Hola de nuevo! Como dije, esta historia ya está cada vez más cerca del final. Gracias nuevamente a quienes se toman el tiempo de leer. Hay que atar cabos sueltos pero me siento mejor de que al fin ya ellos están juntos jejeje.. ahora no se pongan tristes por Gretta tengo una sorpresa preparada para ella y Si!! Veremos la boda del año de los Alfareros! Me emociona escribir sobre una boda.


Capítulo XVIII

Seúl, Korea

Jihoo se despertó aún de noche, debía partir a Italia antes del amanecer. Estaba reacio a levantarse, no quería despertar a la bella mujer que dormía plácidamente sobre su pecho. Su respiración regular era un bálsamo para sus oídos, acercó su mano a su rostro para quitarle algunos mechones de su cabello y poder apreciar mejor sus facciones. Recordó cómo la hizo suya una y otra vez. Primero en su Santuario, al que nadie entraba sólo el, y en donde ella se había entregado sin contemplaciones. Ese lugar que ya no sería solo suyo, sino de ambos. Después la trajo a su casa, y volvió a hacerla suya. Se entregaron en cuerpo y alma. En la comodidad de su hogar, sin el impedimento de la ropa, las caricias fueron más prolongadas, los besos más apasionados. Se dijeron palabras de amor mientras se unían nuevamente. Y viéndola dormida, despertó en él, el deseo de tenerla. Sin embargo, tenía un compromiso y debía arreglar su situación amorosa lo antes posible. Le dio un beso en la coronilla mientras la acariciaba. Jandi se movió un poco y entreabrió los ojos.

-¿Ya te vas?- le dijo aun adormilada.

-¡Desgraciadamente si!- contestó él. -¡No quisiera hacerlo y quedarme aquí contigo! –

-Pero debes hacerlo- le dijo ella. Ya un poco más despierta lo miró fijamente.

- ¿Cómo puedes ser tan hermoso?-

El sonrió de medio lado. -Así me ves tu, pero yo siento que la suerte es mía por tener a una belleza entre mis brazos. ¿No te das cuenta de lo hermosa que eres?-

Ella no soporto más su cercanía y lo besó, él correspondió de igual forma. Estando ahí los dos querían volver a sentirse. Ella se subió arriba de él y una vez más cedieron a sus deseos.

Jandi miraba a Jihoo desde la cama. El ya estaba completamente vestido, era una visión que le encantaba ver. Su indumentaria negra con una larga gabardina del mismo color, y su cabello atado en una coleta. Estaba colocándose su reloj de pulsera. Él sintió su mirada y volteó hacia ella.

-¡No me mires así! O no podré irme. – le dijo sonriendo

-¡Tu eres el culpable por ser tan sexy!- y se mordió el labio inferior.

Jihoo la miraba con deseo contenido, al verla como se mordía el labio, quería mandar todo al diablo y saltar sobre ella nuevamente. Verla en su cama semidesnuda, con el cabello suelto y haciendo esos gestos, requería de toda su fuerza de voluntad para no volver a besarla hasta hacerla suya. Él se subió a la cama a gatas y se puso sobre ella.

-Eres endemoniadamente Sensual e irresistible. – le dijo con voz ronca. Y le dio un beso apasionado.

Cuando se separaron él la miraba con ternura y le acarició la coronilla.

-De verdad quisiera llevarte conmigo. Tengo miedo de que algo pase mientras estemos separados.-

-¡No va a pasar nada! Creo que ambos hemos demostrado cuánto nos amamos- le tomó el rostro y le besó la frente. -Nada Ni nadie puede separarnos ahora, mientras confiemos el uno en el otro.-

Jihoo sonrió y le beso la frente también.

-¡Nos volveremos a ver!- y le dio un último beso cargado de pasión.


Toscana, Italia.

