Capitulo II
Toscana, Italia
El Auto Luxury Negro se estacionó en la entrada de una Casa Rústica rodeada de árboles y vegetación ,los jardines sobrios pero hermosos de diferentes tipos de flores Contrastando con la belleza de la naturaleza y la residencia modesta pero acogedora. Jihoo bajó del Auto, su larga gabardina negra casi rozaba el piso de piedra, levantó la mano para tocar pero la puerta se abrió ante sus ojos y apareció una sonriente mujer joven de largos cabellos castaños con rasgos típicos de la región, y con gran entusiasmo lo abrazó sin previo aviso! Sus labios gruesos y carnosos se acercaron a Jihoo y le dio un beso apasionado. Y en voz baja sin dejar de mirarlo le dijo: -Te tardaste! La Tarta ya está fría y el guiso de estofado de la abuela está intacto! Muero de hambre, no me ha dejado probar nada hasta que vinieras! Es injusto! Mi estómago sufre! Dijo con el ceño fruncido en modo de reproche pero Jihoo sabía que no estaba enojada.
Él le besó la frente y le acarició la cabeza tiernamente mientras ella cerraba los ojos disfrutando el contacto. -Entremos entonces, no la hagamos esperar más .
Y así abrazados entraron al interior de la vivienda donde se podía oler el delicioso aroma del estofado recién hecho y se combinaba con el perfume de flores en el interior. Era una casa modesta pero acogedora y hermosa con mucha iluminación y ventanales hacia los jardines. Una anciana con delantal estaba poniendo una botella de vino sobre una mesa de madera rústica con la vajilla puesta, al ver al recién llegado se limpió las manos con el delantal y se acercó a él, -Mi niño! Tardaste en llegar ya casi todo estaba frío pero lo he vuelto a calentar para que no sepa feo! Que bueno que ya llegaste! Trabajas demasiado en esos viñedos debes estar muerto de hambre y mientras decía eso le plantó un beso en la coronilla bajándole la cabeza a su altura y Jihoo tuvo que inclinarse medio cuerpo hacia la anciana.
-Abuela, ya déjalo! Siéntate aquí ¡ Le dijo con autoridad!
- oh! Sabes que a Jihoo no le molesta el también es mi nieto.
La muchacha rodó los ojos y solo le sonrió a Jihoo quien también sonreía.
Pronto la anciana trajo una olla grande y la puso en el centro de la mesa y comenzó a servir en los platos , a Jihoo le empezó a rugir el estómago. Ya se había acostumbrado a la comida italiana y le sabía delicioso, de inmediato empezó a comer. Levantó la vista y mirando a la anciana le dijo: Abuela Emma esto está delicioso!
-Lo se! Pero díselo a Gretta que no ha probado nada.
Jihoo volteó hacia ella y la encontró recostada sobre su codo mirándolo sonriente y con adoración. -Por que no comes?
Arrugo la nariz en un tierno gesto diciendo, -No quiero perder el tiempo comiendo , no te veré en varios meses ya tendré tiempo de comer!
Jihoo dejó de comer y su rostro se puso sombrío. – Por que no vienes conmigo? Te lo pedí antes, aún podemos comprar tu boleto.
-Y quien se hará cargo de los viñedos? Sabes que vienen los inversionistas el próximo mes y tú no vas a estar! Se volverán locos si no ven a ninguno de los dos! Además está pronta la cosecha y tengo que tener todo listo para cuando vengas al lanzamiento de "Soltanto Lotto" . No será mucho tiempo estaremos juntos pronto solo que.. y volteo hacia un lado mirando hacia los jardines.
La anciana miró a su nieta de forma tierna y soltó un suspiro. Jihoo la tomó de la barbilla y la hizo que lo mirara.- Estaremos en contacto pero me hubiera gustado que estuvieras conmigo.. espérame!
