Al día siguiente, Nymphadora tenía que ir a trabajar al Ministerio, estaba segura de que ya sabían el incidente con la mujer que trabaja para Umbridge y que recibiría más miradas por parte de los demás, no es que le importara. En cuanto pisó el departamento de aurores, Ojo Loco la detuvo.
- Nymphadora – le habló – tengo que hablar contigo.
- Si es por lo que hice ayer, debo decir que no me arrepiento – se defendió – es una vieja…
- No estoy hablando de eso niña – la interrumpió – tengo que hablar contigo por una misión que tengo para ti.
- ¿De la Orden o del Ministerio? – preguntó interesada.
- Podría decirse que de ambas- le respondió – Tú y Kingsley tienen que ir a investigar la casa de Crabbe. Nos llegó información de que está reteniendo a una joven en su sótano, al parecer la secuestró para ya sabes… eso del matrimonio. Es una chica de sangre pura, su nombre es Fawley…
- Julia Fawley – terminó Tonks por él, su madre era compañera de mi madre en Hogwarts. Un par de años delante de mi madre y muy popular en su tiempo.
- Pues bien, Crabbe la tiene secuestrada, es necesario que vayan ahora mismo, busca a Kingsley, él ya también fue informado, me dijo que iría a elaborar un plan para rescatarla.
- Entonces iré ahora mismo con él.- dijo ella. Se despidió de Ojo Loco y se dirigió a la oficina de Kingsley sin saber lo que le esperaba.
Como Kingsley tenía un rango mayor, él tenía una oficina para el solo, Nymphadora se dirigió hacía allá, en cuanto llegó, escuchó unos sonidos extraños que provenían de la oficina, un poco asustada abrió la puerta.
- Kingsley ¿Está todo…? ¡Ay por Merlín!- se tapó los ojos y cerró la puerta mientras dos gritos se oían tras de ella. Nymphadora nunca pensó en encontrar a su compañero en una situación parecida.
Estaba sentado vestido solamente con pantalón y sin túnica ni camisa mientras su acompañante estaba encima de él solamente en ropa interior, su acompañante era nada más y nada menos que Hestia Jones. Ambos parecían que se comían a besos. Ni siquiera a sus padres los vio en una situación similar, esa imagen era algo que no olvidaría en mucho tiempo.
Momentos después, ambos salieron vestidos de la oficina de Kingsley con la cara roja (inclusive a Kingsley se le veía roja) y con la mirada abajo, Nymphadora no quería hacer otra cosa más que salir corriendo.
- Tonks/ oigan – hablaron los tres al mismo tiempo.
- Lo lamento – dijo Nymphadora – debí tocar la puerta, pero escuché unos sonidos extraños y… ¡Ay Merlín! No quise… interrumpirlos. Te veo en la fuente Kingsley, para la misión – y se fue corriendo sin voltear a verlos, ya que sabía que tenía la cara igual que ellos.
Momentos después y dos tropiezos después, Nymphadora llegó a la fuente mientras respiraba, no esperaba algo así, todos en la Orden notaban las miradas entre ambos y después Kingsley le pidió a Hestia que se casara con él por lo del compromiso obligatorio, era lógico que se atraían, no pensaba que fueran mala pareja, al contrario, pero no pensó que los llegaría a ver así.
Su mente empezó a divagar mientras pensaba en ella en una situación similar, pero no con Kingsley, si no con Remus, ¿Sería amable? Ella estaba segura que si pero ¿Y la parte lobuna que vive dentro de él y lo que tanto dicen en los libros acerca de los hombres lobo? Será verdad? Ya pronto lo sabría. Pero ¿Y si él le pedía que se transformara en lo que él quisiera? Rechazó a todos hombres que le pedían que cambiara alguna parte de su cuerpo, aunque por otro lado, sabia que Remus nunca le pediría algo como eso. Aún así imaginaba cómo serían esos momentos tan íntimos juntos.
