Capítulo 21
¿Deber o voluntad?
Captan a conocido príncipe en una romántica cita con.. ¿Su nuevo amante? ¡Conoce al futuro primer Rey homosexual de la realeza!
Revista People Edición Marzo, 20XX
El pasado Martes salieron a la luz una serie de fotografías, liberadas por el medio de comunicación "European News", en dichas fotografías, se puede apreciar que, uno de los miembros más importantes de la antigua y noble Dinastía Senju, se encontraba pasando un momento bastante íntimo y picante… ¡con un joven de su mismo sexo!
Tal suceso ha causado una inmensa conmoción en todo el mundo, no solo en Europa, llegando a ser tendencia en importantes portales y sitios web de Internet como El escándalo del Príncipe Gay. ¡Así es! ¡Hablamos de Naruto Namikaze!
Nacido en una de las cunas de oro más envidiables de la época moderna, el príncipe Naruto, quién además de gozar de títulos nobiliarios como Duque de Uzumaki y Conde de Rasengan, es también el heredero directo de la Reina Tsunade I de Konoha. Con 24 años de edad y siendo uno de los solteros más codiciados del mundo, se esperaba que contrajera matrimonio en los próximos años con alguna joven perteneciente a la nobleza de su país. Sin embargo, poco se sabía acerca de las preferencias sexuales de su Alteza el Príncipe Heredero, por lo que, la reciente noticia no ha hecho más que viralizarse en pocos días.
¿Quién es el joven que se ha ganado el afecto del Príncipe? Se rumorea que se trata de un antiguo compañero que estuvo en el mismo internado que él en Suiza.
¿Será que estamos presenciando una nueva etapa moderna en la monarquía de Konoha? ¿Permitirá el parlamento una relación homosexual entre el Príncipe Heredero y su antiguo compañero de Internado?
Sakura arrugó con una mano la servilleta que sostenía, ni siquiera había sido capaz de tomar el desayuno completo cuando sintió como el estómago se le revolvió, y un creciente sentimiento de estrés se arremolinaba detrás de su nuca. Ino la observaba desde el otro extremo con la tableta digital en las manos, había sido ella quien le recitó la noticia unos segundos atrás.
—¡Esto es absurdo! —Exclamó Sakura enojada. Todo entorno a esa noticia le parecía imposible. Volvió a mirar las fotos que Ino sostenía en la tableta. Definitivamente parecía tratarse de Naruto. —Por más que trato de recordar, mi memoria no me lo permite. Él sólo había salido con chicas antes.
Ino parpadeó. —Bueno, quizás no te lo dijo… —No había pensado que más agregar cuando Sakura la interrumpió.
—¡Él siempre me cuenta todo! —Definitivamente esto la había alterado. —Somos como hermanos.
—Sakura, yo soy hermana de Sasuke y eso no significa que sé absolutamente todo de él. Supongo que lo mismo le sucede a él conmigo. A veces hay cosas que uno prefiere guardar para si mismo.
La pelirrosa aumentó el tamaño de la imagen donde aparecían los dos amantes, probablemente se trataba de su instinto queriendo confirmar una vez más lo que sus ojos esmeraldas veían. Pensaba que, si miraba otra vez, las cosas cambiarían. Que ese no sería el Naruto que ella conocía, que solo se trataba de un cotilleo sin fundamento con la intención de manchar el nombre de su primo.
—Necesito ir ya mismo a Konoha. —Soltó de repente. La rubia casi sufre un infarto al escuchar aquello.
Ino talló sus ojos azules varias veces —¿Qué? ¿Te refieres a ir en persona? En avión y todo eso.
—Si. A eso mismo me refiero. —Afirmó. —Naruto debe estar pasando por un momento horrible. La última vez que lo vi, cuando vino a Sunagakure, tenía demasiadas preocupaciones encima suyo. Toda su cara me decía que estaba bajo una gran presión y estrés. Mi tía anunció al Parlamento que abdicará en Diciembre… y él simplemente no quiere ser Rey. ¡Dios! ¿Cómo no pude darme cuenta antes? —Se culpaba por haberlo tenido frente a sus narices y no haberlo sabido cuando quizás era tan obvio. Ahora que sus recuerdos volvían, en medida que se forzaba a recuperarlos, había un chico al que siempre mencionaba como su "mejor amigo" en sus días de escuela.
Señaló el estómago de su amiga. —Sakura entiendo que esto sea un tema delicado, pero Sarada podría nacer en cualquier día de estos. No es exactamente el momento más prudente para viajar.
—Ino, esto es de suma importancia. No puedo dejar a Naruto sólo en este momento, su padre murió hace unos años, mis tías, Kushina y Tsunade, no se como estén tomando la noticia. Y mi madre, ni hablar. —Rodeó los ojos. —¡Necesito asegurarme que los ministros de Konoha y los paparazzi no se lo estén comiendo vivo!
