Capítulo 15.
Bella 19 años
La cegadora luz blanca me despertó, ¿Dónde estaba?, moverme dolía pero logré sentarme, estaba en una habitación de hospital, ¿Que había sucedido?, no podía pensar correctamente
—Mi amor tranquila— Edward, ajuste la vista y ahí estaba el, se veía cansado, tenia los ojos rojos, hinchados— todo está bien, tranquila— tomo mi mano y la beso
—¿Que sucedió?¿dónde estamos?— pregunté confundida
—¿No lo recuerdas?— su voz sonaba ronca
—Recordar…— comencé a pensar— Lo último que recuerdo es que era mi día libre, aproveche para hacer un poco de limpieza, estaba… cuando— los recuerdos llegaron como un tornado a mi mente— ¿El bebe?¿Está bien?— pregunte preocupada. Vi cómo las lágrimas salieron de sus ojos— Edward… mi bebe…
—Fue un aborto espontaneo— me dijo— el bebe se desprendió del útero— dijo en apenas un susurro
—¿QUE?, ¡NO!, ¡NO!, ¡MI BEBE!— grité histérica, era imposible. El no dijo nada, simplemente empezó a llorar— ¡MIENTES! TIENES QUE ESTAR MINTIENDO—lo acuse, el negó con la cabeza — Edward, por favor dime que estás mintiendo— le rogué desesperada— ¡mi bebe!— dije entre sollozos
—Lo sé, lo lamento mucho mi amor— me abrazo— pero él se ha ido
—No, Edward, ¿por que mi bebe?— esto no podía ser posible.
Bella 27 años
—Bella— me llamo Edward, no se cuanto tiempo llevaba sedada pero parecía una eternidad— Tenemos que movernos, la noche nos va a alcanzar, el agua estará helada y ya no va a querer nadar— jalo mi mano y comenzó a caminar
—No quiero ir Ed, quiero quedarme aquí— donde sea que estuviéramos
—¿Ya no te gusta nuestro estanque? podemos ir a caminar por el bosque y descubrir nuevos lugares— propuso emocionado— es un lugar grande, hay tanto por explorar
—No es eso, ¿no extrañas a Remy?— pregunté triste
—Ella no puede venir con nosotros, aún no es su tiempo, tienes que ser paciente— me abrazo— yo he sido paciente y ahora te tengo a ti, podemos ir a ver a E.J si quieres, le encantara verte.
—¿Su tiempo?— pregunte confundida
—Aun tiene muchas cosas que hacer antes de que pueda reencontrarnos— me separe de su abrazo— cuando sea su tiempo, vendrá a nosotros, conocerá a E.J y seremos una familia nuevamente, estaremos juntos para siempre
—Edward ¿por que hablas cómo si estuviéramos muertos?—le pregunté asustada, bueno él lo estaba pero ¿yo? no, no podía ser posible— yo no estoy muriendo— le reclame
—Bella…
—¡NO! — lo interrumpí— yo no estoy muriendo, no puedo estar muriendo— corrí sin sentido lejos de él, no podía estar muriendo aún tenía una hija pequeña a la que criar, un libro que terminar, un esposo al que darle explicaciones, aún tenía una vida y mucho por vivir.
Bella 19 años
Observe atreves de la ventana cómo el negro de la noche se desvanecía para dar paso al gris de la mañana, otro maldito día, había pasado cerca de 1 semana desde que mi E.J se había ido, a veces por las noches aun podía sentirlo moverse dentro de mi, pero entonces despertaba y recordaba que el ya no estaba aquí.
—No dormiste otra vez, ¿verdad?— me preguntó un somnoliento Edward, trate de sonreírle, pero simplemente no podía
—Lo extraño— susurré antes de soltarme a llorar
—Yo también lo extraño, pero él está en un lugar mejor— me abrazó y lloró conmigo
—Tienes que ir a trabajar— le recordé alejándolo de mi
—¿Segura?, puedo pedir el día, la señora Harris ha estado mejor estos días— propuso
—Estoy bien— no quiera ser grosera con el, solamente quería estar sola
—¿Cuándo planeas retomar tu trabajo?— me pregunto mientras se preparaba para ir a trabajar
—Quiero concentrarme en escribir, por ahora— le mentí, no me importaba mi estúpido trabajo, ya no, ya no tenía ninguna motivación para salir de la cama
—Esta bien— odiaba la lastima que ahora podía distinguir en sus ojos al mirarme
Cuando Edward se fue, planeaba regresar a la cama, pero no podía seguir hundida en mi propia miseria. Tome el teléfono y marque un número que jamas crei marcar nuevamente
—¿Bella?— preguntó Jacke sorprendido
—Necesito un favor— le dije sin saludarlo
.