Gretta estaba en su recámara, no había salido en dos días, después de que el Señor Lee hubiera firmado los documentos. Se sentía frustrada, traicionada y al mismo tiempo culpable. Sabía que Jihoo tendría problemas y podría perder los viñedos. ¿Cómo podría verlo a la cara después de lo que hizo en un arrebato de ira? Ver esas fotografías le habían causado un dolor inmenso y tenía la mente nublada, solo quería castigarlo de algún modo. Unos golpes en la puerta interrumpieron su estado depresivo.

-¡Gretta!, ¿Me escuchas? Te preparé tu postre favorito. –

Escuchaba a su abuela pero solo podía envolverse con la sábana.

-¿Puedes abrir?- se escuchó una voz profunda. Ella se incorporó de inmediato. ¡Él estaba aquí! ¡Diablos! Se levantó de la cama y fue al tocador para arreglarse un poco el cabello y maquillarse las ojeras.

-¿Gretta?- la llamó de nuevo

Terminó de maquillarse y respiró profundo. Se acercó a la puerta y cerró los ojos para controlar sus emociones. Cuando abrió la puerta y lo vio ahí parado, no pudo hacer otra cosa más que abrazarlo. Cualquier cosa que haya pasado en Corea, ya no importaba. Él estaba aquí.

Jihoo vio que no estaba bien. ¿Qué había pasado? La abrazó de vuelta y sintió su malestar. ¿Cómo iba a poder hablar con ella, estando en ese estado? Tenía que saber que la tenía así.

-¡Ya llegaste! ¡Te extrañé demasiado!- le decía ella aún abrazada a él

El solo la abrazaba y le acariciaba la cabeza. La separo un poco para que lo viera y le besó la frente.

-¡Vístete!, ¡ven a comer! La abuela Emma me dijo que no has querido comer casi nada en estos días. Te espero en el comedor. – le dijo alentándola.

Ella sonrió y entró de nuevo a su habitación para vestirse apropiadamente.

Jihoo la vio entrar y solo pensó: "Esto va a ser difícil".

Era poco más de medio día y Jihoo estaba montado en su caballo recorriendo los viñedos. La cosecha pronto terminaría y podrían empezar con la elaboración del vino. Estaba muy ansioso y emocionado. Recorría los plantíos con gozo y nostalgia. Amaba la medicina pero también amaba ser vinicultor. Sabía que en algún momento tenía que decidir si quedarse como Médico o seguir en el arte de la elaboración de vino. Pensaba en Jandi y sentía que la necesitaba. Le había dicho que no se fuera de su casa tan pronto, esperaba que viniera con Woobin, sería hermoso tenerla aquí y que conociera su otra pasión. Aún no podía creer que ella se haya entregado a Él. Cuando llegó a esos viñedos, estaba frustrado y dolido porque ella se había prometido a otro y saber que la había perdido era algo insoportable. Pero ahora, sabiendo que ella lo amaba tanto como él a ella, solo lo hacía desear tenerla con él y compartir con ella todo su mundo. Lorenzo llegó junto a él.

-¡Esta es la última área que falta por cosechar Patrón!-

-¡Muy bien!, Has hecho un buen trabajo. No podía esperar menos de ti. ¡Gracias!- le contestó Jihoo

- La señorita Gretta también ha ayudado mucho, sólo hay una cosa que se me hizo rara-

-¿Qué cosa?-

- Hace unas semanas vino el antiguo dueño de los viñedos, el tío de la Señorita, con otro Don con rasgos como de donde es usted- Jihoo frunció el ceño – Hablaron con la Señorita Gretta y después regresó El solo en la noche, después de eso han estado viniendo a recorrer los viñedos y la Señorita no se ha aparecido para nada.- Jihoo estaba extrañado.

- ¿No han entrado a la bodega verdad? –

-¡No Patrón! Yo tengo la llave como usted ordenó. –

- ¿El vino de crianza del Soltanto Lotto, está seguro?-

-¡ Así es Patrón! ¡Patrón! ¡Ahí están!- le señaló Lorenzo hacia la casona. Jihoo vio a un Hombre acercarse a la entrada de la Casa acompañado de otros más que parecían trabajadores. Dio vuelta a su caballo galopando hacia ellos. Aún arriba del caballo le hablo a los recién llegados.

