Capítulo 17
Bella 19 años
Respetar el espacio de Edward había resultado difícil al principio, ya que sentía que se alejaba cada vez se alejaba más de mí, pero me esforcé en dejar mis inseguridades atrás y trate de enfocarme en mi.
Comencé a trabajar en una librería en Victoria Canadá, el viaje diario era largo y consumía gran parte de mi tiempo pero era liberador salía de mi prisión personal Forks. Usé mis ahorros para comprarme un auto, que me permitiera librarme no solo del autobús si no de un innecesario viaje a forks para poder tomarlo, además de darme independencia ya no necesitaba que Edward me prestara la moto o me llevara a todos lados.
Esta vez Edward no rechisto en absoluto sobre mi nuevo trabajo, creo que estaba un poco aliviado de no tenerme papaloteando a su alrededor cómo un molesto mosquito. Ya que ahora apenas y nos veíamos gracias a que tomaba turnos dobles, tiempo extra, e inclusive trabajaba los fines de semana, había ocasiones en las que llegaba tan tarde que lo encontraba dormido en el sofá o en nuestra cama. Me dolía mucho admitir que me sentía mejor con nuestro distanciamiento, esperaba que pudiéramos arreglar las cosas ya que a pesar de todo no podía imaginarme una vida sin el.
Hoy era uno de esos fines de semana que tomaba turnos dobles, ya que hoy no era un buen día, necesitaba mantener mi mente ocupada, hacer algo que me permitiera escapar de los fantasmas, era mi cumpleaños nuevamente, habían pasado 365 días desde que supe que E.J estaba creciendo dentro de mi y 243 días desde que lo había perdido para siempre. Pensé que el tiempo borraría la sensación de tenerlo dentro de mi, pero por las noches aún podía sentirlo moverse inquieto por las tormentas. No pude evitar la lágrima que rodó por mi ojo, mientras terminaba de acomodar el último libro de la caja.
—¿Todo bien Bella?— preguntó mi gerente cuando entré a la bodega por otra caja que había que acomodar, no era propio que estuviera tan callada, pero hoy simplemente no encontraba mi voz.
—Si, todo bien, ya sabes— me encogí de hombros no queriendo hablar de eso. Tome la caja y salí, pero ella me siguió.
—¿Y que planes tienes con Edgar?— Me caía bien Natalia, pero a veces era muy entrometida
—Edward— la corregí— no lo sé, creo que no haremos nada— me encogí de hombros restándole importancia, no era un buen día para nosotros
—¿En serio?, pero si es tu cumpleaños 20, es importante— dijo con vehemencia exagerada. Además ahora que lo pensaba con detenimiento el lo había olvidado, en la mañana cuando me encontró desayunando solo me pregunto si tenia trabajo y después regreso a la cama.
—Es solo un cumpleaños— mi voz sonó más amarga de lo que pretendía— mira no es una buena fecha para nosotros—le explique sin darle detalles
—¿Por que?— Pero claro ella no se conformaría con eso, era una chismosa que siempre quería saberlo todo, me recordaba a mi hermanastra.
—Preferiría no hablar de ello— subí la escalera y comencé a acomodar los libros, esperando que ella entendiera la indirecta. Por suerte ella lo hizo y caminó de regreso a la bodega.
…
A las 5 comencé el inventario de la bodega, sabía que en media hora no acabaría, por lo que tendría que quedarme un par de horas extras lo cual era perfecto, mas tiempo fuera de la jaula.
Pensé en llamarle a Edward para decirle en caso de que tuviera planes, pero entonces lo recordé, los sábados tenia reunión con su club de lectura hasta las 9 pm, así que no considere que los hubiera o fuera a importarle mi ausencia en casa, mejor me concentré en mi trabajo.
—Dios Bella ¿Qué haces aquí?—Natalie entró muy enojada a la bodega
—Había que hacer inventario— me explique, abriendo otra caja de libros
—Pudo haber esperado a mañana— me reprimió
—Puedo hacerlo hoy, no tengo nada mejor que hacer— me encogí de hombros, era hacer esto o ir a mi casa vacía esperar que mi esposo se dignara a recordar mi cumpleaños, aunque a estas alturas había sido bueno que lo olvidara.
—Tu esposo no opina lo mismo— ¿Qué había dicho? saqué la cabeza de la caja y la mire cómo si tuviera 2 cabezas— hay un pelirrojo muy sexy, allá afuera en una moto— mierda— y por lo que me has dicho creo que es el, pero si no lo quieres yo puedo hacerme cargo— dijo acomodando sus grandes senos.
Caminé rápidamente, hasta la tienda me asomé por una ventana y efectivamente Edward estaba ahí, esperándome con un ramo de flores
—Mierda— nuestras miradas se cruzaron y el no estaba precisamente contento, de hecho se veía enfadado.