No sabía que responder, la rubia entendía que el Príncipe Naruto era un familiar preciado para Sakura, pero también sabía que los viejos del Consejo objetarian radicalmente a la más pequeña posibilidad de que la princesa naciera fuera del Harén.
—No importa Ino. Solo comunicaselo a tu hermano, dile que la Reina regresará a Konoha. —Ella asintió.
El azabache entró en los aposentos de la Reina casi corriendo inmediatamente después que Ino le contará las intenciones de su esposa de irse de Suna, las sirvientas que estaban se arrodillaron ante su inesperada presencia. Su esposa estaba al fondo del complejo, en la habitación, llenando una maleta con sus prendas. Tenía puesto unos jeans y ropa occidental, no los vestidos típicos de Suna que se había acostumbrado a usar últimamente.
—Sakura, ¿a dónde crees que vas? —Preguntó, tomando ambas de sus manos y dejando de lado las cosas que guardaba.
—¿No te lo explicó Ino?— Preguntó ella. —Necesito volver a Konoha unos días, seguramente todo es un desastre allá debido a la noticia de mi primo.
—¿No crees que puede lidiar con eso él solo? Es un adulto, seguro que sabrá como manejarlo. No puedes irte en este momento, nuestra hija debe de nacer en el Harén. —Explicó, acariciando sus manos para tratar de hacerla entrar en razón. Acarició el bulto donde crecía su bebé. —Tampoco debe ser seguro para ambas.
Sakura se soltó de su agarre. —Solo me iré unos días. No es necesario que todos se preocupen de esa forma, no estoy enferma ni lisiada. —Explicó.
—Pero te lo han dicho los médicos, aunque Sarada está programada para nacer dentro de una semana, podría suceder en cualquier momento.
—Solo serán unos días… —Volvió a repetir, y a guardar sus cosas en la maleta. —Estaré de vuelta antes de una semana, pero… él es mi primo, más que eso, mi hermano. —Quería que entendiera lo importante que era para ella apoyar a Naruto como él siempre lo había hecho con ella. —¿No hubieras hecho tu lo mismo con Suigetsu? ¿O con Izumi? Así como ellos te importan, él me importa a mí.
Sasuke suspiró largamente. —Lo siento, Sakura. Es una tradición que los príncipes y princesas del Clan Uchiha nazcan en el Haré.. No puedo arriesgarme a que Sarada se adelante y nazca en otro lugar. Los viejos del consejo no lo…
—¿Es por ellos? —Repitió. —Es demasiado molesto que toda nuestra vida gire en torno a lo que ellos consideran correcto o no. ¡Es mi familia!
—Oye… No estás siendo razonable. El Consejo lleva siglos acompañando al Clan Uchiha. Y…
—¡Tú eres el que no está siendo razonable, Sasuke! ¿Me estás pidiendo que deje de lado a mi familia solo porque al Consejo no le parecerá que me vaya unos cuantos días a Konoha?
—Es que hay demasiadas cosas en este momento, el nacimiento de nuestra hija, los preparativos de la boda de Ino. Puedes ir a Konoha, pero no en este momento. —Volvió a tomar una bocanada de aire. —Deja que las cosas se tranquilicen un poco, esperemos a que Sarada nazca y, después, podrás ir a Konoha. Te dejaré tener unas vacaciones allí para que puedas recuperarte del parto.
Ella soltó una carcajada —¿Me dejarás? —Repitió con sarcasmo. —Tal parece que no tienes interés alguno en entenderme, aún así, te lo explicaré. —La pelirrosa arqueó una ceja y cerró el contenido de la maleta. —Yo no te estoy pidiendo permiso. Ni a ti, ni a tu tan querido "Consejo".
—¡Iré contigo, Sakura! —La rubia la alcanzó de la nada en la sala de estar.
—Ni hablar, Ino. Tú, por el momento, solo debes concentrarte en planificar tu boda, ¿me entiendes? Solo estaré unos días fuera, y verás que cuando regrese habrá pasado menos tiempo que un parpadear de ojos. —Repitió. —Y tu hermano se dará cuenta que se escandaliza por nada.
Ella quería creerle pero, muy en el fondo, Ino también estaba muy preocupada —¿Cómo irás sola? ¿No te has planteado que quizás si pudiera ser peligroso?
Trató de tranquilizarla —Puedo hacerlo, no es la primera vez que abordó un avión sin compañía. He viajado un montón de veces sola.
—¿Y la bebé? Apuesto que esas otras veces no estabas embarazada. —La verdad era que la rubia tenía un punto muy lógico a discutir.
—Estaremos bien. Yo me siento bien. —Agregó. —Además, ¿Cuál es el problema de que no nazca aquí? No deja de parecerme absurdo.