—Bella— Sue me recibió con un abrazo— dios niña donde te has metido, he ido a la tienda y nadie sabe nada de ti, ¿estás bien?— me miró un momento— no te ves bien
—Oh Sue— las lágrimas comenzaron a rodar por mis ojos. Ella no dijo nada, me llevo hasta la cocina y me dio una taza de té caliente, aprecie el gesto esto era lo que necesitaba platicar con la que de alguna manera había sido mi madre
—¿Que pasa?¿Es el bebe?— inquirió preocupada
—El, E.J…— susurre antes de sollozar, dolía decir su nombre en voz alta
—¿E.J?— me interrumpió
—Edward James, ese iba a ser su nombre— no pude contener la nueva oleada de lágrimas— era un niño, uno precioso, estoy segura
—Cariño lo siento mucho— me abrazó y me dejó llorar, cuando me calme un poco continuo— ¿quieres hablar sobre eso?— asentí a eso había venido a desahogarme con ella
—Sucedió hace 1 semana y media— se me quebró la voz, pero continúe— era mi día libre, aproveche que Edward no iba a estar, para hacer limpieza, el últimamente no me dejaba hacer nada, argumentando que debía descansar y así, por que el la última revisión la doctora nos dijo que el bebe estaba un poco bajo de peso que con vitaminas y una nueva dieta iba a estar bien— llore nuevamente de coraje esta vez, no podía dejar de sentir que había sido mi culpa, era mi culpa.
—Bella, escúchame bien— Sue tomo mi rostro y mi obligó a mirarla a los ojos— no es tu culpa— dijo leyendo mi mente
—Si tan solo me hubiera quedado quieta eso no habría pasado, fue mi culpa— dije con amargura— es toda mi culpa
—Dios, Bella no, esas cosas suceden, más a menudo de lo que me gustaría, cuando tenía 22 años, perdí a un bebe, me culpe por mucho tiempo, pero cuando Jacob llegó, me di cuenta que no había sido mi culpa, Dios a veces hace cosas que no entendemos, pero tienen una razón— me explico con paciencia
—¿Cuál es la maldita razón de tu dios?¿por que me quitó a mi bebe? Él era inocente, él no merecía lo que le pasó— ladre, siempre había respetado las creencias de Sue, no las compartía, pero las respetaba, hasta ahora.
—Aún no lo se, pero algún día lo entenderás, todo sucede por algo— me dijo resignada, no entendía cómo podía seguir creyendo en esas tonterías, después de que su dios le había dado a un esposo maltratador, y le había quitado un hijo y a el amor de su vida
—Entiende tu, que fue mi culpa— dije con rabia— si no me hubiera empeñado en hacer todo lo que hice, nada de esto hubiera pasado, soy una idiota, todo esto es mi culpa
—¿Que dice Edward?— cambió un poco de tema, ella sabía que yo no iba a cambiar fácilmente de opinión
—Él no me culpa— dije con amargura— pero igual está muy triste, en las noches cuando cree que estoy dormida llora, trata de ser fuerte para mí, pero sé que él está sufriendo tanto cómo yo, canceló el contrato con el arquitecto…
—¿Que contrató?— me interrumpió
—Íbamos a expandir la casa, íbamos a hacer un segundo piso y un patio más grande para…— nuevamente lloré
—Necesitan soltarlo cariño, se que aun es muy pronto, pero si no lo haces, te consumirá por dentro y a él igual. Esa fue la razón por la que me divorcié de mi primer esposo, nos encerramos tanto en nuestro dolor, que nos perdimos en el camino. Billy me enseñó a ver eso cuando lo encontré. Se que Edward y tu se aman mucho, así que no dejes que esto los aleja, haz que los una más
—Yo no quiero perder a Edward— medite en voz alta, a él no, era lo último que me quedaba, no podría soportar una vida sin él.