Nunca había pensado en alguien de esa manera y no sabía si era algo bueno o malo, dentro de pocos días él sería su esposo y por obvias razones deberían de estar juntos de esa manera. Mientras más pensaba, más calor sentía en varias partes de su cuerpo.
- ¿Eh…? ¿Tonks?- escuchó la voz de Kingsley tras ella, lentamente volteó con su cara roja, aunque no estaba segura si fue por lo que vio o por lo que imaginó.- bueno… nosotros.
- Lo siento – dijo ella – no quise entrar… si lo hubiera sabido… quiero decir… debí tocar la puerta.
- Yo… me alegro que no haya sigo Ojo Loco o Scrimgeour – dijo él- entonces habría problemas.
- Si, yo también me aterraría si apareciera Ojo Loco cuando estás a punto de…
- Entonces… ¿Todo bien?- preguntó Kingsley antes de que dijera algo que lo avergonzara más.
- Si… eso creo – dijo ella sin querer mirarlo aún– entonces si planeaste la misión o…
- No, no- interrumpió -todo está preparado. Tú y yo lo haremos por parte del Ministerio y también tendremos apoyo de la Orden. Dos integrantes estarán con nosotros.
- ¿Quiénes son?- aunque se lo imaginaba, temía la respuesta.
- Remus y… Hestia – Dijo en voz baja.
- Oh, entonces ¿Por eso estaban…?
- Por favor – la cortó – solo… hay que irnos ¿De acuerdo?
Mientras tanto, afuera de la casa de Crabbe, Remus y Hestia estaban esperando a sus compañeros, Lupin no podía dejar de notar que Hestia estaba distraída y nerviosa. Había llegado al lugar tan rápido como se recuperó de lo sucedido, estaba impresionada de que hubiera aparecido sin que faltara alguna parte de su cuerpo.
- ¿Estás bien?- le preguntó Lupin, tan distraída estaba que incluso ella dio un salto.
- ¿Eh? ¿Yo? – habló rápidamente – si, no te preocupes.- escucharon un estallido y ella saltó nuevamente en su lugar.
- Tranquila, son Tonks y Kingsley.- parece que eso la puso más nerviosa. Lentamente, Kingsley y Tonks se acercaron a dónde estaban ellos
- Hola Remus – saludaron ambos.
- ¿Están bien?- dijo Remus - ¿Sucedió algo? Los veo nerviosos a los tres.
- No, no te preocupes – dijo Tonks - ¿Comenzamos la misión?
- Está bien – dijo no muy convencido – estuve estudiando las afueras de la casa, hay cinco ventanas por las que podemos entrar sin ser vistos, Crabbe tiene guardias en varias partes de su casa, lo que yo propongo es que nos dividamos ¿Tú qué opinas Kingsley?
- ¿Quién?- respondió aturdido el hombre – lo siento… si, me gusta tu plan.
- ¿Seguros que todo bien?- les preguntó una vez más – creo que hay algo que está sucediendo y lo voy a averiguar… tal vez necesite ayuda de Sirius.
- ¡NO!- gritaron Kingsley y Hestia – hablaremos pero después de la misión. – Remus sonrió, sospechando lo que había sucedido, pero no entendía que tenía que ver Tonks en esto.
- Entonces, Tonks y Hestia irán por la izquierda y Kingsley y yo por la derecha ¿De acuerdo?- asintieron.
Encontraron dos ventanas abiertas, Nymphadora y Hestia entraron por una, mientras que los hombres entraron por otra, ya estando ahí se separaron. Suponían que si Fawley estaba secuestrada, lo más lógico es que la mantuvieran en el sótano, muchas de las familias ricas tenían un sótano para sus sucias actividades. Bajaron lentamente las escaleras, ambas parejas en partes diferentes, con el lado de los hombres, encontraron a un guardia que no tardaron ni cinco segundos en desmayarlo. Llegaron a la puerta del sótano, sorprendentemente sin encontrar a más guardias, también Tonks y Hestia llegaron al mismo tiempo.
- ¿Todo bien? – preguntaron.
- Si- respondieron – Tonks estuvo a punto de chocar contra una armadura pero hubo incidentes.