- Buenas tardes, Señor Lee, ¿A que debo su visita?- dijo reconociéndolo apenas llegó frente a él.

-¡Señor Yoon!- Al fin nos encontramos. – Jihoo se bajó del caballo y le pidió a Lorenzo que lo llevara a las caballerizas.

- El interés por mis viñedos es realmente sorprendente! Iba en serio cuando dijo que estaba interesado en exportar mis vinos- Le dijo con desconfianza Jihoo

El Señor Lee hizo una sonrisa de suficiencia y algo de nerviosismo.

-Tengo que estar al pendiente de que mi mercancía esté en buenas condiciones- Jihoo frunció el ceño.

-¿Su Mercancía?-

-¿sería molestia que me pudiera invitar una copa de vino? Hace calor aquí. –

Jihoo lo miro con desconfianza y le hizo ademán con la mano para que lo siguiera. Llegaron a su oficina, y Jihoo sacó un Vino de su Reserva. Le sirvió una copa al Sr Lee y se sirvió una Él. Ambos se sentaron.

-¿Y bien? ¿A qué se refiere con su mercancía?- le preguntó directamente Jihoo. El hombre sacó un sobre de su portafolio, sacó un documento y lo puso sobre la mesa para mostrarle el contenido. Jihoo leyó con detenimiento y entonces apretó la mandíbula.

-¿Qué significa esto? Yo no autorice esta promesa de compra anticipada. Tengo clientes a los que debo la primera venta de vino y no puedo hacer provisiones para exportar al extranjero. – le dijo Jihoo

- Creo que usted le dio una Carta Poder a la Señorita Giordano y si ve usted, ella firmó su consentimiento. –

- ¡Esto no puede ser posible! Gretta no pudo haber hecho este negocio sin mi conocimiento. –

- Pues … la firma está ahí!-

- ¿Qué hizo usted para que ella firmara? ¿ La intimidó? ¿Qué le dijo?- y se puso de pie encarándolo con sus manos en el escritorio.

- Creo… que no tuve que decirle nada.- decía con una sonrisa el Hombre – Usted mismo se encargó de que ella tomara esa decisión.

-¿Qué quiere decir con eso?-

- Ella tenía miedo de que usted ya no volviera, debido a sus actividades en Su País Natal, que incluían a la Prometida del Director de Shinwa. – Jihoo frunció el ceño y apretó los puños. – Así que decidió hacer este trato con nosotros. Como verá, ya no hay retroceso. O nos entrega el Lote que pedimos o tendrá que pagar una multa de 500Mil USD por incumplimiento.-

- ¡No tenemos esa cantidad que solicita en el contrato! ¿ Como podré cumplir si ya tengo entregado los lotes? ¿De donde sacó más materia prima? ¡Esto es un plan para quitarme los viñedos!-

- ¡Como usted vea! Sin embargo, hay alguien interesado en apoyarlo para cumplir con el contrato, aunque lo haría con una condición. –

Jihoo se sentó y cruzo los brazos, ¿Quién querría asociarse con él y qué condición pedia?

-Soy todo oídos-

-Esta persona prefiere estar en el anonimato, pero su condición es que usted se case con la señorita Gretta. Y… que no regrese a Corea, supongo que no tiene problema con eso –

Jihoo lo miraba fijamente, apretando la mandíbula y cerrando los puños con fuerza. Parecía un plan elaborado para alejarlo de Jandi.

-Cumpliré con el contrato!- dijo muy seguro.

- Entonces tiene hasta finales de este mes para cumplir o de lo contrario pagará la

Multa en efectivo o con parte de la viña. ¡mmm! Vuelvo a reiterar que sus vinos son de lo mejor.- dijo terminando su copa y saboreándola. – Con permiso Señor Yoon y… estamos en contacto. – dijo el Hombre saliendo de la oficina.