—Es que todos los hijos del Rey nacen aquí, desde siempre. Se podría que es una tradición que nunca se ha roto… No cambiaré de opinión, iré contigo.
—¿Recuerdas cuando llegué aquí? En ese entonces me dijiste que, tu estatus como la hija de una concubina del Rey Fugaku, no se te permitía salir del Harén a menos que el Rey te conceda el permiso. Mucho menos podrías salir del país. Ino, no quiero que esta rebeldía mía te afecte a ti también.
La rubia no podía objetar, todo eso era verdad. Incluso podían sancionarla por simplemente abandonar el harén sin permiso, por lo que, terminó cediendo. —Al menos asegúrate de llevar una buena escolta de guardias. Al final del día, eres una Reina, Sakura.
—Te lo prometo que llevaremos una escolta, Ino. —Interrumpieron del otro lado de la habitación. Era Izumi, también llevaba ropas occidentales y unas cuantas maletas. —Escuche que Sasuke no dió su consentimiento para que salieras de Suna. —Se dirigió a Sakura —Así que, llevar una escolta del palacio sería imposible, lo bueno es que podemos llevar a mi escolta personal. ¿Quien necesita permiso cuando eres la Reina?—Sonrió. —No me perdonaría si te dejo ir sola, querida. —Sostuvo sus manos.
—¿En serio estás segura? Probablemente Sasuke estará enojado cuando se entere que me fui a pesar de su oposición. Podría enfadarse también contigo. —Preguntó. No quería causar problemas entre ellos dos.
—¡El debería preocuparse, ya que yo soy la que está enfadada con él por no darte aunque sea una adecuada escolta del palacio para viajar!
—¿Me estás diciendo que en todo el aeropuerto no hay ni siquiera un solo vuelo disponible a cualquier parte de Europa? —Repitió Izumi incrédula.
—Lo siento Alteza —contestó el Director del aeropuerto Internacional de Suna. —Todos las aerolíneas europeas han sido bloqueadas esta tarde por el Gobierno. Ninguna tendrá vuelos disponibles hasta dentro de una semana.
—¡Es ridículo! —Exclamó Sakura. Giro su cabeza para asegurarse que solo su cuñada la escuchara —¿Piensa encerrarme aquí hasta que nazca la niña?
"Gobierno" era un simple sinónimo utilizado para no decir en palabras explícitas que el Rey había dado la orden de bloquear cualquier posibilidad de que ella llegara Konoha.
El director agregó. —Por el momento solo podríamos consentir un vuelo privado, majestad.
—Una lástima que todos los aviones privados que conozco aquí son de mi marido. —Comentó irónica para si misma en voz baja.
—O, tal vez no… —agregó la otra mujer.
—¿Acaso tienes uno, Izumi? —Preguntó Sakura en primera instancia, incrédula pero a la vez maravillada. Su cuñada era como un conveniente comodín que siempre le mostraba la salida cuando la necesitaba.
Negó con la cabeza varias veces. —Pero conozco a alguien que sí. —Le guiño un ojo. Entonces, sacó su teléfono de la bolsa y se alejó unos metros para hacer una llamada.
Sakura sonrió. Izumi también había nacido como una princesa desde antes de contraer matrimonio con el hermano de Sasuke, así que seguramente tenía un montón de contactos en Sunagakure. Pero, no dejaba de pensar: ¿Quien era esa persona a la que recurriria su cuñada? ¿Tal vez sus padres? O, ¿Algún familiar lo suficientemente millonario para permitirse un avión privado?
Se moría de la curiosidad…
Una hora y media después estaban abordando un lujoso Jet con destino a Konoha. Izumi, que se había sentado a su lado, estaba demasiado silenciosa, y callada. Cosa que no era muy normal en ella, que siempre tenía esa actitud parlanchina y juguetona que la caracterizaba. Inmediatamente Sakura supo que todo eso era desencadenado por el hombre sentado frente a ambas.
—Su Majestad, espero que el viaje este siendo de lo más favorable para usted. —Se dirigió a ella con amabilidad. Se notaba que era un hombre muy bien educado. —Es una lástima que no pudimos conversar mucho durante el compromiso de su cuñada, la princesa Ino. Pero si Alá y el futuro nos lo permite, espero que podamos conocernos mejor.
Sakura pintó una gran sonrisa en su rostro. —También lo espero. —Respondió educadamente. —¿Cómo debería llamarlo?
—Si no es problema alguno para usted dejar de lado las formalidades y honoríficos. —Le devolvió la sonrisa. —Puede llamarme Señor Kato, o solo Shisui si lo considera más ameno.
La pelirrosa notó como él desviaba un poco sus ojos en cualquier momento posible para poder mirar de reojo a Izumi, era más que obvio que él Señor Kato, uno de los jeques y príncipes más importantes.