—Es tu esposo, ¿verdad?— preguntó Natalie detrás de mí
—Si, es el— camine rápido al baño para peinarme, estaba muy nerviosa, Edward jamás había venido por mi al trabajo, ni siquiera cuando mi camioneta no circulaba como hoy, simplemente me esperaba en la biblioteca de Forks.
—Había imaginado que era un ogro— ¿que?— a veces lo describes así— se defendió, ¿lo hacía?¿mi matrimonio estaba tan roto que describía a mi esposo así?
—El no es un ogro— lo defendí
—Obviamente, es muy guapo y muy muy sexy— dijo prácticamente babeando— mira esos tatuajes, apuesto a que tiene unos músculos increíbles, oh Bella, ¿es bueno en la cama?— me ruborice acaso ¿esta mujer no tenia pudor?
—Es muy guapo, lo sé, ¿Cómo me veo?— cambie de tema, sabia la respuesta, me veía como alguien que tuvo la cabeza metida en cajas todo el día
—Guapísima— tome mi bolso y camine a la salida
—Gracias Nat, nos vemos el lunes— me despedí en la puerta
—Tienes permiso de llegar tarde, aprovéchalo por mi cariño— me guiño un ojo, pero la ignore.
—Hola— salude tímidamente a mi esposo que tenía cara de pocos amigos
—Hola, preciosa Feliz cumpleaños— trató de recomponer su expresión, me beso profundamente y abrazó. Alargue todo lo posible el abrazo, había extrañado tanto sus abrazos, no es cómo que ya nunca me abrazara pero no lo hacía tanto cómo antes— tengo planes— dijo dándome el casco
—¿Que planes?— pregunte automáticamente, creía que lo había olvidado
—Sube y averígualo— adoraba sus sonrisas sínicas
Edward me llevó hasta una playa hermosa, hacía mucho frío para nadar, pero eso no nos impedía disfrutar la vista, que era simplemente hermosa.
—Quería que viéramos juntos el atardecer— me abrazo por detrás
—Lo lamento, no pensé que tuviéramos planes— dije viendo el cielo oscuro— aún así la vista es hermosa— le asegure
—Creo que cuando morimos, navegamos por un puerto azul, hasta llegar a un lugar cómo este— su mirada estaba perdida en la infinidad del mar— donde veremos nuestros recuerdos en los mar, mientras el mar nos canta— sus palabras era hermosamente sombrías, enviaron escalofríos por todo mi cuerpo, hacia tiempo que no compartía sus reflexiones conmigo y yo lo apreciaba bastante, significaba que confiaba en mi lo suficiente como para abrir su corazón y su alma — Cuando muera, promete que arrojaras mis cenizas al mar— Nosotros realmente nunca habíamos hablado de lo que pensábamos sobre la muerte, pero es que simplemente yo no podía ni quería imaginar una vida sin el, esperaba que tuviéramos por lo menos 50 años juntos para prepararme para ese día, aunque si era sincera conmigo misma, lo seguiría inmediatamente, por que yo no podía vivir en un mundo en donde Edward no existiera— Así me convertiré en parte del mar y viviré por siempre, una parte de mi será infinita.
—Te lo prometo— lo bese, para sellar mis palabras— ¿Esperaras por mi?— no sabia a donde íbamos cuando moríamos, ciertamente no creía en el cielo o el infierno esos solo eran cuentos, pero no creía que desapareciéramos por completo, teníamos que ir a algún lugar y yo quería ir a hi con Edward el amor de mi existencia.
—Bella yo siempre te buscare, esperare y cuidare, porque te amo y este amor que siento es mas grande y fuerte que la misma muerte. Hay pocas cosas de las que podemos estar seguros en esta vida, pero yo se que siempre te amare en esta y en las vidas que estén por venir— me beso nuevamente.
—Te amo Edward y lamento mucho lo que a pasado— lo abrace y escondí mi rostro en su pecho cuando las lagrimas escaparon de mis ojos.
—¿Por que lloras? cariño es el ciclo natural de la vida, si de algo podemos estar seguros es de que nacimos con el propósito de morir— trato de levantar mi rostro, pero simplemente no podía verlo a los ojos, no quería arruinar este momento con mis estupideces, pero necesitaba sacarlo de mi sistema— por favor Bella, habla conmigo.
—Lo sé, no es eso es… solo que a veces te siento tan lejos de mí—solté finalmente, no quería que sonara cómo reclamo, el había pedido espacio, lo necesitaba, era válido, yo también lo había necesitado, pero sentía un abismo entre nosotros que cada vez se hacia mas grande, que consumía nuestro amor— no quiero perderte Edward, eres todo lo que tengo, todo lo que amo y todo lo que necesito para ser feliz, para estar completa, no soportaría perderte, ver que te alejas de mi.