Jihoo resoplo y se paró para ver sus viñedos, se pasó la mano por el cabello. Esto no podía estar pasando. ¿Quién estaba detrás de esto? Y… ¿Cómo se enteró Gretta de su acercamiento con Jandi? Él quería que ella lo supiera, pero no así, no de esa manera. Ahora entendía el estado de ánimo de ella, cuando llegó. Cuando venía a los viñedos era la primera en querer estar aquí, y hoy después de la comida, dijo que se sentía indispuesta y se encerró en su habitación y no quiso acompañarlo. Tenía que hablar con ella y que le explicara exactamente que había pasado. Aunque ahora su problema era conseguir la materia prima para cumplir con él Sr Lee o pagar la multa. ¡Demonios! Por qué todo tenía que complicarse siempre.


Seúl, Korea

Jandi estaba en el Hospital desde muy temprano. Estaba en Cuidados Intensivos atendiendo al bebé Xian, que estaba mejorando de su neumonía por septucemia. Jihoo le había dejado instrucciones al Doctor Baek de devolverle su puesto como Jefa de Pediatría. Se sentía tan orgullosa de él. Era un Médico brillante. En el tiempo que estuvo en el Hospital, se sentía más seguridad debido a que podía atender las emergencias con habilidad y destreza, y sus diagnósticos en su mayoría, eran acertados. Ahora que no estaba, su ausencia era evidente, y el personal médico se preguntaba cuándo regresaría el Doctor Yoon. Se había comunicado con Woobin y le dijo que partirían a Italia el fin de semana, así que tenía que dejar todo en orden antes de viajar. No hallaba las horas de verlo de nuevo, aunque le preocupaba el hecho de si él ya había hablado con su novia. Cuando El se fue, ella se quedó en su casa un tiempo más, se bañó y comió antes de irse. Los empleados la trataban como la Señora de la casa, lo cual la hizo sentirse bien e imaginarse que así sería su vida si ellos llegaban a casarse, se rió un poco. ¡Qué ironía!. Cuando estaba con Junpyo, en lo último que pensaba era en casarse, y ahora, lo deseaba con toda su alma. Una joven Médico se acercó a ella cuando iba por los pasillos para ir a Su Área.

-¡Doctora Geum! ¡Que gusto que este de regreso! Ya todos en el hospital estaban preocupados, porque sin el Doctor Yoon y sin Usted, nos sentíamos a la deriva. Por cierto, ¿Sabe cuando regresará el Doctor?-

Jandi sonreía. – Tal vez en un mes, después del lanzamiento en Italia de su nuevo vino-

-¡A que bien! Dichosa la que se case con el Doctor Yoon, es tan Perfecto. – decía con ojos soñadores. Lo que hizo que Jandi la viera con algo de celos. Nadie debía poner los ojos en él. Esperaba pronto hacer público su noviazgo para que lo dejaran en paz.

– Por cierto, ¡felicidades doctora! – Jandi la miró extrañada. – Por un tiempo pensamos que usted y el doctor Yoon tenían algo, pero nos equivocamos y ¡que bueno!, porque entonces Él sigue disponible, -dijo riéndose- Espero nos invite a su boda. – Jandi abrió grande los ojos.

-¿Cómo dices?- le preguntó

-¡Ay doctora! No se haga la desentendida con tal de no invitarnos. Esta en todos los periódicos y revistas.- y le mostró una revista en donde salía Ella con Junpyo en el recital que se llevó a cabo en el Centro SUAM y una leyenda con letras grandes que decía: "La Boda más esperada del año, ya tiene Fecha". A Jandi se le fue el color, ¿Qué significaba esto? ¿Cuándo Junpyo hizo esta declaración? Se supone que ellos solo estarían aparentando por seis meses, pero, ¿por qué decir que iban a casarse?. La Ira la invadió. Tenía que ir a hablar con Junpyo cuanto antes.


Toscana, Italia

Jihoo llegó a casa de la Abuela Emma y después de saludar, se dirigió a la habitación de Gretta.

-¡Gretta! ¿Puedes abrir?- le decía mientras golpeaba la puerta de la habitación.