Gretta Sonrió y cambiando rápido su humor tomó la olla de estofado y se sirvió una gran cantidad mientras hablaba de forma entusiasta con su abuela y riendo al mismo tiempo. Jihoo la vio sonriendo, estaba hambrienta y no podía aguantar mucho sin comer. La miraba recordando el día en que la conoció y convirtió su mundo gris en uno lleno de colores vivos, esa mujer menuda de rostro angelical lo había devuelto a la vida!
Seúl , Korea
Junpyo revisaba unos documentos mientras el Secretario Jung le daba otros para firmar. -Es todo?
-Si Señor! A las 4 tiene una reunión con los inversionistas del proyecto en Manila. Ya está todo listo.
-Perfecto! Iré a comer y pasa por mi a las 3:45.
-La Señorita Jandi está esperándolo en el "Soigne".
-Bien! Llévame de inmediato no quiero hacerla esperar más.
-Como diga señor!
Los tonos blanco y negro del restaurante contrastaban con el azul del vestido de Jandi. Junpyo había insistido en que usara ropa elegante pues era la prometida del heredero de Shinwa. Sentía que no encajaba muy bien con ella pero ya estaba acostumbrada a estar siempre delante de la más alta sociedad Koreana y no podía dejar en ridiculo al hombre que sería su esposo. Sin embargo, ese día se puso ese vestido que fue el último regalo que recibió de él antes de que desapareciera. Mientras esperaba se sumió en sus recuerdos.
Era el día siguiente de la fiesta de Compromiso y el primer día de residencia de Sunbae, ella iría a verlo como siempre y comerían en la cafetería de la Universidad Shinwaa y así él podría contarle cómo había sido su día. Además se sentía un poco nerviosa porque ese día iniciaría su último semestre y ya no estaría su amigo para apoyarla. Se iba a sentir un poco sola pero sabía que al final del día podrían verse y tener sus almuerzos, seguro irían a algún lugar tranquilo y hacer bromas y contar anécdotas bajo las estrellas. Siempre hacían eso.
Cuando llego al lugar donde estaría su Sunbae le sorprendió verlo vestido de civil y hablando con el director!Al verla, Jihoo se despidió del hombre con una reverencia y salió al encuentro de Jandi.
Ella lo miro con el entrecejo fruncido.
-Sunbae, donde está tu bata de Médico? Puedes quitártela?
- Jihoo hizo una media sonrisa, - Tienes hambre no? Vamos a comer!
-Pero…
- Te llevaré a tu restaurante favorito
Se subieron a la Motocicleta y Jihoo condujo en silencio, normalmente casi no hablaban en el trayecto, pero esta vez se sentía diferente. Jandi sentía que algo no estaba bien, él conducía como si el alma se le fuera en ello y su silencio se sentía raro, triste. Siempre ponía las manos sobre sus hombros pero esta vez sentía que necesitaba tenerlo cerca así que envolvió sus brazos alrededor de su cintura y pegó su mejilla a su espalda. Abrazándolo como si no hubiera un mañana. Luego sabría que sus presentimientos eran ciertos. Llegaron a un restaurante modesto cerca de un lago donde solían ir cuando celebraban algo importante sobre todo de Jandi porque le encantaban los fideos que allí servían. Se bajaron en silencio y fueron a la mesa que siempre solían ocupar. El dueño del restaurante ya los conocía y siempre reservaba ese lugar para ellos. El lugar era como una cabaña de dos plantas y ella siempre se sentaban en un lugar con vista al lago en la parte de arriba podía apreciarse la luna sobre el lago y estaba alejado del bullicio así que podían platicar con tranquilidad. Después de ordenar, Jandi vio que Jihoo miraba con más detenimiento la hermosa vista y se veía pensativo, pronto volteo hacia ella y le mostró su ya familiar sonrisa cálida que siempre tenía para ella.
-Como fue tu primer día Nutria? Le dijo con su voz habitual
-Jandi solo contesto.- Se sintió extraño no verte por los pasillos y estuve nerviosa al principio pero las clases estuvieron estupendas.