—Bella no me estas perdiendo, estoy aquí contigo— me abrazó más fuerte— siempre estaré aquí—señalo mi corazón— por que tu estas en el mio, te llevo en todo momento en el lugar mas especial, jamás lo dudes.
...
Bella 27 años
Remy, mi hija, podía olerla, estaba en mi habitación. Era su cumpleaños, quería abrazarla, desearle el mejor de los cumpleaños, ella se lo merecía, sin embargo estaba aquí, viendo a su madre morir.
—Mami— me saludo, sentí su pequeño cuerpo emanando calor directo al mío, mis ojos comenzaron a doler por las lágrimas retenidas— papi Harry ¿por que mami está llorando?— mierda
—Mami llora de felicidad— dijo rápidamente Harry— está muy feliz de verte
—Yo también estoy feliz de verte mami— sus pequeños bracitos rodearon mi cuello en un magnífico abrazo, mis brazos picaban por devolverlo— papá Harry me a comprado un gran pastel de chocolate— la había extrañado tanto— pero no es tan rico cómo el tuyo— quisiera poder verla una vez más, solo una, decirle cuánto la amaba— prométeme que cuando vengas con nosotros a casa me harás un pastel de chocolate— me pidió
—Por supuesto que te hará un pastel, uno gigante— le aseguró Harry— ¿por que no le cuentas a mamá, los regalos que te dieron hoy en el colegio?
—Claro, lo olvidé, mami mis amigas me regalaron un set de maquillaje— podía imaginarme su sonrisa, que iluminaba todo— me dieron un cupón de helado, que ya usamos, te lo perdiste, creo que ahora mi segundo helado favorito es el de choco menta con chispas de chocolate cómo el de papi Harry, aunque sin duda mi favorito siempre será el de limón. Abuela Sue me dio un suéter raro, es muy calientito. Tío Emmett me envió una tarjeta con 50 dólares, para que me compre lo quiera y te he comprado un collar— escucha el sonar de las cuencas— papi Harry ayúdame a ponerlo a mami— sentí las manos de Harry levantar mi cabeza gentilmente, después sentí las cuentas frías sobre mi piel— te ves hermosa mami— contuve mis ganas de llorar— ¿verdad papi Harry?
—Así es cariño, se ve hermosa— escuche la emoción contenida en su voz
—Hola buenas tardes— saludó la enfermera cielo
—Hola— Harry tomó a Remy y la bajó de la cama—¿ya es hora?
—¿Hora de que papi?
—Es la hora de que tu mami descanse—le dijo amablemente la enfermera
—Pero si lleva dormida meses— la voz de mi angelito había cambiado por completo, hora era de tristeza, odiaba lastimarla
—Lo se cariño, pero aun así tiene que descansar, para que cuando vaya a casa puedan jugar todo el día— sentí más lágrimas rodar por mis mejillas, daría todo por que eso fuera realidad
—¿Me puedo despedir de ella?
—Por supuesto
—Mami, me tengo que ir, abuela Sue me va a hacer un pastel, aunque no creo que sea tan rico cómo el tuyo, te quiero mucho, por favor despierta ya, te extraño— me susurro en el oído antes de darme un beso en la mejilla
—Yo también la extraño— dijo Edward detrás de mí. Mierda ya me habían sedado— ¿es hermosa verdad?— me pregunto. Trate de ignorarlo, pero simplemente no podía
—Claro que es hermosa, era imposible que no lo fuera, se parece mucho a ti, sus ojos son verdes, su cabello es un desastre de rizos cobrizos, sus mejillas están llenas de pecas al igual que las tuyas y esa sonrisa torcida.
—Recuerdo sus ojos, tan profundos cómo los tuyos— dijo vagamente— ¿Ella aún me recuerda?—preguntó con la voz ahogada
—Jamás dejaría que te olvidara, ella sabe que eres su padre, no puede esperar a cumplir 13 años para poder leer tus libros— le recordé nuestro acuerdo
—¿Cuántos años tiene?
—Está cumpliendo 6
—Eso significa que …
—Moriste hace 5 años— complete— y que la próxima semana es tu aniversario luctuoso
—¿Ella lo sabe?
—Por supuesto que no, no quería arruinar su cumpleaños con….
—Entiendo, ella ya tiene suficiente con lo que lidiar
—Planeaba decírselo, cuando fuera mayor
—Es lo mejor
—Celebramos tu cumpleaños, cada año— dije a cambio— su helado favorito es el de limón
—Cómo el mío— dijo con una sonrisa triste
—Exactamente, por eso le encanta, es su manera de conectar con su padre.
Gracias a todes por su apoyo y en especial a: ALABANIDIA, Valeria Sinai Cullen, Marbelli, Adriana Molina, Patito feo, Catita1999, Maryluna, por sus comentarios que me encantan, me gustaría responder a cada una de sus dudas, pero no puedo hacerlo sin arruinar el final, que ya esta cerca.
Nos leemos pronto :)