Ella lo escuchaba un poco alterado, seguramente ya se había enterado de todo. Se tapaba con la sábana para no levantarse y enfrentarlo.

-¿Gretta?- volvió a insistir. Ella seguía sin abrir. Jihoo pegó su frente en la puerta. – Se lo que hiciste y por qué lo hiciste- comenzó a decirle detrás de la puerta. – No te reprocho nada, y entiendo tus razones, pero necesito que me digas ¿qué fue lo qué pasó? Te necesito en la viña y… necesito que me escuches, no quiero que te alejes de mi. Eres una persona muy importante -

La puerta se abrió y una tímida Gretta salió a su encuentro. Tenía los ojos rojos de haber llorado y se asomaban algunas lágrimas de nuevo. A Él le dolió verla así, porque a pesar de todo, la quería y le tenía agradecimiento por todo lo que hizo por él y los momentos bellos que le regaló para hacerlo sentir bien. La miro con ternura y le limpió las lágrimas que se asomaban.

-¡Perdóname!- le dijo mientras le limpiaba las lágrimas. - ¡Lo siento! ¡De verdad lo siento! – y la halo hacia él para abrazarla. Gretta ya no contuvo su llanto y lo dejó fluir sobre el pecho de él empapándole la camisa. Lo abrazó con fuerza como para que no se fuera. Jihoo lloró junto con ella, pues nunca se imaginó hacer llorar a una mujer de esa manera, se sentía tan frágil entre sus brazos. Y le dolía verla así. Pero El tenía que seguir a su corazón, aunque eso significara lastimar a alguien a quien quería.


Seúl, Korea

Jandi llegó furiosa a la Mansión Gu. El Secretario Jung la recibió.

-¡Señorita Jandi, Bienvenida!,-

-¡Gracias! ¡Necesito hablar con su amo!-

-¡Claro! Enseguida lo llamo

Junpyo llegó junto a ella, cuando estaba mirando las piezas de porcelana.

-¡Son nuevas!- ¿Te gustan?- le preguntó Junpyo.

Jandi le aventó la revista en respuesta. Junpyo vio la portada y solo levantó las cejas.

-¡Que modales! Lavandera, pensé que ya eras refinada.

-¡Callate! ¿Por qué dijiste que vamos a casarnos? ¿Por qué lo publicaste? ¡Cuando sabes que no es verdad! ¡Te exijo que vayas a la prensa y desmientas esto!-

Junpyo levantó la revista del suelo contemplándola. – No puedo hacerlo- dijo con tranquilidad. Jandi estaba furiosa.

-¿Por qué no?-

- Recuerda que te pedí seis meses hasta que yo cerrara algunos negocios. Los inversionistas buscan estabilidad, y cuando saben que estoy próximo a casarme no dudan en firmar contratos. No puedo desmentir esto, porque verían a una persona inestable y tendrían desconfianza, lo que impactaría seriamente en los negocios que estoy a punto de cerrar. Es solo una estrategia Jandi, ¡relájate!- dijo yendo al bar y sirviéndose una copa de licor.

Jandi tenía los puños apretados. Si Jihoo veía esta revista… odiaría a Junpyo el resto de su vida si por su culpa, él se alejaba de nuevo. Tenía que ir y decirle personalmente lo que pasaba antes de que recibiera mal el mensaje. Tenía que confiar en ella. Esperaba que así fuera. Le arrebató la revista de las manos y le dijo antes de salir.

-Si lo hiciste para alejar de nuevo a Jihoo, esta vez no podrás lograrlo, porque El y yo prometimos no dejar que nada nos separe y confiar el uno en el otro. –

-¡Veremos si es cierto!- le respondió tomando de su copa y elevándola haciéndole un gesto de brindis.

Jandi solo entrecerró los ojos y le dijo: - La próxima vez que quieras hablar o decir algo a la prensa que tenga que ver conmigo, te exijo que me lo digas o se cae tu teatrito!- se dio la vuelta enojada y salió de allí.