Y así, cenaron y estuvieron hablando del día de Jandi. Jihoo aún se había reservado su parte. Por fin terminaron de cenar y de inmediato Jihoo le dijo – Vamos Nutria hay algo que quiero darte-
Se montaron de nuevo en la Motocicleta y avanzaron hacia el lago ya lo habían hecho varias veces y se tumbaban en la hierba a ver ls estrellas y contar anécdotas. Esta vez Jihoo se estacionó y no bajo la manta para tumbarse, solo bajo un paquete se sentó en la hierba y le hizo señas de que se sentara junto a él. Jandi obedeció y su corazón se sentía raro, estaba acelerado porque pensaba que algo no iba bien. Estaba con una sensación de desasosiego.
-Me toca contar sobre mi día, dijo y sonrió de medio lado. Estuve toda la mañana pensando que darte por tu primer día así que no se me ocurrió otra cosa que esto-. Y le pasó el paquete.
-Jandi lo abrió y vio un hermoso vestido color azul cielo, sobrio y muy hermoso. -Sunbae! Es hermoso! Y de mi color favorito! Gracias! Pero, no puedo usar esto en la Universidad y se rio
-Jihoo igual sonrió.- No te lo di para que lo uses en la Universidad sino cuando te sientas con la alegría suficiente para usarlo. Cuando te sientas muy feliz recuerda este momento y úsalo. Porque esa eres tú Nutria como el azul del cielo cuando sonríes y eso representa tu belleza interior y lo feliz que puedes hacer a los demás.
-Jandi estaba al borde de las lágrimas por tan hermosas palabras- Podría usarlo en este momento Sunbae soy feliz aquí contigo! Y se abalanzó sobre él y lo abrazó . – Por que siento que te estás despidiendo? Le susurro al oído. – Estoy alucinando verdad? Perdona Sunbae dijo ya separándose de él .
-Jihoo solo la acercó y le besó la coronilla y después acariciandole el cabello le dijo, tu me haces feliz siempre Nutria y yo solo deseo que siempre busques tu felicidad NV c no dejes que nada ni nadie opaque tu sonrisa eso te hace bella.
Al día siguiente Jandi se puso el vestido y se puso su bata encima, le diría a Jihoo que cuando estaba con él era cuando se sentía realmente feliz y quería usarlo por primera vez con él pero cuando llegó a la salida de la Universidad fue a buscarlo y no lo encontró, preguntó a sus compañeros y dijeron no haberlo visto fue con el director y este le dijo que Jihoo había empezado su residencia en otro país había cambiado su matrícula el día anterior y que posiblemente no volverían a verlo. Jandi se derrumbó, fue al lago donde estuvieron la última vez y se arrodilló sobre la hierba, las lágrimas caían sin cesar. – Me dijiste que buscara mi felicidad, que sonriera, que me pusiera este vestido cuando me sintiera feliz, y te vas? No sabes que tú eres mi felicidad? Sin ti como puedo ser feliz? Como puedo sonreír? De nada sirvió que me regalaras esto, mi felicidad se fue contigo- dijo hablándole a la nada y lloro desconsoladamente. No entendía por qué sentía tanto vacío y tanto dolor, Jihoo Sunbae se había ido de su vida para siempre.
La llegada del mesero avisándole que su acompañante había llegado la saco de sus recuerdos. Ahora sentía que su felicidad estaba muy cerca y decidió usar el vestido. Se sentía ansiosa y quería que el reloj apresurara las horas por fin volvería a verlo y el solo hecho de saberlo le producía una inmensa alegría y su corazón se aceleraba inevitablemente.
Una mano cálida le tocó la espalda. – Esperaste mucho tiempo? Dijo Junpyo al tiempo que le daba un beso en los labios. Jandi correspondió gustosa.
-No mucho! Pedí vino mientras venías!
-No sabía que gustaras del vino! Mmm está rico -dijo probando un poco de su copa.
Ella sonrió, desde que se enteró de un exitoso Vinicultor en Italia decidió empezar a probar el vino y comenzó a escoger los que se producían en la ciudad de Toscana.
