Disclaimer: Twilight le pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de LozzofLondon, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from LozzofLondon, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic


Thank you so much, Lizz, for allowing me to translate your story into Spanish!

Link de la historia original: www fanfiction net /s /13793253 /1 /Toxic-Waste


ADVERTENCIA

Este fic contendrá abuso de sustancias y drogas, escenas de naturaleza sexual, infidelidad, abuso mental… la lista es interminable. Han sido advertidas. Para quienes se quedaron después de esa advertencia, ¡gracias!


Exuberantes burlas resuenan, inundando la escuela como un maremoto de emoción lleno de testosterona; los ruidosos pasos de los estudiantes ensordeciendo al pasar, sin importarles a quién pisotean mientras intentan acercarse a la acción. Dios no quiera que se pierdan un momento de la locura.

Gritos joviales hacen eco, serpenteando a través del pasillo que se vacía rápidamente, chicos llamando a sus amigos desde allá, puertas de casilleros cerrándose de golpe a toda prisa.

―¡Pelea!

Poniendo los ojos en blanco, no necesito abrirme camino hasta el frente de la multitud cada vez más numerosa para saber exactamente qué está pasando. Siempre es lo mismo, es un circo, un espectáculo. Entretenimiento semanal en forma de puños volando, sangre y cierto problemático campeón invicto.

A los profesores ya ni siquiera les importa, es inútil. Es una causa perdida, aparentemente, al menos, eso es lo que escuché hace unos días mientras dos profesores de matemáticas discutían sobre él en el pasillo, sin darse cuenta de mi presencia.

No tiene sentido tratar de llegar a mi automóvil, no podré conducir a ninguna parte, no con la multitud que actualmente se congrega en el césped en un círculo amplio y errático alrededor del espectáculo violento y se expanden en el estacionamiento.

Mirando a mi derecha, me encuentro con los ojos de Rose, quien se encoge de hombros, luciendo tan poco impresionada como yo.

―Ese chico puede ser hermoso ―dice, suspirando―, pero está jodido de la cabeza.

Asiento con la cabeza, frunciendo los labios, deteniéndome en lo alto de los escalones, mirando por encima del gigantesco mar de estudiantes que observan la pelea, sabiendo quién ganará pero apreciando el drama de todos modos.

―¿Mismo espectáculo de mierda de los viernes? ―Alice pregunta, uniéndose a nosotros, sin levantar los ojos de su teléfono celular mientras escribe; uñas perfectamente cuidadas marcando un ritmo constante en la pantalla.

Rose y yo asentimos a la vez, viendo con añoranza hacia donde están estacionados nuestros autos, sabiendo que no saldremos de aquí pronto.

―¿Quien ganó? ―Rose le pregunta a Mike Newton cuando nos pasa, volviendo en dirección a su casillero abandonado. La multitud se está dispersando lentamente; estudiantes hablando animadamente entre ellos, alimentados por la adrenalina.

―¿Quién crees? ―Mike se burla, riendo, girando hacia nosotras, caminando hacia atrás unos pasos. Sus pasos ni siquiera disminuyen la velocidad, y luego se va.

No lo discutimos, apenas reconociendo la pelea habitual de los viernes, sabiendo quién ganó, quién siempre gana. Es un milagro que la gente siga instigando peleas con él, saben que les van a patear el trasero. Ni siquiera creo que le importe; corre el rumor que tiene mucha rabia reprimida, y siempre está más que feliz de encontrar una salida: un oponente. Es la única razón por la que todavía está en la escuela: nunca las comienza, pero siempre, siempre las termina.

Nos quedamos atrás a propósito; resignadas a ser retenidas, ya sin importar cuánto tiempo. Lo hemos aceptado, incluso tan temprano en el año.

Sin decir palabra, todos observamos cómo Sam Uley es arrastrado apáticamente hacia su transporte a casa, sus brazos flácidos colgando del cuello de dos amigos, sus piernas arrastrándose sin contemplaciones en la tierra.

Lo sentirá por la mañana.

Y luego, como el Mar Rojo, la multitud restante se separa, y él está parado allí, fumando un cigarrillo, luciendo tan mal y tan bien como siempre, sin una marca en su hermoso rostro.

Edward jodido Cullen.


Perdón por la tardanza, pero la vida diaria es exigente y ya no se puede dedicar el mismo tiempo que antes.

Esta historia tiene 102 capítulos, todos así de cortos, por lo que actualizaré 2 veces al día.

No olviden decirme qué les pareció!