- Vamos a revisar, por lo que veo, este es el sótano, hay protecciones pero se ven fáciles de quitar- dijo Kingsley, murmuró algunos hechizos y las puertas se abrieron.
- Crabbe no es el más inteligente de los Mortífagos – dijo Tonks – no es muy peligroso.
- Ayuda – escucharon una débil voz- por favor ¿Hay alguien ahí?
- Vamos- dijo Tonks y entraron al sótano, atada de sus manos contra su espalda, se encontraba una mujer joven que miraba a esas cuatro personas con miedo.
- Te ayudaremos – dijo Hestia pero Tonks la detuvo.
- Espera, tenemos que ver si es ella realmente y hay algo que ella puede responder solamente.
- Si… - dijo débilmente la mujer.- responderé lo que sea pero por favor, sáquenme de aquí, ese hombre ya estuvo aquí dos veces.
- En el partido de Quidditch en tu séptimo año ¿Quién tiró a Charlie Weasley?
- Fue Buchanan… Stephen Buchanan.
- Creo que es ella.- dijo Tonks – eso lo sabíamos unos pocos, entre ellos Fawley, vamos.
Desataron a la mujer y de la misma forma que entraron, salieron sin ser vistos, no sabían si era una buena o mala señal.
- Eso fue… demasiado fácil – dijo Tonks, ahora a la señorita Fawley hay que llevarla a un lugar seguro.
- Yo creo que Amelia Bones los puede ayudar – dijo Remus.
- Hestia y yo la llevaremos – dijo Kingsley – Hestia está en el departamento de seguridad mágica y yo soy un auror, entonces ambos podemos entrar al Ministerio.
- Tonks también es auror – dijo Lupin con una sonrisa burlona – y a ella no la mencionaste. Solo por favor, pongan a salvo a la señorita Fawley para que regresen a lo suyo.
- ¡Remus!- regañó Tonks golpeándolo suavemente en el hombro.
- ¡Es una broma!- dijo- llévenla ustedes, de todos modos, Nymphadora y yo tenemos cosas que hacer, no lo mismo que ustedes dos pero estamos organizando.
Completamente avergonzados, Kingsley y Hestia desparecieron con una confundida y menos asustada Julia Fawley.
- Tenías que avergonzarlos – dijo Tonks – lo esperaba de Sirius, pero no de ti, además ¿Cómo sabías que sucedió?
- Por sus miradas – le respondió con una sonrisa – no me digas que no te has dado cuenta.
- Claro que sí – respondió – pero no esperaba algo así. Además ¿Qué tenemos que organizar?
- Tu vestido – le dijo – tu madre me dijo que querías algo muggle.
- Es verdad – dijo Tonks – no me digas que vas a ir conmigo a buscarlo, ¿No sabes que es de mala suerte ver a la novia antes de la boda con el vestido puesto?
- Son supersticiones muggles- le respondió – Lo más normal es que te vea sin vestido… - Remus se sonrojó igual que ella- quiero decir… con la ropa que normalmente llevas puesta… no digo que te has de ver mal sin vestido… digo… ¡Oh Merlín! ¡Esto es vergonzoso!
- Bueno, creo que ya quedaste a mano con avergonzar a Kingsley y Hestia.
- Creo que si- respondió Lupin – vamos entonces.
- ¡Espera!- lo detuvo – tengo que ir al departamento de aurores.
- No es necesario, Scrimgeour recibió un hermoso Howler de tu madre acerca de que si no te dejaba salir a organizar la boda, convertiría sus… partes más privadas en bludgers.
- ¿Cómo lo sabes?
- Ojo Loco me envió una carta de parte de tu madre con Hestia, la pobre temblaba de nervios cuando llegó, en fin, vamos al callejón Diagon, ahí estará tu madre y ya juntas irán a buscar el vestido.
- ¿Y tú qué harás?- le preguntó Tonks.
