la casa de Natsuki terminan besándose, y debido a un plan de Natsuki ahora vivirá con ella, es un desastre. Por otro lado Natsuki solo quiere recuperar a Shizuru pero no sabe bien como, lo intento en su casa y fallo, y su plan para traerla de vuelta funciono, pero lastimo el ego de Shizuru. ¿Qué pasara viviendo juntas? Shizuru tiene una cita con Reito. ¿Podrá contarle sobre lo que paso con Natsuki? ¿Qué opinara el de que viva con ella? Muchas cosas están por pasar, este es solo el comienzo. Gracias por sus comentarios, me animan a seguir escribiendo, espero poder actualizar pronto, saludos.