—Entonces, lucha por el— me aconsejo
…
Con el pasar de los días, me obligue a mi misma a ser fuerte, estaba harta de que Edward me miraba con lastima, de que me escondiera su dolor. Terminé mi primer libro, era algo corto, pero estaba bastante satisfecha con él, quería mostrárselo a Edward pero sentía que aún no era el momento adecuado.
Decidí que necesitábamos un nuevo comienzo en un lugar donde no hubiera fantasmas, donde pudiéramos ser libres y felices, comencé a planearlo todo, esperaba que él estuviera de acuerdo conmigo o no sabría que hacer más que respetar su opinión y vivir con ello. Cuando mis planes estuvieron completos, comencé a llevarlos a cabo.
Esperé a Edward en la entrada de la casa un día, llevaba conmigo todo lo que necesitábamos.
—Hola— me saludó inmediatamente en cuanto bajó de la moto—¿Que haces aquí afuera? pronto va a llover
—Hola— lo bese— acompáñame— tome su mano y comencé a caminar por el bosque hasta nuestro estanque
—Cariño no tengo muchas ganas de nadar, hace frío, va llover y estoy cansado
—No vamos a nadar— tome una respiración profunda, teníamos que hacer esto, era por nuestro bien, tomé del bolso la pequeña caja y se ladi— tenemos que seguir adelante—señale el pequeño agujero que había hecho debajo de un enorme árbol, él abrió la caja sin entender mis palabras, cuando vio el contenido la comprensión lo golpeó y cayó de rodillas al suelo llorando, me arrodille junto a él y lo abrace
—Lo voy a extrañar mucho— me dijo
—Yo también, pero tenemos que dejarlo ir— tome la prueba de embarazo que habíamos guardado cómo un recuerdo feliz que ahora dolía mucho y la coloque en la tumba improvisada
En silencio el tomo el pequeño mameluco que había comprado al día siguiente de saber que iba ser padre, le dio un beso antes de colocarlo sobre la prueba, le siguieron la primera ecografía, los zapatos de estambre que Sue le había tejido, el pequeño balón de fútbol que le habíamos comprado al saber que seria un niño.
—Quisiera conservar esta— dijo tomando la última ecografía, asentí. Tomó su cartera y la colocó ahí
—Así nuestra pequeña luciérnaga estará siempre contigo
—Ahora es la estrella más brillante del cielo— dijo dándome un beso en la frente
—Te amo, gracias por hacer esto conmigo, necesitábamos dejarlo ir— dije tomando un puño de tierra, cubriendo las cosas. El término por enterrarlas, saqué de mi bolso el pequeño letrero que había hecho y lo coloque, le dimos forma a la tumba con piedras, dejamos un pequeño ramo de flores encima.
—Si no te importa, me gustaría decir unas palabras
—Adelante— me incito
—Mi niño, espero que ahora estés en un mejor lugar, en un lugar donde solamente puedas ser feliz, espero que cuando llegue el momento en que pueda conocerte me estés esperando con los brazos abiertos y jamás nos volvamos a separar. Prometo guardarte en el lugar más especial de mi corazón para siempre — abrace a Edward— esto no es un adiós es solo un hasta pronto
—James— comenzó Edward— de ahora en adelante prometo no llorar nuevamente por tu partida, ya que no quiero inundar tu recuerdo con pena y desesperanza, de ahora en adelante cada vez que te recuerde lo are con una sonrisa para acompañar tu partida, para que la oscuridad se aleje de ti y encuentres la luz. Te amo hijo.
Gracias a todes por su apoyo, en especial Valeria Sinai Cullen (No sé que suceda, fanfic se pone de diva), Maryluna (Gracias, espero que te guste el capitulo de hoy) y a ALBANIDIA (trato de subir capitulo nuevo cada sábado) por sus comentarios que me encantan.
Nos leemos pronto :)