- Sirius decidió que es día de ir de compras- Tonks levantó una ceja – si, sé que es raro lo que dije, pero también buscaremos nuestra ropa para ese día…
- Entiendo… - dijo ella- en un par de días es la boda de Kingsley y Hestia y después de eso faltará poco para la nuestra, ¿Cómo te sientes con eso?
- Creo que tranquilo ¿Y tú?
- Creo que también, después de que platicamos sobre nuestras inquietudes, esto se hace más tranquilo ¿No crees?
- Eso creo – dijo Remus – vamos a aparecernos en el callejón Diagon- se tomaron de la mano y desaparecieron.
Aparecieron cerca de Twilfitt y Tatting en el callejón Diagon, en el exhibidor había una hermosa túnica de boda pero Nymphadora quería lo muggle para molestar a Umbridge.
- ¿Dónde está mamá?
- Me dijo que estaría en el Caldero Chorreante, vamos – caminaron entre la multitud sin que los miraran, al parecer todavía no llegaba el rumor a toda la comunidad mágica sobre su matrimonio con un hombre lobo.
Nymphadora caminaba pero su mente se detenía al pensar en esa chica Fawley ¿Le habrá hecho algo ese idiota de Crabbe? Ella dijo que él ya había estado dos veces ahí. Ella esperaba que no le haya sucedido algo malo. También en su cabeza rondaba lo que pensaba en el Ministerio acerca de su aspecto.
- ¿Sucede algo Tonks? – preguntó Remus.
- Solo pensaba- dijo ella- Remus, Quiero preguntarte algo.
- ¿Qué sucede?
- Tú… tú ¿Me pedirías que cambiara mi aspecto para ti.
- No, yo nunca te pediría que hagas algo que no quieres hacer – la miró - ¿Por qué preguntas algo así?
- Porque ha sucedido, me piden que cambie me aspecto para ellos y … claro que siempre me he negado y la mayoría salieron con acné en ciertas partes de su cuerpo.
- Quiero que entiendas algo, serás mi esposa, no un objeto para ser utilizado, si algún día te llegas a sentir así, por supuesto que también me puedes llenar de acné ¿De acuerdo? Pero yo jamás te haría o pediría algo así.
- Está bien – ambos se abrazaron. Se soltaron y siguieron su camino.
- Unos minutos después llegaron al Caldero Chorreante. Dónde Andrómeda ya los esperaba.
- ¿Lista Nymphadora?- dijo Andrómeda abrazando a su hija y futuro yerno.
- Si mamá y es Tonks ¿A dónde iremos?
- Bueno, escuché que hay varias tiendas en Regent street, Picadilly y varias partes del centro de Londres, no sé mucho del mundo muggle pero haremos un esfuerzo, no iremos a otra ciudad, hoy mismo tenemos que encontrar tu vestido porque en los siguientes días, tú y yo tendremos cosas que preparar… por cierto, Remus, Sirius me dijo que te espera en su casa con Harry en cuanto yo me vaya con Nymphadora, los tres irán a buscar su ropa para la boda de Kingsley y la de ustedes.
Se despidieron y tomaron sus caminos, Remus se dirigía a casa de su amigo mientras pensaba en todo lo que sucedía, en poco más de una semana estaría casado y semanas después volvería a Hogwarts; recordó lo que le dijo Nymphadora acerca de aquellos tipos que querían que cambiara su apariencia para ellos, un extraño impulso lo hizo querer saber los nombres de ellos para ir a golpearlos, sacudió su cabeza y finalmente llegó a la casa de su amigo dónde ya lo esperaba junto con Harry.
Por otro lado, Tonks caminaba con su madre por Londres muggle mientras pensaba en lo sucedido el día de hoy, procuraba que no se enfocaran sus pensamientos en Kingsley y Hestia (todavía se preguntaba cuál era el plan que Kingsley había tenido para la misión, ya que fue Remus quien lo organizó), pensaba más en lo que le había dicho a Remus sobre aquellos hombres, ni siquiera a su madre se lo había contado y le hizo sentir que podía confiar en él sin importar nada ni nadie. Con una sonrisa, entró a la primera tienda de novias con su madre.
